En otro universo

Arcane: League of Legends (Cartoon 2021) League of Legends
F/F
G
En otro universo
Summary
—En resumen, estos tres han desaparecido y quieres que te ayude a encontrarlos.Caitlyn asiente, mirando a Vi fijamente.—Creo que sé dónde están.—¿Y vas a decirlo o prefieres que me quede con la intriga?Rueda los ojos, intentando verse lo más despreocupada posible. Pero está preocupada.—El centro de las puertas Hextech. En, bueno, la pelea, nuestras armas estaban fallando todo el tiempo.Vi asiente, recuerda el momento en que sus guantes se movían solos y se negaban a cooperar.—¿Y quieres que vayamos?—Sí, sé que es peligroso pero...Vi lo piensa por un momento, ignorando su corazón. Si fuera por eso, habría dicho que sí hace mucho.ODónde Vi y Caitlyn acaban en mundo paralelo mientras intentan ayudar.Las cosas no acabaron bien después de la pelea con Jinx, y ambas están en lados opuestos, por lo que es una sorpresa cuando Caitlyn le pide ayuda a Vi.Las cosas se complican cuando Vi llega a un mundo paralelo donde las cosas son diferentes, y dónde Caitlyn es su mejor amiga. ¿Cómo puede Vi resistirse a sus sentimientos así? ¿Cómo puede querer volver a su triste vida?
Note
Y aquí vamos de nuevo, parece que no me canso de ellas dos.Posiblemente esta obra tenga actualizaciones más lentas, ya que comienzo a trabajar por las tardes también. Pero haré todo lo posible para seguir hacia delante.Estoy muy emocionada por está, tengo muchas ideas que creo que pueden estar muy bien.Espero que lo disfruteis tanto como yo lo hago escribiendo.
All Chapters Forward

Chapter 30

Vi se queda parada en medio del antiguo bar de Vander, sin saber qué decir.

Se ve muy distinto a sus recuerdos, a como era todo antes de que la vida empezará a ir mal para todos ellos.

También se ve muy diferente a como lo vio en la otra dimensión, y eso es algo bueno. Este sitio no es igual a ese, nunca lo será, y quiere que puedan tener sus propias cosas aquí. No quiere vivir de recuerdo, quiere vivir de su propia realidad.

Además, quiere que La última gota sea algo nuevo, algo que toda su familia pueda compartir. Un lugar donde todos en Zaun puedan sentirse bienvenidos, donde puedan encontrar seguridad y calidez después de años de lucha. Quiere que vuelva a ser como antes.

—¿De verdad quieres volver aquí? —susurra Jinx desde detrás de ella, con una nota de duda en su voz.

—Claro que sí. Es mi casa —responde Vander con seguridad, observando el esqueleto del bar con nostalgia.

Fue Vander el que insistió en volver a montar el bar. Ahora que puede hablar y moverse mejor, está claro que tiene sus propias ideas. Su bar fue su vida durante mucho tiempo, y no es nada extraño que quiera recuperar esa parte de sí mismo ahora.

Vi suspira, pasando una mano por la madera desgastada de lo que solía ser la barra de bebidas. Todo se ve viejo y dañado, como si no hubiera estado cuidado en mucho tiempo.

Hay mucho por hacer para que pueda abrirse de nuevo, pero eso no desanima a ninguno de ellos.

Las uevas construcciones de Zaun, liderada por Ekko, están en marcha, y esta decidida a que La última gota sea una parte más de eso. Un lugar donde la gente pueda celebrar, descansar y, sobre todo, recordar que la vida sigue adelante.

—Nos llevará un buen trabajo —dice Vi, cruzándose de brazos mientras examina el estado del lugar.

—Se ve bien —responde Caitlyn, con una pequeña sonrisa mientras se apoya en el umbral de la puerta.

—Solo ves con un ojo, normal que lo veas bien —se queja Jinx, rodando los ojos.

Vi no tarda en lanzarle una mirada de advertencia a Jinx. Aún es muy pronto, y teme que Caitlyn no se tome bien esos comentarios burlon es de Jinx. Las dos mujeres parecen llevarse mejor ahora, pero sigue sin querer presionar demasiado.

Pero Caitlyn solo suelta una carcajada, y Vi puede ver que está relajada, sin haberle importado el comentario. El sonido de su risa, suave y sin preocupaciones, es algo que Vi quiere atesorar, es un sonido que le recuerda que, aunque las cosas han cambiado, aún pueden encontrar momentos de alegría.

—Creo que con el ojo que me queda aún tengo mejor gusto que tú —replica Caitlyn con una sonrisa burlona.

Aún le sorprende un poco ver a Caitlyn bromeando con su hermana, pero no va a negar que le quita un peso de encima. Parece que Caitlyn ha encajado en su familia mucho mejor de lo que había pensando nunca, pero no es tanta sorpresa en realidad. Ya vio, en la otra dimensión, que Caitlyn es una persona fácil de querer.

Jinx se ríe del comentario de Caitlyn, también tranquila y relajada.

Vi sigue con la mirada fija en Caitlyn, sintiéndose corazón calentarse por la imagen que tiene delante. Caitlyn se ve más cómoda, más segura, como si nada pudiera detenerla ahora. Aún se está acostumbrando a su nueva vista y a todos los cambios que están ocurriendo, pero cada día avanza un poco más.

Y verla ahí, en el viejo bar de Vander, apoyándola a ella y a su familia en la reconstrucción, significa más de lo que podría poner en palabras.

—Bueno, si lo ves tan bien, tal vez quieras ayudar con la reconstrucción —dice Vi, inclinándose hacia Caitlyn con una sonrisa desafiante.

