Tengo mis ojos puestos en tí

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G
Tengo mis ojos puestos en tí
Summary
Primero hay mucho coqueteo, luego actúan y comienzan algo casual, después lo terminan amistosamente. Todo debería queda ahí ¿o tal vez no?
Note
Bien, a pedido de algunas personas, aquí está en español.Creo que caí en mi propia trampa porque tuve que releer todo esto ya que estaba en un español muy neutro y al traducirlo al inglés no importa mucho; pero, aunque esto sea un fic, trato de que sea realista al menos en cómo hablan en España así me dediqué a reemplazar palabras e intentar que suene auténtico (no lo conseguí jaja).Seguramente hay muchos errores, me disculpo de antemano, y pues nada, que los disfruten.Y si pensabas que te iba a dar el capítulo 4 y 5 de una vez, lamento la decepción, me gusta crear algo de suspenso.Por si a alguien le interesa, la canción Say yes to Heaven de Lana del Rey me inspiró, la escuché un día y empecé a escribir. Sólo eso.Juro que el capítulo 5 vendrá pronto.
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Despecho

-Extraño un poco el sexo fabuloso, es todo-eso sale más como un gruñido que como algo dicho al azar que carece de importancia.

Mapi jamás admitiría nada semejante ante nadie, pero en su mente es lo que es y Alexia la está presionando, pinchando para saber qué pasó. Le gustaba el sexo con Ingrid y ahora está privada de ello porque se terminó como sabían ambas que terminaría.

Y cuando Alexia la abordó para preguntar si estaba bien ¡por qué no lo estaría! se lo hace saber.

-Si tú dices.

Y la mediocampista española no luce del todo convencida.

-Sí, Ale-Mapi desestima la preocupación de Alexia con un gesto de la mano-de todos modos, ya me estaba cansando un poco. Sabes, el sexo puede ser bueno pero llega un punto en que la misma persona aburre.

Ante tamaña mentira inesperada que ni ella misma pensaba soltar, Mapi traga saliva con fuerza y evita el contacto visual con su mejor amiga.

-Bueno, sólo quería comprobar que estuvieras bien.

-Mejor que nunca-Mapi se frota las manos como usualmente hace ante algo que llama su atención-tengo invitación para un evento de moda y otras boberías de esas ¿te apuntas? Habrá tragos, comida y mujeres.

-Y supongo que intentarás ligar con alguna que otra modelo de esas que nos miran como si fuéramos bichitos insignificantes.

-Ya me conoces, tengo encanto natural para las damas y pienso usarlo con alguna ¿vienes o no?

-Quizá-Alexia resopla entre divertida e incrédula-no sé cómo siempre haces para arrastrarme a esas cosas.

-Porque eres tímida y yo soy desenvuelta, y te ayudo a encantar a una que otra mujer que te trata como bichito raro ¡a ti, la reina de Barcelona!

-Vale, no es necesario el show. Y no necesito que las encantes por mí, ni de coña.

-Todas me adoran, yo las adoro-Mapi se encoge de hombros-y te ayudo en el proceso.

-No adoras a ninguna.

-Lo hago-Mapi hace caras raras y muecas de todo tipo-he tenido novias, estuve enamorada; las relaciones terminan y la vida sigue; ahora disfruto libre de ataduras y adoro cuanto puedo.

-Mmm…

Mapi se ríe de Alexia y lo poco convencida que parece. Pero es cierto que ella no está mal ¿para qué o por qué? lo de Ingrid fue un buen rollo y duró bastante más de lo esperado. Sexo hay por todos lados si se sabe buscar.

Sí, le sorprendió bastante saber que se iba a Turquía así de la noche a la mañana y que no hablara con ella hasta última hora, pero ya estaba. En realidad, con la pelinegra noruega fueron varias buenas sorpresas, desde la química y el entendimiento desde antes de enredarse hasta lo bien que la pasaban una vez ya enredadas ¿pero qué más da? seguir pensando en ello o en que la noticia le haya caído como un balde de agua fría ya es irrelevante

Puede que Mapi sea siempre la que dé fin a todas las relaciones y ahora, por una vez, le tocó sufrirlo en carne propia. Bueno, sufrir es una palabra tan fuerte y ella no sufre nunca. Pero algo por el estilo. Es cierto que creyó que durarían un poco más, pero acabó y hay que pasar página.

