
Chapter 31
La vida después de la guerra tampoco fue perfecta, pero estaba muy cerca de serlo para ambas.
La vida después de la guerra no es nada parecida a las películas o a las historias que la gente cuenta. Hay mucho trabajo que hacer, cosas que construir y gente a la que ayudar.
Es mucho mejor que antes, por supuesto que lo es, pero todo necesita su tiempo para sanar.
Para Vi, su vida está muy cerca de sentirse como algo perfecto ahora.
Había algo pacífico en poder tener cenas tranquilas en su propia casa, después de un día duro de trabajo, o en las tardes donde se perdían por las afueras de la ciudad y Caitlyn intentaba recuperar parte de su puntería. Era... Casi como si todo estuviera en calma después de mucho tiempo.
Aun así, no todo era un camino de rosas.
Incluso sin la guerra, aún tenían que lidiar con los problemas que permanecian en Zaun. Especialmente en la parte más baja.
Seguía habiendo adictos al Shimmer con los que tratar, y no siempre era un trabajo fácil. Vi siempre estaba dispuesta a ayudar con ellos, aún que a veces la dejaban sin energía más tarde.
Caitlyn y Vi tenían dos personalidades diferentes y a veces chocaban un poco en según que cosas. Nada importante, pero que ayudaba a mantenerlas en sintonía con ellas mismas.
Y desde que estaban trabajando a tiempo completo en cosas diferentes, ese había sido un gran problema para ellas.
Se habían acostumbrando a estar casi unidas por una cadena todo el tiempo, y volver a acostumbrarse a hacer las cosas por separado fue algo complicado al principio.
Vi decidió quedarse en el bar, y ayudar ocasionalmente a Ekko en algo. Mientras que Caitlyn se unió de forma permanente a las mejoras, haciendo de mediadora entre Piltover y Zaun, causando que tuviera mucho trabajo por hacer.
Pero, esta vez, la discusión que tienen no tiene nada que ver con la carga de trabajo de Caitlyn.
—No puedes estar hablando en serio —dice Caitlyn, cruzándose de brazos mientras observa a Vi con incredulidad.
Vi, estirada en el sofá al lado de Caitlyn, le dio una mirada de superioridad, sabiendo lo mucho que eso solía molestar a la mujer.
—Totalmente en serio —dice, riendo suavemente—. La comida de Zaun es mucho mejor que cualquier cosa de Piltover.
Puede ver como Caitlyn se ve ofendida por un segundo, antes de rodar los ojos.
Aún después de todo el tiempo que llevan viviendo en Zaun, casi un año, parece que la mujer sigue sin acostumbrarse a la comida de Zaun. Por eso llega con comida de Tobias todas las semanas, parece que el hombre no se cansa de cocinarle.
—No puedes comparar la comida de esos puestos de aquí con una cena de Piltover —replica Caitlyn, mirándola con diversión.
—Cupcake, una cena en Piltover cuesta lo mismo que alimentar a toda una calle en Zaun por una semana —se burla Vi, moviéndose en el sofá para acercarse más a Caitlyn—. Además, aquí la comida tiene más sabor.
—Sí, porque probablemente le echan algo que no quiero saber qué es —responde Caitlyn, con una mueca.
Vi se echa a reír, mirando aún con diversión a la mujer.
Hay algo lindo en simplemente estar en su casa, disfrutando de un día de descanso y hablando de esas cosas tontas. Vi siempre había deseado algo así, tener esa tranquilidad y... Ser libre. Es lo que más quiso.
—Oh, vamos, no puedes ser tan snob. ¿No me digas que no te gusta la comida de Zaun?
Caitlyn se cruza de brazos, fingiendo pensar demasiado su respuesta.
No es que sea un gran misterio. Come algunas cosas, pero la comida de los puestos... Parece ser un gran no para ella.
—Digamos que me gusta —acaba diciendo, ladeando la cabeza—. ¿Pero mejor que la de Piltover? De ninguna manera.
Vi se inclina hacia ella, con una sonrisa desafiante.
Sabe que Caitlyn no parece poder decirle que no a ella, y realmente quiere probar los límites de la mujer. Cada día que pasa, siente que aún quiere saber más de ella. Quiere saberlo todo.
