En otro universo

Arcane: League of Legends (Cartoon 2021) League of Legends
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En otro universo
Summary
—En resumen, estos tres han desaparecido y quieres que te ayude a encontrarlos.Caitlyn asiente, mirando a Vi fijamente.—Creo que sé dónde están.—¿Y vas a decirlo o prefieres que me quede con la intriga?Rueda los ojos, intentando verse lo más despreocupada posible. Pero está preocupada.—El centro de las puertas Hextech. En, bueno, la pelea, nuestras armas estaban fallando todo el tiempo.Vi asiente, recuerda el momento en que sus guantes se movían solos y se negaban a cooperar.—¿Y quieres que vayamos?—Sí, sé que es peligroso pero...Vi lo piensa por un momento, ignorando su corazón. Si fuera por eso, habría dicho que sí hace mucho.ODónde Vi y Caitlyn acaban en mundo paralelo mientras intentan ayudar.Las cosas no acabaron bien después de la pelea con Jinx, y ambas están en lados opuestos, por lo que es una sorpresa cuando Caitlyn le pide ayuda a Vi.Las cosas se complican cuando Vi llega a un mundo paralelo donde las cosas son diferentes, y dónde Caitlyn es su mejor amiga. ¿Cómo puede Vi resistirse a sus sentimientos así? ¿Cómo puede querer volver a su triste vida?
Note
Y aquí vamos de nuevo, parece que no me canso de ellas dos.Posiblemente esta obra tenga actualizaciones más lentas, ya que comienzo a trabajar por las tardes también. Pero haré todo lo posible para seguir hacia delante.Estoy muy emocionada por está, tengo muchas ideas que creo que pueden estar muy bien.Espero que lo disfruteis tanto como yo lo hago escribiendo.
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Chapter 8

Vi tiene que parpadear varias veces para procesar lo que está pasando delante de ella.

Nunca había pensado que realmente tendría a Caitlyn delante de ella disculpándose. Pero puede negar que ha fantaseado más de lo que debería con ello, en esas noches en su viejo apartamento con el cuerpo dolorido por los golpes.

Escuchar eso en realidad es muy diferente de como imagino. Siempre fantaseo que se reiría de la situación, de su perdón forzado y se alejaría sintiéndose aún peor, aún que sabe que nunca podría hacerlo en persona.

—Cait... —susurra, sin saber que decir, demasiado abrumada.

—Siento haberte golpeado con el rifle —dice Caitlyn, empezando por una de las cosas que dolió a Vi, pero no fue la que más en realidad—. Siento haberte hecho luchar con tu hermana...

—No me obligaste a ello —admite Vi, sintiendo esa punzada de culpa cuando piensa en ello.

Pensó que su hermana ya no existía, que Jinx no tenía nada que ver con ella. Pero se equivocaba, Powder o Jinx, sin importar el nombre que decidiera ponerse, seguía siendo su hermana. Y Vi había ido voluntariamente a acabar con ella, con el mismo uniforme que usaron para matar a sus padres.

—Pero fui parte de ello... —susurra Caitlyn, con un tono más bajo—. Siento haberte dejado ahí abajo sola y no haber vuelto a por ti. Bueno, volví a por ti, pero ya era muy tarde.

El corazón de Vi casi se para mientras procesa esas nuevas palabras de Caitlyn. ¿Ella había vuelto?

—¿De qué estás hablando?

—Volví tan pronto como llegué a la superficie, cuando asimile todo lo que había hecho. Pero tú ya no estabas. No sabía donde buscar y luego... Me sentía demasiado avergonzada para ir a verte —admite Caitlyn, con un tono tan dañado que Vi no sabe cómo responder.

Nunca había imaginado ni por un segundo que Caitlyn realmente había ido a buscarla.

No sabe qué decir. La ira que había alimentado durante tanto tiempo se mezcla ahora con un desconcierto que no puede procesar. Caitlyn volvió a por ella, pero no estaba allí.

Ahora que piensa en ello, tardó poco tiempo en limpiarse las lágrimas y levantarse mientras se tambaleaba. Quería alejarse lo antes posible de todo eso, demasiado lastimada por el trato de Caitlyn, y de la imagen mental de haber estado tan cerca de haber acabado con Jinx.

