El Encanto Salvador de los Jiang

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El Encanto Salvador de los Jiang
Summary
La vela se convirtió en una llama mágica que jamás se apagaría. Y bendijo a la familia Jiang con un refugio donde podíamos vivir, un lugar maravilloso.La vela les dió el encanto.El encanto le daba un poder mágico a la familia para bendecirla y ayudarla.Sin embargo, uno de ellos no obtuvo su regalo mágico.• Au MDZS.• MDZS x Encanto.•Literal es un: ¿Y si estos personajes estuvieran en esa película? Versión joder estabilidad emocional.• Originalmente inició el 17-01-22; se volvió a publicar el 17-01-25.
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🕯️| Capítulo 02

Todos ayudaban de alguna forma, sea cual fuera, el saco de arena aportado por cada uno estaba ahí.

 

Jiang JingYi cambiaba de forma de tal manera que ayudara a algún sujeto, ya sea convirtiéndose en un hombre alto para colgar algo o un niño para terminar de acomodar abajo mientras alguien lo hacía desde arriba. Lan SiZhui llevaba flores a donde sea que le llamaran, que si falta decoración ahí, él lo solucionaba rápidamente. Jiang Cheng y Lan XiChen mantenían todo controlado para evitar los gritos de Madame Yu (que eran inevitables) y de más ejemplos que podría dar si observaba cada detalle.

 

Esta noche debía ser perfecta. Aquí no estaba permitida  la opción de los errores.

 

Una ceremonia del don, era más importante de lo que sonaba. Por ello los habitantes del pueblo, o bien, los más cercanos a la familia, ayudaban con los preparativos. Ya sea en invitaciones, decoración, música, limpieza o cualquier cosa. Casita podría hacer por sí sola gran parte de las tareas, pero ellos debían estar seguros de que todo se encontrara de manera perfecta.

 

¿El punto de todo esto? Que toda la familia Jiang (y quienes no tenían ese apellido, pero sí un don) participaban con todo esto. Menos Jin Ling. 

 

Madame Yu impedía a toda costa la intervención del chico, era preferible que se quedara sin hacer nada a correr el riesgo de que se arruinara algo.

 

Y esto al joven le molestaba demasiado. Era alguien con mucho orgullo desde pequeño, pero su falta de magia había hecho únicamente aumentar su inseguridad y complejo consigo mismo. Por ende, se esforzaba de sobremanera con tal de complacer a Madame Yu; quería ganarse la misma mirada orgullosa que le daba al resto de los que viven bajo el techo de la casa.

 

Siempre sus padres le recordaban lo valioso que era, con o sin don. Pero no era suficiente, ¿y cómo serlo? Estar rodeado de tanta gente con magia era agotador cuando eres alguien con carencia de poder. 

 

Sí, no había día en que no le invadieran esos pensamientos a Jin Ling. Suspiró tratando de ignorar esa negatividad que lo atrapaba, acordándose de las palabras de motivación que su madre alguna vez llegó a decirle. 

 

Realmente no estaba seguro de que iba a hacer, pero quería que estuviera relacionado con la familia. 

 

Ni siquiera llegó a pensarlo con claridad cuando en su campo de visión apareció Madame Yu, dándole órdenes a Nie MingJue sobre llevar carga pesada a un lugar distinto de donde se encontraba. 

 

Madame Yu notó la presencia de Jin Ling, soltó un suspiró y caminó hacia él.

 

—Jin RuLan.

 

Solo dos personas lo llamaban por su nombre de cortesía. Esas eran su madre (que únicamente lo utilizaba para regañarlo o cuando estaba enojada o seria) y Madame Yu.

 

Nunca le gustó el tono con el que Yu ZiYuan le llamaba.

 

—Madame Yu —devolvió su "saludo", mirando a cualquier lado menos a sus ojos azules. Podía escuchar su orgullo reprocharle por su cobardía, pero Jin Ling nunca sería capaz de enfrentarse cara a cara con esa mujer.