—Pensé que no querías que hiciera demasiado esfuerzo —responde Caitlyn, arqueando una ceja.

—Podemos hacer una excepción —murmura Vi, acercándose más hasta que sus frentes casi se tocan.

Tener a Caitlyn tan cerca la sigue poniendo igual de nerviosa que lo había al principio de todo lo que tenían. Siente que su corazón se acelera, y el color sube a sus mejillas.

Es tonto, pero siente que cada día que pasa está incluso más enamorada de Caitlyn. No sabe como es posible, dado lo mucho que la ama ya, pero parece que cada día va a más.

No podría imaginarse estar ahí sin ella, ni ahora ni nunca. Y está tan agradecida de haber tenido esta segunda oportunidad para ellas. De poder probar una última vez, de hacer las cosas bien esta vez.

Pasa una mano por el cabello azul de Caitlyn, riéndose. Aún no puede creerse que tenga total libertad para ser suave con Caitlyn en público ahora.

Dado que ninguna de las dos es ejecutora, y aún agradece eso todos los días, ya no tienen que controlar sus afectos en público para no dañar su imagen. Ya no queda nada de la Caitlyn ejecutora, y eso hace que aún sea todo más especial.

Escucha por detrás como Jinx hace un sonido de desagrado, pero ni siquiera le da importancia. También escucha como Vander se mueve por el bar, y sabe qué estará pensando en mil formas de empezar la remodelación.

—¡Uh, dense un beso y terminen con esta cursilería! —se queja, girándose para alejarse—. ¡Voy a buscar a Ekko para que nos ayude con esto antes de que empiecen a decirse cosas asquerosas!

Vi suelta una risa y finalmente se permite inclinarse y rozar los labios de Caitlyn en un beso suave, pero lleno de todo lo que siente. Caitlyn suspira contra ella, sus dedos enredándose en la tela de su chaqueta por un instante.

Se sigue sintiendo como en un sueño, y es mejor que nada de lo que haga sentido nunca. Si es un sueño, entonces espera no despertar nunca.

—Me gusta cuando eres cursi —susurra Caitlyn contra sus labios.

Vi sonríe, apoyando su frente en la de ella.

—Solo contigo, cupcake.

Poco a poco, se separa de Caitlyn, casi en contra de su voluntad. Extraña la calidez de la mujer tan pronto como se separa, pero tienen cosas que hacer ahora.

Sus ojos recorren el bar de nuevo, y puede ver a Caitlyn recostarse en la barra, tal y como hizo tantas veces en la otra dimensión. Parece un recuerdo tan lejano…

—¿Deberíamos decirle a Jinx que haga una máquina de cerveza? —dice Caitlyn, riéndose suavemente.

—Sería buena idea —dice Vander, a lo lejos.

Vi se ríe, acordándose de todas las veces que Powder manipuló esa máquina en la otra dimensión. Todas las veces que acabó llena de cerveza por una travesura. Está segura de que Jinx haría algo parecido aquí, o incluso peor...

—Creo que deberíamos tener a Ekko para eso —responde Vi, riendo—. De todos modos, son pegatinas ahora.

—No sé a quién me recuerdan —se ríe Vander, dándole una mirada divertida a Vi—. Vamos chicas, hay que pensar en los planos. Tal vez deberíamos aumentarlo por arriba...

—Creo que podríais hacerlo —susurra Caitlyn, con seguridad.

Y claro que pueden hacerlo, ambas lo vieron en la otra dimensión.

Puede ver como Caitlyn le guiña su ojo bueno a distancia, manteniéndolo unos segundos más para qué Vi pueda identificarlo como un guiño. Y, solo esa tontería, hace que toda ella se sienta aún más feliz.

—Genial, empecemos por ahí. ¿Hay algo que quieras aquí, papá? Podemos hacer muchas cosas nuevas.

—Tengo que hablar con Jinx y Ekko sobre algunas cosas y...

Vi asiente, caminando con su padre por el bar. Sus ojos se desvían algunas veces hacia Caitlyn, quien hace pequeñas aportaciones sobre el bar.

Toda esa situación hace que el corazón de Vi se sienta aún más lleno. Solo faltaría Isha... Espera que Vander aún pueda conseguir esas bebidas sin alcohol que siempre tenía para todos los niños.

———————————————❀

El sonido de las nuevas construcciones suena por todo Zaun, mientras Vi y Caitlyn caminan por las calles, ahora llenas de gente por todos lados.

La reconstrucción aún está avanzando, más rápido de lo que cualquiera hubiera imaginado, y Vi no puede evitar sentirse orgullosa de los cambios que está logrando en tan poco tiempo.

Se siente como si Zaun no fuera solo un lugar de supervivencia para todos ellos, ya no es ese lugar oscuro donde todos tenían que luchar por sus vidas, por ser vistos. Ahora es... Un hogar para todos.

Se han pasado gran parte del día ayudando en La última gota, está trabando tan rápido como puede para asegurar que el bar esté listo para abrir al público pronto. Es bastante agotador, incluso con la ayuda de sus guantes, pero Vi siente que vale la pena. Están trabajando por construir un nuevo futuro para Zaun.

Aun así, tan cansads como esta, hay un pensamiento que sigue dando vueltas por su mente. No es algo muy grande, pero está segura de que hay algo extraño en Caitlyn.

Lo nota en la forma que juega con sus dedos algunas veces, en la mirada intensa sobre ella, esta segura. No sabe que está pasando, no exactamente, pero hay algo.