Todo se había hecho demasiado, y Vi huyó para poder lamerse las heridas lejos de todos los demás. Nunca pensó en nada más.

Eso cambia un poco las cosas. No todas, claro que no, pero suaviza un poco sus viejas heridas, y le da algo de alivio.

—Caitlyn, yo... —intenta hablar, pero su voz se corta.

Caitlyn levanta la mirada, sus ojos azules llenos de algo que Vi no puede descifrar. Parece culpable y triste, Vi siente que su corazón duele por ella.

—Ambessa estaba ahí, pareciendo tan segura cuando toda mi vida se estaba desmoronando. Fue fácil dejarla tomar el control, casi ninguna de las órdenes fueron mías. Todo lo que yo quería fue borrado por lo que quería Ambessa.

—Entiendo —dice Vi, pensando en ello.

Se pregunta cómo está la salud mental de Caitlyn ahora, pero es un tema muy extenso y ella misma también necesita ayuda en ese aspecto.

Aún así, también la alivia saber que Caitlyn no era la mente maestra de todas las detenciones en Zaun. Los había visto varias veces, incluso en el foso, y los ejecutores fueron incluso más brutales que antes.

Había tenido tanto rencor guardado en el pecho, pensando que Caitlyn era la que estaba detrás de todo eso. Nunca lo había entendido, pero casi se había sentido como si Caitlyn odiase a todos los zaunitas, Vi incluida.

—Lo siento, Vi. De verdad.

Vi siente un nudo en la garganta, pero no responde. Simplemente asiente lentamente, sabiendo que cualquier cosa que diga ahora no será suficiente para expresar todo lo que siente.

Alivio por encima de todo, pero también pánico y horror. Esas nuevas declaraciones la hacen sentir como si su rabia no hubiera sido tan justificada como ella quería. Sí tenía motivos para hacerlo, especialmente la traición que sintió de Caitlyn. Pero... Vi había estado tanto tiempo sintiéndose vacía por eso.

Ahora tiene la oportunidad de perdonarla de verdad. Con esa nueva información sobre todo, cree que puede hacerlo. Al menos durante el tiempo que estén aquí.

No confiará en Caitlyn de inmediato, claro que no. Esas cosas llevan tiempo, pero aprecia que haya sido Caitlyn la que haya dado el primer paso, disculpándose de todo corazón antes Vi.

Tal vez pueden tener una historia diferente aquí. Puedan ser más que solo una zaunita y una piltie, en dos bandos distintos.

Y ya que Caitlyn ha dado su primer paso, Vi decide que ella también puede hacer algo. Hacerle ver a la mujer que la perdona, pero que aún tiene un largo camino por recorrer hasta que Vi pueda confiarle su corazón de nuevo.

—Puedes quedarte a dormir si quieres —susurra Vi, aún con la voz inestable—. La cama es grande y se que aún no quiere estar sola.

—Puedo dormir en el suelo si quieres.

—Vamos, cupcake. Dormíamos en la misma cama incluso cuando era una presa recién salida de prisión —se burla Vi, intentando calmar todo el ambiente—. Puedes soportar una noche más.

En realidad, quiere compartir el espacio con la mujer de nuevo. No sé dio cuenta de lo mucho que le costaba dormir sola hasta que dejó de tener a Caitlyn a su lado. Y extraña mucho la sensación.

Caitlyn parece nerviosa, como si la idea le pusiera de los nervios. Es casi divertido de ver, parece que es mucho más cuidadosa ahora después de todo lo que ha pasado.

—Está bien —acaba diciendo la mujer, y Vi tiene que morderse la lengua para no sonreír satisfecha.

Por lo que, sin esperar más, le busca una ropa cómoda a Caitlyn y a sí misma. Ha sido un día intenso, y ahora solo quiere estar en paz por un rato.

Casi tiene que evitar decir algo tonto mientras se tumban en la cama, como solían hacerlo. Solo que ahora hay un espacio más grande entre ellas de lo que solía haber. Pero es normal, las cosas entre ellas están empezando a repararse ahora, pero les llevará tiempo volver al sitio donde estaban.

