
Chapter 3
Shikamaru siempre fue demasiado inteligente por su propio bien por eso analizaba a las personas de su clan con aburrimiento cuando intentaban hablar con su padre.
Era muy joven cuando empezó a hacerlo por aburrimiento ya que su madre no le permitía dormirse de nuevo y como su padre estaba ocupado esa mañana con reuniones del clan, decidió observar a la gente. Así aprendió muchas cosas útiles como cuando alguien venía a pedir un favor y tendía a evitar el contacto visual, aprendió a distinguir las personas que intentaban mentir a su padre de las que le rogaban, pero también aprendió de algo propio de su clan.
La fijación Nara.
Tenía cuatro años cuando vino una chica a su casa desesperada por hablar con su padre, y aunque no era una situación rara, la reacción que tuvo su madre ante su llegada fue algo nuevo... ¡Ni si quiera lo regaño por parar su entrenamiento con shurikens!
Entonces decidió espiar la conversación, aunque su parte lógica lo justificó con la idea de que el era el heredero Nara y en algún momento se enteraría. Entonces escuchó por primera vez el término de fijación en su clan y decidió que más tarde preguntaría al respecto.
Cuando pregunto por ello si madre entró en pánico y su padre se vio obligado a calmarla para preguntarle de dónde sabía eso. Él mintió diciendo que había oído a muchos adultos del clan y que la chica que llegó esta mañana no paraba de murmurar ese término de camino al despacho del líder.
Vio como sus padres tuvieron una conversación silenciosa con miradas antes de que su padre suspirase.
—La fijación Nara es algo que ocurre dentro de nuestro clan— empezó explicando su padre. —Se llama así porque encontramos una fijación que nos ayuda a dejar de pensar constantemente y permitirnos relajarnos—
—¿Como yo cuando observo las nubes?— pregunto Shikamaru curioso ante esta nueva información.
—Aun eres demasiado joven Shika, puede que sí sea tu fijación o puede que no— respondió su madre.
—Los Nara pueden tener una fijación en cosas como jugar al shogi o ver las nubes, pero también puede ser una persona— continuo su padre explicando. —La chica que llegó hoy, descubrió su fijación con una persona de otro clan y por eso estaba tan desesperada—
—¿Una persona?— pregunto.
—Podemos encontrar una fijación en personas, puede ser a modo amoroso o a modo de hermandad e incluso amistad— respondió su madre incómoda. —En el caso de esta chica lo encontró a modo amoroso y su desesperación fue, que la persona era externa al clan y tenía un contrato de compromiso por eso acudió a nosotros—
—Como sabrás, los Nara fuimos de los primeros clanes en instalarnos en Konoha— siguió su padre. —Y desde entonces tenemos cierto poder sobré otros clanes y leyes, como que el territorio de bosque Nara es sagrado o poder romper compromisos de otros clanes si uno de los nuestros encuentra la fijación con ellos como pareja—
Desde aquel momento Shikamaru se convenció de que su fijación eran las nubes o el shoji como su padre, por qué sino sería demasiado molesto, pero fue un año después se dio cuenta de lo equivocado que estaba.
Nunca le llamo la atención nadie, pero sus ojos no podían dejar de mirar a la pequeñaú niña de pelo negro azulado que acaba de llegar al primer día de clases acompañada por un Uchiha. Le pareció bonita y llamativa ya que sus ojos eran únicos, teniendo uno negro y el otro blanco.
Parecía ser única y bastante tranquila, cosa que me gustó aunque no lo admitiera, poco tiempo después no podía dejar de observarla. Vio como se esforzaba en socializar con sus compañeros y lo tensa que parecía estar con los hijos de clanes, aunque lo relaciono a ser hija de algún shinobi y civil.
La mayoría de veces en clase prestaba atención a los profesores aunque muchas veces la veía funcir el ceño en las clases de historia cuando hablaban del clan Uchiha, pensó que quizás estaba interesante en el Uchiha de su clase.
Y eso le provocó una amargura en su estómago.
Pero luego se dio cuenta, de que la chica siempre venía y salía de la escuela con un Uchiha, así que quizás estaba interesada en su historia por el chico que la cuidaba. Shikamaru aún no había visto más que los abrazos que se daban de despedida o el como la cargaba en su espalda a la salida mientras le contaba cosas de su día, pero no sabían que relación compartían.
