El Encanto Salvador de los Jiang

Encanto (2021) 魔道祖师 - 墨香铜臭 | Módào Zǔshī - Mòxiāng Tóngxiù 陈情令 | The Untamed (TV) 魔道祖师 | Módào Zǔshī (Cartoon) 魔道祖师Q | Módào Zǔshī Q (Cartoon) 魔道祖师 | Módào Zǔshī (Audio Drama) 魔道祖师 | Módào Zǔshī (Webcomic)
F/F
F/M
M/M
Multi
G
El Encanto Salvador de los Jiang
Summary
La vela se convirtió en una llama mágica que jamás se apagaría. Y bendijo a la familia Jiang con un refugio donde podíamos vivir, un lugar maravilloso.La vela les dió el encanto.El encanto le daba un poder mágico a la familia para bendecirla y ayudarla.Sin embargo, uno de ellos no obtuvo su regalo mágico.• Au MDZS.• MDZS x Encanto.•Literal es un: ¿Y si estos personajes estuvieran en esa película? Versión joder estabilidad emocional.• Originalmente inició el 17-01-22; se volvió a publicar el 17-01-25.
All Chapters Forward

🕯️| Capítulo 04

Lan SiZhui esbozó una mueca casi imperceptible de inquietud, la cual se había instalado desde el preciso momento en que Jiang Xiang obtuvo su don.

Sin embargo, ese suceso no fue lo que intensificó su preocupación. La verdadera razón detrás de su angustia era Jin Ling.

Primero, observó la mirada vacía que tenía mientras caminaba junto a la chica Jiang, notando su comportamiento distante. Luego, en la foto familiar que siempre tomaban después de recibir un don, se percató de que Jin Ling no estaba presente, lo que aumentó su inquietud.

Después de escuchar su llamado, anunciando unas grietas y el posible peligro que corría la vela mágica, su ansiedad creció al no volver a verlo.

Gracias a Jiang JingYi, supo que Jin Ling se había quedado en la cocina con la señora YanLi, lo que le brindó un breve respiro.

Sin embargo, aun sabiendo que estaba bien, la angustia no desaparecía. Su amigo, al notar su estado de nerviosismo, lo tomó del brazo y lo llevó a su propia habitación, ignorando por completo la fiesta que ya estaba a punto de terminar.

Lan SiZhui no comprendía del todo la habitación de Jiang JingYi.

Rodeada de espejos, las paredes no eran simplemente paredes, sino vidrios reflejantes. Incluso el techo estaba recubierto de este material, siendo el suelo la única zona libre de reflejos. En medio de todo se encontraba su cama, siempre destendida, con su cobija morada y almohadas azul cielo. Muebles simples decoraban el espacio, destacándose tonalidades azules en la habitación, ya que los espejos reflejaban estos colores, transformando su entorno en un mundo azul.

En uno de los muebles estaban decoradas con marcos de fotos, siendo el más grande y destacable era la de su familia: sus padres, él y su hermana. También había otra de él y Jiang Xiang, otra de la familia completa… bueno, sin el innombrable; otra de Jin Ling, Lan SiZhui, Ouyang Zhen y Jiang JingYi de pequeños, justo antes de la ceremonia del Jin; otra de solo Jiang JingYi y Ouyang Zhen, esa le pareció curiosa ya que ellos tenían su aspecto actual, por lo que fue reciente.

Pero una foto siempre le ha parecido extraña, era de él. Sólo él, cuerpo completo, como típico dibujo del cuerpo humano.

Notó que no era igual al JingYi que tenía al lado, siendo el de la foto más pequeño y con características que él podía reconocer fácilmente. Pero su amigo ya no las portaba.

Sin prestarle la atención que se merecía esa foto, se sentó a lado de JingYi, que se había acostado en su cama viendo con el ceño fruncido el techo.

—¿Por qué me trajiste?

JingYi alzó los hombros—. Te mirabas preocupado e incómodo, te traje para que te distrajeras.

