
Chapter 10
Habían pasado los meses, el clima había cambiado, haciendo una gran mezcla entre la humedad y el frío, mientras que el cielo se había tornado, en su gran mayoría, de un gris opaco y los suelos se habían cubierto totalmente de blanco dando la bienvenida al invierno londinense.
El castillo había tomado colores, adornos y luces alegres, típicas navideñas, creando un ambiente acogedor para los estudiantes que no volverían a casa por vacaciones. Durante este tiempo, Harry y Ron no habían hablado sobre lo sucedido, simplemente todo volvió a su relación de antes, no hubo preguntas y por lo tanto tampoco respuestas. Por el contrario, la relación de Blaise y Draco fue de mal en peor, no se hablaban, no compartían y se rehuían, simplemente hacían como que no se conocían.
Solo faltaba una semana para que los chicos volvieran a casa por vacaciones, y, si Blaise y Draco no arreglaban las cosas antes de, sería muy difícil resolverlo más adelante.
—Hola… ¿Podemos hablar un momento? —entra despacio a la habitación.
—Sabes que no puedes estar aquí, esta es la zona de los chicos.
—Hablas como si eso tuviese alguna importancia para mí.
—No quiero hablar sobre ello, Pansy.
Suspira —¿Qué ha pasado entre ustedes, entre nosotros?
—Entre nosotros no pasa nada, arañita.
Pansy frunce el ceño —Pero entre ustedes sí, Blaise —suspira —Nos estás sacando de tu vida y ni siquiera sabemos el motivo.
—Nott te ha dicho que vinieras ¿Verdad? —cuestiona Blaise a la chica, para luego tomar la silla de su escritorio, sentarse y fingir leer un libro.
—No necesito que nadie me diga que hacer. No soy tonta, veo lo que pasa, y estás haciendo que nos distanciemos.
Blaise posa el libro en la mesa, suspira, se levanta y luego voltea a ver a la pelicastaña —¿Ahora soy yo el culpable de todo? ¡cierto! él es la blanca paloma que nunca hace nada, casi se me olvidaba.
—Yo no he dicho-
—Directamente no.
—Blaise…
—Déjalo así. Nosotros… simplemente es mejor para todos que no nos juntemos más.
—Para todos no, solo para ti. No voy a permitir que me apartes —se acerca al contario —No me vas a sacar de tu vida Blaise Zabini, no lo harás —las lágrimas habían empezado a caer por su rostro —¡Soy la mejor amiga que has tenido en tu jodida vida, idiota! —se acerca más a Blaise y le da un gran empujón —¡Me estás escuchando! —las lágrimas no dejaban de caer por su colorido rostro —¡No permitiré que me apartes, grandísimo idiota!
Blaise estaba muy sorprendido, era la primera vez que veía a Pansy llorar, y todo lo había provocado él. El moreno sabía que no lo estaba haciendo del todo bien, que los había estado alejando a propósito para evitar situaciones más complicadas, pero seguía pensando que era lo mejor, no sacrificaría a sus amigos por lo causado por él y Ron; sabía que de parte del pelirrojo las consecuencias para sus amigos, si lo apoyaban, no serían tan serias: un regaño, alguna prohibición, pero no más; sin embargo, la consecuencia para sus amigos si serían catastróficas, no por algo se conocían todos desde pequeños, sus familias compartían y acudían a los mismos sitios, donde solo iba la clase más alta, y por lo tanto, la más tradicional.
—Hey arañita, está bien —dice a la par que se acerca para abrazarla —todo estará bien.
—No me vas apartar ¿Verdad? —verbaliza mientras se aferra a la espalda del chico.
—...Tranquila, todo estará bien.
Mientras esto sucedía, al lado de la puerta de la habitación de Blaise se encontraban Draco y Nott, muy pendientes a lo que estaba sucediendo dentro.
—Será mejor que vuelva a mi habitación.
—¿No hablaras con él?
—Ya lo escuchaste, no. No nos quiere en su vida.
—Que no nos quiera, no quiere decir que no nos necesite, Draco.
—No podemos obligarle.
