Chapter 11
Eran las 9:00 de la noche, casi todos los alumnos habían terminado su cena navideña, por lo que el comedor se había empezado a despejar, era necesario fingir que estaban cansados, y que por lo tanto se irían a dormir, pero claro, todo era parte del plan para poder acudir sin ser vistos a la fiesta de navidad organizada por los adolescentes de séptimo año.
Ron, Harry, Hermione y Neville caminaban por los pasillos del castillo en dirección a su sala común, los tres chicos y la chica mantenían una conversación muy amena sobre las actividades que realizarán al volver a casa; en cuanto a las de Neville, este pasaría las navidades con Theodore en Hogwarts, ninguno de los dos chicos quería volver a casa, no era como si allí los esperaba una agradable estancia, ambos sabían que estarían mejor en el colegio.
Una vez los amigos empiezan a subir por las escaleras en dirección a la torre de Gryffindor, una mano sostiene a Ron por la cintura y otra le tapa la boca.
—Hola pelirrojo bonito, te espero en nuestro sitio —susurró Blaise en el oído de Ron, para después soltarlo, bajar las escaleras y desaparecer por uno de los pasillos.
Pocos segundos después, la pelirroja se percata de que Ron no los estaba siguiendo —¿Dónde está Ron?
—¡Aquí!, aquí estoy —dijo el pelirrojo, subiendo rápidamente las escaleras—. Recordé que me olvidé algo en el comedor, volveré a por ello. Y no, no hace falta que me acompañen, los veo en la sala común —dijo Ron, para después proceder a bajar rápidamente por las escaleras sin esperar la respuesta de sus amigos. Fuera de la vista de sus compañeros, el pelirrojo se dispuso a correr por los pasillos en dirección al sitio de encuentro, tenías unas ganas enormes de llegar a la habitación y hablar con su chico.
—¿Blay?
—Hola amor —responde el moreno mientras abraza por la espalda a su pareja y procede a acariciar el pequeño bulto que resaltaba de su vientre.
—Oh, he vuelto hacer tú amor... ¿Ya no me preguntaras simplemente cómo estoy y huirás de mí? —Ron quita las manos de Blaise de su barriga para poder darse la vuelta y mirar al mayor.
Blaise suspira —Soy un idiota, ¿Verdad? —expresa el chico, sonando más como una afirmación que como una pregunta.
—Un poco —expresó Ron mientras acerca su rostro hacia su pareja, levanta sus brazos y los deja caer suavemente en los hombros del mayor —¿Cómo estás? —susurra cerca de los labios de su compañero.
—Ahora que estás aquí conmigo mucho mejor —responde suavemente el moreno mientras acerca más su boca hacia la de Ron—. ¿Y tú...? ¿Tú estás bien?
—Lo estoy —susurró el pelirrojo.
—¿Vas a ir a la fiesta?
—No señor Zabini, me quedare platicando con Harry —contestó el pelirrojo a la par que hacía un puchero—. ¿Tú vas a ir?
Blaise ríe —Sí, señor Weasley. Por casualidad... ¿Le gustaría dormir esta noche conmigo?
—Eh... —deposita un suave beso en los labios del moreno —no lo sé, ¿Debería?
—Sí, deberías, haré que la pases muy bien.
—Muy bien, eh —murmura Ron de forma coqueta.
—Y también muy rico.
—Me gusta cómo suena eso. De acuerdo, me has convencido, cuando termine la fiesta ven por mí a mi habitación.
—No creo que sea buena idea, bebé.
—Harry ya sabe de nosotros, así que da igual.
—¿Cómo no sabía de eso? —cuestiona Blaise mientras se aleja del rostro de Ron.
—Te has perdido de mucho, Harry nos descubrió cuando fuimos por los túneles para volver de Hogsmeade... seguro ahí también lo habrá descubierto Malfoy.
El moreno suspiró —Más complicaciones.
Ron toma aire —Quiero contarle a Harry... y a mis amigos.
—No creo que sea buena idea.
—No quiero irme así. No me quiero despedir como si después volvería, no sería justo para ellos; sé que no quieres contarles a los tuyos porque tienes miedo de lo que pueda pasar.
—¿Miedo? —cuestiona duramente el moreno —simplemente, no voy a meterlos en esto.
—¿Prefieres seguir mintiendo?
—Nunca les he mentido, simplemente no les proporcionó información sobre lo que está pasando —el moreno suspiró, se alejó de Ron y se recostó en una de las paredes de la habitación—. Diles a los tuyos, pero yo no les diré a los míos.
