
Chapter 9
Se despertó como todos los días a las 7:00 de la mañana, lo primero que hizo fue mirar el móvil. Mensajes de Yuuji a las 5:10
Extrañado lo abrió.
“Mira lo que vi saliendo a correr! :-D”
Y lo siguiente era una foto suya con un gato negro. Su cámara era terrible, él estaba en una esquina sonriendo ampliamente y señalando al gato que parecía posar para la cámara. Pasaron de solo escribirse las buenas noches a mandarse mensajes casuales al parecer.
“Se parece a ti, pero este si se deja mimar”
Eso era lo que ponía bajo la foto. Megumi se sonrojó, no sabía qué responderle. Yuuji estaba dando un paso en su relación que no estaba seguro de querer corresponder y a la vez le emocionaba.
Se levantó de la cama, esa noche había sido particularmente calurosa así que fue directo a darse una ducha. Al cerrar los ojos bajo el agua lo primero que se le vino a la mente fue la sonrisa estúpida de su vecino, salía muy bien en la foto, le quedaba bien la capucha de la sudadera gris. Estaba seguro de que se lo encontraría al salir de casa y se pondría nervioso como siempre, más después de esos tontos mensajes “este si se deja mimar” se repetía una y otra vez en su cabeza. Salió de la ducha sacudiendo su pelo secandolo un poco con la toalla, se vistió y se preparó el café para beberlo y salir escuchando simultáneamente la puerta del portal de al lado.
-Buenos días- se acercó alegre a Megumi. Se fijó en él, tenía el pelo diferente, al tenerlo mojado no tenía sus clásicos mechones desafiando a la gravedad, lo tenía desaliñado y hacia abajo, le quedaba muy bien, le quedaba muy sexy.-te queda muy bien el pelo así
-Solo acabo de salir de la ducha- le dijo sin importancia y miró al reloj.-el gato que me mandaste…era muy bonito-dijo sin mirarlo fingiendo que miraba a la parada.
-Verdad? Era muy cariñoso también, espero encontrarlo más días.
-Siempre sales a correr a esa hora?
Yuuji asintió.
-Todos los días estoy en pie a las 4:45, menos findes.
Megumi se sorprendió, sabía que entrenaba duro y que salía a correr pero no tenía ni idea de que era tan en serio.
-Te gustaría salir conmigo?
-Como?!
-A correr algún día
Sintió como se le estrujaba el corazón del susto.
-No creo que pueda seguirte el ritmo
-Tranquilo, seré bueno-está vez fue él quien miró el reloj.-Voy al trabajo, nos vemos luego Megumi
-Hasta luego- se despidió y fue a la parada de bus, Yuuji iba a acabar con él. Sabía lo que estaba haciendo con esas pausas largas y esas frases mal interpretables
Pasó todo el día mirando la foto que le había mandado, perdido en las nubes, quizá él también debería mandarle una de cualquier cosa pero no estaba muy seguro de si luciría patético o no, es decir, a Yuuji le salía natural ser extrovertido y simpático a él no tanto. Suspiró centrándose en sus apuntes, el examen era la clase siguiente y no le gustaría suspender por pensar en otras cosas. Le vibró el móvil y lo miró rápido con la esperanza de que fuese otro mensaje de Yuuji.
“Después de clase tomamos un café en la de siempre?”
Era Nobara, se desilusionó un poco no iba a mentir. Respondió con un simple “sí” y volvió a dejar el móvil de lado.
El examen le fue bien, sintió como se liberaba un peso de sus hombros y salió de clase suspirando caminando a la cafetería donde se encontraría con Nobara con la sorpresa de que también estaba Maki. Otra vez de sujetavelas.
-Que tal el examen? -Preguntó su prima nada más verlo rodeando con un brazo a Nobara quien estaba bien pegadita a ella.
-Bien, creo que saco buena nota-se sentó frente a ellas.
-Dentro de nada es el festival de verano-a Nobara se le notaba emocionada.-Tengo unas ganas de ver los fuegos, dicen que este año van a ser los mejores de mucho tiempo.
La conversación siguió, las quería mucho pero todos coincidían que estar a solas con ellas se podía hacer difícil de ingerir, se ponían a hablar frente con frente de sus propias cosas y no se despegaban. Megumi miró la hora en el móvil. A esa hora salía Yuuji.
Sacó una foto de la mesa con los cafés y se le envió junto a la ubicación.
“Vienes?”