—Pero si cuidarle. Sé que se ha metido en algo y no quiere involucrarnos, él no es así, tú más que todos lo sabes.
El rubio suspira y se aleja de la puerta —Lo sé.
—Draco... hace unos meses vi a Aramis en Hogwarts.
—¿Aramis? vino de visita...
—Esa no fue una visita de cortesía. Los vi a los dos en la salida del castillo, Blaise estaba llorando desconsolado.
—¿Blaise llorando? La única vez que lo vi llorar fue cuando su padre murió, y lo hizo a escondidas de todos ¿En que se ha metido?
—No lo sé, pero debe ser algo grave, como para que Aramis viniera a Hogwarts... ¿Aún después de esto te alejaras?
— Sabes muy bien que no, Theo.
—Eso pensé.
◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦∘❃◦∘✾◦∘❁◦∘❀◦∘✿∘◦❈∘◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦
Después de que la pareja de amantes descubriera que alguien vigilaba a Blaise, decidieron que lo mejor era distanciarse hasta el encuentro con Aramis después de la vuelta de vacaciones, para así evitar que la madre de Blaise se enterara de la relación, ellos estaban seguros de que aún ella no sabía sobre ello.
Esos meses habían sido difícil para ambos, pero más para Blaise que para Ron, este por lo menos tenía a sus amigos y podía distraerse por momentos; sin embargo, Blaise no, se la pasaba pensando en el plan, replanteándoselo, buscándole fallas; analizando a cada persona que lo miraba raro o demasiado; no perdiendo de vista a la profesora; manteniendo un buen nivel en sus estudios; rehuyendo de sus amigos; estando pendiente a su compañero: que si comía; que si no comía; que si dormía; que si se veía cansado; qué si necesitaba que le compartiera magia... El chico se estaba presionando demasiado así mismo.
—¿Dónde estás Blay? —susurra Ron para sí mismo.
—¿Por qué no lo buscas?
—Eh, ¿Qué?
—Te he oído Ron, tus susurros no son tan silenciosos como crees.
—Harry… Me-
—Lo haré. Pero solo dime ¿Qué tipo de relación hay entre ustedes?
—Estamos… —toma aire —Estamos en una relación complicada.
—¿Complicada? El día que fuimos por los túneles oí como le decías que lo amabas y ahora me dices que es una relación complicada.
Ron ríe —Escuchando conversaciones ajenas, eh.
—No fue intencional, solo pasó.
—Está bien, no te estoy reprochando —Suspira —Sí, estamos saliendo, pero ya te dije es complicado, ahora mismo nos hemos dado un tiempo —explica el pelirrojo. En realidad, no estaba mintiendo, ambos habían decidido alejarse por un tiempo, pero no por los motivos que seguro Harry estaba pensando.
—¿Pelearon?
—Algo así.
—¿Lo intentarás arreglar? o… simplemente lo dejaras así.
—¿Eso es lo que hicieron tú y Draco? —Ron no quería mentir más, por lo que prefirió cambiar al protagonista de aquella conversación. Era más fácil dejar que otros hablaran de sus problemas.
—¿Con Draco? con él… Creo que ya no hay nada —expresa con una voz de tristeza al mismo tiempo que mira hacia la mesa de los Slytherin para buscar al rubio, pero este no se encontraba en el gran comedor.
—¿Crees?
—Nos peleamos, y desde que volvimos de Hogsmeade no hemos vuelto a hablar de aquello. Así que sí, creo que ya no hay nada —El moreno desvía la mirada hacia Ron y le da una pequeña sonrisa.
—¿Quieres hablar de ello?
—¿No deberías ir a buscar a Zabini?
—Lo haré, pero no ahora. ¿Quieres estar con Draco?
—No te imaginas cuánto.
—Uff, Harry enamorado, eso es nuevo para mí. —dice Ron dejando salir una pequeña risa, la cual luego fue acompañada por Harry —¿Por qué se pelearon?
—Por lo que estoy haciendo ahora mismo —Harry mira a Ron, este tenía una mirada de confusión —Hablar a otras personas sobre nuestra relación. Él quería hacerlo público, pero yo no.
