Suena jazz por la ventana.

呪術廻戦 | Jujutsu Kaisen (Manga) 呪術廻戦 | Jujutsu Kaisen (Anime)
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Suena jazz por la ventana.
Summary
Tras la muerte de su abuelo, Yuuji Itadori se muda a un pequeño piso en un tranquilo barrio de Tokio. Deseoso de encontrar nuevas amistades se da cuenta de que, ventana con ventana, vive un chico de su edad con cara de pocos amigos y fan del café y la música jazz.
Note
Realmente empecé este fic como una broma en las notas del móvil pero me acabó gustando y mi novia me animó a subirlo. Es la primera vez que publico algo y no es necesariamente una obra de arte, pero me estoy divirtiendo.(TW seguramente se me haya colando slang Español de españa :P)
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Chapter 5

Julio había llegado a su fin, ya llevaban una semana de agosto y el calor se había incrementado, era un infierno estar fuera de casa. Su relación con Yuuji…bueno, según quien lo mire podría decirse que han avanzado. Se saludan todos los días y a veces incluso mantienen una muy corta charleta cuando coinciden al salir de casa. Por supuesto él intentaba escapar de todo eso como podía pero su vecino tenía un encanto natural para la conversación al que era casi imposible resistirse.

 

Hoy, 7 de agosto era el cumpleaños de Nobara, así que se despertó temprano para prepararle unos cupcakes de vainilla con frosting de vainilla y caramelo, sus favoritos.En la tarde lo celebrarían y quizá salgan a beber por la noche. Se puso manos a la obra organizando primero todos los ingredientes: harina, huevos, vainilla, aceite, mantequilla y azúcar…¿azúcar? No es posible, no tenía azúcar. Empezó a buscar por todos los cajones y nada, saldría a comprar. Cogió las llaves y antes de salir por la puerta se dio cuenta. Es domingo, todo está cerrado, no podía tener tan mala suerte. Volvió a la cocina y rebuscó por donde ya había mirado por si existiese una remota posibilidad de encontrar lo que no hay. Ni terrones, nada. Su última esperanza era preguntarle a Yuuji.

 

-Ni de broma.

 

Quizá pueda endulzarlos con miel. Buscó en el cajón y tampoco tenía. ¿Y si los hacía sin azúcar? No, no podía, Nobara lo mataría con razón y además necesita hacer el caramelo. Estaba en completa necesidad del azúcar y no quería pedírselo a él.

 

-Ya sé llamaré a…-cogió su móvil pero en seguida se acordó. Era una sorpresa para todos, no quería arruinársela a nadie solo porque fue un despistado y no compró azúcar.

 

-No lo puedo creer- apoyó los codos en el mesado sujetando su cabeza- voy a tener que pedirle un favor al idiota de-

 

-Buenos días Megumi!! Te encuentras bien?- en efecto, al idiota de Yuuji que acababa de llegar a casa de correr y lo primero que hizo fue asomarse a saludar como de costumbre.

 

-Buenos días. - Se recompuso como pudo fingiendo que no estaba a punto de explotar.- Si estoy bien

 

-Okey, hazme saber si necesitas algo

-No necesito nada, gracias.

-Está bien- sonrió alejándose un poco de la ventana, Megumi lucía como que se moría por decir algo pero sabiendo lo que sabe de él tardaría todo lo posible en decírselo. Así que en lugar de irse solo se apoyó al lado de la ventana donde no pudiese verlo.

 

Megumi se sentía como un idiota, de verdad que iba a arruinar el cumpleaños de su amiga solo por ser un maldito orgulloso y no pedirle el azúcar a su muy amable vecino que, encima, se prestaba a ayudar.

 

-Espera Yuuji!

 

Yuuji sonrió negando y salió a la ventana de nuevo.

 

-Si?- Lo miraba victorioso.

 

-Tienes azúcar?

 

-Sí, necesitas azúcar?

 

-Sí, si no no te lo hubiese preguntado

 

Ahí estaba de nuevo con su actitud borde.

 

-¿ Qué estás haciendo?

 

Megumi trató de no fruncir el ceño.

 

-Cupcakes. Me lo vas a dejar o no?

 

-Por supuesto vecino.

 

Megumi suspiró aliviado casi dejando escapar una sonrisa.

 

-Pero con una condición.

 

Madre mía, este chico sí que sabía sacarlo de sus casillas.

 

-Dios mío que?!?- casi se tira de los pelos como un desquiciado.

 

-Tienes que darme por lo menos dos.

 

-Vale dame el azúcar, es el 4ºB- habló casi sin pausas y con despecho cerró las cortinas.

 

-Me voy a duchar primero dame 10 minutos!-le gritó como si las cortinas no dejasen pasar el ruido.

 

-Uuuhhhh vale!!-le gritó de vuelta frustrado.

 

Se quedó de brazos cruzados con el ceño fruncido dando toques sin parar con el pie en el suelo. Si pudiese le daría un bofetón. Rosmaba todos los insultos que tenía en su vocabulario hasta que sonó el telefonillo. Corrió al pasillo y abrió el portal. Pasó un minuto y escuchó el timbre en la puerta. 10 minutos justos, hasta había calculado el tiempo del ascensor.

 

-Te traje dos paquetes, te llega?- Sonreía de oreja a oreja.

 

-Sí,gracias.-prácticamente le arrancó los paquetes de las manos e iba a despedirse cuando Yuuji volvió a abrir su bocaza.

 

-Qué escuchas? Siempre que haces algo en la cocina lo pones.- Se moría de curiosidad por saber un poco más a fondo los gustos no de Megumi.

 

-Jazz- respondió con obviedad.

 

-Sisi, eso lo sé pero que artista.