Vi está bien con esperar, siempre ha tenido que esperar mucho tiempo para las cosas que ha querido. No es una gran novedad para ella.

—Jayce está muerto aquí —susurra Caitlyn un tiempo después, rompiendo el silencio—. ¿Es eso lo que hace que este lugar sea mejor? Sin el Hextech...

—Oh, no lo sabía —murmura Vi, girándose un poco para mirar a Caitlyn—. Supongo que el Hextech hizo más daño del que pensamos.

—Sí, supongo...

—¿Cómo estás? —susurra Vi, sin saber que decirle.

—Es complicado.

—Es muy complicado.

—No podemos quedarnos aquí —susurra Caitlyn, con la voz inestable.

Vi no sabe qué decir, no sin contradecir a la mujer. Ahora mismo, después de todo el día, lo último que quiere es debatir con Caitlyn sobre qué deberían hacer o que no deberían hacer.

—Deberíamos dormir —susurra Vi, esperando que la mujer entienda lo que quiere.

Como siempre, Caitlyn lo entiende.

El corazón de Vi se siente más ligero estando ahí, con su Caitlyn al lado. Las emociones son siempre muy intensas para ella, pero Caitlyn hace que todo sea más tranquilo.

La ira que sintió está casi evaporada, pero queda un ligero dolor de todo ese tiempo que perdió odiándose a sí misma.

Aún se odia, un poco. Este es el recuerdo constante de todo lo que podría haber sido, y no puede evitar pensar qué es su culpa. Pero quiere dejar de pensar eso poco a poco, disfrutando de cada día aquí.

Al menos, su corazón se ha curado un poco con la confesión de Caitlyn. La mujer fue a buscarla, y eso ya es más de lo que Vi podría haber llegado a fantasear.

— —

A la mañana siguiente, Vi se despierta antes que Caitlyn, con el cuerpo de la otra mujer apretado contra el suyo.

Lo primero que nota es el calor de la piel de la otra mujer contra el suyo, y una presión de unos brazos en la cintura de Vi. Esa posición no es una gran sorpresa, solían acabar así en las noches que Vi dormía en la cama de Caitlyn, cuando todo estaba bien entre ellos.

La respiración calmada y regular de Caitlyn roza el cuello de Vi, haciendo que todo su cuerpo se estremezca por la cercanía.

No recuerda cómo terminaron así, está bastante segura de que estaban en extremos totalmente opuestos de la cama cuando se fueron a dormir. Con ese muro invisible entre ellas, pero parece que cuando estaban dormidas sus sentidos cambiaban totalmente. No podía culparse por ello, su cuerpo había querido refugiarse donde normalmente lo hacía.

Vi no se mueve, esperando saborear un poco más el momento. Después de anoche, todo se siente más sensible en ella. Y, aunque su corazón ansía más, sabe que aún no está lista de verdad. Por ahora, sólo puede permitirse tener una primera amistad con Caitlyn.

Después de unos segundos, Caitlyn se mueve un poco, apretandose aún más contra Vi.

El corazón de Vi late con fuerza en su pecho, pensando en los momentos anteriores que pasaron abrazadas así. Es fácil olvidar que todo eso es temporal, que el pasado entre ellas es más grande de lo que quieren admitir.

Poco después, los brazos de Caitlyn se aflojan en su cintura, mientras la mujer comienza a moverse más. Vi no puede verle el rostro, pero intenta soltarse levemente para ampliar el espacio entre ellas. No quiere que las cosas se vuelvan raras ahora.

Con movimientos rápidos, Vi consigue alejarse del agarre de la mujer y se da la vuelta, viendo como Caitlyn comienza a parpadear mientras se despierta.

Vi no puede negar que ha visto ese rostro más de una vez, siempre le ha gustado ver lo tranquila y relajada que se ve Caitlyn al despertarse, antes de darse cuenta de cómo están las cosas en su vida. Después de la muerte de su madre, esos momentos fueron los únicos donde Caitlyn parecía totalmente en paz.

—Buenos días —murmura Caitlyn, su voz ronca por el sueño.

