Oscuridad (NaruIta)

El día se presentaba soleado, los pájaros cantaban posados sobre las copas de los árboles y la suave brisa mecía las hojas verdes. Un hermoso día primaveral que Naruto hubiera disfrutado si no se encontrara encerrado dentro de aquellas cuatro paredes con el profesor dando su clase de matemáticas.

Odiaba aquella materia. No era realmente bueno con los números a pesar de esforzarse lo suficiente para que sus notas sean mínimamente decentes.
Su compañero y amigo, aquel con el que había compartido habitación desde hace un mes luego de pedir un cambio porque la porquería que tenía por baño se negaba a otorgarle el agua caliente que tan desesperadamente necesitaba, se mantenía con su cabeza apoyada sobre su pupitre y sus ojos cerrados.

La suave respiración le indicaba que se encontraba profundamente dormido y a pesar de que el profesor lo hubiera visto múltiples veces, nada podía importarle menos al docente siendo que tenía casi cien alumnos en aquella clase.

Naruto lo envidiaba, porque podía dormirse todo lo que quisiera y aún así, aquel muchacho aprobaba los exámenes como si hubiera estado al tanto de cada clase.

En cuanto el mayor indicó que podían tener un pequeño descanso, el joven tomó uno de los lápices de su compañero y lo introdujo en la nariz del mismo, sonriendo cuando lo vio despertar sobresaltado.

—Vayamos por algo de comer, no voy a resistir mucho más.—Habló poniéndose de pie.

Shisui se estiró en su lugar y restregó sus ojos con cansancio.

—No vuelvo a mirar otra serie hasta que termine la universidad.—Habló como única explicación por su sueño.— Dormí solo dos horas.

—Cinco.—Naruto habló ganándose una mirada confusa de parte del contrario.— Fueron cinco las veces que dijiste lo mismo y cada vez era una serie diferente.

Shisui se colgó de él y Naruto se vio obligado a caminar mientras su compañero iba casi arrastrando sus pies en el suelo. No era liviano y eso al contrario poco podía importarle, porque a pesar de saberlo y notar el esfuerzo de su nuevo amigo y compañero de piso, continuó con su postura relajada mientras se permitía cargar.

—Vayamos al parque esta tarde.—Comentó Shisui.— Hablaré con unos amigos para que vayan también ¿Qué dices?

Naruto elevó una ceja analizando sus opciones. La cantidad de trabajos que debía hacer aumentaban y era necesario comenzar a estudiar para sus exámenes desde esas fechas, pero podía tomarse un pequeño descanso de sus obligaciones para poder disfrutar del día.

Sin embargo, apenas había renunciado a su trabajo anterior por el tiempo que le quitaba a sus estudios. Necesitaba encontrar un empleo de inmediato con el tiempo lo suficientemente flexible como para trabajar y estudiar, porque sabía que sus padres no podían pagar por completo su colegiatura.

—No lo creo, debo buscar trabajo saliendo de aquí.

Shisui frunció el ceño.

—¿No puedes hacerlo luego? Solo será por un rato.

Un suspiro cansino escapó de la boca del rubio. Apenas había logrado descansar por la noche debido a su preocupación por el dinero, porque sabía que no era mucho lo que le quedaba y aún así, debía agradecer que no tenía que pagar por un alquiler al quedarse en las habitaciones universitarias.

Pero debía sobrevivir y no estaba seguro de por cuantos días le duraría lo poco que tenía guardado.

—Prometo que yo mismo te ayudo con ello.—Retomó su palabra el azabache, esperando poder convencerlo.

Naruto solo giró su cabeza hacia un lado, viendo el semblante del contrario que esperaba porque asintiera.

—Aunque nos tome todo el día o toda la semana, me ayudarás.

Shisui asintió con emoción.

—Te lo prometo, así será.

Si Naruto era sincero, no tenía ganas de encontrarse con nadie en ese momento. Las cosas no le estaban saliendo del todo bien y parecía que solo podía empeorar.
Su preocupación por sus estudios, no tener un trabajo con el cual asegurarse de sobrevivir durante su tiempo universitario y el hecho de apenas haber terminado definitivamente con su pareja, solo lo empeoraba.

El joven le había contado su situación sentimental a su compañero en la primera de las tantas noches donde se quedaron conociéndose hasta tarde. Allí, en la oscuridad del cuarto y ambos acostados en sus respectivas camas, le relató como su corazón había quedado roto por una joven a la que creía no poder olvidar jamás.

