
Bucky
Cuando descubrieron quién era el Soldado del Invierno, todo cambió.
—¡No! ¡No se va a quedar en la torre! —Natasha dijo en voz alta, cruzando con terquedad los brazos mientras miraba a su amigo.
Steve le había pedido a varios magos de MACUSA que lo ayudaran a encontrar a Bucky para traerlo de vuelta, y estaban discutiendo qué hacer una vez que lo encontraran. Steve estaba más que dispuesto a dejarlo quedarse en la torre, pero Natasha de inmediato protestó.
—¿Qué sugieres entonces? ¿Encarcelarlo? —Steve exigió saber.
—Tal vez. Al menos hasta que sepamos que es seguro que esté en público —respondió Natasha.
—Bucky no es el villano, Natasha. Es una víctima, como todos nosotros —Steve de inmediato protestó.
—Sí, pero ¿cómo sabemos que funcionará y volverá a ser Bucky? Recuerda, Rogers, que mi hija vive aquí. Si el Soldado del Invierno la lastima, haré que cualquier cosa que H.Y.D.R.A le haya hecho parezca un juego de niños —Natasha siseó.
—¿Me permiten? —uno de los magos habló.
Tanto la espía como el soldado lo miraron.
—Los sanadores de MACUSA ya han lidiado con el lavado de cerebro antes. Aunque nunca han tenido un caso tan serio como el del señor Barnes, estoy seguro de que podrán ayudarlo. No estoy diciendo que lo encierren como sugiere la señorita Romanoff, pero hasta que no sea tratado y diagnosticado, no sería una mala idea —dijo el mago.
Steve y Natasha intercambiaron una mirada y por fin acordaron mantener vigilado a Bucky hasta que se mejorara. Los magos lanzaron los encantamientos de localización y se aparecieron en su ubicación. En menos de una hora y media, Bucky estaba sentado en la sala común de la Torre Stark y Jade lo miraba desde atrás de su madre y padre, a pesar de que Natasha trataba de mantenerla lejos de la vista del soldado.
Le dijeron lo que habían decidido y Bucky accedió a intentarlo. Los sanadores mentales de inmediato inspeccionaron su mente y al fin encontraron que podían hacer para ayudarlo. Descubrieron que H.Y.D.R.A no le había borrado la memoria, sino ocultado detrás de un muro metafórico de dolor y sufrimiento. Con lentitud rompieron la pared ladrillo por ladrillo. Le habían advertido a Bucky que literalmente recordaría todo y él estuvo de acuerdo con eso. También encontraron algunas frases desencadenantes y las eliminaron.
Los tratamientos continuaron y, a medida que pasaban los meses, Bucky empezó a actuar más como su antiguo yo, y poco a poco se le dio más libertad ya que ahora era menos probable que atacara a alguien. Solía estar encerrado en su habitación con solo Steve, Bruce y los sanadores mentales como sus visitantes frecuentes, pero se le permitió estar en la sala común bajo supervisión.
Ahí fue donde oficialmente conoció a Jade, ya que la niña no dejaba de mirarlo y tanto Sirius como Natasha estaban fuera por unas horas.
—¿Por qué me miras tanto?
La voz de Bucky fue ruda y áspera, como la de su mamá cuando volvía de una larga misión y Jade supuso que él también volvía de una. Una larga, dolorosa y horrible misión.
—Tu brazo brilla —Jade dijo con inocencia.
—Es falso. Vete —Bucky murmuró.
Jade lo ignoró. Mamá y papá le habían dicho que nadie en la torre la lastimaría y el tío Steve y el tío Clint estaban ahí, por lo que estaba a salvo.
—¿Te dolió? —Jade preguntó.
—No lo sé. No lo recuerdo —Bucky susurró.
—¿Es eso bueno o malo? —Jade preguntó.
—No estoy seguro —Bucky respondió después de pensarlo por unos segundos.
Era malo que no pudiera recordarlo, pero a la vez bueno ya que así no reviviría el dolor de su brazo siendo cortado y reemplazado por uno de metal.
—Creo que es genial. ¿Crees que las otras personas que perdieron un brazo podrían tener uno como el tuyo y por fin poder vivir bien de nuevo? —Jade preguntó.
Todos en la habitación detuvieron lo que estaban haciendo al escucharla.
