
Capítulo 8
CAPÍTULO 8
El día en la comunidad mágica inició bastante movido y muchas nubes negras en la cabeza de casi toda la comunidad mágica, ya que anoche todos los alumnos de Hogwarts habían escrito cartas a sus casas y todas las personas que tenían un hijo en Hogwarts, tuvieron que levantarse de sus camas bien entrada la madrugada por culpa de las malhumoradas lechuzas que no habían podido salir a cazar por venir a entregar cartas y todavía tenían que estar listas para recoger sus paquetes correspondientes y entregarlos durante el desayuno. Así que sí, estaban muy molestas por lo que más de una persona terminó con picotazos y arañazos hasta que las liberaron de las cartas y salieron volando por las ventanas para ir a comer algo antes del amanecer.
De todo este grupo de personas, los más molestos eran los Lores porque al ser los hombres de la casa les tocaba recibir la correspondencia y las Ladies que o eran viudas o lo serían pronto (Lady Zabine). Jamás habían sido tan ultrajados por sus lechuzas, ellos educaban a sus lechuzas para humillar y fulminar a sus enemigos o a los que les caían mal, no para que usaran esas enseñanzas en ellos. Y así iban refunfuñando y maldiciendo a sus lechuzas mientras pensaban en formas ingeniosas de hacerles pagar por su audacia hasta que abrieron las cartas y empezaron a leer el contenido.
En ese momento Dumbledore, sin proponérselo, logró lo que generaciones de jóvenes progresistas no había logrado. Demostrarle a la comunidad mágica que todos eran iguales y que si se lo proponían podían luchar por un objetivo común en pos del bienestar de sus hijos y el mejoramiento de la comunidad mágica. Porque en el momento que cada uno de esos padres terminó de leer sus cartas el único pensamiento que tenían en mente era “destruir a Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore”.
Incluso si ninguno de dichos padres estaba consciente, todos habían encontrado un enemigo común, y como dice el dicho “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”. La única pregunta era si esa amistad desconocida ayudaría a mejorar a la comunidad mágica o la terminaría de destruir de una vez por todas.
Y así, sin saber de las reacciones de sus compañeros en desgracia todos empezaron a llamar a cualquier persona que conocieran en la comunidad mágica, y en el caso de los padres muggles (como no tenían a quién llamar) se vistieron rápidamente (y luego de sacarle varias copias a las cartas enviadas por sus hijos y guardar en un lugar seguro las originales) tomaron el primer transporte que pudieron encontrar y se dirigieron al Ministerio de Magia en Londres para levantar una denuncia contra ese director. Algunos en taxi (los que estaban más cerca) otros en tren, e incluso algunos en avión, pero desde las 2 o 3 de la madrugada hasta las 8 de la mañana que era la hora en que llegaba el personal, el Atrio estaba lleno de padres bastante cabreados, los muggles por el cansancio del viaje, los magos por los picotazos de sus lechuzas y todos por el contenido de las cartas.
Esta vez los padres mágicos no se habían conformado con enviar vociferados (Lo hicieron, pero luego pensaron que no era suficiente para demostrar su punto) sino que se habían presentado en el Atrio del Ministerio dispuestos presentar sus denuncias en el departamento de Aurores para que Dumbledore sea expulsado de todos sus cargos y de preferencia enviado a Azkabán por todas las muertes que había causado.
Como sabían que el Ministerio abría a las 8 llegaron a las 7:30 y se quedaron bastante sorprendidos con la vista del Atrio que los recibió.
Habían muchas personas vestidas con ropa muggle, tenían unas pancartas exigiendo la expulsión de Hogwarts, estaban aglomerados en la mitad del Atrio y a lo largo de todo el camino hasta los ascensores. O al menos eso parecía, porque la multitud era enorme. Al parecer el Atrio tuvo que ampliarse mágicamente para recibir a tanta gente.
Mientras que en sus pechos se veía una placa con la consigna “Visitante departamento de Aurores”, ya que habían venido a levantar demandas contra Dumbledore, en el de los muggles se leía “Activistas bloqueadores”, se podía ver que tenían varias cosas con ellos, en una esquina apilados unos junto a otros se podían ver pequeñas maletas de viaje, y junto a cada uno de las personas en cualquier espacio disponible habían canastas de verduras y huevos podridos, además en sus manos todos tenían pancartas de “Despidan a Dumbledore”, “Cárcel para el asesino”, “Cárcel para el maltratador de niños”. Todos estaban sentados esperando y mientras se podía ver a las mujeres distrayéndose limándose las uñas, todos parecían muy tranquilos, sin embargo, en cuestión de segundos desde que llegaron hasta que ellos se percataron del sonido que hacían las chimeneas todo esto que habían podido captar en apenas unos segundos, cambió, porque en lugar de las personas esperando tranquilamente, los que levantaron la mirada eran unas criaturas que no parecían humanas, los ojos antes tranquilos parecieron llenarse de sangre en un instante y todos se pusieron de pie y empezaron a gritar las frases que se podían leer en sus pancartas mientras les bloqueaban el camino hacia los ascensores.
El inocente grupo de padres mágicos quedó completamente impactado, jamás se habían encontrado con algo así, todos gritaban y sus ojos y rostros eran feroces, como si fueran a saltar sobre ellos si se acercaban demasiado, sin embargo, un minuto después en que un grupo gritaba y vociferaba y el otro sólo se quedaba atónito observando, alguien del grupo de “activistas bloqueadores” observó sus placas y le gritó al grupo:
- Alto, alto, no son trabajadores, son visitantes -Entonces todos se calmaron una vez más y volvieron a sentarse y esperar-. Lo siento, hoy no habrá trabajo, si desean visitar el ministerio regresen otro día, estamos bloqueando en protesta y no nos moveremos hasta que se cumplan nuestras exigencias -Les explicó la chica.
- ¿Bloqueo? -Preguntó desconcertado uno de los magos-. ¿Qué es eso? Además, tenemos que presentar denuncias para que expulsen a Dumbledore.
- ¿Ustedes también quieren que expulsen a Dumbledore? ¿Son padres de alumnos o personas interesadas? -Les preguntó la chica.
- Padres -Dijeron en conjunto, con algunos “interesados” por aquí y por allá.