Están de vuelta hacia Piltover, igual que todos los días, pero hay algo que se siente diferente.

Gira la cabeza con cuidado hacia Caitlyn, que todavía está mirándola con esa intensidad que no comprende. Incluso con un solo ojo, Vi siente que su mirada sobre ella la quema, la hace sentir tan cálida.

Siempre ha estado obsesionada con los ojos de Caitlyn, y el hecho de que solo tenga uno, no va a hacer que esa obsesión se pierda.

—Deja de mirarme así —dice Vi, con una sonrisa tonta mientras le da un suave empujón, asegurándose de que pueda verla bien antes de hacerlo.

—¿De qué estás hablando? —responde Caitlyn, con una fingida inocencia que Vi conoce muy bien.

Sigue caminando, pensando en que decir. Sabe que Caitlyn está pensando demasiado en algo, y está cada vez más curiosa sobre eso.

Hay muchas cosas que aún quedan por hablar entre ellas. Bueno, más que nada tienen que encontrar un futuro juntas.

Ahora que están trabajando en el bar, siente que tienen un propósito. Pero la cosa acabará pronto, y después...

No sabe qué hacer después. Ekko ya tiene el control de las reformas. No hay ninguna opción de que Caitlyn, o ella, vuelvan a ser parte de los ejecutores. Tampoco puede volver a pelear con gente por dinero. Entonces, ¿qué le queda? Y contando con que viven en Piltover... La cosa es más complicada.

—Me miras como si estuvieras pensando demasiado en algo, solo dilo, cupcake. No puedes guardar esas cosas de mí —acaba diciendo Vi, levantando una ceja hacia la mujer.

Caitlyn se encoge de hombros, pareciendo despreocupada por un momento. Se ve tan bien que a veces Vi no puede creerse que realmente estén tan bien ahora. Es casi como un sueño.

El parche sigue cubriendo su ojo izquierdo, pero ya no le resulta extraño a Vi, pero sabe que sigue siendo un recordatorio de todo lo que ha perdido en la batalla para Caitlyn. Sin embargo, ver la forma en que ha empezado a llevarlo, como si fuera un signo de orgullo, hace que Vi se sienta más feliz por ella.

Hay un momento de silencio más entre ellas, mientras siguen caminando por Zaun. Se siente tan diferente...

—Bueno, ya que insistes... —comienza a decir Caitlyn, sonriendo suavemente.

En un movimiento rápido, Caitlyn toma la mano de Vi, entrelazando sus dedos con normalidad mientras se acercan cada vez más al puente entre Piltover y Zaun.

Hay un brillo especial en su único ojo azul, algo que lleva a Vi de curiosidad.

—Venga, dime... —susurra Vi, con un tono dulce.

Ha aprendido que ser linda con Caitlyn hace que la mujer se vuelva incluso más suave con ella de normal. Y la curiosidad que ha sentido durante todo el día está empezando a crecer cada vez más.

—Yo solo... Estaba pensando en algo —susurra Caitlyn, casi sonando tímida.

—¿En qué?

—¿No es molesto tener que volver a Piltover todos los días? —pregunta Caitlyn, cuando el puente se hace visible frente a ellas.

Ahora que lo piensa, tal vez sea algo molesto, pero Vi no siente que pueda quejarse por ello. Ella ha elegido eso, de todos modos.

Ekko le ofreció una cama en el refugio, igual que antes, pero no se sentía cómoda ahí sin Caitlyn. Después de lo del ojo... No quiere que dejarla. Y sabe que Jinx estará bien con Vander e Isha.

Además, la mansión Kiramman es enorme. Solo que se siente algo fría algunas veces, incluso cuando Tobias se esfuerza en cocinar todos los días y en tratar a Vi como si estuviera en su propio hogar.

—Bueno, es...

—Podríamos mudarnos... A Zaun —sugiere Caitlyn, cortando las palabras de Vi.

Se queda parada por un segundo, procesando las palabras en su cerebro por varios segundos, sin poder creerse lo que ha dicho.

Mudarse. Vivir en Zaun... Suena como algo que estaba deseando, pero que no había podido poner en palabras. Ahora que las cosas han cambiado tanto, ya no es una zona insegura para vivir. Tal vez puedan tener una oportunidad diferente aquí.

Podría tener a Caitlyn y a su familia tan cerca...

El camino hasta Piltover no es tan largo, pero sabe que sería mucho más cómodo estar ahí abajo. Para ayudar en el bar, o con algo que Ekko necesite, o... Tener una vida más centrada en lo que Vi siempre ha querido antes.

—¿Aquí? ¿En Zaun? —pregunta, para asegurarse de que Caitlyn esté diciéndolo totalmente en serio.

—Sí —confirma Caitlyn, con más seguridad esta vez, y con su ojo brillante fijo en los de Vi—. No me malinterpretes, mi casa en Piltover es cómoda, pero… Ya no siento que encaje ahí. Y quiero que estemos cerca de Vander, de Jinx, de los demás.

Vi se queda en silencio por un momento, dejando que las palabras se filtren en su mente. No pensó que Caitlyn podría querer algo así.

Dejar atrás todas las comodidades de Piltover no debe ser fácil para ella, especialmente después de haber perdido la mitad de la vista. Dejar todo eso y centrarse en tener una nueva vida ahí abajo.

En realidad, tenía mucho sentido. Pasaban la mayor parte del tiempo en Zaun de todos modos, ayudando en el bar o simplemente pasando el rato en el refugio de los Firelights. A la larga, si quieres continuar así, tiene mucho más sentido que se muden más cerca.

