
Chapter 5
Los pasillos de la cuarta planta estaban iluminados con luces tenues, las cuales transmitían una sensación de tranquilidad. Ron y Hermione habían vuelto aquella planta en donde encontraron a un pensativo Harry, este estaba recostado en una de las paredes del pasillo con la cabeza baja y la mirada puesta en el suelo, susurrando palabras difíciles de descifrar al oído de sus amigos. Ellos pensaron que aún seguía procesando lo que el Slytherin le había dicho al oído.
Draco y Harry se habían gustado desde el primer curso, es a lo que se llama amor a primera vista, pero como suele pasar, los distintos ideales y pensamientos de las familias no permitieron su acercamiento; a Harry le habían dicho que no se juntara con aquellos sangre pura que se creían superiores «Eran gente de lo peor» —palabras de su tío Sirius. Y a Draco le habían prohibido que se hiciera amigo del niño que vivió «Es el culpable de la muerte del Lord» —Repetía su loca tía Bellatrix cada vez que podía. Por ello, como todas/os/es ya sabemos, las cosas no fueron como debían y ambos pasaron a pretender odiarse; hasta el quinto curso, claro.
—¿Harry? ¿Qué te dijo Zabini para que estés así?
—Mmm... él... nada, no me dijo nada, solo me estaba molestando.
Ron se colocó delante de Harry y lo miró fijamente. Conoce a Harry y a Blaise, él sabe que el susodicho no le dijo algo que lo molestara, le dijo algo que hizo que Harry se sorprendiera y preocupara por dicha información.
—No mientas, ¿Qué dijo? ¿No nos tienes confianza Harry? —formula Ron, sabiendo lo hipócrita que sonaba, ya que él era el que no tenía confianza para hablar de su relación.
Harry bajó la cabeza sopesando si de verdad debería decirle a sus amigos —Él dijo que Draco gusta de mí —comentó mientras levantaba la cabeza a expectativa de la expresión de sus compañeros.
«Ok», Ron se sentía de lo peor, este sabía que Draco gustaba de Harry, no obstante, estaba esperando que su amigo se decidiera por sí solo, pero no lo culpen tanto, él le dio señales a Harry para que despertara, ya que el Slytherin no era nada disimulado: «Draco te está mirando; fue Draco el que hizo que Snake los pusiera juntos; Draco estuvo mirando tu partido de Quidditch y hoy no juega Slytherin; he visto que la flor en en tu mesa la dejo Draco». Pese a, su amigo, el cabeza dura, ponía excusas y decía que Ron estaba viendo cosas que no eran «más obvio no sé podía ser».
—¿Puedo decir te lo dije? — pregunta Ron con una sonrisa suave.
—Puede estar mintiendo, no voy a ir y creerle así de rápido —replica Harry con una risa nerviosa. Tanto Hermione como Ron lo miran de manera sospechosa. Su amigo debería estar feliz, ¿No?, el mejor amigo de su «obsesión», como lo llamaba la pelirroja, le estaba confirmando que Malfoy gustaba de él.
—Harry cariño, te lo habíamos dicho. Tienes que atreverte, por qué no vas y das el primer paso, si no se quedaran en un quizá para siempre —expone la sabia Hermione.
—Que lo de él primero —declara un nervioso Harry mientras sale huyendo.
—¡¿Adónde vas?!, ¡Harry Potter vuelve aquí!, ya no eres un niño, ¡Harry! —va gritando Hermione mientras corre a su búsqueda.
Ron se había quedado allí de pie, iba salir detrás de sus amigos, pero recordó que debía hablar con Blaise, por ello se embarcó hacia la habitación donde tenían sus encuentros.
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Una vez Ron accede a la iluminada habitación, dirige su mirada hacia la cama y encuentra en ella a un dormido Blaise «se dormía sorprendentemente rápido», tenía una respiración pausada y silenciosa, por lo que Ron procede a acercarse a la cama deteniéndose cerca de ella para contemplar a su chico, deleitarse con su fino rostro, sus largas pestañas, las pequeñas bolsas debajo de sus ojos, su rico olor y esos labios gruesos que tanto le gustan; en consecuencia, no pudo evitar acercar sus labios a los de su pareja y dejar pequeños besos, la acción provoca que Blaise se despierte y mire hacia los preciosos ojos verdes de Ron con adoración, para luego pasar a devolver el beso.
