En otro universo

Arcane: League of Legends (Cartoon 2021) League of Legends
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En otro universo
Summary
—En resumen, estos tres han desaparecido y quieres que te ayude a encontrarlos.Caitlyn asiente, mirando a Vi fijamente.—Creo que sé dónde están.—¿Y vas a decirlo o prefieres que me quede con la intriga?Rueda los ojos, intentando verse lo más despreocupada posible. Pero está preocupada.—El centro de las puertas Hextech. En, bueno, la pelea, nuestras armas estaban fallando todo el tiempo.Vi asiente, recuerda el momento en que sus guantes se movían solos y se negaban a cooperar.—¿Y quieres que vayamos?—Sí, sé que es peligroso pero...Vi lo piensa por un momento, ignorando su corazón. Si fuera por eso, habría dicho que sí hace mucho.ODónde Vi y Caitlyn acaban en mundo paralelo mientras intentan ayudar.Las cosas no acabaron bien después de la pelea con Jinx, y ambas están en lados opuestos, por lo que es una sorpresa cuando Caitlyn le pide ayuda a Vi.Las cosas se complican cuando Vi llega a un mundo paralelo donde las cosas son diferentes, y dónde Caitlyn es su mejor amiga. ¿Cómo puede Vi resistirse a sus sentimientos así? ¿Cómo puede querer volver a su triste vida?
Note
Y aquí vamos de nuevo, parece que no me canso de ellas dos.Posiblemente esta obra tenga actualizaciones más lentas, ya que comienzo a trabajar por las tardes también. Pero haré todo lo posible para seguir hacia delante.Estoy muy emocionada por está, tengo muchas ideas que creo que pueden estar muy bien.Espero que lo disfruteis tanto como yo lo hago escribiendo.
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Chapter 27

Vi no puede respirar.

El mundo a su alrededor desaparece, se convierte solo en un ruido lejano, como si nada de eso fuera importante. Todo lo que ve ahora es a Ambessa demasiado cerca de Caitlyn.

Corre tan rápido como puede, pero los soldados se cruzan en su camino.

Da puñetazos rápidos, sin ni siquiera preocuparse por quién es a quien está golpeando. Solo quiere que todos ellos desaparezcan y poder llegar a Caitlyn.

Da un suspiro agradecido cuando los soldados empiezan a caer delante de ella y sabe, por la cantidad de tiros perfectos, que debe ser Jinx la que esté abriéndole el camino.

No tarda en correr de nuevo, sintiendo el pánico crecer en su garganta. Sigue estando demasiado lejos, y ahora no puede ver qué está pasando ahí.

Su respiración se entrecorta cuando ve un resplandor dorado iluminando el lugar. Mel tuvo que hacer su movimiento.

Se acerca mientras sigue corriendo, con el corazón en la garganta.

Y lo que ve casi la hace derrumbarse en el suelo.

Todo lo que ve es a Caitlyn, su Caitlyn, tirada en el suelo, inmóvil, cubierta de sangre.

No sabe si sus piernas se siguen moviendo por instinto o por pura desesperación, pero en un par de segundos está arrodillada a su lado.

—No, no, no, Cait… —susurra con la voz rota, sus manos temblorosas acercándose a su rostro.

Le cuesta enfocar su vista, Caitlyn... No, aún respira. Puede ver la forma en que su pecho se mueve, pero es demasiado despacio. Ella... No se ve bien.

Hay demasiada sangre.

En su costado, en su ropa, en el suelo. Pero lo que más la paraliza es su rostro. Su ojo derecho… Vi siente su estómago revolverse con solo mirarlo. La herida es profunda, y la sangre aún gotea de ahí, cubriéndole la piel pálida.

—Mierda, Cait, dime algo, por favor… —súplica, con la voz quebrada.

Desliza una mano por la mejilla de Caitlyn, sintiendo el frío en su piel.

No, no puede acabar así. Vi se niega a ver eso. Ellas dos van a estar bien, todo esto es para que todos ellos puedan tener un futuro. Caitlyn no puede dejarla ahora.

Siente sus ojos llenándose de lágrimas, pero se niega a que caigan. Caitlyn no está muerta, no va a llorar por eso.

