Dolor de culo por siempre
Dolor de culo por siempre
Aquella parecía ser una noche tranquila, estaba de buen humor porque al día siguiente cogía una semana de vacaciones. Estaba recogiendo las mesas distraídamente cuando al pisar un charco me escurrí y caí de culo y, como comprobé segundos después, también me empapé. No comprendía de dónde había salido ese charco hasta que vi en la mesa de al lado a Draco Malfoy limpiando el suelo a su alrededor con Aguamenti murmurando algo acerca de la suciedad. Era la primera vez que lo veía después de cinco años y en ese preciso momento comprendí que los años no habían hecho que le odiase menos, sino que en empatía con mi dolorido culo le odiaba más.
Le grité, no pude contenerme, ¿cómo podía ser tan imbécil como para encharcarlo todo? ¿Es que quería convertir el local en una piscina?
Cuando se giró me quedé sin habla y con la boca abierta. Creí que podría empalmarme sólo mirándole.
Recorriéndome de arriba a abajo con una arrogante mirada dijo algo, aunque no sé el qué, yo estaba en una burbuja en la que sólo podía comerme con los ojos a Malfoy. Lo único que sé es que cuando terminé mi turno y salí del pub, él me estaba esperando. Me dijo que había tardado mucho y me besó tan intensamente que sentí mis piernas temblar, aunque puede que fuese porque mientras lo hacía realizó una desaparición conjunta hasta su casa.
Después de esa noche mi plan de visitar Venecia durante mis vacaciones cambió, en su lugar las pasé encerrado en una habitación, algunos de esos día incluso estuve atado a una cama, y acabé con dolor de culo, un dolor, o quizás debería decir placer, que experimenté feliz por el resto de mi vida.
Fin