Harrython 2010

Harry Potter - J. K. Rowling
Gen
M/M
G
Harrython 2010
author
Summary
Conjunto de drables y one-shots escritos para el 30 cumpleaños de Harry Potter en la comunidad Harrython de Livejournal.
Note
Disclaimer: Los personajes no son míos pertenecen a Jk Rowling y no obtengo ningún beneficio más que felicitar a Harry en su cumpleaños.
All Chapters Forward

Un problema llamado Draco Malfoy

Un problema llamado Draco Malfoy

Soy un imán para los problemas. La gente dice que los busco, que me encanta meterme en problemas, pero eso no es cierto. Los problemas me encuentran a mí. Tú puedes estar tan tranquilo, ignorante de tu destino y de pronto ¡zás! Otro problema te cae encima y no puedes hacer nada para evitarlo. Un ejemplo es el problema Draco Malfoy que todavía no estoy seguro de haber terminado de resolver.

En esa ocasión, yo me encontraba en la fiesta anual en conmemoración a los caídos y el final de la guerra. Como de costumbre pasadas unas horas me alejé de las personas que cada año me felicitaban y me recordaban a las tantas personas que murieron, haciéndome sentir sumamente incómodo, por muchos años que pasaran siempre me hacían sentir igual. Como iba diciendo yo estaba sentado en unas cómodas sillas en un lugar apartado del salón con una copa en la mano. En ese momento yo me sentía satisfecho al haber conseguido escapar de los intentos de Ginny de retomar la relación y de que hasta el momento nadie me hubiese echado lo suficiente en falta como para ponerse a buscarme. Así me encontraba yo en esa pequeña utopía cuando un problema me cayó encima, literalmente. Un segundo antes estaba solo y al siguiente tenía a Draco Malfoy con la cabeza apoyada en mi hombre derramando mi copa sobre mi ropa y su brazo rodeando mis hombros en un intento de no acabar en el suelo. Sinceramente, no sé de donde salió, pero una vez que sus piernas pudieron sostenerlo mínimamente se sentó a mi lado y comenzó a hablar sin parar. Esa versión de Draco Malfoy achispado, por decirlo suavemente, resultó ser muy agradable. Por increíble que parezca en su estado, llevaba una conversación coherente, tras esa primera impresión recuperó toda su gracia y elegancia. Nadie pensaría que estaba borracho de no ser por el color de sus mejillas y el hecho de que estuviese manteniendo una conversación conmigo sin casi insultarme. Y digo casi porque de no ser así ya me habría preocupado que alguien le hubiese suplantado con multijugos, pero de todas formas sus insultos eran menos hirientes, parecían dichos más bien por costumbre.

Dos horas después, si, por increíble que parezca estuvimos hablando dos horas sin matarnos, sus amigos le recogieron para llevarlo a su casa. Yo lo seguí con la mirada hasta que las puertas del ascensor se cerraron y cuando fui consciente de lo que estaba haciendo fue que me di cuenta de que un nuevo problema había llegado a mi vida, un problema llamado Draco Malfoy. Sí, en efecto, me enamoré de él. Podría haberme enamorado de una persona que estuviese interesada en mí, podría haberme enamorado de una mujer, podría haberme enamorado de un gryffindor, incluso de un hufflepuff o un ravenclaw, pero eso hubiese sido demasiado sencillo. Tuve que enamorarme de una persona que no veía en mí más que aquel chico al que odiaba desde los once años, de un hombre, de un slytherin, de un ex-mortífago, de un rubio con un carácter tan complicado que podría haber hecho perder la cordura a cualquiera. Pero de haber sido de otra forma yo habría creído que mi imán para los problemas al fin se había despolarizado. De haber sido de otra forma no me encontraría en el día de mi cumpleaños recibiendo besos tiernos y feroces, caricias y arañazos, lamidas y mordiscos, dulces susurros al oído y excitantes gemidos, no me encontraría alcanzando un orgasmo tan fuerte que me llevaba a la inconsciencia. Y al volver al mundo y abrir los ojos no encontraría a Draco a mi lado respirando entrecortadamente, porque los Malfoy no jadean y pobre del que se le ocurra pensar lo contrario, con las mejillas arreboladas, el cabello revuelto y una fina capa de sudor cubriendo su cuerpo. Porque de no haber sido así, al sentirse observado no elevaría sus ojos hasta los míos, no me daría un beso tan cargado de sentimiento que me haría estremecer y no esbozaría una suave sonrisa para mí y, por si no me había quedado claro, me diría “te quiero” antes de atraerme hacia él y quedarse dormido.

Fin

Forward
Sign in to leave a review.