Espejo
Categoría: Ejército de Dumbledore.
Prompt: Espejo.
Palabras: 500
Esa noche Cho Chang llegó adolorida a la sala común de Ravenclaw. Había querido impresionar a Harry en su duelo contra Fred Weasley pero lo único que había logrado era quedar mal frente a todos. Durante las vacaciones de Navidad se había descubierto pensando en Harry en más de una ocasión y ya eran pocas las noches en que lloraba recordando a Cedric. Estar en el ED cerca de él le había dado una nueva ilusión a su vida a pesar de que sus padres no estaban de acuerdo, y de las constantes quejas de su amiga Marietta Edgecombe quien le reprochaba el haberse olvidado tan rápido de Diggory, aparte de que la obligaba a participar de esas reuniones en contra de su voluntad y con la excusa de aprender defensa cuando lo único que quería era estar cerca de Potter.
—Necesito que practiquemos más intensamente —le dijo a su amiga—. No puedo permitirme decepcionarlo otra vez.
—Eres una tonta; él nunca se fijará en ti, por más duro que entrenes. No tiene ojos más que para Weasley. ¿Acaso no viste sus ojos de orgullo cuando ella venció a Smith?
—¡Es mentira!, sé que no le soy indiferente —frunció el ceño algo dolida por las palabras de quien se suponía, era su mejor amiga.
—Deja de seguir engañándote, Cho, sabes que él se siente culpable por la muerte de tu exnovio, y si lo conozco un poco, sé que jamás podría traicionarlo contigo. Si ha sido amable contigo, es sólo por el recuerdo de Cedric y porque es un chico dulce y sensible. Pero no porque realmente le gustes. Si mal no recuerdo, rechazaste su invitación al Yule Ball, y eso es motivo para que no vuelva a invitarte a nada más.
Cho vio con expresión escéptica como Marietta se dirigía a su dormitorio y aunque estaba molesta por sus comentarios, internamente se propuso no rendirse.
En las siguientes lecciones, se dispuso a lograr con éxito, un patronus corpóreo y para su sorpresa, en la última antes de las vacaciones de Pascua, logró que un cisne saliera de su varita. Sin poderlo evitar, completamente emocionada, había sorprendido a Harry con un abrazo. El chico había correspondido al gesto aunque algo cohibido y sonrojado, y con satisfacción, pudo constatar a través del espejo frente a ellos, que Ginny estaba molesta por su acercamiento, mismo que ella prolongó todo lo posible, agradeciéndole a Harry por sus consejos y motivaciones, tratando de mantener una mano del tímido muchacho entre las suyas, a pesar de que pudo ver que él también miraba con frecuencia, siempre a través del espejo, a la pelirroja.
Cuando ya no tuvo más razones para seguir a su lado, Harry le sonrió y disculpándose, se acercó a Seamus Finnigan, quien por primera vez había acudido a la reunión y Harry intentaba, por lo tanto, ayudarle con los hechizos más básicos y que los demás ya dominaban. Estaba ida viéndolos cuando de pronto, un elfo hizo aparición en la sala.