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Harry Potter - J. K. Rowling Doctor Who (2005) Junjou Romantica Mermaid Melody Pichi Pichi Pitch
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Summary
Inoko ha olvidado quién es, pero sus amigos y familiares no, y en su búsqueda para responder a todas sus preguntas y sobre todo por qué se le aparece en sus sueños un barco pirata con nueve tripulantes en ella, un peligro aparece en su mundo y la única manera de eliminarlo es ir a la Escuela de Magia que dirige el hombre que la acogió cuando estuvo en peligro muchos años atrás. Para ello, contará con la ayuda de un trío que cada año escolar se mete en problemas debido al chico con un rayo en su frente, un chico de pelo platino y ojos tristes y un extraño hombre del Espacio que viaja en una cabina de policía de los años 50. ¿Conseguirá Inoko recordar aquello que ha olvidado?
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Dejé de quererte hace tiempo

-¿Estás segura de esto?- Kahoko la miraba con el rostro serio, algo que pocas veces sucedía. Inoko tan sólo asintió con la cabeza, mirando ahora por la ventana. El cielo estaba gris y el viento moviendo los árboles indicaba que iba a llover dentro de poco. 

-No tengo otra opción. Es eso o dejar que ese psicópata se haga con el control de todo lo que conocemos.- Cerró los ojos y contuvo las ganas de llorar. -Todo sea por el mundo.- Kahoko mostró una pequeña sonrisa. La asombraba la capacidad que tenía Inoko de ver el lado positivo de todo aunque por dentro esté aterrada. La admiraba. 

-Todo sea por el mundo.- Las dos amigas se quedaron en silencio, mirando cómo una tormenta se iba aproximando y, enseguida, las gotas de lluvia golpeaban las ventanas del aula vacía que, a su vez, resonaban con fuerza. -¿Qué le dirás a Kaji?- 

-Lo mismo que dije la última vez. Una oferta de estudiar en Londres dibujo.- 

-¿Crees que lo entenderá?- 

-Viendo cómo está nuestra situación, no entenderá nada que le diga.-

-¿Sigue sin decirte qué ocurre?- Inoko negó con la cabeza. 

-Me he cansado de preguntarle. Incluso pensé en darle una poción para que me lo diga, pero eso es muy rastrero.- Kahoko mostró una pequeña sonrisa. -¿Vamos a cenar?- Su amiga asintió y ambas se levantaron de sus asientos. Cuando Kahoko le dio la mano a Inoko, se transportaron gracias a su magia a las afueras del instituto que había cerrado horas antes. La lluvia caía con fuerza pero el paragüas que hizo aparecer Inoko las protegió lo suficiente hasta llegar a un pequeño restaurante. Al entrar vieron a lo lejos a Kaji atendiendo a una mesa con una sonrisa que había encandilado a las muchachas que estaban sentadas en esa mesa. 

-¿Es esa su nueva compañera?- Kahoko señaló a una muchacha que servía unas bebidas a unos metros de ellas. Era de la misma estatura que Inoko, pelo corto y de un rubio oscuro. Sus ojos marrones brillaban y su sonrisa al servir las bebidas atraía. Inoko asintió y las dos se sentaron en la mesa más cercana. Enseguida la misma chica se acercó a ellas con una sonrisa. 

-Buenas noches, mi nombre es Nojiko y seré quien las atienda, ¿qué quieren de beber?- Cuando empezó a hablar, Inoko tuvo un mal presentimiento que Kahoko captó enseguida, por lo que pidió por ella. -Muy bien, ahora mismo se lo traigo.- 

