Empecemos desde cero

Harry Potter - J. K. Rowling The Walking Dead (Comics)
M/M
G
Empecemos desde cero
Summary
Un Harry Potter de 12 años descubre todos los engaños de Dumbledore, cómo lo enfrentará????
Note
Aquí va otro crossover de Harry Potter con The Walking Dead. Sí, lo se, otra, pero no sé porque tengo la cabeza llena con estas historias locas. Pensé hacer una sola, ya saben eliminar la anterior y reescribirla para hacerla una sola con esta, pero naaa, me encantan las dos ideas por separado. Así que espero que les guste.No será la tipica historia en la que desde los primeros capítulos se llega al apocalipsis zombi, más bien será ese tipo de historia de construcción lenta. No soy muy fan de los flash back. Los pondré si son necesarios, pero únicamente cuando los considere necesarios para darle un poquito más de emoción jajjjajaja.Descargo de Responsabilidad: No soy dueña de Harry Potter o The Walking Dead.Lo único mío es esta historia, aún así, si leen algo similar a otros fanfics es porque probablemente lo leí en ese fanfic o en algún otro y se me quedó en la mente, por lo cual lo estoy escribiendo. Pero no será deliberado, así que si desean dejarme un link a la historia que creen que estoy plaguiando no tengo ningún inconveniente.
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Capítulo 15

Durante 5 horribles días, Elektra no escuchó nada más que explosiones mientras observaba a través de la ventana, pero lo que la aterró fue los cuerpos claramente muertos que caminaban alrededor de la ciudad y que se estaban acercando poco a poco hacia donde ella estaba con los niños, podía observar el fuego extenderse a través de la ciudad, rogando porque las criaturas invisibles hubieran muerto y que los cuerpos que deambulaban también se quemaran y dejaran de venir hacia ella y los niños. Si no fuera porque estaba en una isla y ellos no tenían forma de acercarse ya les habría dado el veneno a los niños y bebido ella también.

Entonces empezó a escuchar algo que le heló los huesos, una risa de mujer, humana, pero era una risa histérica, casi como enloquecida e iba acompañada de la voz de dos hombres con ella.

  • Bella, tranquilízate ¿Quieres? -Le decía uno de los hombres.
  • Están locos -Decía la mujer sin dejar de reír-. Dicen que la loca soy yo, pero los locos son ellos ¿Pensaron que podrían vencer a los dementores con fuego y explosiones? ¿Y a quién se le ocurre inventar algo como esto? Son peor que los inferius.
  • Probablemente sean squibs -Dijo otro hombre-. No sabrían cómo más combatirlos y usaron lo que tenían a mano. Y no creo que hubieran sido ellos quienes crearon a los inferius, seguramente fueron los invasores.

Elektra observó por la ventana después de mirar que los bebés no lloraran, Jhonas estaba acurrucado en sus brazos y Moira estaba durmiendo en su cuna, demasiado acostumbrada a las explosiones para que le importen ahora, por lo que observó a las personas afuera, sin saber si sentirse aliviada o asustada al verlos quemar hasta las cenizas a los muertos vivientes con unos animales de fuego que salían de las varitas que llevaban en las manos.

Cuando no quedaba ninguno, escuchó a la mujer hablar nuevamente.

  • De todos modos -Dijo Bella más calmada ahora-. Necesitamos encontrar sobrevivientes y reconstruir este lugar. Esos sucios muggles están locos para crear este tipo de inferius.
  • Lo sé -Dijo el segundo hombre aterrado-. Estaban buscando a los dementores para eso seguramente, como si los dementores fueran criaturas que se puedan domesticar. Lo peor es que creo que las muestras de la biblioteca no eran las únicas, este no parece el tipo de lugar donde viva gente capaz de crear algo así.
  • Tienes razón en eso -Dijo el primer hombre-. Esta gente no eran científicos sino squibs. Tenían un laboratorio de pociones, biblioteca, invernaderos, pero nada más. Probablemente encontraron este lugar y les gustó. Y no los culpo, es hermoso y está lejos de los muggles.

Elektra no sabía qué pensar, la mujer estaba claramente loca, aunque por momentos parecía recobrar un poco de cordura. No sabía si era bueno o malo y no sabía qué hacer, hasta que la mujer la vio y sonrió enloquecida mientras “volaba” hacia la isla donde ella estaba con los niños, siendo imitada por los dos hombres.