 

—¿Qué estás haciendo? —apuntó hacia la cesta que Jin Ling aún cargaba. Su expresión nunca cambiaba, siempre demostrando seriedad, arrogancia, mal humor y poder.

 

—Estaba a punto de utilizar estos materiales para decorar un poco para la fiesta —respondió su duda, tratando de no agacharse o mostrar algún indicio de miedo a su persona.

 

—Los demás ya están decorando —recordó lo obvio. El chico ahogó un suspiro antes de seguir.

 

—Estoy consciente, pero quería colaborar para la ceremonia de Jiang Xiang. —No mentía, realmente quería ayudar esta noche a su prima menor. Creyendo que así Madame Yu le dejaría ir acomodó la cesta para irse, pero la mujer le detuvo.

 

—Jin RuLan, no es necesario. —Traducción: "Jin RuLan, no es necesario que decores, lo arruinarás". O al menos, eso escuchó—. Esta noche debe salir a la perfección, no podemos permitirnos ningún error —confirmó inconscientemente los pensamientos del chico—. Si quieres ayudar, hazte a un lado y deja que los demás lo hagan, ellos sabrán hacerlo mejor. —Ni siquiera esperó respuesta cuando llevó su atención al ruido de viento y rayos, sabiendo la raíz del problema, frunció el ceño y gritó:— Jiang Cheng, ¡tienes una nube! 

 

Sí, Jiang Cheng estaba del otro lado de la casa caminando rápido, siendo seguido por una nube gris.

 

—¡Ya sé, A-Niang. Pero no logro encontrar a A-Xiang, ¿¡qué más quieres de mí?! —Un rayo sonó más alto y se fue dando fuertes pisones, buscando preocupado y estresado a su hija.

 

Yu ZiYuan rodó los ojos, retomando su camino original. No sin antes murmurar: "vete a tu habitación, RuLan". Y este obedeció, caminando lento hacia donde le señaló. 

 

Logró escuchar a su madre subiendo por las escaleras, deteniendo a la mayor para hablar:—Madre. Por favor, deja tranquilo a A-Ling. Esta noche será difícil para él... —habló de la manera más tranquila que Jiang YanLi logró dar.

 

—YanLi, si esta noche sale otra vez mal, será una noche difícil para todos.

 

Fue lo último que escuchó Jin Ling antes de cerrar la puerta de su habitación, ya dentro. Ahora si podía suspirar y dar su verdadera expresión, una llena de frustración y rabia. 

 

Jin Ling nunca temió en mostrar sus verdaderas opiniones y expresiones, tal vez algunos en el pueblo ya lo tacharon de niño mimado y mamón, pero poco le importaba eso.

 

Claro, eso era distinto cuando se trataba de Madame Yu. Con ella hasta tenía miedo de respirar mal.

 

Inhaló y exhaló, tratando de calmarse como su mamá le había enseñado. 

 

Se dirigió hacia su cama, sentándose en el borde del colchón listo para que los viejos pensamientos volvieran. Sin embargo, escuchó a su tío XiChen gritar el nombre de su prima, al parecer todavía la buscaban. Esta noche sería su ceremonia; claramente ella sería el centro de la situación y, por lo tanto, la más importante. 

 

Todos los Jiang entendían el sentimiento de emoción por conocer cuál será tu regalo mágico, la sensación de alegría brincando y los nervios por lo desconocido.

 

Jin Ling pudo confirmarlo en su momento.

 

Sin embargo, ahora que la vela falló una vez, ¿quién dice que no lo hará otra? Esos pensamientos negativos únicamente provocan más nervios que emoción. 

 

Respiró profundamente, antes de abrir uno de los muebles donde tenía guardada una caja de regalo morada con detalles rosados, incluyendo el listón del mismo color. 

 

Pensando en buscar a su prima por los gritos que no cesaban, Casita tiró un lápiz al suelo, y lo giró hasta la posición en la que apuntaba debajo de su cama, delatando el escondite de la niña. 