No lograba olvidar las palabras con las que lo abandonó. Hubiera deseado oír la estúpida frase cliché de "no eres tú, soy yo", sin embargo, lo único que obtuvo fue una maldita queja por no tener el tiempo suficiente para ella y que había conocido a alguien que si la valoraba.

Pero Naruto tampoco podía dejar todo atrás solo para quedarse con alguien que lo abandonó, porque debía darle prioridad a sus estudios y trabajo. Parecía que no era suficiente cuando se hacía aunque sea un pequeño hueco de su tiempo para verla o pasar algunos minutos con ella.

Shion era demasiado absorbente y esperaba que su pareja estuviera con ella cada minuto del día, contestando a sus mensajes como si fuera la única prioridad para él.

La amaba, le dolía, pero en parte estaba agradecido de encontrar un poco de paz entre tantas peleas e incluso, sus mejores amigos se lo habían comentado cuando llegó a la casa de uno de ellos desbordando lágrimas.

—¿Por qué tienes tantas ganas de que vaya?—Preguntó algo molesto.— Prefiero aprovechar el tiempo en otra cosa o podría llamar a los chicos para que me ayuden con el tema del trabajo.

Ambos ingresaron a la cafetería con sus miradas fijas en el cartel que mostraba los nombres de los alimentos.

—Porque también necesitas conocer a más gente, Naru.—Habló el joven con tranquilidad.— Ahora estás conmigo, pero sino, no te alejas de Shikamaru y Hinata.

Un asentimiento fue todo lo que recibió solo para darle la razón. Sus mejores amigos iban a menudo al cuarto que ambos compartían y habían entablado una buena relación con Shisui.
No le sorprendía, el chico era un charlatán que le encantaba poder expandir su círculo social tanto como le fuera posible.

 Cada uno pidió su almuerzo y observaron a la joven desaparecer detrás de una de las puertas.

—¿Quiénes son los que irán?

—Mi mejor amigo y su hermano menor.—El rubio frunció el ceño.

Recuerda en una de las tantas noches luego de haberse mudado, la conversación con Shisui. Aquella donde le hablaba de su familia, sus amigos y en especial un par de hermanos con los que había hecho amistad desde que era un pequeño de solo ocho años, como también, su amor por uno de los jóvenes.

—¿Uno de tus enamorados?—Bromeó y rio cuando vio el rostro sonrojado del azabache.

—Cállate, eso no lo menciones frente a ellos.

Ambos tomaron su comida y salieron de la cafetería, dirigiéndose hacia los jardines para disfrutar la calidez del sol.

A Naruto no le molestaba que su nuevo amigo le hable sobre lo enamorado que se encontraba de quien sea que fuera, porque nunca le había mencionado sus nombres. Tampoco le molestaba que sea un chico quien le guste, tal como Shisui había creído en un inicio al comenzar a narrarle su historia. Fue entonces cuando él supo que el azabache era Gay y su amigo descubrió que Naruto no era tan heterosexual como creía.

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Naruto se sentía... Incómodo.

Shisui peleaba con uno de los chicos que habían llegado, mostrando una sonrisa cuando el menor golpeaba sus manos en un intento porque dejara su cabello en paz.

Él, por otro lado, se mantenía inmóvil en su sitio con su mano elevada a la espera de que aquel joven de gafas oscuras tomara su mano como saludo y presentación.
No pensaba obligarlo a hacerlo, pero esperaba que por pura amabilidad, estrechara su mano sin la necesidad de que alguien le diga lo obvio.

Sin embargo, aquel joven de nombre Itachi, solo lo observaba con una sonrisa amable y sus manos entrelazadas a la altura de su estómago, como si no notara la incomodidad de aquella situación.

El chico que llegó con el mencionado, mismo que previamente había sido molestado por su amigo, tomó una de las manos de Itachi y con cuidado la extendió en su dirección, uniéndolos a ambos para finalizar el saludo.

Y Naruto no pudo sentir otra cosa que no sea pena, porque había estado como idiota con su brazo alzado a la espera de que aquel joven correspondiera a su saludo sin ser consciente de que no podía ver.

Sus mejillas se sonrojaron cuando Shisui se acercó riendo suavemente, sabiendo que se estaba burlando de él por no haberle anticipado aquello.