Lan SiZhui le dió una sonrisa agradecida por su acción.

—Sabes, no me esperaba que le dieran ese don a A-Xiang —comentó Lan JingYi, buscando algún rastro de conversación salvable.

—Mn. La verdad yo tampoco, pero le queda bien, ama mucho a los animales, ¿no?

—¡Sip! Ahora sí abuela ZiYuan debe aceptar animales en la casa —soltó una carcajada burlona.

—Cierto. Todavía recuerdo cuando le negó a Jin Ling traer a Hadita... —recordó al husky, trayendo a su mente la imagen de un cachorro, pues la última vez que lo vió fue hace años, no sabía cuál era su aspecto actual.

—Ese día me enojé mucho con la abuela.

—¿Por?

—¿Cómo que "por"? Fue muy cruel con Jin Ling y solo tenía siete años, me enojó ver como le gritaba que no quería a ningún animal en la casa.

—Irónicamente, ahora le tocará soportar a todo un zoológico.

—El propio karma.

Ambos rieron por ello, realmente era cierto, esa mujer no era muy tolerante a los animales más allá de los perros, aunque irónicamente rechazó a la mascota de Jin Ling.

—¿Por qué tantos espejos? —Se atrevió a preguntar, pocas veces entraba a una habitación que no sea la suya, por lo que anteriormente no preguntaba por pena.

—¿Mm? Oh, es para perfeccionar mis cambios.

—¿Perfeccionar?

—Así es. Necesito mejorar las expresiones y detalles, si no, mis copias serían horribles —soltó una carcajada burlona.

—¿Necesitas hacer eso?

—Debo.

Sin tocar más el tema para no incomodar a JingYi, Lan SiZhui cambió el tema de la conversación.

 

﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌


Jin Ling no podía dormir.

A pesar de ya haber intentado cerrar los ojos simplemente no era capaz, apenas los llegaba a entrecerrar y ya se abrían por completo contra su voluntad. Solo miraba la textura de su techo, mientras, las imágenes de la vela, grietas y puertas sin brillo invadían su mente poniéndole la piel de gallina.

Ya estaba harto de este día.

Iniciando con una humillación gracias a Su She. Luego habló con Lan SiZhui, aunque eso no le molestaba del todo, no estaba dispuesto a tener una conversación con el señorito perfecto. Después de la ceremonia miró grietas y la vela apunto de apagarse, terminando como un estúpido mentiroso pues no había nada cuando llegó Madame Yu a checar.

¡No fue su imaginación, es imposible!

Para empezar, su mano estaba cortada gracias a la teja que se había caído.
Y para terminar… realmente no tenía otra prueba.

Aún así, Jin Ling lo que más pensaba era en la vela. A pesar de la lejanía, pudo apreciar como la luz disminuye de manera preocupante. Podría quitarse ese peso si se hubiera arreglado al igual que lo demás. Pero no, la flama no volvió a su tamaño original.

Seguía pequeña.

—¿Seguirá pequeña...? —se preguntó en un murmuro a sí mismo.

Volteó hacia los muebles que Casita había movido, respondiendo con un "no lo sé".

— ¿Debería checar? A esta hora ya todos deberían estar dormidos... nah, debe estar bien.

Sin embargo, justo cuando pronunció las primeras palabras, Casita movió una puerta de la ventana diciendo: "si".

Jin Ling dudó, se sentía cansado de este día tan pesado pero… no podía dormir. Una checada no haría daño.

Se levantó y salió del cuarto aún en pijama, que era amarilla pastel con estampado de perritos. Llevaba el cabello totalmente suelto y despeinado por los movimientos que hacía en la cama.

Subió las escaleras evitando hacer ruido, pidiéndole en un susurro ayuda a la casa para subir al techo y acercarse a la ventana del cuarto de Madame Yu, donde estaba la vela.

Realmente no comprendía la razón de su ubicación, pero Madame Yu había dicho que Casita fue la que decidió que ese sería su lugar, por lo que nadie cuestionaba.