Al menos, Caitlyn ahora habla más con ella. Comparten lo que ocurre durante su día, cuando están separadas, y hablan sobre como se sienten. Antes de la guerra... Eso había parecido algo imposible.
—Entonces haremos esto. Mañana vamos a probar todos los puestos de comida en Zaun y veremos cuántos de ellos te gustan —prueba a decir Vi, analizando la reacción de Caitlyn.
Por un momento, parece que la mujer va a decir que no, pero sacude la cabeza. Su único ojo se vuelve hacia ella, mientras sonríe de lado.
—¿Todos? —pregunta Caitlyn, con tono algo dudoso.
Vi resopla con diversión. Está claro que Caitlyn sería incapaz de soportar todos los puestos de comida de Zaun.
Ni siquiera quiere decirle a la mujer que aquí abajo no tienen un equipo de sanidad ni nada parecido para garantizar que todo esté bien. Tal vez debería decirle a Ekko de añadir eso.
—Bueno, no todos, pero suficientes como para demostrar mi punto —explica Vi.
Ni siquiera sabe si sería posible pasar por todos los puestos de comida en un solo día, cada vez hay más.
Caitlyn suspira, pero acaba asintiendo con la cabeza mientras sonríe suavemente.
—Está bien, Vi. Pero si después de todo esto sigo diciendo que la comida de Piltover es mejor, tendrás que admitirlo.
Vi la mira con una sonrisa burlona, poniendo una mano en su pecho, como si eso fuera algo doloroso.
—Jamás.
Caitlyn suelta una risa, sacudiendo con la cabeza y pasando una mano con suavidad por el cabello de Vi.
—Eres imposible.
Vi se encoge de hombros, satisfecha con la conversación.
—Lo sé. Y por alguna razón, sigues soportándome.
Caitlyn la mira por unos segundos antes de inclinarse y darle un beso rápido en los labios a Vi.
No puede evitar quejarse un poco, necesitando más de ese contacto. Un beso rápido nunca es suficiente para Vi.
—Supongo que tiene sus ventajas —murmura Caitlyn, dándole una mirada llena de dulzura—. Nunca me aburriré contigo.
Vi sonríe satisfecha, acercándose más a Caitlyn para poder darle otro beso rápido.
—Sabía que me querías por algo más que mi increíble físico.
Caitlyn rueda su ojo funcional, pero Vi puede ver como se está esforzando en no reírse. Es toda una victoria para ella.
—Bueno, eso es otra ventaja —murmura Caitlyn, riéndose.
Vi se acerca aún más a ella, y lo que iba a decir se le va de la mente cuando Caitlyn vuelve a unir sus labios, esta vez en un beso profundo.
Eso es todo lo que siempre quiso Vi, es más de lo que nunca espero tener.
Se centra en la mujer a su lado, con su pecho sintiéndose cada vez más cálido mientras las cosas avanzan. Tienen que aprovechar esos días libres que tienen sin trabajo, no es como si Vi pudiera aburrirse de esto.
Nunca podría cansarse de Caitlyn.
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El sol se filtra a través de la ventana, haciendo que Vi se despierte cuando la empieza a deslumbrar.
Se remueve entre las sábanas, hundiéndose más en el calor de Caitlyn a su lado. Sabe que debe despertarse pronto, pero esta demasiado cómoda para pensar en eso ahora.
Caitlyn también se mueve, rodeándola con un brazo aún sintiéndose medio dormida. Está a su lado, boca abajo en la cama, con un brazo bajo la cabeza y el otro sobre la cintura de Vi.
Se siente tan natural en esa posición, incluso dormían así mucho antes de ser nada, incluso lo hicieron en esa otra dimensión.
Aun así, todavía no puede creerse que esa sea su vista diaria. Caitlyn a su lado, viéndose pacífica mientras duerme, y el sol entrando por la ventana.
Ekko ha conseguido hacer unas placas luminosas, algo que Vi supone que también usaban en la otra dimensión, y la luz solar entra hasta el fondo de Zaun ahora. No va a negarlo, aún está confusa sobre como es posible, pero sabe que no debe cuestionar ningún invento de Jinx o Ekko.
La respiración de Caitlyn es tranquila, y Vi se aprieta más contra ella, disfrutado de los pocos minutos que les quedan de paz.