 

 

Casi que está oyendo a escondidas, pero Aitana no es de esas que hablan bajito y además tiene una voz aguda, así que aunque Mapi no quisiera seria inevitable.

Recibe la información, la memoriza y se larga del vestuario.

Y la noche del día siguiente, muy tarde, entra al club con toda confianza y se dirige a la barra por más que no va a tomar nada. Escanea a la multitud hasta que encuentra a Ingrid con su grupo de amigas, sin presencia de Aitana porque es demasiado responsable para salir la noche antes de un partido. Mapi también suele ser responsable junto a otras grandes cualidades como ser una cazadora nata lista para ir detrás de su presa.

Agradece mentalmente a Aitana por hablar tan alto o nunca se habría enterado.

Ingrid baila y parece divertirse y a Mapi le provoca algo extraño. Ella siguió adelante. Bueno, Mapi también lo hizo, pero sin embargo ahí está, para probar que con una sola mirada la noruega cae en su red de nuevo en un santiamén. Sabe muy dentro suyo que cuando oyó esa conversación tendría que haber seguido de largo, pero fue más fuerte el deseo que seguía bullendo en su interior, como un volcán que ansiaba hacer erupción. Deseo simplemente sexual, nada más.

No pierde el tiempo pensando mucho, se pone en el campo visual de Ingrid y espera, y la electricidad la recorre cuando los ojos verdes la notan. Claro que la nota y la reconoce al instante.

Mapi levanta las cejas y tiene esa sonrisa ladeada que siempre funciona. E Ingrid cae, cómo no. Bien, su ego se dispara a la estratósfera porque sigue teniendo ese efecto en la belleza noruega.

La pelinegra se acerca y la suspicacia brilla en su mirada. Inspecciona a Mapi de arriba a abajo sin sutileza y no lo oculta para nada

-Mapi León, qué placer.

-Ingrid. Lo mismo digo.

-Qué…agradable casualidad-ronronea Ingrid llevándose la copa de lo que sea que bebe a los labios.

-Qué bueno que te lo parezca-Mapi aparenta una indiferencia que no siente y mira alrededor- ¿te va bien?

-Sí ¿y a ti?

-No me quejo.

-Parece que Barcelona es muy pequeña-ríe la pelinegra.

-Ya conoces el dicho ese de que el mundo es un pañuelo.

-No me suena mucho-la risa nasal deja en claro que sabe que nada es casualidad.

Mapi se muerde el labio, mira hacia abajo y piensa si decir la verdad aunque Ingrid la sospeche o esperar a que Ingrid sola corra tras de ella y mostrarse indiferente. Opta por lo menos conveniente.

-Tal vez la casualidad no sea la que dirige esto esta noche.

- ¿No? Tengo que saber al respecto, entonces.

Qué carajos le hace Ingrid que deja a su mente nublada y completamente desprotegida, justo a ella, que siempre tiene las réplicas adecuadas y las palabras necesarias para salir airosa.

-Estás festejando tu cumpleaños.

-No, mi cumpleaños es el fin de semana que viene, no se puede festejar por adelantado-Ingrid vacila-no te dije que venía porque…bueno…

-Está bien, nuestro rollo terminó y no estabas obligada-se encoge de hombros la española.

Ingrid mira alrededor y aprieta la copa con más fuerza que la necesaria.

-Dime ¿Estás aquí de casualidad? -atina a preguntar.

- ¿Por qué?

-No se contesta una pregunta con otra, Mapi.

-No sé quién pudo haber dicho eso-Mapi gira la cabeza levemente y se decide por la franqueza-si te dijera que estoy aquí porque quiero darte tu regalo de cumpleaños por adelantado ¿qué pensarías?

- ¿Es así?

-Sí.

Se han ido acercando cada vez más, susurrándose y mirándose con descaro, y el travieso meñique izquierdo de Mapi roza por encima de la cadera de Ingrid.

-No veo mi regalo por ningún lado.

-No está aquí-Mapi mira brevemente por sobre el hombro de Ingrid y Esmee y Frido apartan sus ojos sagaces de ellas-tendríamos que irnos para que te lo dé. Y eso llevaría toda la noche, sólo como advertencia.

-Oh, te has tomado molestias, ya veo-Ingrid se pasa la lengua por el labio inferior entendiendo perfectamente de lo que está hablando Mapi-pero no puedo dejar a mis amigas.