- Ahhh bueno, entonces déjenme decirles que sus denuncias no funcionarán. No, hay que hacer presión, las denuncias se archivan y pasan al siguiente caso. Las cartas o vociferados como los llaman ustedes se desvían con hechizos. Entonces nos quedaremos aquí y no los dejaremos trabajar hasta que acepten nuestras demandas.
- Pero, si bloquean ¿Cómo se supone que van a procesar el despido de Dumbledore? -Preguntó una madre de piel oscura desconcertada.
- Para eso está el “cuarto intermedio” -Dijo la chica como si nada-. Si aceptan nuestras peticiones podemos darles paso por unas horas o un día para que procesen todo lo que necesiten, y si luego de ese tiempo todavía no tenemos resultados volvemos a bloquear -Dijo la chica con un encogimiento de hombros.
- ¿No es eso demasiado? -Preguntó un padre de ascendencia asiática.
- ¿Demasiado? -Dijo un hombre mayor de aspecto humilde-. Nada es demasiado. Mi pobre hijo estaba tan emocionado con asistir a esa escuela, soy un simple lechero, jamás creí que uno de mis hijos podría asistir a un colegio tan importante para niños de clase alta en una comunidad mágica. Pero ayer mi pequeño escribió llorando, mire -Le dijo alcanzando la carta, parecía ser una copia, pero se podían ver manchas oscuras en forma circular-. El pobre está asustado, ya no quiere regresar a estudiar el año que viene, no quiere que su hermanito menor venga y nos pidió que le permitamos llevar a su amiguito Harry a casa para alejarlo de ese director -Dijo el padre muy enojado.
- Sí -Dijo una mujer parada a su lado-. Podemos no tener mucho dinero, pero si tenemos que recibir al niño Potter para salvarlo de ese asesino, lo haremos. No queremos que nuestros niños estudien con un asesino como director.
- Así es -Decían otros padres atrás.
- ¿Alguna vez les sirve para algo sus denuncias y cartas? -Les preguntó otro padre, éste parecía mejor vestido-. Nuestra hija es la mejor amiga del niño Potter, y nunca nos había contado nada de lo que pasa en esa escuela por miedo a que la saquemos, pero nos contaba algunas cosas, como que si algo no les gusta suelen enviar cartas para quejarse, pero mi Hermione dijo que hay un hechizo para redirigir el correo malicioso. Entonces probablemente ni siquiera lean sus cartas. Y las denuncias las archivan si sus superiores se los ordenan. Soy dentista, pero si hay que bloquear por el futuro de mi hija, lo haré. Estaba completamente aterrado ayer cuando nos llegó la carta de nuestra hija y nos contaba todo lo ocurrido, así que no arriesgaré ni su vida ni su futuro. Si se niegan a encarcelar a Dumbledore tomaré a mi Hermione y a su amigo y nos iremos.
- No pueden llevarse a Harry Potter -Dijo otro padre-. Él vive con su familia muggle.
- Esa familia es abusiva -Dijo la que parecía ser esposa del dentista-. Mi niña nos contaba lo que esa familia le hacía a si amigo. En nuestro mundo es difícil detectar los casos de abuso infantil, pero cuando se detecta por lo menos se investiga y se hace todo lo posible para mejorar el estado del niño. Es una vergüenza que el mundo mágico con tan pocas personas y tantos métodos para verificar el bienestar de un niño, nadie se haya tomado la molesta de visitarlo para ver si estaba bien.
- Dumbledore dijo que él llevaba una buena vida -Dijo alguien en medio del grupo.
- ¿Y qué? ¿Sólo porque lo dijo deben confiar? Las personas mienten, ahora estamos viéndolo -Dijo otra mujer que continuaba limándose las uñas.
Entonces un ruido como de alas se escuchó en el aire y las lechuzas dejaron caer periódicos sobre el grupo de magos, que parecían haber olvidado que les entregarían el periódico.
Entonces uno de los del lado muggle levantó uno y vio lo que estaba en el periódico, por lo que gritó.
- ¿Ves? Mira, ya está incluso en los periódicos. Toma, has esas cosas que haces con tu varita y copien pancartas para que puedan bloquear con nosotros, está bien que no sepan cómo, les vamos a enseñar -Les dijo, y los magos estaban tan perdidos que simplemente obedecieron.
- ¿Y cómo se hace? -Preguntó alguien más atrás, al mirarla vieron a una hermosa mujer rubia de tes clara y muy bien vestida-. Los Malfoy no hacemos esas cosas -Dijo con un tono de altivez.
Los activistas no se vieron afectados por el tono, al contario. Una muggle que se veía bastante joven dijo:
- No se preocupe señora Malfoy, yo le enseño, mire, es muy simple. Agarra una de estas pancartas, y cuando vea a los trabajadores del Ministerio recuerda todo lo que su hijo le escribió, todos los peligros en los que pusieron a su hijo, y entonces les grita y exige que despidan a Dumbledore y que lo envíen a la cárcel. Tiene unas uñas hermosas, límelas. Lo demás le saldrá natural. Ya verá, sólo piense en proteger a su hijo y listo.
Narcissa no estaba muy segura, pero había tanta gente diciéndoles lo mismo a los otros padres mágicos que no pudo negarse.
Es así que a las 8 los padres que ya habían leído el periódico, incluida la transcripción de la conversación con los retratos, incluso la muy noble Narcissa Malfoy estaba echando espuma por la boca y la idea de poner una denuncia contra Dumbledore había salido por la ventana, ella quería sangre.
Fue esta imagen la que se encontraron los funcionarios del Ministerio, y retrocedieron unos cuantos pasos apenas pudieron procesarla, parecían un grupo de Inferius listos para atacar, pero no pudieron pensar mucho porque en un instante se escucharon gritos exigiendo expulsar y encarcelar a Dumbledore, seguridad para sus hijos. Todos parecían sincronizados.
Los Aurores intentaron abrirse paso, pero los padres se abalanzaron sobre ellos y tuvieron que retroceder rápidamente, porque los magos lo atacaron con sus varitas y los muggles con verduras y huevos podridos, e incluso podrían jugar que algunas brujas los habían arañado.
Entonces llegó el Ministro con su túnica verde lima y ridículo sombrero e intentó apaciguar a la multitud con sus palabras vacías, lo que causó que termine con otra andanada de golpes y arañazos que lo hicieron escapar con su grupo de Aurores directo a San Mungo, cuando llegó su impecable túnica estaba completamente sucia y un tanto desgarrada, se podía sentir un intenso olor a huevo podrido, tenía la cara llena de arañazos, el ojo derecho amoratado, y cojeaba un poco de la pierna izquierda. Pero lo que más preocupó a los Sanadores fue el estado de shock absoluto del Ministro.