—¿Por lo que diríamos?
—Algo así. También por el señor Malfoy y mi padrino Sirius. Ellos no permitirían esto, sería en lo único que seguro estarían de acuerdo.
—Te apoyo en eso.
—¿Tú también me ocultaste lo de Zabini por lo que diríamos?
Ron ríe —No me ibas a dejar fuera, no.
—Touché. No te escaparas esta vez, Ron.
El pelirrojo volteó hacia su amigo, le sonrió y le dice: —Algo así.
—Idiota —Harry da un pequeño golpe en el hombre de Ron y ríe.
—Ya sé de su relación, por lo que parte del problema ya se debería haber resuelto, ¿no? ¿Quieres volver con hurón?
—Sí, pero no es tan sencillo. Ya intenté hablar con él y me alejo, yo no he hecho nada para que él tenga esa actitud conmigo, he sido una buena pareja…sé que lo he sido, y solo por no estar de acuerdo con él en este asunto no es justo que me deje de lado como si no importara nada —en los ojos de Harry se había empezado a acumular las lágrimas, pero el moreno no permitiría que saliera ninguna, ya había llorado demasiado en ese mes, por una persona que ni siquiera le devolvía la mirada.
—Si quieres vamos a la habitación, allí podemos hablar mejor.
—No, estoy bien. Ya no quiero hablar más de esto, ¿sí? Mejor ve a ver a Zabini, no vaya ser y lo encuentres medio moribundo por los pasillos —expresa el moreno a la par que retira las lágrimas que amenazaban con salir.
—Pero Harry…
—Todo bien, enserio —replica Harry. Ron tenía un debate interno: este quería ir en búsqueda de su pareja y mandar al caño eso de alejarse, pero también tenía a Harry, el chico, aunque lo disimulara, hablar del tema de su relación le había sentado mal. Además, ya había descuidado a su amigo demasiado, sabía que había sido demasiado egocentrista y que él no era el único con problemas. Por ello, había decidido quedarse con Harry, luego iría a la habitación de Blaise por la noche.
— Me quedaré, él puede sobrevivir sin mí por un rato más.
Harry ríe —Gracias.
—No las des, somos amigos, siempre estaré aquí para ti—ambos chicos se miran y se devuelven una sonrisa sincera. En ese mismo instante un alto rubio se acerca a la mesa donde ellos se encontraban.
—¿Puedo hablar contigo Weasley?
Ron lo mira extrañado, era muy raro que Malfoy estuviera hablándole a él, y más aún, ahora que confirmaba que Harry y él eran o son pareja —¿Conmigo?
—Sí, solo será un momento —contestó Draco.
Desde que el Slytherin se había acercado a la mesa Harry lo había estado mirando intensamente, viendo si de verdad el rubio no se atrevería a hablarle. Aquella mirada del moreno, estaba poniendo muy nervioso a Draco, claro que él quería hablarle, besarle, acariciarle... quería hacerle de todo a Harry, pero no encontraba cómo resolver su tonta actitud, había dejado pasar demasiado tiempo, y ahora no sabía cómo arreglarlo.
—Habla.
—Preferiría que fuéramos a otro lugar.
—Estoy comiendo Malfoy, no me apetece moverme.
—Solo será un momento.
—Te he dicho-
—Es sobre Blaise, él se está... —Ron le mira dudoso, pero al percatarse de la mirada de preocupación que cargaba el rubio no pudo evitar sentir miedo por su pareja.
—¿Qué le pasa? —pregunta el pelirrojo mientras se pone de pie —¡Habla de una jodida vez! —Todo el comedor se quedó mirando sorprendido a Ron por aquel grito.
—Ron… —intenta alertar Harry mientras se pone de pie y toca el hombro de su amigo para tratar de calmarlo —no aquí, mejor ve a fuera con él.
Ron mira a su alrededor y se da cuenta de que todas las miradas estaban puestas sobre ellos —Vamos —toma de la mano a Harry y sale del comedor siendo seguido por Draco.