Vuelve a pasar las manos por las mejillas de Caitlyn, sin ni quisiera importarle que la sangre empiece a llenar sus manos. Solo quiere alguna reacción de Caitlyn, un signo de que ella aún está ahí. Pero no reacciona. No hay un solo movimiento.

Vi siente que algo dentro de ella se rompe.

No puede ser. No puede haber llegado tarde otra vez. No con Caitlyn. No después de todo lo que han pasado.

—¡Necesito ayuda aquí! —grita con la garganta cerrada, mientras presiona con las manos sobre la herida de su costado, como si eso pudiera evitar que la vida de Caitlyn se le escape entre los dedos.

Siente el caos a su alrededor, los gritos de los Firelights, el sonido de la guerra que aún no ha terminado. Pero nada de eso importa. Solo Caitlyn.

Ni siquiera sabe donde está Ambessa, eso es el mejor de sus problemas ahora. Nada de eso importa si pierde a Caitlyn en el proceso.

—Por favor, Cait… —su voz es un susurro ahora, su frente apoyándose contra la de ella en un gesto desesperado.

Se aferra a la última chispa de esperanza, a la calidez que aún queda en su piel. No puede perderla ahora. No, se niega a hacerlo. No hay forma de que esto sea lo que acabe con Caitlyn.

No siente el dolor de sus propias heridas ahora, lo único que siente es el dolor aplastante de su corazón mientras espera que Caitlyn haga algo. Cualquier cosa. Solo quiere verla viva.

—No puedes hacerme esto… No ahora. No después de todo.

Continúa sujetando a la mujer, esperando que alguien pueda ayudarla. No sabe nada de medicina, no tiene ninguna idea de como reparar esto.

No sabe si es su mente jugándole una mala pasada o si realmente escucha un murmullo salir de los labios de Caitlyn.

—Vi…

El aire regresa a sus pulmones con un golpe doloroso. Está segura de que ha sido Caitlyn, y es todo lo que necesita para sentirse un poco más viva.

Si aún está respirando, pueden hacer algo. ¿No? No puede morirse si alguien tapa sus heridas y...

—¡Sí! Sí, estoy aquí, Cait. No te duermas, ¿vale? No te duermas, cupcake. Vamos a sacarte de aquí.

Caitlyn no se mueve, pero Vi puede ver como su mano intenta moverse suavemente. Vi no le deja intentarlo más, con cuidado une sus manos.

Se siente más aliviada ahora que puede sentirla, pero sabe que no está bien. Sigue habiendo mucha sangre, y Vi no sabe como hacer que pare. ¿Qué debería hacer?

—Lo… lo hicimos —murmura Caitlyn con dificultad, con la sombra de una sonrisa débil en los labios.

Vi siente una risa amarga romperse en su pecho. No puede creerse que eso es lo que preocupe a Caitlyn, cuando está así, casi yéndose en sus brazos. Es lo que menos le importa a Vi.

—Sí, lo hicimos —susurra con la voz desgarrada, mientras presiona un beso contra su frente—. Y vamos a salir de esta, ¿me oyes?

—Te... Te amo, Violet —dice Caitlyn, con la voz tan baja que hace que el corazón de Vi duela.

No se supone que se dirían eso ahora, no puede ser así. Aún tienen muchas cosas que hacer. Tienen toda la vida por delante. Su historia no puede acabar así, Vi se niega a eso.

—También te amo, Cait —susurra, con una lágrima cayendo.

Caitlyn no dice nada más, y Vi puede ver como su respiración se va haciendo cada vez más lenta.

El pánico regresa con toda su fuerza, dejándola sin aire de nuevo. No. No ahora.

—¡Vi! —grita una voz por detrás, Jinx—. ¡Hay que sacarla de aquí!

Pero Vi no puede encontrar la fuerza para moverse, se siente como si todo su mundo se sintiera paralizado por un segundo.

—¡Vi! —insiste Jinx, moviéndose más cerca.

Vi sacude la cabeza, saliendo de sus propios pensamientos destructivos, tiene que sacar a Caitlyn de aquí. No importa nada más, debe sacarla.

Con rapidez, se levanta del suelo, decidida.

