
Noviazgo
Categoría: Ejército de Dumbledore.
Prompt: Noviazgo.
Personaje: Luna Lovegood.
Palabras: 500
Al finalizar la batalla de Hogwarts dando fin a la Segunda Guerra Mágica, varias parejas consolidadas y otras desconocidas se dispusieron a vivir plenamente su amor.
Luna Lovegood vio con satisfacción como Harry y Ginny por fin tenían la libertad de dar a conocer su relación sin los miedos de muertes o guerras y después de estar separados por casi un año, fue testigo de lágrimas de felicidad por poder estar juntos.
Ella, que siempre había sido más perceptiva que cualquiera gracias a los secretos que le contaban las nunnies, ciertas criaturas mágicas similares a un hada que sólo ella conocía, también vio a la distancia sonreír a Draco Malfoy mientras observaba embelesado a Hermione.
—Quizá tenga una esperanza ahora que el bien ha triunfado —murmuró con voz soñadora—. Percibo que ha cambiado, y sé que verla viva y a salvo le da alegría a su corazón.
Ella también estaba feliz: Neville por fin se le había declarado. Cuando anunciaron su noviazgo al resto del ED, ellos respondieron con asombro que esa noticia no tenía nada de nuevo pues ya los veían como una pareja,
—Creo que los únicos que no se veían así eran ustedes mismos —rió Dean Thomas.
Luna se sonrojó ante el comentario para luego dejarse abrazar por Neville, quien se mostraba feliz y orgulloso de llevarla del brazo por todo lado y no se cansaba de decirle lo hermosa que era y lo enamorado que lo tenía.
Luna salió hacia el Lago Negro como usualmente hacía cuando estaba feliz pero esta vez de la mano de su novio.
—Has sido muy valiente al enfrentarte a Voldemort —le dijo sin apartar su mirada de él—. Temí por tu vida como nunca antes había temido por alguien… —y sin poder evitarlo, unas lágrimas de alivio recorrieron sus mejillas. Eran tantas emociones vividas durante las últimas horas que al fin podía respirar con tranquilidad pero esa liberación de sentimientos la descubrió llorando.
Neville tomó su rostro con ambas manos y enjugó con besos sus lágrimas.
—Todo ha terminado, ya no hay por qué temer.
—Lo sé, las nunnies me lo han dicho.
—¿Nunnies? Pensé que quienes te contaban todo eran los nargles —le sonrió.
—Oh no… los nargles son los diablillos traviesos que se llevan mis cosas. Las nunnies son las hadas que me hablan del futuro y me cuentan secretos de los demás —le guiñó con complicidad.
—¿Y qué te han dicho de mí? —le preguntó abrazándola.
—Que eres el hombre más valeroso, noble y decidido del mundo mágico, y que me amas tanto como yo a ti.
—Lo último es cierto.
—Y que seremos muy felices juntos, aunque como todo, habrá altibajos… pero les dije que eso no nos asusta, porque así es la vida, llena de cosas maravillosas pero también de experiencias de las cuales debemos aprender.
—Estoy de acuerdo y te prometo que pondré todo mi esfuerzo porque sean más las cosas buenas que las malas —y diciendo esto, la besó con pasión.