Vi se aclara la garganta, tratando de parecer más tranquila de lo que se siente. Pero los pensamientos siguen corriendo por su mente, al igual que la presión fantasma de los brazos de Caitlyn en su cintura.

—Buenos días.

Caitlyn parpadea de nuevo, como si estuviera procesando la situación, y luego se separa un poco, sorprendida de que sus rostros estén tan cerca.

Pasan unos segundo mientras Caitlyn mira entre ellas, y Vi está segura de que debe saber que se ha movido poco antes, por lo avergonzada que parece de repente.

—Lo siento, no quería... —comienza Caitlyn, su rostro adquiriendo un leve tinte rosado.

Vi la mira con suavidad, no puede negar que le gusta lo nerviosa que se ve la mujer mientras la observa con esos grandes ojos azules. O tal vez fue la disculpa, que hace que Vi se sienta más suave con ella.

—Está bien, Cait. No pasa nada. Algunas costumbres son difíciles de romper... —la interrumpe Vi, sin querer darle demasiada importancia.

Un silencio se instala entre ellas, pero no es incómodo, no cómo lo ha sido antes. Es... extraño sentirse tan normales entre ellas. Como si ambas estuvieran esperando que la otra dijera algo más.

Finalmente, Caitlyn se inclina hacia atrás, sentándose en la cama y frotándose los ojos. Parece que sigue nerviosa, por la forma en que sus movimientos son rápidos y casi mecánicos.

—Supongo que tenemos mucho que hacer hoy, ¿verdad? —dice Caitlyn, cambiando el tema con una torpeza que Vi encuentra sorprendentemente adorable.

Vi asiente, aunque su mente sigue atrapada en el momento que acaban de compartir. ¿De verdad tiene una oportunidad de mejorar las cosas entre ellas?

—En realidad, no tenemos nada que hacer hoy —dice Vi, con calma—. Tomémonos un tiempo para ver este sitio.

—Genial, me dieron unos días libres —susurra Caitlyn, en voz baja.

—Vaya, parece que la señora Kiramman es generosa —se burla Vi, mientras se sienta en la cama también.

Quiere que la situación se sienta menos tensa cuando mencionan a la madre de Caitlyn, pero no sabe cómo hacerlo sin que parezca demasiado extraño.

El resto del tiempo, lo pasan ahí mismo, mientras Vi se esfuerza en enseñarle sobre todo lo que sabe sobre esa dimensión. Sobre los árboles de Zaun, lo felices que parecen todos, como toda su vida parece mejor.

No pasa mucho hasta que llega el olor de la comida de Vander, y Vi llega a Caitlyn arrastrandola hasta el comedor en segundos.

—Vi, espera, aún llevo el...

—No podemos esperar —dice Vi, empujándola hacia dentro.

Vander les da una sonrisa suave mientras entran al comedor, mientras acaba de poner la comida en el centro. Powder ya está en su lugar habitual, dándole una sonrisa divertida a Vi mientras sus ojos se deslizan de Caitlyn a ella.

—Vaya, qué buena noche, ¿eh? —dice Powder, apoyando el codo en la mesa mientras las observa con atención.

Caitlyn parece perdida, mientras Vi le da una mirada rápida a su hermana. Por Janna, ¿qué tal obvia debe haber sido la Vi de este universo para que todos se aprovechen de eso y se burlen de su enamoramiento por Caitlyn?

—Pow, ni empieces.

—¿Qué? Solo digo que parece que habéis dormido muy bien —dice Powder, con una risa suave que hace que Vi se sienta avergonzada.

Vi sabe exactamente lo que Powder está insinuando, pero agradece que Caitlyn parezca no tener ni idea.

Se sienta en su lugar habitual al lado de Vander, dándose cuenta ahora de que eso deja a Caitlyn al lado de Powder.

Le da una mirada rápida a Caitlyn, suspirando de tranquilidad cuando la mujer se sienta sin hacer ni una sola mueca, casi parece que no le importa estar tan cerca de otra versión de Jinx. Casi puede decir que ni siquiera parece haber odio en su mirada mientras la mira.