Ha pasado tanto tiempo desde que todo cambió. Desde que derrotarlo a Ambessa y consiguieron un cambio real para Zaun. A veces todo se sigue sintiendo como un sueño, pero es real.
Esta nueva vida pacífica y bonita es suya, realmente lo es. Una vida con su familia, con la gente que ama, y tomando sus propias elecciones cada día. Es lo que siempre ha deseado.
Y junto con Caitlyn, ha encontrado su lugar en el mundo al fin.
Aquí, en su hogar, en su acogedora casa en Zaun, cerca de Vander, de Jinx, de la gente que le importa. Nada podría ser mejor.
Pocos segundos después, puede oír el sonido molesto de la alarma. Y Vi intenta evitarlo, tapándose los oídos con la almohada. No es que sirva de algo realmente.
Caitlyn se mueve un poco, saliendo del agarre apretado de Vi. Extraña su calor tan pronto como lo pierde.
Abre los ojos, viendo como Caitlyn se mueve para quedar en la cama sentada, viéndose tan mal como Vi. No es que sea demasiado pronto, pero anoche... No se fueron a dormir demasiado pronto.
Puede verla cerrar los ojos por un segundo, antes de suspirar. Incluso por las mañanas, Caitlyn se ve increíble.
—Tu alarma suena demasiado temprano —murmura Vi, con su voz ronca por el sueño.
Caitlyn sonríe, mirando con Vi con dulzura. No lleva el parche, pero Vi ya esta acostumbrada a ver su cicatriz sin nada que la cubra. La hace sentir especial, ser alguien con quien Caitlyn pueda mostrarse tal y como es.
—Alguien tiene que levantarse primero para hacer café —responde con suavidad.
Vi protesta, girándose hacia ella para apoyar la cabeza en su regazo, con un suspiro dramático.
—Cinco minutos más…
Caitlyn rueda los ojos, pero sus dedos se enredan en el cabello de Vi segundos después, acariciándola con ternura.
Se quedan así un rato, mientras Vi disfruta de los cuidados en su cabello. Se siente tan bien, no puede creerse que haya vivido sin algo así durante tanto tiempo.
Cada vez hay más ruido que entra por la ventana, y Vi sabe que se les está acabando el tiempo. Puede oír la risa de los niños caminando hacia la nueva escuela, las voces de los trabajadores que pasan, y el sonido lejano de las obras.
El día no espera a nadie y, por mucho que quiera evitarlo, ambas tienen trabajo por hacer. Especialmente hoy, que Vi se ha ofrecido voluntaria para ayudar en la construcción de un orfanato en Zaun.
Caitlyn suspira por última vez, alejando sus manos del cabello de Vi.
Con resignación, Vi se levanta de la cama al mismo tiempo que Caitlyn. Le hubiera encantado tener cinco minutos más, pero trabajo es trabajo.
—Vamos, al menos hoy estaremos en el mismo lugar —bromea Caitlyn, ya saliendo de la habitación para preparar café para ambas.
—¿Te olvidas de la prohibición de Jinx? Ni siquiera me deja estar a menos de 5 metros de ti —grita Vi, para que la mujer lo escuche.
Poco después de coincidir en un trabajo, Jinx insistió en ello, así que ellas cumplen sin problemas. Bueno, siempre hay algún sitio donde pueden verse, pero la furia de Jinx no es algo para tomarse a broma. La última vez le puso brillantina por toda la ropa, e insistió en que fue idea de Isha.
Sale de la habitación para ir al lavabo a asearse, y después camina hasta la cocina, esperando su café. Normalmente, se turnan para hacerlo, pero el de Caitlyn siempre sabe mucho mejor.
—¿No vale la pena acercarse a mí a cambio de un poco de brillantina? —dice Caitlyn, cruzada de brazos frente a la cocina.
—No dije eso —responde Vi, con una sonrisa tonta.
En un par de movimientos rápidos, le rodea la cintura a Caitlyn con sus brazos, tirando de ella hasta que están más cerca. La abraza con calma, disfrutando del contacto.
—Veámoslo hoy entonces —dice Caitlyn, dándole un guiño—. El café se enfriará si no me sueltas.