-Sí puedes, a mí me tienes sólo esta noche, a ellas las ves mañana.

Ante eso Ingrid sonríe, Mapi a su vez sonríe victoriosa y estira la boca en una mueca por su inevitable triunfo.

Qué importa que Ingrid haya cortado abruptamente lo que tenían, que no haya dicho nada más aparte de que no iba a funcionar y se haya largado sin más. Han sido meses de largos pensamientos, no de negación, sólo pensamientos. Mapi sabía que no funcionaría pero tal vez esperaba algo más que todavía no se explicaba, o una charla más adecuada en lugar de pocas palabras después de un revolcón.

‘Me voy a Turquía’ así como quien dice ‘me voy a comprar un poco de pan’

Tampoco importa nada de lo que ha estado sintiendo desde que la pelinegra se fue, esta noche no siente nada más que deseo y ganas de probarse a sí misma que puede dejarla atrás luego de una última vez. Luego de que ella decida que es la última vez.

- ¿Me llevas a tu casa?

-No.

Es todo el intercambio mientras el aire ligero se enrarece dentro del coche de Mapi, la excitación crepita y una energía extraña se adueña de todo alrededor.

No es el hotel al que fueron en su último encuentro, pero es igual de lujoso, la habitación espaciosa y cómoda, las luces bajas y una cama lo suficientemente grande para hacer todas las cosas que quiere hacer con Ingrid y no tuvo tiempo antes.

-Veo que pensaste en todo-Ingrid camina lentamente y curiosea.

-Siempre lo hago.

-Estabas muy segura de que vendría contigo.

-Sólo lo sabía-responde Mapi quitándose la chaqueta.

-Estás diciendo que no puedo resistirme a ti.

-Lo que digo que es hace dos…que hace un tiempo dijimos que sería la última vez, y aquí estamos, te busqué y no dijiste que no.

- ¿Quieres demostrar algo?

-Que nos gusta follarnos mutuamente, preciosa.

Mapi se sirve un vaso de agua y no se inquieta ante la mirada de Ingrid y su ceja curiosa arqueada; y no deja de observarla ni un segundo, deseándola y quitándole la ropa mentalmente.

- ¿Cómo sabías que estaba en la ciudad?

-Lo oí por ahí-Mapi se da vuelta y se desabrocha algunos botones de la camisa muy despacio-después de hoy, no habrá otra vez ¿lo entiendes?

- ¿Lo entiendes tú?

Mapi resopla una risa descarada y niega muchas veces. Ninguna mujer tiene la última palabra ante ella.

-Creo que nos faltó algo de tiempo para probar un par de cosas más-el tono bajo y seductor tiene una gran influencia en la noruega y Mapi es consciente-si quieres, claro. Después cada una a lo suyo otra vez.

-Bueno, no habrá arrepentimientos de mi parte, puedes estar segura-confirma Ingrid-ningún arrepentimiento de ningún tipo

-Eso me agrada. Tengo planeadas muchas cosas buenas, te van a gustar-la española toma la barbilla de Ingrid con la mano derecha y habla en tono bajo y grave-pero tienes que estar dispuesta.

Los ojos verdes llamean familiarmente ante eso casi como si supieran.

-Tengo que saber de qué se trata para decirte que sí.

-Mejor si te doy una demostración ¿no?

Mapi la toma de una mano y la lleva cerca de la cama y nota que Ingrid está nerviosa y no entiende por qué, habiendo hecho esto muchas veces antes. Aunque cree adivinarlo, la conoce un poquito. Su nerviosismo radica en la anticipación, en lo que quiere y sabe que Mapi le hará porque está mirando los juguetes sobre la mesa de noche. Eso es algo que no han probado…todavía. Resulta fascinante imaginarlo.

- ¿Qué dices? -Mapi pasa las yemas de los dedos por el hombro de Ingrid bajando lentamente por todo el brazo mientras le habla al oído- ¿te apetece?

-Siempre, León.

El momento no puede estar más cargado de lujuria y fuego. Ingrid tiene una expresión muy satisfactoria considerando que ni siquiera arrancaron. Y además, alrededor parece haber algo más que suele envolverlas y de lo que nunca se percatan.

-Quiero follarte toda la noche-murmura bruscamente Mapi y no sabe de dónde salió eso, tal vez porque la dulzura no forma parte esa noche-y que me dejes hacerlo.