Para Vi, aunque ya se había acostumbrado un poco a la vida movida de Piltover, no sentía que pudiera pertenecer ahí. Se siente como una intrusa en la mansión Kiramman, incluso después de haber permanecido tanto tiempo ahí con la lesión de Caitlyn.

—Yo no... Lo había pensado —admite Vi, sintiendo un peso en su corazón.

Caitlyn se detiene a su lado, jugando con sus manos entrelazadas.

—Sé que es un gran cambio —continúa Caitlyn, sin soltar la mano de Vi—. No tienes que responder ahora. Solo... Piensa en ello. Hay muchas casas nuevas ahora, y están en una buena zona... Sería bueno para ti.

Vi respira profundamente, sintiéndose aún más enamorada de la mujer frente a ella. Caitlyn siempre parece entenderla, incluso cuando ni siquiera ella misma se había permitido pensar en ello.

No necesita pensarlo. Si la otra mujer realmente quiere eso, entonces no necesita nada más.

Solo quiere una nueva vida, una tranquila con su familia y con la mujer que ama.

—No necesito pensarlo, Cait —dice Vi, con una sonrisa formándose en sus labios, llena de felicidad—. Me gusta la idea. Mucho.

Caitlyn le devuelve la sonrisa segundos más tarde, comenzando a caminar sé nuevo. Se ve emocionada, y Vi se pregunta cuando tiempo ha estado esa idea rondando por su mente.

Sea lo que sea, agradece por ello.

—He estado mirando algunas... —admite Caitlyn, acercándose un poco más a Vi cuando entran en Piltover—. He visto los planos de Ekko también. Hay muchas casas cerca del bar, y también cerca del refugio.

Vi asiente, balanceado sus manos entrelazadas mientras caminaba. Se siente más ligera de lo que se sentía antes, y sabe que es todo por Caitlyn.

Por como la mujer piensa en ella en cada cosa que hacen, como siempre busca su confort a pesar de todo... Nunca hubiera pensado que iban a acabar así.

Si a Vi, la que luchaba en el foso y tenía todo el cabello negro, le hubieran dicho esto, hubiera sido incapaz de creerlo. Ella misma es incapaz de creerlo ahora, cuando tiene todas las pruebas delante.

—Una cerca del bar estaría bien —dice Vi, pensando en ello—. No sé si me quedaré a ayudar como antes, como en la otra dimensión, pero quiero estar cerca por si Vander necesita algo.

—También está bien si quieres trabajar ahí —susurra Caitlyn, dándole una mirada suave—. Sé que te gustaba.

Vi asiente, pensando en ello.

Disfrutó del trabajo en el bar en la otra dimensión, pero no sabe si quiere dedicarse exclusivamente a eso.

No ha tenido que tomar muchas elecciones a lo largo de su vida, al pasarlos encerrada en un lugar donde no podía hacer nada, por lo que siempre se agobia un poco cuando tiene que hacerlo. Pero eso puede esperar. Lo importante ahora es lo que tiene que antes ni siquiera habría pensado en ello.

—No sé qué quiero hacer —confiesa, con un suspiro.

—Podemos averiguarlo juntas —sugiere Caitlyn, dándole una sonrisa brillante—. Tenemos opciones ahora. Podemos trabajar en el bar, centrarnos en reconstruir Zaun, controlar la seguridad de Zaun, o tal vez quieras abrir una tienda de pasteles.

Vi se ríe con la última parte, pensando en ello.

En realidad, Caitlyn tiene razón. Tienen muchas más opciones ahora, y no tienen que encontrar que quieren hacer ahora mismo. Acaban de salir de una batalla, por no hablar de su viaje dimensional...

—Tienes razón, no tenemos prisa —dice, sonriendo a la mujer.

Caitlyn le explica sobre las casas que ha visto, durante el camino de vuelta a la mansión Kiramman, haciendo hincapié en todos los pequeños detalles que pueden motivar a Vi. Es tan lindo de ver.

Vi no recuerdo mucho sobre la información que dice, demasiado ocupada pensando en la suerte que tiene.

—¿Estarás... Bien viviendo ahí? —pregunta, en voz baja.

Ha saltado rápido a la felicidad, pero también quiere asegurarse de que Caitlyn esté bien de verdad con todo esto. Estar cerca de Jinx tiene que ser difícil aún para ella...

—Todo está bien, hablaré seriamente con Jinx uno de estos días — murmura Caitlyn, dándole una sonrisa suave—. Todo está bien, Vi. Mientras estemos juntas, todo estará bien.

—Sí alguna vez quieres irte, solo tienes que decírmelo —insiste Vi, preocupada por los sentimientos de Caitlyn—. Siento que haces muchas cosas por mí y...

Antes de que pueda acabar la frase, Caitlyn tira de ella hasta que sus cuerpos chocan, y junta sus labios en un beso suave en unos segundos.

—Me cuidaste, estuviste conmigo todos los días. Incluso ahora, no vienes aquí sin mí. Haces suficiente por mí, Violet —dice Caitlyn, con la voz algo temblorosa—. No te preocupes por eso ahora, solo seamos felices.

Vi suelta una risa nerviosa, con el corazón latiendo con fuerza en su pecho. Parece que cada día está un poco más enamorada de la mujer.

Y tiene razón, lo único que importa es que puedan ser felices ahora. Le da igual vivir donde sea, lo único que importa es que se tengan la una a la otra esta vez.

———————————————❀

La noche en Zaun se siente tranquila, con una especie de belleza peculiar ahora.

Las luces de neón parpadean en un brillo más suave que antes, reflejándose en los charcos en el suelo, y el aire se siente impregnado de una mezcla de metal, humedad y algo dulce, de los aromas que las rodean ahora.

