
Slytherin's Pride
04 – SLYTHERIN’S PRIDE
Cada casa propuso a su mejor estudiante de 17 años y para ese momento del año escolar, Hux ya los tenía a pesar de ser de sexto. De todos modos en Slytherin no había nadie más capaz de hacerle frente si se trataba de pociones, las tenía todas en la mente, no necesitaba ningún libro y había leído tantas versiones de recetas que era capaz de crear las propias, mejoradas y corregidas.
La estudiante de Gryffindor fue su propia prima, Persephone Malfoy y como alguien podría tomar una fotografía del ganador y escribir una nota en el Profeta, estaba vez lucía su cabello rubio con total normalidad. Por parte de Ravenclaw estaba un tipo de séptimo que odiaba, le parecía una persona terriblemente desagradable, se llamaba DJ y competir contra él le dejaba un mal sabor de boca. Y por parte de los Hufflepuff, una chica llamada Maz Kanata quien también era de séptimo año.
Hux sonrió a su prima de manera muy discreta, pese a que ambos podrían parecer estar en desventaja, consideraba que el par de competidores de séptimo no eran ni la mitad de brillantes que ellos. Sí, Hux creía que su prima era buena, aunque ella le dijera que él era el genio de las pociones. Estaban al aire libre, a unos pasos del Bosque Prohibido, porque en la competencia con las otras escuelas sería de la misma manera, se iniciaba en el Jardín Encantado y con lo preparado, se tendría que sobrevivir a los peligros del mismo.
Cada uno tenía varios calderos a su disposición y una cantidad de ingredientes inmensa, más de los que hubieran podido ver en los cursos, el ganador sería alguien que sintiera verdadera pasión por las pociones, no alguien que se conformara con los que decían los libros escolares.
Maz confiaba en su libro, era uno que había estado en su familia por una cantidad tremenda de generaciones, ella preparó muchísimas pociones y las fue acomodando en pequeños frascos que transportaría en una bolsa especial. Todos tenían una, cuando metías la mano y pensabas en la poción que necesitabas, esta aparecía. De nada servía meter la mano y pensar “algo para vencer a un troll”, tenías que saber lo que querías usar.
DJ decidió concentrarse en pociones defensivas, sin embargo, no podía ser fluido explosivo, por lo que Hux decidió dejar de prestarle atención cuando vio qué clase de ingredientes escogía. Por su parte, Persephone replicaba pociones leídas en libros avanzados, esos que él tenía que explicarle, pero parecía haberlo entendido bien.
Ben miraba a Hux desde la lejanía, era el único que no traía tomos de libros y pergaminos antiguos, él había llegado con una pequeña libreta y nada más. Ben la conocía, estaba muy encantada y en cada hoja su novio había escrito cientos de recetas que había inventado o modificado. Eran ingeniosas y originales y basadas en los efectos de cada ingrediente combinado con otros. Había una que adormecía a los trolls y otra que confundía a los gigantes y la que hacía flotar arañas en una danza área, era asquerosa. Para cuando terminó había preparado la mitad de pociones que hizo Maz Kanata, pero estaba muy listo para cualquier cosa que se pudiera encontrar.
El tiempo terminó y tuvieron que alejarse de los calderos, tenían sus bolsas con ellos y en el caso de Hux, portaba unos lentes protectores y un pañuelo para la nariz y la boca, capaz de filtrar cualquier cosa que pudiera respirar. Estaba dentro de las reglas, pero no era equipamiento básico, así que el de Slytherin era el único que había tomado la previsión. Bueno, Maz tenía unos lentes similares, pero nada más. Ben sonrió encantado, Hux tomaba muchas precauciones porque sus pociones estaban diseñadas para que cuando se rompiera el frasco, se esparcieran eficientemente en la zona.
La Directora Holdo dijo unas cuantas palabras, sobre el hecho de no considerar a las pociones como algo pasivo, que no pudiera ser usado de la misma manera que un encantamiento, Hux parecía querer callarla e iniciar la competencia, cuando los dejó iniciar, el bosque pareció iluminarse con un destello y ellos entraron al mismo.