-¿Estás bien?- 

-No lo sé.- Sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas y, como si algo la controlase, miró a Kaji que miraba a Nojiko, siguiendo sus movimientos y, al final y antes de atender a otra mesa, mostró una pequeña sonrisa. Con eso, sus pies cobraron vida propia y se levantó de la mesa ante la mirada preocupada y atenta de Kahoko que vio cómo se acercaba a Kaji que sonreía a un cliente y de esa manera observó la cara de sorpresa que puso al ver a Inoko. También observó cómo quiso saludarla y preguntarle qué pasaba, pero antes de poder articular palabra alguna, Inoko levantó la mano y la estampó contra la mejilla de Kaji que se tambaleó y casi se caía al suelo. El sonido del golpe rompió con el ruido de risas y conversaciones que había en el restaurante y todos miraron a Inoko que lloraba silenciosamente y a Kaji que la miraba aterrorizado y con su mano sobre su mejilla. De esa manera Inoko salió corriendo de allí, chocando con Nojiko que llevaba las bebidas en una bandeja y que cayeron sobre ella. 

Kahoko no necesitó ni un segundo para comprender lo que había sucedido y recogió sus cosas y las de Inoko para salir corriendo detrás de ella, aunque antes miró a Kaji llena de odio y, murmurando un insulto, salió de allí. 

-¿Estás bien?- Nojiko se acercó a Kaji con el rostro preocupado, pero Kaji la empujó y salió corriendo del restaurante. 

-¡INOKO!- Exclamó su nombre en cuanto salió. Kahoko e Inoko estaban a unos metros del restaurante, Kaho consolando a su amiga que no paraba de llorar. En cuanto le oyeron Inoko empezó a andar alejándose de él y cuando quiso alcanzarla, Kahoko se puso enfrente. 

-¡NI TE ACERQUES A ELLA!- Empezó a golpearle en el pecho y a gritarle, sin importarle lo más mínimo la gente que los miraba. Había engañado a su amiga, a su mejor amiga y quién sabe por cuánto tiempo. 

-¡INOKO POR FAVOR!- Pero Kaji la ignoraba sino que seguía llamándola hasta que Inoko se giró y en sus ojos se podía ver el odio y cómo a cada paso se iba haciendo más grande. Kahoko se apartó y dejó que Inoko se pusiera frente a Kaji para darle otro bofetón en la otra mejilla. -Dejame que...-

-¡NO!, ¡ERES UN MISERABLE!, ¡¿CÓMO HAS PODIDO HACERLO?!- Su respiración era pesada y ya no se podía distinguir qué eran lágrimas y qué era la lluvia, pero ese era el menor de sus problemas. -¡YO TE QUERÍA, KAJI! ¡TE QUERÍA!, ¿LO NUESTRO QUE HA SIDO PARA TI ENTONCES?, ¡¿DIVERSIÓN?!- A medida que iba preguntando le empujaba, cada vez más fuerte que la anterior. 

-No Inoko...- Le volvió a golpear en la mejilla. 

-No vuelvas a decir mi nombre en tu vida.- Su voz era amenazante e Inoko empezó a notar que sus poderes en cualquier momento se iban a descontrolar, pero cerró los puños con fuerza y poco a poco se fueron desvaneciendo. -No eres nadie para mí.- 

-Inoko por favor.- Puso la mano en alto para mandarle callar. 

-Sólo responde a esto: ¿la quieres?- Kaji no contestó. -¿LA QUIERES?- 

-¡NO!, ¡POR FAVOR, INOKO DEJA QUE...!- Ahora él también estaba llorando y quiso acercarse más a ella, pero Inoko se echó hacia atrás, rechazando cualquier contacto con él. 

-Lárgate.- Murmuró y Kaji se quedó quieto observándola. Ya no le miraba, sus ojos miraban al suelo y después de unos segundos esperando que algo más sucediera, se giró y se alejó de ellas hasta desaparecer de su vista. Inoko volvió a llorar tapándose el rostro y Kahoko la abrazó con fuerza. 

-Vamos a casa.- Inoko asintió y, sin separarse, se transportaron hasta el apartamento de Usagi. Su hermano era el único que estaba en el salón y al verlas se levantó enseguida, aunque su rostro empezó a mostrar preocupación al ver a Inoko llorando y temblando. Cuando puso su mano sobre su hombro Inoko se fue corriendo de allí, encerrándose en su habitación. Usagi miró a Kahoko por una respuesta y ella, con su rostro lleno de tristeza y rabia por lo sucedido, abrió sus labios. 

