
Chapter 17
Vi gime un poco ante el dolor intenso que siente en la espalda cuando cae sobre algo duro. Se despierta totalmente de golpe con ese dolor que no había esperado.
Lo peor es que todo comienza a doler, incluso los lugares que no le había dolido antes y...
Oh, claro. Todo su dolor crónico ha vuelto. Casi se había olvidado de cómo se sentía. Todas sus articulaciones duelen, su espalda duele, incluso sus músculos de las piernas tiene un ligero dolor todo el tiempo. Antes casi no lo notaba, pero ahora es como si todo doliera el triple que antes.
Parpadea varias veces hasta que sus ojos se enfocan. Lo primero que nota es el techo lleno de suciedad y el techo medio caído. Después, se enfoca en el tacto de la superficie dónde está, esa dureza que es tan familiar.
Con todo el dolor que siente, tarda unos segundos en poder sentarse en la cama. La ansiedad presiona en su cuerpo mientras todo su cuerpo protesta ante el más mínimo movimiento. Casi no puede creerse que fuera capaz de luchar en el foso, y ganar, con todo es dolor.
Da un suspiro pesado cuando sus ojos recorren el espacio delante de ella, sintiéndose aún más preocupada.
Por Janna, está de vuelta en su viejo apartamento.
Por supuesto que conoce este lugar, paso demasiado tiempo ahí incluso sobria, cuando no tenía dinero para más botellas. El apartamento aún sigue lleno de botellas de alcohol vacías por el suelo y más suciedad en la que no quiere pensar ahora. No sabe cómo pudo vivir en un sitio así, se le eriza la piel solo de pensarlo. Pero tampoco es que sintiera que tuvo muchas oportunidades de hacer algo mejor que eso.
Sus guanteletes están en la misma posición donde los dejaba siempre, tirados en la única esquina más limpia del apartamento, ocupando más sitio que ninguna otra cosa.
Su presencia es lo que hace que Vi se sienta un poco confusa.
Pensó que volvería a las puertas de Hextech, dónde fueron absorbidas por primera vez. Ni siquiera pensó en la posibilidad de aparecer de nuevo en este sitio.
Además, tenía los guantes con ella en el momento que las llevaron a la otra dimensión. ¿Cómo han aparecido en perfecto estado en su habitación, cómo si nada hubiera pasado? Todo ese asunto del Hextech o lo que sea la asusta más de lo que quiere admitir en voz alta.
Sacude la cabeza, gimiendo un poco por el dolor, para intentar centrarse en lo más importante ahora. No sabe por donde empezar, pero tiene que pensar bien en ello.
Se sienta en el borde de la cama, haciendo una mueca de disgusto hacia sí misma cuando ve la cantidad de botellas que hay. No es que sea una gran sorpresa en cierto modo, siempre tuvo una tolerancia muy alta al alcohol, y eso hizo que tuviera que beber aún más para tener algún tipo de resultado.
Se siente abrumada en ese sitio, con los recuerdos de esos días tan malos flotando en su mente. Quiere salir lo antes posible de ahí, pero necesita un plan.
Ella nunca ha sido de las personas que hacen planes, solo piensan en el objetivo y luchan con todo lo que puedan para llegar a él. Y lo que necesita es tener a Jinx y a Caitlyn con ella. Tal vez no en el mismo momento.
Suspira de alivio cuando se da cuenta de que sus recuerdos de la otra dimensión están intactos. Tuvo miedo de que todo eso pudiera borrarse al adentrarse de nuevo en el núcleo.
Esos recuerdos son la única cosa que la mantienen llena de esperanza, con la imagen de que todos tiene una vida feliz. Y de que Jinx y ella pueden encontrar su vida feliz aquí de algún modo.
Sus manos se deslizan hacia sus bolsillos, buscando el teléfono. Tarda un segundo en recordar que no tiene nada de eso aquí. Sería mucho más fácil si pudiera estar solo a un mensaje de distancia de Caitlyn ahora, para asegurarse de que todo siga igual.
