Wenclair y su ejército sin contexto (Drabbles, Incorrect Quotes, Tercermundismo, lo que caiga)

Wednesday (TV 2022)
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Wenclair y su ejército sin contexto (Drabbles, Incorrect Quotes, Tercermundismo, lo que caiga)
Summary
Exceso de Wenclair sin contexto para uso y consumo.
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Plaza Sésamo

Era Lunes por la mañana, el peor Lunes según Wednesday, porque tener clases ininterrumpidas sin contar el refrigerio, implicaba estar rodeada del alumnado de ese infernal lugar, para su mala suerte estaban en aquella época del año donde el verano convertía la jornada en imposible, clases de esgrima atrapada en su traje negro mientras intentaba evitar que Bianca triunfe en su usual duelo de poderes, hacia el término de la tarde estaba deseando darse una larga ducha, deberían darles la opción de enfriar el agua, así con la sensación de entrar en un proceso de hipotermia podría sentirse realmente refrescada, pero nada de eso era posible y solo se arrastró con ahogo hacia la habitación donde esperaba encontrar a Enid puesto que a mitad de las actividades se reportó enferma y no fue al resto de las clases.

Cuando ingresó a la habitación se aflojó la corbata, podía sentir el sudor resbalando por su nuca y el calo acumulándose en cada lugar donde tuviese apretado el uniforme, fue abriendo la blusa botón a botón mientras dejaba su mochila sobre el escritorio, le tomó un par de segundos darse cuenta que Enid no se encontraba dentro de la habitación, pero si notaba la frazada de su cama revuelta y la puerta del baño cerrada, era probable que estuviese ahí.

—Necesito un baño —verbalizó mientras caminaba con el calor trepando hasta su cabeza rumbo al baño— ¡Enid! Necesito entrar

—¡No! ¡No entres aún! —habló la rubia desde el otro lado— ¡Ahora salgo!

—¡Sal en menos de 10 segundos o romperé esa puerta con mi hacha! —exclamó, no tenía una pero Enid no tendría por qué saberlo si salía antes.

Hubo un tumulto al otro lado y cinco segundos después una rubia salió envuelta en toalla y con el pelo goteando agua, su ceño fruncido le dio la bienvenida a Wednesday que ignorándola pasó de largo para poder darse una ducha.

—¡Enid! —exclamó luego de un momento— ¿Por qué no hay agua? —había ido hasta el lavabo y ni una sola gota caía desde la llave, frustrada salió echa una furia para encarar a la chica.

—¡No lo sé! Me estaba bañando hace un rato, hasta que me sacaste a la fuerza

Wednesday se enorgullecía de jamás perder la paciencia, pero el calor, el sudor y la temperatura corporal habían decidido reunirse en una muy mala combinación cuando decidió responder.

—¿Por qué necesitabas bañarte justo ahora? De seguro te acabaste el agua de toda la academia

—¡Hey! ¡Eso no es cierto! Además, me bañé porque... porque... ¡porque tengo que bajarme el calor con algo!

—No eres la única que sufre con el clima —se quejó Wednesday mientras se sacaba la corbata y terminaba de desabotonar su blusa.

—Pero no hablaba del cl-¡espera! ¡¿Qué haces?! —Enid se escandalizó cuando notó que Wednesday se estaba sacando la blusa quedando solo con la parte baja del uniforme— ¿Estás loca?

—No, tengo calor Enid —se siguió quejando— Y no tenemos agua por tu culpa, así que espero que no te moleste

Y acortando la distancia con Enid tomó el borde de la toalla y se la arrebató con más rapidez que fuerza, para sorpresa de Enid que quedó expuesta solo con su ropa interior inferior.

Wednesday que odiaba el tacto, que no soportaba a nadie ni siquiera a una distancia prudente de medio metro en esos momentos se había apretado contra Enid con el torso expuesto apagando el calor de su piel con el temporalmente cuerpo frio de la rubia que al inicio sintió un escalofrió y luego el calor de la piel de su roomie ser absorbido por su propio cuerpo.

—¡Estás transpirando! ¡Aléjate! —le chilló Enid.

