
Chapter 1
Capítulo 1: Invocación de la Oscuridad
~10 de octubre de 1979 ~Lugar desconocido~
En algún lugar remoto de inglaterra, escondidos de cualquier ojo curioso varios metros bajo tierra se encontraron un grupo de personas de apariencia siniestras vestidas por completo de negro con marcarás blancas cubriendo sus rostros, siendo iluminados únicamente por las velas.
Era un ambiente terrorífico e inquietante para cualquiera que se tope con ese lugar. Más por que nadie saldría de allí con vida.
Entre ellos se encontró un joven de 18 años que ocultaba perfectamente su miedo detrás de la máscara y sus ligeros temblores permanecían detrás de todo el grupo. Este joven era nada menos que Regulus Black quien temía por lo que hacían, él sabía que estaba haciendo algo malo, muy malo en muchos sentidos, una cosa que no debería de estar haciendo, ni siquiera hablarlo, todos sus instintos gritaban que corriera y no se involucró pero tenía órdenes de su Lord, debía de ayudar allí y lo que su señor ordenaba se hacía, por lo que había permanecía tratando de ignorar sus instintos de supervivencia en esos momentos...
Más tarde lamentaría haberlos ignorado.
La música inquietante y siniestra comenzó a sonar por lo que retrocedió un paso sin que los otros lo notarán pues estaban demasiado emocionados con lo que iban a hacer.
¡Invocar un ser de oscuridad! ¡Un demonio! ¡No es emocionante!
Emocionante, una mierda esperaba Regulus, el único con sentido común en el grupo que sabía que todo terminaría muy mal. Aún se preguntaba ¿por qué su Lord quería hacer esto? había escuchado de boca de su prima que su señor había encontrado libros que hablaban de un ser oscuro con el poder de borrar montañas enteras con un simple movimiento y que murió hace muchos años pero existía una forma de traerlo de vuelta.
Por que... Se preguntó... Bueno, ya había perdido la cuenta veces se preguntó porque se convirtió en un mortifago. «¡POR QUE OBEDECIÓ A SUS PADRE!» pensado aterrado
~porque eres demasiado cobarde para revelarles como Sirius~ le informo su conciencia.
Un extraño cántico lo presentó a la realidad y le recordó la situación en la que se encontró, mirando fijamente vio como mataban a un niño muggles, «Sangre de inocente» se grabó mientras se lamentó al mismo tiempo que trató de no mirar su cadáver, luego continuaron cantando mientras con magia dibujaban (utilizando la misma sangre) extrañas runas en el suelo... Regulus dio dos pasos más hacia tras solo para ver como las runas brillan de un morado oscuro casi negro, dio otro paso más por precaución solo para notar que tenía la espalda pegada a la pared, tragando horrible maldijo no estar del lado de la puerta al mismo tiempo que la habilitación comenzó a sacudirse con fuerza, las velas se apagaron siendo las runas que ahora arrojaban pequeños rayos lo que iluminaba la habitación.
Agarrando duro su varita quedó congelada en su lugar esperando lo peor y...
Fue mucho peor de lo que imaginaba...
Un grito, era de un niño pequeño, sonó en la habitación mientras ocurría una explosión.
Todos los que estaban cerca salieron volando mientras regulus se golpeó la cabeza contra la pared aunque no con tanta fuerza como para ser noqueado, luego hubo oscuridad, no del tipo cuando se apagan las luces, no una oscuridad tan intensa que asustaba e inquietaba, gritos seguido después, súplicas...
Temblando de miedo Regulus trato de usar Lumos solo para ver que no podía. Asustado hasta la médula, él escuchó todos los gritos de dolor que los otros soltaban antes de que todo permaneciera en un silencio inquietante, por un minuto, para que de repente las velas se encendieron y se iluminara el círculo runico solo para que el azabache mirada sin hablar lo que habia hay.
No era un ser siniestro como imagino...
sino una niña...
Un bebe de solo días quien dormía sobre el círculo. Una imagen surrealista con todos los cadáveres que tenía alrededor
Dudando, pero usando por primera vez en su vida toda su valentía, se acercó...
-¿Qué harás con ella... humano? - Dijo una voz siniestra que le hizo detenerse. Regulus miro de un lado a otro en busca de quien hablo pero no habia nadie.
-¿De-de qué hablas?-dijo antes de obligar a calmarse, pero su miedo le traiciona, podía sentir como sus manos temblaban.
-¿Que harás con la niña?- repitió la voz haciéndolo estremecer. Estaba tan cerca de su oido que casi podia sentirlos sobre su espalda.
-ustedes la trajeron...
-Ella es lo que querrían...
-Un ser tan poderoso que destruye montañas con un movimiento de manos...
- ¿Qué harás?... está en un estado vulnerable que puede ser manipulada y usada como se les antoje...- Regulus miró a la niña en todo momento mientras escuchaba la voz, se negaba a mirar atrás, sabía que lo que encontraría, sería demasiado siniestro para que él pudiera soportarlo.
-Se la daras a tu señor...-
-¡No!- Grito de inmediato. Con miedo corriendo por sus venas Regulus detalló a la niña, era pequeña, se veía muy delicada, con tez rosada como recién nacida, la pequeña capa de cabello sobre su cabeza se veía blanca pero él no podía decir si sus ojos le engañaban. Mientras la contemplaba no pudo estar de acuerdo con su exclamación espontánea.
El señor tenebroso no podía tenerla. Sin importar que, era demasiado peligroso para estar en las manos de El. Ella no podía caer en manos de alguien tan repulsivo como era el dueño de su vida.