Aunque los Aurores no estaban en un mejor estado, uno de ellos podría haber jurado que la mujer que le había arañado la cara era Narcissa Malfoy, la mujer que era conocida como fría e imperturbable, cuando la vio parecía echar espuma por la boca, y cuando le dijo que regresara a su casa y los dejara trabajar ella le dio una bofetada gritando “Seguridad para nuestros hijos” “Cárcel a Dumbledore” y luego de unos segundos sintió una quemazón entre la barbilla y el cuello, y cuando puso su mano en esa parte pudo sentir algo húmedo que ahora al mirarlo se dio cuenta que era sangre. Juró jamás meterse con Malfoy jr., no quería volver a enfrentarse a una mujer como esta. Sintió un escalofrío recorrerle la espalda sólo de pensarlo.
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Los Lores que pertenecían a la justa de padres de Hogwarts se presentaron temprano en la mañana en Hogwarts dispuestos a revisar hasta el último rincón del colegio para comprobar que todo lo que sus hijos habían escrito era verdad y obtener la mayor cantidad posible de pruebas en contra de Dumbledore.
El único que estaba en la dulce ignorancia por el momento era Dumbledore, ya que había sido convocado por la ICV a Italia por un problema bastante grave con el clan de los Vampiros, ¿Qué tan pronto se iba a enterar? Quién sabe, porque en este momento todos los miembros de la ICW ya habían sido avisados de lo que estaba ocurriendo en Gran Bretaña por sus amigos, y como sabían que mientras más tardara Dumbledore en aparecer peor sería para él porque no podría hacer control de daños, decidieron mantenerlo en la ignorancia. Los vampiros que también se habían enterado de lo sucedido llegaron a un acuerdo silencioso con los del ICW y mantuvieron ocupado a Dumbledore toda la madrugada, desviando su correo y llenándolo de problemas para que no pudiera pensar en nada más. Después de todo, los vampiros saben que Dumbledore es el que ha impulsado todas las leyes en contra de las criaturas oscuras. Sin Dumbledore, podrán llegar a acuerdos más satisfactorios para ambos lados.
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Los alumnos que no habían podido dormir nada en toda la noche por buscar a Harry estaban cayéndose de sueño, pero no quisieron ir a dormir porque no habían encontrado a Harry y estaban muertos de hambre, así que en silencio regresaron a sus habitaciones y luego de bañarse y cambiarse de ropa bajaron al Gran Comedor donde todos se pusieron a comer inmediatamente.
Sin saber que, en ese momento, mientras ellos estaban desayunando, Harry Potter estaba saliendo de Hogwarts para no volver jamás. Si lo volverían a ver alguna vez estaba por verse.
Luna Lovegood, tan tranquila y silenciosa como siempre, también recogió sus cosas y se dirigió a la oficina de Dumbledore, la cual ahora se encontraba vacía, y usando la chimenea se marchó hacia su casa para encontrarse con su padre y arreglar todo lo necesario para encontrarse con Harry en Gringotts.
Mientras todos comían en el Gran Comedor escucharon el aleteo de las lechuzas sobre sus cabezas, y esperaron que las lechuzas aterrizaran para recoger sus papeles, pero en lugar de eso, lo que los recibió fue una lluvia de paquetes y periódicos que cayeron sobre ellos sin ninguna contemplación.
Aturdidos, profesores y alumnos por igual lo único que pudieron hacer fue recoger sus paquetes y/o periódicos y tratar de arreglar un poco el desastre causado por la caída de la correspondencia. Una vez que lograron acomodar todo, tomaron sus periódicos y los abrieron, quedaron sorprendidos por lo que estaba escrito en primera plana.
Las mentiras y traiciones de Albus Dumbledore
Los antiguos Directores rompen el silencio
Queridos lectores, el día de ayer me presenté en el Colegio Hogwarts y Magia y Hechicería para averiguar cuánta verdad había en unos rumores bastante preocupantes que había escuchado sobre alumnos petrificados, sin embargo, en un giro impactante de los eventos, esta reportera se encontró con algo mucho más oscuro relacionado con el Director Albus Dumbledore.
Resulta queridos lectores, que al parecer a inicios de esta gestión escolar, ocurrió un incidente en que la gata del celador del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, Argus Filch, apareció repentinamente petrificada bajo un letrero escrito con letras de lo que aparentemente era sangre, con el lema “La Cámara de los Secretos ha sido abierta. Enemigos del heredero, Temed”.
En dicho pasillo se encontró Harry Potter, Hermione y Ron Weasley, mejor conocidos en el colegio como “El Trío de Oro”. A raíz de este incidente empezaron a circular rumores insinuando que Harry Potter podría ser el heredero de Slytherin, y por ende, el causante del estado petrificado de la mascota del celador.
Entonces ocurrió un incidente durante un club de duelo que se organizó en el Gran Salón de Hogwarts, donde un alumno aparentemente convocó una serpiente, y aquí es donde se empezaron a escuchar dos versiones del mismo hecho. El señor Potter habló en pársel, sí señores, pársel, el idioma de las serpientes. Los amigos del señor Potter, y el mismo señor Potter, intentaron explicar que la serpiente estaba a punto de morder al alumno Justin Finch-Fletchley, y que el señor Potter le pidió que se detuviera, siendo desvanecida inmediatamente por el Profesor Snape (Maestro de Pociones), sin embargo, la segunda versión y en la que creían la mayoría de los alumnos, era que el señor Potter le ordenó a la serpiente atacar al joven Finch-Fletchley.
Esto no habría sido un problema, si no fuera porque ningún profesor de esta institución hizo nada para desvanecer los rumores, o para tratar de ayudar al señor Potter con esta situación, lo que dio lugar a que el señor Potter fuera atacado en todo momento por hechizos punzantes, como una forma de venganza por parte de los alumnos por lo que ellos consideraban un ataque a un compañero nacido muggle.
