Chapter 2
—...Hyuga, unos ninjas rebeldes mataron a su equipo, al parecer cuando llegaron sus niveles de chakra estaban muy bajos y casi muere—
La voz de una enfermera y el olor a antiséptico la saludaron cuando abrió los ojos, seguía viva, en el hospital.
Sobrevivió cuando tenía que haber sido la única muerta.
La enfermera la revisó y comenzó a hablarle sobré algo cuando se fijó en los visitantes con los que estaba hablando la enfermera. El legendario Ino-Shika-Cho y el Hokage estaban en su cuarto.
Sentía varias máquinas conectadas y un leve olor de mi propia carne quemada de mi momento de locura, podía ver múltiples vendas en mis brazos manchadas de sangre que no dolían gracias al suero que también tenía conectado.
La enfermera explicó que uno de sus brazos fue destruido y que el otro fue quemado, si, ella recuerda que se quemó el brazo a su misma al matar a un bandido y que cree que fue su hermano quién la partio el brazo en medio de su pérdida de control como venganza, también que sus costillas fueron heridas y que una sufría una confusión en la cabeza or golpes continuados.
Ella se mantuvo en silencio, recordando cada herida que ahora su cuerpo lucía y como habían ocurrido mientras la enfermera seguía hablando, solo salió de su mente cuando el Hokage la llamo.
La felicito por su trabajo hasta que llegaron los refuerzos y lamento la muerte de su equipo para luego decirla que la sacaría del servicio activo durante un año para que pudiera entrenar sus habilidades con el Sharingan con Kakashi Hatake y que tomará terapia con un Yamanaka en su baja del servicio activo.
Asintió comprendiendo los deseos del Hokage y miro al Ino-Shika-Cho dispuesta a agradecerlos pero no la permitieron hablar hasta que se recuperase.
Fueron unos meses largos donde lamentaba la muerte de su equipo mientras se recuperaba, su tío Hiashi no la dejo hundirse y la terminó convenciendo de asistir a terapia con un Yamanaka junto con el Ino-Shika-Cho quienes se habían vuelto visitantes habituales.
Comenzó terapia con Inochi un poco a regañadientes porque su nuevo sensei temporal, Kakashi Hatake, el ninja que copia, la arrastró engañada hasta terapia.
Al principio fue incómodo pero poco a poco logró abrirse, con la muerte de su equipo creo un muro contra personas que quería para no encariñarse a ellas más por si las pedía de nuevo, y no fue consciente hasta empezar terapia.
Genuinamente, no se dio cuenta de como comenzó a alejarse de su primo Neji y Hinata hasta que Inochi no lo comento en una sesión y se vio obligada a admitir que tenía miedo de que ellos sufrieran el mismo destino que sus compañeros de equipo.
Así que hizo lo único que mejor sabia.
Entrenar.
Se encargo de entrenarlos a ambos, a saber contrarrestar ataques mortales, a que lucharan contra el genjutsu, a que no se confiaran siempre del byakugan. Fue firme con sus primos y ellos nunca se quejaron.
Hinata la consolo mas de una noche donde revivia la muerte de sus compañeros así que entendía su angustia y Neji siempre estuvo ahí con ella desde el hospital, ayudándola en rehabilitación cuando su nuevo equipo genin se lo permitía.
Neji y Hinata no dudaron en aceptar su entrenamiento duro y su tío Hiashi parecía satisfecho de ver a ambos trabajar duro y en equipo.
Sabia que la relación de Neji y Hinata era... Complicada por el tema del sello de los Hyuga y que no podía hablar mucho del tema al ser sólo mitad Hyuga pero Gin veía como Hinata admiraba y quería a Neji como su hermano mayor y, aunque Neji lo niegue, veía como cuidaba a Hinata disimuladamente sin que nadie se diera cuenta.
—Un día se dará cuenta, ¿lo sabes verdad?—
—No lo creo Gin— le respondió Neji revolviendo su pelo provocando una pelea amistosa entre ambos.
El tiempo fue pasando y Gin entreno bajo la tutela de Kakashi, ambos habían conseguido que funcionase y eran un duo un poco extraño, pero Gin lo veía como un Sensei y Kakashi la veía como su primera y única alumna
Nunca hablaron del antiguo equipo de Gin, para eso iba a terapia, pero si que hablaron sobre sus habilidades con el Sharingan.