La casa tenía tres pisos, siendo la habitación de Madame Yu en el tercero, aunque su puerta está en el segundo. De hecho solo se podía llegar a ese cuarto por una escalera dentro, pues del tercer piso solo tiene esa habitación.

Para evitar despertar a la mujer, optó por hacerlo por el techo, pidiéndole en silencio a la casa que evitara hacer ruido.

Al estar delante de la ventana miró por pocos segundos, pues se acomodó debajo del marco como reflejo al ver a Madame Yu cerca de la vela.

¿Qué hacía despierta?

No se esperaba que la mujer se acercara al marco, por instinto aguantó la respiración, prestando atención a sus movimientos y escuchando. No sabía lo que la mujer hacía, no podía verla por la posición. No obstante, podía sentir la preocupación en ella.

—Grietas… grietas en la casa… —alcanzó a escuchar—. No puedo permitir que sepan cuán vulnerables somos. Si el milagro agoniza... —pausó, haciendo quien-sabe-que antes de continuar hablando sola—. No dejaré que se pierda esto. ¿Qué es lo que está mal? ¿Qué está haciendo que el milagro agonize?... Necesito proteger a la familia y al encanto.

Jin Ling escuchó… ¿un beso?

Luego sonaron unos pasos que terminaron desapareciendo en un punto, suponiendo que ya se había acostado para dormir.

Esperó unos minutos asegurándose que no hubiera ningún movimiento para irse corriendo en silencio a su cuarto con ayuda de la propia casa. Al llegar a su cuarto se quedó pensando por varios minutos en lo descubierto.

Así que Madame Yu sabe que no mintió, si hay grietas… entonces ¿por qué mintió? El milagro peligra. Y sin el milagro, ¡todo estará pérdido!

¿Cómo se lo tomaría su familia? ¿o el pueblo? ¡Todos ellos dependen de los dones!

¿Cómo Madame Yu salvaría el don?

¿Debería...

—...salvar el milagro? —terminó su pensamiento hablando, sorprendiendose al ver la emoción en Casita, que movía los muebles y ventanas a modo de asentía—. No.

La Casita paró de moverse, como si preguntara: "¿por qué?".

—¿Por qué? ¿Cómo lo haría? Es imposible que alguien como yo lo haga. —Él estando aún en frente de la puerta cerrada, Casita abrió la puerta para golpearle la espalda, regañandolo—. ¡Ay-! ¿qué? Es la verdad. Pero... —comenzó nuevamente a pensar.

Si salvo al milagro, podría salvar a todo el pueblo y la familia… incluso, tal vez, Madame Yu por fin lo tome en serio...

¿Sería egoísta salvar el milagro por esas razones? No lo sabía.

—Bien. Salvaré al milagro, por mi familia y pueblo —decidió, yendo a su closet para cambiarse al darse cuenta que ya estaba saliendo el sol.

Genial, no durmió.

Estando a punto de abrir la puerta, paró.

—Espera... —giró hacia el mueble que siempre Casita movía para responderle—. ¿Cómo se salva un milagro?

"No sé".

—...¡averiguando que le está pasando al milagro!

"¡Sí! ¿cómo lo averiguarás?"

—Ni idea —pensó un poco antes de que, metafóricamente, se le prendió un foco en la cabeza—. Pero hay alguien que sabe todo lo que pasa, el debe de saber algo.

En ese momento, Nie HuaiSang tragó duro.

﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌


Se esperó unas cuantas horas hasta que todos se despertaran para ir a desayunar. Siempre su madre se despertaba antes de las seis de la mañana para cocinar el desayuno para todos, por lo que aprovechó y fue a ayudarla.

—Buenos días. ¿Qué haces despierto a esta hora, A-Ling? —preguntó al verle cruzar la puerta.

—No pude dormir.

—¿En toda la noche?

—En toda la noche. Y como nadie se va a despertar vine a ayudarte.

—¿Necesitas a alguien en específico? —preguntó curiosa por la selección de palabras de su hijo.