Hux sintió una punzada de aprensión cuando la oscuridad lo fue rodeando, tenían varitas, pero podría ser contraproducente ocupar una mano en sostenerla, sólo podía usarla para conjurar Lumos, por lo que él prefirió usar una de sus pociones. Metió la mano a la bolsa y susurró Oculo Oscurite. Un frasco apareció en su mano y al beberlo entonces lo que era oscuridad era bastante claro para él, estaba hecho con ojos de lechuzas, los cuales eran tremendamente difíciles de encontrar porque todos apreciaban a sus lechuzas, por lo que sólo era capaz de producir una cantidad pequeña de semejante poción. Pero le permitió seguir su camino sin atraer la atención sobre de él. Se alejó del fulgor de las otras tres varitas y dejo atrás a DJ y a su prima con rapidez.
Se detuvo cuando vio a Maz Kanata, no quería cruzarse con nadie más, pero las criaturas mágicas no se estaban sintiendo atraídas por él, debido a que podía moverse por el boque con total normalidad. Maz había sido inteligente, los lentes que portaba, estaba seguro de que estaban encantados porque ella tampoco estaba usando ninguna luz y había logrado ver a la runespoor que estaba delante de ella. La serpiente era un poco más grande de lo usual, creía que llegaba casi a los tres metros, sus cabezas eran también más grandes y más amenazadoras. En realidad, no era un serpiente agresiva, pero si, venenosa.
Maz cometió un error con una poción, la escuchó decir Evanescet, pero las serpientes no las puedes desaparecer, son inmunes a ese tipo de magia, ellas son esquivas e inteligentes. La runespoor pareció enojada cuando Maz lanzó la poción, el olor de la misma le fue desagradable y se lanzó a atacarla. Hux creyó que, en caso necesario, los profesores y la Directora estarían listos para contener algún tipo de problema, como un envenenamiento. Sin embargo, no se quiso arriesgar. Murmuró Elevare con la mano dentro de su bolsa de pociones y la aventó justo en el camino de la runespoor, el cuerpo de esta comenzó a flotar por encima de la cabeza de Maz y llegaría más alto aun, cuando la chica comenzó a voltear para todos lados, él trató de evitar que lo viera y siguió su camino.
Llegó a un claro que parecía fuera de lugar, había un pequeño kiosko muy decorado con flores y música suave se escuchaba, aunque no parecía venir de ningún lugar. Era una trampa, pero Hux ya había puesto un pie en el claro cuando creyó que sería mala idea cruzar por ahí, y cuando intentó volver sobre sus pasos, se dio cuenta de que no podía. Miró un poco más allá del kiosko y supo por qué. Había un puente sobre un río de caudal medio y eso sólo podía significar una cosa. Intentó rodear el río, pero le tomó un tiempo incongruente caminar por la orilla y cada vez que pensaba que era suficientemente angosto para cruzar, la orilla del lado contrario se perdía de su vista. Volteó de nuevo y en lugar de ver lejano el lugar donde el kiosko quedaba frente al puente, resultó que estaba a unos cuantos pasos.
Así que ahí estaba su respuesta, el lugar estaba encantado, un hechizo para hacerlo tentador, para que invitara al viajero a descansar y despreocuparse, después de eso, el camino más obvio sería el puente. Pues no le quedaba más que hacer eso, metió la mano en la bolsa de pociones, Confusione, esperó con el frasco en la mano mientras caminaba sobre las piedras lisas del puente, se podía escuchar sus pasos marcados con claridad. El golpe no lo tomó desprevenido, venía de un enorme brazo que salió de debajo del puente y casi logra atraparlo, Hux cayó de lado y su primer impulso fue proteger la bolsa de pociones, lo logró, pero el frasco que traía en su mano se rompió a sus pies y sólo fue el hecho de portar el pañuelo, que el efecto de esta no se estaba reflejando en él.
Aunque fue extraño, cuando llevó su mano a su cara, el pañuelo estaba en su cuello, recordó haberlo bajado cuando caminaba junto al río o tal vez lo bajó ahora, cuando fue tirado por el troll. No lo sabía, su mente estaba divagando de una forma extraña. Vio la mole del troll morado y peludo erguirse frente a él, sintió miedo y volvió a recordar lo que pensó cuando vio a la runespoor atacar a Maz, ¿estarían listos para ayudarlos si era necesario?