Supone que ella apareció en la mansión Kiramman, y realmente no quiere volver a ese lugar ahora. Tuvo suerte de que no encontrarse con el señor Kiramman la última vez.
Además, su principal prioridad ahora es encontrar a Jinx. Debe arreglar las cosas con ella antes de nada. No tiene aún muy claro como debe hacerlo, pero lo hará.
Sabe que Jinx ha hecho cosas malas, pero no puede dejar que la encierren. Que pase años sola, perdiendo la cabeza, como lo hizo ella... No, debe impedir eso.
Después de todo, Jinx creció con Silco. Sus acciones siempre estuvieron manchadas por el hombre.
En el fondo, Vi siempre había sabido que algo malo le estaba pasando a Powder, pero se negó a reconocerlo durante los años que pasó en Stillwater. Su último recuerdo antes de perder la consciencia por culpa de Marcus fue ver a Powder rodeada por Silco y sus matones, después de que Vi la hubiera dejado atrás.
Nunca fue su intención alejarse tanto, solo necesitaba un momento para calmarse y luchar contra la culpa que le recorrió el cuerpo en el mismo momento que golpeó a Powder. Nunca llegó a explicárselo a Jinx, espera que pueda hacerlo ahora.
Sus recuerdos sobre la otra dimensión la ayudan a tener las cosas más claras. La visión de Powder si su vida no hubiera sido un desastre desde el principio es lo que le da más motivación. Tal vez pueda conseguir un poco de esa dimensión aquí.
Caitlyn... Es un tema muy diferente. Iría a hablar con ella si pudiera, para asegurarse de que todo ha sido real y que sigue sintiéndose igual. Pero ambas tiene cosas que hacer primero. Y, sobre todo, espera que corte todos los lazos con Ambessa. Las cosas que hizo... Necesitan que Ambessa este fuera de la escena lo antes posible.
No ir a por Caitlyn primero también es más fácil, realmente no quiere saber si todos esos momentos que pasaron juntas fueron solo cosas por estar solas en esa dimensión. Quiere creer que fueron tan significativos para Caitlyn como lo fueron para ella. Pensar otra cosa le rompería el corazón de nuevo, y ya tuvo suficiente con la primera vez que le rompió el corazón ahí abajo, dejándola sola...
Sacude la cabeza, mirando de nuevo al apartamento. No parece muy diferente a cómo lo dejo la última vez. ¿Cuánto tiempo se supone que pasó aquí?
Estuvieron semanas en la otra dimensión, y está bastante segura de que su casera ya le hubiera dado el apartamento a otra persona si Vi no hubiera aparecido en semanas.
Se levanta de la cama tambaleándose un poco, teniendo cuidado de no pisar las botellas rotas en el suelo.
Por Janna, realmente extraña el otro cuerpo. Todo este dolor de su propio cuerpo la está volviendo loca. No sabe cómo vivía antes con todo eso. Bueno, había tenido toda la vida para acostumbrarse a ese dolor hasta que se le olvidó que estaba ahí en primer lugar.
Se para frente al espejo que rompió de un puñetazo la última vez, suspirando cuando se ve a sí misma después de tanto tiempo, su verdadera versión. Su tatuaje en la mejilla vuelve a estar en su lugar, igual que los de su espalda. Su cabello no se ve tan bonito aquí, y sigue manchado de rastro negro, igual que todo su rostro.
Entiende el agua del grifo, suspirando cuando el agua fría empapa sus vendas. Casi se había olvidado de ellas también. Necesita apretarlas más, no están siendo de gran ayuda ahora. Ni siquiera ha cuidado de sus vendas en mucho tiempo, están sucias y llenas de rastros negros también.