—Bueno, ahora que se vieron...—Un jadeo se escuchó de su parte. El menor de los presentes había sido rápido al golpear su estómago para evitar alguna de sus tonterías.— Carajo... ¿Cómo puede caber tanta fuerza en... Un cuerpo tan pequeño?—Habló con dificultad.

Sin importarle que el chico se encontrara luchando por respirar, acompañó a su hermano hasta la manta que se encontraba extendida en el suelo y lo ayudó a sentarse. Se dirigió con toda confianza hacia la mochila de Shisui y sacó las botellas de jugo que se encontraban en ella.

Oh, Naruto había notado perfectamente la mirada que su nuevo amigo le había dirigido al menor y pudo comprobar por fin, quien de los dos era el que lo mantenía con una sonrisa enamorada cuando hablaba de él.

—Soy Sasuke.—El chico inclinó su cabeza a modo de saludo hacia el rubio, quien correspondió mencionando una vez más su nombre antes de voltear hacia Shisui con una sonrisa divertida.— Solo yo puedo bromear sobre Itachi.—Habló el menor dirigiendo una mala mirada hacia el mayor.

—Soy su mejor amigo, tengo tanto derecho como tú.

Un suspiro escapó de la boca del muchacho de cabello largo y Naruto habría esperado ver alguna mueca que le demuestre la molestia que sentía al oír como los otros dos peleaban por saber quien tenía el derecho para bromear sobre su condición. Contrario a lo esperado, solo vio la suave sonrisa que permanecía en su rostro, seguramente acostumbrado a sus discusiones, antes de beber un largo trago de su bebida.

Naruto no esperaba que Itachi quitara sus gafas y a pesar de que intentó no observarlo para no tener problemas con su hermano sobreprotector, no pudo evitar dirigir sus ojos azules hacia los del chico.

Sus ojos se perdían más allá de lo que tuviera en frente, aún cuando giraba su cabeza hacia donde escuchaba las voces de sus acompañantes. Unos ojos tan grises, casi blancos que no eran capaces de regresarle la mirada.

Naruto intentaba pensar en un tema de conversación que pudiera sacar en ese preciso momento, pero no estaba tan cómodo como lo hubiera estado si se encontraban sus mejores amigos a su lado. Esperaba que Shisui dejara de molestar al menor para que comience una plática, porque de lo contrario, Naruto estaba seguro de que moriría de vergüenza.

¿Qué se supone que debería decir? Solo conocía a uno de los tres acompañantes ubicados a su lado y solo uno parecía ser un joven tranquilo, porque su amigo y Sasuke se enfrascaban en una tonta discusión.

—¿Podemos ir por un helado?—La suave voz de Itachi se escuchó aún por encima de la pequeña pelea.

—¡Por supuesto!—Shisui dejó en paz al menor de los presentes y se puso de pie, sujetando el brazo de Sasuke para atraerlo a su lado.— Sasuke y yo iremos, conozco los gustos de ambos.

—¡No!—Dos pares de ojos lo veían con sorpresa ante la repentina y abrupta negativa.— Quiero decir... Iré contigo.— Naruto habló hacia Shisui poniéndose de pie.

Esto era una mierda. No había querido ser tan brusco al hablar, pero el hecho de pensar en quedarse allí con un muchacho que no conocía y con el que no estaba seguro de poder charlar, lo hizo ponerse nervioso.
Era una estupidez y él lo sabía, porque tenía la oportunidad de conocerlo y sentirse mejor cuando su amigo volviera, pero no quería pasar por la incomodidad de quedarse a solas con un joven a solo pocos minutos de haber llegado.

El saludo había salido medianamente bien, pero tener que hablar aunque sea de trivialidades... No, prefería que fuera la otra persona quien comience la charla, tal como lo hizo Shisui en su momento.

—Naruto, solo será un momento. Enseguida volvemos.

Shisui no escuchó la negativa de Sasuke y tiró de su brazo para comenzar a caminar. Ese era uno de los pocos momentos en que tenía la oportunidad de poder caminar a solas con el chico y no pensaba desaprovecharlo.

Naruto se sentía mucho peor que al inicio, porque su amable amigo solo se había marchado de allí, dejándolo con toda la vergüenza e incomodidad de tener que lidiar con lo siguiente.

—Puedes ir con ellos si gustas.—Naruto no miró la sonrisa forzosa que el azabache tenía en su rostro.— No me moveré de aquí.

—Yo...—Sus ojos azules observaron las figuras del dúo a la distancia.— No, esperaré.

¡MUCHAS GRACIAS POR LEER!