-Kaji la ha engañado con otra.- Y Usagi se fue corriendo de allí, cogiendo su abrigo e ignorando a Misaki que entraba por la puerta con una sonrisa. Cuando Kahoko le explicó lo mismo, Misaki salió corriendo detrás de su pareja y dejó solas a Inoko que lloraba en su habitación y a Kahoko que llamaba a unas personas que iban a ayudarla. 

Enseguida se presentaron. Karen, Hanon y Coco casi arrancaban la puerta y por poco no arrasaban con todo el apartamento a su lado. 

-¿Dónde está ese malnacido?, porque te juro que como le tenga delante le voy a...- Noel paró a su hermana, Karen. 

-¿Dónde está?- Preguntó Seira con voz calmada aunque se notaba en su tono algo de tristeza. Ninguna se podía haber llegado a imaginar que Kaji, o cualquier otra persona, llegaría a engañar a Inoko.

-Está en su habitación. Lleva un rato sin salir.- Coco y Noel asintieron con la cabeza y subieron las escaleras para ir a ver a Inoko mientras las demás estaban abajo, Luchia y Seira haciendo un té para todas, aunque sobre todo para Inoko y Kahoko que estaban empapadas y necesitaban entrar en calor. Karen, sin embargo, seguía insultando a Kaji. 

-¿Dónde está Akihiko?- Preguntó al darse cuenta de que él no estaba alrededor gruñendo por la presencia de las amigas de Inoko. 

-Ha ido a por Kaji. Misaki ha ido tras él.- 

-Ya es hombre muerto.- Karen sonrió con malicia. 

-¿Cómo ha podido hacerlo?- Preguntó Luchia y Kahoko suspiró. 

-No lo sé, pero ha sido un grandísimo idiota por haberlo hecho.- Se quedaron en silencio, escuchando a lo lejos los consuelos de Coco y Noel a su amiga que seguía llorando desconsoladamente. 

-¿Creéis que lo superará?- Preguntó Hanon y todas miraron a la habitación. 

-Estoy segura de que sí.- Respondió Kahoko firme. 

*

-¿Lo nuestro va a acabar?- Preguntó Nojiko cuando Kaji y ella salieron del restaurante. 

-Nunca hubo nada 'nuestro'. Pasó una vez y eso me seguirá a todas partes.- 

-Kaji... por favor, sé que tú sientes lo mismo que yo.- La chica se acercó a él, pero cuando Kaji fue a contestar unas manos le empujaron al suelo. Nojiko pegó un grito del susto y miró a un hombre de pelo plateado y cuyos ojos violetas estaban llenos de odio. 

-¡USAGI!- Exclamó Misaki detrás de él intentando pararle. 

-Maldito malnacido...- Murmuró Akihiko con un tono de voz que incluso asustó a Misaki detrás de él. Jamás le había visto tan enfadado como en ese momento. -No vuelvas, ¡JAMÁS! a estar cerca de ella, no mires en su dirección, no respires cerca de ella, porque como te vea que intentas mantener contacto con ella lo más mínimo, ya te puedes ir olvidando de tus privilegios de niño rico y de esa cara que tienes porque me encargaré de hundirte, ¿me has oído?- Kaji asintió presa del pánico aún tirado en el suelo y vio cómo Akihiko se alejaba de allí. Misaki le miró una última vez y con eso, Kaji comprendió el gran error que había cometido. 

Cuando llegaron de nuevo al apartamento, Akihiko subió las escaleras ignorando a las chicas que estaban en el salón y entró en la habitación de Inoko. Su corazón se rompió al ver a su hermana sentada en una esquina de la habitación y llorando con sus brazos rodeando las piernas dobladas. Dejando el abrigo en la cama, se agachó frente a ella y puso la mano sobre su cabeza, intentando no llorar cuando vio sus ojos verdes llenos de lágrimas y rojos. Sin decir nada, Inoko le abrazó con fuerza y lloró sobre su hombro. 