No es como si tuviera algunas más limpias. Estuvo reutilizándolas por mucho tiempo, lavándolas solo cundo era necesario. No es cómo si estar sana fuera una de sus prioridades cuando estuvo aquí sola.
Se pasa las manos llenas de agua por la cara y el cabello, esperando que le del empujón para sentirse algo mejor.
No sabe por dónde debe empezar a buscar a Jinx. Cree que debe estar sola en algún lugar de Zaun, ¿tal vez en el taller que tenía Powder? Muchas cosas de esa dimensión seguían siendo bastante parecidas a la realidad.
El color negro no desaparece de su cabello ni de su piel por mucho que lo intente, necesitaría algo de jabón, pero no tiene nada de eso aquí. Realmente debe darse una ducha cuando tenga una oportunidad.
Suspirando, se gira hacia la esquina donde están sus guantes. Los agarra, protestando un poco por el peso, hasta que se activa bien el Hextech.
Una vez esta lista, ya que los guantes son la única cosa que puede llevarse de ahí, se dirige a la puerta.
El frío la golpea tan pronto como sale. Casi había olvidado eso también. Zaun no es tan bonito como en la otra dimensión. Está oscuro y Vi puede ver la basura acumulada incluso en esa pequeña calle donde vive, sabe que todo está más o menos igual.
No hay árboles gigantes para mejorar el aire de Zaun, no hay luz solar, no hay nada de eso. Tal vez puedan conseguirlo en algún momento...
No es momento de pensar en eso aún.
Camina por Zaun sintiéndose inestable, y cómo si alguien la estuviera observando. Pero no puede ver a nadie interesante cuando se gira, solo un par de borrachos tirados en el suelo.
Ignorando la sensación sigue avanzando por las calles. Está bastante lejos del taller de Powder, y está bastante segura de que ese era su escondite como Jinx también. Pero no es que pueda ir mucho más rápido cuando el dolor aún la abruma.
Se apoya en una pared sucia después de unos segundos, recuperando el aire. Incluso respirar aquí es mucho más complicado.
Sigue sintiendo unos ojos sobre ella, cada vez más cerca. No tiene tiempo de girarse antes de sentir un golpe duro en la cabeza, derribándola en segundos, mientras todo se vuelve negro.
— —
Lo próximo que sabe es que está atada a una silla, por las ligas en sus muñecas, y tiene la cara tapada de nuevo.
Por Janna, la gente debería aprender otra forma de hablar con ella. Ha perdido la cuenta de cuantas veces ha pasado por una situación similar, y es casi humillante que siempre haya sido tan fácil.
Podría sacarse las ataduras en segundos, pero quiere ver quien es esta vez.
—Pensé que te habías ido de nuevo —dice una voz demasiado conocida, mientras le quitan la venda de los ojos.
Sus ojos se enfocan rápidamente en la persona delante de ella. Jinx.
Se ve muy distinta a Powder, pero también se ve distinta a la última vez que la vio como Jinx. Parece... Menos muerta, si es una forma de decirlo. Incluso parece que su piel tiene algo más de color.
Sus dos largas trenzas siguen estando en su sitio, muy diferentes al cabello corto de Powder. Y, aun así, siguen siendo dos versiones de la misma persona.
Estar delante de Jinx es muy diferente a como pensó que sería. No incluía que la hubieran atado a una silla y en su mente tenía muchas cosas que decir, pero ahora está sin palabras.
No sabe por dónde comenzar a disculparse. Hay muchas cosas por las que debe hacerlo.
Parte de ella quiere correr hacia ella, abrazarla y aferrarse con todas sus fuerzas. La otra parte sabe que no es tan fácil. Nunca lo es con Jinx.
Y menos ahora.
Mira a su alrededor, dándose cuenta de que es otra versión del taller de Powder. Esta vez, se ve más oscuro y no tiene esas barandillas en las aspas, pero la esencia es la misma. No estaba mal encaminada entonces, sabía que Jinx estaría ahí.