—Enserio vas a seguir con esta posición.
—¡Enserio vamos a volver a tener esta conversación de que los padres de tus amigos no son iguales a los de mis amigos! ¡Pues no, y ya!
—¿Acabas de gritarme? —cuestionó Ron a la par que cruzaba los brazos sobre su pecho y fruncía el ceño.
—¿Qué?, no... yo no... ¿Lo he hecho? Ron... solo quería verte y que mi mente se llenara de ti, es lo único que quiero en este momento.
—Blaise... amor —Ron se acerca al moreno y lo abraza, mientras, Blaise deja caer su cabeza en el hombro del pelirrojo y rodea su espalda con ambos brazos para acercarlo más hacia él —Ahora eres tú el terco que quiere resolver todo tú solo... siento no haber estado haciendo las cosas los dos juntos, sé que has estado haciendo lo imposible para ponernos a salvo, y yo simplemente he sido egoísta anteponiendo la reconstrucción de mi amistad con Harry y Hermione. Pero... por favor, permíteme ser egoísta por un poco más, solo... no quiero que nos vayamos así.
Blaise guardó silencio por un rato, sin despegar la cabeza del hombro de Ron —Hoy hablé con Aramis, el plan está listo, nos ha podido conseguir todo.
Ron levanta la cabeza de Blaise haciendo que el mayor le mire—No es justo que cambies el tema con esto. No lo es, Blay.
—La vida, es la que no es justa Ron. ¿Quieres saber cómo van los planes o no?
Ron se aleja de manera rápida de Blaise, frunciendo el ceño y mirándolo enojado.
—¿Eso es un no? Ok, me voy.
—No, no, espera. No dije que no, no te pongas así —reaccionó rápidamente el pelirrojo a la par que detuvo el avance del moreno.
—Mira... ya te dije que tú puedes decirles, pero en lo de mis amigos, yo soy él que decide y ya te dije que no.
—Pero porque te enojas conmigo... mírame Blaise —dijo Ron mientras se posiciona delante de su pareja.
—No me enojo, solo quiero que me entiendas. No pienses que simplemente he estado huyendo de ellos por gusto, yo los quiero, y también... también la estoy pasando mal y... no me puedo permitir ese sentimiento, no ahora —manifiesta Blaise, posando las manos suavemente en el rostro de Ron —Dentro de unos días seremos tú y yo contra el mundo mágico, Aramis nos ayudará en un principio, pero tampoco podemos hacerle eso... pasaremos la vida escondidos, Ron —las lágrimas habían empezado a caer por el rostro del pelirrojo —y todo el que nos ayude sufrirá el odio de mi madre, ella... es mucho peor que los padres de Aramis —Blaise acaricia y limpia las lágrimas del rostro de su pareja —Diles a tus amigos, pero por favor no me juzgues si yo no les digo a los míos.
Ron posa sus manos en el rostro de Blaise y procede a acercar sus frentes, juntar sus labios con los del contrario y empezar un lento beso. Una vez sus bocas se separan, Blaise posa sus manos en el vientre del menor, y procede a acariciarlo suavemente; en ese mismo instante, Ron se aleja repentinamente de Blaise al mismo tiempo que el moreno lo mira con sorpresa.
—Blay, eso fue...
—El bebé... se- ¿Se movió? —Ambos se devuelven una amplia sonrisa.
—Vue-vuelve a acariciarla —Blaise acta lo dicho por su pareja y acerca sus temblorosas manos al vientre del contrario, luego empieza acariciarlo suavemente; unos segundos después, un ligero movimiento se hace presente en el vientre de Ron —¡Se movió, se movió! ¿Lo sentiste?
—Sí, lo sentí. Oh, por Merlín —expresó el moreno mientras se arrodillaba y recostaba su frente en el vientre de Ron—. Hola bebé, soy Blaise, ¿Qué tal todo por allí...? —Ron no pudo evitar conmoverse y sonreír por lo tierno que sonaba y se veía su pareja mientras hablaba hacía su barriga; para ellos, que el bebé se moviera, lo hacía todo más real.
—¡Vamos a ser padres, Blay!
El moreno se levanta del suelo y abraza a su novio —¡Vamos a ser padres! —repitió. La pareja estuvo unos minutos disfrutando de aquel precioso momento; pero, el toque de queda estaba cerca y debían volver a sus habitaciones.
—Debemos volver amor, luego voy por ti, ¿Sí? —dijo Blaise, mientras Ron le devuelve un asentimiento de cabeza.