La ventaja de haberlo despertado pronto y desarrollado rápido, es que su hermano Shisui seguía vivo y le enseño todo lo que pudo, la enseño a usar su técnica, el Shunshin y las consecuencias de usar mucho el Sharingan.
t̶a̶m̶b̶i̶e̶n̶ l̶a̶ p̶r̶o̶m̶e̶t̶i̶o̶ q̶u̶e̶ s̶i̶ a̶l̶g̶o̶ o̶c̶u̶r̶r̶i̶a̶ c̶o̶n̶ e̶l̶, q̶u̶e̶ e̶l̶l̶a̶ t̶e̶n̶d̶r̶i̶a̶ s̶u̶s̶ o̶j̶o̶s̶
Su hermano la enseño mucho, pero con Kakashi pudo refinar esas enseñanzas. La ayudo a que sus ilusiones fueran perfectas, la ayudo a perfeccionar el estilo de lucha con espadas (una tradición antigua de los Uchiha que poco a poco se fue perdiendo), la hizo entrenar hasta el agotamiento con su Sharingan para que comprendiera donde están sus límites.
Kakashi fue un gran Sensei para ella, pero ya no tenía mucho más que entrenarla así que, el Hokage decidió incorporarla al servicio activo mientras trabajaba bajo el mando del Ino-Shika-Cho en T&I.
Fue... Una experiencia.
Conoció el lado más oscuro de la aldea trabajando en su mando directo y ayudando en los interrogatorios.
Y así, poco a poco su vida fue cambiando hasta adaptarse a una rutina.
Por las mañanas entrenaba con Neji o Kakashi mientras Hinata estudiaba en la academia, algunas veces su tío la entrenaba personalmente cuando ninguno de los dos anteriores estaba disponible, por las tardes o tenía terapia con Inochi o estaba con Shikaku o Inochi haciendo papeleo o algún interrogatorio, en las noches se desplomaba en su cama de cansancio hasta el día siguiente
Pero un día la rutina se rompió.
Quería visitar la tumba de sus padres y su hermano (a̶u̶n̶q̶u̶e̶ e̶s̶a̶ t̶u̶m̶b̶a̶ e̶s̶t̶u̶v̶i̶e̶r̶a̶ v̶a̶c̶i̶a̶), tenia la mañana libre y ya había comprado las flores favoritas de su madre y padre cuando entró en el cementerio de los Uchiha, sabía que no habría nadie porque Sasuke estaba en la academia.
O al menos debería estarlo.
Al principio no lo noto, estaba ocupada haciendo sus oraciones cuando la voz enojada de Sasuke la hizo reaccionar.
—¿Gin?, ¿Qué haces en el cementerio Uchiha?—
—Sasuke—
Me gire observando su rostro, estaba enojado si, pero también parecia curioso por mi presencia.
—¿Qué haces aquí?— su voz sono mas dura y sabia que ya no podía evitar más esta conversación.
Siempre fui más cercana a los Hyuga que los Uchiha porque empecé mi entrenamiento antes con ellos y luego ocurrió la masacre, así que rara vez iba a la casa principal de los Uchiha por lo que Sasuke no sabía quien era y, tras la masacre, no quería que pensara que era otra admiradora más.
—Yo... Estaba visitando a mis padres y hermano— admiti nerviosa por su reacción.
—¿Tus padres? Es el cementerio Uchiha—
Si, en definitiva eso le enojo más.
—Soy consciente, pero mi padre y hermano eran Uchihas—
—Será mejor que te vayas de MI distrito, y dejes en paz a mis muertos porque no tiene ninguna gracia como broma...— vi como apretaba su mandíbula enojado.
Si él tuviera Sharingan, ya lo habría activado seguramente.
Rápidamente mi mano se dirigió a mi cuello sacando el colgante que mantenía oculto, lo único que me mantenía atada a los Uchiha después de que me obligarán a perder mi apellido por seguridad.
—Era tradición que las mujeres del clan tuvieran un colgante con el logo del clan, un colgante que pudieran llevar toda su vida y que podía contener en el reverso fechas importantes para el portador o dejarlo en blanco para la siguiente generación— dije mostrándole el mio. —Estoy segura de que tu madre tenía uno como este—
Vi como dudo y reviso el colgante revisado que fuera real.
—Aún no tengo ninguna fecha, pensé en poner mi graduación genin pero prefiero guardar ese espacio para otro día más importante— murmure nerviosa al sentirle tan cerca.
Ahora no parecía enojado, pero tampoco reflejaba nada.
—De quien eres hija— me interrumpió mirándome buscando alguna mentira y yo solo me aparte permitiendo leer los nombres de la tumba.
—¿Shisui?— murmuro sorprendido. —Tu eras la hermana de Shisui...—
Ese día, recupere a parte de mi familia y Sasuke encontró apoyo después de tanto tiempo, a alguien que entendiera su carga de ser el único Uchiha vivo, alguien que sentía la traición de Itachi y comprendía su deseo de venganza.
Aunque ella ya no fuera una Uchiha, y, probablemente nunca pudiera volver a serlo. Gin seguía compartiendo sangre con Sasuke y eso, de alguna forma, a Sasuke le hacía sentir menos solo en el mundo.
Cuando Gin quiso darse cuenta, sus primos, Hinata y Sasuke estaban graduandose como genin, demostrando lo rápido que podía llegar a pasar el tiempo.