En otro universo

Arcane: League of Legends (Cartoon 2021) League of Legends
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En otro universo
Summary
—En resumen, estos tres han desaparecido y quieres que te ayude a encontrarlos.Caitlyn asiente, mirando a Vi fijamente.—Creo que sé dónde están.—¿Y vas a decirlo o prefieres que me quede con la intriga?Rueda los ojos, intentando verse lo más despreocupada posible. Pero está preocupada.—El centro de las puertas Hextech. En, bueno, la pelea, nuestras armas estaban fallando todo el tiempo.Vi asiente, recuerda el momento en que sus guantes se movían solos y se negaban a cooperar.—¿Y quieres que vayamos?—Sí, sé que es peligroso pero...Vi lo piensa por un momento, ignorando su corazón. Si fuera por eso, habría dicho que sí hace mucho.ODónde Vi y Caitlyn acaban en mundo paralelo mientras intentan ayudar.Las cosas no acabaron bien después de la pelea con Jinx, y ambas están en lados opuestos, por lo que es una sorpresa cuando Caitlyn le pide ayuda a Vi.Las cosas se complican cuando Vi llega a un mundo paralelo donde las cosas son diferentes, y dónde Caitlyn es su mejor amiga. ¿Cómo puede Vi resistirse a sus sentimientos así? ¿Cómo puede querer volver a su triste vida?
Note
Y aquí vamos de nuevo, parece que no me canso de ellas dos.Posiblemente esta obra tenga actualizaciones más lentas, ya que comienzo a trabajar por las tardes también. Pero haré todo lo posible para seguir hacia delante.Estoy muy emocionada por está, tengo muchas ideas que creo que pueden estar muy bien.Espero que lo disfruteis tanto como yo lo hago escribiendo.
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Chapter 11

Vi se despierta sintiéndose confusa por un momento, sintiendo una respiración cálida demasiado cerca de su rostro. Parpadea varias veces, hasta que su visión se enfoca en Caitlyn, a pocos centímetros de ella. Demasiado cerca.

Sus ojos se abren un poco más mientras procesa la situación. Por mucho que se han abrazado y entrelazado mientras dormían, nunca antes se había despertado con el rostro de Caitlyn tan cerca suyo.

Caitlyn parece pacífica durmiendo. Su rostro está relajado, parece libre de cualquier preocupación que suele tener durante el día. Sus labios están entreabiertos, de forma que su respiración choca en el rostro de Vi.

La hace pensar en algunos momentos donde ya habían estado así, tan cerca de romper el espacio entre ellas. Sólo se habían besado una vez al final, aún que Vi podía recordarlo con mucho detalle.

Ese beso la persiguió constantemente cuando estaba viviendo en las calles de Zaun, incluso en sus peleas en el foso. Solía pensar que era irónico como un simple beso había dolido tanto. Los recuerdos la atormentaban, una y otra vez. Pensando en lo que podía haber tenido en ese momento. Es irónico que la vida le hubiera enseñado otra versión de sí misma con una vida mucho mejor.

Vi debería ser capaz de alejarse de Caitlyn ahora, de evitar que la mujer se despierte en una situación incómoda, pero no puede hacerlo. Siente que está hipnotizada por el rostro de Caitlyn, por lo tranquila que se ve. Su mirada recorre lentamente cada detalle del rostro de Caitlyn, intentando grabarlo en su memoria.

Por mucho que quiera, que todo en ella quiera, no sabe qué será de ellas en el futuro. Las cosas cambiarán, claro que lo harán, sólo que no sabe si será para mejor entre ellas o... para mucho peor. Espera que sea lo primero.

Unos segundos más tarde, antes de que Vi pueda hacer nada, observa como los ojos de la mujer comienzan a moverse, para revelar esos ojos azules que tienen aún más hipnotizada a Vi.

Caitlyn se ve linda recién despertada, parpadea suavemente hasta que se enfoca en Vi. Parece sorprenderse también por la distancia entre ellas, pero se dibuja una sonrisa suave en sus labios.

—Buenos días —susurra Caitlyn, en voz baja y tranquila.

Aún que ya está despierta, su rostro sigue viéndose pacífico y tranquilo, mientras mira a Vi con esa sonrisa. Vi siente como su corazón comienza a latir con fuerza ante la situación.