Vi asiente, alejándose de la mujer para sentarse en la mesa del comedor, sujetando su café.
No saben que les deparará la vida en el futuro, quizá sean días difíciles de nuevo, o tal vez sea toda una vida de paz y felicidad.
Sea lo que sea, Vi ya no está asustada por ello.
Esta exactamente donde siempre quiso estar, y eso es todo lo que importa. No dejará que nada le quite eso.
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La noche en Zaun era mucho más tranquila que antes. Las luces tenues de las farolas eran cálidas y hacían que la zona se sintiera más segura. También podía oír risas lejanas y el sonido de la gente caminando por las calles.
Vi siempre había adorado Zaun de noche, pero ahora era mucho mejor que antes. Era como tener un nuevo hogar. Nunca iba a cansarse de pasar noches por las calles.
O, bueno, por los tejados es realidad.
Y ver a Caitlyn probando sus límites solo era una ventaja más de la noche en Zaun. Se ha vuelto mucho más aventurera, después de tiempo que ha pasado con Jinx ideando proyectos para Zaun.
—No puedo creer que me hayas convencido de hacer esto —murmura Caitlyn, mirando el borde del tejado en el que están paradas.
Vi le da una sonrisa divertida, mirando hacia el siguiente tejado más cercano. Puede llegar rápido, y sabe que Caitlyn también puede hacerlo.
Ha estado mejorando mucho y ahora parece que no siente tantos problemas para moverse con su visión. Además de todas las tardes que han pasado entrenando juntas. Incluso sin guerra ni peleas a la vista, Vi se niega a dejar de entrenar.
—Vamos, cupcake, pensaba que querías conocer más de Zaun. No hay mejor manera que verla desde arriba.
Caitlyn entrecierra los ojos, dándole una larga mirada a Vi, casi como si pudiera ver a través de ella.
—¿Desde los tejados? —pregunta, incrédula—. Ni siquiera Jinx me hace saltar por los tejados.
Se ríe un poco con esa nueva información. Parece que su hermana tiene un lado dulce ahora con Caitlyn.
—Sigue siendo la mejor manera de ver Zaun.
Y lo es. Nada será nunca tan increíble como ver Zaun desde arriba. Poder moverse de un lado a otro con total libertad... Nada se podría sentir mejor.
Vi siempre iba dando saltos de un lado al otro cuando era joven, y agradece no haber perdido esa habilidad en prisión. Al menos es algo que no le quitaron.
—No creo que...
—¿O es que te da miedo? —pregunta Vi, alzando una ceja.
Le gusta poner a Caitlyn al límite en cosas que sabe que la mujer puede hacer perfectamente. Es una forma de hacerle ver que es mucho más fuerte de lo que cree.
Caitlyn exhala con fuerza, mirando de Vi al espacio que hay entre ellas. Parece pensarlo por unos segundos. Vi sabe que su habilidad para calcular espacios es un poco diferente ahora, pero sabe que puede hacerlo.
—No tengo miedo —susurra Caitlyn, con un gran suspiro.
—Esa es mi chica.
Parece que esas últimas palabras son lo que motivan a Caitlyn, que suspira otra vez y da un paso más cerca del borde.
Mira por un rato más la distancia entre las dos, hasta que da unos pasos atrás. En unos segundos, corre hacia delante y da un salto en el momento perfecto. Sus botas tocan la superficie donde está Vi con un ruido sordo, pero no tropieza mientras se levanta.
Con cuidado para no sobresaltarla, Vi da un paso hacia ella y envuelve sus brazos en su pequeña cintura.
—No está mal para ser una piltie con un solo ojo —bromea Vi, dándole un pequeño beso en los labios.
—Oh, cállate —replica Caitlyn, rodando los ojos, aunque no puede evitar sonreír.
El siguiente salto es más fácil, y el siguiente aún más. Pronto, Caitlyn parece encontrar el salto perfecto para seguirle el ritmo a Vi.
La adrenalina le recorre el cuerpo mientras se mueven por Zaun, disfrutando de tener a la otra mujer tan cerca de ella, haciendo algo que ama.
—Admítelo, lo estás pasando bien —dice Vi, girándose para correr de espaldas por un momento.
—No te emociones tanto —responde Caitlyn, pareciendo esforzarse para no darle una sonrisa.