—¿Ves como no es bonito? —le espetó Wednesday triunfante— Llevo todo el día enfrentando el calor de la jornada, ahora te toca a ti

Pero algo que Wednesday había obviado era la razón por la que Enid se había tenido que ausentar de clases.

Luego de un par de minutos el cuerpo de Enid se atemperó y comenzó a calentarse, según percibió Wednesday, que puso un pie atrás para alejarse del abrazo, aunque inútilmente pues Enid la atrapó por los hombros forzándola a quedarse en esa posición.

—Suéltame.

—No

—Suéltame o no respondo.

—¿Por qué? ¿Crees que no puedo lastimarte también?

Sus brazos la rodearon y apretó su espalda con fuerza, Wednesday pudo sentir como sus costillas se presionaban y la tensión de sus hombros al ser estrujados sumado al calor se estaba haciendo nuevamente insoportable.

—Suéltame Enid, hace un jodido calor aquí

Pero Enid no respondió, pudo sentir sus manos bajando por el torso desnudo prensándose sobre su piel, Wednesday ahogó un ruido pues notó que Enid había comenzado a respirar con más fuerza, el calor que brotaba de cada poro la estaba  debilitando mentalmente, sintió como caía nuevamente una gota de sudor de su frente hasta el borde de su rostro y a Enid separando su rostro solo lo suficiente para morder el borde de su mandíbula atrapando la gota, sintiendo el salado mezclarse con su saliva y las garras aún no extendidas presionar hiriendo el blanco de su piel.

Wednesday jadeó incapaz de tomar el control racional de la situación, porque fue en ese momento que notó que el calor que Enid intentaba menguar encerrada en la ducha era el del celo propio de su licantropía, y ella sola se había tendido una trampa al forzar el abrazo en una estúpida venganza de la que estaba asumiendo las consecuencias.  

La rubia no se detuvo, con el calor impregnado ahora en ambas bajó más sus manos y la levantó con facilidad logrando que rodeara su cintura con ambas piernas, caminó un par de pasos hacia su cama, pero Wednesday la tomó del cuello con una de sus manos mientras que con la otra se aferraba a su hombro.

—Si me llevas a tu cama eres perro muerto.

Cuando la encaró notó que las pupilas de Enid estaban dilatadas, el tono amarillento que resplandecía en sus ojos acompañó el gesto de afirmación mientras se enrumbaba a la cama de Wednesday con decisión, se sentó en esta dejando a la morena apoyada sobre sus piernas, cuando se acercó para besarla ella volvió a apretar su cuello.

—Siempre me pregunté como hacían ustedes para bajarse el calor

Enid estaba ansiosa, apretando su cintura, provocando que Wednesday se balanceara un poco sobre ella, solo el movimiento la hacia jadear, la morena apretó más el cuello sintiendo el pulso responder con acelerada insistencia, pero no la dejaría tener el control, mientras seguía maldiciendo internamente el calor la empujó hacia adelante para que se recostara sobre su cama.

—Quieta —le ordenó Wednesday acercándose lo suficiente para rozar sus labios, Enid se retorció bajo sus piernas y terminó acortando la distancia para besarla, en cuanto sus labios hicieron contacto sus manos volvieron a tomar control de su torso desprendiendo calor en cada caricia, sintió sus dedos jugar con el broche de su prenda superior y la dejó desabrocharla, pero cuando notó que Enid intentó tocarla se separó del beso.

—Estás malditamente caliente, olvídalo.

—Quiero tocarte —respondió en un gruñido ronco y molesto— necesito hacerlo.

—Hoy no

Y se inclinó hacia adelante para besarla un momento antes de descender por su cuello, el sabor de su piel entremezclado con el calor solo la estaban nublando más cuando con cierta fuerza prensó su piel entre sus dientes y succionó, arañó su torso mientras continuaba una ruta inexistente que pasó entre sus senos dejando marcas rojizas, su cuerpo iba descendiendo y los gemidos de Enid sonaban acompasados, como si los hubiese entrenado para emitir un ritmo que casi casi podía controlar con un metrónomo.