-La matarás...-
El azabache se sobresaltó casi había olvidado la misteriosa voz pero se obligó a pensar, seria la mejor opción, más fácil, la niña claramente era peligrosa y estaba a un nivel superior que iba más allá de su imaginación pero... al verla allí. .. tan pacífica, tan angelical simplemente no pudo... no pudo tomar la vida de alguien más otra vez... no pudo.
-Cuidala-
Esas palabras cambiaron su vida en segundos.
~Callejón Diagon~
Miedo ...
Eso era lo que sentía Regulus Black por todo lo que estaba sucediendo, pero se obligó a ser fuerte, ella era la clave para es piar partes de sus pecados si la salvaba, si la ponía lo más lejos posible de las garras del señor tenebroso entonces habria hecho algo noble quizas quitara algunos pecados en su espalda. Sabía de sobra que no lo eliminaría todos...
Entró en el pequeño apartamento donde dormía (hasta que se casara) que le fue obtenido al cumplir la mayoría de edad, su único refugio donde no tenía que preocuparse por sus padres, por los Mortifagos, por los amigos, por su vida...
Dejó a la niña sobre su cama con delicadeza preocupada por el hecho de que desde que apareció en las runas no se había despertado ni movido, solo sabía que vivía porque su pecho subía y bajaba.
-Está en un estado de coma Mágico - Explicó la voz haciéndolo sobre saltar de miedo. Mirando alrededor noto de nuevo que estaba solo... No, las sombras en su habitación habían surgido recientemente, había más de lo usual y estas se movían...
-¿Quién eres? ¿Y qué tiene que ver con esta niña? ¿Por qué es una niña? Tu eres el demonio que invocamos ¿no? ¿Por qué es la niña?
-Mirajane - Le interrumpió la voz haciéndolo respirar y tratando de aclarar su mente mientras se dejaba caer en un viejo sillón.
- Esa Niña, como la llama es Mi señora.-
-¿Tu señora? es una niña- Ahora fue Regulus quien interrumpió.
-¡ES LA REINA DE LOS DEMONIOS!¡LA DIABLESA MIRAJANE STRAUSS!- El ojos grises se congelo, la forma en que la voz habló le recordaba inquietantemente a Keacher cuando se refería a su madre ante alguien que no la transportaba con el respeto que se merecía.
-¿Cómo es que una niña llegó a ser tu señora?-
- Solo es una niña en cuerpo, el ritual realizado presentó su alma del más allá y le dio un cuerpo a partir del niño inocente que mataron, vida por vida. Fue como si volviera a nacer pero su alma es tan vieja como el momento en que murió por eso está en coma... Su magia y Alma necesitan ajustarse al pequeño cuerpo que se le dio para no morir.-
El peli negro asimilo lo dicho, era una niña pero sin mente de niña... Tratando de disipar el dolor de cabeza naciente hubo de preguntar la otra cosa que lo tenía inquieto desde que dejó el sótano.
-¿Por qué no me mataste?-
La voz no respondió de inmediato pánico en el corazón de Regulus, ¿Había preguntado de más? ¿Cambiaron de opinión?
- Mi señora Odia los asesinatos, pese a la gran oscuridad con la que nace su corazón es uno de los más puro que existen, sin ser capaz de guardar el menor odio o rencor ni siquiera a la persona más cruel que existe... Sabe de sobra que nuestra naturaleza sedienta de sangre hace imposible el prohibirnos matar como ella se lo prohíbe a sí mismo por lo que nos seguramente "Jamás matar si no es rotundamente necesario" y Tu eras el único de los de ese lugar que no era necesario matar . - La frialdad y tranquilidad con la que fue dichas esas palabras le helo la sangre pero rápidamente lo desecho mientras pensaba en la información dada.
El ser oscuro y mortal, ¿era de corazón puro? Regulus no sabia si reir o gritar por la ironía de las cosas en su lugar miro a la oscuridad. Quizás no debería de preguntar, no quería que cambiara de opinión y lo matara pero había muchas preguntas a las que solo la voz podía responderlas.
-Ella, tu señora... ¿Estaría de acuerdo con los ideales de mi señor?-
- No, Jamás apoyaría a alguien como tu Lord. Primero moriría antes de estar de su lado-
Regulus se relajo, no tenía que preocuparse de si moría ella pasara del lado del señor tenebroso, solo debía de mantenerla lejos del, que nadie supiera que ella era de hecho un ser ancestral transmitido para generar desgracia.
En silenció medito acerca de que hacer ahora, no podía simplemente rebelarse al señor oscuro ahora, seria una sentencia de muerte y la niña terminaría en sus manos. Lo opuesto a lo que quería hacer.
Entonces una idea espontáneo, absurda apareció en su mente la cual no pensó demasiado. Mejor o cambiaría de opinión o se acobardaría.
Poniéndose de pie rápidamente volvió a tomar a la niña en sus brazos y casi corrió hacia la puerta, sólo para detenerse antes de salir.
-¿Puedo reclamarla como mi hija? la mantendrá alejada del señor tenebroso, no tanto como me gustaría pero mis manos están atadas- Explicó el pelinegro, no sabia si esa voz se parecía tanto a Kreacher quien no dudaría en hechizar a cualquiera que pusiera en peligro a su ama. Regulus no iba a correr riesgos.
-Si-
Teniendo la aprobación marchó rumbo a Gringotts. Tenía mucho que hacer y se le estaba acabando el tiempo solo esperaba estar haciendo lo correcto y no condenando al mundo.