 

—Todo el mundo te espera. —Le habló al "aire", sabiendo ahora que está ahí utilizará el regalo para que saliera de su escondite. Ajustó por última vez el moño del listón antes de sujetarlo de este mismo y bajarlo para que quedara casi en el suelo, perfecto para que la niña debajo de la cama lo viese—. Este regalo desaparecerá en tres... dos... uno... 

 

La niña agarró la caja, sorprendiendo por un segundo a Jin Ling. Al ver que no saldría decidió meterse debajo de la cama, acomodándose en el suelo para entrar más fácilmente. 

 

Jiang Xiang miraba la caja morada, su preocupación y angustia era notoria para su primo mayor.

 

—¿Nerviosa?

 

La respuesta fue un giro de cabeza hacia la pared, como si fuera lo más interesante del mundo. 

 

—No deberías estarlo. Recibirás tu don, abrirás la puerta y será el mejor día de toda tu vida, estoy seguro que todo saldrá bien para ti. —Jin Ling nunca mostraba un lado tierno ni dulce, era más neutral. Pero siempre que se trataba de su primita su corazón y actitud se derretían.

 

Jiang Xiang volteó a mirar a su primo mayor—.  ¿Y si no funciona? —Aún la negatividad de la pequeña estaba presente.

 

Jin Ling sintió culpa. Lo sabe, sabe que si él hubiera obtenido un don todo sería diferente, pero ese error provocó la inseguridad de Jiang Xiang y muchas cosas más. Mordió su mejilla interna, pensando en cómo decirle que estaría bien pero aún sin quitar la posibilidad que Jiang Xiang menciona.

 

—En ese caso, tú te quedarías aquí conmigo. Y no podrás escapar de mis manos. —Le hizo cosquillas en el cuello, sacándole una risa a la niña.

 

Jiang Xiang quedó pensativa, antes de ver con pena al Jin ling—. Desearía que tuvieras una puerta, Ling-gege. 

 

Jin Ling pensó sarcástico, siempre de alguna forma preocupo a los demás . Suspiró y la miró una vez más—. No te preocupes por mí, tonta. Estoy bien, tengo todo lo que necesito. Familia, amigos, a Casita y a ti, no necesito nada más. —Jiang Xiang sonrió un poco por el positivismo muy poco común de ver de su primo—. Y yo estaré encantado de estar contigo cuando recibas tu puerta, A-Xiang. —La sonrisa de la niña se extendió más—. Pero, no negaré que extrañaré a una gran compañera de cuarto.

 

Jin Ling jaló la caja de regalo, poniéndola en frente de la niña para que esta lo abriera. La niña, ya ganándole la impaciencia abrió la caja, sacando un jadeo de sorpresa al ver el peluche de un pequeño tigre de tela hecho a mano. Sin esperar mucho, lo sacó dejando de lado la caja.

 

—Sé que te gustan los animales, sobre todo los grandes y geniales. ¿Verdad? —Obtuvo un subir y bajar como respuesta—. Lo hice para que cuando te cambies a tu cuarto tengas algo que abrazar al dormir. 

 

Un pequeño tono rosado invadió las pálidas mejillas de Jiang Xiang, delatando su felicidad y algo de vergüenza por la atención dada—. Gracias, Ling-gege. 

 

Abrazó con fuerza el peluche, preguntándose en su mente si debería llamarlo peonía en honor a su primo mayor. 

 

No tuvieron mucho tiempo más cuando Casita interrumpió el momento, llevando un reloj a través de los movimientos de tablones de madera, dándoles un "ya es hora". Se llevó de vuelta al reloj cuando notó que ambos observaron el objeto. Jin Ling rodó los ojos ante el deja vu que obtuvo por esa acción. 

 

—Bien, A-Xiang. ¿Estás lista? 

 

—¡Lista! 