—Papa, ¿Los Uchiha cuidan personas sin clan?— comento Shikamaru en una partida de shogi con su padre.
Aquello pareció sorprenderlo ya que su jugada fue muy mala, lo que él aprovecho para tomar el poder de la partida un poco.
—Un Uchiha siempre busca a una compañera de clase, pero la chica no tiene el emblema de ningún clan— explicó
Shikaku miro a su hijo analizandole antes de respóndele.
—No lo se Shikamaru, los Uchiha son muy complicados de entender—
Hizo una pequeña mueca ante la falta de información e intento buscar más información luego.
Pero entonces el Uchiha desapareció y la niña venía y se iba sola, y se dio cuenta de que aunque hablaba con la mayoría de su clase, pero solía evitar a los hijos de los grandes clanes. Salvo a Hinata.
La había visto defenderla y meterse en algunos pequeños castigos cuando intentaron golpear a la heredera Hyuga, pero también la había visto acompañándola para almorzar juntas, aunque había días en donde no comían juntas y la niña no estaba visible en el patio hasta que no era la hora de la clase.
Entonces sucedió la masacre Uchiha.
La niña y el Uchiha de su clase desaparecieron una semana completa, él término enterándose de la situación del clan por los múltiples rumores del pueblo y por los nervios de todos los clanes y medidas de seguridad. Ahora el recinto Nara estaba cerrado por completo y no podía ir a ver a Choji o a Ino, que aunque fuera un poco molesta, seguía siendo su amiga más cercana.
Entonces, los niños desaparecidos volvieron, Sasuke obviamente estaba y se veía traumatizado por la muerte de toda su familia, pero la niña... Se veía muy mal.
Temblaba disimuladamente, dejo de hablar con sus compañeros, evitaba estar con Hinata, parecía vigilar constantemente a todas partes con disimulo y para empeorar todo muchas veces parecía perderse en su mente y comenzar a llorar silenciosamente.
Shikamaru no sabía como lidiar con las niñas que lloraban, una vez hizo llorar a Ino por no querer que le peinara cuando eran más jóvenes y no supo como calmarla hasta que le prometió ayudarla con sus ramos, que le peinara y una maratón de su serie favorita como compensación. Falta decir que fue muy molesto, pero odiaba ver a una mujer llorar.
Así que decidió hacer algo al ver cómo la niña en la que tanto se fijo, ahora parecía completamente rota y sin vida.
Se empezó a sentar a su lado en clases como un apoyo silencioso, le pasaba notitas para distraerla cuando veía que se perdía en su mente y comenzaba a temblar, a veces agarraba su mano por debajo la mesa cuando sus ojos se volvían llorosos o empezaba a clavarse las uñas para salir de su miedo. Le preocupaba tanto el cambio en su comportamiento que la aconsejo visitar a algún Yamanaka para aclarar su mente, ya que muchos del clan de su amiga Ino trabajaban como psicólogos en la aldea.
Un par de semana después donde se acostumbró a ser su apoyo silencioso y coger su mano quizás más de lo que debería, dejo de asistir a clase. Aquello lo preocupo mucho más y aunque supo que sus padres notaron su actitud distinta, no pudo dejar de preocuparse hasta que la vio un día salir corriendo de la academia para ir con Hinata y un niño Hyuga quiénes la esperaban con una cuidadora.
¿Ahora la cuidaban Hyuga? ¿Fue transferida?
De forma inconsciente volvió a interrogar a su padre sobre la situación de la forma más disimulada posible, pero nuevamente no tuvo las respuestas que deseaba para que su mente se tranquilizara.
Aquello era una molestia.
Intentó centrarse en sus amigos, en las guerras de bromas de Naruto y Kiba, las siestas tranquilas con Choji mientras veían nubes y las tardes de entrenamiento con su madre.
Pero sus ojos seguían volviendo a ella. Seguía buscándola con la mirada cuando pasaba por las distintas aulas, seguía viendo si Hinata y ella iban al patio juntas y seguía intentando verla cada vez que salía de clase.
Obviamente su padre se dio cuenta de la actitud de su hijo, por mucho que disimulará veia el interés y preocupación en sus ojos.