La respuesta fue prácticamente inmediata.
“Dame 10 min”
-Viene Yuuji-soltó mientras ellas se besaban esperando que lo ignorasen, sin embargo la noticia fue tal que se despegaron y lo miraron sorprendidas.
-Lo acabas de invitar?!
-Sí, acaba de salir del trabajo.
-Te sabes sus horarios?!
-No, solo que lo comentamos todas las mañanas
-Habláis todas las mañanas?!
-Sí, somos vecinos.
-Te gusta
Silencio.
-Somos amigos
-Y te gusta
Silencio de nuevo.
-Hola!!!-Yuuji entró sonriente a la cafetería y su corazón se frenó por un segundo.
-Yuuji!-sonrió Nobara saludándolo-qué tal siéntate.
-Bien, gracias.-se sentó al lado de Megumi poniendo el brazo en su respaldo, aún tenía la muy ajustada ropa del trabajo.
-Estábamos hablando del festival de verano e iba a decir. Vamos en yukata no?
Maki y Megumi suspiraron en disgusto.
-Yo sí! Me muero de ganas además.
-Genial!! El mío es rosa que nadie me lo copie-advirtió y se dio cuenta de que su novia estaba escaqueándose aposta de la conversación.-Maki, tienes que venir con Yukata.
Rodó los ojos.
-Voy solo si Megumi también se lo pone.
-A mi no me metas en esto!-dijo ofendido echándose hacia atrás en el respaldo.
-Por qué no quieres?-Yuuji le preguntó- es bonito, es una parte muy importante de nuestra cultura. Además…creo que te quedaría increíble.-eso último lo dijo un poco más bajito como si quisiese que solo él lo escuchase, como si quisiese hacerlo íntimo.
Se sonrojó sintiendo el estómago raro y asintió sin dejar de mirarlo.
-Está bien lo llevaré.
Por fin llegó la noche del festival y Megumi se estaba poniendo el Yukata con ayuda de Nobara, se sentía ridículo pero prometió hacerlo, se sentiría más ridículo si fuese el único con ropa de calle.
-Megumi estás guapísimo te queda genial este color.-se trataba de una bonita y fina tela azul marino con sutiles rayas verticales en un tono más claro.
-Gracias, tu también estás muy guapa-Nobara llevaba un recogido muy bonito con adornos florales, su maquillaje era ligero en tonos rosas a juego con su yukata de base blanca y estampado de flores de un rosa más oscuro a juego con el hanaba obi, la parte de la cintura que sostenía todo con una bonita decoración de lazo.
-Bonita como la que más.-Maki se acercó agarrándola fuerte de la cintura dándole un tierno beso en la cabeza. Ella llevaba un Yukata morado oscuro en un tono ciruela con detalles de flores en las mangas y en el bajo de la falda. Se veía muy elegante y formal, parecía de la nobleza.
-Vamonos ya-miró el móvil abriendo el mensaje de Yuuji que le mandaba una foto de Panda e Inumaki mirando un puesto en el festival.-ellos ya están allí.
Todo estaba muy bien decorado, la noche era cálida hacía una temperatura perfecta. Los olores deliciosos de los puestos de comida se mezclaban en el aire. Al fin se reunieron todos entre tanta gente.
-Que guapos estáis!-halagó Nobara abrazándolos uno por uno. La verdad sí que lo estaban. Inumaki llevaba un yukata de fondo blanco y rayas azules que le sentaba a la perfección, Panda uno negro con detalles en blanco, parecía un samurai y Yuuji…bueno sobraban las palabras. Al verlo sintió sus mejillas calentarse. Su yukata era verde, los detalles de un verde más oscuro, le quedaba como un guante parecía hecho a medida. Claro que con ese cuerpo, cualquier cosa le quedaría bien.
-Megumi.-se acercó a él poniéndose de frente, le había robado el aliento. Parecía un príncipe, se ajustaba perfectamente a su cuerpo esbelto, destacaba todo lo bonito de él y ese color resaltaba sus ojos.- sabía que te quedaría bien pero no me esperaba que tan bien, wow…
-Que tonto-ocultó su sonrisa un instante- tu también estás bien.