Jinx está de pie en medio de la nave, mientras que Vi esta aún sentada y amarrada en la silla. No puede ver mucho detrás de Jinx, no hay demasiada luz como para que pueda identificar mucho más.
—No pareces sorprendida de verme —dice Jinx, inclinando la cabeza con curiosidad.
Bueno, no está sorprendida exactamente. Jinx ya intentó hacer todo eso una vez, llevársela por la fuerza, antes de... Antes de que todo se volviera aún peor.
Y, de todos modos, estaba en camino para verla. Esto solo aceleró las cosas para Vi.
Aun así, no sabe exactamente cómo debería contestar. No cree que empezar con todas las disculpas sea del agrado de Jinx. Y, si la ha traído hasta aquí, es porque quiere algo de ella también.
Jinx tampoco se ve cómo si estuviera a punto de volar cosas en pedazos o de dispararle en la frente con esas pistolas que usa, por lo que Vi ya considera esto como un gran avance.
—¿Debería estarlo? —pregunta Vi, manteniendo su voz firme.
Jinx sonríe de lado, pero no parece divertida por la situación. Casi parece... Triste.
—Tal vez deberías después de la última vez que nos vimos, supongo —responde Jinx, acercándose unos pasos más a ella—. Estuviste fuera mucho tiempo. Casi pensé que habías vuelto a irte.
—No me iré de nuevo —dice al instante, con la voz tensa—. ¿Cuánto tiempo?
Hay un aura extraña entre ellas, pero no puede decir que sea una sorpresa.
La última vez que se vieron en esta dimensión estaban luchando a muerte ahí abajo. Se estremece solo de recordarlo. ¿Cómo pudieron llegar hasta eso?
Nunca debería haberlo hecho. Es otra cosa en su gran lista de arrepentimientos que llevará siempre sobre su espalda.
—Cómo una semana o algo así —responde Jinx, encogiéndose de hombros—. Siempre supe que todo ese alcohol acabaría jodiéndote la mente, sis. Ni siquiera puedes recordar el tiempo.
¿Solo una semana? Vi esta bastante segura de que paso más tiempo en la otra dimensión que una semana.
También explicaría por qué su apartamento sigue igual y no hay otra persona viviendo en él ya. Su pago le daba para otra semana, pero pensó que habían sido más.
Y Jinx había estado contando el tiempo. Una parte de ella se alivia al saber eso, al menos su hermana sigue algo preocupada por ello.
—No fue el alcohol —dice, cuando procesa las palabras en su cerebro.
¿Qué tanto sabe Jinx sobre eso? Siempre se ha sentido como si alguien la estuviera observando intensamente en el foso, pero pensó que podría ser cualquiera de las personas que observaba, a pesar de lo familiar que se sentía...
—Pensé que estabas muerta, sabes —continúa Jinx, su voz es más baja ahora—. Pero luego recordé que no te mueres tan fácil. Lo intenté. O que te habías ido con esa princesa de Piltóver, tampoco pude encontrarla en ningún lado. Fue curioso. Pero sigues aquí... Sola.
Ahora que piensa en ello, realmente no luchó tan fuerte como para matarla esa vez. Jinx también sabía la fuerza de Vi, y que no sería tan fácil cómo darle unos tiros. Y después la había reducido... Demasiado raro.
Si no hubiera sido por esa niña... No, no va a pensar en cómo podría haber acabado. Ambas siguen vivas, y eso es lo importante.
—Jinx...
—Al menos ya te sabes mi nombre —dice Jinx, mirándola con una expresión ilegible mientras lo dice.
Vi cierra los ojos por un segundo, considerando romper de una vez las cuerdas que la atan y abrazar a Jinx como quiere hacerlo, pero sabe que no será bien recibida ahora. Las cosas no serán fáciles de arreglar entre ellas, Vi ya había salido eso.