Ingrid se abalanza contra ella sin dudarlo, devorando su boca, toda fuego y necesidad.

Mapi hace lo mismo, implacable, apabullante y consume a Ingrid en un enredo de lenguas, labios y dientes. La temperatura ha aumentado considerablemente; en un solo segundo de cordura, la española las posiciona de forma tal que encierra a la pelinegra con uno de sus brazos contra la pared más cercana apenas moviéndose unos pasos, mientras una mano está en su nuca, apretándola y atrayéndola.

 Ingrid no es pasiva en lo absoluto, devolviendo cada embate de Mapi con el mismo fervor y la misma necesidad, gimiendo con suavidad y pidiendo más y más. Así fue siempre y eso no cambió

Se separan para respirar y se quedan a centímetros una de la otra. El calor se filtra a través de sus prendas, y los latidos incontrolables de sus corazones pueden oírse fácilmente sobre las propias respiraciones agitadas.

- ¿Así de fácil gané? -inquiere Mapi en un tono petulante, con el rostro y cuello enrojecidos-te tengo prácticamente derretida y todavía ni te toco adecuadamente

-Que rentaras un cuarto de hotel y fueras a buscarme al club, para mí no es ganar-responde Ingrid igualando el tono, pasando su lengua muy, muy despacio por sus labios mientras los ojos casi negros de Mapi siguen el nada sutil movimiento-y ahora prometiste follarme toda la noche, nadie se siente más ganadora que yo.

-Y todavía no has visto nada-promete Mapi pasando la yema del dedo índice sobre la boca hinchada por sus besos-cuando hagamos todo lo que tengo en mente, lamentarás haber cortado nuestra relación.

Pero Mapi no le da tiempo a pensar a Ingrid acerca de esas palabras, y cuando nota el ceño fruncido y una clara pregunta a punto de ser formulada, la hace caer a la cama de espaldas, y cae sobre ella aprisionándola con sus piernas a cada lado, besándola y chupando desde la mandíbula hasta donde el cuello nace, sabiendo las marcas que estaba dejando. Era desesperado pero calculado, mientras Ingrid suspiraba y gemía calladamente.

Le quitó la blusa y desabrochó la falda, y la sacó de un tirón dejando a Ingrid en ropa interior. No pierde tiempo y se lanza a lamer el pecho de la noruega, y chupa y chupa sin parar, causando las sensaciones más placenteras en Ingrid que no deja de gemir en ningún momento.

-Desnúdate por completo-ordena Mapi, mirándola mientras lo hace, conteniéndose para no hacerlo ella misma.

Control. Ella tiene control.

Mapi busca uno de los juguetes que tiene preparado para esa noche, y lo hace metódicamente despacio, y lo coloca al costado de la cama. Se deja caer sobre Ingrid otra vez y se mueve hacia atrás y adelante a propósito tal y como quiere hacer más adelante.

Vuelven a entrelazar sus lenguas mientras Mapi ajusta su posición para pasar la mano tímidamente por toda la humedad de Ingrid quien gime desesperada ante el escaso contacto. Y baja a succionar los henchidos pezones, brindando la suficiente atención a cada uno, estimulándolos.

Con dos dedos, tantea la humedad en su centro, tan listo, esperándola, posándose en su entrada, haciendo círculos una y otra vez, provocando a la pelinegra. Y cuando entra, lo hace de una sola vez, e Ingrid da un grito de sorpresa y cierra los ojos con fuerza por lo mucho que ansiaba justamente eso, disfrutando la sensación. Los dedos quedan quietos y segundos después, los comienza a mover con lentitud. Mapi no deja de mirarla en ningún momento, fascinada por lo receptiva que siempre es Ingrid a sus toques y a cada cosa que hacen en la cama. Y segundos después serpentea por el torso de Ingrid llegando allí donde va a probarla y a enloquecerla un poco más, lamiendo cada pliegue y recoveco.

-Por favor, Mapi-sigue suplicando.

-No escucho-se burla Mapi.

-No más juegos…

Pero Mapi siguió lamiendo y relamiendo, excluyendo ese punto sensible, sólo para molestar a Ingrid un poco más. Quiere tenerla al borde, para dejarla caer completamente,

Ingrid la mira y ve la burla de la mujer mayor, entonces toma su cabeza y la conduce ella misma hacia donde la quiere. Y necesita únicamente de dos o tres succiones para estallar en un grito de placer que estuvo conteniendo mucho tiempo. Y las réplicas, son maravillosos, con el orgasmo extendiéndose unos segundos gracias a la dedicación de Mapi.