Ambos chicos salieron de aquella habitación lentamente, al mismo tiempo que miraban a todos los lados verificando que no hubiese nadie. Una vez fuera, Ron deposita un beso rápido en los labios de Blaise, para luego empezar a caminar por el pasillo, mientras, el mayor esperó unos segundos para después seguir los pasos de su compañero. Aunque ambos chicos creyeron asegurarse de que no había nadie, la realidad era que un pequeño elfo doméstico se había escondido tras una de las estatuas de aquel pasillo, siendo testigo del fugaz beso entre la pareja.
—Rufo será premiado, tiene noticias para su ama —susurró el joven elfo, para luego desaparecer.
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Llegada las doce de la noche, alumnos de distintas casas se disponían a ir a la Sala de Menesteres de manera sigilosa y a escondidas de los profesores y responsables de casa.
—¡Venga, date prisa! si no vamos a llegar cuando se haya acabado y esa no es no es una opción cariño —exclamó Pansy desde la sala común de Slytherin.
—Ya estoy —respondió Blaise mientras bajaba por las escaleras y se reunía con la castaña.
—Uyuyuy que me enamoro —verbalizó la chica mientras se echaba aire con su mano y miraba de arriba abajo al moreno.
Blaise ríe —Yo ya me enamoré, estas hermosa —se acerca a la chica y le brinda su brazo.
Pansy sonríe y lo toma del brazo —Esta noche promete ¡A beber! di-digo a estudiar, yuju —ninguno de los dos pudo contener la risa por lo dicho por la castaña.
—¡Hey ustedes! no me lo puedo creer... se iban sin nosotros —dijo Theo mientras baja por las escaleras fingiendo indignación.
—Eso nunca Notti, solo estábamos practicando la salida —explicó la chica a la par que le brinda una sonrisa inocente.
—Haré como que te creo...
—Si has bajado solo es porque Draco sigue empolvándose el rostro, ¿cierto?
—Yo no hago eso, mi cutis liso es natural, no como otros... —dice Draco mientras mira hacia Blaise.
El moreno ríe —Ok, hora de fiesta, vamos niños, todos en fila, hoy los cuido yo.
—¿Eso es un pase blanco? —pregunta la castaña a la vez que mira expectante a Blaise.
—Eres... —Blaise ríe —sí brujita puedes beber, yo te cuido.
—¡Yupi, vamos, vamos! —gritó Pansy al mismo tiempo que empujaba a sus amigos hacia la salida.
La llegada a la sala de Menesteres había sido complicada; fue necesario ir por parejas para poder ocultarse mejor por los pasillos, y también para rehuir del señor Filch y de los Prefectos.
El ambiente dentro de la sala era fabuloso, buena música, ricos aperitivos y abundante bebida, especialmente destacaba un cóctel «endulzado» por los adolescentes; además, en el centro de la pista se podía visualizar a chicos de diferentes casas bailando juntos.
Una vez dentro, Pansy procedió a buscar con la vista a su invitada, hasta que dio con ella en una de las esquinas de la sala.
—Hora de separarnos, voy en busca de mi amada, luego los veo —enunció la chica mientras se alejaba rápidamente.
—Yo voy a buscar a Neville, nos vemos —comunicó Theo a la vez que se alejaba.
—Me imagino que tú iras a por Weasley.
Blaise sonríe —No ha venido, se quedó con tu Harry en su habitación.
Draco se sorprende por lo dicho por su amigo —¿Sabes de Harry y yo?
—Hace tiempo que lo sé, Draco.
—¿Por qué no dijiste nada?
—Es tu relación, no la mía, —ambos chicos empiezan a caminar rumbo a la mesa de las bebidas —solo a ti te concierne decirlo, y sé que tenías tus motivos para no hacerlo.
—¿Tú también los tienes? —pregunta Draco mientras ambos chicos toman un vaso de cóctel.
—Los tengo... el principal es que no quería que lo vieran como algo pasajero.
Draco suspira al mismo tiempo que se daba un golpe en la frente con la palma de su mano —Fue lo primero que hice... hombre, lo siento mucho.
—Perdonado, solo no vuelvas a decir algo como aquello.
—Prometido —contestó rápidamente Draco a la par que levantaba su mano derecha provocando que Blaise riera —¿Cuánto tiempo llevan juntos Weasley y tú?
—Más de un año.
—¿Y ustedes?