No puede pensar en nada que decir que pueda romper esa tensión que hay en el ambiente, y su cabeza sigue yendo a sitios donde preferiría no pensar. No debería estar pensando en si los labios de Caitlyn realmente eran tan dulces como recuerda. Definitivamente debería estar pensando en cualquier cosa menos eso.

—Buenos días... —logra responder, con la voz algo ronca.

Se quedan en silencio, pero es cómodo, mientras siguen tan cerca que Vi se pregunta si Caitlyn puede oír sus latidos rápidos.

El silencio entre ellas es cómodo mientras se miran, sin saber qué más decir.

Los ojos de Vi se desvían de nuevo a los labios de Caitlyn, rememorando el último recuerdo bueno que tuvo con la mujer en el pasado. Ese único beso la había perseguido mucho más de lo que quería. Tal vez no es una buena idea lo que quiere, no cuando aún no tienen nada claro, pero... Es tan tentador.

Es Vi quien acaba rompiendo la distancia esta vez, siendo incapaz de detenerse. Necesita volver a sentir los labios suaves de Caitlyn contra los suyos con fuerza.

Los labios de Caitlyn se sienten suaves contra los suyos, tan perfectos que Vi no puede evitar gemir suavemente mientras presiona sus labios con un poco más de fuerza.

Se siente incluso mejor que la primera vez, mientras Vi se aferra a todas las sensaciones. Su corazón late con fuerza en su pecho, sus manos se sienten suaves, y tiene que evitar levantarlas para aguantar la cabeza de Caitlyn, para evitar que se aleje de ella.

Sus movimientos son suaves, ninguna parece querer llevarlo a más, no en este momento. Pero eso no impide que puedan disfrutar de eso. Vi ciertamente está disfrutando mucho de ese beso suave. Bueno, esa cadena de pequeños besos suaves. Se siente tan bien.

Se separan con desgana, cuando siente que no puede respirar. Vi quiere romper esa distancia de nuevo, y besarla tanto como pueda. Grabarse esos momentos en su cabeza, pero no es el momento.

No puede seguir con esto sin saber cómo serán las cosas después, sabe que solo sufrirá más si la pierde después de tenerla de esa forma. Sólo de pensar en sentirse tan abandonada como la otra vez... No puede hacerlo. Incluso si ahora sabe que Caitlyn también siente algo por ella, su beso era bastante descriptivo, no puede avanzar más.

—No hablemos de esto ahora —dice Vi, aún con el sabor de Caitlyn en sus labios—. Aún no. No salgamos de esta fantasía aún.

Vi no sabe cómo poner en palabras todo lo que siente ahora. Está llena de esperanzas, de que las cosas realmente puedan ir bien para ellas. Pero también está muy asustada. Decirlo en voz alta lo hace real, demasiado real. No cree poder soportar perder a Caitlyn de nuevo si empiezan a hablar de sentimientos. Y, por mucho que quiera negarlo, aún tiene mucho miedo de que las cosas se tuerzan por completo cuando vuelvan a su dimensión.

Caitlyn asiente, mirándola con esos ojos brillantes llenos de cosas sin decir. Parece que debe estar pensando en algo similar, por cómo la mira, con tanta suavidad y cariño. Vi casi podría pensar que esa época oscura fue sólo parte de su imaginación, pero sabe bien que no es así.

—Lo entiendo —susurra Caitlyn, en voz muy baja mientras sube una mano para acariciar el rostro de Vi con cuidado—. Cuándo estemos en casa...

—Cuándo todo haya acabado —corrige Vi, esperando que la mujer entienda sus palabras.

No puede ser antes, tiene que ser cuando todos los problemas entre ellas estén más solucionados. No tienen más opción que esa, no puede ir de un lado a otro con ese miedo constante de que una pelea fuerte las haga dividirse de nuevo. Y con Ambessa cerca...

—Sí, hablaremos entonces —confirma Caitlyn, con una sonrisa dulce.

—Gracias —susurra Vi, devolviéndole la sonrisa.

Caitlyn parece dudar por un momento, como si no supiera cómo responder ante eso. Se ve tan confusa que es muy linda, Vi tiene la tentación de estirarse hacia delante y unir sus labios de nuevo.

Y Vi nunca ha sido capaz de resistirse muy bien a las tentaciones, por lo que hace eso mismo.

