No nos prohibirán amarnos

Harry Potter - J. K. Rowling
M/M
G
No nos prohibirán amarnos
Summary
Ron y Blaise tienen una relación a escondidas de sus amigos y familias, a pesar de este ocultamiento ambos son felices amándose, pero que pasara si al amarse no se protegieron lo suficiente… En el mundo mágico un niño/a que nace fuera del matrimonio y la unión mágica entre sus padres es considero un hijo bastardo o ilegitimo, teniendo un futuro lleno de repudio y rechazo por el mundo mágico.Parejas:• Principal: Blaise y Ron.• Secundaria: Draco y Harry.
Note
¡Hola lector!:Esta es mi primera historia, hace tiempo llevo queriendo escribir sobre mi pareja favorita Blaise y Ron, ya que hay muy poco contenido de ellos, ojalá aun queden personas que les gusta esta pareja tanto como a mí; también, podrán encontrar en esta historia mi poderosísima pareja Draco y Harry y la mención de otras más.Aclaraciones iniciales- Es un fanfic, habrá cosas del libro, pero mayormente serán de mi imaginación.- En esta historia Voldemort murió junto con los padres de Harry, por lo que no hay señor oscuro.- La historia se sitúa en el último año.- Los Slytherin y los Gryffindor siguen sin llevarse bien.Gracias por darle una oportunidad a mi historia <3.
All Chapters Forward

Chapter 6

El dolor es el aliento esencial del amor; cualquier amor que no se haya nutrido de un poco de dolor puro, muere (Maurice Maeterlinck).

 

Después de una hora de descanso, tras tener relaciones, Blaise decidió que era tiempo de despertar a su chico y proceder hablar sobre el medimago.

—Ey rojito —susurra en el oído del pelirrojo mientras deposita besos en su mejilla —Tienes que despertar, ya casi es hora de cenar y necesitamos hablar sobre el bebé.

Ron oye las palabras de su novio. Por tal razón empieza a abrir lentamente los ojos, para mirar a su pareja y proceder a sonreírle.

—Hola.

—Hola, dormilón.

—Dime qué no he dormido mucho.

Blaise deja salir una suave risa —Más o menos, pero aún tenemos tiempo.

Ron procede a dar media vuelta sobre la cama para terminar dejando su cuerpo boca arriba, mientras que Blaise aprovecha dicha postura para colocar su cabeza encima del pecho del contrario y quedar con la mira puesta en el techo. Ron acepta la acción y pasa a acariciar el rostro y los rizos del moreno.

—Uno de mis amigos me respondió la carta que le envié. Está estudiando para medimago, así que estamos de suerte —comenta Blaise deslizando su mirada hacia su chico.

Ron le devuelve una sonrisa esperanzadora. —¿Crees que será de confianza?

—Me parece que sí, es mi amigo de la infancia. Aun así, tenemos que andar con cuidado, no todo el mundo estará dispuesto a llevar esta situación, por lo que primero hablaré con él, y dependiendo de cómo lo vea le comentaré sobre el embarazo o no. —Después de comentar esto, Blaise se levantó de la cama y procedió a buscar la carta en su pantalón, el cual se encontraba en el suelo. Una vez la encontró, la dejó encima de la cama cerca de Ron.

— Me parece bien, pero... no quiero que esto se salga de control.

—No lo hará rojito, los dos estamos juntos en esto, y por supuesto que haré cualquier cosa para que estén a salvo —expresa Blaise mientras Ron deposita un beso en los labios del contrario y se aleja con una sonrisa.

—Nosotros también te protegeremos chocolatito —ambos esbozan una sonrisa cariñosa y vuelven a acurrucarse juntos.

Mientras platicaban, Ron se hizo con la carta y empezó a leerla. Durante la lectura su cara risueña iba tornándose sería; ceño fruncido, labios excesivamente rectos, mejillas un tanto coloradas.

—¿Por qué te llama chocolatito y dice que eres el amor de su vida?, ¿Qué?, le has escrito a una de tus conquistas.

Blaise no pudo evitar reírse tras lo dicho. «Estaba cavando su propia tumba».

—Vete a la mierda — proclama un enojado Ron mientras empuja al Slytherin, se pone de pie y empieza a cambiarse para salir de la habitación.

—Espera Ron, no es lo que… —intenta decir Blaise mientras deja rápidamente de reír y se levanta para tratar de sostener a su enojada pareja, pero Ron fue más ágil y lo alejó.

—¡No me toques!