Contra todo pronóstico, parece que Caitlyn se adapta a la familia de Vi. Los escucha cuando hablan y le hace preguntas a Powder sobre los inventos que menciona. Casi parece que son una familia normal.

Bueno, Caitlyn no es exactamente familia. Pero ahora que las cosas están menos tensas entre ella, espera que al menos puedan ser amigas.

No es que no quiera más con Caitlyn, pero sabe que aún no está lista para confiar totalmente en la mujer, por mucho que quiera hacerlo. Lo sabe por la forma en que sigue mirándola interactuar con Powder, con el cuerpo tenso, alerta por si aparece el más signo de desagrado entre las dos.

Pero ese momento no llega, incluso Vander parece estar encantado con Caitlyn. Y, aunque Caitlyn no puede responder a todas las preguntas que hace porque no tiene ni idea de las repuestas, cambia el tema de una forma que parece más natural.

Aún así, hay algo extraño en los ojos de Powder mientras observa a Caitlyn. Parece saber algo que ellas no saben, y eso hace que Vi se ponga más tensa aún. Su hermana siempre ha sido rápida para captar las cosas, espera que eso no siga pasando aquí.

—Deberíamos quedar todos esta noche, reunir a la realeza —dice Powder, mirando a Caitlyn fijamente—. ¿Te quedarás?

—Lo hará —interrumpe Vi, y se culpa a sí misma por responder tan rápido.

No quiere ser demasiado obvia, pero sigue tensa con todo.

—¿Puedo ayudar en el bar hoy? —dice Caitlyn, entre una pregunta y una afirmación—. No tengo nada que hacer.

—Por supuesto Cait, siempre es una alegría tener unas manos extra —responde Vander, dándole una sonrisa amable.

—Sí Cait, solías hacerlo mucho —dice Powder, con esa sonrisa extraña—. Siempre parece que no puedes alejarte mucho de mi hermana, ahora incluso más.

—Oh, sí —murmura Caitlyn, dándole una mirada rápida a Vi como si estuviera buscando ayuda.

—Pegadas como mejores amigas —responde Vi, tensa, haciendo más énfasis en las palabras de mejores amigas.

Su hermana la mira divertida, levantando una ceja en un movimiento característico de incredulidad en ella. Al menos parece que ha dejado de hacer comentarios extraños.

—Genial, lo que digáis, avisaré a los chicos —dice Powder, levantándose de la mesa.

Poco después, Vi ayuda a recoger todo a Vander, para después ir a su habitación con Caitlyn para prepararse para el día.

Caitlyn no tiene ni idea de lo que ha hecho ofreciéndose voluntaria para ayudar, especialmente cuando tampoco tiene ninguna idea sobre cómo funciona ese sitio.

— —

Tal y como imaginó Vi, Caitlyn pasa el día en puro pánico mientras intenta tomar bien los pedidos de los clientes. No parece que esté acostumbrada a tratar con tanta gente al día, por lo que es divertido de ver.

La Caitlyn que conoce tiene pocas habilidades sociales y es bastante más tímida de lo que parece, por lo que es agradable verla vencer esos miedos poco a poco.

A veces, cuando se gira para tomar sus propios pedidos, puede notar la mirada fija de Powder en ellas. La chica no está trabajando, pero está en una de las mesas con Ekko, seguramente hablando sobre ese nuevo invento increíble que quieren hacer. Solo espera que las pocas habilidades de Caitlyn no sean tan obvias para ella.

—¡Vi, deja de mirarme y ayúdame! —exclama Caitlyn, con un toque de desesperación mientras se apoya en la barra justo al lado de Vi.

Vi no puede evitar reírse al ver a la otra mujer así, ella misma se metió en todo este lío. Podría haberse quedado en la habitación de Vi, o simplemente en la mesa con Powder y Ekko. Nadie le había dicho nada de ayudar, pero Vi no puede negar que le gusta el resultado.

—Estás haciendo un gran trabajo, Cupcake —dice, con una sonrisa burlona.

Los ojos de Caitlyn se llenan de irritación por un segundo mientras mira a Vi, antes de sacudir la cabeza y reírse un poco de sí misma.