El siguiente problema ocurrió ayer por la mañana, cuando el señor Potter estaba buscando al señor Finch-Fletchley para explicarle lo sucedido en el club de duelo, sin embargo, en lugar de encontrar a dicho compañero, lo que encontró fue a otro grupo de compañeros ofendiéndolo y acusándolo de odiar a los muggles ya que odiaba a sus parientes muggles. Momento en el cual el señor Potter les dijo: “No es posible vivir con los Dursley sin odiarlos. Me gustaría que lo intentaras” y luego se alejó de dichos alumnos.
La pregunta aquí, queridos lectores, es… ¿Qué clase de vida ha llevado nuestro héroe, que considera imposible vivir con sus familiares sin odiarlos? Les prometo que esta pregunta la investigaré y les daré un informe detallada más adelante.
Continuando con los fatídicos eventos del día de ayer, resulta que después de abandonar la biblioteca, el joven Potter fue encontrado en un pasillo junto con los cuerpos petrificados de Justin Finch-Fletchley y el fantasma de Gryffindor Nick-Casi-Decapitado.
Inmediatamente todos acusaron al señor Potter, y sin siquiera preguntar qué había sucedido, la Profesora McGonagall (Profesora de Transformaciones) procedió a llevar al señor Potter a la oficina del Director Albus Dumbledore, y lo dejó ahí para que esperara al Director, ya que el director no se encontraba en la oficina en ese momento.
Ahora, aquí empieza el misterio, mis queridos lectores, y es que nadie sabe qué pasó exactamente con el señor Potter desde ese momento hasta la hora de la cena, cuando la señorita Hermione Granger, preocupada por la ausencia de su amigo, fue hasta la oficina del Director para ver qué estaba pasando, pero no solo no encontró al señor Potter ni al Director, sino que en su lugar, encontró una carta citando al Director a una reunión de la ICW con urgencia y aparentemente tardaría varios días en regresar, pero el Director no había informado de esto a ninguno de los miembros del plantel docente.
Es así que la señorita Granger, preocupada, acudió a la Sub-Directora McGonagall para solicitar ayuda para encontrar a su amigo, encontrándose con respuestas condescendientes de que seguramente el señor Potter estaba haciendo su tarea o deambulando por el castillo.
Al final le informó a la Señorita Granger que el señor Potter había abandonado la oficina poco después de que ella lo dejó ahí, debido a que el Director no había llegado a la oficina. Sin embargo, otra alumna, Ginebra Weasley, aseguró haber visto al señor Potter salir de la oficina del Director bastante consternado un poco antes de iniciar las clases de la tarde.
Al ver esta irregularidad, finalmente la profesora McGonagall se preocupó por el paradero del señor Potter y decidió ir a la oficina del Director para interrogar a los retratos de los antiguos Directores.
Sin embargo, lo que obtuvo, lo que todos obtuvieron, fue mucho más impactante de lo que esperaban, ante una clara falta de respecto de la Sub-Directora McGonagall, Phineas Nigellus Black, ex director de Hogwarts empezó a gritar que los retratos sólo le debían respeto a Hogwarts, no a los directores, tachó a Albus Dumbledore de estúpido, incompetente y manipulador, y luego procedió a revelar secretos del director, que al parecer, habían sido hechizados para no revelar, y ese día, al verse por fin libres de tales hechizos aprovecharon para gritarlo a todos aquellos que quisieran oír. Todo esto apoyado por todos los antiguos directores. (Para ver transcripción completa de la conversación y las revelaciones ir a la página 5 a 10). Entre estas revelaciones, estaba que el director Dumbledore había sido amante de Guellert Grindelwald y que juntos habían planeado gobernar a los muggles en nombre del bien mayor, que debido a un accidente confuso en el que había fallecido la hermana de Albus Dumbledore, Arianna Dumbledore, Albus Dumbledore se había alejado de Grindelwald, pues no sabía cuál de los dos había sido el verdadero asesino de la niña. También reveló los tortuosos planes que había orquestado sobre Tom Marvolo Riddle, un niño que sin querer se había ganado el odio del director antes incluso de ingresar a Hogwarts, y que por instigaciones de Dumbledore, se había convertido en el que ahora conocemos como El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado, según los directores, eso lo hizo para poder obtener una vez más la gloria de vencer a un mago oscuro, pero que se le salió de las manos, cuando no pudo vencer a Ya-Saben-Quién a pesar de intentarlo en repetidas ocasiones.
También revelaron que en su busca por obtener a alguien capaz de vencer al Lord Oscuro que él mismo había creado, no solo reclutó a los hijos de numerosas familias prominentes sino que también instigó a muchos a unirse al lado oscuro, para que posteriormente le pudieran servir como espías. Otra de las revelaciones fue cómo había hechizado y tal vez incluso drogado a los jóvenes James Potter y Lily Evans para que se casaran, incluso cuando no estaban enamorados el uno del otro, sólo para que dieran a luz a un niño mestizo mágicamente poderoso, ya que según investigaciones que había hecho, los magos mestizos, eran de hecho más poderosos. Dando así origen al que ahora es nuestro héroe, Harry Potter.
Pero lo más espeluznante de todo, señores, es la última declaración que hicieron los antiguos directores. Dijeron Harry Potter se había marchado, no sabían a donde, y que lo había hecho porque había descubierto todo lo anteriormente mencionado, junto con el hecho de que la enfermedad que parecen los esposos Longbottom había sido culpa de Dumbledore y más preocupante aun, había descubierto que sus padres habían muerto porque Dumbledore había escrito en piedra sus fechas de muerte, y que de la misma manera, había escrito en piedra la fecha de muerte de nuestro héroe Harry Potter.
Luego de esto, mis queridos lectores, todos y cada uno de los directores abandonaron sus cuadros y hasta ahora no se los ha vuelto a ver. Pregunté a varios retratos en el Ministerio de Magia, y me han informado que los directores han decidido no regresar a sus cuadros en Hogwarts hasta que Dumbledore sea destituido del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, pues temen que, si regresan y Dumbledore todavía está ahí, podrían ser quemados.
Y así mis queridos lectores termino este artículo, prometiéndoles que averiguaré tanto como pueda sobre estos turbios asuntos, y les traeré la verdad de los acontecimientos.
Rita Sketter
Este artículo confundió bastante a los presentes, porque no recordaban haber visto a Sketter, pero puesto que ya sabían toda esta información, sólo suspiraron y continuaron con su desayuno.