Pero Vi la conoce demasiado bien, ya no hay nada que Caitlyn pueda ocultarle. Ya no.
—Hagamos una cosa —dice Vi, pensando en ello—. Si llego antes a casa, me debes un beso.
Caitlyn arquea una ceja, pareciendo divertida por ello. No es que sea un premio increíble, van a besarse de todos modos, pero Vi sabe que es una forma de motivarla aún más.
—¿Y si gano yo?
Vi finge pensarlo por un momento, evitando sonreír.
—Bueno, entonces yo te debo un beso. Así que, de cualquier manera, salimos ganando.
Caitlyn suelta una risa suave y Vi, que esta tan perdida en ese sonido adictivo, tarda un par de segundos en notar como Caitlyn avanza por delante de ella.
—¡Oye! ¡Eso fue trampa! —grita Vi, riendo mientras la persigue por los techos de Zaun.
—¡No dijiste que tenía que esperarte! —se burla Caitlyn, ahora moviéndose más confiada.
Vi sigue riendo por detrás, disfrutando de como van superando todas las secuelas de la guerra poco a poco. Cada día siendo un poco más felices.
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Normalmente siempre tienen una vida tranquila en su apartamento, solo ellas dos con sus cosas. Eso no tiene nada que ver con hoy.
Parece que el apartamento está lleno de gente, por primera vez en mucho tiempo.
El olor de la comida inunda el ambiente, mientras Caitlyn y Vi terminan de colocar todos los platos sobre la mesa, con cuidado de que nadie pueda provocar un caos.
Vi se siente un poco emocional, teniendo a toda la gente que le importa reunida ahí. Bueno, tiene más amigos fuera de ahí, pero no son tan importantes.
Tobias y Vander están sentados a un lado de la mesa, y Vi puede oírlos hablar sobre el crecimiento de Zaun, y las nuevas medidas de seguridad que están planteando poner. Tobias se ha adaptado muy bien a su familia, va mucho al bar y les ayuda, además de que le trae comida a Caitlyn casi todas las semanas.
Vi esta muy aliviada de que sus padres también se lleven bien y puedan hablar tranquilamente. Nunca hubiera pensado que iba a ser posible, siendo ambos tan diferentes, pero la vida no deja de darles sorpresas.
Jayce y Viktor esta unos asientos más atrás y, por lo que puede deducir Vi, parece estar debatiendo sobre algún proyecto peligroso que están tramando. Aun así, no puede evitar pensar que Jayce parece más interesado en bromear con Viktor en lugar de entender que es lo que está diciendo.
No es que pueda decir nada. Costó mucho que la ciudad pudiera perdonar a Viktor, pero lo hicieron. Aun así, no se libró del servicio comunitario, al igual que Jinx. Por lo menos, ya parece una persona totalmente distinta al hombre que vio en la guerra.
Ekko esta tratando de decirle algo a Isha, que sigue saltando de una silla a otra, mientras Jinx le hace señas furiosas para que se siente bien de una vez. No puede evitar reír cuando las señas de Jinx se vuelven más furiosas. Vi ha aprendido algunas cosas básicas para poder hablar con Isha, pero los insultos es lo primero que aprendió sin duda.
Resulta que la niña era mucho más rebelde una vez tenía la confianza y la seguridad para hacerlo. Además, es la niña mimada de la casa ahora.
Vi se apoya en el marco de la cocina, observando toda la escena con una sonrisa complacida. Todo eso es más de lo que espero alguna vez.
—No está mal para nuestra primera cena como anfitrionas —comenta Caitlyn, por detrás de ella.
Se ríe ligeramente, viendo como Isha acaba dándole un golpe flojo a Viktor en su afán por alejarse de las manos de Jinx.
—No está mal —dice Vi, reprimiendo su sonrisa enorme.
—Diría que es un éxito —insiste Caitlyn, sonriendo ampliamente.
Vi se gira para poder mirarla, ignorando el caos detrás de ella por unos segundos para enfocarse en la mujer y el principal problema que está teniendo Vi esta noche.
—Sí, pero hay un problema —murmura Vi, inclinándose hacia ella con una sonrisa traviesa.
—¿Cuál?