—Claro, porque tirar una bandeja al suelo y confundir dos pedidos seguidos es digno de un premio —murmura Caitlyn, con una sonrisa divertida—. Mi mejor empleo.

—Es parte del encanto —responde Vi, guiñandole un ojo antes de dejarla nuevamente a su suerte.

Nada más se aleja, sus ojos se encuentran con los de Powder, mientras la mujer levanta una mano.

—¡Vi! —llama Powder, con una sonrisa que hace que Vi se tense automáticamente .

Se acerca con cuidado, esperando que no sea algún comentario raro sobre Caitlyn, aún que está bastante segura de que lo será.

—¿Qué pasa, Pow?

Powder se inclina hacia ella, asegurándose de que su voz sea lo suficientemente baja para que nadie más pueda oírla.

—Nada, sólo me preguntaba si la princesa Piltover necesita un manual para ser camarera o si está improvisando. ¿Qué ha sido todo eso? Cait siempre fue buena con los clientes.

Por Janna, obviamente su hermana iba a darse cuenta de que todo parecía ir mal hoy.

—Te dije que se encontraba mal el otro día, aún no está mejor.

Espera que esa mentira sirva de algo, pero parece que no por la forma en que su hermana sigue mirándola.

Con un suspiro, se aleja para tratar con otros clientes. Debe parar todo eso lo antes que pueda, pero hasta que se le ocurra algo, tiene que actuar con naturalidad.

— —

—No entiendo cómo haces esto todos los días —dice Caitlyn después del turno, pasando una mano por su cabello desordenado.

Vi se ríe suavemente, apoyando su peso en la barra. Caitlyn se ve como un desastre, con el cabello por todos lados, pero sigue viéndose linda.

—Es cuestión de práctica. Aunque, para ser tu primer día, lo hiciste bastante bien.

Caitlyn la mira con seriedad, mientras pone los ojos en blanco por un momento. También se apoya en la barra, respirando con fuerza.

—Solo llevas aquí unos días más que yo, señorita experta —se burla Caitlyn, con una ligera sonrisa en sus labios—. No tienes que mentirme, Vi. Sé que fue un desastre.

—Tal vez un pequeño desastre, pero no fue tan malo —dice Vi, mientras le da un suave golpe en el hombro—. Además, sobreviviste. Eso es lo importante.

Caitlyn se ríe suavemente de nuevo, sacudiendo la cabeza. Casi puede volverse adicta a esas risas suaves de Caitlyn, como si no tuvieran más preocupaciones en el mundo.

—Supongo que no está tan mal —admite Caitlyn, mirando alrededor del bar ahora vacío.

Vi hace lo mismo, y sus ojos se posan en la mesa donde ya están todos los demás esperando que acaben el turno. Vi levanta la mano para saludarlos, mientras agarra a Caitlyn de la mano y la acerca a ellos.

Mylo y Claggor las saludan nada más llegar, mientras Powder sigue dándoles esas extrañas miradas en las que Vi prefiere no pensar demasiado.

—Entonces, ¿cómo fue tu día de trabajo, querida reina? —pregunta Powder, pareciendo muy interesada en la respuesta.

—Muy cansada —responde Caitlyn, intentando sonar lo más normal del mundo mientras se sienta en una de las sillas vacías.

Vi sigue su ejemplo y se sienta en la otra, mirando a su familia. Aún le parece extraño que todos puedan estar ahí juntos y bien, pero no va a quejarse de ello.

—Pero has tenido una gran compañía al menos —se burla Powder, guiñandole un ojo.

Después de eso, dirigen la conversación hacia otra cosa, especialmente Mylo hablando sobre su enamoramiento con Gert y como su actuación se estaba acercando cada vez más.

Parece un simple grupo de amigos cuando están ahí, sin preocupaciones. Incluso Caitlyn habla y se une a la conversación con naturalidad. Vi no nota ninguna diferencia obvia como para que los demás puedan sospechar algo de Caitlyn, pero tampoco está segura de haberlos visto interactuar demasiado como para saber algo así.

Por suerte, Powder no hace ningún comentario extraño más y el tiempo pasa con rapidez.