Mientras se besan Ron va subiendo a horcajadas sobre Blaise y este va rodeando la curvilínea cintura de su novio: Ron tenía un cuerpo marcado, pero con muchas curvas, al contrario que Blaise el cual tenía un cuerpo marcado, pero más estilizado.
— Así que estás celoso de Hermione, eh —expresa Ron a la vez deja salir risitas por lo bajo.
Blaise ignora el comentario, los sienta, y empieza dejar besos por el cuello del pelirrojo a la vez que sus manos pasean por todo el cuerpo del mismo, sus dedos suben hasta el pecho de Ron y acarician y pellizcan de manera lenta sus sonrosados pezones. Ron, excitado por las caricias y los besos, empieza a mover sus caderas en un movimiento lento pero firme, de atrás hacia delante haciendo que ambos miembros se rocen.
— Umm… desvístete para mi, cariño —susurra el excitado moreno en el odio de su amante.
Ron ensancha una sonrisa socarrona mientras acelera más el movimiento de cadera — Umm… Hoy has sido un mal chico Blay, debes recibir tu castigo —dice de manera juguetona.
—¿Ah, sí? —Cuestiona de manera igual de juguetona Blaise, a la par que procede a subir la camisa del pelirrojo, bajar la cabeza, y colocar su boca en uno sus los pezones. —Y cuál será ese castigo —réplica al unísono que lame y muerde aquel rosado pezón.
—¡Ah!, tú… par… —intentó reclamar Ron, pero la jugada no le estaba saliendo como él quería. Había extrañado demasiado a su chico —des-¡desvístete para mi! —ordena mientras retira la cabeza del moreno de su pecho. Ambos se miran, Blaise deposita un beso en la boca de Ron y procede a dejarlo debajo de él en la cama, para a continuación levantarse y colocarse a la vista total de su chico. Ron se muerde los labios a la par que mira cada uno de los movimientos que empieza a realizar el contrario: primero se quita el jersey y lo tira la suelo; luego procede con la corbata y la tira al pie de la cama, haciendo que Ron la acaricie con uno de sus pies; después, sigue con la camisa, empieza desabotonar uno por uno cada botón a la vez que mira a su chico y se moja los labios.
—Creo que me estoy autocastigando —murmura Ron —Esto es una tortura —replica mientras no puede evitar empezar halar uno de sus pezones y entrar su mano libre dentro de sus pantalones para empezar acariciarse. Blaise se percata de la acción y de manera sigilosa empieza acercarse —Quieto. No te he dicho que puedes parar ni acercarte—dice Ron de manera inocente.
—Ron… —expresa con tono de súplica el moreno.
—Sigue desvistiéndote cariño. Este será tú castigo —réplica mientras continúa tocando su cuerpo.
Blaise lo mira con seriedad «No estará hablando en serio, o sí», meditó al mismo tiempo que ambos cruzaban miradas «Sí, está hablando en serio. Esta bien, jugare a tu juego ronron», razonó el moreno.
Blaise procede a continuar quitándose la camisa de manera lenta y tortuosa. Una vez deja caer la camisa al suelo, sus manos se dirigen a tocar su marcado cuerpo: empieza desde el pecho, bajando despacio hasta las caderas; sigue esa línea hasta que sus dedos chocan con el pantalón; al llegar al pantalón, procede a quitar el botón y bajar la cremallera, para seguidamente empezar a mover sus dedos por los bordes del mismo a la vez que mira de manera seductora al pelirrojo. Ron tenía una mirada devoradora puesta en su novio, sus ojos seguían con pasión cada uno de sus movimientos, llegando de vez en cuando a pausar la mirada en el enorme bulto en los pantalones del moreno, en tanto que, de su boca salían gemidos y jadeos de placer a la par que sus manos recorrían su propio pecho y miembro con desespero.