El troll se acercaba a él y estaba seguro de que gruñía y hacía un ruido tremendo para asustarlo más, pero en su mente no comprendía nada y se aferraba a un solo pensamiento, la bolsa de pociones. Subió el pañuelo de nuevo para cubrir su nariz y metió la mano en la bolsa, Somnum, aventó el frasco que apareció en su mano y vio como en cosa de segundos el troll se veía somnoliento, dejó caer su mazo, pero estaba tan cerca de él, que al caer lo golpeó en la rodilla, después la mole del cuerpo del troll se desplomó a sólo centímetros del muchacho. Estaba por completo dormido.
Hux había querido levantarse, pero la poción de confusión aun lo afectaba y el dolor en la rodilla era algo fuerte, así que sólo tuvo unos minutos antes de que otra cosa sucediera. Vio el destello dorado antes de saber bien qué pasaba, su mente aun divagaba y no se lograba concentrar como era lo normal. De repente se encontró que pensaba en Ben, en lo mucho que había ganado en altura, en como su cuerpo parecía desarrollarse, en cómo sus brazos lo abrazaban y lo hacían sentir bien.
Sacudió la cabeza cuando el destello dorado volvió a aparecer, se dio cuenta de que un enorme animal caminaba sobre el puente con mucha tranquilidad, se detuvo frente a él y espero que entendiera que pese a su tamaño y a sus afilados cuernos, no le significaba ningún peligro. Tocó su piel dorada y era al tacto muy agradable, se sujetó del animal para poder levantarse, este caminó poco a poco para que él pudiera ayudarse de este para bajar del puente. Era un re’em, una bestia enorme y totalmente fuera de lugar, por lo que era cierto, para este tipo de eventos, eran traídos animales de cualquier lugar del mundo, lo que volvía más complicado el reto.
El gran animal parecido a un buey, lo llevó junto al río, fue cuando se dio cuenta de que estaba herido, había un rastro de sangre sobre su piel dorada. Hux tomó con su dedo una gota de esa sangre y la probó, sintió que todo el agotamiento desaparecía, que el dolor ya no estaba presente y que la confusión de su mente se evaporaba. El re’em se puso a beber del agua del río, Hux hizo lo que todo apasionado de las pociones haría, tomar con un frasco el resto de las gotas de sangre que escurrían; no lastimaba al animal y tras unos momentos de estar bebiendo el agua, la herida cicatrizó. Él también bebió un poco de agua, su rodilla que ya no dolía se pudo mover de nuevo con normalidad después de un par de tragos. También recogió una muestra del agua, estaba muy seguro de que no había trolls de río, ni re’em en el bosque prohibido y que este claro jamás volvería a aparecer, aunque lo buscara, era algo para este día que los profesores habían creado así que tenía que aprovechar lo que le ofrecían.
Por eso mismo tomó muestras de pelo de troll antes de salir del claro. Siguió su camino y se encontró con que logró salir del bosque unos minutos después, fue por el mismo lugar por donde entró, las gradas de estudiantes gritando lo recibieron y la Directora Holdo estaba ahí para rodearlo con un abrazo. Resultó que era el último en salir, a su prima la atrapó un kelpie, a DJ un snallygaster y a Maz un graphorn. Los tres animales le parecían terribles y muy peligrosos, pero al ver a Persephone se dio cuenta de que estaba en perfectas condiciones, había tenido razón, los profesores estaban listos en caso de contingencia y al ver que ninguno de los tres estudiantes sabía cómo enfrentarse a las bestias, fueron retirados del bosque.
Eso convertía a Hux en el campeón de Hogwarts y quien representaría al colegio en el Campeonato que tenía lugar en un Jardín Encantado situado en una locación desconocida, lo único que sabía es que sería casi una semana después de la Copa de Quidditch, en los últimos días del año escolar.
Se escogieron alumnos de cada casa para acudir a Ilvermorny acompañando al equipo de Slytherin, Poe había sido algo cabeza dura para escribir su lista y presentarla a la Directora Holdo, no quería incluir el nombre de Ben en la misma, así que al final fue Jessika Pava quien lo obligó a hacerlo, lo merecía, había tenido un año escolar fabuloso superando las expectativas en cada materia.