 

-Ahora mismo Hideo Shiraki, pero también suelo poner bastante Sadao Watanabe y así. - Esta pequeña conversación estaba siendo sorprendentemente agradable, el hablar de sus intereses resultaba mucho más fácil que una tonta charla banal como acostumbraba con Yuuji.

 

-Ah…sisi.

-No tienes ni idea.

-No.

 

Quería aguantarse tanto la risa que apretaba los labios deformándose en una mueca. Pero era tan estúpido, un momento tan tonto, por fin poder pillarlo con la guardia baja a él y avergonzarlo. Era como una recompensa.

 

-Para qué preguntas entonces?-No pudo evitarlo más sonrió de oreja a oreja dejando escapar una pequeña carcajada.

 

Yuuji estaba perplejo, no lo podía creer. Su vecino Megumi que siempre tenía cara de pocos amigos, que había que pincharlo con un palo para que hablase, que fingía no verlo para no saludar se estaba riendo. Se estaba riendo de él en su cara, pero al fin y al cabo riendo. Tenía hoyuelos, jamás se los había visto, bueno si es por eso jamás lo había visto sonreír.

 

Megumi paró de reír rápidamente aún conservando una pequeña sonrisa vaga.

 

-Gracias por el azúcar

 

-No hay de que

 

Y como si nada cerró la puerta. Ya está, otra vez cortaba la conversación, sin embargo se sentía distinta a otras veces, se sintió más cómodo, más cálido y por si fuera poco lo había hecho reír por más que tratase de evitarlo. Que tonto es Yuuji, tonto y gracioso y guapo y amable…

 

 

Antes de que se diese cuenta ya eran las 16 de la tarde, por suerte ya terminó todo, apartó los cupcakes que se iba a llevar para el cumpleaños. Sonrió un poco en contra de su voluntad apartando los dos que había hecho para Yuuji, los menos bonitos claro.

 

Limpió bien la cocina dejando todo igual que antes, se duchó y se fué.

 

A todos les encantó la sorpresa, especialmente a la cumpleañera que comió más que nadie. Pasaron un buen rato riendo y hablando, al final no salieron a beber pero porque ya hubo suficiente alcohol en el piso, sobretodo para emborrachar a Megumi.

 

-Cómo vas a volver solo imbecil si no te tienes de pie.

 

Ya eran las 00:30 de la noche y como había dicho Maki, estaba tan borracho que no se podía ni levantar. No sentía sus pies ni su cara y veía doble.

 

-Megumi es mejor que duermas aquí hoy.

 

-No…no puedo no puedo-balbuceó arrastrando las palabras.- Tengo que estar…por la mañana…

 

No quería dormir en el piso de Nobara porque quería saludar a Yuuji por la mañana como todos los días pero no lo admitiría ni borracho.

 

-Ya lo llevo yo a casa-Panda lo levantó como si nada sujetándolo por la cintura echando su brazo por sus anchos hombros.-Vamos, chao chicos!

 

-Chao!!! avisa cuando lo dejes en casa y llegues a la tuya- Nobara les dio un abrazo rápido y cogió las mejillas de Megumi.- Gracias por los cupcakes, bebe mucha agua y descansa mañana.

 

Megumi solo respondió con un murmullo.

 

-Hasta otra. -Sonrió Maki recogiendo las cosas.

 

 

Panda lo dejó en su casa y se fue. Megumi le agradeció y se disculpó por las molestias más de 20 veces, Panda era un amigo tan leal, se alegraba de tenerlo en su vida y se lo hizo saber con su incesable habladuría de borracho.

 

Se sirvió un vaso de agua y lo bebió todo de un trago intentando despejarse, abrió la nevera para comer algo y vio los cupcakes de Yuuji. Se los tenía que llevar pero cuando? Ahora.

 

En su mente de borracho no había nada más urgente que eso ahora mismo, era una necesidad llevárselo. Miró por la ventana y vio luz, perfecto estaba despierto. Cogió la cajita, las llaves y salió al edificio de al lado. no sabía que piso era, sabía que un 4º claro como el suyo pero no cual.

 

Salió y se quedó esperando en el portal, cual sería? estaba borracho pero no tanto como para llamar al telefonillo, esperó y esperó como si se fuese a abrir el por arte de magia. Bueno por arte de magia no pero por arte de un vecino que iba a tirar la basura si.

 

-Entras?

 

Megumi se quedó mirando al extraño con una sonrisa estupida como si fuese su héroe.

 

-Sí voy a ver a un amigo sí- asintió para sí mismo pasando al edificio caminando en zigzag.

 

Subió en el ascensor al cuarto y salió encontrándose con dos puertas. Cuál será?

 

-Cuál queda hacia mi ventana- preguntó para él más alto de lo que pensaba. Cerró los ojos intentando orientarse pero solo logró que su cabeza diese vueltas.-Da lo mismo timbro en la que sea.

 

-Megumi??- Abrió la puerta visiblemente confuso viendo a su vecino ahí delante, con las mejillas rojas como un tomate, los ojos a media hasta y una pequeña caja en la mano.

 

-Yuuji!- exclamó sonriendo- Te traje los cupcakes!

 

-Megumi estás borracho? - Estaba perplejo, no podía creerlo. Ese chico tan estoico, serio, tímido y formal sonriendo como un idiota borracho en su puerta.

 

-Claro que sí, tonto. Anda toma - le dio la cajita.- espero que te gusten, ya me dirás.

 

Sonrió una vez más y se fue tambaleandose.

 

-No me acompañes ya voy yo solo, buenas noches.

 

-Buenas noches.- aún estaba en shock viendo como se metía en el ascensor. Guardó los cupcakes en la nevera y se fue a la cama.

 

Menuda mañana tendría Megumi.

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