-Todo saldrá bien.- Fue lo único que dijo Akihiko después de unos minutos en silencio. Se miraron a los ojos. -Confía en mí.- 

-¿Así te sentiste cuando Takahiro se comprometió?- Asintió levemente. -¿Y qué hiciste?- Su voz sonaba rota y su respiración entrecortada no la dejaba decir la pregunta sin necesitar respirar un momento. 

-Conocí a Misaki y eso fue lo mejor que pudo haberme pasado.- Inoko mostró una pequeña sonrisa. Le gustaba ver a su hermano así de feliz junto a alguien que quiere y cuyo sentimiento es recíproco. -Algún día conocerás a alguien que valga la pena y que vea en ti lo que todos nosotros vemos.- Akihiko le quitó las lágrimas de sus mejillas y con eso, el verdadero aspecto de Inoko volvió a ocultarse bajo unos ojos azules y un pelo oscuro y listo que rozaba los hombros. 

-¿Le has hecho algo?- 

-No. Misaki no me dejó.- Soltaron una pequeña risa los dos y de nuevo se quedaron en silencio. -Haces lo correcto yéndote a Inglaterra.- Le miró asombrada. Sabía que él no estaba de acuerdo en que su hermana fuera a una guerra en la que podía salir gravemente herida, o lo que es peor, muerta. Pero Akihiko comprendía que, aparte de que no hay otra opción y que tenerla a ella y sus poderes serían más que suficientes para acabar con tanto sufrimiento, que nada la ataba aquí más allá de sus amigos y familiares. -Una temporada fuera te vendrá bien.- Quiso preguntarle por el "¿y si...?", pero sería demasiado doloroso y más aún en un día como ese. -Tus amigas están esperando.- La ayudó a levantarse. -Ve.- Inoko fue hasta la puerta, aunque antes de abrir, fue corriendo hasta su hermano y le abrazó con fuerza. 

-Gracias.- Murmuró sobre su pecho y Usagi sonrió ligeramente, poniendo la mano sobre su cabeza y acariciando suavemente. Inoko se despidió con una sonrisa y salió de allí, dejando a Akihiko solo en la habitación. A los pocos minutos la puerta se abrió. 

-¿Usagi?- Misaki vio a su amante sentado al borde de la cama, sus codos sobre las rodillas y con la cabeza apoyada en sus palmas. Sin decir nada más, Misaki cerró la puerta tras de si y se sentó a su lado, dejando que él le abrazase y que descargase todo los sentimientos que estaba sintiendo en ese abrazo. 

Aquella noche Misaki vio llorar por segunda vez a Akihiko y él lloró igual. 

*

La noticia de que Kaji e Inoko habían roto su relación se expandió como la pólvora y los murmullos cuando uno de los dos pasaba llenaron los pasillos y sobre todo la clase de ellos. Algunas aprovecharon la situación para declararse a Kaji, pero muchas otras personas dejaron de hablarle, decepcionados por cómo era realmente y por lo que había hecho. Y no fue de extrañar ver que los amigos de Inoko estuvieron un tiempo sin hablarle, aunque no sin antes gritarle las razones por las que había sido un auténtico capullo. 

Aunque había momentos incómodos en los que tenían que hablar ellos dos; sobre todo en los trabajos de clase; el más incómodo que había era el de organizar el festival y, al ser delegada y subdelegado, tenían que comunicarse a la fuerza. Los primeros días él intentó hablar con ella más allá de lo formal por el festival, pero al ver que ella le ignoraba lo dejó de intentar y sólo respondía a las preguntas que ella hacía. 

Estaba destrozado y eso se podía ver en sus ojeras y en sus ojos azules que antes estaban llenos de alegría, ahora no mostraban nada. Se encerró en si mismo y según pasaban las semanas, el chico activo y perfecto en cualquier cosa, se volvió más torpe y apenas era capaz de centrar su atención incluso en las cosas más simples. 