-Gracias
-Vamos a comer algo! Tengo hambre- interrumpió Panda frotándose la barriga
Fueron a varios puestos probando cosas distintas, Yuuji no sabía ni por dónde empezar, tenía las manos llenas. Había muchas más casetitas que en su pueblo y muchas otras cosas que no había probado nunca. Se sentía como un niño en una tienda de chuches. Se sentaron a comer todo en unos bancos. Se fijó en Megumi con un gran okonomiyaki en sus manos. Aún no había probado su comida y ya le daba envidia mirándolo como un perro castigado. En seguida interpretó su mirada y rodó los ojos.
-Quieres?
-Si porfa!-sonrió cogiendo sus palillos sin esperarse que literalmente le fuese a dar de comer a la boca. Se quedó un poco sorprendido mirándolo sujetar el trozo para él.
-Come-apresuró meneando el trozo frente a él.-no querías?-incluso tenía una mano en cuenquito bajo la comida por si caía.
-Sí, gracias- probó la comida saboreando-Dios es el mejor okonomiyaki que probé nunca
Estaba exagerando un poco, quizá porque se lo dio Megumi en un gesto que seguro que no fue para tanto pero él lo sintió más significativo que un “te quiero” por algún motivo.
-Quieres tú probar mi takoyaki ? -ofreció haciendo lo mismo.
-Sí, claro- se acercó a él tomando de su tenedor y asintió masticando- mmm está bueno
Los demás del grupo se miraban entre sí viendo la escena, ellos parecían estar en una burbuja de tonteo. Estaba tan claro que se gustaban pero conociendo a Megumi, o Yuuji daba el paso o él jamás lo daría.
Era bonito ser testigo de una historia de amor que florece.
-Nosotras también éramos así cuando empezábamos?-Se aferró al brazo de Maki apoyando la cabeza en su hombro.
-Bueno…-Panda e Inumaki se miraron sin saber muy bien qué decir.
-Dabais grima la verdad.
-Toge!-Panda le dio un pequeño golpe en el brazo. Él también pensaba lo mismo pero cualquiera le dice eso a una subcampeona de boxeo o peor…a Nobara.
-Lesbofobia! Tenéis envidia es todo!-los acusó con el índice.
Nobara y Maki desde el minuto uno fueron terriblemente cariñosas la una con la otra, estaban pegadas todo el día intercambiando saliva tuviesen a quien tuviesen delante. Solo podían rezar por que Yuuji y Megumi no fuesen así.
Pasaron el rato hablando, probando cosas, jugando en las casetas. Nobara le ganó un peluche a Maki, tenía una puntería sorprendente. Se acercaba la hora de los fuegos y todos estaban siguiendo a Nobara quien juraba que tenía el sitio perfecto para verlos.
-Es por aquí de verdad lo juro!!
-Llevas jurándolo 15 minutos- Megumi rodó los ojos caminando arrastrando los pies, ya estaban algo alejados de la feria y los estaba metiendo por caminos extraños- Va a ser mejor volver
-Que no! ya veréis!-siguió caminando determinada orientándose con la linterna del móvil-Aquí!-apartó un tablón de madera y empezó a subir una vaya.
-Nobara esto no es legal!-Advirtió Panda riendo un poco, la situación era cómica además el yukata no era la mejor ropa para ponerse a saltar una vaya.
-Ya veréis que bien se ven desde aquí!-Cruzó al otro lado con la suerte de que la berja no era demasiado alta y festejo burlona a sus compañeros.-Quien es el siguiente!
-Yo!-Yuuji se remangó y saltó la vaya en tiempo récord para sorpresa de nadie.
Cuando ya cruzaron todos se tumbaron en el césped que estaba del largo justo para ser mullido y agradable. Las chicas se apresuraron a acurrucarse mirando al cielo dándose caricias y besitos. Yuuji las veía conmovido tumbado boca arriba al lado de Megumi, tenía un poco de nervios no mentiría.
Los fuegos artificiales empezaron abriéndose paso en el cielo oscuro con una expresión de luces y colores. Giró la cabeza viéndolo de perfil. Era tan bonito, el cielo se reflejaba multicolor en sus ojos y sus labios dibujaban una muy leve sonrisa. Acercó muy despacio su mano a la suya rozando sus meñiques como una especie de prueba.
Megumi al sentirlo casi se queda sin aire. Apretó los labios sin dejar de mirar a los fuegos que sonaban bajito a comparación del latido de su corazón y no apartó la mano, dejando que Yuuji entrelazase sus meñiques, el cual apretó un poco para hacerle saber que estaba bien con ese gesto. Claro que estaba bien, estaba más que bien. El cielo era una fiesta y su corazón también.