Sin embargo, para el resto de la comunidad mágica fue un shock total, especialmente cuando fueron a la página 5 y se encontraron palabra por palabra lo que se había dicho en la oficina del Director Dumbledore en Hogwarts.
Todas aquellas personas que habían perdido familiares en la guerra contra Grindelwald y luego con Voldemort sintieron deseos desde lo profundo de su alma de exterminar a Albus Dumbledore de la faz de la tierra por el dolor que les había causado. Y otros no sabían qué creer, no sabía si este artículo era verdadero o no, por lo que todavía estaban escépticos.
Aunque afortunadamente los que creyeron en el artículo eran la mayoría, al menos por ahora, y esto incrementó el número de personas enviando vociferadores y yendo al atrio del Ministerio para protestar.
Después de un momento de comer en relativa paz, debido al cansancio y la depresión por no haber encontrado a Harry las enormes puertas de roble se abrieron de golpe sobresaltando a todos y entraron los gobernadores de Hogwarts liderados por Lucius Malfoy, todos lucían ojerosos, molestos y llenos de picotazos de lechuzas en orejas y dedos.
Esta imagen de los normalmente impecables Sangre Pura dejó a todos impactados, ya que jamás habían visto a estas personas tan desaliñadas, y por primera vez se dieron cuenta que también eran seres humanos y no las personas intocables que les gustaba aparentar.
- Buenos días Sub-Directora McGonagall -Dijo Lucius en cuanto estuvieron frente a la mesa de profesores-. Estoy aquí para hacer una revisión exhaustiva de esta escuela y los alrededores, empezando por la Enfermería. Espero por su bien y de todo el plantel educativo, que los rumores de estudiantes petrificados, no sea cierto, porque de lo contrario se enfrentarán a una demanda por negligencia en el cumplimiento de sus deberes como docentes al garantizar tanto la educación como el bienestar físico y mental de sus estudiantes.
Ante las palabras de Lucius, todos los profesores se asustaron, porque no entendían a qué se referían, ¿Por qué deberían ser demandados?
Minerva McGonagall por otra parte, estaba tan enojada por las acusaciones infundadas (según ella), que su ojo derecho empezó a temblar y lo único que pudo hacer fue tartamudear sin lograr decir una sola palabra coherente.
- Disculpe, Lord Malfoy. ¿Bajo qué cargo tendríamos que ser demandados? -Dijo Filius Flitwick, en vista que parecía que McGonagall no estaba en condiciones de hablar en este momento.
- Bajo el cargo de negar a sus estudiantes le atención médica adecuada. Se nos ha informado de tres casos de petrificación en este colegio, una gata, propiedad del conserje Argus Filch, el alumno Justin Finch-Fletchley de la Casa Hufflepuff y el fantasma de la Casa Gryffindor Nicholas de Mimsy-Porpington. Estuvimos haciendo averiguaciones en San Mungo y nos informan que nadie se ha presentado con un caso de petrificación, a pesar de que tienen una gran reserva de mandrágoras para poder preparar el antídoto -Finalizó Lucius Malfoy dejando a todos estupefactos. ¿San Mungo tenía los ingredientes para preparar el antídoto, pero nadie los había contactado?
Como si fueran uno solo, los maestros, alumnos y los gobernadores giraron la cabeza para mirar directamente a Madame Pomfrey, la enfermera de la escuela, quien al verse observada y juzgada explicó rápidamente.
- Le pedí a Albus que llamara a San Mungo, pero dijo que ya lo había hecho y que no tenían reservas. Me prohibió comunicarme personalmente con ellos -Dijo indignada de que pudieran acusarla de no hacer su trabajo-. Dijo que ellos no tenían reservas, pero que las mandrágoras del invernadero estarían maduras para fin de año, por lo que no era necesario molestar a San Mungo.
Esta respuesta molestó aún más a todo el colegio, parecía que las mentiras de Dumbledore iban aumentando.
- Bien, solicitaré me entregue en este momento el recuerdo de ese evento, por favor.
La otra demanda que se les imputará es la de albergar criaturas mágicas peligrosas en un colegio donde niños mágicos viven y estudian la mayor parte del año -Informó Lucius Malfoy, esperando la respuesta a esta acusación.
Ante esto nadie dijo nada. Entonces fue Severus Snape quien habló con su voz fría y monótona. Después de lo que había descubierto ayer, ya no le importaba lo que Dumbledore hiciera, le había arruinado la vida y había provocado la muerte de la única mujer que había amado.
- Rubeus Hagrid tiene una cantidad alarmante de criaturas mágicas peligrosas en el bosque prohibido, entre ellas, Acromántulas gigantes. Nunca me he encontrado con ellas, pero he escuchado a los Centauros quejarse de las arañas y de cómo Dumbledore no hace nada para remediar la situación.
El año anterior el Director insistió en introducir en el tercer piso un cerverus como una de las medidas para proteger la piedra filosofal, un objeto invaluable que fue retirado de Gringotts por órdenes directas de Dumbledore y trasladado hasta aquí por el guardabosques Rubeus Hagrid el 31 de julio del año anterior.
Todos los Jefes de Casa estábamos enterados e intentamos hacer que desistiera de esa idea, pero no lo hizo, incluso amenazó con expulsarnos si informábamos a alguien.
Este año cuando ocurrió el primer caso de petrificación, le informé a Dumbledore que la única manera en que alguien podría terminar petrificado de esta manera era mirando indirectamente los ojos de un basilisco. Lo que significa que hay un basilisco dando vueltas por Hogwarts, pero me prohibió informar, ya sea a mis colegas o a cualquier otra persona sobre este hecho. Sin embargo, ayer de algún modo todos los encantos de silencio colocados sobre mi persona, y como más tarde descubrí, sobre los retratos de los antiguos directores, fueron eliminados.
Luego de explicar lo sucedido tomó su varita y luego de convocar tres viales sacó los recuerdos, los colocó en los viales y luego de taparlos se los entregó a Lucius.
- Bien -Dijo Lucius en medio del atónito silencio que provocó las declaraciones de Severus-. También queremos hablar con los retratos de los antiguos directores, se nos ha informado de las declaraciones, además de las publicaciones en El Profeta de hoy, que dieron ayer y necesitamos verificar con ellos mismos.