Ben sujetaba la mano de Hux cuando tocaron el traslador y aparecieron en los jardínes de la Escuela de Magia, estaba en la cima de una colina, rodeada de bosque, había neblina en el momento de su llegada aunque pronto la imagen misteriosa del mismo se rompió cuando el alumnado comenzó a tocar música y a hacer mucho ruido ante su presencia, el Director del Colegio, un hombre grueso y achaparrado de grandes ojos como de pescado, de nombre Gial Ackbar, saludó con efusividad a la Directora Holdo, como si fueran grandes amigos de toda la vida.
El equipo de Slytherin se trasladó al estadio para calentar, sabían de buena fuente que el equipo de Ilvermorny era fuerte y estaba decidido a hacerlos caer, este año había triunfado la casa Serpiente cornuda y había una Steward en el equipo de quidditch, una que podía trazar su árbol genealógico de regreso a Rionach Steward, hija de la fundadora del Colegio. Ella fue la que saludó a Phasma, era una chica de cabello oscuro y agradables ojos marrones, era alta pero no tanto como la de Slytheryn.
Los Prefectos de cada casa de Hogwarts se sentaron en primera fila, el único que rompió aquel acomodo fue Ben, quien estaba sentado al lado de Hux. El resto de los alumnos estaban mezclados, sin que el pertenecer a una u otra casa fuera impedimento para convivir. Esto se ganó el agrado del Director Ackbar, puesto que creía que aún había mucha separación entre los alumnos del Hogwarts, la Directora Holdo le dijo que podían competir entre ellos, pero al final eran todos alumnos de la misma escuela y tenía que apoyar al equipo que resultó campeón. Hux sonrió por esta razón, era contrario a las ideas de su padre, las que la Ministra Organa detenía efectivamente porque sonaban a que había clases entre los magos y que algunos debían tener más privilegios dependiendo de su origen. Pero al final todos eran magos y brujas, debían apoyarse entre sí.
Aunque Ilvermorny comenzó a lanzar porras contra Hogwarts cuando Phasma dejaba a los cazadores del equipo contrario por completo inutilizados, Hux se sentía complacido, estaba convencido de que nadie antes había visto jugar a alguien de la manera en que lo hacía ella. Cada año había logrado una maestría absoluta para el juego y era muy difícil que ella diera alguna facilidad, tenía un ojo aguzado hasta para captar la presencia de la snitch y luego ayudaba a su buscador para atraparla. El buscador de Slytherin era el hijo nieto de un mago con una fama terrible, pero cuya familia fue perdonada después de la caída de Voldemort, el chico se llamaba igual que su bisabuelo, Jango Fett, y tenía extraordinarias dotes para encontrar las cosas más ocultas, era de tercer año y cuando se unió al equipo, logró consolidar el poderío de Slytherin.
Jango atrapó la snitch y todo acabó, aunque no fue un partido fácil, Phasma traía un golpe en pleno rostro que ya se veía algo inflamado, pero a ella no le importaba en lo más mínimo, todos saltaban en sus escobas y el resto de estudiantes de Hogwarts en las gradas; después de eso hubo un gran banquete donde los colores de Slytherin fueron los predominantes en la decoración. Se sentía extraño que esa casa fuera la gran triunfadora, después de que durante años quedará siempre opacada por Gryffindor.
-Colette Lupin, representante de la Escuela Mágica de Beauxbatons.
Hux sonrió a su prima cuando se levanta y hace una graciosa reverencia, la había visto antes, cuando su abuela presumía de lo encantador de la educación en su escuela y que esa refinación faltaba en Hogwarts. Aunque Colette era joven y tan rubia como su abuela lo fue, Hux consideraba que le faltaba la elegancia que los años le habían regalado a su abuela. Estaba aún mirando a su prima cuando escuchó el nombre del siguiente alumno y una expresión sorprendida adornó su rostro.
-Keldo Scyre, representante del Instituto Durmstrang.
Aunque casi nadie lo sabía porque Phasma era Phasma y punto, Scyre era su apellido, correspondía a un lugar donde su familia había prosperado hace generaciones y a ella le parecía bastante horrible por eso jamás lo mencionaba y hasta los profesores preferían referirse a ella por su nombre. El chico que se levantó era tan alto como ella, tenía muchas similitudes con su amiga, pero la gran diferencia era que tenía una pierna de madera, la derecha, desde un poco más arriba de la rodilla.