Jinx... Sigue sin gustarle ese nombre, le trae recuerdos que quiere olvidar. Sabe que es su culpa que su hermana se sienta gafe, espera poder cambiar eso en algún momento. Pero si quiere llamarse Jinx aquí, Vi respetará eso por ahora. Lo único que quiere es entender a Jinx, ayudarla.
—Iba a buscarte —dice Vi, con un tono suave.
—¿Para intentar matarme de nuevo? Pensé que ya habíamos superado eso, sis —dice Jinx con una risa cortante, Vi casi puede sentir su dolor con esas palabras y solo quiere hacerlo parar.
—No, no voy a intentar eso de nuevo. Nunca te quise muerta.
—Tienes una forma curiosa de demostrarlo —responde Jinx, con sus ojos serios fijos en Vi.
—Necesitamos hablar —dice Vi, quiere que sepa que quiere que todo esto sea más serio.
Quiere que puedan tener una conversación seria entre ellas, que pueda explicarle todas esas cosas que cree que son reales, pero no lo son. Disculparse por todos sus errores.
No quiere discutir con ella, ni ahora ni nunca más. Ya se han hecho el suficiente daño, es hora de romper ese ciclo de sufrimiento que no parece tener fin cuando están juntas.
Jinx inclina la cabeza hacia un lado, mirándola como si estuviera intentando analizarla. Vi no la culpa, toda esa situación tiene que ser muy extraña para ella. Después de todo, Vi sí intentó matarla la última vez que se vieron, aún que sabe que nunca habría podido completarlo.
—¿Sobre qué?
—Sobre nosotras. Sobre lo que pasó.
Jinx resopla, casi parece divertida por eso. No parece que esté demasiado interesada en ello.
—¿Lo que pasó? ¿Qué parte? ¿Cuándo me abandonaste? ¿Cuándo intentaste cambiarme? ¿Cuándo intentaste que eligiera entre tú y Silco? ¿O cuándo elegiste a una ejecutora antes que a mí? Y te pusiste ese estúpido traje por ella.
Vi cierra los ojos por un segundo, sintiendo el golpe de todas esas palabras con fuerza.
Lo ha jodido todo de muchas maneras, y oírlo en voz alta de parte de Jinx solo hace que la culpa se sienta aún más dura. ¿Cómo ha podido equivocarse tantas veces? Nunca hizo las cosas bien para Jinx, no la sorprende si la chica elige quedarse lo más lejos que pueda de ella.
—Sé que no hay nada que pueda decir para cambiar el pasado, pero… —dice Vi, mirándola esperando que pueda ver la sinceridad en sus palabras—. Quiero arreglarlo.
Es todo lo que quiere, arreglar tanto como pueda del pasado y empezar una nueva vida. Intentar dejar todo eso atrás, y volver a ser las hermanas que estaban destinadas a ser desde el principio.
Jinx la observa en silencio, mientras algo cambia en su expresión. Vi no puede saber que está pensando, mientras su rostro se vuelve ilegible.
—No sé si eso se puede arreglar, Vi.
Vi siente un gran peso en su corazón mientras procesa las palabras de Jinx. Sabe que todo lo que hizo está mal, lo que ambas hicieron, pero oír eso...
No, quiere creer que todo se puede arreglar, que tienen otra oportunidad. Le prometió a Powder que no se rendiría, y no piensa hacerlo. Sabe que tomará tiempo que puedan recuperar la confianza entre ellas, pero Vi no tiene prisa, esperar el tiempo que sea necesario.
—No podemos borrar lo que pasó —empieza a decir Vi, con la voz algo rota—. Pero podemos empezar de nuevo.
—Yo... —dice Jinx, sonando insegura—. No te busqué para hablar de esto.
—¿Para qué me buscaste? —pregunta Vi, mirándola con curiosidad.