No están en el lugar más romántico del mundo, no exactamente, pero es suficiente para ambas.

Están en un pequeño restaurante recién construido en la parte alta de Zaun, con una vista clara de la vida urbana de la ciudad. Es muy diferente a como era antes, incluso la gente hace cosas distintas a esa hora de la noche.

Caitlyn insistió en que quería elegir un lugar para salir y este parece el lugar perfecto. Casi no hay nadie a esta hora, y es lo mejor para que ellas sienten que tienen algo más de privacidad en un lugar así.

La decoración es dulce y cálida, hecho al milímetro para que la gente de Zaun se sienta cómoda yendo a comer a ese lugar. Vi tiene que darle a Ekko puntos por ello, realmente lo está haciendo todo de forma que todos ellos puedan disfrutarlo.

Vi juega con su vaso durante unos segundos, disfrutando de la situación.

Han tenido unos días complicados. El bar de Vander abrió hace un par de días, y el trabajo fue mucho más de lo que hubieran pensado.

Además, también estaban ocupadas amueblado su nueva casa. Vi aún no puede creerse que tenga una casa aquí en Zaun, una que se ve tan... Normal. No es una casa demasiado grande, pero es lo suficiente acogedora para ellas dos. Y, lo mejor de todo, es que solo está a dos calles del bar.

Sacude la cabeza, enfocándose en la mujer que tiene delante de ella. No puede evitar sonreír cuando la ve, llena de alegría.

—¿Entonces? —pregunta Vi, con una sonrisa juguetona mientras se apoya en la mesa con los codos—. ¿Esta es nuestra cita oficial?

Caitlyn rueda los ojos, pero su sonrisa la delata.

No es que no hayan salido juntas antes, pero nunca lo llamaron cita. Además, ¿se considerarían sus paseos a las tiendas de muebles como citas? ¿O sus caminos juntas? No, nada de eso lo sería realmente.

—Solo salimos las dos solas a un sitio así una vez —menciona Caitlyn, con una risa suave—. Y me desagrado tanto como la primera vez.

Vi se ríe, recordando como fue eso.

Uno de los días, al salir del bar de Vander, insistió en que ambas pasarán por un viejo puesto ambulante que Vi adoraba cuando era joven. Digamos que no le acabo de convencer la higiene de ese restaurante, y el dueño no dejaba de hablar sobre todo lo que se había perdido Vi.

Sí, definitivamente no pueden contar eso como una cita real.

—No fue mi culpa que no quisieras comer —bromea Vi, guiñándole un ojo.

Caitlyn alza una ceja, mirándola con diversión.

—Comí patatas —responde Caitlyn, con una sonrisa burlona—. Lo superé, ¿no? Pero no voy a volver a ese sitio.

—Por supuesto que no —responde Vi, aun riendo.

Hay algo tan pacífico en ese momento, en estar en un restaurante con Caitlyn, sin tener que temer por su futuro. Aún no se ha acostumbrado a esa sensación de paz en el pecho, en estar tan feliz con toda la situación.

La ciudad a su alrededor se siente viva, por lo que pueden ver por las vistas que tienen. Hay gente caminando, hablando, riendo... Gente sin preocupaciones, no como antes. Es como si todo Zaun tuviera una nueva energía y eso se siente tan genial.

Pero, por un momento, solo quiere disfrutar del silencio y dela vista de la mujer delante de ella.

Caitlyn lleva el cabello suelto, por los hombros, y lleva un maquillaje ligero, pero que resalta aún más su rostro. Se ve tan hermosa, Vi no puede dejar de pensar en eso. Siempre lo es, es muy consciente de lo bonita que es Caitlyn, tal vez demasiado, por la forma en que la gente dela queda mirando algunas veces.

—Te ves hermosa esta noche —dice Vi, con un tono serio y confiado—. Siempre lo hace, pero hoy... Tan bonita.

Puede ver como el rostro de Caitlyn se vuelve rojo en unos segundos, antes de que sus labios dibujen una sonrisa enorme. Aún se ve mejor sonriendo, y Vi desea poderla hacer sonreír por el resto de sus vidas.

—Tú también te ves hermosa —dice Caitlyn, con seriedad.

Vi siente como sus mejillas se tornan calientes a los segundos, sin haber esperado esas palabras de ella. Caitlyn ya le ha dicho muchas veces que le parece bonita, pero cada vez que lo dice su corazón se llena de calor y algo de incredulidad.

No está acostumbrada a sentirse hermosa. Sabe que es atractiva, tal vez como un tipo rudo, pero no hermosa. Que sea Caitlyn la que lo diga solo hace que todo eso sea más especial.

—¿Me ves con un solo ojo, así que… Realmente lo ves? —pregunta Vi, con cuidado.

Caitlyn parece estar bien con las bromas sobre su ojo, mucho mejor de lo que hubiera pensado Vi. Intento hablarlo con ella una vez, temerosa de que las bromas de Jinx fueran demasiado lejos, pero Caitlyn insistió en que eso la ayuda a hacerlo algo más normal en su vida.

—Oh, claro, usa mi parche como excusa para ignorar mi cumplido.

Vi sacude la cabeza, riéndose de nuevo. Por supuesto que Caitlyn notaría eso, parece notarlo todo sobre ella ahora.

—No lo ignoro, solo…

—Eres hermosa, Violet —susurra Caitlyn, totalmente convencida—. Sabes, aún me cuesta acostumbrarme a todo esto.

