Harrython 2010

Harry Potter - J. K. Rowling
Gen
M/M
G
Harrython 2010
author
Summary
Conjunto de drables y one-shots escritos para el 30 cumpleaños de Harry Potter en la comunidad Harrython de Livejournal.
Note
Disclaimer: Los personajes no son míos pertenecen a Jk Rowling y no obtengo ningún beneficio más que felicitar a Harry en su cumpleaños.
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Un rayo de sol entre las tinieblas

Un rayo de sol entre las tinieblas

- ¡No Draco! ¡DRACO! – gritó Harry despertando e incorporándose en la cama.

Inmediatamente unos brazos fuertes lo rodearon. Una mano acarició su espalda perlada de sudor, otra se enredaba en su cabello y unos besos eran depositados en su pelo, frente y mejillas.

- Shhh… Tranquilo, estoy aquí. No te preocupes mi amor, estoy aquí. – susurró Draco intentando calmarle.

Las lágrimas comenzaron a surcar su rostro y se abrazó a ese cuerpo cálido escondiendo la cabeza en su pecho, se apretó contra él queriendo asegurarse de que estaba allí, de que su corazón latía, de que la persona que amaba estaba junto a él y que de un momento a otro no se desvanecería o lo apartarían de su lado para siempre como en sus pesadillas.

Draco continuaba acariciándolo, abrazándolo, susurrando palabras tranquilizadoras en su oído, besándole y limpiando sus lágrimas. Sin recriminarle por su debilidad, sin juzgarle, tan sólo sosteniéndole, intentando calmar un dolor que no podía ser curado.

Había sido muy difícil dejar a alguien entrar en su vida. Después de tantas personas queridas perdidas no quería arriesgarse a perder una más. No quería conocer a nadie que pudiese volverse importante para él, porque sabía que antes o después se lo arrebataban como había pasado con sus padres, con Sirius, con Remus y con Fred. Había causado tanto dolor a los que le habían acogido como de su familia, que después de tantos años aún le costaba ir a esa casa y ver una silla vacía, a George parando sus frases a la mitad para finalmente completar él mismo la parte que correspondería a su gemelo. Le habían dicho que no era su culpa, que había sido inevitable, que las guerras eran así, pero después de cada reunión sus sueños le decían lo contrario. No podía luchar contra ello, ni siquiera las pociones para dormir sin sueños ayudaban ya.

Así se encontraba, durmiéndose y sin querer dormir, cuando volvió a encontrarse con Draco, y esta vez fue él quien le salvó de no acabar en el sucio suelo de un pub muggle siendo pisoteado por la multitud. Cuando a la mañana siguiente despertó en una cama que no era la suya no se alarmó, ya le había pasado más de una vez y como cada vez intentó huir sin ser notado. Harry llegó hasta la puerta de la Mansión y se creyó a salvo, pero el astuto Slytherin había previsto su jugada y no lo dejó marchar. Ese día el rubio consiguió más de lo que sus amigos habían conseguido en bastante tiempo: que tomara una copiosa comida y que durmiera una buena siesta tras la ingesta. Tras dicho descanso ya no lo pudo retener más, no así se rindió y pocos días después lo tenía de nuevo en su mesa y en su cama. Pasaron semanas y meses y el slytherin se fue colando poco a poco en su vida, en su corazón y en su cama, e inevitablemente en sus sueños y sus pesadillas.

Antes sus pesadillas eran más variadas, ahora se centraban en la persona que más amaba: en su rubio, en su dragón, en su rayo de sol, en su razón para levantarse cada día. No podía evitar temer perderlo. Pero mientras Draco estuviese a su lado cada mañana para abrazarlo, besarlo y amarlo después de cada hermoso sueño y de cada horrible pesadilla podría seguir adelante. Porque gracias a él podía llorar, podía gritar, perder el control de sí mismo y tener la seguridad de que él lo sostendría y lo llevaría de vuelta al mundo de los vivos. Porque gracias a él sus labios se estiraban y sus ojos brillan y antes de que se diese cuenta estaba esbozando la primera sonrisa del día a la que seguirían muchas otras con sólo saber que él estaba a su lado.


Fin

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