—No, no, solo que cuando todos estén despiertos será la hora del desayuno.

—¿Tienes hambre? —Jin Ling asintió—. Deberías comer ya entonces. Ahí está un plato con la comida, puedes tomarlo.

—Gracias, A-Niang. Pero aún así quiero ayudarte, luces cansada.

—No dormí temprano, es todo. No te preocupes, ponte a comer mejor.

Sin protestar a su madre, asintió y agarró el plato para sentarse y comer.

—¿La fiesta duró tanto? —Jiang YanLi negó con la cabeza, aún cocinando.

—Tuve una… pequeña conversación con madre. —Su cara se agrió un poco ante el recuerdo, dándole un escalofrío a su hijo—. No es nada.

—¿Puedo preguntar de qué hablaron?

—No. No es de importancia, tranquilo. —Le dió una linda sonrisa.

A Jin Ling le dió curiosidad saber de qué hablaron anoche, pero dejó de comentar para terminar de comer y finalmente ayudarla.

 

﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌


Ahora que había colocado todos los platos repletos de comida para que la familia recogiera y se sirviera, dejó a su mamá seguir cocinando para ir en búsqueda del señor Nie HuaiSang.

Había recorrido gran parte de los alrededores de la casa mágica, para al final encontrarlo justo en su punto de partida. Suspiró ante esa coincidencia algo molesto, bueno, muy molesto, pero igual se acercó rápidamente.

—¡Señor HuaiSang! ¿Sabía que usted es mi tío favorito? —parpadeó unas cuantas veces, poniendo su mejor cara sonriendo a pesar de lucir cansado.

pensamientos—¿Necesitas algo, A-Ling? —preguntó curioso Nie HuaiSang, mirándole con interés.

—Tal vez... yo puedo confiar en usted con lo que sea al igual que usted me puede contar a mi; como por ejemplo el problema con la magia que a nadie le preocupó anoche. A lo mejor pasó algo y tal vez yo necesite saber… —Mientras más hablaba más disminuía su tono de voz hasta terminar susurrando. Pero al ser Nie HuaiSang sabía que lo escuchó a la perfección.

No esperaba que se quedara quieto con una gran mirada de confusión, ¡él siempre tenía algo que decir, aunque no tuviera sentido!

—A-Yi, no finjas ser HuaiSang solo para repetir —habló una voz tan serena y tranquila que los hizo callar aún sin soltar palabras. Miró como su tío XiChen tenía en manos su respectivo plato con comida. Teniendo detrás a Nie HuaiSang que asomaba su cabeza con el abanico cerrado presionado en sus labios.

—Tocaba intentar. —Jiang JingYi bromeó volviendo a su… ¿forma original? Confirmando sus palabras agarrando una porción más. Yéndose de ahí al ser empujado por las ventanas gracias a Casita, siendo seguido por su padre.

Jin Ling se quedó viendo muy desconcertado. ¿Desde cuándo JingYi era más alto que él? Incluso creyó ver sus ojos azules y su cabello más largo.

Sin embargo, rápido puso los ojos en blanco al entender que el plan de Jiang JingYi era repetir turno para agarrar más comida. Se sorprendió al escuchar la voz suave a sus espaldas proveniente del verdadero Nie HuaiSang, que le dijo:—El único preocupado por la magia eres tú, Jin Ling… y el conejo entre los muros. —Lo último lo susurro casi en un hilo de voz, haciéndolo incapaz de ser escuchado—. Oh… y Da-Ge¹. Oí ese tic en el ojo toda la noche… mh —agarró sus dos porciones de comida y se fue.

¿El señor Nie MingJue? preguntó en sus pensamientos, girando su cabeza buscando al mencionado con los ojos entrecerrados, encontrándolo cargando la mesa para ponerla afuera, dónde desayunarán el día de hoy.

Ambos Nie vivían en sus respectivas casas con sus esposos, sin embargo, era parte de su rutina impuesta el desayunar con la familia.