  • Pero mira nada más qué tenemos aquí -Arrulló Bella mirando por la ventana-. Pero si es la niña más bonita que he visto en mi vida.
  • Bella, aléjate -Le dijo el primer hombre, mirando a Elektra, quien había retrocedido más dentro de la casa mientras ellos la miraban a través de la ventana-. Tranquila, niña, somos científicos mágicos, estamos aquí para ayudarles.
  • Mentira -Dijo Elektra, susurrando mientras buscaba el veneno en su bolsillo-. Ustedes causaron esto.
  • Baja eso, niña -Le dijo el segundo hombre sonando tranquilizador-. No queremos lastimarlos, hemos cerrado la puerta para que los dementores no pasen, y hemos eliminado a algunos de los muertos vivientes, pero estamos esperando a un grupo que vendrá a ayudarnos a limpiar la ciudad y reconstruirla.
  • ¿Dementores? -Dijo Elektra, confundida, pues ya había visto a los muertos.
  • Sí, Dementores -Dijo el primer hombre-. Esas criaturas que te quitan el alma se llaman Dementores.

Elektra estaba muy nerviosa, miró nuevamente a la mujer, pero ésta ya no la miraba a ella, sino a Jhonas en sus brazos, como si estuviera viendo la cosa más hermosa que hubiera sobre el planeta y alternativamente dirigía su mirada hacia Moira en la cuna.

  • Ella ¿Los lastimará? -Preguntó Elektra, indicando hacia Bella y haciendo que los hombres vieran que estaba observando a los niños.
  • No -Dijo el primer hombre-. Le gustan los niños. Nunca hemos podido tener hijos propios, así que le gustan mucho. Sufre de estrés postraumático a causa de la guerra y una enfermedad mental heredada, pero nunca lastimaría a un niño.
  • No me parece que una persona con una enfermedad mental pueda ser considerada segura -Dijo Elektra incrédula.
  • Supongo que no, pero te aseguro que mientras no la ataques ella no te atacará, y si lo haces, podría llegar a matarte incluso, pero no dañará a los niños -Le dijo el hombre, lo que extrañamente tranquilizó un poco a Elektra, pues en este punto, solo le interesaba el bienestar de los niños-. Soy Lord Rodolphus Lestrange -Se presentó en su lugar-, éste es mi hermano, Rabastán Lestrange y ella mi esposa, Lady Bellatrix Lestrange nee Black. Fuimos encarcelados por crímenes de guerra en ese castillo, pero tu no eres enemiga de nuestro líder, así que ni Bella ni nosotros te haremos daño.
  • ¿Cómo sabes que no soy enemiga de tu líder? -Le preguntó Elektra, sin saber si creerles o pensar que todos estaban locos, ya que no sabía de qué castillo estaban hablando.
  • Niña -Le dijo Rabastán-. Nuestros enemigos son aquellos que van en contra de la causa de nuestro líder. Tú y tu gente vivían en esta comunidad, aislados de los muggles, y tú no eres quien los traicionó y ayudó a que entraran a este lugar. Tal vez no puedan hacer magia, pero tampoco traicionaron sus costumbres ni a su gente. Créenos, no eres nuestra enemiga. Ahora eso tampoco importa, hemos encontrado en la biblioteca lo que esos científicos crearon y es monstruoso, mucho peor que cualquier cosa que hubiera creado nuestro líder. Ahora lo único que queremos hacer es reconstruir este lugar y encontrar una cura para esa enfermedad, porque tarde o temprano los muggles lo mejorarán y lo liberarán, ya sea accidental o intencionalmente. Cuando eso ocurra, no solo los muggles estarán en peligro, sino también nuestra gente.
  • ¿Y ese equipo que vendrá puede detenerlo? -Preguntó Elektra, preocupada.
  • Por supuesto -Dijo Rodolphus, aunque no sabía por qué estaba tan seguro, su mente se sentía muy neblinosa en algunos sentidos, pero mucho más clara en otros, había estado encerrado en esa prisión y de algún modo habían visto esa entrada y escaparon de los guardias, eso lo recordaba, pero cuando cruzaron la puerta sintió algo diferente y ahora sabía que un equipo vendría y ayudaría y que no sería un peligro para ellos-. Son los mejores, harán todo lo posible por ayudar.

Ninguno se había dado cuenta, pero Bella había caminado hasta la entrada de la cabaña y con un Alohomora la abrió y se acercó a la cuna de Moira, tomándola en sus brazos.

Elektra reaccionó cuando escuchó el arrullo de Bella a la bebé y quiso acercarse, pero se detuvo al ver que ella realmente no estaba tratando de lastimar a la niña y no sabía qué hacer con los otros, aun así, al ver a los muertos vivientes afuera, lo único que pudo hacer fue cerrar la puerta y asegurarla después de que entraran Rodolphus y Rabastán.

  • Que cosita más bonita -Arrulló Bella, sentándose en la mecedora sin preocuparse por el mundo-. Mira Rod, es preciosa, se parece a ti -Le dijo a Rodolphus, pero sin mirarlo, demasiado concentrada en mirar a la bebé.
  • Sí, es muy hermosa -Dijo Rodolphus mientras observaba a la bebé con ternura, pensando si Elektra les permitiría adoptar a los niños, se parecían mucho a ellos y Bella estaba feliz.
  • Ahora tenemos tres niños que cuidar, Bella -Le dijo Rabastán, asegurándose de apelar a su sentido familiar y posesivo para asegurarse de que Bella no lastimara ni a la chica ni a los bebés-. Ahora tenemos una familia y pronto llegarán más personas para agrandar la familia.
  • Sí -Dijo Bella, ampliando la sonrisa-. Una gran familia. Nuestro Maestro también vendrá, por fin tendremos una verdadera familia, lejos de esos sucios muggles, sangres sucias y traidores a la sangre.