En el segundo en que sus labios chocan de nuevo , Vi no puede evitar dar un pequeño gemido. Su boca se abre lo suficiente como para que Caitlyn pueda unir sus lenguas. Este beso, aunque más intensificado, sigue teniendo esa esencia dulce que tanto ha perseguido a Vi.

Pierde el control del tiempo, y de toda la situación. Sólo se convierte en una mujer desesperada por sentir los labios de Caitlyn sobre los suyos el máximo tiempo posible.

Es mejor que todas sus fantasías, mejor que nadie antes. O tal vez sea solo que es Caitlyn, y hay muy pocas cosas que Vi no adore de esa mujer. Ni siquiera el tiempo separadas, ni los rencores, han podido parar sus sentimientos por ella. No creo que haya casi nada que pueda hacer que pare ahora.

Cuando siente que va a quedarse sin reparación, Vi se separa del beso, con la intención de retomarlo tan pronto como vuelva a tener aire. Pero es Caitlyn la que se aparta del todo, levantándose de la cama con una sonrisa enorme.

—Vamos, Vander y Powder nos estarán esperando en el comedor —dice Caitlyn, con un tono tan dulce que Vi siente que no puede más.

Vi aún se queda en la cama por un momento, con una sonrisa tonta en su rostro. Por Janna, pasó mucho tiempo pensando en cómo vivir ese beso de nuevo. Aún que sus fantasías solían tener mucho más odio y agresividad en ellas, nunca se había atrevido a fantasear con algo tan suave.

Aún cuando no van a hablar de ello, al menos no hasta que las dos estén salvas y seguras en su verdadero hogar, saber que sus sentimientos son correspondidos hace que todo se calme por un momento.

— —

Un tiempo más tarde, Vi está apoyada en la barra del bar, pensando en cómo encontrar una forma de volver a su propia dimensión. No ha tenido tiempo para hablarlo con Caitlyn, pero necesitan un plan.

El único problema es que ninguna de las dos tiene ni la más mínima idea de cómo funciona realmente el Hextech, ni siquiera se ha inventado en este mundo para que tengan una forma de analizar todo. ¿Cómo pueden salir de ahí? ¿O tienen que esperar a algo en concreto?

Sólo de pensar en todo eso hace que le duela la cabeza, Vi nunca ha sido muy buena con las cosas técnicas ni nada de eso. Powder siempre fue la que creaba cosas e investigaba cuando eran jóvenes.

Powder...

Tal vez ella podría tener alguna idea útil sobre eso, siempre se pasa todo el día en su taller con Ekko. Entre los dos... Pero Vi ni siquiera sabría por dónde empezar a contarle todo a Powder. Y especialmente se siente muy incómoda con la idea de contarle sobre Jinx.

Se avergüenza de cómo la trató ahora, de cómo todo se rompió entre ellas tan rápido. Debió haberla escuchado más, tratar de entender que la gente cambia, pero siempre puede haber algo bueno en eso. Esta molesta consigo misma por el tiempo que le tomó pensar en ello. Está claro que Jinx no es buena, claro que no, pero sigue siendo su hermana. Y no todo fue culpa totalmente suya, Silco...

—¡Vi! —grita una voz femenina por detrás, interrumpiendo los pensamientos de Vi.

Se gira justo para ver a una mujer pelirroja lanzarse contra ella, con una sonrisa amplia y confiada. Le resulta algo familiar, pero no sabría decir de qué.

Unos brazos la rodean por los hombros, tirando de ella hacia abajo para empujarla en un abrazo algo extraño. Se queda quieta por unos segundos, sin saber que hacer mientras la mujer la aprieta con fuerza. Casi siente que puede respirar de nuevo cuando la suelta y Vi puede enderezarse de nuevo.

La cosa es que no tiene ni la menor idea de quién es esta mujer para Vi. O cuál es su nombre...

—Hey —susurra suavemente, esperando que con eso sea suficiente para la mujer.

—Llegué antes de mi viaje en barco. Te llamé cuando me fui, pero no contestaste mis mensajes. ¿Qué pasó contigo?

Intenta mantener una expresión neutral mientras mueve los recuerdos de su cabeza, intentando encontrar algún nombre que destaque. Es cierto que había recibido varios mensajes de personas que parecían ser amigos de Vi, pero no respondió a ninguno.