- Los retratos están vacíos desde ayer -Les dijo Hermione, ya que ni McGonagall ni Snape parecían dispuestos a hablar, haciendo que todos voltearan a verla-. Lo que se publicó en El Profeta es 100% exacto. -Terminó con lágrimas en los ojos.
- Muy bien, entonces probablemente sea cierto que tienen miedo de que Dumbledore los queme por haber contado lo que sabían -Dijo Malfoy, suspirando.
En ese momento se escucharon unos pasos rápidos acercándose al Gran Comedor, por lo que todos voltearon a mirar hacia las puertas de roble, y vieron entrar a Madame Bones seguida de 3 Aurores, todos estaban increíblemente despeinados, uno de ellos incluso se estaba sobando la cabeza como si le doliera y se podía ver que las túnicas de las cuatro personas se habían roto en algunas partes.
- Me disculpo por la tardanza -Dijo Madame Bones-. El Ministerio es un caos, está lleno de padres exigiendo la expulsión y encarcelamiento de Dumbledore. Me habría encantado poder unirme, pero lamentablemente mi contrato con el Ministerio me lo impidió. Afortunadamente recordé que soy la Jefa del DMLE, así que mis Aurores y yo nos apresuramos a venir para agilizar las cosas. Mientras más rápido se vaya Dumbledore, mejor para todos -Dijo francamente, casi se podía ver la palabra “venganza” deslumbrar en sus ojos.
Todos se quedaron con la boca abierta por la franca admisión de la Jefa del departamento de Aurores y más después de los fervientes asentimientos de los Aurores que la acompañaban. Ahora que los miraban bien, podían ver que aparte del Auror que se frotaba la cabeza como si le doliera, el segundo Auror tenía un arañazo bastante feo en su clavícula derecha, y la túnica parecía como si se hubiera desgarrado ligeramente en ese lado, mientras que el tercer Auror tenía una de sus piernas ligeramente flexionada, como si no se atreviera a apoyarla del todo y se frotaba su brazo izquierdo, donde también había marcas de desgarro. La única que estaba relativamente ilesa era Madame Bones, quien sólo tenía la ropa un poco desarreglada al igual que su cabello. Todos se estremecieron al imaginar cómo se pudieron hacer esas heridas y desgarros.
- Que bueno que llegó Madame Bones, acabo de interrogar a los profesores por el tema de los alumnos y las criaturas mágicas. Nos han entregado estos recuerdos. Parece ser que Dumbledore tenía conocimiento de las criaturas, pero se negó a escuchar los consejos que se le dio, y engañó a la enfermera sobre haber contactado con San Mungo y además le prohibió contactarlos personalmente. -Dijo Lucius Malfoy al tiempo que le entrega los recuerdos-. Los antiguos directores se escaparon de sus cuadros, tal vez preocupados por su seguridad en caso del regreso de Dumbledore. Eso es todo lo que hemos avanzado hasta ahora.
- Bien, gracias Lucius -Dijo Madame Bones con un asentimiento-. En ese caso procederemos con la revisión física de la escuela, el primer lugar al que quiero que nos lleven es a la enfermería, mientras más rápido podamos confirmar el estado de salud de las víctimas, más rápido podremos contactar con San Mungo para solicitar la ayuda médica adecuada.
- Estoy de acuerdo, sin embargo, tendremos que tener cuidado ya que al parecer un basilisco se encuentra suelto en la escuela, que es lo que causó las petrificaciones -Dijo Lucius, tratando de mantener su rostro inexpresivo ante esta parte, porque cuando le dio el diario a Ginebra Weasley, jamás pensó que lo que se liberaría sería un basilisco.
Madame Bones y los Aurores palidecieron ante la mención de un basilisco, y más uno en los pasillos de esta escuela rodeada de niños. Madame Bones levantó su varita inmediatamente y envió un patronus a los encargados de control de criaturas mágicas peligrosas.
Luego de eso lanzando un encanto Sonorus Máxima ordenando a todos los habitantes del castillo que se presentaran en el Gran Comedor. Tuvieron que ampliarlo para que pudieran entrar todos, tanto alumnos como elfos domésticos, pero al fin todos entraron y se les ordenó que permanecieran en el salón hasta que se hiciera la revisión y se pudiera verificar que no hubiera criaturas peligrosas.
Poco después llegó un equipo de al menos 30 magos completamente protegidos con armaduras hechas con cuero de trago, espadas, varitas, e incluso con unas gafas especiales para protegerse de la mirada de basilisco, las cuales habían sido proporcionadas por los mismísimos Inefables.
Y así pasó el tiempo en el Gran Comedor, entre preparativos para hacer la incursión alrededor del colegio y planificaban cómo moverse de manera segura. Entonces, sin previo aviso apareció un elfo doméstico muy bien vestido, llevaba un traje de mayordomo bastante elegante y en la solapa de la pequeña chaqueta se podía ver el escudo de la familia Black.
Todo el mundo quedó sorprendido, tanto por la aparición del elfo doméstico como por la vestimenta y el escudo familiar que ostentaba. Y más sorprendidos se quedaron cuando todos los elfos de Hogwarts se pusieron firmes y serios mirando al elfo como si esperaran órdenes. Las cuales dio, para la creciente sorpresa de todos.
- Buenos días elfos de Hogwarts, soy Kreacher, el Jefe de los elfos domésticos de la Familia Black -Dijo con una vos imperiosa, luego guardó silencio por un momento y dando un chasquido que hizo que aparecieran 5 escudos diferentes en su chaqueta, volvió a hablar-. Soy Kreacher, el Jefe de los elfos domésticos de las familias muy nobles y antiguas Black, Potter, Peverell, Gryffindor y Slytherin. -Volvió a decir, si a alguien le pareció gracioso que se presentara dos veces, nadie lo mencionó, pues la mirada severa de Kreacher daba miedo.
He recibido un mensaje de ustedes solicitando unirse al plantel de elfos domésticos de las familias que represento. Mi Maestro, Hadrian Potter Black, heredero las muy nobles y antiguas Casas Potter, Black, Peverell, Gryffindor y Slytherin está dispuesto a recibir en su familia a cualquier elfo libre que así lo desee. Sin embargo, también tenemos reglas muy estrictas e indiscutibles. Las aceptas o no podemos recibirte -Continuó hablando Kreacher, sin darse cuenta que ahora todos los presentes estaban con la boca literalmente abierta por lo que estaban viendo y oyendo, si había alguien que quisiera interrumpir o no se atrevía o no podía debido al aura dominante que estaba desprendiendo Kreacher. Como si no pudieras hablar por miedo de faltarle el respeto.