Al llegar al borde de su ropa interior no se detuvo, solo deslizó la prenda y dejó que sus dedos bailaran desde sus caderas hasta la parte interna de sus mulos, el calor era más intenso en esa zona, el aliento también acalorado de Wednesday se detuvo un segundo y tomando una de sus piernas para hacer más espacio mordió con fuerza la piel, Enid gimió, el brillo de su centro mostraba que el celo se evidenciaba en el líquido que ahora resbalaba cadenciosamente desde el interior, al verla completamente húmeda Wednesday misma se sintió entorpecidamente atraída a poseerla.

Sus dedos vacilaron al ingresar, podía sentir el calor rodeando con comodidad en su interior, la humedad que resbalaba al dejar que dos de sus dedos se deslizaran y comenzara a moverse al ritmo de sus gemidos.

—Más… —jadeó la rubia

Wednesday no necesitaba que se lo ordenaran dos veces, un par de dedos más se acomodaron al ajustado interior que ardía en calor e impregnaba su mano, se acomodó para quedar apoyada a su lado mientras seguía hasta que sintió que con la misma presión con la que golpeaba en su interior era atraída hacia adentro, como si se expandiera debido al movimiento y al placer que la misma Enid manifestaba en gemidos susurrando su nombre por momentos.

—Más, necesito… más

¿Cuánto más?, pensó sorprendida Wednesday, pero una idea en su mente le hizo retirar parte de la mano y juntar sus dedos hasta formar un puño, dada la extensión y el tamaño de su mano no era tan ancho pero si apretaba lo suficiente como para sentir la tensión alrededor de la entrada de Enid, dudó un segundo en continuar, pero acto seguido la rubia se estiró un poco para tomarla del brazo y empujar hacia adentro, el grito de placer que dejó escapar y el hecho de que Wednesday estaba prácticamente adentro por completo las detuvo un segundo.

—¿Estás bien? —atinó a preguntar con el temor de moverse y lastimarla.

—Si..

—¿Debería salirme?

Enid sonrió y se mordió el labio antes de responder.

—Juega conmigo… como si fuera una marioneta

—¡Enid! —reclamó Wednesday haciendo el amague de retirarse.

—¡Era broma! —jadeó, pudo notar el brillo de sus ojos azules que habían regresado para mirarla divertida— Muévete, pero despacio

Wednesday agradeció que el resto de su mano se haya impregnado del fluido para facilitar el vaivén con el que empezó a moverse, una línea de raciocinio en su cerebro pareció cobrar vida y decirle que era probable que así se sintieran los licántropos cuando dejaban el nudo dentro de sus parejas pero la voz ahogada de Enid jadeando indicaciones y apretando su torso en un intentó de que golpeara cada vez más dentro de ella le hizo dejar de pensar en cualquier otra cosa que no fuera moverse a petición de la rubia.

Las embestidas se volvieron más bruscas y Wednesday pudo percibir el cuerpo de Enid arqueándose mientras ahogaba nuevamente un gemido y sus caderas bajaban de la postura en la que se encontraba, Wednesday tenía la frente empapada en sudor por todo el movimiento, pero no se atrevió a moverse hasta un par de segundos después.

—No, no, espera… despacio

—¿No eras la que quería ser un muppet?

—Si me lastimas te destrozaré la garganta, Addams.

Deshizo el puño con cuidado mientras iba saliendo de ella y el calor del líquido resbalaba de su muñeca a su antebrazo, se recostó agotada a un lado, ambas giraron la cabeza cuando escucharon el sonido de la llave del baño dejar salir agua.

—¡Ya volvió! —exclamó Enid aliviada— Necesito una ducha.

—Estás loca si piensas que te bañarás antes que yo —se quejó Wednesday sentándose en la cama.

—Mejor nos bañamos juntas —comentó Enid pasando una mano por su espalda para acariciar las marcas que le había dejado— Me pregunto si la fricción en el agua ayudaría

—No lo hace

—¿Cómo lo sabes?

Wednesday maldijo, Enid se rio y la tomó por la cintura antes de que se pusieran de pie.

—Ahora me tendrás que enseñar para demostrar que no, ya vi que tienes buena mano.

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