—Shikamaru, aún eres muy joven y no te va a hacer ningún bien— le dijo apoyando una mano en su hombro mientras ella salía de clases. —No tienes que preocuparte, está siendo acogida por el líder Hyuga y aunque parezcan muy duros Hiashi la protegerá—
—¿Pero si la están protegiendo no debería llevar el logo Hyuga en algún lado?— le pregunto.
—Su ojo es suficiente-— respondió llevándoselo a casa.
Así que la pequeña era una posible Hyuga, pero sus ojos eran muy diferentes a cualquier otro Hyuga, ella sí tenía pupila además de tener un ojo negro.
Suspiro y miro al cielo. Ella le daba paz en su mente, no más preguntas y problemas, ella no tenía que convertirse en una chica problemática, pero quizás solo a él le resultaba una chica problematica porque ahora tenía más dudas que antes. Desearía ser un nube.
Sus pensamientos y preocupaciones sobre ella no desaparecieron pero intento guardarlos en el fondo de su mente, había visto a su madre y padre discutir por su actitud preocupada y él no quería darles más problemas teniendo el complejo cerrado.
Prácticamente se obligó a olvidarla, así que paso más tiempo durmiéndose y haciendo pequeñas bromas con Naruto en un intento de calmar sus pensamientos. Y lo habría conseguido si no fuera porque en su último año en la academia mientras prácticaba el uso de chakra en su cuarto, oyó una conversación entre los clanes Ino-Shika-Cho con sus mujeres sobre como habían rescatado a una aparente Hyuga de unos ninjas rebeldes que mataron a su equipo, al parecer cuando llegaron sus niveles de chakra estaban muy bajos y casi muere.
La mención a una genin aparentemente Hyuga le hizo saltar las alarmas, ella debía de seguir bajo ese clan y al ser adelantada ya tenía su propio equipo.
¿Ella casi había muerto?
Sintió un vacío tan grande en el pecho que lo hizo comprender todo.
La tranquila niña que había llamado su atención que había sido cuidada por Uchihas y ahora estaba bajo el mando Hyuga, se había convertido en su fijación sin quererlo. Molesto.
¿Realmente le resultaba molesto? No. Pero ahora necesitaba alejar esos pensamientos y asegurarse de que esté bien, así que siguió escuchando y descubrió que estaba en el hospital.
Al día siguiente con la información que había reunido, se coló en el hospital durante el descanso para asegurarse de que la chica estuviera bien, el problema es que no sabía su nombre y no podía ir puerta por puerta viendo las habitaciones. Suspiró pensando en algo, el no era sensor pero quizás usando sus sombras podría sentir un poco de su chakra ya que en la academia lo memorizo después de estar varios días con las manos juntas.
Su plan funcionó bien, así que usando sus habilidades shinobis se coló en su cuarto esperando que ella estuviera dormida o algo así, pero la imagen fue dura.
Se veia muy herida apesar de estar en su segundo o tercer día en el hospital. Su respiración parecía lenta y tranquila pero las máquinas conectadas para que su respiración fuera constante y las múltiples vendas en su cabeza y brazos se veían dolorosas, incluso había un leve olor a carne quemada que lo preocupo de sobre manera.
Leyó el informe médico por encima y descubrió que uno de sus brazos fue destruido y que el otro fue quemado, que sus costillas fueron partidas por la pelea y que tenía una gran confusión en la cabeza probablemente producida por golpes repetidos.
Volviendo a colocar el informe a su lugar de acercó a ella lentamente. Aún era una genin pero sus heridas casi parecían de jounin. Sin pensarlo mucho acaricio su mejilla amoratada con delicadeza, se veía tan en paz sin saber que había sacudido su mundo.
Gin, según había leído en el papel. El nombre de su fijación era Gin, la chica antes Uchiha y ahora Hyuga, su pacífica excompañera.
La chica pareció acomodarse mejor para disfrutar de su tacto, y le resultó adorable. Era la primera vez que encontraba algo bonito y adorable en una mujer, una mujer que lo traía loco al parecer.
Suspiro nuevamente y alejo su mano. Gin estaba bien, su padre la rescató y seguía bajo el poder de los Hyuga, seguramente se recuperaría pronto y podría intentar fingir un encuentro casual con ella. Se obligó a marcharse de allí ignorando el caos de su mente, se volverían a encontrar cuando despierte.