Pero, ¿a dónde deben llevarla? El refugio está demasiado lejos de aquí, Caitlyn no... Está perdiendo demasiada sangre como para hacer ese viaje por las calles subterráneas. Tampoco conoce a ningún médico y...

—¡Llévala a su casa, rápido! ¡Tobias es médico! —grita Mel, levantándose del suelo.

Su mirada se levanta por un momento, y ahí, entre los escombros, ve el cuerpo inmóvil de Ambessa. Puede ver como Mel se acerca al cuerpo de su madre, luciendo... Extraña.

Vi no tiene tiempo de procesarlo. No tiene tiempo para nada más.

Todo lo que importa es que Caitlyn viva.

—¡Jinx! —grita, y la nave de su hermana aparece a su lado—. ¿Puedes...?

—Sube, vamos —dice Jinx, con rapidez.

Vi no tarda en obedecer, agarrando el cuerpo inmóvil de Caitlyn entre sus brazos. Se sube a la nave como puede, agarrándose a las escaleras. Al menos los soldados están lejos de ahí.

Sus dedos tiemblan mientras los presiona contra la herida en su costado, intentando detener la sangre que no deja de salir. No puede perderla. No ahora.

—Estaremos ahí pronto —murmura Jinx, con una mirada rápida a Caitlyn—. Su ojo... Hay que pararle el sangrado.

—No hay tiempo —dice Vi, desesperada—. Su padre... Su padre es médico. Puede ayudar.

Jinx asiente, rápidamente dirigiendo su nave hacia allí.

El viaje se le hace eterno a Vi, aún sintiendo la presión de todo lo que ha ocurrido. Pero no puede sentirse feliz por la victoria, no cuando Caitlyn esta sangrando entre sus brazos.

Su corazón late más fuerte que nunca, el pánico recorriendo su cuerpo con cada respiración. Pero se calma a sí misma, con una mano en la herida de Caitlyn y la otra en su muñeca, aún sintiendo su pulso.

Cuando llegan a la mansión Kiramman, Vi sale corriendo de la nave, teniendo cuidado de no lastimar más a Caitlyn.

Se sorprende cuando la primera persona que sale de la mansión por el ruido es Tobias, viéndose mucho más vivo de lo que lo vio la última vez.

—¿Vi? ¿Qué...?

El hombre se queda sin palabras cuando ve el cuerpo ensangrentado de Caitlyn en sus brazos, pero en lugar de congelarse como ella, rápidamente avanza por la casa, con Vi siguiéndolo por detrás.

—¿Dónde debería...?

—Ven, tengo una consulta improvisada aquí para cosas urgentes —habla Tobias, empujando una de las puertas de la casa—. Dejala en la camilla.

Se ve serio, pero Vi puede notar el temblor en su voz, en sus manos. Es su hija la que está en la camilla. Es Caitlyn. Y ninguno de los dos la quiere muerta.

Vi deposita a Caitlyn con cuidado en la camilla, sintiendo una presión en el cuello. Hay tantas emociones en ella que ni siquiera puede ponerlas en palabras.

Se siente feo. Todo se siente mal.

Debería estar feliz por haber ganado, pero no le puede importar menos ahora. Lo celebrará cuando tenga a Caitlyn a su lado.

La observa por un momento, queriendo llorar por la vista. Su rostro sigue cubierto de sangre, y su ojo izquierdo...

—No... No te atrevas a dejarme, Cupcake —murmura Vi, con la voz rota.

Vi se aparta, dejándose caer en el suelo, contra la pared. Su respiración aún está agitada, y sabe que no se sentirá mejor hasta que vuelve a ver los ojos de Caitlyn abiertos. Bueno, el ojo que le queda de todos modos.

Tobias se pone unos guantes y comienza a trabajar, totalmente centrado en ello. Sus movimientos son seguros y calculados, meticulosos.

Apenas se da cuenta cuando siente una sombra a su lado. Jinx, ahora sentada a su lado, también observa con los labios apretados como trabaja Tobias. Hay algo profundo en su mirada también.

No sabe en qué momento ha llegado, después de que Vi saliera corriendo de su nave, pero agradece tenerla ahora.

Aun así, quiere decirle que se vaya. Jinx sigue siendo la asesina de Cassandra, y Tobias... No parece que se haya dado cuenta de su presencia aún.