Blaise continuó desvistiéndose, bajando lentamente su pantalón al unísono que dejaba libre su gran erección. Justo después de esto, y con los pantalones aun por los tobillos, dirige su mano a su erección.
—No se permite tocar —dice Ron con una sonrisa superior.
Blaise bufa de frustración, lo que provoca una risita silenciosa en Ron. El pelirrojo quería castigar un poco más a su chico, por ello se dirigió al borde de la cama, se terminó de quitar el pantalón, se dio la vuelta, se arrodilló en el borde de la misma y apoyó sus manos en las blancas sábanas dejando a la vista su redondo trasero.
—No te atrevas. Ron… —súplica Blaise —Se había dado cuenta de la acción que pretendía hacer el pelirrojo.
Ron mira hacia atrás mientras devuelve una sonrisa pícara al contrario, luego procede a recostar sus brazos en la cama, pegar su pecho a la misma y levantar más sus caderas.
—¡Ron! —replica el Slytherin con voz ronca. Su autocontrol se estaba yendo al caño.
Ron continuó sus acciones ignorando los gruñidos y reclamos de su pareja. Procedió a elegir dos de los dedos de su mano derecha, se los colocó en la boca, volteo la cabeza hacia Blaise y comenzó a chuparlos: suave, en círculos, sacándolos y volviéndolos a entrar, y dándoles lentas lamidas al mismo tiempo que Blaise lo observaba con una mirada depredadora y se mojaba los labios cada poco tiempo «estaba volviendo loco al chico». Después de aquella tortura, sacó los dedos llenos de saliva de su boca y los fue acercando lentamente a su entrada para proceder a auto penetrarse: primero entro uno de los dedos de manera lenta y suave, espero unos segundos, mientras movía aquel dedo, para entrar el segundo dedo y empezar a hacer la forma de una tijera, poco a poco fue acostumbrándose y procedió a aumentar la velocidad bajo la atenta mirada del moreno. La habitación se había llenado de jadeos y gemidos de Ron, y de gruñidos y bufidos de frustración y excitación de Blaise.
—¡Ah!, ¡ah!, tan-tan bueno —gime Ron.
—Por favor, déjame tocarte, bebe —toma una bocanada de aire —Necesito… quiero tocarte… Ron, amor... —suplica el moreno.
Ron saca sus dedos de su agujero y comienza a gatear en la cama hasta llegar al cabecero de la misma, allí procede a darse la vuelta y sentarse quedando con las piernas flexionadas y muy abiertas, y la espalda pegada al cabecero dejando su miembro a la vista de Blaise.
—¿Aprendiste la lección, amor?
—Sí, sí la aprendí, dejo en paz a Potter, ok ya entendí —responde de manera rápida el opuesto. Ron sonríe y hace un gesto para que su pareja se acerque.
El moreno no pierde el tiempo y de manera rápida se termina de quitar el pantalón y se sube a la cama, una vez allí, tira con cuidado de los pies de Ron hasta dejarlo debajo de él. Tras tenerlo debajo de él, empieza devorar la boca del pelirrojo mediante una beso intenso, desesperado, en el que sus lenguas jugaban entre sí y sus dientes y bocas mordían y chupaban los labios del contrario; al mismo tiempo, el mayor restregaba su miembro en la entrada del menor.
Durante los besos y caricias Blaise hace una pausa, se apoya en la cama y aleja su cuerpo del de Ron para proceder a quitarle la camisa que aún posee el pelirrojo. Cuando se despojada de ella, el mayor procede a dejar besos por todo el cuerpo del contrario; desde sus labios, bajando por su cuello, delineando sus clavículas, chupando sus suaves pezones, continuando dejando besos en una línea recta sobre el pecho y barriga hasta culminar en sus caderas. Llegado ahí, se detiene y contempla el cuerpo de su pareja.
Ron tenía las mejillas completamente rojas, al igual que sus labios; su boca estaba semiabierta, permitiendo salir sonoros jadeos; sus brazos estaban apoyados en la cama, mientras sus manos buscaban consuelo al acariciar las sabanas; sus pecas marrones resaltaban en aquel cuerpo caliente de tono rosado y amarillo….