Estas reglas son: Deberás dormir bien, comer bien, no trabajar si estás físicamente demasiado cansado, bañarte adecuadamente, usar ropa limpia, no lastimarte físicamente, no permitir que nadie te lastime ni física ni psicológicamente -Ante esto se detuvo un momento, y luego volvió a aclarar-. No debes permitir que nadie te lastime físicamente y tampoco puedes permitir que te griten, insulten, menosprecien ni nada que te haga sentir que eres inadecuado para realizar tu trabajo. -Luego de decir esto asintió satisfecho y continuó-. Si estás enfermo, solicitas atención médica, no puedes permanecer trabajando mientras estés enfermo. Si te enfermas, primero te haces curar y luego regresas al trabajo. -Una vez más Kreacher asintió satisfecho de haber recordado todas las explicaciones de la amita Luna.
Si estás dispuesto a unirte a nuestra familia siguiendo estas reglas, mi Maestro te dará la bienvenida a su hogar. -Finalizó Kreacher. Entonces guardó silencio esperando la decisión de los elfos. Kreacher comprendería si se negaban, estas reglas eran demasiado estrictas, pero el amito Black era una buena persona y valía la pena cualquier sacrificio por cuidarlo. Aunque se estremecía ante la idea de no trabajar si estaba enfermo, o no castigarse cuando hacía algo mal, todavía valía la pena.
Después de unos minutos de susurrar entre ellos, finalmente los elfos hicieron una fila y uno a uno se dirigieron hacia la Sub-directora McGonagall, Directora McGonagall en este momento, ya que el Director estaba ausente y uno por uno renunció a su trabajo como elfos domésticos del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Y nadie interrumpió a pesar de los cientos de elfos que pasaron a renunciar, porque sus mentes estaban a punto de explotar ante la sobrecarga de incredulidad y asombro por lo que estaban viendo, es así que todos los elfos habían renunciado a Hogwarts, y luego habían sido aceptados por Kreacher al tiempo que recibían sus nuevos uniformes y los magos y brujas presentes todavía no habían reaccionado.
Sin embargo, en el momento en que Kreacher volvió a hablar hacia los elfos, por fin todos se sacudieron el estupor y quisieron interrumpir, pero Kreacher ya estaba hablando nuevamente así que en contra de toda su educación de que los elfos domésticos eran seres inferiores, no se atrevieron a interrumpir.
- Muy bien, bienvenidos las muy nobles y antiguas familias Black, Potter, Peverell, Gryffindor y Slytherin. Hay mucho trabajo que hacer, en este momento los elfos domésticos ya vinculados a mi Maestro se encuentran limpiando y vaciando todas las propiedades de las diferentes familias.
Todo será guardado y almacenado en las bóvedas familiares en el Banco Mágico Gringotts, en este momento las bóvedas están abiertas únicamente para aquellos elfos que pertenecen a las familias de mi Maestro, así que podrán ingresar para dejar todos los objetos que deberán ser guardados. Nos han habilitado un salón especial para que podamos aparecernos, una vez lleguen a este salón hay un elfo supervisando la forma correcta en que se debe almacenar cada cosa.
En este momento tenemos que limpiar la Cámara de los Secretos de la familia Slytherin, la niña Ginebra Weasley, de la familia Weasley, ha estado ingresando a dicha cámara y sacando al basilisco que allí reside, causando que varios residentes de este castillo terminen petrificados, lo cual es completamente inaceptable.
Mi Maestro estaba extremadamente furioso ayer por la noche cuando se enteró que dicha señorita estaba usando un objeto de la familia Slytherin para ingresar y que Dumbledore no lo evitó a pesar de saber lo que estaba sucediendo. En este momento nuestro Maestro está recibiendo atención médica por lo que no puede venir, así que nuestro trabajo es limpiar la Cámara, sacar al basilisco de manera segura y llevar todo lo que haya en la Cámara a Gringotts.
¿Han entendido lo que hay que hacer? -Preguntó finalmente después de explicar todo lo que tenía que explicar.
- Sí, Jefe de Elfos Domésticos Kreacher -Dijeron los elfos a coro-. Hemos entendido.
- Muy bien, siendo así, síganme y no olviden trabajar de manera rápida y ordenada para que terminemos lo más rápidamente posible -Dijo Kreacher, dando vuelta al mejor estilo militar y dirigiéndose hacia la entrada de la Cámara de los Secretos.
Y para varia un poco todavía nadie se atrevió a decir nada, ni siquiera los hermanos Weasley se atrevieron a decir nada para defender a Ginny, porque algo les decía que era cierto. Ginny por otro lado estaba completamente pálida, de pronto se acordó de las pérdidas de memoria que estaba sufriendo y cómo ayer había tenido su diario con ella, pero luego de encontrarse con Harry ya no lo pudo encontrar, aunque regresó y lo buscó por todo el camino hasta la sala común.
De pronto, terriblemente asustada, se levantó y corrió hacia Kreacher parándose frente a él y diciendo.
- Te equivocas, yo no lo hice. Diles que es mentira, yo no abrí la cámara ni liberé a ningún basilisco -Dijo rápidamente, llorando profusamente del miedo a que sus sospechas pudieran haber sido correctas.
Kreacher la miró fijamente y le dijo:
- Ginebra Weasley, si usted ve un objeto, que piensa, habla y responde, como si tuviera un cerebro, pero no puede ver dónde está dicho cerebro, entonces no debe tocarlo. Lo que debe hacer en esa situación es ir donde sus padres, profesores o en último caso a Gringotts, justo como hizo mi Maestro Black, y buscar ayuda para revisar ese objeto -Le dijo Kreacher bastante serio-. Debería estar feliz de que mi Maestro hubiera encontrado los recuerdos de Dumbledore ayer y hubiera descubierto todos sus engaños, porque si no lo hubiera hecho, no habría visto el recuerdo de Dumbledore revisando su baúl el primero de septiembre luego de que llegaran los baúles y encontrando un diario de naturaleza oscura, y tampoco habría visto como usted abría la cámara mientras era poseída por ese mismo objeto oscuro.