Elektra volvió a sentir un escalofrío al ver a esta mujer claramente desquiciada con Moira en brazos, pero no se atrevió tratar de quitársela.

  • No te preocupes -Le dijo Rabastán tranquilizador-. Eres una niña, tal vez más grande que ellos, pero sigues siendo una niña. Solo llámala tía Bella y todo estará bien.
  • ¿Cómo lo sabe? -Le preguntó Elektra sin poder dejar de preocuparse.
  • Ya te lo dije, ama a los niños y le gusta tener familia -Le dijo Rabastán-. Por el único que podría llegar a enloquecer es por una orden de nuestro líder, pero él tampoco lastima niños.

Rabastán no sabía por qué, pero sintió que estaba mintiendo en esto, aunque en su mente recordaba a su líder y sabía que él nunca lastimaba niños, por lo que dejó a un lado este pensamiento.

Elektra se había tranquilizado cuando descubrió que Rodolphus y Rabastán tenían razón, Bella adoraba a los niños e incluso había dejado de prestarle atención a los muertos vivientes en favor de cuidar de Moira y Jhonas, especialmente porque Jhonas era incansable y no la dejaba tranquila ni un segundo y aprendía lo que sea que ella le enseñara. Además, Bella realmente era una Lady, pensó Elektra, pues aparte de cuidar de los niños se había asegurado que ella aprendiera modales y a caminar correctamente, asegurándole que se aseguraría que aprendiera a comportarse como una verdadera Lady.

  • Eres una dama -Le había dicho Bellatrix, mirándola de arriba hacia abajo-. Podemos tener nuestras aficiones, pero la clase no la podemos perder, eso sería una completa vergüenza para nosotros y nuestra familia. Te tienes que ver como una dama incluso si estás totalmente ebria, ¿Entiendes? Hasta la traidora de mi hermana Andy sabía eso. Se casó con un sangre sucia pero nunca perdió su clase -Añadió con un aire de orgullo en su voz a pesar del claro insulto a su hermana y el esposo de ésta.
  • Sí, tía Bella -Le había hecho Elektra con resignación.
  • Muy bien, cuando conozcas a mi hermana Cissa, te sorprenderás, ella es una Lady de pies a cabeza y no puedes quedar en vergüenza, así que anda, camina como te indiqué -Le dijo Bella haciendo señas con su mano de que empezara.

Elektra había suspirado con resignación, enderezó la postura, alineó los hombros, y empezó a caminar con el libro sobre su cabeza, una y otra vez mientras Bella acariciaba a Moira y Jhonas aprendía algunas lecciones con Rodolphus y Rabastán, pero él sí se divertía, pues le gustaba imitarlos.

Ellos se quedaron con Elektra dos días más hasta que algo diferente ocurrió.

Las bombas seguían sonando en lugares aleatorios, y Elektra sabía que esa mañana habían explotado la últimas que habían colocado sus líderes, por lo que ahora era seguro salir y empezar eliminar a todos los muertos vivientes y a reconstruir la ciudad, pero por la tarde se escucharon explosiones en los pasadizos de la ciudad. Lo sabían porque para asegurarse que los muertos no salieran ni contaminaran el agua, habían colocado alarmas y trampas tanto en los pasadizos como en la ciudad, de modo que apenas pasaran por donde estaban las alarmas ellos lo sabrían y se activarían unas jaulas que encerrarían a los muertos vivientes, pero ahora estaban escuchando múltiples explosiones en los pasadizos, lo que no debería estar pasando.

Elektra se asustó, pero Rodolphus la tranquilizó mientras esbozaba una sonrisa emocionada y un tanto desquiciada.

  • Llegaron -Le dijo Rodolphus a Elektra, mientras ésta veía a Bella y Rabastán también sonreír de la misma manera que Rodolphus.
  • ¿Quiénes? -Preguntó Elektra, olvidándose del equipo que se supone que estaban esperando.
  • Nuestro equipo -Dijo Rabastán, tomando a Jhonas en brazos mientras Bella tomaba a Moira y empujaban a Elektra suavemente hacia la puerta-. Vamos, tenemos que ir a buscarlos, están encima de las entradas a la ciudad, por lo que seguramente serán vistos por los muggles.

Rodolphus tomó su bolso y caminó al lado de su familia, no recordaba de dónde lo había sacado, pero cuando lo revisó estaban todos sus documentos de identidad, por lo que sabía que era de ellos.

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