—Sus signos vitales están inestables —dice Tobias con seriedad, y Vi puede notar como su voz tiembla por unos instantes—. Perdió mucha sangre.

—¿Pero vivirá? —pregunta Vi, con desesperación.

Tobias no responde al instante, mientras limpia la herida de su costado. Vi siente que le falta el aire por la falta de repuesta.

Segundos después, observa como empieza a trabajar en la herida, con calma y seguridad.

—Si logramos cerrar la herida y detener la hemorragia... Hay posibilidades. Pero necesita descansar, y su ojo... — dice Tobias y suspira con pesadez—. Lo ha perdido.

El mundo de Vi se detiene por un momento.

Sabía que era posible. No se había visto nada bien cuando la vio, pero su ojo... La vida de Caitlyn cambiará mucho, y teme que sea un dolor demasiado grande para ella.

Pero no importa, lo único que importa es que viva. Pueden preocuparse por todo lo demás después.

No sabe cuanto tiempo pasa ahí sentada, con Jinx a su lado, mirando a Tobias trabajando. Parece complicado, y puede oír los pequeños sonidos de descontento que hace el hombre, solo espera que no signifiquen algo malo.

Cuando acaba, Tobias da un suspiro fuerte.

—Aún no sé si lo logrará... —dice Tobias, ahora mirando a Caitlyn con suavidad—. Los daños en su cabeza... La daga le retiro el ojo por completo, y no... Solo esperemos que se despierte pronto.

—Solo quiero que viva —responde Vi, con la voz baja.

Tobias levanta la cabeza hacia ella por unos instantes, como si intentará analizarla.

Se siente incómoda. Aún recuerda la última vez que vio a Tobias, cómo la miro... No cree que pueda olvidarlo. Pero si piensa que Vi va a irse, esta muy equivocada.

No va a moverse de aquí hasta que Caitlyn lo haga, no puede estar lejos de ella sin saber...

Tobias da otro suspiro, esta vez mirando a Jinx. Se ve más duro cuando la mira, pero tampoco parece el mismo vacío y odio que tenía antes.

—Caitlyn... Me habló de cosas antes de irse a Zaun —dice Tobias, mirando el cuerpo inmóvil de Caitlyn—. Sé que las cosas son complicadas ahora. Pero podéis quedaros aquí el tiempo que necesites.

Vi asiente, sintiéndose más aliviada.

—Yo tendré que irme pronto... —susurra Jinx, con la voz algo extraña—. Tengo a Isha y... Pero vendré mañana, ¿vale? Y todos los días después de ese hasta qué...

—Hasta que Caitlyn despierte —completa Vi, sin poder pensar en ninguna otra opción.

—Está bien —dice Tobias, dándoles una sonrisa débil—. Es lo que Caitlyn habría querido.

Vi pierde el sentido del tiempo ahí, sentada junto a la camilla de Caitlyn, esperando. Tobias le trae una silla al poco tiempo, dándole una mirada compasiva, y él mismo se sienta en otra, solo esperando.

Mantiene su la mano de Caitlyn en la suya, esperando sentir algún movimiento. Cualquier cosa.

Pero no hay nada.

Jinx se va un rato después, aún mirando a Caitlyn como si quisiera decir algo, pero no lo hace. Dice que volverá al día siguiente y que informará a Vander sobre ello, que traerá novedades de la batalla.

Vi asiente, pero en realidad no puede centrarse en nada de eso.

—Caitlyn habló mucho de ti cuando volvió —habla Tobias, rompiendo el silencio entre ellos.

—Espero que cosas buenas —susurra Vi, sin saber qué decir antes esa información.

—Siento si fui muy duro contigo esa vez. Ahora sé... Lo que se le hizo a Zaun no estuvo bien —sigue diciendo Tobias, y ahora Vi lo observa con más interés—. Nada de eso fue culpa tuya, Vi. Siento si te hice sentir así.

—No deberías disculparte. Habías perdido a tu mujer —dice Vi, con el corazón encogido—. Entiendo el dolor que debías sentir, que debes sentir, y no te culpo por ello. Puedo decirle a Jinx que no venga.