—Eres hermoso —proclama el moreno mientras suspira mirando de arriba a abajo al pecoso.
—Blay, te necesito…—dice Ron entre jadeos.
El Slytherin no esperó una palabra más, estaba igual de extasiado que su pareja, y convocó a su varita. En el momento que se hace con ella, empieza desplegar hechizos de lubricación y protección, tenía que asegurarse de que su chico estaba listo para recibirlo; después, procede a introducir un dedo en el agujero del chico haciendo que este deje salir un gemido por la intromisión, el moreno empieza a mover el dedo en círculos, al ver que que este se introduce y mueve con facilidad procede a integrar un segundo dedo en el agujero, volviendo a repetir los movimientos iniciales y añadiendo un movimiento de tijeras, sigue repitiendo estas acciones mientras va introduciendo un tercer dedo. Cuando el mayor está seguro de que su compañero está listo, pasa a lubricar su miembro utilizando el abundante presente que este había ido expulsando; después, de manera lenta y pausada empieza a introducirlo en el agujero del menor.
Ron estaba desesperado, los movimientos de los dedos de su pareja dentro de él hicieron que llegara a su límite, por ello cuando su pareja empezó a introducir su miembro hizo un movimiento rápido hacia abajo para introducirlo, la rápida introducción le hizo contener la respiración y arquear la espalda.
—Ey, calma, no quiero hacerte daño, bebe —reclama Blaise.
—No puedo, ¡ah!, esperar más, Blay… ummm, muévete, porfa…
El chico acata la súplica y comienza un movimiento de vaivén, lento en un principio, para ir gradualmente acelerando embestida tras embestida.
—Más, quiero más... — ruega Ron. Blaise levanta las piernas del pelirrojo y se las coloca en sus hombros a la par que acelera las embestidas. Ambos se deshacía en gemidos y jadeos mientras las manos de Ron arrugaban las sábanas en un puño.
— ¡Ah!, ¡ah!, más rápido Blay, más...
—Uff, si sigues suplicando así no voy aguantar, amor —reclama Blaise al momento que acelera las embestidas. Pero, un pensamiento « el bebe» hace que disminuya el ritmo, pasando a realizar embestidas no tan bruscas acompañadas de movimientos circulares. Así mismo, Blaise suelta las piernas de Ron y empieza a apoyar su cuerpo suavemente encima de su pareja, procediendo a repartir besos por su cuello.
Ron estaba deleitado de placer con las acciones de su chico; soltó las sábanas y posó su brazos alrededor de la espalda del mismo al unísono que Blaise deslizaba sus labios del cuello del pelirrojo hacia su oreja, simultáneamente, posó una de sus manos debajo de las nalgas y lo levanto un poco, lo que permitió que pudiera introducir mejor su miembro y poder buscar el punto dulce de su amante. Ron reaccionó clavando sus uñas en la espalda del moreno y pegando un gran gemido, Blaise no tardó mucho en encontrar aquel punto.
—Estoy a punto, ¡ah!, de…
—Déjalo salir —susurra Blaise en el oído de su chico mientras seguía embistiendo.
—¡Aaaah! — gime el pecoso mientras eyacula dejando salir el blanco líquido entre el pecho de ambos.
Blaise le sigue segundos después dejando salir todo su semen en la protección mientras va sintiendo suaves espasmos —¡Ah! Joder.— Deja caer su frente en el hombro de Ron a la vez que intenta calmar su respiración.
Después, Blaise levanta la cabeza y mira a su novio, este tenía los ojos cerrados intentando regular su respiración, y procede a dejar un beso en su frente, para después juntar su frentes y quedarse ahí un rato disfrutando del post-orgasmo.
Pocos minutos después Blaise procede a sacar su miembro del pelirrojo y recostarse en la cama tirando suavemente de su dormida pareja para que la mitad de su cuerpo quedara encima del de él.
—Tan inocente que te ves, mi leoncito. Si la gente supiera... —susurra el slytherin al mismo tiempo que ríe por lo bajo y acaricia suavemente el rostro del pelirrojo.