Vi la observa con atención, con esa paciencia infinita que solo tiene con ella. Sabe lo difícil que debe ser toda la situación para Caitlyn, por eso se esfuerza el doble en hacer las cosas bien con ella.

Ella prepara la cena todos los días, insistiendo en que la cocina es demasiado peligrosa al no estar acabada aún en su nueva casa. También la ayuda con las pequeñas cosas cotidianas con las que Caitlyn parece tener problemas ahora, enseñándole nuevas formas de hacerlo para que todo sea mucho más fácil.

Y la mujer se ha adaptado mucho mejor de lo que pensó Vi a la vida de Zaun.

—Lo estás haciendo increíble, Cait.

—Gracias —susurra Caitlyn, tomándose un momento antes de continuar—. Y, ya que hablamos de cosas que quiero acostumbrarme…

Vi ladea la cabeza, curiosa. No tiene mucha idea de lo que quiere decir Caitlyn, tampoco hay muchas cosas más para las que acostumbrarse. Realmente espera que no se refiera a ella.

Hay algo lindo en la forma en que no están acostumbradas a tenerse. Suena algo extraño, pero le gusta sentirse más cuidada de lo normal, con Caitlyn fijándose en todos los pequeños detalles, y a ella también le gusta ver todos los pequeños detalles de Vi.

—Dime.

Caitlyn juega con su vaso, tomando el último trago que tiene de refresco.

Esa es otra cosa que Vi adora de ella. No considera que tenga un problema con la bebida ahora, pero antes... Prefiere no volver a beber nada que lleve alcohol por ello, y Caitlyn hace todo lo que puede para evitarlo también, por ella.

Es como vivir en un sueño.

—Quiero hacer esto bien —dice, su tono más serio—. No quiero que sea solo un “lo damos por hecho” porque nos amamos. Quiero decirlo de verdad, que sea real.

Vi parpadea, procesando sus palabras, antes de que sus labios se curven en una sonrisa lenta. Cree que sabe hacia donde se dirige esta conversación, y siente una sensación cálida en el pecho.

—¿Me estás diciendo que esto no ha sido real todo este tiempo? —bromea Vi, dándole una sonrisa radiante.

Caitlyn suelta una pequeña risa, sacudiendo la cabeza.

Ahora que Vi la observa más intensamente, puede ver el ligero temblor en los dedos de Caitlyn. No puede creerse que siga sintiéndose tímida, no cuando Vi le ha dicho más de una vez lo mucho que la quiere.

—Lo ha sido, pero… Quiero preguntártelo de verdad.

Vi la mira con expectación, inclinándose un poco más cerca. Su corazón palpita con fuerza, esperando las palabras.

No había pensado mucho en ello, pero ahora que sabe lo que está por venir, tiene muchas ganas de oírlo. Nunca antes le han preguntado sobre eso, y también está un poco nerviosa.

—Adelante, entonces.

Caitlyn respira hondo, antes de volver a abrir la boca.

—Vi, ¿quieres ser mi novia? —pregunta finalmente, con una pequeña sonrisa nerviosa.

Vi se queda en silencio por unos momentos, con una sonrisa estúpida en la cara, incapaz de hacer que su boca se mueva. Le cuesta unos segundos salir de ese estado de felicidad absoluta, pero acaba riendo y se acerca más a Caitlyn, uniendo sus manos por encima de la mesa.

—Pensé que nunca lo preguntarías, cupcake.

Caitlyn le da un leve apretón a su mano, sin apartar la mirada. Aún parece algo tensa, y Vi no acaba de entender el motivo.

—¿Eso es un sí?

—Por supuesto que sí —responde Vi, antes de inclinarse para besarla.

Es un beso lento, sin prisas, lleno de todo lo que han pasado para llegar hasta ahí. Caitlyn suspira contra sus labios, sintiendo cómo todo a su alrededor desaparece por un momento.

Cuando se separan, Vi aún tiene esa sonrisa boba en el rostro.

—Así que oficialmente somos novias.

—Oficialmente —confirma Caitlyn, con una sonrisa de satisfacción.

Vi se reclina en su silla con aire triunfal. Por fin, después de tanto tiempo, puede llamar a Caitlyn su novia oficial.

Bueno, ya estaba llamándola su novia en su mente y para algunas personas que veía, pero realmente no era nada más que algo dado por sentado. Agradece que no tiene que ser así durante más tiempo.

Ahora saben que las dos están en la misma página, y Vi espera que tengan esa suerte por mucho más tiempo. No se imagina una vida sin Caitlyn a su lado ya.

—Creo que esto merece una celebración —dice Vi, sonriendo de forma sugerente.

Caitlyn levanta una ceja, también sonriendo.

—¿Más que nuestra cita?

—Oh, sí. Voy a planear algo aún mejor. Prepárate, Kiramman, porque mi primera noche como tu novia será inolvidable —bromea Vi, sintiéndose más contenta que nunca antes—. Dijiste que hablaríamos sobre mis...

Caitlyn se ríe, apoyando su mentón en su mano mientras la observa. El sonido de su risa interrumpe todos los pensamientos de Vi, ahora dándose cuenta de que la mujer delante de ella es realmente toda suya ahora.

—Estoy deseando verlo, Vi.

Y por primera vez en mucho tiempo, se siente en paz.

———————————————❀

⌗ Caitlyn's pov ❜

Caitlyn suspira de nuevo mientras se recuesta en el sillón que tienen en el balcón de su nuevo hogar. Mira hacia las vistas de Zaun que tienen, sonriendo cuando ve los edificios casi terminados.