Cuando Vi la mira de nuevo, su cabeza se ladea mientras piensa en algo que puede ser. Si tiene razón, esta debe ser esa tal Sarah sobre la que Caitlyn le preguntó esa vez.

Es una mujer hermosa, y parece muy cercana a Vi, por la forma en que mandó bastantes mensajes en unos pocos días. Supone que por eso se tuvo que sentir celosa Caitlyn. Además, si está en lo cierto, supone que es una de esas amigas especiales.

Ahora que Vi la ve bien, cree que puede tener una versión borrosa de ella en su mente también, una de las mujeres que solía ver en el foso. Incluso podría decir que alguna vez se acercó a ella, parece que sus gustos no cambian mucho en las dimensiones. Caitlyn como principal objetivo, el resto con que sean algo bonitas ya está, tampoco es que sean muy importantes románticamente.

—Eh... He estado ocupada, supongo —dice Vi, sin saber como explicarle su falta de interés en lo que sea que tuvieran.

Además de que cree firmemente que la Vi de este mundo estaba muy en Caitlyn, no quiere causar problemas.

La mujer tiene una sonrisa coqueta en su rostro, mientras se apoya en la barra para estar más cerca de Vi. Vi está a punto de retroceder cuando ve que la mujer levanta una mano para tocarla.

—Podríamos ir luego a mi casa y...

—Hola —interrumpe una voz por detrás de ellas, con un tono mucho más serio.

Vi no necesita girarse para saber que Caitlyn está detrás de ella, tan cerca de Vi que puede sentirla contra su espalda. Tiene que contenerse para no dar un suspiro de alivio, eso de intentar vivir la vida de otra persona la está volviendo algo loca, incluso si esa es ella misma. No es cómo si pudiera entender algo a su versión de esta dimensión. ¿Tantos años con Caitlyn y no hizo un movimiento con ella? Suena imposible para ella.

—Oh, Caitlyn —dice Sarah, ahora con una sonrisa más tensa—. Que extraño verte aquí tan pronto, ¿cómo está Maddie?

—Ya no están juntas —interviene Vi, antes de que Caitlyn haga algo como preguntar quién es Maddie o algo así.

Está segura de que le sigue sonando ese nombre de algo...

De todos modos, la sonrisa de Sarah cambia un poco con esa respuesta. Sus ojos se abren más, ahora mirando entre ellas dos, como si estuviera pensando en algo.

—Entiendo... —susurra, sus ojos se abren más cuando Caitlyn se mueve por detrás de ella.

No lo entiende hasta que un brazo de Caitlyn se enrosca en su cintura, tirando un poco de ella. Se siente íntimo, nunca antes la ha agarrado así, y mucho menos delante de otra gente.

—Supongo que está muy ocupada últimamente —dice Caitlyn, y Vi está segura de que tiene esa sonrisa amable tan falsa que siempre usa cuando no le gusta algo.

—Eso veo, me alegro. Esta tonta lleva tanto tiempo detrás de ti —susurra Sarah, ahora con una amplia sonrisa, muy amistosa—. Fue divertido mientras duró, Vi, aún estoy por aquí si quieres llamarme.

No puede evitar reírse cuando la mujer le guiña el ojo de forma exagerada, también riéndose. Parece una buena chica, si Vi puede ver eso, al menos lo ha aceptado rápido.

—No creo que lo haga —responde Vi, totalmente sincera.

Sarah se ríe, dándole una mirada divertida, pero asiente. Ahora, cuando la situación entre ellas parece incómoda, Sarah es la primera en levantar la mano en forma de despedida.

—Supongo que sobró aquí ahora —dice, de forma dramática—. Tratala bien, Cait. Se merece algo bueno. ¡Siempre puedes llamarme si la chica rica te trata mal, Vi!

Segundos después, Sarah desaparece del bar, aún que Vi siente que casi puede oír aún su risa.

No puede creerse que hasta su amiga con derechos también sabía sus sentimientos por Caitlyn. Sería humillante si ella misma no se sintiera tan obvia con lo que siente, no es cómo si pudiera frenarlo de ningún modo.

—Vaya, no pensé... —susurra Caitlyn, en voz baja.

—¿Qué no pensaste?

—Que en este mundo ya tendrías a alguien más —responde, viéndose tensa por esas palabras.