—No… lo sé, pequeña. H.Y.D.R.A se aseguró que fueran los únicos que supieran cómo hacerlo. Y no sé si Stark pueda recrearlo de alguna manera —Bucky respondió pensativo.
—Ya le he informado al señor Stark de la idea y está dispuesto a intentarlo, RoboCop —dijo J.A.R.V.I.S.
Clint y Steve se rieron de lo que la IA dijo, era claro que imitaba a su creador.
—¿Entonces los malos tienen cosas muy listas que pueden ayudar a las personas y las usan para hacer cosas malas? Eso es estúpido —comentó Jade y se cruzó de brazos.
Incluso Bucky se rio de eso.
—Sí, pequeña. Es muy estúpido, pero los malos no son por lo general muy inteligentes —respondió Bucky.
—Tienes toda la… razón, Jade —Clint comentó.
Cambió sus palabras a último minuto al ver como Steve lo miraba y al recordar que Natasha lo mataría si lo escuchaba maldecir en frente de su hija. Bucky fue al laboratorio con Steve, donde Tony hizo varios dibujos de su brazo y le dijo que volvieran después.
Al regresar a la sala de estar, de inmediato vieron a Clint y Jade jugando “Ve a pescar”. Jade invitó a Bucky y Steve, y después de explicarle el juego al exasesino y luego de algunas rondas, Bucky de inmediato entendió y trató de no romper las cartas con su super fuerza.
Así fue como los encontraron Natasha y Sirius cuando volvieron y la primera de inmediato atrapó a su hija cuando corrió hacia ellos.
—Hola, cariño —la saludó con cariño.
Sirius y Natasha la abrazaron con fuerza.
—¿Qué están haciendo? —el mago preguntó.
—Le estamos enseñando al tío Bucky a jugar “Ve a pescar”. Y está ganando, sin importar lo que diga el tío Clint —Jade respondió.
El silenció cayó.
Bucky miró a la niña cuando se dio cuenta de que lo llamó “tío”. Steve lo vio con preocupación, pero descubrió que le gustó y le dio una pequeña sonrisa.
—Qué bueno, cariño. Tu tío Clint es un mal perdedor —Natasha respondió con una sonrisa, decidiendo continuar.
Clint notó que los dos estaban muy bien vestidos.
—¿Van a ir a una misión encubierta? —preguntó.
Los ojos de Clint se abrieron al ver a Natasha LA Viuda Negra sonrojarse un poco en respuesta.
—No exactamente —respondió Natasha y miró a Sirius por un breve momento.
Clint frunció el ceño, pero Steve de inmediato entendió lo que estaba pasando y sonrió.
—Ya era hora de qué hicieran un movimiento. Tony ya estaba planeando encerrarlos en un closet —comentó Steve.
Tanto Natasha como Sirius se sonrojaron. Clint al fin entendió la situación… y se desmayó.
Una vez que se despertó, de inmediato demandó saber por qué rayos Sirius iría tras de su mejor amiga de todas las personas en el mundo.
—Te lo juro. Si le rompes el corazón, te pondré a dormir por un largo tiempo —lo amenazó.
Clint de nuevo cambió sus palabras por el bien de Jade, pero todos los adultos en la habitación entendieron lo que quería decir.
Clint recuerda con claridad que Sirius era un mujeriego como Tony cuando era joven. Sirius de inmediato se enderezó y prometió que no estaba jugando con Natasha.
—La conozco lo suficiente como para no cometer ese error. Prefiero vivir —comentó.
Clint le dio una sonrisa irónica.
—Procura que sea así —respondió antes de irse.
—¿Qué pasa? —una muy confusa Jade le preguntó a su madre.
—Bueno… Sirius y yo… tendremos una cita hoy —Natasha respondió lentamente.
—¿Como Pepper y el tío Tony? —su hija le preguntó.
Natasha asintió.
—¡Hurra! —Jade vitoreó, borrando cualquier duda que tuvieran sobre su mala reacción.
Sirius se rio y la levantó en sus brazos, feliz de que estuviera tan entusiasmada con su relación en ciernes. Mientras la llevaba a su habitación para pasar un rato juntos, se preguntó por un momento cómo estarían sus antiguos amigos en Inglaterra.