El día del festival llegó y todos los alumnos se movían de un lado a otro, preparando sus puestos de comida, sus atracciones por las clases y sus pruebas de deporte. 

El momento del concierto llegó y todos los alumnos y profesores se agolparon en el auditorio. Cada uno de los amigos de Inoko se presentaron y actuaron tocando sus respectivos instrumentos, aunque el que más le gustó a ella, fue ver a Kahoko y a Len tocando el violín juntos de tal manera que se produjo magia allí mismo y una muy distinta a la que hacía Inoko. Cuando ambas amigas se reencontraron en el backstage se dieron un fuerte abrazo. 

-Brilla como haces siempre.- Inoko asintió y vio a Kaho alejándose del brazo de Len, quedándose de nuevo sola y observando al director de instituto anunciando el siguiente acto. 

-Y ahora una de las actuaciones más esperadas de la noche. Nuestra querida Delegada nos deleitará con una canción. Usami Inoko.- El director se fue del escenario y apareció Inoko con los vitoreos y aplausos de todos los que estaban allí presentes. En la primera fila vio a sus padres y a Usagi y Misaki, todos mirándola con sonrisas, Misaki y la madre de Inoko con sonrisas de orejas a orejas, pero en cambio Usagi y su padre con sonrisas más prudentes. Era la primera vez en mucho tiempo que ambos estaban en una misma sala sin lanzarse indirectas mutuamente. 

En cambio, a unos metros de ellos se encontraba Kaji y aunque se miraron durante unos segundos, ella apartó la mirada enseguida. 

Se colocó en el centro del escenario y alumbrada con un solo foco, la música comenzó a sonar. 

Todos esperaron que cantase alguna canción dirigida a Kaji, pero se sorprendieron cuando cantó en su lugar aquella canción que ella había compuesto y demostrando en ese momento que lo sucedido con Kaji lo había superado con creces y su sonrisa había vuelto a ser la misma de la de siempre, capaz de alegrar el día de cualquiera con solo verla. 

En ningún momento abrió los ojos, sabía que si lo hacía lloraría, y no sólo al ver a su familia, sino al ver a Kaji con aquellos ojos azules sin vida. De igual manera, se sintió como nunca al cantar la canción, en paz, como si su magia estuviera en armonía por todo su cuerpo y esa canción fuera la única que pudiera controlarla, por lo menos durante aquellos minutos encima del escenario. 

Se sentía poderosa, sin ningún miedo para lo que estaba por venir, y aquello hacía que fuera de nuevo ella misma como nunca había sido. 

En aquella canción agradeció a todas las personas que formaban parte de su vida: su madre, Fujihiko, Usagi, Misaki, e incluso Haruhiko aunque apenas le dirija la palabra. También le agradecía a su Doctor, al que quiso desde el momento que la llevó a su primera aventura hasta el día de hoy, e incluso al nuevo Doctor que de vez en cuando aparecía en el balcón de su habitación y estiraba el brazo para llevarla a una nueva aventura o a ver auroras voreales en el espacio, quedándose los dos sentados en la puerta con las piernas flotando en el espacio y en silencio con sus brazos entrelazados. También le daba las gracias a sus amigos, los que la veían ahora mismo y las que están en sus respectivos reinos en el mar. Pero, también se las daba a Kaji, porque a pesar del daño que le pudo hacer, le dio el mejor tiempo de su vida estando a su lado. 

It's never gonna end

Cause you're my real best friend

Baby I can touch the sky with you, ohh

Cuando terminó la canción no pasó ni un segundo hasta que todo el auditorio se llenó de aplausos, silbidos, vitoreos y halagos. Inoko abrió los ojos por aquel recibimiento y miró a su familia, todos llorando, aunque Fujihiko y Usagi lo disimulaban un poco mientras que su madre y Misaki lo hacían sin ninguna vergüenza y empapando sus mejillas e incluso sus cuellos. 

-Muchas gracias.- Dijo y se fue de allí, con Kahoko que la recibió con los brazos abiertos y una gran sonrisa. 

