Girlie Pop

Sueños de libertad | Dreams of Liberty (Spain TV)
F/F
G
Girlie Pop
Summary
Marta no es como las demás chicas. Fina es exactamente igual que el resto… Salvo en las cosas en las que no lo es.Todo empezó porque a Fina le encantaba el maquillaje, concretamente el de Marta. A Marta le encantaba Fina y no se daba cuenta de que el sentimiento era mutuo.
Note
Holiholi. Estoy resubiendo dos historias que ya tenía en mi perfil. Pero antes de que me funéis por descarada me explico.Estoy recopilando en una sola publicación los one shots que tengo de este AU, que aprovecho para decir que se llama Girlie Pop porque está inspirado en canciones de pop de artistas femeninas (mind blowing lo sé……).La razón para hacer esto es que tengo pensado continuar con este AU pero creo que es lioso y horrible subir 20 one shots de 500 palabras. Sé que podría dejarlo como una colección de AO3 pero no quiero llenarme el perfil de cosas cortitas, prefiero tener una sola historia para recopilarlo todo. En mi opinión es más agradable de leer así, y también hace más sencillo navegar por los perfiles de la gente y las diferentes partes de un AU.
All Chapters Forward

Red Wine Supernova

“He oído que te gusta la magia, / pues yo tengo una varita y un conejo.”
- Chappel Roan, ‘Red Wine Supernova’ -

-Ahora que he visto tu casa entera incluido tu cuarto, ¿hay algo interesante que deba saber sobre ti? -preguntó Fina. Era la primera vez que estaba en el dormitorio de su amiga.

-¿Algo como qué?

-Mmm… No sé, algo personal que nunca le hayas contado a nadie… Como que tienes una colección de mechones de pelo de tus víctimas o que te gusta perseguir a la gente para sacarles fotografías a escondidas.

Marta se quedó pensando unos instantes.

-¿En serio tienes algo oculto? Lo decía de broma.

-Te puedo contar algo pero no es ninguna de esas cosas que tú has dicho, y tampoco está realmente oculto. Nunca he matado a nadie.

-Por el momento. -sugirió la chica con una sonrisa gatuna. -Dale tiempo a Don Joaquín Merino y quizás tú y yo hagamos que eso cambie. Soy toda oídos, preciosa.

Marta asintió como si la amenaza al vicerrector fuese algo razonable. Luego se dirigió a su mesita de noche y, agachándose, abrió el cajón más bajo, que a su vez era el más grande. Fina la siguió procurando no pegarse demasiado a su espalda y darle así su espacio personal.

-¡…Pero qué!

La chica casi se cae de espaldas al ver lo que menos esperaba viniendo de su amiga: El cajón ante ella estaba impecablemente ordenado, con al menos doce juguetes sexuales dispuestos en filas perfectamente alineadas. Cada uno tenía su propio espacio; algunos estaban guardados en pequeñas fundas, y el orden en el que estaban no parecía claro a primera vista. Fina no sabía si sentirse orgullosa ante la cantidad de artilugios que poseía su amiga, asombrada por la meticulosidad con la que todo estaba organizado o maravillada con ese lado de Marta que desconocía por completo. Ésta por su parte se giró hacia ella con una expresión neutra, como si acabara de mostrarle algo tan anodino y cotidiano como una colección de sellos o de monedas.

-Marta, querida… ¿Qué estoy viendo exactamente?

-¿Están mal organizados? Sabía que el sistema no era lo suficientemente eficiente. -dijo la rubia llevándose una mano al mentón.

-Claro. Por supuesto que ibas a tener un sistema. No sé por qué iba a esperarme otra cosa de ti.

-Tiene sentido tenerlos ordenados. Están clasificados por tipo de estimulación, aunque algunos modelos tienen varias funciones. Ayuda a elegir según el estado de ánimo.

-Dame un segundo, esto es mucha información de golpe. -Fina se sentó al borde de la cama sin apartar los ojos de la exposición de artilugios.

-¿Por qué? -Marta parpadeó con un gesto en la cara que denotaba que tenía miedo de haber dicho o hecho algo incorrecto.

Fina abrió y cerró varias veces la boca, sin saber muy bien qué decir.

-No lo sé. -reconoció finalmente. -Supongo que como nunca te he oído hablar del tema, simplemente asumí que el sexo no te interesaba demasiado.

-Mi hermano Jesús me dijo una vez que con lo mal que se me da conversar es mejor que no hable de nada si no ha surgido en conversaciones anteriores.

-Pues te dio un consejo de mierda. Así la gente no va a conocerte nunca.

La rubia se encogió de hombros.

-Al menos no la cago. La gente no es mi fuerte, supongo.

-Mentira cochina. Pero ahora que mencionas a Jesús, ¿puedo preguntar qué opina tu familia de todo esto?