 

Aún con el corto espacio, Jin Ling abrazó a la niña por poco tiempo, pues de nuevo la casa interrumpió levantando los tablones para hacerlos rodar hacia la puerta.

 

Se levantaron, Jiang Xiang se limpió sus ropas y al peluche, aunque este no estuviera sucio. Notó que Jin Ling no iba a hacer eso, así que lo detuvo para que ella misma se encargara de sacudir el polvo. Jin Ling agradeció con un asentimiento de cabeza, acomodando los broches rosados del cabello ajeno como agradecimiento. Agarró la mano de la niña y salieron del cuarto, ya listos para la ceremonia del don.

 

 

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Las velas para iluminar las calles se encendieron al mismo tiempo que la energía de todo el pueblo. El morado destacaba en Casita y si bien tenía muchos más colores complementarios a ese, no dejaba de apreciarse esa tonalidad. Pues era una clara representación de la familia Jiang.

 

La gente llegaba a Casita, saludando a los que los recibían y entrando a bailar, comer o platicar con sus conocidos y amigos. Mientras que Nie MingJue acomodaba los burros que llegaban y esperaba a su esposo, paralelamente Jiang YanLi ofrecía platillos preparados por ella para brindar salud y claro, bocadillos. 

 

El ánimo, energías y alegría estaban presentes dentro del hogar. No había lugar con tranquilidad, todo estaba agitado de una buena manera, notándose la emoción del pueblo. Niños gritaban felices mientras jugaban entre ellos o con Casita, jóvenes bailaban y adultos practicaban con tranquilidad y euforia.

 

Tenía que pasar un largo rato para que la casa estuviera en completo silencio. Después de la euforia inicial, la comunidad está en la gran sala donde se celebraría la ceremonia del don, esperando a que la familia de la niña esté lista para esto.

 

En la parte delantera del hogar era una situación distinta; únicamente se escuchaban las exclamaciones que Jiang WanYin le decía a Lan XiChen, Nie HuaiSang solo se abanicaba estando a lado de Wen QiongLin, que miraba todo en silencio… Jiang JingYi está como quinta rueda.

 

—¿Dónde están? Nie HuaiSang, ¿estás seguro que están juntos? —La nube que tenía arriba de su cabeza estaba en una ligera tonalidad azulada, mostrándose su preocupación por la aparición tardía de su hija y sobrino. 

 

Jiang WanYin no solo estaba nervioso por eso, lo estaba por el don de su bebé. ¿Qué pasaría si nuevamente el encanto fallara? Su hija pasaría por exactamente lo mismo que Jin Ling. Tenía miedo de que su madre se desquite con los jóvenes, siendo el incapaz de hacer algo para detenerlo. La ansiedad solo hizo que la nube empezara a gotear.

 

—Si, Jiang-Xiong. Estoy muy seguro que están juntos, ya están por llegar —dijo abanicándose, escuchando los pasos de los dos acercarse con algo de prisa hacia ellos.

 

—Tranquilo baobei, llegarán pronto. Además, Jin Ling siempre cuidó bien de A-Xiang, nada le va a pasar y eso te preocupa. —Abrazaba por la cintura al Jiang, dándole algunas caricias para relajarlo. 

 

Y como las palabras de ambos fueron dichas, Jin Ling iba bajando de las escaleras agarrado de la mano con Jiang Xiang. Al verla los Jiang y Lan XiChen se acercaron rápidamente a la niña, que soltó la mano de Jin Ling y fue a abrazar a su papá Jiang.

 

—Mírate, estás más grande de lo que pensaba —acarició con suavidad la cabellera larga de la niña, evitando despeinarla. Mientras tanto, XiChen aprovechó para quitar la nube de Jiang Cheng y evitar que ambos se mojaran.

 

Jiang JingYi se acercó una vez que su papá y hermana se separaron, se cambió la forma a una de su padre pero más pequeño para estar a la altura de Jiang Xiang. 