Vi mira hacia la mesa, asegurándose de que todos estén lo suficiente entretenidos como para no notar lo mucho que están tardando en servir la comida.
Cuando está segura de que todo está controlado, se vuelve a girar hacia Caitlyn, con confianza.
—Todavía no me has besado hoy.
La risa suave de Caitlyn la hace sentir más cálida, como siempre hace.
Pensó que todos esos sentimientos tontos acabarían con el tiempo, pero no es así en absoluto. Todavía se siente mejor cuando tiene a Caitlyn a su lado, cuando puede verla despertar cada mañana y acabar el día con ella a su lado. Su corazón todavía se acelera como loco después de besarse. Y se sigue sintiendo perdidamente enamorada de ella. No cree que vaya a parar en algún momento.
—Eres imposible.
—Lo sé —dice Vi, acercándose a ella.
Rápidamente, tira de la mujer hacia ella para darle un beso suave en los labios, que pronto se convierte en una cadena de besos. Es adicta a la sensación de ser besada por Caitlyn, y tampoco cree que vaya a parar de serlo en algún momento.
Todo parece ir demasiado bien, hasta que algo golpea la parte trasera de la cabeza de Vi.
Con desgana, se aparta de Caitlyn para volver a sus invitados. Pero la mitad de ellos no parece prestarle atención, y esta segura de que esos no han notado nada.
Como siempre, es Jinx la que quiere molestar. Parece que está convencida de que así debe ser una relación de hermanas, llena de cosas molestas todo el tiempo.
Puede ver la mueca exagerada en el rostro de Jinx mientras las observa, para después sacarle la lengua a Vi.
—¡Por favor! No podéis ponerse así cuando estamos a punto de comer.
Es entonces cuando los demás las miran, notando lo cerca que están. No es como si fuera una novedad, es solo que Jinx es molesta.
Vander suelta una carcajada fuerte, mirándolas con cariño, mientras que Tobias solo sonríe suavemente. Son muy diferentes, pero Vi cree que pueden ser grandes amigos ahora.
Antes de que Vi pueda pensar una respuesta ingeniosa para Jinx, Caitlyn la agarra de la mano y la lleva hasta su sitio en la mesa, colocando el último plato frente a Isha.
Ha estado cocinando platos que aprendió de Cassandra y Tobias, usando mucha menos cantidad de especias para que ninguno tenga problemas con ello. Aun así, y dejando claro su favoritismo, Caitlyn le hizo un plato especial a Isha por si no le gustaba.
—Vamos, comamos antes de que Jinx decida echarnos de nuestra propia casa —bromea Vi, agarrando sus cubiertos.
Se siente extraño tener a tanta gente en su casa, pero es mejor de lo que hubiera imaginado.
Se entabla una conversación con más facilidad de la que Vi hubiera pensado, por lo diferentes que son todos. Aun así, todos tienen algo en común: su familia.
Y, aún que a veces las cosas se sientan complicadas, siguen siendo una familia. Incluso los nuevos llegados lo son. Vamos, incluso le ha cogido cariño al chico bonito, viendo lo bien que trata siempre a Caitlyn.
Nada es lo que era, pero ellos también han encontrado una forma de reconstruir sus vínculos y de estar en paz. De ser una familia feliz.
Vi sabe que nada importa más que su familia, y poder llegar a este momento...
Cuando estaba en la otra dimensión, pensó que esas comidas familiares eran todo lo que podría tener. Especialmente con Caitlyn ahí. No veía forma posible de que todo entre ellas pudiera ir bien, que pudieran acabar así, siendo felices.
Tuvo tanto miedo de perder todo eso al volver a su dimensión...
Pero se agradece de haberlo hecho, de haber vuelto y luchar por ellas. Por toda su familia.
Todo salió mejor de lo esperado y, ahí rodeada de su familia, Vi siente que nada podría haber sido mejor.
Espera que las otras versiones de sí misma en las otras dimensiones puedan tener este final también. A veces se pregunta que pasó con las versiones de esa dimensión en la que estuvieron, si ya estarían juntas o si surgieron problemas como siempre... Pase lo que pase, espera que puedan estar juntas en algún momento.
Siente que esta atada a Caitlyn, y espera que sea así en todas las dimensiones posibles.