—Dentro de unos días deberíamos cumplir dos años y tres meses, —Draco ríe y después suspira —pero nos hemos peleado... la jodí y no sé cómo arreglarlo.
—Oh, por eso andas últimamente tan enfurruñado, ¿Esperabas verlo aquí?
—Sí, quería que habláramos...
—¿Por qué no vas a buscarlo?
Draco bufo, luego dio un gran trago a su vaso y dijo—: Porque soy un cobarde...
—No digas eso, solo necesitas encontrar el momento adecuado.
—Sí, pero... mejor dejemos el tema y vamos a pasarla bien, esta es una fiesta no un sitio para hablar de mis problemas amorosos — sostuvo el rubio, para luego acabar de un trago su bebida e irse a la pista de baile.
—¡Draco espera! —el moreno suspiró en el sitio y luego se encaminó en busca de Draco mientras murmuraba—: Esta noche será muy larga...
A lo largo de la noche, Draco se dedicó a beber todo lo encontraba y a huir de los reclamos de Blaise por su exceso. Por otra parte, Theo había pasado toda la noche en compañía de Neville, mientras que Pansy y Hermione habían desaparecido a mitad de la media noche; por lo que al final, la única persona a cuidar por Blaise fue Draco, el cual al llegar las dos de la madrugada ya no se le entendía lo que hablaba y se tambaleaba por todos lados.
—Hora de volver campeón, ya es suficiente por hoy.
—De que, hip... estas ja-jablando... aún es muyyy prontisimo —transmite un borracho Draco mientras es sostenido por Blaise.
—Sí, es cierto, pero debemos buscar una cosa en la habitación y después volvemos, ¿sí?
—¿Hay que pusca cosas?
—Sí, si no, nos dejan estar en la fiesta —mintió Blaise para poder llevarse a Draco de aquella fiesta.
—Oooh... puen vamos —dicho esto, Blaise se llevó al rubio por los pasillos menos vigilados para evitar que los descubrieran.
Por otro lado, durante esa noche Harry y Draco se habían dedicado a charlar de cosas triviales en la sala común de Gryffindor; sin embargo, dicha charla fue interrumpida cuando una pelirroja acompañada de una castaña irrumpieron en aquella sala.
—Ho-hola chicos, no sabía que iban a estar aquí abajo... —comentó una nerviosa Hermione. Los dos chicos se rieron al percatarse de la compañía de la pelirroja.
—Hola Mion, que pronto has vuelto —expresa con tono sugerente Ron.
—Eh, sí... emmm traigo bebida ¿Quieren?
—¡Por supuesto! —gritó Harry mientras se acercaba a la chica y cogía una botella.
—No-nos iremos arriba, nos vemos después chicos.
—Claro Mion —dijo Harry mientras se acercaba a la pelirroja —Usa protección.
—¡Harry! —exclamó Hermione mientras tomaba de la mano a Pansy y se apresura a subir las escaleras; al igual que la pelirroja, la Slytherin estaba muriendo de vergüenza.
—Está con Parkinson, que rápido me supero —ambos chicos ríen por lo dicho por el pelirrojo.
—Ya que nos ha traído bebida, ¡Vamos a beber!
—Eh... sí, claro... —contento un dubitativo Ron. Aunque el pelirrojo dijo aquello, el único que bebió todo el contenido de aquella botella fue Harry, Ron consiguió que el moreno no se percatara de que él no bebía.
—Harry, voy al baño —comunicó el pelirrojo. Estaba sintiendo mucha comezón en su vientre, por lo que necesitaba ponerse uno de los aceites que le había enviado Aramis para esas ocasiones.
—¡Baño, baño! —gritó un borracho Harry recostado en uno de los sofás de la sala.
—Estás muy borracho amigo —Ron ríe —enseguida vuelvo —dijo Ron mientras se dirigía al baño de su habitación. Una vez allí, se quitó la camiseta de pijama que llevaba para evitar que esta se manchara, debido a que el aceite era muy líquido; a Ron le gustaba ponerse el aceite frente al espejo para así poder ver el avance de su embarazo. Pero ese día era especial, ese día había sentido por primera vez el movimiento de su bebé; por lo que, mientras daba el masaje y se miraba en el espejo, murmuraba palabras hacia su vientre—: Hola, soy papá, hoy te has movido por primera vez... sabes, aún no naces, y ya te amamos muchísimo... ¿Recuerdas al chico con el que te moviste? te dijo que se llamaba Blaise, él es también tu papá... estamos muy emocionados por tu llega-
—¿Ron?, ¿Qué estas...?
—Harry...