—No te preocupes, ahora... Entiendo sus motivos ahora que Caitlyn habló conmigo —susurra Tobias—. Eres muy importante para Cait, se quedó destrozada cuando te perdió. No estuve ahí para ella, estaba demasiado perdido en mi propio dolor, pero la vi. Se iba desvaneciendo cada día más.

—Caitlyn también lo paso muy mal después de...

—Lo sé, siempre fue cercana a su madre, aun cuando tenían opiniones tan opuestas. Cass solo quería lo mejor para Caitlyn, y yo también —dice Tobias, con un suspiro.

Ahora es cuando Vi teme que le diga que ella no es lo mejor para Caitlyn. No podría negarlo, de todos modos. Lo único que le ha traído a Caitlyn es dolor y sufrimiento. Sin ella...

Sacude la cabeza, no puede pensar así. Ama a Caitlyn y ella también la ama. Se merecen tener su final feliz. Se merecen tener esa vida que tanto quieren.

—Yo no...

—Eres buena para ella, Vi —continúa Tobias, dándole una mirada suave—. Nunca la vi tan cercana a nadie antes, tan preocupada… Eres bienvenida aquí el tiempo que quieras, Vi, y tu familia también.

—Gracias —es todo lo que puede decir Vi, con un nudo en la garganta.

De todas las cosas que se esperó de la batalla, nunca incluyó tener una conversación real con el padre de Tobias. Tampoco incluyó estar al lado de la camilla de Caitlyn, esperando verla despierta, pero ya no pueden hacer nada.

Hay algo de alivio en su corazón, muy al fondo de todas las demás cosas, cuando escucha las palabras de Tobias.

No se ha dado cuenta de lo mucho que le preocupaba ese tema hasta ahora. Temía que Caitlyn se pudiera arrepentir de estar con ella, que Tobias pudiera decirle algo o... No sabe, que Caitlyn pudiera decidir dejarla de lado.

Aún tiene los recuerdos de la comida familiar en la otra dimensión, pero las cosas ahí eran muy diferentes. Esa Vi no había hecho tantas cosas como ella.

Pero, aun así, cree que esta en paz ahora consigo misma.

Ha hecho cosas malas, claro que sí. Pero siempre ha intentado que fueran para un bien mayor, o hechas porque no tenía más opciones que esa.

Ya no cree que no se merezca a Caitlyn, o que no se merezca ser feliz. Le ha costado, pero cree que se merece un poco de felicidad después de por todo lo que ha pasado. Ahora solo necesita a Caitlyn para eso.

Tobias se va horas más tarde, pero Vi sabe que solo va a quedarse en la habitación de enfrente. También insiste en que Vi duerma en una cama, para estar más cómoda, pero lo rechaza.

El silencio de la mansión casi se siente irreal, después de todo el caos de la batalla. Ya no hay gritos de guerra resonando en sus oídos, ni disparos, pero... Es casi peor.

Solo el sonido de la respiración de Caitlyn, aún demasiado lenta, pero constante, es lo que hace que se mantenga cuerda.

Pero cada segundo que pasa sin que Caitlyn despierte es un golpe a su paciencia, a su resistencia. No sabe qué va a hacer si no abre los ojos y…

Aprieta los labios, con el pecho ardiendo de rabia. No, Caitlyn es fuerte. Va a despertar. Va a salir de esto.

Y cuando lo haga, Vi va a estar ahí.

— —

Vi se pasa días pegada a la camilla de Caitlyn, con su corazón encogiéndose por cada día que pasa sin ella.

El pánico ha aflojado un poco, pero a veces la domina por completo. No hay signos de que vaya a despertar pronto, según dice Tobias, pero insiste en que es normal. Que ha perdido mucha sangre y que su cuerpo tardará en recuperarla.

Su respiración se ha fortalecido, casi a un ritmo normal ahora, y Tobias insiste en que lo tomen como una buena señal. Pero Vi no sabe como hacerlo.

Lo único que quiere es volver a verla, decirle que la ama y poder vivir con normalidad. Esto... Es un infierno.

Se siente mucho peor que antes. Casi se siente peor que...

No, no va a compararlo con la muerte de alguien.

Siente que se está volviendo loca ahí, con cada hora sin que haya ningún avance. Pero no hay nada que ella pueda hacer. La vida sigue, pero ella está atrapada ahí hasta que Caitlyn vuelva.