-Estoy muy orgullosa de ti. Has sabido brillar como haces siempre.- Las dos amigas se miraron. -Vuelves a ser tú.- 

-Vuelvo a ser yo.- Repitió Inoko en un susurro y mientras Kahoko hablaba con Len, Inoko se giró y miró al público, pero Kaji ya no estaba allí.

Cuando terminó su actuación, Kaji se fue de allí aprovechando los aplausos que estaba recibiendo ella. Esquivando a los alumnos que iban corriendo por el pasillo, subió las escaleras hasta llegar al ático, recordando cada momento que había vivido con Inoko ahí arriba cuando aún eran pareja. Le dolía estar allí, pero era el único lugar no lleno de gente y donde podía estar en paz. Sentándose en el bordillo con sus pies hacia afuera, cerró los ojos, escuchando a lo lejos el barullo de gente, las risas y los vitoreos para los deportistas. 

-Creía que solo yo se relajaba aquí arriba.- Abrió los ojos y al girarse vio a Inoko detrás de él. Kaji se movió para irse, pero ella se adelantó. -No, quédate. Está bien que haya alguien más aquí.- Asintió levemente y se reincorporó, sintiendo a Inoko sentarse a su lado, aunque dejando un espacio entre ellos. 

-Lo has hecho muy bien.- La escuchó sonreír, pero no se atrevió a girar el cuello para verlo. 

-Todos esperaban que hiciera una canción dirigida hacia ti.- 

-¿Por qué no lo has hecho?- 

-No iba a tener sentido. Al fin y al cabo ya lo he superado.- Kaji no dijo nada. -¿Por qué lo hiciste?- Podía haber preguntado por el cuándo, pero eso no iba a responder lo que realmente quería saber. 

-No lo sé. Sencillamente... no lo sé. Ella llegó y nos empezamos a llevar muy bien y... sucedió.- 

-¿Te arrepentiste?- 

-Desde el primer momento.- Cuando cogió el valor, giró el cuello y vio a Inoko mirándole, pero sabía que esa vez era diferente. -¿Me sigues odiando?- 

-No. No hay motivos para odiarte ahora mismo. Al principio sí, pero... me di cuenta de que así es la vida.- 

-¿Y no podríamos intentarlo una vez más? Te prometo que yo...- Pero Inoko le cerró los labios con su índice y una pequeña sonrisa. 

-¿Y qué sentido tendría? Kaji... dejé de quererte hace tiempo, y sé que tú también. Si volviéramos juntos sería una relación sin sentimientos y eso no lo quiero ni para mí, y mucho menos para ti.- Y así, Kaji comenzó a llorar, a sacar todo lo que llevaba tanto tiempo guardando. Inoko le abrazó enseguida y se quedaron en esa posición durante largos minutos hasta que Kaji dejó de llorar y su cuerpo dejó de temblar. 

-Siempre te voy a querer.- Murmuró Kaji rodeándola con sus brazos. 

-Y yo a ti también.- Se miraron e Inoko por fin pudo ver que los ojos de Kaji volvían a mostrar su felicidad y su brillo característico. Volvía a ser él. 

Con tiernas sonrisas, juntaron sus frentes y cerraron los ojos, disfrutando del momento hasta que unas voces empezaron a llamar a Inoko, por lo que se separaron. 

-¿Vienes?- Le preguntó a Kaji, pero él negó con la cabeza. 

-Me quedaré un rato más aquí.- Inoko tan sólo sonrió. 

-Gracias, Kaji.-

-Gracias, Inoko.- Y ella se fue de allí con una sonrisa que no se borró por el resto del día. Y también pasó con Kaji.

Continuará...

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Nota: la relación de Kaji e Inoko era algo que desde el primer momento que empecé a escribir la fic, no iba a ser algo en lo que fijarme para la historia, sino que las cosas pasarían muy rápido para así poder meter la auténtica trama. Tal vez podría haber escrito más sobre ellos dos y su relación, pero no le veía sentido hacerlo.

https://www.youtube.com/watch?v=yr25m7_h-CQ

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