-Mai Imwe, representante de la Escuela de Magia Mahoutokoru.
Todos guardaron silencio para ver levantarse a la chica delgada de cabello corto, ella era la hija de una leyenda y Hux buscó con la mirada entre el público presente para encontrar a Chirrut Imwe, el avezado brujo que había escrito muchísimos libros sobre pociones que habían sido útiles en la guerra contra Voldemort. Cuando lo encontró supo que él había vertido todo ese conocimiento en su hija y que era ella, su rival a vencer.
-Armitage Hux, representante del Colegio de Magia y Hechicería Hogwarts -Se levantó y por un momento el nivel de los gritos le fue incongruente, pero había tantos Weasley entre el público que no era nada fuera de lo normal.
El Jardín Encantado podía estar en cualquier lugar, esta vez estaba ubicado en las Montañas de la Luna, a los pies de la Escuela de Magia Uagadou, la cual estaba en África. Los familiares de los concursantes estaban entre el público, así como un grupo seleccionado de estudiantes de la escuela. Ben Solo estaba sentado al lado de su madre, Dominique y sorpresivamente, de su padre, Brendol Hux. Tenía cierto temor a este encuentro, pero por el momento Ben se adaptaba bastante bien a la presencia de alguien tan exigente como su padre.
Se preparó como aquella vez, el día anterior habían preparado las pociones que eligieron bajo un estricto control por parte de los jueces. Vestía con los colores de Slytherin, pero el pañuelo con el que cubrió su nariz tenía el escudo de Hogwarts, sus lentes protectores se iluminaron con un destello verdoso que le agradaba bastante.
El único aviso que recibieron fue el hecho que de aceptar participar serían cazados por bestias clasificadas como XXXXX por ser peligrosas en extremo, muchas de ellas con gusto por cazar seres humanos. El punto principal del aviso recibido antes de confirmar la participación en el campeonato era la palabra “cazado”. Hux sentía la tensión recorrerlo, esto no se parecía en nada a lo que vivió en Hogwarts, era mucho más letal.
Hux quedó de una pieza cuando vio a la participante de Koldovstoretz, la escuela rusa de magia, completamente dormida entre los árboles, un fulgor azulado iluminaba su piel. Pensó dejarla atrás, pero algo se lo impidió. Estaba en riesgo y era extraño, ¿por qué estaba dormida? Regresó a su lado y antes de decidir si le daba alguna poción para despertar, un lethifold apareció como una sombra negra mucho más oscura que la noche que se deslizaba sobre el piso del bosque. Sacó con rapidez, Vigila, y se la dio a Victorya Krum para que lo ayudara. Sentía que era algo raro que apareciera ese tipo de bestia, no por su nivel de peligrosidad sino por el hecho de que se debía vencer con un patronus y no con una poción.
La chica resultó estar bastante confundida, por lo cual la hizo la hizo levitar para quitarla de en medio. Por fortuna tenía pociones que imitaban hechizos, había experimentado con un Patronus embotellado, lo cual sería útil en casos donde los magos no fueran muy diestros para conjurarlo, estaba hecho con hierba del zorro, pelaje del animal y esencia de trébol, además de gotas de su propia sangre, no esperaba que tuviera una gran utilidad, pero la suficiente para darle tiempo de irse.
-Vulpis -el frasco llegó a su mano y lo aventó de inmediato, una luz salió de la botella hasta formar a un zorro de larga y esponjada cola, el lethifold se retorció y se detuvo, Hux echó a correr en la dirección contraria mientras contaba. Llegó hasta veinte cuando la luz se desvaneció poco a poco, esperaba que el lethifold no lo siguiera.
Un quintaped parece una araña con pelos naranjas, pero tiene cinco patas y se obsesiona con comer carne humana, dicen que son descendientes de magos que fueron transformados, pero no se ha podido comprobar porque no se dejan atrapar. Por eso le sorprendía que hubiera uno que llevaba media hora persiguiéndolo y que, aunque se veía afectado por su poción para dormir, esta estaba tardando una eternidad en hacer efecto. Tuvo que recurrir a la poción Hominum para lograr que este tomara una forma humana, cosa que lo horrorizó y se fue corriendo entre gritos de dolor y desesperación. Hux se dejó caer junto a un árbol, estaba exhausto y no se creía capaz de enfrentarse a una tercera bestia.