Tobias también insistió en revisar a Vi, y no pudo negarse cuando lo hizo ahí mismo. Si no tenía que separarse de Caitlyn, entonces podría hacerlo.

No se dio cuenta de lo mucho que dolía su cuerpo hasta que Tobias empezó a revisarla. Resulta que tenía un par de costillas rotas, y su brazo descolocado de nuevo. Con todo el dolor crónico, a veces no puede distinguir las heridas viejas de las nuevas.

Siguió insistiendo en que Vi tenía que ir a una terapia de algún tipo, no recuerda el nombre, para darle algo de alivio a sus huesos. Pero no se va a mover de la silla hasta que Caitlyn este despierta, así que ya lo hará en algún momento.

Con el dolor de su corazón con cada día que pasa ahí dentro, ni siquiera siente el dolor de su propio cuerpo. Se pasa los días entumecida, pensando en todo lo que debería tener y no tiene.

Debería estar en una cita con Caitlyn, en algún lugar bonito, pasando el rato sin preocupaciones, disfrutando de su tiempo juntas y de su victoria. No aquí...

La puerta de la habitación se abre con fuerza, y Vi ya sabe quien es solo por eso. Jinx.

Ha estado cumpliendo con su palabra, y ha estado casi todos los días ahí un rato. Insiste en que tiene que pasar de todos modos, ahora que Mel esta trabajando en nuevos cambios para Zaun.

Las cosas no han sido fáciles ahí fuera tampoco.

Jayce consiguió eliminar todo el rastro del núcleo de Hextech, pero insiste en que no debería haber problema con el Hextech normal. Aun así, nadie está seguro de ello.

Viktor... Aún es un tema complicado. Ahora ha vuelto a ser normal, como antes de que lo corrompiera el Hextech. Y, aún que muchas de esas máquinas volvieron a su cuerpo humano —Vi aún no entiende como es posible, pero no va a intentar preguntar sobre todas esas cosas técnicas—, otras no lo hicieron.

Jinx también es un tema complicado. Piltover debería castigarla, pero Mel no se ve con corazón de hacer eso. A ninguno, en realidad. Dice que no sabe que castigos podrían ser adecuados. Que no quiere hacer las daño, ni generar más odio. Pero es difícil.

Ahora, todos son parecidos. Todos han acabado asesinando a alguien en la guerra. Todos han acabado tomando malas decisiones. Es duro de decir, pero todos ellos irían a prisión en otras circunstancias. Al menos sabe que Mel va a evitar eso.

De todos modos, ¿quién decide si alguien debe tener una segunda oportunidad o no?

Es una pregunta difícil, y ni ella misma sabe la respuesta. Viktor... Ha hecho mucho daño, pero él pensaba que estaba haciendo algo bueno. Jinx... Es su hermana, y no puede pensar con claridad cuando se trata de ella.

Así que ahora, la principal motivación de Mel es restablecer el consejo y aplicar las mejoras a Zaun. Insiste en que tienen el material adecuado para hacerlo, para también tienen que reconstruir Piltover.

No va a ser un trabajo fácil. Vi se ofrecería a ayudar con sus guantes pero... Solo podrá hacerlo cuando Caitlyn despierte.

—Hey, sis —saluda Jinx, sentándose en la silla que usualmente ocupa Tobias—. Ya es hora de que te levantes, cupcake. Esto se está volviendo aburrido.

Vi no puede evitar reírse un poco. Jinx insiste en hablarle a Caitlyn cuando está ahí, especialmente en decirle cosas que la molestan. Tiene esa teoría de que puede despertarse para discutir con ella en algún momento.

No es que ella vaya a negarse a escucharlo. Es divertido. Y... Realmente parece que Jinx se preocupa por Caitlyn ahora.

—Sabes que solo yo puedo llamarla así —bromea Vi, dándole una sonrisa suave a su hermana.

—Oh, sí, claro. Cosas especiales de novia o lo que sea —dice Jinx, rodando los ojos.

—Aún no... —susurra Vi, sacudiendo la cabeza.

—Vamos, Cait. Deberías despertar y hacer de mi hermana una mujer honorable. ¿Qué pensarán todos estos pijos de ella? No puedes dejarla tirada.

