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—¿Cómo que esposos?—preguntó Sakura, roja.
—¿Hay que explicarte que significa ser esposos?—dijo Sasuke.
—¡No hagas como si no te incumbiera!
—Chicos, chicos, tranquilos—Naruto puso orden—. Pasaron muchas cosas desde lo último que ustedes recuerdan y hoy en día. Y no creo tener tiempo para explicar todo con lujo de detalle, aparte, y hay cosas de su relación que yo no sé. Que tampoco debería. Solo necesito que se toleren un poco, ¿Bien?
Sasuke y Sakura estaban en silencio, ya sea porque no tenían nada que decir, o por la misma sorpresa respecto a la madurez de Naruto.
—Tienes razón, Naruto. Lo siento—dijo Sakura mirándolo a los ojos, este le sonrió y ella le devolvió la sonrisa. Sasuke sintió un calambre en su abdomen, quería borrarle a Naruto la sonrisa de la cara—. Deja de mirarlo así—Sakura miró a Sasuke.
El solo chasqueó la lengua y miró hacia un costado, dándose cuenta lo ridículo que estaba siendo.
—Bien, yo creo que lo que deben saber es que son esposos, Sasuke volvió a la aldea y tú, Sakura, eres una ninja médico, de hecho la mejor de tu generación—Naruto se tapó la cara con una mano, en un momento de realización—No sé quién hará tu trabajo ahora, Sakura... Tal vez llame a la vieja Tsunade...
Sasuke no podía más con este día. ¿Cómo que volvió a la aldea?¿Y su venganza? Seguramente ni Naruto ni nadie va a querer decirle algo al respecto, así que va a tener que averiguar todo por su cuenta.
—Lo siento, Naruto—dijo avergonzada Sakura.
—No, no. No te sientas culpable, no podrías haberlo evitado.
—Todavía no sabemos quién hizo ésto—dijo Sasuke.
—Tienes razón—el Uzumaki se cruzó de brazos.
—¿Haz tenido conflictos recientes en la aldea? Alguna amenaza de otra aldea, por ejemplo—preguntó Sakura.
—No, estamos en paz—Naruto miró las expresiones de los Uchiha—. Hace años, hubo una guerra contra un enemigo muy poderoso, y ahí se aliaron todos. Desde ese momento estamos en paz.
Sakura miraba a Naruto con cariño, orgullosa. Sin embargo su mirada no era romántica de ningún modo, a Sasuke le hirvió la sangre.
—Asi que Hokage, ¿Eh?—dijo sonriente Sakura.
—¡Ah!¡Sí!—la sonrisa de Naruto se expandió oreja a oreja—¡A qué dudaban de mí! Pero lo logré, Sakura-chan—sacó de su bolsillo su monedero de sapito, y de ahí sacó una foto, se la pasó a Sakura—También tengo dos hermosos hijos, Himawari y Boruto dattebayo.
—¡Qué hermoso, son hermosos, Naruto!¡El niño es igualito a ti!—miró la foto con detenimiento—¿Quién es la madre, Naruto?—preguntó casi sabiendo la respuesta.
Naruto de sonrojó—Ah, creo que es obvio, ¡Por su puesto que es Hinata-chan!
—¿Qué hago yo?
Sakura y Naruto miraron a Sasuke, Naruto se aclaró la garganta—Protejes la aldea desde las sombras.
—Sigo sin entender la razón por la cual alguien quisiera que, por lo menos, uno de los dos seamos jóvenes—dijo Sakura mientras le devolvía la foto al Séptimo.
—Tal vez alguien quiera destruir la aldea y prefieren que seas menos poderoso, sabes, teme, te hiciste muy poderoso.
—¿Por qué no atacarte a ti entonces? Si el Hokage eres tú —dijo Sasuke.
—Si Sasuke proteje la aldea desde las sombras, hace trabajo de espionaje. Tal vez alguien no quiere que investigue de más—pensó Sakura en voz alta.
—¿Estás diciendo que hay una red de corrupción en Konoha y yo no lo sé?—dijo Naruto, serio.
—No me sorprendería que no sepas—dijo Sasuke.
—¡Sasuke!—reprochó Sakura—No, no estoy diciendo eso, tal vez es algo que concierne a otra aldea, y por alguna razón Sasuke lo supo. Tal vez solo necesitan que él se olvide de eso por un tiempo, para borrar evidencias.
—Lo veo muy poco probable, si Sasuke hubiera visto algo raro, me lo hubiera informado. Tal vez no tú, pero el Sasuke de mi tiempo sigue las reglas—dijo filosamente Naruto mirando a Sasuke.
La mano del Uchiha apretó el apoya brazo del sillón con fuerza, generando un crujido del cuero. Sasuke miró a Sakura y esta le desvío la mirada, el se levantó y fue a la cocina que estaba tras los sillones. Abrió la heladera y se sorprendió al ver el jugo que le gustaba, no dudó en agarrarlo.
Al cerrar la heladera, vió una foto que antes no había visto, eran Sakura y la chica que habían visto antes. No cabía duda, era hija de ambos, la chica tenía el color de ojos y cabello que él. Pero todo lo demás de ella gritaba que era hija de Sakura, tuvo una sensación en el pecho que no sentía hace tiempo.
Calidez.
Ver esa foto despertó una parte de el que se había encargado de enterar en lo más profundo. La culpa por haber atacado a la niña lo carcomía y odiaba sentir tanta debilidad por una persona. Por dos personas.
—Es linda esa sensación, ¿No es así? Querer protejer a alguien con tu vida si es necesario—dijo Naruto apoyado en la mesada detrás de él—Saber que todo lo que haces es por y para ellas.
Sasuke lo miró de reojo—Es solo una debilidad.
Naruto sonrió satisfecho, como si esperara que él le contestara eso—Son tus palabras, no las mías.
Luego de dejar a Sasuke sin palabras, Naruto empezó a calentar agua suficiente para tres ramen instantáneos. Con una pequeña sonrisa arrogante que se le escapaba de vez en cuando, por más que quisiera evitarlo.
—Yo no quiero Ramen—dijo Sasuke.
—Poco me importa, teme—tomó un Ramen de la alacena —¡Amo este sabor! Parece que a Sakura-chan también.
—Ire a cambiarme—dijo Sasuke para luego subir las escaleras rápidamente. Naruto pareció decirle algo pero poco le importaba.
Entró a la habitación y está vez la miró con más detalle, la decoración era sencilla, pero linda. A él nunca se le hubiera ocurrido una decoración así, así que supuso que Sakura se había encargado de eso. De hecho, la habitación parecía más de ella que de él, se le escapó una sonrisa.
Dejó sus pensamientos a un lado y se sacó la camiseta que llevaba puesta, y comenzó a buscar en el placard ropa más chica, ya que desde hoy el pantalón que tenía puesto le quedaba grande. Escuchó una puerta y se volteó.
—Sasuke—Sakura estaba envuelta en una toalla, en sus pálidos hombros reposaban gotas de agua, el aroma fresco a frutilla le llegaba desde donde estaba. Ella estaba sonrojada, pero eso a Sasuke poco le importaba, tuvo que hacer un esfuerzo sobre humano para apartar la vista.
—Lo siento—Sasuke bajó apresurado las escaleras y se encontró a Naruto sirviendo el Ramen, se sentó de mala gana.
—Estas colorado, teme, ¿Algo te avergonzó?—preguntó Naruto tranquilamente antes de dar el primer bocado a su Ramen.
—¿Por qué no me dijiste?
—Te dije, y subiste igual.
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