Por esa razón vio con terror cuando Mai Imwe era convertida en piedra por un basilisco.
-Armie… Despierta… Armie… - La voz de Ben lo despertó, era hermoso poder escucharla, sonrió al saber que podía escucharla. Escuchó el chisporroteo de la varita de su novio al dejar salir una señal luminosa - ¡Aquí está! ¡Hux!
Había recibido un golpe en la cabeza al caer, todas sus pociones estaban regadas a su alrededor, sucedió cuando la bolsa se rasgó. Recordaba haber tratado de que el basilisco no lo viera, pero parecía estar consciente de su presencia, era rápido y lo más mortal que había visto en su vida. Tuvo mucho miedo, porque no era cosa de ocultarse y cerrar los ojos, si lo encontraba, ¿qué podría hacer? Había estudiado cada bestia posible, tenía manera de enfrentarlas a todas, sin embargo, mientras trataba de alejarse de ella había olvidado todo, no se podía concentrar cuando la tuvo frente a él. Ella parecía querer que no terminara como piedra, era muy posible que estuviera hambrienta y tal vez lo más seguro era mirarla a los ojos para salvar así su vida.
La serpiente rasgó su bolsa y mientras las botellas caían recuperando su tamaño real, él logró pensar.
-Gallus -susurró. Al tener el frasco en su mano y aventarlo para que se rompiera al chocar contra el piso, el canto de un gallo sonó por todo el bosque. La gran bestia le dio un golpe con su cuerpo que hizo que saliera volando, pegando su cabeza contra un árbol y luego el piso, perdió la consciencia y por eso no pudo ver como el sonido del canto del gallo hacía que la serpiente se retorciera y redujera de una forma horrible. Encontraron nada más una piel enjuta muy cerca de Hux.
A la estudiante de Uajadou casi la había matado una acromantula; Keldo, hermano de Phasma, había logrado vencer a un cuerno largo rumano, pero aunque el dragón no fue competencia para él, cayó convertido en piedra por el basilisco igual que Mai Imwe. Su prima sufrió la misma suerte, pese a haber vencido a una serpiente cornuda; y los estudiantes de Castelobruxo y de Ilvermorny, fueron derrotados por una mantícora y una químera respectivamente.
Hux fue premiado con el título de Campeón de Pociones, pero nunca pudo disfrutarlo del todo, había tenido miedo de morir en realidad en aquel Jardín Encantado, donde no había un troll ni ninguna otra bestia sencilla de vencer, de hecho, el que varios hubieran logrado vencer a las que encontraron, le pareció un logro inmenso.
-El Jardín estaba tan encantado que no se podía aparecer ni desaparecer, ninguno de los estudiantes salió en el tiempo determinado y por eso se organizó una búsqueda. -Hux lo estaba escuchando con atención, estaban en un balcón de la escuela, se habían quedado al banquete y después de que varios estudiantes seguían aún en la enfermería, las escuelas aceptaron la invitación para quedarse durante la noche. Se sentía tan cansado que se dejó abrazar por Ben y reposaba la cabeza en su pecho, la bufanda de su casa alrededor de su cuello, aunque el clima fuera bastante templado.
-La Directora Holdo y todos los otros directores presentaron una queja por la elección de las bestias para la competencia, sobre todo por el basilisco y el lethifold -Ben acariciaba su cabello rojo y dejaba besos en el mismo, estaba siendo especialmente tierno con su novio porque este aun parecía afectado por lo vivido.
-Sólo faltó que hubiera un dementor -dijo el pelirrojo finalmente, no había hablado casi nada desde que lo sacaron el jardín, se sentía agotado a un extremo poco conocido.
-Es cierto – exclamó Ben al recordar algo que ya tenía olvidado, se estiró hasta tomar una bolsa, de ella sacó dos chocolates. -Los envía tu prima Colette, dijo que los comieras para recuperarte.
-No hubo dementores, sólo bromeaba -aun así se metió el chocolate a la boca y el otro lo ofreció a su novio.