 

—Tu padre está muy orgulloso, pequeña loto —imitó de forma burlesca a su padre, con un intento fallido de formalidad. Aplastaba las mejillas de Jiang Xiang y ésta se quejaba con balbuceos y pequeños golpes en las manos de JingYi.

 

—Yo no hablo así, A-Yi. —Contuvo su risita con una sonrisita.

 

— m"Yo no hablo así, A-Yi" —soltó por fin a la menor, colocándose en una pose recta y cabeza alzada.

 

Jiang WanYin bufó ante la actitud ridícula de su hijo, aunque no podía negar que le era gracioso. Lan XiChen negó con la cabeza, los otros solo observaban.

 

Nie HuaiSang se acercó a la familia junto con Wen QiongLin—. Madame Yu dice: "ya es hora" —informó, cerrando su abanico y caminando hacia la casa para entrar.

 

—Mucha suerte, Jiang Xiang —deseó Wen QiongLin, entrando a Casita junto a su esposo.

 

La pequeña asintió a sus palabras, agradeciendo en silencio. 

 

—¿Estás lista, A-Xiang? —preguntó Jiang WanYin, agarrando del brazo a Lan XiChen con cuidado e ir donde el resto estaba esperando a Jiang Xiang. 

 

La niña algo insegura asintió. 

 

—Te esperaremos en tu puerta, A-Xiang —dijo Lan XiChen.

 

—Te esperaremos en tu puerta. —repitió nuevamente JingYi jugando, aunque volvió a su forma "original" ante la mirada seria de su padre y los siguió.— Ya voy, ya voy.

 

Jiang WanYin antes de irse, se acercó a Jin Ling que observaba en silencio y sacudió su cabello, sacándole una pequeña sonrisa. Después de eso, de retiró.

 

Jin Ling caminó hacia la infante y le tocó la cabeza—. Todo saldrá bien, tonta. —Jiang Xiang sonrió, avanzando hacia la entrada hecha por cortinas violetas, donde ella entraría e iniciaría la ceremonia del don. 

 

Jin Ling esperaba de todo corazón que el encanto le diera un don y puerta.




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Yu ZiYuan estaba a lado de la nueva puerta que Casita había formado, rodeada de aura mágica y rayos amarillos la iluminaban.

 

Sostenía la vela con ambas manos, acariciándola como forma de tranquilizarse en silencio. Era extraño verla sin el ceño fruncido ni gritando, el miedo por el posible fallo del encanto era más grande que su usual mal humor.

 

Junto a ella estaban Jiang WanYin y Lan XiChen, estos al ser los padres tenían el privilegio de estar cerca de la puerta y ver a primer plano como el encanto le otorgaba el don a su hija.

 

Tanto los adultos de la familia como los menores estarían en el piso de abajo, serían simples espectadores.

 

—Jiang Cheng, la nube. 

 

Yu ZiYuan pensó con amargura: Más le vale no estar provocando lluvia en este momento; ignorando el bufido y quejas susurradas de Jiang WanYin.Inhaló profundamente y comenzó a bajar la escalera iluminada con otras velas hasta llegar un poco cerca del piso, a solo unos escalones de diferencia.

 

Exhaló, mirando con la expresión relajada (al menos lo intentó) al pueblo que estaba dividido en dos para formar una especie de pasillo, reconociendo varias figuras que llegaron con ella a este lugar, también a su familia que estaba a lado de ella. Extrañamente Jin RuLan no estaba con su hija, pero no le tomó importancia. Alzó un poco la vela y comenzó con la historia que siempre narraba cada que un nuevo don llegará.

 

—Hace 50 años...en el momento más oscuro, esta vela nos bendijo con un milagro.

 

Los mencionados asintieron. Jiang YanLi estaba abrazada de Jin ZiXuan, teniendo una mano en el hombro de Jiang JingYi, este estaba a lado de Lan SiZhui. Nie MingJue estaba junto a Meng GuangYao, que miraba con curiosidad a la mujer narradora. Nie HuaiSang estaba de igual forma junto con Wen QiongLin, justo a la derecha de su hermano mayor.