¿Por qué? Quien sabe. Nadie se animaría o tendría la suficiente valentía para cuestionar a Madam Yu que fue quien decidió.

—Todos a comer a la mesa. Vamos, no pierdan el tiempo —ordenó la matriarca saliendo del hogar con su plato.

Mientras que Casita colocaba las sillas de todos, los demás servían su comida y se sentaban para escuchar lo que tenía que decir la mujer esta mañana.

Siempre era así, a pesar de que supieran o ya se haya dicho, Madam Yu siempre tenía algo de lo que hablar en las mañanas.

Pero en esta ocasión, sabían el tema que tocaría.

El don de Jiang Xiang.

Jin Ling lo más rápido posible se sentó a lado de su tío Nie MingJue justamente cuando su tío Jiang Cheng estaba apunto de sentarse, causándole un rayo por su acción. Lan XiChen se sentó en otra silla, dejando que el Jiang se sentara donde anteriormente estaba, relajándolo en el proceso.

Madam Yu caminaba a un lado de la mesa dirigiéndose a la silla que le pertenecía mientras decía:— Todos nos regocijamos por Jiang Xiang y su maravilloso don… —pausó su inicio de discurso al ver unos mapaches en su silla— ...nuevo —miró molesta y, algo, desconcertada a la niña que estaba sentada a su lado.

—¡Estaban calentando la silla! —dijo sonriente al escuchar las confirmaciones de los animales sentados. Ella tenía alrededor de su silla a distintos animales que la acompañaban desde que obtuvo el don.

—Claro… —dijo entre dientes, ahuyentando a los animales para sentarse—. Y pronto veremos como sacarle utilidad al don que recibiste...

Jin Ling estaba algo nervioso por pensar en la posibilidad de preguntarle sobre la magia a su tío Nie MingJue. Mentiría si dijera que no le intimidaba su cara de mal humor y su aura dominante, ¿podía retractarse de salvar el don para evitar hablarle?

No, no lo hará. Sintió que le ordenó su orgullo.

— Señor MingJue... —comenzó susurrando—, el señor HuaiSang dice que está muy ansioso, ¿será que sabe algo sobre lo ocurrido con la magia anoche? —Nie MingJue lo miró de reojo, confirmando sus sospechas al tener un casi imperceptible tic—.  ¡Sabe algo! —alzó un poco la voz ante su sorpresa.

—Jin RuLan. Si no eres capaz de prestar atención yo te ayudo —miró de reojo algún lugar nada específico y sólo ordenó:— Casita. —Jin Ling ni pudo protestar cuando su silla se movió, llevándolo a él a lado de la mujer. Tuvo su piel de gallina ante la cercanía.— Y como decía... — miró acusadoramente al Jin antes de continuar—, no debemos de dar por hecho el milagro.

Jin Ling se recargó un poco en la silla, con ayuda de la casa esta se inclinó lo suficiente para ver a su tío, que notó su mirada y trató de ignorarlo.

—Es por eso que trabajaremos el doble de duro.

—Mhm, yo ayudo al señor MingJue —empujó su silla para pararse.

— Para. —La silla volvió a colocarse donde estaba, impidiendo que Jin Ling se levantara, logrando que su cabello atado a una coleta alta se despeinara y cayera en su cara—. Primero les daré un aviso. —Se levantó para pararse detrás de Lan SiZhui mientras anunciaba las siguientes palabras:— Hablé con los Ouyang de la propuesta de matrimonio de Ouyang Zhen y Lan SiZhui.

Dicho compromiso ya estaba acordado desde hace un año. Pero por órdenes de los padres del Ouyang y de Madam Yu, fue que decidieron que ya se propusieran y oficialmente estén en una relación.

Uno de la pareja mencionada dejó de comer para prestar atención.

—Nie HuaiSang. ¿Ya tienen fecha? —miró al llamado, este alzó su oreja para prestar atención a lo que decían los Ouyang en su propio desayuno.