No la pudo volver a encontrar en todo un año.
Pero entonces el día de graduación llegó y cuando salió con su hitai en el brazo ocurrió.
—¡Hinata!— exclamó sonriendo a la niña que Shikamaru tenía detrás.
Se olvidó de respirar al verla.
Su pelo había crecido y ahora lo llevaba en una coleta, sus ojos estaban al descubierto y llevaba una yukata tradicional de los Hyuga pero sin logo. No había rastro de su banda y desprendia un aura de felicidad que lo congelo.
Quería esa sonrisa dedicada a él y no a la heredera Hyuga.
Sintió como le tomaban de los hombros.
—Estoy muy orgulloso de ti hijo— dijo Shikaku llamando su atención. —Sin embargo, deberemos hablar de esto en casa— murmuró solo para él en un tono que rara vez recibía.
Era su padre, pero también su líder y sabía que acababa de ser demasiado obvio con la aparición de su fijación, en su defensa lo tomó muy desprevenido.
Fue una conversación incómoda el asumir su reciente (o no tanto) obsesión con la chica, su madre no sabía si estar horrorizada y orgullosa mientras su padre intentaba analizar la situación.
—¿Sabes que la chica lleva un año sin un equipo genin?— pregunto casualmente.
—No— mintió.
Su padre solo le miró seriamente. —Shikamaru, esa niña ha pasado por distintos senseis y a trabajado para gente que no debería apesar de su edad—
—¿Como quien?— pregunto lo más aburrido que podía, no quería preocuparlos con la preocupación que el mismo sentía.
—Nuestros clanes mismamente— respondió.
Y el entendió a lo que se refería, la niña, Gin, su fijación, había trabajado en infiltración y tortura con menos de 12 años.
Sintió una ira que se obligó a esconder en el fondo de su mente, era una shinobi, era normal en su trabajo. Sin embargo no lo era que una persona probablemente inestable por su trauma, torturase a una persona.
—¿Por qué me dices esto?— pregunto intentando alejar sus pensamientos.
—Por que eres mi hijo— dijo duramente. —y necesito saber si ella será una aliada del clan, o la persona que te dará una familia—
No supo que contestar. Realmente el no lo sabía, sentía una conexión con ella pero llevaban años sin hablar o al menos sin verse mutuamente.
—Vete a la cama, necesitarás energías mañana— exijo su madre ante el silencio de su hijo.
Obedeció aún pensando en ello.
Al día siguiente se despertó y fue a su asignación de grupo, sabía que estaría con Ino y Choji como herederos del clan y por su alianza continua así que se sentó al lado de su amigo y durmió en su escritorio hasta que llegará Iruka.
Se despertó con los gritos de Ino quejándose por no tener a Sasuke con ella. Molesto, así era Ino desde que se obsesionó de manera insana en el niño y decidió alejar su amistad por él.
¿Que tenían de genial los Uchiha? No lo entendía.
—Equipo 10: Ino Yamanaka, Shikamaru Nara, Choji Akimichi y Gin como apoyo al equipo—
Entonces las quejas de Ino se detuvieron mientras la clase estallaba en quejas por la adición de un miembro nuevo, mientras, la nueva formación Ino-Shika-Cho miro de inmediato a su excompañera que estaba apoyada cerca de la puerta.
¿Cuanto tiempo llevaba allí?
—¡Silencio! ¡Son órdenes del Hokage!— exclamó Iruka molesto para seguir.
Pero el trio seguía mirándola.
—Creo que es genial volver a verla— murmuró Choji comiendo. —Tiene más experiencia que nosotros así que nos ayudará—
—Tienes razón— respondió saliendo de su pequeño trance, la chica les saludó divertida antes de salir con Hinata y tras lanzar un asentimiento de despedida al Uchiha.
—Ughhh ¡No necesito un equipo como el vuestro y mucho menos la ayuda de alguien sin clan!— chilló Ino molesta al ver cómo el Uchiha le devolvió el saludo.
¿Por qué Gin buscaba la atención de un Uchiha? Molesto.