 

Con la mirada buscaba a Jin Ling, no lo escuchaba por lo que el chico estaba en silencio y quieto. Abrió su abanico para tapar un suspiro que salió de él, Wen QiongLin lo agarró de la mano dándole un apretón. 

 

Jin Ling estaba atrás de las cortinas, algo escondido pues realmente no deseaba que lo vieran esta noche. No es que le importara las opiniones y murmuros hacia su persona, pero...

 

—Y el más grande honor de nuestra familia, ha sido usar nuestros dones para servir a la comunidad. Esta noche, nos hemos reunido de nuevo para que una más reciba esta luz… y nos llene de orgullo.

 

Jin Ling bajó un poco la mirada ante las últimas palabras. Volteó a un lado para observar como las cortinas de abrían y dejaban a la vista a Jiang Xiang.

 

Estaba preciosa, el vestido morado con rosado más las flores y decoraciones de su cabello la hacían lucir más elegante de lo habitual, le quedaba bien según la perspectiva de Jin Ling. 

 

Todos aplaudieron después de que una luz se prendiera encima de la niña y el piso donde no había nadie pisando cambiara a color rojo para simular una alfombra. 

 

Yu ZiYuan volvió a subir, esta vez para quedarse en frente de la puerta y esperar a que la niña suba. 

 

Jiang WanYin y Lan XiChen miraban sonrientes desde la lejanía a su hija, sintiéndose felices y orgullosos aun estando nerviosos. Sea cual sea su don o no obtuviera, estarían con ella y su orgullo fraternal seguiría intacto.

 

Jin Ling giró su cabeza, algo confundido al no ver a la infante caminar, al contrario, ella estaba sumamente quieta sin mover nada más que su mirada. Casita movió la baldosa que estaba debajo de sus pies, incitando a avanzar, mas no hubo respuesta. 

 

Jiang Xiang volteó a ver a Jin Ling. Algo temblorosa, alzó su manita en dirección al castaño, tratando de decirle en silencio: "acompañame, por favor".

 

Jin Ling asomó su cabeza para ver el pasillo, tratando de buscar algo incongruente que evitara que su prima avanzara. Al no ver ningún error la miró directamente a los ojos—. No, A-Xiang.

 

Un puchero se formó en los pequeños labios de la pequeña, extendiendo más su brazo susurró— Te necesito... 

 

A Jin Ling se le cortó la respiración, no creía en esas palabras pero no podía dejar a su prima de esta forma. Sin siquiera haberlo pensado, sus pasos lo traicionaron. Caminó con lentitud hasta llegar al lado izquierdo de la Jiang, agarró su manita y miró al frente.

 

Todos soltaron un "¿ohh?" al verle. Yu ZiYuan retomó su clásica expresión al verle ahí, preocupándose aún más por su presencia. Los únicos que no se sorprendieron de su aparición fueron Nie HuaiSang y Wen QiongLin, pues el Nie le había susurrado lo que había escuchado. Pero aún con la información sabida, miraban expectantes al joven al igual que el resto de la mágica familia.

 

Bajó su cabeza para ver a la niña que aún estaba nerviosa por tantas miradas (y algunas malas por la figura amarilla). Movió la manita de Jiang Xiang para llamar su atención. 

 

—Vamos. Es hora de ir a tu puerta —susurró para que fuera únicamente escuchado por la infante. Ella asintió, pero se aferró con ambas manos al brazo de su primo mayor.

 

Jin Ling alzó la mirada para observar el escenario, suspiró pesadamente e inició a dar pequeños pasos para que la niña caminara junto a el. Todo el lugar estaba en silencio, eso ponía más nervioso al chico de lo que quisiera admitir.

 

Inconsciente(o más bien, su traicionera)mente, empezó a recordar su propia noche. A pesar de que él nunca obtendría un don, este momento le hacía sentir exactamente igual que aquella vez.