Vi sacude la cabeza con diversión, casi no puede creer que Caitlyn no haya leído bien la conversación. Ella era la que tenía una relación estable con esa Maddie o lo que fuera, está segura de que está Vi sólo estaba con otras personas para olvidarse de esto.

—Tú también tenías a alguien —responde Vi, aún divertida.

—Oh —responde Caitlyn, con sus ojos abriéndose un poco más—. ¿Quién es Maddie? Había alguien con ese nombre en mi escuadrón, pero nunca fuimos muy cercanas y...

—¡Chicas! —escucha decir a Vander, por detrás de ellas—. Hora del descanso, estoy cerrando pronto hoy para dejarlo todo listo para el concierto de mañana.

—Claro, papá —susurra Vi, aún mirando a Caitlyn con diversión.

Con una risa, agarra de la mano de Caitlyn y la empuja hasta las escaleras que separan el bar de su casa, para después seguir hasta su habitación.

Cuando entran, Vi sabe que es el momento de hablar de cosas más serias, pero tiene la tentación de hacer alguna pregunta divertida más.

Oh, ahora recuerda a Maddie. Esa pequeña chica con el pelo naranja cortado muy desigual, que parecía demasiado feliz para ser una ejecutora. Nunca fue demasiado genial con Vi, solo esa primera vez que se vieron, cuando Vi estaba pasando un mal momento. Siempre pensó que ocultaba algo, que había algo más que quería. Pero no dijo sus preocupaciones, no sentía que pudiera hacerlo. Puede que no sea la misma chica...

—¿Estuviste con alguien? —pregunta Vi, con la voz algo tensa de repente.

No es lo que le habría gustado preguntar, pero dada la similitud entre la Sarah de esta dimensión y la pelirroja del foso... Prefiere asegurarse.

No es que las cosas puedan cambiar mucho. Sinceramente, no le importa demasiado si Caitlyn estuvo con alguien más, mientras no haya sido nada importante emocionalmente hablando. Si Caitlyn hubiera estado enamorada de otra persona...

—No —responde Caitlyn, y Vi no puede evitar soltar un suspiro aliviado—. Estaba esta chica, Maddie, que intentaba estar cerca todo el tiempo pero... no eras tú.

—Maddie, ¿te ha dicho que es de Noxus o algo así? —pregunta Vi, mirándola de reojo.

Caitlyn frunce el ceño mientras piensa en ello, para acabar negando con la cabeza.

—No mencionó nada.

—No sé si es la misma chica, pero esta era de Noxus. Si es así...

Vi no sabe cómo decirlo de forma suave. No le gusta pensar que esa pequeña cosita se metió en su pequeño escuadrón ejecutor para Ambessa. Pero no hay otra explicación en realidad, ¿por qué alguien de Noxus iría con los ejecutores en lugar de su propio ejército?

—Podría no ser la misma… —dice Caitlyn, con un tono vacío.

Parece perderse en sus propios pensamientos por un momento, y Vi aprovecha el momento para extender una mano y pasarla con suavidad por los hombros de Caitlyn.

—Eso no es importante ahora, pero lo será cuando salgamos —afirma Vi, poniéndose algo tensa—. Tenemos que salir de aquí primero.

Caitlyn suspira, sentándose al borde de la cama. Todo es demasiado, y cada día que pasan aquí es un día menos que puede hacer algo en su dimensión.

Ni siquiera ha querido pensar en cómo debe estar pasando el tiempo en casa, ¿los días son iguales? Vi ya lleva mucho tiempo aquí, ¿Jinx pensará que ha desparecido y la ha abandonado de nuevo? Está segura de que sintió sus ojos sobre ella algunas veces en el foso. No quiere que piense que se fue sin decirle nada, todo esto no será fácil de explicar.

Se apoya contra la puerta con pesadez, mientras intenta pensar en algo positivo en lugar de todas las cosas que pueden salir mal.

—¿Cómo vamos a volver a casa? —pregunta Caitlyn, con la voz algo tensa.

Vi la mira en silencio por unos segundos, intentando pensar en algo. No tiene muchas opciones, especialmente cuando aquí no hay Hextech, Jayce no está y no tienen ninguna idea de dónde pueden encontrar a Viktor.

Powder y Ekko son su mejor opción. No será fácil, y está segura de que Powder tendrá mil preguntas sobre toda la situación, pero es la única opción que ve viable ahora mismo.