-Pues lo cierto es que no lo sé, pero Andrés está en el jardín. Si quieres puedo ir a buscarlo y le…

-¡No! -exclamó Fina.

-¿No qué? -preguntó Marta, muy confundida.

-Que no llames a nadie de tu familia para enseñarle nada de lo que hay aquí.

-¿Por qué no?

-Era una pregunta retórica. Es como una forma de decir que si alguien se entera, se echarían las manos a la cabeza.

-Ah. Pues no pillo la diferencia.

-Las preguntas retóricas son las que no necesitan una respuesta, sólo se formulan para apoyar un punto de vista.

-Vale.

Marta se quedó callada y frunció el ceño mientras se estiraba uno de los rizos.

-Sigues sin pillarlo. -constató Fina. -No importa, no debería haberlo dicho.

-Sólo lo comprendo en la teoría, supongo. Es que me cuesta mucho entender por qué la gente hace preguntas si no quiere respuestas.

-Bueno, es que el lenguaje es muy complejo a veces. Yo tampoco puedo decirte por qué muchas cosas son como son. -Fina miró a su alrededor para buscar algo que continuase la conversación para que su amiga no le diese más vueltas al asunto, y por un instante se sintió medio estúpida al darse cuenta de lo rápido que se había olvidado del tema de conversación principal. -¿Entonces nadie de tu casa sabe que tienes este… hobby? Pff, qué pregunta. No es algo de lo que se habla tan fácilmente.

La rubia se encogió de hombros.

-Supongo que lo dices por la norma de que es tabú hablar de sexo abiertamente pero no me da vergüenza. El sexo es algo natural, Fina. La gente lleva millones de años practicándolo. Tus padres lo tuvieron para tenerte, y tus abuelos lo tuvieron para tener a tus padres, y...

-¡Agh! ¡Marta, tía!

-Pero no, creo que no saben nada porque no han mencionado nunca los juguetes sexuales como tema de conversación. Suelo pedir las cosas por internet, y no abren mis paquetes porque no son suyos. Ahora que lo dices… Rosa quizás lo sepa pero supongo que nunca ha dicho nada. La verdad es que es una mujer muy discreta.

-¿Quién es Rosa?

-La empleada que tenemos para la limpieza y las cosas del hogar.

-¿Para qué sirve esto? -preguntó Fina agarrando algo alargado y de color rosa. -¿Y cómo has terminado con esto en tu mesita de noche?

-Es un vibrador ergonómico que se adapta a diferentes formas. Lo elegí por su eficiencia y por el material, es la silicona de textura más parecida a la piel humana. Investigo mucho lo que utilizo: primero teoría y luego práctica, es el método más fiable. Este es el que más cerca de la cama está porque me funciona muy bien, así que lo uso a menudo.

La morena volvió a colocarlo rápidamente en su sitio; por un momento se le pasó por la mente que quizás estuviese usado, pero automáticamente descartó el pensamiento. Con lo metódica que era su amiga, sabía que jamás guardaría una cosa así sin limpiarla a fondo antes. Se tapó la boca para ahogar una risa.

-Por supuesto que te hiciste una investigación antes de empezar.

-No me gusta comprar cualquier cosa sin comparar modelos, materiales y funciones. -dijo Marta como si fuese lo más obvio del mundo. -Leí muchas reseñas. La gente es muy apasionada con estos temas. Me sorprendió lo detalladas que pueden llegar a ser algunas críticas.

-No lo dudo. -Fina rió de nuevo, esta vez sin molestarse en disimular. Luego suspiró y se dejó caer sobre el colchón. -Algún día tienes que recomendarme alguno, a mí me sacas del Satisfyer y estoy más perdida que un pulpo en una convención de gallegos. Tengo que confesarte que esto sí que no me lo esperaba de ti.

Marta se encogió de hombros.

-Pues no entiendo por qué.

-No sé. Porque eres… tú. Eres práctica, organizada, introvertida. Hermética incluso. Te imaginaba explorando el universo en una nave espacial buscando vida alienígena antes que teniendo una colección de estas cosas.

-Puedo hacer ambas cosas, supongo. Me gusta el sexo pero no tenerlo con otra gente no significa que no lo tenga en absoluto. Además, me gustar la idea de conocer cómo funciona mi cuerpo antes de tener relaciones con otra gente. Por compatibilidad y esas cosas. Creo que si más gente pensase así, las parejas románticas serían más estables… porque ya sabrían lo que les gusta antes de comprometerse con alguien.

-Supongo que tiene sentido lo que dices. Gracias por poner en mi cabeza una imagen tuya en una nave espacial flotando junto a tus vibradores.

-Primero tendría que verificar que son seguros en gravedad cero. No lo he visto mencionado en ninguna reseña pero igual si investigo…

Fina se incorporó de nuevo al borde de la cama para abrazar a su amiga y besarle la mejilla.

-Eres la mejor. No cambies nunca, en serio.

Forward
Sign in to leave a review.