—Ten cuidado Ino— dijo encerrando su molestia. —Esta bajó el cuidado del líder Hyuga y no deberías decir esas cosas—
Ino trago tensa antes de chillar tonterías e irse. Él y Choji fueron también a comer para después regresar y conocer a su sensei.
Al regresar al salón Ino seguía con su berrinche mientras los senseis empezaron a llegar, Choji dejo de comer debido a los nervios de un nuevo sensei y aunque Shikamaru de inmediato lo noto e intento distraerlo para animarlo ella fue más rápida.
—He oído que el restaurante de tú clan ha ampliado su menú— dijo Gin sentándose al lado de su amigo ya que el equipo de Hinata se estaba yendo.
—Oh si— murmuró Choni algo inseguro.
—¿Que me puedes contar al respecto? ¡Hace meses que no me puedo pasar a ver las nuevas novedades!— dijo acercándose más a su amigo como su fuera a decirle un secreto. —Entre nosotros, la comida de la casa Hyuga es una basura y me muero por una buena barbacoa coreana—
Definitivamente aquello distrajo a Choji, quién se rió de su confesión y empezó a hablar de sus nuevos platos favoritos, la misma Ino había dejado de quejarse para escuchar la conversación.
—Equipo 10— dijo un hombre llamando la atención del equipo. —Os venís conmigo—
Todos se levantaron y de nuevo, Shikamaru volvió a ver una despedida silenciosa entre Sasuke y ella. ¿Era acaso otra de sus admiradoras? Por favor no.
Se centro en ella nuevamente cuando se detuvieron en uno de los campos de entrenamiento para sentarse. Parecía mantener una distancia adecuada entre los herederos del clan mientras que la distancia con su sensei parecía ser aún mayor.
—Me decepciona un poco tu distancia con tu nuevo equipo Gin-chan— se burló su nuevo sensei obviando como ella se sentó alejada del trio pero más de él.
—Apestas— dijo secamente arrugando la nariz.
—¿Perdona?— pregunto indignada Ino.
—El— aclaró Gin. —Nuestro sensei debe ser un adicto al tabaco como nuestro Hokage y apesta—
Su sensei se rió de la respuesta.
—¡Eres la chica de Kakashi!— exclamó divertido. —Me muero por restregarle que fuiste colocada bajo mi mando de forma oficial y no del suyo—
—Um... Sensei ¿No deberíamos presentarnos o algo así?— interrumpió Choji.
—Por su puesto, soy Asuma Sarutobi, seré vuestro sensei hasta que seáis Chunnin o Jounin— se presentó.
Ino exclamó sorprendida —¡Eres el hijo del Hokage!—
Shikamaru noto la leve mueca de Asuma-sensei antes de que se colocará un cigarro en la boca.
—Si saca el mechero lo dejaré inconsciente antes de que pueda llegar a encenderlo— amenazó su fijación distrayendo a Ino de su sensei.
El solo se rió.
—Adoro tu entusiasmo así que serás la siguiente en presentarte— indicó.
—¿Que tanto sabes de mi?— le pregunto entrecerrando los ojos.
—Lo oficial de tu informe académico— respondió su sensei curioso.
Ella hizo una mueca.
¿Había algún tipo de información que no estaba reflejada en ese informe? ¿O quizás fue porque no le gustaba la información de allí?
—Soy Gin Hyuga— se presentó pasando la mirada de su sensei a ellos. —En papel genin, en funciones Chunnin que necesita presentarse a las pruebas para acceder a su ascenso—
Oyó a Ino chillar ante la información.
—¡Eso es imposible!— chilló. —¡No puedes ser chunnin!—
—Parece ser que formaré parte de vuestro equipo como apoyo ya que tengo más experiencia que vosotros y estoy acostumbrada a las técnicas de vuestro clan— continuo ella ignorando a Ino.
—El Hokage decidió colocarte con la nueva formación Ino-Shika-Cho por recomendación y por tu capacidad de adaptación ante está formación— aclaró Asuma
¿Su padre había tenido que ver con esto? Anoche le dijo que trabajo para ellos y quizás con el descubrimiento de que es su fijación su padre la recomendó pará que él pudiera volver a verla.
Se perdió tanto en su mente y sus propias teorías que no se dio cuenta de que Choji e Ino ya de habían presentado y estaban esperándole a él.