—En serio vamos a pelear por esto, es mi amigo de la infancia, no tengo nada con él, al tonto le gusta escribir ese tipo de cosas. Además, él incluso tiene novia... y te enseñé la carta, no te oculto nada amor, Rony, bebé… —Habla Blaise de manera rápida y suplicante para evitar que Ron se aleje más y salga por la puerta.

—¡¿Qué le has escrito de vuelta?! ¡Respóndeme Zabini!

—¡No entiendo por qué te estás enojando! ¡Te he explicado que no tengo nada con él! ¡Le escribí como el amigo que es, nada más, él es el medimago al cual pediremos ayuda con lo del bebé! —gritó Blaise. Ambos habían empezado a subir la voz sin darse cuenta.

—¡No quiero que él atienda a mi bebé!

—¡¿De qué estás hablando?!, ¡Es nuestra única opción!

—¡No me grites! ¡Te dije que él no iba a atender a mi bebé! —reclama mientras da un gran empujón al moreno. Ron había empezado a temblar y a respirar de manera irregular, estaba teniendo un ataque de pánico. Blaise tenía que parar aquella discusión absurda, estaba llegando a límites innecesarios y la seguridad de su pareja era su prioridad.

—Ron, bebé, paremos. ¿Sí? Ven aquí —dice mientras se va acercando a Ron.

—No te- ¡no te acerques! – exclama entre tanto le lanza uno de sus zapatos al moreno, el cual por suerte lo esquiva. Dicha acción hace que Ron se agarre el pecho a la vez que sus lágrimas empiezan a brotar por su rostro y sus temblores se intensifican. Esto asusta demasiado a Blaise que opta por acercarse aunque Ron se lo impida.

—Para ya con esto, Ron, mira como te estás poniendo, esto les hace daño. Déjame tocarte, por favor... —va verbalizando Blaise al tiempo que se acerca sigilosamente. Ron sigue en la negativa de dejarlo acercarse, por lo que el moreno opta por ágilmente sujetar al pelirrojo entre sus brazos y acomodarlo en su pecho. Ron opone resistencia e intenta zafarse; sin embargo, Blaise aprieta el agarre y comienza dejar suaves caricias en su espalda a la vez que procura susurrar frases tranquilizadoras «Estoy aquí; todo estará bien; vamos a respirar un poco más despacio, sí; lo estás haciendo genial». Las palabras ocasionan que Ron desista de soltarse y proceda a dejar caer su cabeza en el hombro de su chico.

Al pasar un tiempo, el pelirrojo se dejó llevar por la sensación de calma, había conseguido regularizar su respiración, también que los temblores desaparecieran y que con esto poco a poco empezará a tranquilizarse por completo.

—Háblame amor ¿Cómo estás? —susurra Blaise en el oído de Ron.

—L-lo sient... – trata de decir Ron entre hipidos —No sé por qué... yo… —Abraza a Blaise con fuerza mientras esconde más la cabeza en su cuello.

—Todo estará bien.

En el rato que Blaise acunaba a Ron, se puso a analizar lo sucedido y como todo se había complicado de un momento a otro. No era la primera vez que peleaban, ellos habían discutido varias veces, sus personalidades eran muy distintas, pero nunca hasta llegar a la agresión y mucho menos que Ron llegará a ese estado. Ron se encontraba muy sensible y agresivo, el moreno estaba seguro de que eso lo causaba su embarazo, ya que esa actitud no era propia de él, era un poco odioso cuando se enojaba, pero nunca agresivo.

«Esta situación será más difícil de lo que creíamos; tendremos que ir a investigar a la Biblioteca; Ron debe tener más meses de los que pensábamos. Estos cambios tan drásticos de humor... ¿Deberían presentarse?. Cuantos cambios más presentarás amor» —medita Blaise a la vez que suspira por lo bajo y aprieta más a su chico entre sus brazos.

—Estás desnudo — dice Ron entre pequeñas risas.

— Oh ¿Te deleitas con mi figura, Weasley?

—Estúpido hombre sexi —confiesa el pelirrojo mientras baja sus manos a las nalgas de su pareja y las aprieta.

Blaise ríe —Sí, has vuelto hacer la pequeña comadreja.

Ron lo mira con cara de indignación y al unísono da un suave golpe en el hombro del Slytherin —No me llames así, serpiente —ambos se miran y ríen. —Lo siento Blay, sé que exagere la situación. No sé por qué reaccioné de aquella manera, solo… no pude evitarlo. —Blaise levantó el rostro del pecoso.