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La lluvia golpea con fuerza contra las ventanas, creando un ambiente relajante dentro de la casa. Al estar en una de las partes altas de Zaun, no podían evitar la lluvia como en las capas más bajas. Aun así, ninguna la evitaría.
Caitlyn y Vi están acurrucadas en el sofá, con una manta compartida y dos tazas de té de Ionia sobre la mesa de centro. No tenían que trabajar, y estar así era la mejor forma de pasar un largo día de lluvia.
Vi juega distraídamente con los dedos de Caitlyn, entrelazándolos y separándolos sin dejar de observarla. Han pasado por mucho para llegar hasta aquí, y aunque Zaun aún esta en reconstrucción, su vida finalmente parecía estable.
Y... Vi había querido ignorarlo, pero había un pensamiento golpeando en su mente más de lo que me gustaría.
—Ayer Isha no me soltaba la mano —murmura Vi de repente, con una pequeña sonrisa—. Se pasó toda la noche sentada a mi lado.
Accedió a hacer de canguro para Jinx ayer, ya que no tenía que hacer nada por la noche, y fue más fácil de lo que pensaba. Sin Caitlyn ahí, Vi tuvo que esforzarse en hablar lenguaje de signos, y siente que es mucho mejor en ello.
Isha y ella parecen tener una buena relación ahora. Al principio, se sintió un poco extraña por la niña, pero siempre fue buena con los niños más pequeños. Solo fue cuestión de tiempo y paz hasta que acabarán siendo casi mejores amigas.
Puede ver a Caitlyn sonreír, imaginando la escena en su mente. Sabe que Caitlyn también está muy encariñada con la niña, lo estuvo desde la primera vez que la vio. De todos modos, parece imposible no encariñarse con esa niña.
Y estar otra vez así, con alguien a quien cuidar... Despertó pensamientos que Vi creía haber borrado.
—Le gustas —dice Caitlyn, mirando hacia ella con una sonrisa suave.
Vi asiente, pero se siente pensativa. No sabe como decir lo que quiere. Nunca ha sido buena para las palabras, y no quiere que pueda haber ningún tipo de malentendido esta vez.
Se queda en silencio por unos minutos, procesando en su cabeza las palabras una y otra vez para encontrar algo exacto. Para decir las palabras perfectas.
Caitlyn no dice ni una palabra mientras Vi piensa, dándole el tiempo que necesita sin preocupaciones. Esa es otra de las cosas que adora de la mujer. Siempre le da todo el tiempo y cuidado que necesita, casi parece que puede leer su mente algunas veces.
Ojalá pudiera hacerlo ahora, así Vi no se sentiría tan tonta al estar pensando una y otra vez en que decir.
—¿Alguna vez has pensado en… ya sabes… tener algo más? —pregunta con cautela.
Se regaña a sí misma tan pronto como lo dice, eso no parece tener el sentido que ella quería que tuviera. Aun así, fue la mejor cosa que se le ocurrió decir.
Caitlyn ladea la cabeza, mirando a Vi con curiosidad.
No parece haber entendido a que se estaba refiriendo exactamente Vi, y eso la hace sentir más ansiosa.
¿Ha hecho bien en mencionarlo?
Han pasado dos años desde que todo acabo. Su vida está estable, tienen dinero propio suficiente como para tirar hacia delante, están juntas... Sería un buen momento, ¿no?
—¿Algo más? ¿A qué te refieres?
Vi suspira, pensando de nuevo en cómo decir las cosas. Quería decirlo suave, pero sabe que eso no es lo que funciona, y no es lo que ella es.
Siempre prefiere decir las cosas directamente, para que quede claro que es lo que está pidiendo. Y parece que está vez va a tener que ser así también.
—A tener una familia —dice al fin—. A adoptar.
Se hace el silencio, y Vi teme haber dicho la cosa incorrecta. Ha estado pensando mucho en eso últimamente y pensó que Caitlyn había parecido dar indicios de que también quería pero...
Suspira para contener sus pensamientos, esperando la respuesta de Caitlyn. No debe saltar a las conclusiones antes de tiempo, esas cosas siempre han acabado mal para ella.
Aun así, los segundos se le hacen eternos, esperando su respuesta.