Una vez en uno de los pasillos del castillo, Harry detiene el rápido caminar de Ron —Espera Ron, no es conmigo que quiere hablar, es contigo —Draco estaba lo bastante cerca de ellos como para oír lo dicho por el moreno.
—Pu-pue-puedes quedarte, Ha-Potter —expone el nervioso rubio, con un tono más de súplica que de afirmación. Harry nota el nerviosismo en su voz, pero lo ignora, y simplemente lo mira y asiente.
—Deja la demora y habla ya, Malfoy —Ron estaba lo bastante nervioso como para no aguantar la lentitud de comunicación del mayor.
—Está mañana vi como se tambaleaba casi apunto de desmayarse —dice rápidamente Draco.
Ron había palidecido por aquella respuesta —Qué se ha… cómo qué... —inmediatamente Ron empieza a caminar por el pasillo para ir en búsqueda de Blaise, pero Draco lo detiene.
—¡Suéltame! —Exclama Ron mientras intenta forcejear con el rubio.
—Espera un poco, está encerrado en la habitación y no quiere que nadie entre.
Ron detiene el forcejeo, mira hacia donde Harry y contesta: —Puede que a mí... él sí… —El pelirrojo se había concentrado tanto en volver a la relación que mantenía con Harry, que no se había percatado del estado de su pareja. Tal parece que compaginar su vida entre sus amigos y su novio no era tarea sencilla.
—Sé que están juntos, aunque él no lo quiera admitir. Te lo he venido a contar por eso mismo, para ver si podías ver cómo estaba, él y yo no estamos en buenos términos... pero me preocupo por él y no quiero que nada malo le suceda.
Ron mira con entendimiento al rubio, desde que los amigos se habían distanciado, Ron había tratado de hacer entrar en razón a su pareja por la forma en la que estaba haciendo las cosas, pero este solo respondía: «Nuestra situación es distinta a la de ustedes, para nosotros es más complicado» quitando importancia al tema.
—Gracias Malfoy. Emm… puedes ayudarme a entrar a su sala.
—Claro, seguro que ahora no habrá casi nadie. Tú también... eh, ¿Tú también vienes Harry?
—No creo que sea un tema que me concierne, será mejor que me quede —contesta Harry desviando la mirada de la del rubio.
—Preferiría que fueras, así podemos hablar y eso…
—¿Ahora quieres hablar? —Harry bufa —mira, sé que-
—A ver, a ver. Sé que tienen problemas y eso, pero quiero ir con Blaise y ver como está. Así que Harry vendrá con nosotros y cuando yo esté en su habitación, ustedes pueden hablar o discutir de lo que prefieran —interrumpe el pelirrojo, para luego empujar a los dos chicos para que empiecen a caminar rumbo a las mazmorras, ninguno de los contrarios dijo nada, solo acataron las palabras de Ron y le siguieron, entienden la preocupación del pelirrojo.
Una vez llegado a la sala común de Slytherin, Draco los dirige hasta la habitación de Blaise. Cuando llegan allí, Ron procede a tocar a la puerta, pero nadie contesta, preocupado por aquello conjura un «Alohomora», pero la puerta no se abrió.
—Blay, soy Ron ¿Puedes abrirme? —No hubo respuesta —Tiremos la puerta abajo —afirma el pelirrojo posicionándose para realizar la acción.
—No vas a poder. Blaise conoce muy bien los hechizos de protección, esa puerta no se moverá de su sitio.
Ron frunce el ceño —¡Blaise abre la puerta ahora mismo, si no me tiro hacia ella y la tumbo! —grita el pelirrojo. Aunque solo fuera un farol, sabía que si Blaise estaba dentro no dejaría que realizase esa tonta acción, la cual puede llegar hacer daño al bebé y a él.
De repente la puerta se abre dejando a la vista a un cansado Blaise; su piel estaba muy pálida, sus ojos estaban muy rojos e hinchados; sus mejillas estaban completamente coloridas; sus labios habían abandonado su típico rojo suave, para pasar a tomar un total tono marrón; su postura era encorvada, dejando apreciar que le costaba estar de pie.
El moreno mira de arriba a abajo a su pareja —¿Estás bien?