—Soy Shikamaru Nara, heredero del clan Nara un estratega decente que disfruta jugando al shoji— se presentó sin saber que habían dicho sus compañeros.
—Bueno ahora que todos nos conocemos, os espero mañana en este campo de entrenamiento a las 8, necesitaré poneros aprueba para calificar que sois aptos— dijo Asuma encendiendo su cigarro.
Gin se burló de aquello y se alejó aún más.
—Un placer conocerlos— dijo ella cómo despedida antes de hacerles una reverencia a ellos y lanzar una mala mirada a su sensei.
—Bueno, al menos la sin clan tiene modales adecuados— dijo Ino burlándose mientras ella se alejaba.
Tuvo la sensación de que Gin la escucho por la forma en la que sus hombros se tensaron durante unos segundos, pero siguió andando dejandole a el con su nuevo sensei regañando a Ino.
Sería un equipo problemático si Ino no superaba sus estúpidos celos.
Llegó a casa deseando dormir cuando se encontró con uno de los médicos del clan esterilizando su salón.
—¿Mamá?— preguntó inseguro de lo que veía.
—¡Oficialmente eres gennin!— exclamó contenta. —Sabemos que pasaréis la prueba de mañana así que decidimos seguir con las tradiciones un poco antes— continuo abrazandole por detrás.
¿Traducciones? Intento recordar las múltiples tradiciones que tuvo que estudiar cuando era más joven. Oh, y encontró sobre que trataba está situación.
Sus padres estuvieron presentes para ese momento y cuando el médico se fue no podía dejar de felicitarle por su ascenso, como su ser genin fuera algo difícil, pero esa noche fue una pesadilla.
Está seguro de que nunca llego tan a tiempo a ningún sitio como hoy, porque con ese malditos dolor no podía dormir como se debía. Así que fue lógico que en algún momento se quedó dormido mirando las nubes.
Hasta que algo empezó a lamerle la cara.
—¡Shiro para!— exclamó Gin apartando al cachorro que le acababa de despertar.
—¿Gin?— pregunto algo adormilado.
—Lo siento mucho Nara-san, estoy intentando educarle pero no sé me da tan bien como a Kakashi—
—No me llames asi— contesto de inmediato llamándola la atención. —Soy Shikamaru, no me gustan los formalismos y no deberías usarlos conmigo—
Noto como su mirada paso de nervios a inseguridad a sorpresa.
—¿Te hiciste pendientes?— pregunto sorprendida acercándose a él y agarrando su rostro para ver sus orejas.
Benditas tradiciones de clanes antiguos.
—La formación Ino-Shika-Cho tiene la tradición de que los miembros anteriores pasan sus pendientes a la siguiente generación cuando nos convertimos en genin— respondió observando su rostro.
Por Kami, estaba tan feliz de tener su atención.
Su agarre pareció vacilar antes de murmurar un "Veo" y alejarse de él.
Inmediatamente se arrepintió de sus palabras, la chica no tenía clan y probablemente viviendo con los Hyuga se lo recordaban constantemente, así que sus palabras la habrían deprimido.
—Te quedan muy lindos Shikamaru— comentó acariciando a su cachorro.
Dios, ha caído tan fuerte.
Si alguien pregunta, es culpa de su clan y su fijación, pero Kami, si nombre sonaba tan bien en sus labios... Casi tanto como la mirada de emoción dirigida a el o sus manos en su rostro.
—Muchas gracias Gin-chan— respondió intentando ocultar el sonrojo que le provocaron sus pensamientos.
Ahora fue el turno de ella de sonrojarse y murmurar algo antes de apoyarse a su lado a observar las nubes.
Podría acostumbrarse a esto. Estar en el bosque con ella observando las nubes escuchando a la naturaleza y el bullicio del pueblo despertando poco a poco... Dios, quería a su fijación como pareja y ahora lo acababa de descubrir.
La miro para ver si rostro nuevamente cuando descubrio que se quedó dormido a su lado.
Agarro su mano con delicadeza, como cuando eran niños y la acercó a él, para que su cabeza se apoyará en su hombro.
Estaría más que feliz si el resto de su vida incluía pequeñas siestas como esta con su fijación. Sonrió ante la idea y apoyo su cabeza sobre ella currando los ojos.
Definitivamente, quería una vida al lado de su querida fijación.