— No tengo nada con él, es solo un ami-

—Blay — interrumpe Ron —No tienes porque…

—Shh, quiero hacerlo. Bebé, no eres el único que me llama chocolatico —Ron frunce el ceño. —Es el apodo más fácil que mis amigos utilizan debido a mi color de piel y porque estoy tan rico como el chocolate, claro —dijo Blaise con una sonrisa pícara al unísono que intenta con uno de sus dedos relajar el fruncido ceño de su compañero —Él me puede llamar el amor de su vida a modo de broma, pero lo que quiero que te quede claro es que el amor de mi vida eres tú y solo tú. —Blaise tenía la necesidad de aclarar estos apodos porque no sería la primera ni la última vez que personas fuera de su círculo común lo llamarían de aquel modo y eso no implicaría que él tuvo relación íntima con ellos.

Ron asiente ante las palabras del moreno. —Has estado con muchas personas, eh — verbaliza el pelirrojo. Ron había tenido algunos encuentros con otras personas; pero, las inseguridades eran fáciles de tener cuando tenías una pareja con la fama de casanova como la que poseía Blaise; aunque, este siempre era franco con Ron sobre aquella situación, dejando en claro que aquel era su pasado y que en su presente y futuro solo estaba escrito él.

—En serio quieres saber.

—No. Será mejor que bajemos a cenar, ya casi es hora. —expresa Ron a la par que se separa de Blaise y empieza a caminar hacia la puerta.

Blaise lo toma de la mano y detiene su caminar, haciendo que el pelirrojo se de la vuelta y aprecie la mirada preocupada del contrario. Ron relaja la postura, esboza una pequeña sonrisa y se vuelve a acercar a su pareja, le acaricia el rostro y deja un beso en sus labios.

—Te apetece venir a dormir conmigo —preguntó Blaise mientras se va alejando de los labios de su novio.

Ron asiente mientras junta sus frentes. —Te veo a las 12:00 en las mazmorras —afirma el Gryffindor. Blaise asiente. Ambos se separan y comienzan a caminar hacia la puerta.

—Hasta luego rojito.

Ron le devuelve una sonrisa, para luego desviar su vista a las partes del moreno —Aún sigues desnudo Zabini —dice mientras se carcajea por la expresión de vergüenza que había puesto su chico.

Ron procede a salir por la puerta para adelantarse a Blaise, y así evitar ser descubiertos. Pero, los planes no siempre salen como pensamos. Cuando sale al pasillo lo primero que ve es a la profesora Mcgonagall, lo que provoca que la sonrisa que tenía inicialmente se desvanezca.

— ¿Señor Weasley? ¿De dónde ha salido?

—No se lo va a creer profesora —responde un nervioso Ron.

—Seguro que no —dice la profesora, a la par que se acerca a la puerta, pero esta, antes de que la maestra pueda entrar, se cierra de repente y desaparece.

—Pero qué… —Voltea rápidamente hacia Ron —A mi despacho señor Weasley.

—Lo que faltaba —refunfuñó Ron por lo bajo.

 

Esa misma noche, en otra parte del castillo, otra pareja estaba teniendo algunos problemas.

—¿Por qué le contaste a Blaise que estamos juntos? —Cuestionó Harry.

Ambos se habían reunido para uno de sus encuentros nocturnos en una habitación similar a la que acudían Ron y Blaise. La puerta de aquella habitación había aparecido ante ellos uno de esos días en los que rehuía de sus amigos para estar a solas.

—¿Qué? No le conté nada.

—Y por qué el imbécil me dijo que gustas de mí.

—«Eres hombre muerto Blaise Zabini» pensó el rubio — No le conté nada, sabe que me gustas, pero no que estamos juntos —respondió Draco, no le gustaba el tono que Harry estaba utilizando.

Se instaura un silencio en la habitación, ambos se miraban de manera intensa, ya llevaban teniendo problemas relacionados con el conocimiento de su relación desde hace tiempo. Draco quería decirlo, pero Harry no.

—Si se lo hubiera contado ¿Sería un problema? —cuestionó el rubio.

—Draco...

—Estoy cansado de fingir que te odio, Harry. Yo solo quiero agarrarte de la mano, besarte en cualquier lugar, que salgamos a citas, que no tenga que decirte mis te amos a escondidas, yo solo quiero que tú, que tú…

—Sabes que no podemos ahora. Aún no Draco. —expresa Harry mientras se va acercando al rubio. —Amor…

—No Harry, ya me cansé. —Draco retrocede.

—¿Qué?, no. ¿Por qué dices esto?

—¡Por qué esto no es serio! —gritó el rubio.