Vi desea poder guardar esos momentos con la gente que ama en su corazón por siempre. Incluso si las cosas salen mal, al menos tendrá ese recuerdo de cómo podría haber sido todo. De cómo es en otra vida.

Un rato después, cuando todos los demás ya se habían ido, Caitlyn y Vi se quedan ahí un poco más, aún sentadas en la mesa del bar. La situación ha sido extraña, y aún no sabe cómo pensar en todo.

Pero le ha gustado, tener a toda la gente que le importa junta. Nunca pensó que pudiera ser posible tener algún recuerdo así, y Vi quiere guardar esos recuerdos en su corazón.

—Tenemos que volver, Vi. Este no es nuestro sitio —susurra Caitlyn, mirándola con esos ojos brillantes.

Los ojos de Vi se desvían de nuevo a su familia, sentada en esa mesa del bar. ¿Cómo puede querer volver?

Y su relación con Caitlyn está bien ahora. No tiene esos problemas constantes entre ellas, todo eso volverá si se van. No quiere eso, no cuando puede tener todo esto.

—Estamos bien aquí —susurra Vi, sin querer decir más.

—Estamos bien aquí —dice, con la voz tensa—. Ellos están bien aquí.

—Pero no es real para nosotras —insiste Caitlyn, dando un paso más cerca de Vi—. No importa cuánto intentemos encajar. Este no es nuestro mundo, y lo sabes.

Vi aprieta los puños, con las emociones nublando su mente.

Sabe que Caitlyn tiene razón, que no pueda ignorar su vida real por todo el tiempo que quiera. Aún hay gente que la necesita en algún lado, y Vi ahora cree que puede ser útil de verdad.

Pero... No será fácil. Tienen demasiadas complicaciones allí, demasiadas cosas que hacer. Mientras que aquí todo es sencillo.

Vi tiene a su familia feliz y viva, mientras que Caitlyn también tiene a su madre.

Ahora que sabe sobre Jayce, entiende un poco el motivo por el cual Caitlyn quiere volver también. Pero, ¿por qué sacrificar todo esto?

Pero después piensa en Jinx y quiere volver.

Toda la situación va a acabar volviendo loca a Vi. Pero volver a como es todo allí, los problemas y las guerras... Es demasiado.

—No quiero volver, Cait. No quiero volver a... a lo que teníamos.

Caitlyn se detiene, como si esas palabras la golpearan con fuerza. Pero cuando finalmente habla, su tono es suave, casi suplicante.

—Podemos arreglarlo. Sé que no será fácil, pero al menos será nuestro. Veo esas fotos en todos lados, o tus hermanos hacen comentarios, y no puede evitar pensar que esas no son nuestras memorias, Vi. Hagamos nuestras propias memorias juntas en casa.

Vi la mira, sin saber cómo llevar el tema. Los ojos de Caitlyn la siguen mirando con intensidad, como si pudiera transmitirle sus sentimientos a Vi solo con los ojos. Desearía que pudiera hacerlo, todo sería mucho más fácil.

Sabe que Caitlyn tiene razón, por supuesto que lo sabe, pero su corazón no quiere soltar este mundo, donde todo lo que siempre quiso está aquí.

Pero cuando piensa en Jinx... Se siente culpable. Debería estar allí para ella. Ayudarla a mejorar y entenderla. Hacer lo que no pudo hacer antes. Tal vez sea mejor sin Vi allí, ¿no?

Quiere disfrutar un poco más de esto, crear buenos recuerdos que se pueda llevar con ella cuando vuelva a casa. A casa. Caitlyn dijo que aún quiere crear recuerdos con ella en casa.

Da un suave suspiro, sintiéndose abrumada por todo. Cada vez que parece que están bien, Vi tiene que recordarse a sí misma que nada de eso es suyo, y es demasiado doloroso. Vi ya tiene una vida, y no es en nada parecida a esta.

—Necesito tiempo —susurra finalmente, girándose hacia la mesa donde está su familia.

Caitlyn asiente, aunque su expresión muestra claramente que teme que el tiempo no sea suficiente.

Cuando se van a dormir esa noche, la tensión es más profunda que nunca, pero siguen durmiendo en la misma cama.

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