Quiere insistir más en arreglar las cosas y hablar, pero respetará si eso no es lo que quiere Jinx. Ahora su prioridad es que ella se sienta cómoda, no quiere presionarla y empeorar aún más su frágil relación. Que estén hablando sin pelear ya es un buen comienzo.
—Es algo complicado... Y no estoy loca, ni nada de eso —dice Jinx, mirando a Vi con seriedad—. Sé que sonará raro y todo pero...
Bueno, Vi ha vivido muchas cosas raras en poco tiempo, por lo que hay pocas cosas que realmente la sorprenderían ahora. Ella misma se hubiera vuelto loca si alguien le hubiera dicho que acabó en una dimensión paralela donde todo estaba perfecto.
—Puedes decirme lo que sea, confío en ti.
Tal vez no debería confiar tan tranquilamente en Jinx, pero lo hace. Quiere hacerlo.
—Vander esa vivo —suelta de golpe, mirando a Vi con esa expresión sería y casi vulnerable.
Vi deja de respirar por un segundo, mientras las palabras la golpea. No, tiene que haber odio mal o algo así, eso no es posible.
Lo vio morir delante de ella, cambiado por la culpa del Shimmer. No hay forma en la que pueda estar vivo, ¿no? Y después de tantos años...
—¿Qué...?
Jinx se acerca más ahora, con una mirada intensa que hace que Vi se sienta intimidada. Es una sorpresa cuando Jinx le corta las cuerdas que mantenían sus brazos atados a la silla, para después alejarse de nuevo.
Ni siquiera había pensado que Jinx la soltaría ahora. Al menos quiere pensar que confía un poco más en ella ahora.
—Es difícil de explicar. Los ejecutores se volvieron locos hace un par de días, cuando la otra también desapareció —dice Jinx, e incluso parece molesta por la mínima mención de Caitlyn—. Y tuve que ser la heroína de Zaun y sacar a la gente de prisión. Un sitio terrible, sis. No me extraña que te volvieras loca ahí abajo.
—¿Vander está preso? —pregunta Vi, sintiendo como todo su cerebro protesta de dolor por eso.
Es imposible, Vi conocía a todos los presos de Stillwater. Hubiera sabido al momento si Vander hubiera estado ahí con ella.
—No, no exactamente —dice Jinx, ahora pareciendo no saber cómo decirlo—. Creo que experimentaron con él en otro sitio.
—¿Qué quieres decir con experimentado?
—No se ve cómo Vander, pero sé que es él. Iba a atacarme, pero me miró y lo supe. Sé que es Vander, lo puedo reconocer incluso así.
La cabeza de Vi se siente hecha un lío por un momento. No había tenido ni idea del motivo por el cual Jinx la había buscado, pero nunca pensó que pudiera tratarse de eso.
Por un momento duda de las palabras de Jinx, suena casi imposible. Pero sacude la cabeza, sabe que, por muy mal que esté la situación entre ellas, nunca mentirían sobre algo así. Sobre algo tan importante para ellas como Vander.
—¿Es agresivo? —pregunta Vi, notando ahora la parte donde dice que la estaba atacando.
—Sí, es cómo... —responde Jinx, haciendo una pausa para encontrar las palabras exactas—. Cómo un lobo gigante.
Vi procesa las palabras de Jinx, sin poder llegar a imaginarlo. Vander, convertido en una especie de lobo gigante agresivo, que intentó atacar a Jinx. ¿Qué clase de mundo es ese?
Por Janna, normal que la otra dimensión se sintiera como un paraíso para ella.
Eso no importa ahora, no necesita saber más. Si hay una mínima posibilidad de que Vander esté vivo, hará lo que sea necesario para ayudarlo. Tal vez, pueda conseguir tener aparte de su familia de nuevo con ella.
—¿Dónde está ahora?
Jinx hace una mueca, mientras se mueve inquieta en su posición. Parece que es una pregunta mucho más complicada.