—¿De verdad lo has estado pensando? —pregunta Caitlyn, su voz casi parece un susurro.
Vi asiente, jugando con la tela de la manta.
Se siente tonta por sentirse tan intimidada por todo el momento, pero no puede evitarlo. Tener a una pequeña persona a la que cuidar es algo grande, pero Vi siente que esta lista para eso con Caitlyn.
Siempre quiso tener a alguien suyo a quien cuidar, a quien ella eligió cuidar de forma voluntaria. Siempre fue buena con Jinx, y con los demás niños. No era una gran sorpresa que quisiera ser madre algún día.
Pero... Estando en Stillwater se obligó a sí misma a enterrar todos esos deseos que alguna vez tuvo. Y, solo ahora que se siente segura, se permite pensar en ello de nuevo.
—Lo he estado pensando desde hace un tiempo —admite en voz baja—. No sé, después de todo lo que hemos pasado… quiero darle a alguien más la oportunidad de tener algo mejor. Como lo que nosotras tenemos.
Parece seguir pensando en ello, mientras la mira con una intensidad que Vi no puede procesar bien. Incluso con un solo ojo útil, Caitlyn es muy capaz de compartir lo que está sintiendo en todo momento.
Puede ver como duda antes de decir algo, y casi puede ver un brillo satisfecho brillar en su ojo, pero rápidamente es cambiando por algo similar a la inseguridad.
—No sé si seríamos buenas en eso —susurra Caitlyn, con una pequeña sonrisa nerviosa—. Es difícil y... No tengo experiencia con bebés, y...
Vi se ríe suavemente, disfrutando un poco de los nervios que parecen recorrer el cuerpo de Caitlyn.
Se siente más ligera ahora, que no ha recibido un no rotundo como respuesta. Al menos es algo, Vi no a quejarse por ello.
—¿Y cuándo hemos tenido experiencia en algo antes de hacerlo? —bromea, dándole un suave beso en la mejilla a Caitlyn—. Aprendimos a sobrevivir juntas, a construir una vida. Creo que podríamos aprender a ser una familia también.
Y eso es cierto. Cree que pueden hacer cualquier cosa que quieran juntas. Y tener a un pequeño ser que las una para siempre... Suena como algo genial.
Sabe que no todo será fácil, y que es mucho trabajo diario, que tienen que estar muy pendientes y ayudarlo en todo. Pero Vi esta lista, y cree que Caitlyn lo está también.
Piensa en todos los niños que hay en los refugios en Zaun, en Isha, en todos aquellos que han perdido tanto en la guerra. Piensa en lo que significaría darle un hogar a alguien, igual que Vander hizo con Jinx y ella. En como pueden cambiarle todo el mundo a una pequeña persona.
—Me gusta la idea —dice finalmente, apretando la mano de Vi—. Deberíamos pensarlo bien… pero sí, me gusta mucho.
Vi sonríe y se apoya más contra ella, sintiéndose más tranquila y aliviada.
Tener una familia con Caitlyn...
Si le hubieran dicho unos años atrás que se permitiría pensar en algo así, no hubiera sido capaz de creerlo.
No tiene que ser en un mismo momento, tienen muchos años por delante. Sea cuando sea, Vi solo quiere que sea con Caitlyn a su lado.
—No hay prisa —dice, con voz baja—. Solo quería que lo habláramos.
Caitlyn apoya su cabeza sobre la suya, y Vi siente como si acabarán de abrir una nueva puerta en su vida.
No saben ni cuando ni cómo, pero la idea ya está ahí, esperando el momento adecuado para convertirse en realidad.
Vi tiene que agradecer a la otra dimensión por hacer todo esto posible, las cosas no hubieran cambiado tanto si ellas no se hubieran visto a pasar por ello.
Si no se hubiera visto obligadas a pasar tiempo juntas para salir de ahí, tal vez nunca hubiera acabado tan felices, con toda su familia unida. A Vi no le gusta pensar mucho en ello, le gusta disfrutar de lo que tiene, y pensar en otras versiones de ella siendo mucho menos feliz...
Sacude la cabeza, disfrutando aún del contacto con Caitlyn.
Pase lo que pase, están juntas para afrontarlo todo en esta dimensión y eso es lo único que importa ahora.