Mapi baja de la cama y se quita la ropa prenda por prenda mientras es apreciada por Ingrid, y quizá flexiona los brazos un poco más de lo normal sólo para el deleite de la noruega. Siempre se los elogió. Luego, se coloca el arnés y el dildo también muy, muy lento, y se posiciona frente a Ingrid de rodillas, sobre la cama.

Ingrid la mira con los ojos entornados y una media sonrisa satisfecha, en toda su desnudez, con marcas rojas aquí y allá producto de los arrebatos de la pasión, las mejillas sonrojadas y los labios húmedos e hinchados. Y el cabello negro brillante desparramado como en un halo.

- ¿Estás segura? -pregunta Mapi e Ingrid asiente.

Nunca lo hicieron antes aunque el tema había surgido algunas veces

-Sí, hazlo.

Mapi la besa, un largo beso que es más suave de lo que pretendía y acuna su mejilla un instante. Y piensa si pedirle a Ingrid que se voltee porque mirarla directamente sería mucho, no es algo que ella haga. Pero también considera que mirarla es todo lo que quiere y no va a tener eso nunca más.

Mapi se arrodilla bien cerca, toma a Ingrid de las caderas y la deja en posición, con la punta del juguete presionando. Lo introduce lentamente y poco a poco, siempre cuidadosa y deja que Ingrid se acostumbre a la longitud y al grosor mientras deja besos suaves por el cuello y la clavícula.

Se miran. Los ojos verdes de Ingrid brillan y tiene una sonrisa de que ha ganado algo, y de cierta forma, lo hace. Otra noche increíble con Mapi, de esas que creyó no iban a pasar más.

Tal vez es bueno que ambas se sientan ganadoras pero de distintas formas.

Mapi comienza a moverse de a poco y es una sensación nueva y muy placentera, movimientos acompasados que hacen salir gemidos de sus bocas. Nunca creyó sentir placer por hacerle eso a una mujer, bueno, no placer para su cuerpo sino para su mente y ego. Ella se estaba equivocando. Antes no sentía placer, y ahora…

-Más-pide Ingrid algunos minutos después, cerrando sus ojos con fuerza.

- ¿Sí? -Mapi aumenta la velocidad y las embestidas sintiendo la leve fricción en su propio punto de placer.

-Más duro-repite la noruega-si supieras lo caliente que te ves follándome así-añade.

-Puedo parar en cuanto me digas-dice Mapi sólo por si acaso.

-No hace falta-niega Ingrid entrecortadamente.

Es todo lo que Mapi necesita para tomarla de las caderas y pegarla completamente a sí misma, enterrándose más profundamente, con movimientos estables pero veloces, al tiempo que con un pulgar algo inestable roza el clítoris de Ingrid y usa la otra mano de apoyo. Se besan con urgencia e impaciencia. Ingrid araña la espalda de Mapi y pasa sus uñas por todo su cuerpo, y presiona su nuca para no separar sus labios.

-No puede…ser-jadea la española más preocupada que sorprendida, con la mente incrédula.

Mapi sabe que también se va a correr. Es increíble e imposible, pero no importa que no esté siendo estimulada directamente por Ingrid, es suficiente estímulo verla al borde, completamente fuera de control y saber que la causa es ella; que ella la está follando sin parar y le provocará otro orgasmo, y otro, y otro más, y que aunque no estén destinadas a nada, en ese momento lo son todo. La imagen es simplemente demasiado.

Y cuando Ingrid se aferra más fuerte a ella y se corre con fuerza, Mapi la sigue al instante. Y caen juntas. Y las sensaciones son abrumadoras por varios segundos más. Ni siquiera pueden moverse y apartarse una de la otra.

-Wow-jadea Ingrid.

-Si-suspira Mapi, finalmente poniéndose a un costado.

Se le ocurre que tomar una gran bocanada de aire en lugar de hablar de más es lo mejor.

-Muchas gracias, en serio. Es un buen regalo de cumpleaños.

Sí, una buena follada y mañana seguir como si nada.

-No seas tonta…recién empezamos.

-No sé cómo haces para superarte siempre.