—Eh, sí, pero tú... —Ron se sorprende y asusta a la vez al apreciar el deplorable estado en el que se encontraba su pareja, y como este se preocupa más por él que por sí mismo.
—Me duele la cabeza, ok, solo déjame por hoy.
—Pero, Bla-
—Ya te buscaré, Ron —el moreno no espera respuesta y cierra la puerta.
Ron se quedó de pie frente a la puerta sin saber qué hacer —Cómo no me di cuenta de que estaba tan mal…
—No empieces a culparte, no te ibas a dar cuenta al menos que Blaise quisiera que lo hicieras —expresa Draco mientras se acerca más a Harry —Él sabe ocultar estas cosas, su madre le enseñó muy bien, la debilidad no es una opción para ella.
—Él conmigo no es así... —Mientras Ron decía aquello, en la sala de Slytherin se empezaban a escuchar murmullos, eso quería decir que la hora de la comida había acabado.
—Será mejor que volvamos, Ron. No creo que él quiera ayuda en este momento, y no podemos dejar que nos vean aquí —comunica Harry, percatándose de la cercanía de Draco.
Ron se había quedado un momento paralizado frente a la puerta analizando la situación. Unos segundos después, llegó a la conclusión de que era mejor volver junto a Harry, por lo que, también le pidió a Draco que le mantuviera al tanto de la situación, a lo cual el Slytherin aceptó.
◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦∘❃◦∘✾◦∘❁◦∘❀◦∘✿∘◦❈∘◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦
La semana se había ido volando, y nuestros protagonistas seguían con un tira y afloja en su interacción; Ron buscaba a Blaise cada vez que podía para ver cómo estaba, pero Blaise cada que se encontraban se detenía a mirar a su chico de arriba a abajo, le preguntaban si estaba bien y luego, cuando recibía una respuesta afirmativa e Ron intentaba saber cómo estaba el moreno, este buscaba la forma huir de él.
Blaise llevaba muy mala racha, solo había estado hablando con Aramis sobre todo aquello, debido a que el francés también estaba haciendo lo imposible para poder ayudarlos a salir del país por medio de un transporte muggle (nombres falsos, nacionalidades falsas, billetes de avión) y el dejar acomodada y protegida su propiedad en Francia. Además, el moreno debía evitar que Ron se estresara por todo el asunto de la huida, le haría mal a él y al bebé.
—¡Aramis! —llama Blaise por el espejo de doble cara.
—¡Ya voy! —se asoma al espejo — Que mal te ves, hombre.
—Mira quien habla —Blaise ríe, pero la acción le provoca un gran dolor intenso en el pecho, el cual logra disimular para la vista de Aramis.
—Por fin te cambio el ánimo y sonríes, pensé que estar en abstinencia te estaba afectando.
—Deja mi vida sexual en paz que la tuya no es mejor.
—Eso crees tú, mon amour —dice el francés de forma coqueta, mientras, Blaise mueve la cabeza en negativa.
—Eres de lo que no hay. Deja las bromas y dime que hay algo positivo.
—Lo hay, todo está listo. Tengo las identidades y los billetes, y la casa en Francia solo espera por nosotros.
—Perfecto, mañana volvemos a casa. Te veo a la vuelta.
—Espera, espera. Recuerda dormir muy bien hoy, mañana la verás, sabes que cuestionara todo y tú aspecto no es el mejor para ocultar nada —Blaise asiente —también mantén el espejo cerca de ti, cualquier cosa llama, no intentes resolverlo solo ¿Entendido?
—Entendido papá.
Aramis ríe —Es lo que me obligas hacer por descuidado.
—Lo siento...
—No lo sientas, solo cuídate. Ya te lo había dicho, si tú te derrumbas-
—Él también lo hará…
—Y viceversa Blaise, por eso ambos deben estar en esto —Blaise asiente, le da una triste sonrisa a Aramis y luego se despide, dejando el espejo sobre su mesita de noche.