—Sí lo es —explica Harry colocándose frente a Draco y mirándole de manera suplicante.

Draco le devuelve una mirada llena de enojo —Esto lo que es... ¡Es un maldito secreto!

—Pero es nuestro secreto… —susurró el moreno a la vez que baja la mirada hacia el suelo.

—¡Desde quinto curso! ¡Es nuestro secreto desde quinto! ¡No eres el único que se arriesga a tener que confrontar a su familia, no sé si te has olvidado quién es mi familia! —replica exasperado el rubio a la vez que recuesta su espalda en una de las paredes de la habitación.

—¿Por qué me estás gritando? —Harry lo mira fijamente, no sabe como solucionar la situación, ya habían discutido por esto, pero esta vez era diferente, su compañero parecía querer terminar con todo.

Draco se detuvo a mirar a Harry y analizar la situación, el único que estaba gritando de los dos era él —Lo siento, no tenía que haberte gritado — declara el rubio, para proceder a acercarse a su pareja —Yo solo… te amo demasiado Harry.

—Yo también te amo Drac. —dice el Gryffindor a la par que junta sus manos con las de rubio — Pero, es mejor que esperemos a acabar el curso, sí. Todo será más sencillo.

—Es más significativo lo que digan los demás que lo que sienta yo, ¿verdad? —recalca el mayor a la vez que aleja sus manos de las de Harry.

—No es eso. ¿Por qué no entiendes lo que trato de decir? —Harry frunce el ceño mientras cruza los brazos encima de su pecho.

Por una parte, Harry no entendía el afán del rubio de hacer su relación pública. Su tío y el padre de Draco odiarían esa relación y de seguro intentarán separarlos; pero, si ellos esperan a acabar el colegio, una vez terminado, podrían tener más libertad y todo sería más sencillo.

Por otra parte, el rubio no entendía la terquedad del moreno, ya llevaban 2 años de relación y sus amigos sabían que ellos se gustaban; así que, por qué no contarles; por qué no dejar de pretender odiarse. El Slytherin no sabe qué más hacer para que su chico cambie de opinión, ya está cansado de mentir, de fingir y de tener que cumplir y alcanzar los ideales de su padre y su pareja. Nunca se ha quejado en dar todo lo que tiene a su compañero porque este se merecía eso y mucho más; Harry fue la persona que lo sacó de la oscuridad, que lo llevó a conocer otra forma de vivir, el moreno le enseñó la verdadera felicidad. Pero ya no quería que su relación siguiera siendo un secreto, quería poder acariciar, tocar, besar y hablar a su pareja en cualquier momento; él solo quería amarlo, y no que estas acciones se limitaran a varios encuentros a la semana.

—Será mejor que nos vayamos a cenar, se está haciendo tarde —verbaliza el rubio al mismo tiempo que se encamina a la puerta.

—¿Nos veremos aquí mañana? —pregunta Harry mientras va acercándose a su pareja.

El contrario lo mira con cara de incredulidad —Eres… —suspira —No Harry, no nos vamos a ver aquí mañana —confirma entre tanto sale de la habitación sin esperar palabras del otro, pero el menor se apresura y le sigue el paso. Ambos habían salido tan deprisa de aquel lugar que no se percataron de que en aquel pasillo venían dos personas.

—¿Señor Malfoy? ¿Señor Potter?

—Profesora Mcgonagall —responden de manera nerviosa al unísono.

— ¿De dónde han salido?

—Pues verá, nosotros estábamos aquí… y eh … Una puerta se abrió y, bueno, nos haló hacia dentro y mmm... —intenta explicar Harry.

— Sí, y nosotros tratamos de salir, pero... eh... vera, no pudimos… si eso, no pudimos. Hicimos hechizos, pero no funcionaron por más que lo intentamos. Hasta ahora, claro. — continúa explicando un muy nervioso Draco.

La Profesora enarca una ceja dejando a entender que no les está creyendo absolutamente nada. Se apresura hacia la puerta, pero esta repite la misma acción que la anterior; se cierra y luego desaparece. La docente voltea hacia sus estudiantes dándoles una mirada de curiosidad.

—¡A mi despacho todos!. Este es el día de salir por puertas secretas. No se quede atrás señor Weasley —ordena Minerva a la vez que pone rumbo a su despacho.

Aunque Ron se había sorprendido por ver a Harry y Draco juntos, prefirió intentar aprovechar que la atención de la profesora estaba puesta en ellos y escapar, pero se le estaba olvidando con quién trataba.

Forward
Sign in to leave a review.