La ciudad aún tiene un largo camino por recorrer, pero los cimientos del cambio ya están ahí. Y, aunque sigan faltando renovaciones, todos pueden sentir el cambio de Zaun, incluso en el aire.

Ese sillón se ha vuelto casi un mejor amigo para ella, después de un largo día trabajando en el bar, o ayudando a Ekko con algunas ideas complicadas. Es una buena forma de tomarse unos minutos para procesar todo su día, para sentirse más libre.

Se escucha un sonido fuerte unos segundos después, y comienza a vibrar contra la pierna de Caitlyn. Su nuevo teléfono, casi había olvidado que lo tenía. Con rapidez, abre la aplicación de los mensajes, sonriendo cuando ve que tiene un nuevo mensaje de Jayce.

Jayce: "¿Puedes creer que le han dado solo servicio comunitario a Viktor? Y es sobre construir cosas no peligrosas para los trabajadores."

Jayce: "Te echo de menos aquí, Caity. ¿Podemos ir mañana a visitar vuestra nueva casa? Tobias dice que es encantadora, pasé el otro día para verlo. Aún no puedo creer que soy el único que no ha ido."

Caitlyn: "Me alegro por Viktor, sé que creía que estaba haciendo algo bueno. También me alegra que puedas salir más del laboratorio ahora, pensé que te ibas a volver loco ahí dentro."

Caitlyn: "Y claro que podéis venir. Prepararemos una cena especial para vosotros. Por cierto, ¿sabes algo de Mel?"

Jayce: "Genial, ahí estaremos mañana. Y no, lo último que supe de ella es que se fue a hacer un viaje a Noxus, y se llevó a una mujer de aquí, una especie de gata. No sé quién era."

Caitlyn: "Oh, me alegro de que tenga a alguien. Y perfecto, os estaremos esperando aquí mañana."

Suspira mientras guarda el teléfono de nuevo en su bolsillo, levantando la cabeza para ver la vista. Lo que pasa que no es la vista lo primero que ve.

Tiene que reprimir un chillido, cuando ve los ojos de Jinx puestos en ella. No había esperado a la chica en ese momento. Jinx casi nunca venía sin avisar, y mucho menos para acercarse a Caitlyn primero.

Jinx está de pie, frente a ella, con la espalda apoyada en la barandilla, y está jugueteando con una pieza metálica. Se ve algo... Distinta. No hay rastro de su apariencia divertida, o su energía incontrolable. Se ve... Extrañamente calmada.

—Siempre pensé que si algún día teníamos una conversación tranquila, sería porque alguna de las dos estaba a punto de morir —comienza a decir Jinx, con una risa seca, casi dolorosa.

Caitlyn asiente, sin saber que más hacer. Ella misma ha pensado eso más veces de los que le gusta admitir ahora. Las cosas han cambiado mucho, pero no puede cambiar como se sintieron en el pasado.

—Sí… Bueno, supongo que tuvimos demasiadas oportunidades para eso.

Y es cierto. Tuvieron muchas oportunidades de acabar la una con la otra si realmente hubieran querido hacerlo.

Jinx asiente, parece casi preocupada por esas palabras. Se ve mucho más humana y normal que otras veces, pero también es algo un poco inquietante.

—Tienes razón. Podríamos haber terminado muertas muchas veces. Especialmente tú, cupcake.

Caitlyn rueda los ojos, divertida con ese último comentario. Tan divertida que casi no nota el uso del apodo ahí.

—¿Sigues con lo de llamarme Cupcake?

—Voy a llamarte como quiera. —dice Jinx, con una sonrisa ligera, pero como si estuviera ocultando algo más detrás rio—. Además, parece que Vi no tiene problema en compartir el apodo.

El comentario le saca una pequeña risa a Caitlyn, recordando la de veces que Vi le ha dicho a Jinx que deje de usarlo, pero esta bien si Jinx quiere pensarlo así. De todos modos, ambas saben que Jinx no está aquí para una conversación ligera.

Hay unos momentos de silencio entre ambas, aún mirándose fijamente , antes de que Jinx suspiré y se cruce de brazos, viéndose insegura de que decir.

—Quería... Disculparme —acaba diciendo Jinx, ahora moviendo su mirada hacia el suelo—. En ese momento, todo estaba muy jodido en mi cabeza y yo... No podía pensar con claridad. Realmente no pensé antes de hacerlo y...

—¿De qué estás hablando? —interrumpe Caitlyn, sintiéndose perdida, y antes de que Jinx comience a divagar sobre eso como siempre acaba haciendo.

—El ataque al consejo —murmura Jinx en voz baja, tanto que casi le cuesta oírla—. Y a toda la gente que dañe antes de eso...

—Jinx...

—No sabía que estaba tu mamá. Sé que no habría hecho una gran diferencia para mí yo de ese momento, pero no lo sabía. Me culpo todos los días sobre eso, sobre... Todo lo que hice mal —continúa Jinx, con la voz quebrándose un poco—. Sé que te cree muchos problemas con Vi y yo...

—Sé que has cambiado, Jinx. Y... No puedo decir que no te odie, porque lo hice, pero yo también he cambiado.

Jinx asiente, pero sigue habiendo una mirada pesada en sus ojos. Y Caitlyn siente que puede entenderla. Ambas cargan con el peso de sus acciones.

No son las mismas cosas, claro que no. Pero ambas hicieron las cosas mal por no estar bien mentalmente, y espera que ambas puedan mejorarse a sí mismas ahora. Es todo lo que Caitlyn quiere que hagan.

—Vi te ama. Lo sé desde hace tiempo, pero cuando despertaste después de… Todos lo que pasó, lo vi más claro que nunca.