- ¿Estuvo bien, entonces?

-No creo que seas insegura de ti misma, así que sólo buscas aumentar tu ego.

Mapi ríe porque la ha pillado.

Se quedan un buen rato sin hacer ni decir nada, sólo acostadas una al lado de la otra calmando los latidos errantes.

- ¿Tu regalo se trata únicamente de dar o también de recibir?

-Depende qué tengas en mente.

-Aquí, arriba-manda Ingrid señalando encima de su rostro y cabeza-quiero follarte con mi lengua.

Y Mapi va más que complacida, con la anticipación de que eso será realmente bueno y de que la noche recién arranca.

 

No hay muchas palabras posterior al sexo. Mapi lo prefiere así, no hay nada que puedan decirse que sea bueno. Se duermen un rato y Mapi despierta sobresaltada y la figura tranquila de Ingrid no la ayuda a relajarse.

Una sensación de desasosiego se le instala en el pecho y huye de ella, de la sensación y de Ingrid. Ahora que el arrebato de pasión y de demostrarse algo a sí misma está pasando, se da cuenta de la gravedad de la situación.

Tiene al menos la decencia de despertar a la pelinegra y anunciarle que se va.

- ¿No puedes quedarte un rato más? -tiene la voz pastosa y gruesa y es un poco adorable.

¡¿Adorable?! Joder.

-Ya es de mañana y tengo que jugar un partido esta tarde.

Ingrid parece sopesar esas palabras con toda la modorra pegada detrás de los ojos.

-Bueno.

-La habitación está paga hasta el mediodía, no es necesario que te vayas, puedes dormir.

-Cuánta consideración, Mapi León…

-Te dejé algo más sobre aquella silla-Mapi señala con la barbilla-para que la uses cuando gane la final de la Champions League y corrobores que soy la mejor defensora del mundo.

-Sólo si tiene el número cuatro-murmura Ingrid y se incorpora un poco-yo…si quisiera ir a verte jugar esta tarde…

-Es mejor que no, Ingrid, ya sabes como suele ser la gente-niega Mapi muy insegura de lo que dice-guarda la camiseta y úsala en la final a la que seguro llegaremos.

-No hay problema.

-Dejaste muchos corazones rotos cuando te fuiste, las redes sociales no han sido lo mismo-se maldice por dejar salir eso pero la lengua va más rápido que su cerebro apenas despierto.

-A veces no sé cuándo hablas en serio.

-Lo estoy haciendo, los fanáticos creyeron que me abandonaste o cosas así, lo mejor es dejar esto aquí ¿te parece?

Ingrid asiente muchas veces y ya ni siquiera la mira a los ojos. Mapi tampoco lo hace.

- ¿No habrá próxima vez? -quiere saber.

-No-confirma Mapi.

Si algo extraño cruza los ojos de Ingrid, ella lo guarda enseguida.

-Fue una gran noche, gracias-musita la noruega contra la almohada.

-Gracias a ti.

Qué cosa más absurda agradecerse por buen sexo pero Mapi no lo expresa. Se retuerce las manos, finalmente se pone de pie, toma la chaqueta y una mochila que dejó el día anterior y sale sin mirar atrás.

 

 

Si más tarde ese mismo día anda un poco desorientada sobre el campo de juego y recibe una que otra reprimenda de Alexia, entiende que es merecido. Pero nadie sabe que la noche anterior no estuvo descansando como debía sino dedicándose a perseguir algo que, ahora entiende, resultó más peligroso de lo que parecía en la superficie.

Ingrid. Ingrid. Ingrid. Planeó toda esa noche en el hotel porque no significa nada, pero se le cuela muy fácil en la mente para significa tan poco para ella ¿cierto?

Mapi piensa que es despecho y no le da la razón a Alexia que habla de algo más. Algo se astilló dentro de ella y es probable que sea el ego antes que el tonto corazón; ya estuvo enamorada muchas veces antes, amó a otras mujeres, y lo que siente no es parecido a eso, no lo reconoce ¿cómo puede ser amor entonces? Es despecho y el ego herido aunque no sean los mejores sentimientos porque Ingrid podía acabar con ella de una forma que todavía no logró alcanzar con ninguna de las mujeres que utilizó para reemplazarla.

Eso la hace sentir como una mierda. Utilizar a otras, y haber utilizado a la propia Ingrid.

 

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