—Podríamos pedirle ayuda a Powder —susurra, sin saber aún si es buena idea o no.

—Oh, estaba pensando en eso mismo —responde Caitlyn, asintiendo con la cabeza—. Es nuestra mejor opción.

—Explicárselo va a ser... difícil —menciona Vi, sin saber qué más decir—. No deberíamos esperar mucho más.

—No, no deberíamos —susurra Caitlyn, aún parece perdida en su cabeza.

—¿Quieres que lo hagamos hoy?

Caitlyn levanta la vista para fijar sus ojos en Vi, parece quedarse en blanco por unos segundos, hasta que finalmente asiente con la cabeza.

—Hoy está bien —dice, mirándola con suavidad—. Powder parece genial, ya sabes, lo tomará bien.

Vi asiente, suspirando con fuerza. Tienen que hacerlo en algún momento, y la espera no está ayudando mucho. De todos modos, cuanto más tiempo tarden, es más tiempo que pierden. Más tiempo que pierde Vi para intentar recuperar a Jinx.

—Dejame ver donde esta, tenemos mucho tiempo ahora que Vander cerró pronto.

Después de decir eso, saca su teléfono del bolsillo, escribiéndole rápidamente a Powder. Se siente tan nerviosa que hasta le cuesta escribir bien, la idea de tener que explicarle todo a Powder... Incluso quién es Jinx...

Vi: "¿Tienes un momento? Caitlyn y yo queríamos pasarnos por el taller para preguntarte algo."

Powpow: "No voy a hacerte juguetes sexuales mecánicos."

Vi: "¿Qué? Por Janna, realmente estás mal. No es nada de eso."

Powpow: "Ya lo sabía lmao. No eres tan boba como para pedirme eso. Podéis venir cuándo queráis. Ekko y yo seguimos trabajando en su proyecto."

Vi: "Okey dokey."

Powpow: "Parece que saliste del colegio ayer :P."

Vi: "Tú también :P."

Riendo suavemente, se guarda el teléfono en el bolsillo de los pantalones, girándose hacia Caitlyn.

—Podemos ir a verla en su taller antes de que tengamos que ayudar a Vander por la noche —dice Vi, girando hacia Caitlyn.

La mujer sigue mirándola fijamente, con esos grandes ojos azules sobre ella. Casi quiere tirar todo por la borda, romper lo que ella ha sugerido primero y besarla de nuevo, hablar de sentimientos y todas esas cosas cursis.

—Por cierto, ¿quién es Maddie? —pregunta Caitlyn, mientras salen del bar—. He tenido algunos mensajes de una Maddie, y conocía a una en Piltover pero...

—No es nadie importante —responde Vi, intentando sonar como si fuera totalmente indiferente a ese hecho—. Deberías bloquearla, fue una ex muy mala. La Caitlyn de esta dimensión me lo dijo.

—No sabía que erais tan amigas —se burla Caitlyn, dándole un pequeño empujón mientras empiezan a caminar—. ¿Tengo que preocuparme por si te gusta más la Caitlyn de esta dimensión?

—Ni un poco —contesta Vi, con una risa suave.

Ni siquiera otra versión de Caitlyn puede acercarse a lo que Vi siente por ella, por su verdadero yo. Es casi patético, pero Vi sabe que esa mujer tiene su corazón en las manos y ni siquiera se da cuenta de ello.

Más tarde, Vi y Caitlyn caminan en silencio por la calles de Zaun, mientras Vi intenta recordar todo el camino hasta el taller de Powder. Sí es dónde cree, cerca de su antigua sala de juegos, o será todo un problema tener que empezar la conversación preguntándole a Powder dónde está.

Por suerte, Powder ha dejado todo tipo de dibujos de monos a su paso, por lo que la ayuda a saber que están en el camino correcto. Da igual lo mucho que cambie su dimensión, su hermana adora hacer dibujos tontos en todos lados con colores, al menos ahora son más colores que no sólo el rosa y el azul de siempre.

No ha estado en el taller de Powder antes, pero ha escuchado mucho sobre ese lugar. Tiene mucha curiosidad por cómo puede ser el lugar de trabajo de su hermana.

Se agacha por un par de cortinas que hay en medio de una de las calles, dónde esos dibujos de monos terminan. Detrás de ellas, hay un pequeño pasillo, y Vi puede oír ya las risas de Powder.