—Esta noche… quiere cinco bebés. —Nie HuaiSang casi se atraganta al escuchar esas palabras, pero lo disimuló comiendo más.

Lan SiZhui abrió los ojos, casi se le salían los ojos de sus cuencas, su asombro y vergüenza provocó que algunas flores rosadas y una blanca salieran de su cabeza. Aunque también sintió un escalofrío al presentir la mirada asesina a su espalda proveniente de un primo suyo.

—¡Magnífico! Un buen joven con el perfecto SiZhui —arrancó la única flor blanca que tenía en su cabeza, dejando solamente las rosadas, que todas eran iguales y perfectas—. Dentro de unos años, nos darán una nueva generación de bendiciones mágicas, como debe de ser —enderezó la espalda del Lan, quien sonreía algo incómodo y forzado, pero nadie parecía notarlo—. Y ambas familias se fortalecerán.

Lan SiZhui suspiró, manteniendo su compostura volteó hacia su derecha donde estaba Jiang JingYi viéndolo, luego se transformó en Ouyang Zhen para empezar a lanzarse besos de forma burlona y bromista. El Lan solo le echó un par de flores a la boca, haciendo que Jiang JingYi volviera a su forma anterior mientras escupía flores.

Jin Ling se burlaría de Jiang JingYi si no fuera porque estaba concentrado en las palabras de Madam Yu, que le supieron tan amargas como la primera vez que se enteró de tal compromiso.

—La comunidad depende de nosotros, ¡la familia Jiang!

—¡La familia Jiang! —dijeron todos al unísono, incluso los que no portaban el apellido.

—La familia Jiang... —dijo rápidamente, levantándose para hablar con el señor Nie, pero al verlo a lo lejos ya iniciando su trabajo, se quejó con un ruido.

Y comenzó a caminar sin notar que Lan SiZhui iba a cruzar delante suyo, chocando con él por accidente. El Lan soltó una pequeña bomba de pétalos morados y rosados por el susto.

—¿Y a ti qué te pasa? —preguntó Lan SiZhui con brusquedad, limpiándose la ropa para quitar los pétalos de esta mientras veía con el ceño fruncido a Jin Ling, que rodó los ojos siguiendo su camino.
Jin Ling lo miró molesto, rodando sus ojos ante esa actitud de Lan SiZhui—. No te importa. ¡Señor MingJue, espera!

 

 


















﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌


Jiang YanLi tocó la puerta un par de veces, esperando en silencio el permiso de entrar o que le abrieran la puerta mientras se masajeaba sus manos adoloridas.

La voz madura de una mujer sonó a través de la madera—. Pasa.

A nada de abrir la puerta manualmente, Casita se encargó de abrirla para dejarla pasar. Cosa que agradeció con un asentimiento de cabeza.

—Madre.

—¿YanLi? ¿Qué quieres a estas horas de la noche? —preguntó directamente, parada delante de la ventana y, por lo tanto, la vela.

—Vine a hablar con usted, madre.

—¿Sobre qué exactamente?

Jiang YanLi tomó una postura recta y seria, preparándose mentalmente para los futuros gritos de su madre—. Sobre A-Ling.

—¿Ese mocoso? Hmph, seguramente hizo algo otra vez. ¿Ahora qué hizo?

—No exactamente se trata de él, madre. Pero tiene algo que ver.

—Se directa, YanLi. No soporto los rodeos y lo sabes.

—Estoy consciente. Pero asumí erróneamente que sabría sobre lo que hablaría con exactitud —suspiró con pesadez, mientras repetía en su cabeza las palabras que diría—. Su trato sobre mi hijo está sobrepasando los límites.

—Hmph. Exactamente, YanLi, ¿de qué tratos me hablas? ¡Casi nunca hablo con ese mocoso! ¿De qué rayos hablas?

—Usted misma lo dijo, casi. Las pocas veces que interactúa con A-Ling termina insultando o, en otros casos, lo insultas a sus espaldas. Justo en este momento le estás faltando al respeto llamándole mocoso aún sabiendo su desagrado por ese apodo.