 

Solo que en esta ocasión, la decepción era invasora de sus pensamientos. 

 

Subieron las escaleras con lentitud, acercándose aún más a la gran y dichosa puerta. Una vez estando arriba, Jin Ling se colocó a lado de su jiujiu. Tanto padres como primo miraban únicamente a Madame Yu y a Jiang Xiang. 

 

Madame Yu se trató de relajar notoriamente, al ver ya a la niña cerca de ella se agachó un poco, acercando la vela para que la menor la tocara con ambas manos.

 

—Vas a usar tu don para honrar nuestro milagro, vas a servir a la comunidad y fortalecer nuestro hogar. —Finalmente le sonrió, dándole una mirada maternal y orgullosa a Jiang Xiang, ella asintió.

 

Madame Yu se apartó del camino, colocándose justo en frente de Jin Ling pues ahí era el lugar más cercano a la puerta mágica. 

 

Jiang Xiang, estando frente a la puerta comenzó a mover su manita en dirección al cerrojo. Solo faltaban unos centímetros para tocarla, pero ahí se detuvo.  Miró de reojo a su familia, sintiéndose feliz de ver las expresiones de sus padres. Ellos no abandonan esa sonrisa, ambos estaban muy pegados al otro, algo nerviosos pero su amor a su hija era más grande que eso.

 

También vió a la abuela ZiYuan, que no le transmitió seguridad. Al contrario, le generó más miedo al ver los ojos más abiertos de lo normal, demostrando más su preocupación y miedo que cualquier otra cosa.

 

Y por último vió a su primo. Si bien, el no tenía una sonrisa tan grande como la de sus padres, ella era capaz de verla en los ojos avellana del Jin. Ella sabía que estaba preocupado, pero él le demostraba más confianza que inseguridad. 

 

Al notar la mirada, Jin Ling la vió a los ojos. Notando su indecisión el asintió, dándole ánimos de continuar. 

 

Fueron las pequeñas acciones de su primo mayor las que la animaron a tocar el cerrojo.

 

Y con solo ese contacto, el cerrojo se iluminó. Expandiéndose  la luz hacia la madera, intensificando su brillo mágico, preparándose para mostrar el nuevo diseño de la puerta.

 

Un pequeño pájaro se posó en el brazo de la menor, este hizo un ruido mirando hacia la chica, ella soltó un jadeo de sorpresa al darse cuenta de algo.

 

—¿Ajá? —El pajarito dió otro sonido—. ¡Oh-! ¡Si te entiendo! —La ave se movió hacia su hombro para "susurrarle" al oído—.  ¡También pueden venir! 

 

El animal voló hacia el otro brazo, el revolotear cercano a la nuca de la niña la hizo reír. El pajarito volvió a hacer ruido, esta vez con otro propósito. 

 

Jin Ling alzó una ceja, volteando hacia donde su prima y el pajarito observan ansiosos, que era el cielo. Todos pudieron escuchar a otras aves de distintos colores y tamaños ir hacia la menor. 

 

No solo aves, también animales mamíferos como perros, conejos, ardillas y otras especies pasaban para acercarse a la Jiang. 

 

Toda la familia se sorprendió por la gran cantidad de animales que llegaron de repente, pero todo se respondió por un sonido de brillantina detrás de la niña.

 

La puerta mostró una figura de Jiang Xiang más grande, lucía hermosa en ese dibujo. Alrededor de ella habían varios dibujos de animales y su nombre en la parte de arriba, todos los trazos de dibujos y letras brillaban con intensidad, mostrando así el don de la niña. 

 

El don de comunicarse con los animales.

 

Yu ZiYuan suspiró aliviada, relajandose por fin. Giró su cuerpo hacia la comunidad, sosteniendo con una mano la vela y con la otra el hombro de Jiang Xiang y gritó con gran orgullo:—¡Tenemos un nuevo don!

 

Toda el pueblo gritó de alegría.