Caitlyn mira con atención a Jinx, esperando que continúe cuando pueda. Sabe que Jinx no suele abrirse, y no quiere presionarla ahora que está haciéndolo de buena gana.

Ella... También necesita un cierre a todo lo que ocurrió.

Se siente algo consolada por el hecho de que Jinx realmente no supiera que su madre estaba allí. Tiene razón, no hubiera hecho una diferencia en ese momento, pero la hace ahora.

—Por mucho tiempo, pensé que Vi no necesitaba a nadie más. Solo a mí. Éramos nosotras contra el mundo, ¿sabes? Y cuando apareciste, cuando empezó a preocuparse por alguien más… Me asustó. Pensé que me estaba dejando atrás. No lo entendía. ¿Aparece después de tantos años y se va con una ejecutora? Creí que me la estabas robando.

Caitlyn siente un nudo en la garganta, pensando en los sentimientos de Jinx ahora.

Siempre la trato como una fugitiva, como una criminal, pero nunca pensó en como debió sentirse para ella ver a su hermana después de siete años creyendo que estaba muerta, para acabar viéndola con una ejecutora.

—Nunca la alejé de ti, Jinx. Nunca quise eso —dice en voz baja—. Pero supongo que eso ya lo sabes.

Jinx asiente lentamente, respirando con fuerza. Parece aún dolida por ello, pero sabe que está sanando poco a poco. Que esté ahí, en el balcón de Caitlyn y Vi, queriendo hablar de sus sentimientos ya es todo un avance por sí mismo.

—Sí. Ahora lo sé. Pero en su momento, todo lo que veía era a la persona que se llevaba a mi hermana. La persona que tenía su atención cuando yo no.

Caitlyn asiente, mirando hacia Jinx con una sonrisa suave. Entiende como debió sentirse Jinx, al menos una parte de ello. Habían estado en lados opuestos durante mucho tiempo, y todo fue causado por malentendidos y cosas así.

Ella nunca quiso quitarle a Vi. Bueno, tal vez lo hizo durante ese tiempo después de la muerte de su madre, pero no era lo habitual.

Todo hubiera sido más fácil si hubieran podido hablar de ello. Tal vez entonces...

Caitlyn sacude la cabeza, no sirve de nada pensar en todas las cosas que podrían haber tenido, pero que no tienen.

—¿Sigues viéndome así? —pregunta Caitlyn con cautela.

Siente un poco de temor por eso. Ahora que viven juntas, Vi y ella pasan mucho tiempo en su casa. Tiempo que tal vez Jinx piense que la está robando de nuevo o algo así. Sabe que las emociones de Jinx siguen siendo algo inestables, pero todos los refuerzos positivos que tiene ahora la ayudan a poder controlarlo mejor.

Jinx se queda silencio por un momento, antes de sacudir la cabeza.

—No. Ahora sé que Vi no te eligió a ti en vez de a mí. Simplemente… Te eligió también. Y eso está bien —dice Jinx, con un tono más suave en su voz—. De hecho, ahora que no quiero matarte cada vez que te veo, puedo admitir que eres buena para ella. Incluso Isha y Vander te adoran. Te ganaste a Ekko mucho antes de eso.

Caitlyn sonríe ante las palabras, sintiéndose más en calma ahora.

—Gracias, Jinx. Y... Sé que no necesitas que te lo digan, pero eres la persona más importante para Vi, ¿sabes? Y también eres importante para mí ahora.

Jinx levanta su mirada hacia Caitlyn, mientras frunce el ceño, como si estuviera muy sorprendida por las palabras de Caitlyn.

—¿De verdad? ¿Después de todo?

—Después de todo —afirma Caitlyn, dándole otra sonrisa segura—. Y aunque nos tomó mucho tiempo llegar aquí, me alegra que finalmente podamos hablar sin armas de por medio.

Jinx suelta una carcajada, viéndose más relajada de lo que estaba antes.

—Sí, supongo que eso es un progreso.

—Lo es. Aún tenemos mucho tiempo para hacer las cosas bien.

El silencio que sigue no es algo incómodo, solo son ellas dos tratando de entenderse mutuamente. Entender que, aun con el pasado que tienen, siguen teniendo una oportunidad de poder llevarse mejor en un futuro.

—Vi te adora —dice Jinx, con una sonrisa genuina—. Y mientras la hagas feliz, supongo que puedo tolerarte.

Caitlyn se ríe, y extiende una mano hacia Jinx. Sabe que se llevan mejor de lo que se podría decir tolerar, pero está bien si es así como Jinx quiere llamar a la amistad entre ellas.

—Trato hecho.

Jinx la mira por unos segundos, antes de tomar su mano con una sonrisa burlona. Ya parece la misma Jinx de siempre.

—Pero si alguna vez la lastimas, cupcake, créeme que encontraré una forma muy creativa de hacértelo pagar.

Caitlyn rueda los ojos, pero sin poder evitar sonreír.

—No tengo intención de hacerlo.

—¡Cait! ¿Ya estás? La cama está fría sin ti aquí —grita una voz desde dentro de la casa, Vi—. ¡Vamos!

Jinx sonríe de forma divertida, asintiendo a Caitlyn antes de empezar a alejarse del balcón, saltando igual de veloz que Vi. Puede ver el tiempo que han pasado juntas Vi y ella practicando los saltos en las nuevas zonas de Zaun ahora.

—¡Ya voy! —dice, entrando a la casa con una sonrisa enorme.

Ahora, más que nunca, Caitlyn realmente siente que puede ser parte de una misma familia.

Forward
Sign in to leave a review.