—No me importa lo que digan.

Jinx la mira, y vuelve a rodar los ojos. Sabe que solo quiere encontrar una motivación para que Caitlyn, si puede oírlas, despierte. Y lo valora como nada antes.

—Ekko dice que siempre tendréis un hogar en el refugio si lo queréis —dice Jinx, ahora sonando más seria—. Planean construir más casas en Zaun. Casas seguras y bonitas. Resulta que el tamaño y la fuerza de Vander es muy útil para eso.

Vi asiente, pensando en ello.

Sabe que Ekko estuvo en una dimensión parecida a la suya, tal vez puedan replicar eso que vieron. Esta segura de que siguen teniendo los materiales para hacerlo, y si Ekko tiene las ideas... Es probable.

Tal vez Caitlyn y ella puedan mudarse a una de esas casas algún día. Una que esté cerca de la frontera entre las dos ciudades.

Piltover... Nunca fue para Vi, pero sabe que se quedará si Caitlyn se lo pide.

Ahora, podría hacer cualquier cosa por la mujer, solo necesita que la mire y se lo diga.

Jinx se acomoda en la silla, cruzando las piernas mientras observa a Caitlyn con una mueca de fastidio.

—¿Sabes qué? Si sigues así, empezaré a contarle a Vi todas las historias vergonzosas que me sé de ti. Y cuando despiertes, ya no habrá vuelta atrás.

Vi se ríe de nuevo, aún no puede creerse lo mucho que Jinx estuvo observando a Caitlyn en silencio. Si fuera cualquier otra persona, estaría horrorizada, pero es Jinx. Y, por extraño que parezca, parece que se ha acostumbrado a las locuras de su hermana.

Lo mucho que han cambiado las cosas es increíble. Antes, Jinx ni siquiera podía soportar a Caitlyn. Aún recuerda esa vez, cuando pensó que la había convertido en un cupcake. Por Janna, realmente Jinx no ayudo en que Vi pudiera empatizar con ella al principio.

Pero ahora, Jinx esta ahí a diario, manteniendo cuerda a Vi con sus explicaciones de todo lo que está pasando. También suele traerle comida de Zaun, y la distrae por un tiempo. Jinx es la única persona que logra que Vi no se desmorone.

—Hablando de historias vergonzosas, ¿quieres saber lo que hizo Cait la primera vez que intentó patrullar por Zaun sola? —pregunta Jinx con una sonrisa traviesa, girándose hacia Vi—. Se veía lamentable sin ti.

—No creo que… —murmura Vi, con inseguridad.

Jinx ha estado diciendo eso durante días, hablando sobre todas las cosas que sabe sobre Caitlyn ahora. Pero Vi siempre la ha parado.

Quiere que Caitlyn sea la que pueda contarle sobre esas tonterías. Sobre su primera patrulla sin ella, sobre... Todo.

—Ugh, está bien. Guardaré los secretos hasta que ella pueda defenderse sola —se burla Jinx, apoyando los codos en la rodilla mientras observa el rostro sereno de Caitlyn—. Pero en serio, Cait. Tienes que despertar. Nos necesitas, pero te juro que Vi te necesita aún más.

Vi baja la mirada, apretando los labios. No quiere que Jinx la vea así, vulnerable. Pero su hermana la conoce demasiado bien.

A veces, es difícil contener sus lágrimas delante de la gente. Pero se esfuerza en ello. Solo se permite llorar por las noches, cuando está sola con Caitlyn, esperando que sus súplicas consigan hacer algo.

—¿Cuánto más crees que tomará? —pregunta en voz baja, sin despegar la vista de Caitlyn.

Jinx se encoge de hombros.

—No lo sé. Pero no creo que sea mucho más. Ha mejorado, ¿no? Y Caitlyn es dura. Lo sabes.

Vi asiente, y sujeta con más fuerza la mano de Caitlyn. La mujer es más dura de lo que parece, esta bien, las cosas pueden ir bien.

Caitlyn no se dejará derrotar tan fácil. Es fuerte, mucho más que nadie. Sobrevivirá, debe hacerlo.

Su corazón lo sabe. Pero eso no hace que esperar sea más fácil.

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