Después de la charla con Aramis y un buen rato de descanso, Blaise se dirigió al gran comedor para tener su última cena en Hogwarts, una vez allí decidió sentarse al lado de Pansy, la cual mantenía una conversación con algunas chicas de Slytherin.
—Oh por Merlín acabas de sentarte a mi lado, este es el día más feliz de mi vida —dramatiza Pansy mientras finge que llora.
Blaise ríe, se detiene un segundo a mirarla y le dice —Estás preciosa.
—Siempre, cariño —verbaliza la castaña mientras aleja su pelo de sus hombros.
—Sí... siempre lo estás —susurró el moreno a la par que lentamente detalla los rasgos de su amiga. «Será la última vez que te vea, arañita» —piensa. Cuando la chica lo mira este le guiña un ojo.
—Hoy estás muy salidito, bombón. Peeero, has llegado tarde, ya casi soy papa casada.
—¿Casi? ¿Quién ha sido el descarado que te ha robado de mí? —exclamó Blaise mientras fingía indignación.
—La cariño, la.
—No.
—Siiii.
—¿Te hizo caso? no me lo creo.
Pansy frunce el ceño —¿Por qué no te lo creerías? no pudo resistirse a mis encantos.
—Sí, claro.
—Acaso estas dudando de mi capacidad de encanto, Zabini.
—Que va, que va.
—Eso creía —ambos amigos ríen —Que bien se siente tenerte de vuelta, idiota.
—Sí... se siente muy bien volver — «Aunque sea por poco tiempo» —cavila.
—Draco y Nott no paran de mirarte, háblales, ¿sí? hazlo por mí.
El moreno miró a la chica y suspiró —Me puedes prometer algo.
—A quien hay que matar.
Blaise ríe sonoramente —Hoy no es el día, pequeña brujita. Solo quiero que los cuides por mí, esos bobos se meten en muchos líos si no estoy pendiente. Ya sé en todos los que se han metido estos meses.
—No me gusta como sonó eso ¿No vas a hablarles? No entiendo el porqué de todo esto, nos alejas solo porque sí.
—No me lo has prometido, arañita —replica el moreno mientras pasa un dedo juguetonamente por la nariz de la chica.
Pansy le mira seriamente, suspira, luego mira hacia Draco y Nott para después devolver la mirada a Blaise, el cual tenía una pequeña sonrisa en su rostro —Te lo prometo, pero quiero que al menos les digas algo, ellos también la están pasando mal.
—Planeaba hacerlo —afirma el moreno, para luego acariciar la mejilla de la Castalla, levantarse e ir hacia Draco y Nott.
—Hola ¿Podemos hablar?
—Eh, claro —dijo Nott, pero Draco no dijo palabra, solo se quedó mirando a Blaise.
—Siéntate Blaise —invita Theo. El moreno procede a sentarse al lado de Nott y enfrente de Draco.
—Quiero disculparme por todos estos días, sé que no he sido muy buen amigo, pero de verdad lamento mi actitud.
—Hombre, qué ganas tenía de oír eso, sabemos que has tenido problemas, pero lo mejor es hablarlo con nosotros y así podemos ayudarte —expresa Nott dando una sonrisa sincera a Blaise.
—Palabras vacías… ¿Vas a decirnos que pasó o no? —recrimina y cuestiona Draco, totalmente contrario a lo dicho por Nott.
—Que rencorosa eres rubia.
—Y tú eres un imbécil, Zabini. Sabes lo preocupado que he estado por ti todos estos días, es que no te has visto en un espejo, tu estado es deplorable… me alejaste sin explicación, me sacaste de tú vida y me rechazaste… para luego venir aquí muy sonriente pidiendo perdón como si nada, sin ninguna explicación. Por mi te puedes ir a la mierda —exclama el rubio a la vez que voltea su cara y se dedica solo a comer.
Nott entendía el enojo de Draco, pero para mala o buena suerte, él era menos rencoroso que el rubio, podía entender las situaciones de las personas, por ello veía el trasfondo de todo y entendía que si Blaise los alejó fue por algo que estaba siendo muy difícil para él, lo había sentido aquel día que lo vio llorar.