—Los ejecutores se lo llevaron —dice Jinx, su voz tan baja que casi no puede oírla—. Están haciendo algo aquí abajo con ese inventor raro, que se cree dios o algo así. No sé mucho, quería encontrarte primero...
—Está bien, lo recuperaremos —responde Vi, con total confianza.
No es cómo si pudiera aparecer ahí y llevárselo, pero ya pensarán en algún modo más tarde. Lo más importante ahora para Vi es que Jinx estaba buscándola para ayudarla. Para rescatar a su padre juntas.
—Pensé que dirías eso —dice Jinx, con una risa suave.
Entonces, hay otro pensamiento en la cabeza de Vi por un momento.
Si los ejecutores tienen a Vander, tal vez cierta aún ejecutora pueda ayudar... No quiere mencionarlo, no ahora que parece que Jinx está bien con ella, pero puede ser su opción más viable.
Además, por mucho que quiera negarlo, tienes ganas de verla aquí. De saber que todo significó algo y que Caitlyn piensa aún en ella. Que todavía la quiere incluso en esta dimensión.
Y, si va a rechazarla, al menos el resentimiento la ayudará a luchar con más ganas contra los ejecutores que tienen a Vander.
—Podríamos...
—Ir a por tu chica —dice Jinx, rodando los ojos.
Su expresión se endurece, aún que Vi puede ver que quiere estar indiferente ante ello.
—Jinx...
—No es buena, Vi —dice Jinx, sonando aún resentida—. No podemos confiar en ella.
—Puedo hablar con ella primero —insiste Vi, queriendo usar todo lo que tengan para ir más avanzados que los ejecutores, no quiere arriesgar a Vander—. Si no reacciona bien, nos iremos y seguiremos sin su ayuda.
Jinx hace una pausa, mirándola con esos ojos como si pudiera ver a través de ella. Cómo si supiera mucho más de lo que parece.
—Te abandonó —murmura Jinx, ladeando la cabeza con confusión—. Eras un desastre alcohólico. Ten algo de respeto por ti misma, sis.
Vi la mira en silencio, sin saber cómo sabe todo eso. Pensó que Jinx no tenía ningún interés en ella ya, después de lo que hizo...
Pero, ¿en realidad alguna de las dos estuvo realmente intentando matar a la otra durante la pelea? Vi fue más suave de lo que podía ser, y Jinx tampoco le hizo demasiado daño, fue intenso pero no complicado.
Y aun así Jinx estuvo ahí, entendiendo su situación.
—Es diferente ahora —dice Vi, y confía en que sus palabras sean verdad más que nunca—. Dame una oportunidad. Ella tampoco quiere hacerte daño ahora.
—Sí, sis. Claro que no quiere hacerme daño. Todos esos carteles en las calles es solo por aburrimiento —se burla Jinx, rodando los ojos.
—Es diferente —vuelve a decir Vi, con tono tembloroso—. No voy a dejar que nadie te haga daño de nuevo, Jinx. Me equivoqué al hacerlo, lo sé ahora. No va a hacerte nada, te lo prometo.
Jinx se queda en silencio, mirándola como si no pudiera entender sus palabras. Casi como si no hubiera esperado que Vi quisiera protegerla esta vez.
Su corazón duele por ello. No puede creerse que su propia hermana no confíe en ella, pero se lo ha buscado con todas sus malas acciones.
Espera que esta vez la cosa acabé mucho mejor. No quiere volver a perderla. Y si puede encontrar a Vander también... Sería casi perfecto.
—No puedo confiar en tus promesas —murmura Jinx, dando un paso atrás.
—De verdad, Jinx. Sé que lo que hice estuvo mal, nunca quise hacerte daño. No podía entenderte, quería pensar que seguías siendo la misma niña de siempre. Pero has cambiado, y yo también he cambiado —sigue siendo Vi, aprovechando ese momento donde sabe que Jinx la está escuchando—. Y aún seguimos siendo hermanas, siempre lo seremos.
