
Su Héroe
"No hay minuto del día
que estar contigo no quiera,
porque me arrastras y voy,
y me dices que me vuelva
y te sigo por el aire
como una brizna de hierba."
Harry sonrió mientas acariciaba el cabello de Tom, el cual era demasiado sedoso para ser real y para nada anudado.
"¿Por qué no sigues?" preguntó Harry.
"Porque me quedaré sin voz si sigo leyendo en voz alta." murmuró y tenía la voz ronca. "Además, Harry, es tarde. Se supone que deberíamos estar durmiendo en este momento. No aquí, leyendo una obra de teatro." dijo Tom.
"En ninguna parte leí que estuviera prohibido leer una obra de teatro en la madrugada, Tom. Así que no puedes quejarte de la ilegalidad o no de nuestro acto." se adelantó Harry.
"Harry..." murmuró Tom con irritación.
"Nos falta poco para terminar la obra, Tom, luego puedes ir a dormir." dijo y Tom negó.
"Dejémoslo aquí, y mañana te sigo leyendo lo que resta." dijo y Harry suspiró.
"Con una condición." dijo Harry y Tom asintió con rapidez. "Cuando terminemos está obra, me leerás la que yo elija." dijo y Tom puso sus ojos en blanco, pero asintió.
"Bien, Evans, cómo tú desees." dijo y Harry sonrió, se levantó del sofá y ayudó a Tom a levantarse de la alfombra. "Ya quiero verte para los exámenes finales quedarte hasta tarde estudiando, Harry sin tener una pizca de sueño." murmuró Tom.
"¿Sabes, Tom?" preguntó Harry y Tom lo miró curioso. "tengo demasiado sueño en este momento." dijo y Tom negó sonriente.
"Lo sabía." dijo Tom.
Mientras caminaban hasta la Sala Común, Harry trató de recordar cuando volvían sus amigos, por lo que le preguntó curioso a Tom: "¿Cuánto falta para que vuelvan?".
"De hecho..." murmuró y parecía estar haciendo cálculos mentales. "Si pasaron ocho días desde Año Nuevo..." su mirada se transformó en una mueca de disgusto.
"¿Qué?" preguntó Harry curioso.
"Mañana por la tarde estarían llegando a Hogsmeade." murmuró y Harry asintió.
"Bien" dijo y Tom lo miró con curiosidad. "Me refiero a que... se los extraña, ¿cierto?" preguntó y Tom asintió.
"Claro." afirmó Tom con un tono más... seco, como si le molestara la idea de que sus amigos volvieran al colegio.
"Claro..." murmuró Harry y continuó caminando en aquel silencio tan incómodo que se había formado por vaya Merlín a saber por qué.
En cuánto llegaron a la Sala Común, Tom se dirigió directamente a sus dormitorios, dejando a Harry solo en la Sala.
"¿Ahora qué le hiciste a mi maestro, mentiroso?" dijo la inconfundible voz de Tom-la-serpiente.
"Vete de aquí si solo vienes a pelear conmigo, serpiente." contestó Harry enfadado.
"¿Qué le hiciste?. Recuerda que tengo veneno en mis dientes." dijo y Harry negó divertido y enfadado al mismo tiempo.
"No lo sé. De un momento a otro empezó a actuar así, como si estuviera... No sé, enojado, incómodo, no lo sé." murmuró.
"¿No será porque saliste con esos harapos?" dijo y Harry asintió.
"Sí, seguro, serpiente. Tienes toda la razón del mundo." dijo sarcásticamente y la serpiente sacó su lengua y se alejó.
Contrario a lo esperado, hablar con esa serpiente hizo gran efecto en el humor de Harry. Ahora estaba más... Relajado y muchísimo menos enfadado o molesto con Tom.
Se sentía preparado para subir a su habitación y dormir como un ser humano se lo merece.
Al subir y entrar a su habitación, vió que Tom ya estaba acostado en su cama y dormido. Harry asintió, se dirigió al baño a cambiarse y lavarse. Cuando terminó, Tom estaba ocupando toda su cama. Sin decir nada, Harry se tiró en su cama y cerró las cortinas de seda verde, y esperó poder dormirse pronto. En el mientras tanto, se dedicó a mirar el techo de la cama y pensar qué mierda le había sucedido a Tom al hablar de sus amigos.
¿Tenía relación con él? Obviamente que sí. Pero, ¿qué? ¿por qué?
Así, con esas preguntas en su cabeza, se quedó dormido en lo que parecía una eternidad.
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Sus ojos no podían cerrarse del todo y descansar gracias a la horrible situación que había causado.
Se enojó consigo mismo porque no tenía forma de desahogarse, ¿con quién se iba a enojar sino? ¿Con Harry?, sería un idiota si se enojara con él por cosas que ni él tenía en claro.
Su garganta dolía, junto a su pecho, sentía como un nudo que lo asfixiaba sin pena alguna. Sus problemas eran una incógnita, y eso era lo mejor que podía suceder, porque a este punto de su vida ni él mismo conocía sus problemas.
Cuanto más pensaba, su pecho dolía aún más y sus ojos se llenaban de lágrimas, haciendo que un murmullo saliera de lo más profundo de su garganta.
"Mierda." dijo con ese tono serpentino que él amaba del pársel. El dolor se extendió a su cabeza y sintió que algo lo quemaba en la sien. Cerró sus ojos con fuerza y de un momento a otro, todo se silenció, incluyendo su respiración.