Yu ZiYuan alzó una ceja, preguntándose si su hija hablaba en serio. ¿Quién era ella para reclamarle sobre eso?
—¿Desde cuándo decir un apodo es un insulto? No seas ridícula y vete a tu cuarto, mañana tendrás mucho que cocinar.

Madam Yu, creyendo que se iría, se volteó hacia la entrada, viendo a su hija totalmente quieta y con la cara llena de seriedad y molestia.

—"Controla a tu hijo, ya es suficiente con que arruine una ceremonia" —repitió con exactitud las palabras que su madre le había dicho hace unas pocas horas—. Usted misma las dijo, menosprecias a mi hijo de forma muy cruel, le pido que deje de estar haciéndolo.

—¡Mujer insolente! ¡¿Quién te crees que eres para decirme qué hacer?!

—Una madre que ya está cansada de los tratos injustos hacia su hijo, eso soy —hizo una pausa para respirar profundo y continuar:— Aún sigo molesta por la ocasión de Hada, ¿cómo puede decir tales barbaridades a un niño?

Yu ZiYuan rodó los ojos—.  ¿Qué? ¿Quieres al perro acá? ¡Traelo! ¡Total, ya tenemos un maldito zoológico en esta casa, qué más da un perro! Mientras ese mocoso se encargue del animal, que lo traiga.

—Eso haré. Pero esa no era mi queja y lo sabe.

—YanLi. Ya es suficiente con tus tonterías, vete antes de que me arrepienta.

—¿Arrepentirse? ¿De qué, madre? ¿De permitir que la mascota de mi hijo viva en el mismo techo? —negó con la cabeza, ignorando esa cuestión—. Madre, he pasado bastantes años de mi vida sin quejas, no creo que no sea capaz de cumplir una petición de su hija.

—¡Tú-! ¿¡Y qué quieres, niña!? —Ya se estaba hartando, su tono de voz alto y grosero lo demostraba.

—Respeto para mi hijo —dijo como si fuera lo más obvio del mundo, que de hecho, lo era.

Yu ZiYuan frunció el ceño mientras contemplaba tal posibilidad— Es solo un mocoso que estorba… ¡No hace más que quitar espacio a esta familia! ¡Ni siquiera tiene un don, ¿cómo esperas que lo trate igual al resto?

—Si no empieza a respetar a mi hijo, me iré.

—No te atreverías.

—Por mi hijo, me atrevo a eso y más. Así que exijo que dejes de menospreciar a mi hijo, ¡Jin Ling sigue siendo parte de la familia, su propio nieto! ¡No puede andar tratando de "inferior" por su carencia de magia!

—¡Ni creas que por tus lindas palabras y amenazas algo cambiará, YanLi!

Jiang YanLi sonrió, desconcertado a la molesta mujer mayor—. De acuerdo. Iré preparando las maletas para retirarme de esta casa, ya ustedes podrán averiguar quién les dará salud —giró su cuerpo hacia su puerta, dispuesta a irse.

Yu ZiYuan caminó hacia ella, agarrando su muñeca con fuerza, evitando su ida.

—¡No te irás a ninguna parte, alguien debe darle salud a este pueblo y esa eres tú, de algo deben servir tu comida! —exclamó molesta, casi parecía que iba a explotar de la ira por el rojo invasor en su rostro.

Jiang YanLi se sintió incapaz de moverse ante esa orden. Pero pese a esto y su shock, no desperdició la oportunidad:—¿Respetará a Jin Ling? —chantajeó aún más, estando igual de sonriente y tranquila.

—¡Sí, ya! ¡Ahora vete y déjame en paz! —soltó su muñeca con agresividad, abriendo ella misma la puerta para que se fuera.

—Le agradezco su compresión, linda noche, A-Niang. —Se inclinó un poco, despidiéndose y saliendo de la habitación.



Forward
Sign in to leave a review.