 

La familia restante estaba debajo de las escaleras aplaudiendo. Jiang JingYi gritaba el nombre de su hermanita mientras brincaba lleno de orgullo.

 

Wen QiongLin ya previendo el gran alboroto tapó las orejas de su marido, Nie HuaiSang le agradeció con una mirada y sonrisa. Volteando a ver a la niña y al gran zoológico (apodo dado por él) con alegría mientras aplaudía con sus dedos.

 

Jiang Xiang abrió la puerta con cuidado, haciendo que los animales entraran corriendo mientras la habitación se iba formando con el encanto. Todo estaba repleto de flora y fauna, parecía un gran bosque mágico y hermoso.

 

Toda la familia y pueblo seguían sus pasos, por lo que también entraron. Varios niños exclamaron frases sorprendidas por el gran tamaño del cuarto.

 

La Jiang menor corrió para ver el gran árbol en medio de todo, ¡era enorme! Se iba a acercar pero un rugido llamó su atención, volteando para ver un gran tigre entrar corriendo hacia ella. El animal con su hocico la hizo volar en el aire para que terminara cayendo en su lomo y así correr a través de toda la habitación. 

 

Todos se emocionaron, algunos (Nie HuaiSang) chillaron de miedo al ver al animal.

 

—¡Eso, pequeña loto! —exclamó Lan XiChen, perdiendo toda su formalidad y elegancia por la emoción que le daba el momento. Su padre interior había ganado a su autocontrol. 

 

Pero tampoco era el único, también Jiang WanYin alagaba a su hija mientras abrazaba a Lan XiChen y a Jiang JingYi.

 

Jiang Xiang literalmente recorría  toda la habitación, viendo los lagos y cascadas de agua que habían en algunas zonas. También reía al verse rodeada de otros animales que le decían cosas muy lindas y chistosas según ella.

 

Al terminar de rodear se acercó nuevamente a la entrada donde estaban todos, bajó del tigre y se acercó a sus padres que rápidamente se tiraron de rodillas para abrazarla fuertemente.

 

Jiang Xiang sabía lo feliz que estaban, sobre todo su papá pues le daba pequeños besos en su cara regordeta y había un arcoíris colorido encima de su cabeza.

 

Jiang YanLi también se acercó junto a Jin ZiXuan a darle un pequeño abrazo de felicitaciones, siendo algo corto pues el tigre casi tiraba al piso al Jin.

 

Jin Ling miraba de lejos con una gran sonrisa, nadie lo estaba viendo, sintiéndose libre de expresarse tranquilamente. Estaba muy feliz y eufórico, él sabía que esto iba a suceder, pero verlo le hacía sentir una gran sensación de orgullo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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—Zhan —llamó la atención del hombre de ropas blancas y azuladas, haciéndolo voltear.

 

—Xiongzhang —correspondió el saludo, retomando su búsqueda disimulada, mirando en todas direcciones en busca de una sonrisa.

 

Lan XiChen suspiró ante eso—. No está aquí, Zhan. —pudo ver como el brillo escaso en los ojos ámbar de su hermano volvía a desaparecer.

 

—Mn. 

 

—¿Cómo has estado? —preguntó tratando de mantener al Lan menor a su lado más tiempo, casi no se miraban por la distancia de casas.

 

—Bien, tranquilo —respondió con simpleza. 

 

—Ya veo. ¿Cómo está tío? —volvió a preguntar.

 

—Bien. Espera tu visita. 

 

—Pronto los visitaré. 

 

El silencio entre ellos era algo tenso. No por un conflicto entre ellos, si no por un conflicto interno de uno.

 

—Zhan, ya han pasado años desde su desaparición... deberías tratar de olvidarlo, solo te da dolor —trató de decir con delicadeza, pero el propio tema hacía que fuera brusco.

 

—Mn —negó—. Lo seguiré buscando.

 

Lan XiChen asintió en silencio, realmente admiraba la dedicación de su hermano por ese amor probablemente no correspondido. Pero también le causaba conmoción la terquedad.



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