Antes de que pueda pensar en todos los motivos por los que no debería hacerlo, Vi se levanta de la silla y se acerca a Jinx para rodearla entre sus brazos.
La última vez que la abrazó es muy lejana es su mente, antes de que todo se fuera a la mierda.
La estrecha con fuerza, con un nudo en la garganta. Jinx no tarda en subir los brazos y abrazarla de vuelta. Tal vez tengan una oportunidad de verdad.
—Está bien, démosle una oportunidad a tu piltie —dice Jinx en voz baja, aún apretando a Vi—. Pero no puede dejarme por ella esta vez.
—Ni siquiera lo pensaría —susurra Vi, con una suave risa inestable.
No, está vez Jinx es su prioridad.
Solo espera que no tenga que elegir esta vez. Sabe cuál será su elección, pero aun así su corazón duele al pensar en perder a Caitlyn totalmente.
No sabe cuánto tiempo están así, hasta que siente cómo algo pequeño se engancha a una de sus piernas.
Con cuidado, se separa de Jinx para mirar hacia abajo, viendo una pequeña cabeza con un gorro. Cuándo la niña levanta la cabeza, Vi la reconoce de inmediato. La misma niña que hizo que Vi se quedará sin palabras durante la pelea.
—Oh, ahora tenemos una hermana nueva —dice Jinx, con una suave risa mientras empuja suavemente a la niña, quien se ríe—. Es Isha.
—Hola, Isha —murmura ella, con una sonrisa suave.
La niña la mira, y se pone seria en un momento, haciendo movimientos con las manos que ella no puede entender.
—Dice que te golpeara si intentas hacerme daño de nuevo —murmura Jinx, dándole una sonrisa a la niña—. Es toda una protectora, me recuerda a... Bueno, una especie de mezcla entre las dos.
—Entendido, Isha —dice Vi, dándole una sonrisa a la niña—. No pienso hacerlo.
Isha la observa unos segundos más, hasta que decide que parece que Vi es sincera y sigue moviendo las manos para hablar con Jinx.
Por detrás de ella, Vi puede ver la sombra de Sevika. Por mucho que el odio recorra su cuerpo cuando la mira, sabe que no debe hacer ningún movimiento contra ella ahora. Parece que está del lado de Jinx, y eso es lo importante para ella.
Ahora lo difícil va a ser volver a la mansión Kiramman y hablar con Caitlyn, con la esperanza de que todo pueda ir bien.
Y, si todo falla cómo antes, tiene que priorizar a su familia y lidiar con su corazón roto más adelante. No puede volver a permitirse caer en el ciclo de autodestrucción por ello.
Pero, por ahora, confía en que Caitlyn no la decepcione esta vez. Todo se sintió real y lleno de sentimientos entre ellas, incluso cuando no los dijeron nunca en voz alta. Pudo sentir todo su amor, todo lo que ella tenía para darle.
Saber que será todo un reto tener a Caitlyn y Jinx trabajando juntas. Incluso tenerlas en el mismo espacio puede ser caótico. Pero tiene que probarlo, no puede separar por siempre a las dos partes importantes de su vida.
Con un suspiro, sigue a Jinx por las aspas, hacia un pequeño espacio donde tiene algunas herramientas tiradas y una especie de tienda de campaña.
La observa hablar con Isha, sonriendo suavemente cuando la ve tan tranquila.
Jinx parece diferente, más centrada. Y siente que tiene todo que ver con esa pequeña niña. Agradece que Jinx haya podido encontrar a alguien que la ayudará cuando Vi la dejó.
Pero, por mucho que intente negarlo, su corazón duele por no haber podido ser el soporte de Jinx.
Por ahora, lo importante será ver como reaccionan Caitlyn y Jinx trabajando juntas. Va a ser todo un reto, y Vi lo necesita para planear como puede seguir su vida a partir de ahora.