—Sé que no he sido un buen amigo y que cualquier cosa que diga sonará a excusa barata, pero yo solo… solo me gustaría que entendieran que no he estado en mi mejor momento y que hay cosas y situaciones que son difíciles de contar, y que preferiría perder su amistad que involucrarlos en cosas que pudieran perjudicarlos. Así que, si quieres explicaciones sobre lo que está sucediendo, no las tendrás… —Durante estas palabras Draco había subido la cabeza y se había dedicado a mirar con incredulidad lo que decía Blaise.
—Mínimo has cometido un crimen —expresa un enfurruñado rubio.
Blaise simplemente le devuelve una ligera sonrisa, haciendo que Draco abriera muy grande los ojos por la sorpresa.
—¿Lo has hecho?
Ríe sonoramente —Déjalo, Draco. Solo quiero que sepan que los quiero y que de verdad siento toda mi mala actitud.
—Por mi parte está todo bien Blaise, sé que por algo has actuado así, espero que llegue el día en el que puedas contárnoslo —dice Nott a la par que pasa su brazo sobre los hombros del moreno.
—Gracias por entender, yo también espero algún día poder contarles, y que esta rubia de aquí deje de estar enojado conmigo.
Draco suspira, mira a Blaise, y luego dice: —Algún día lo sabré.
Blaise sonríe —Eso espero.
En ese instante Pansy vio pertinente acercarse a sus amigos, había estado escuchando toda la conversación desde la lejanía, sabía que esa era la forma en la que Draco le decía a Blaise que dejaba pasar todo, por el momento, claro. Una vez la pelicastaña está cerca de sus amigos, abraza por la espalda a Blaise, quitando los brazos de Nott y dice: —A qué hora es la fiesta, en casa no me dejan beber por navidad —todos los chicos ríen.
Nott hace una señal para que los chicos se acerquen más y les susurra: —La fiesta es a la 00:00 en la Sala de los Menesteres —Los chicos se miran entre sí y asienten. Aquella fiesta sería la última en Hogwarts para Blaise, aunque el chico no tenía muchas energías, la disfrutaría al máximo junto a sus amigos.
En la sala de Gryffindor se encontraba el trío de oro teniendo una charla amena frente a la chimenea.
—¿Este año se irán de viaje Harry? —preguntó la pelirroja al mismo tiempo que se sentaba en el suelo y se recostada del sofá.
—No, el embarazo de Severus está muy avanzado, nos quedaremos en Grimmauld Place —contestó Harry mientras se calentaba las manos frente a la chimenea.
—¿Y tú Ron?
—Nos quedaremos en la Madriguera —respondió el pelirrojo sentado en uno de los sofás de la sala —Y tú qué, Hermione ¿Se van a quedar en casa?
—No —la chica se levanta del suelo emocionada —Nos vamos a ir a York, saben lo que es eso, podré ir a ver sus museos y conocer su rica historia. Sabían qué York cuenta con un legado Vikingo llamado Jorkin...
Harry y Ron se miran entre sí, ya que la chica había empezado a relatar todo lo que vería y aprendería en aquella ciudad.
—Hermione, ¿Vas a ir a la fiesta? —interrumpe Harry a la chica.
—Eh si, ya me invitaron y eso…
—Así que te invitaron... —dice Ron a la par que levantaba sus cejas de arriba hacia abajo, provocando que la chica se sonroje.
—¿Ustedes van? —pregunta rápidamente Hermione.
Ambos chicos se miran —Preferimos quedarnos aquí —contesta Ron.
—¿Por qué?
—Solo no nos apetece, nos quedaremos contando historias. Ya nos contaras como ha ido todo —expresa Harry.
—De acuerdo, pero si cambian de opinión avisarme.
—Ok —dicen al unísono ambos chicos.
—Tengo hambre, ¿Ustedes no? —se queja Ron.
—¡Qué novedad, Ron tiene hambre! —vocifera Hermione fingiendo sorpresa y provocando que los tres amigos rían.
—Vamos, espero que nos hayan dejado algo para cenar —expresa Harry a la vez que los tres compañeros se ponen de pie y ponen rumbo al gran comedor