Con una sonrisa, avanza por el pasillo hasta que llega a una pequeña puerta abierta. Da un paso hacia delante, sorprendida de lo que ve delante de ella.

Es una especie de plataforma de esas cosas que van por el cielo, esos barcos. Sólo que este parece mucho más pequeño, y Powder ha construido su taller sobre las aspas de dicha máquina.

Es increíble, pero también parece peligroso. Al menos tiene barandillas en todas las aspas, impidiendo que nadie pueda caer accidentalmente por aquí.

Más allá de las aspas, en el centro, puede ver a Powder y Ekko moviendo algunas piezas extrañas de un lado para otro en una amplia mesa. Parecen tan concentrados en su montaje que no se han dado ni cuenta de que están ellas dos ahí.

Con un paso seguro, pisa el aspa, suspirando cuando no se mueve. Las cosas voladoras nunca han sido su fuerte. Recuerda esa vez que Ekko quiso enseñarle a montar en las tablas de los Firelights... fue un fracaso total.

Hay pequeñas herramientas, planos y objetos de toda clase por todo el largo del aspa. Es muy interesante ver la forma de trabajar de Powder, pensó que iba a ser algo más ordenado. No sabe el motivo, su hermana siempre fue un caos en cualquier circunstancia. No es gran sorpresa que siga siéndolo hasta en esto.

Ahora que se acercan, Powder y Ekko levantan la vista de su proyecto, mirándolas mientras se acercan.

—¡Vi! —exclama con una sonrisa amplia, dejando caer una llave inglesa al suelo con un estruendo—. ¿Qué hacéis aquí tan temprano? Ekko y yo estábamos probando algo genial. Bueno, casi explota antes, pero esta vez seguro que funciona. ¿Qué pasa? ¿Es importante?

Vi se ríe suavemente, aunque puede sentir los nervios recorriendo su cuerpo con fuerza. Ahora es el momento tenso donde deben explicar todo, y esperar que ambos puedan hacer algo genial.

—Sí, Pow, es importante —dice Vi finalmente, cruzando los brazos mientras intentaba mantener la calma—. Necesitamos tu ayuda. Tú y Ekko sois los únicos que pueden... arreglar esto.

Powder entrecierra los ojos, mirándola con más seriedad. Casi parece notar que hay algo tenso en Vi, que sigue llena de nervios. Ekko también parece notar algo, deja las piezas con las que estaba jugueteando y las mira con curiosidad.

—¿Qué está pasando? —pregunta Ekko, sus ojos recorriendo a Vi—. No te ves como si hubieras venido a charlar.

Vi traga saliva, sin saber saber por dónde empezar a explicarles la situación. Es todo demasiado extraño, pero debe encontrar las palabras. Su garganta se seca, y casi puede sentir que sus manos empiezan a sudar. Por Janna, nunca se le dieron bien las palabras.

—Powder, Ekko... Vi y yo no somos de aquí. Venimos de otra dimensión —acaba diciendo Caitlyn, sonando algo insegura.

Powder parpadea por un instante, mirando de una a otra. Puede ver a Ekko alzando una ceja mientras sus ojos se fijan en Caitlyn. Por supuesto que creer algo así no iba a ser fácil.

—¿Otra dimensión? —repite Powder, su voz cargada de diversión, cómo si no fuera más que una broma divertida entre ellas—. ¡Oh, eso es bueno! Otra dimensión, claro. ¿Qué sigue? ¿Que soy la reina de Piltover en vuestra dimensión? Sé que estáis actuando raro, pero...

—No bromeo, Powder —insiste ahora Vi, decidida a que las entiendan—. Es verdad. Sé que suena a una locura y yo misma lo creo, casi no podía creer cuando aparecí aquí. Pero no sabemos volver, y estoy segura de que quieres a tu hermana de vuelta.

Los ojos de Powder se amplían, y da otro paso hacia delante mientras la mira, procesando la información.

Vi se siente aún más nerviosa con el silencio, su corazón late rápido y no sabe qué puede decirle a Powder. Hay tanto que quiere decir, pero no le salen las palabras. Nunca lo hacen en momentos importantes.

Puede sentir como Caitlyn une sus manos con cuidado, mientras ambas esperan una respuesta de Powder y Ekko. No saben qué esperar, solo quieren encontrar la mejor solución posible para todo.

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