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Cuando Harry se levantó, esperaba encontrar todo en buenas condiciones. Bueno, eso no sucedió.
Tom estaba acostado boca abajo, con su abeza colgando y su cuerpo en la cama. Su mesa auxiliar estaba tirada y las mantas con agujeros y roturas. Las manos de Tom eran puños, lo que significaba que estaba realmente estresado o enojado.
Harry suspiró y se acercó tratando de no gritar de la frustración. Le tocó la cabeza y aquella frustración se transformó en preocupación y angustia.
Lo levantó con toda su fuerza y comenzó a cminar con Tom en sus brazos hasta la puerta. No pudo.
Luego de haber hecho cinco pasos, Tom cayó de sus brazos como un saco de papas y Harry soltó algunos insultos hacia sí mismo. Corrió a cambiarse y buscó y rebuscó hasta encontrar el hechizo que lo ayudaría:
"Wingardium Leviosa" dijo señalando a Tom.
Tom se elevó un metro arriba del suelo y Harry lo ocultó con su capa de invisibilidad. Así, se encaminó hacia la enfermería con el cuerpo de Tom volando por los aires y oculto por su capa.
... Sí, si alguien se enterase de esto, él iría preso. No todos los días uno podía hacer esto...
Cuando descubriese lo que había sucedido con Tom y este esté despierto, se reirá en su cara con tanta fuerza comparable a con la fuerza que usaría para pegarle por preocuparlo sin razón.
Al llegar a la enfemería, entró nervioso, lo acostó en una camilla y le sacó la capa. El Wingardium Leviosa dejó de afectar a su cuerpo y por lo tanto, a la consciencia de Harry, y este se dedicó a llamar a la enfermera con mucha preocupación.
Minutos después, Tom estaba siendo analizado y estudiado con mucha delicadeza y cuidado.
Madame Murphys se mostró bastante confundida, se acercó a Harry y este se preparó para ser sancionado.
"Evans, no creerás lo que te digo... Pero salvaste la vida de Riddle." dijo y Harry abrió sus ojos con sorpresa. Iba a preguntar, pero ella empezó a explicar la situación con rapidez. "Si no lo traías conmigo, probablemente tu querido amigo, estaría muerto por sobredosis de pociones." dijo y Harry suspiró.
"Muchas gracias, Madame Murphys." murmuró con lágrimas a punto de salir.
"No me agradezcas a mí, muchacho, agradécete a ti mismo. Fuiste su héroe." dijo y Harry asintió.
"¿Y cuánto tardará en recuperarse? ¿Qué debo hacer?" preguntó y ella sonrió.
"Si todo sigue bien, mañana en la tarde podrá irse." explicó. "Ahora mismo nada, Evans. Hay que esperar a que despierte, mientras tanto te recomiendo que vayas y desayunes algo." dijo y Harry asintió.
Harry salió y caminó hasta el comedor, allí no había nadie. Ni siquiera los profesores estaban allí, Harry no mostró importancia a esto y se sentó en su lugar, para empezar a comer algo de desayuno.
Su cabeza estaba en otra parte del castillo, en la Enfermería más específicamente.
Tom iba a enojarse mucho con él por eso, más de lo que ya lo estaba.
Tan preocupado por eso, Harry empezó a pensar que tal vez...
"No." dijo y se sorprendió a sí mismo.
No estuvo desacertado, Madame Murphys se lo dijo... Habría muerto si no lo llevaba, y Harry no permitiría que muriese ni ahora, ni nunca. Antes que eso, morirá él si es necesario.
Además, Tom era muy importante para él, era... Sí, muy importante y por eso Harry hará lo posible e imposible para cuidarlo y ayudarlo.
Luego de terminar el desayuno, se dirigió hasta su habitación y al llegar allí, se sorprendió enormemente.
Sus amigos estaban sentados en el sillón, hablando entre ellos y con una emoción increíble. Al verlo, saltaron del sillón corriendo hacia él, Harry se sintió enormemente reconfortado y con lágrimas en los ojos, no pudo dejarlos decir nada que soltó lo que le estaba ocurriendo a Tom.
"Siento el peso de la culpa en mi cabeza y mi espalda, chicos, no sé qué más hacer" dijo y suspiró. "si no lo hubiera llevado... Madame Murphys me dijo que habría pasado lo peor." murmuró y todos asintieron.
"Harry, quédate tranquilo. No se enojará, no sería lógico." murmuró Dione.
"Tom no suele ser lógico con sus sentimientos, pero jamás se enojaría por esto, menos contigo Harry, quédate tranquilo." dijo Atlas.
Abraxas asintió, dándole la razón a ambos. Harry suspiró y asintió.
"Estoy muy estresado, si les soy sincero." murmuró. "Necesito un descanso profundo..." dijo y bostezó.
"Vé a la cama, si sucede algo, nosotros nos encargaremos. Tom está en la Enfermería, mientras tú duermes, nosotroa nos quedamos con él. ¿Está bien?" dijo Dione y Harry sonrió.
"Gracias..." murmuró y los avrazó y corrió a su habitación a dormir.
"Tengo demasiadas preguntas, pero..." Abraxas interrumpió a Ferbus.
"No es tiempo de hacerlas, Ferbus. No aún." dijo Abraxas y los demás asintieron.
"Eso iba a decir." dijo Ferbus y salieron todos hacia la enfermería.