Chapter 4
Rhaenyra llegó a la cámara del consejo privado a través de los pasadizos, cuando llegó ya estaban todos los miembros del consejo excepto el Lord Comandante.
-Señores, deben estar preguntándose por qué los he llamado a esta reunión tan apresurada- dijo Otto. - El motivo es algo terrible y un suceso que nadie hubiera pensado que ocurriría tan abruptamente. Debo informarles de una terrible noticia-.
-Esta mañana fui a buscar al rey luego de que no se presentara en la reunión que estaba programada para hoy- siguió diciendo Otto. -Al llegar, el Lord Comandante de la Guardia del Rey estaba en su puesto. Me informó que unos momentos antes de mi llegada golpeó la puerta del rey y no recibió respuesta. Le pedí que abriera las puertas para poder tener una reunión con él-.
Al entrar en sus aposentos, lo encontramos sentado junto a su modelo. Al hablarle y que el rey no respondiera, el Lord Comandante se acercó y descubrió algo terrible... El rey estaba muerto-. Todos quedaron impresionados, sin poder creer lo que dijo, después de todo ellos habían visto al rey el día anterior y tenía un excelente estado de salud.
-Dadas estas circunstancias, yo tomaré el mando del gobierno como regente hasta que la princesa esté lista para asumir el trono-. dijo Otto con voz tranquila, como si eso fuera lo que se esperaría que pasara en una situación así.
- Eso no lo puede decidir usted, la reina debe elegir a su regente y, en todo caso, el consejo privado podría ayudarla en su elección, pero usted no puede asumir la regencia de esta manera-. dijo casi gritando Lord Lyman Beesbury.
-La princesa tiene parientes que podrían ser su regente, mi propia esposa, la princesa Rhaenys-, dijo Corlys Velaryon, ambicioso como siempre, pensando en cómo lo beneficiaría si su esposa se convirtiera en la reina regente.
-La reina no necesitará un regente, faltan pocas lunas para que cumpla la mayoría de edad, tener un regente durante tan poco tiempo sería innecesario-, dijo rápidamente Lord Strong.
-Si bien falta poco para que la princesa cumpla la mayoría de edad, la princesa aún no está casada-, dijo Hightower.
-Lord Hand tiene razón, la princesa debería estar casada antes de asumir el trono-, dijo Mellos.
Rhaenyra ya había escuchado lo suficiente, así que decidió que era momento de regresar a sus aposentos, ya era momento de que enfrentara a los traidores. Antes de que alguien pudiera decir algo más, se escucharon muchos pasos fuera de la puerta. La puerta se abrió con un gran estruendo y pudieron ver a casi todos los capas blancas y a varios capas doradas.
De entre la multitud de soldados se abrió paso el Lord Comandante. -¿Qué es este atropello, cómo se atreven a irrumpir de esta manera en la cámara del consejo?- dijo furioso el Gran Maestre Mellos.
-La reina fue informada sobre la muerte de su padre, y como ahora es su derecho, me ordenó que los confine a todos en estas cámaras hasta que ella llegue al consejo-, dijo el capa blanca.
Todos quedaron boquiabiertos, y ninguno pudo preguntar el motivo hasta que el más osado habló. -La princesa no puede darles órdenes a la Guardia del Rey ni a la Guardia de la Ciudad, ustedes no pueden encerrarnos- dijo Otto con aire de suficiencia.
-Ahora somos la Guardia de la Reina y solo seguimos sus órdenes, y los capas doradas son soldados de la corona, así que ella también los comanda-, replicó el comandante furioso, como se atrevía ese hombre a refutar las órdenes de la reina, pensaba.
El Gran Maestre iba a responder, saliendo en defensa de la Mano, pero antes de que lo lograra, las puertas fueron abiertas y por ellas entró la princesa. Vestía un vestido impresionante, aún más asombroso que el que usó en su ceremonia de nombramiento como heredera al Trono de Hierro, y tenía el porte de una reina. Caminó con paso firme y decidido, con la cabeza en alto y mirada desafiante. Su rostro estaba inexpresivo, pero sus ojos mostraban que no estaba contenta con la situación, y en ese momento supieron que ella no sería tan dócil como el antiguo rey.