Ahora le pido que se haga a un lado porque no tengo tanto tiempo como para perderlo dándole lecciones que probablemente sus padres ya le dieron, pero fue demasiado vaga para aprender -Le dijo Kreacher a Ginny mirándola fríamente, lo que causó que Ginny obedeciera inmediatamente.
Después de escuchar lo que le había dicho Kreacher a Ginny, todos los magos palidecieron dramáticamente. Madame Bones volvió a enviar un Patronus, pero esta vez dirigido a San Mungo, no esperaría más para llamarlos. Necesitaba que revisaran a Ginebra Weasley de inmediato. Luego de eso fue hacia Ginny y le lanzó un hechizo para mantenerla dormida hasta que pudieran revisarla. No podían arriesgarse a que todavía estuviera poseída por el objeto oscuro y dañara a los estudiantes.
Una vez hecho eso envió a Madame Pomfrey con Ginny y uno de los Aurores a la enfermería, dándole instrucciones al Auror para pedir que le hagan una revisión completa a la Srta. Weasley.
Luego de eso siguió al ejército de elfos domésticos hasta el segundo piso donde procedieron a entrar al baño de niñas, lo que sorprendió a todos, hasta que Kreacher puso su mano sobre la pileta y un hilo plateado de magia salió y se envolvió alrededor de uno de los grifos de los lavabos y de repente se abrió un túnel parecido a un tobogán. Entonces Kreacher chasqueó los dedos y el tobogán se convirtió en unas escaleras circulares similares a las de la oficina de Dumbledore.
Una vez hecho eso uno a uno los elfos empezaron a subir a la escalera mientras esta empezaba a girar, dejando espacio para que suban más y más elfos, cuando todos los elfos hubieron subido le siguieron los magos, nadie quería quedarse atrás, sin embargo Snape reaccionó a tiempo e hizo que todos los estudiantes retrocedieran y les ordenó regresar al Gran Comedor. Molestos, a los alumnos no les quedó de otra más que dar la vuelta y regresar, sin embargo, algunos lograron colarse antes de que Snape dijera nada, entre ellos estaban Hermione Granger, los Weasley, Neville Longbottom, Susan Bones, Hannah Abbot, Draco Malfoy, Blaise Zabine y Cedric Diggory y el siempre confiable escarabajo al que parece gustarle rondar Hogwarts.
Una vez abajo todos quedaron impresionados con la eficiencia y rapidez de los elfos y también con lo que estaban viendo. En cuestión de minutos habían cortado y embalado completamente una enorme piel de Basilisco que estaba en el camino, y siguieron adelante separándose en grupo de dos o tres en cada bifurcación, de vez en cuando dos o tres elfos desaparecían, tal vez para ingresar a otro túnel que alguno de los equipos haya encontrado. Para el momento en que llegaron a la sala principal de la cámara de los más de 400 elfos que ingresaron sólo habían unos 50 más o menos, los cuales continuaron avanzando alrededor de la cámara recogiendo todo lo que pudieran encontrar y limpiando todo. De los esqueletos de pescado que habían visto al momento de ingresar al cámara no quedaba nada, ni siquiera el olor.
Entonces ocurrió lo más impactante y aterrador para todos. Kreacher lanzó una vez más un hilo de magia hacia la cabeza de la estatua de lo que parecía ser Salazar Slytherin y entonces la boca de la estatua se abrió y de ella salió una serpiente gigantesca. Los magos encargados del control de las criaturas mágicas se pusieron en guardia e intentaron atacar al basilisco, pero entonces se toparon con una barrera transparente que los hizo retroceder y caer al piso en cuanto chocaron con ella. Sin embargo, ni la serpiente ni Kreacher parecieron darse cuenta de nada. La serpiente bajó hasta el piso mirando a Kreacher y oliéndolo. Al parecer le gustó lo que olió porque dio la vuelta sin lastimar al elfo. Entonces, el pequeño elfo sacó un vial de esos que contienen entre 1 y 2 litros, y en el momento en que la serpiente lo vio bajó la cabeza hasta el suelo y permitió que el elfo le ordenara el veneno dejándolo caer en el vial.
Todo el mundo quedó estupefacto al ver esto, tanto por el hecho de que la serpiente se dejara manipular tan fácilmente como por el valioso líquido que estaba llenando el vial (Especialmente Snape, cuya cabeza giraba en torno a todas las pociones que podía preparar en dicho veneno). Una vez terminó de extraer todo el veneno, Kreacher chasqueó los dedos y apareció un baúl, el cual se abrió justo frente al basilisco. Este primero alejó la cabeza inclinándola hacia un lado, luego metió un poco la cabeza dentro del baúl y retrocedió, luego de unos segundos volvió a meter la cabeza, sólo que estaba vez ya no la volvió a sacar, sino que continuó deslizándose hasta que desapareció completamente en el interior.
Entonces varios elfos se aparecieron en la boca de la estatua y entraron mientras los otros seguían revisando la sala principal, limpiando y al parecer sellando también todo a su paso, porque el charco de agua que parecía volver después de que los elfos lo limpiaran al ingresar, de pronto dejó de formarse y cuando el elfo lo volvió a limpiar ya no apareció más agua.
Hermione empujó su mano tentativamente sobre donde había estado la barrera transparente y al notar que había desaparecido avanzó hacia Kreacher que ahora estaba sentado sobre el baúl en el que había entrado Nagini, mientras comía unos bocadillos con un poco de jugo. Lo que notó que hicieron varios elfos de los que todavía estaban en la sala, en momentos aleatorios se sentarían y empezarían a comer algo.
Estaba muy nerviosa, no sabía qué decirle al elfo, pero necesitaba preguntar por su amigo, así que armándose de valor le preguntó.
- Kreacher -Cuando el elfo volteó hacia ella y la miró fijamente, preguntó-. ¿Harry Potter es tu maestro?
- Sí, srta. Granger -Le respondió-. Él es mi maestro.
- ¿Está bien? -Le preguntó mordiéndose los labios nerviosamente-. Hemos estado buscándolo toda la noche, no sabemos dónde está. ¿Podrías llevarnos con él?
- Él está bien, está en un lugar seguro -Le dijo Kreacher-. Pero no puedo decirle qué lugar es ese.
- ¿Por qué no vas a poder decirnos? -Le dijo Ron bastante molesto-. Somos sus mejores amigos, vamos a donde sea que él vaya. Tu no tienes derecho a impedirnos ir con él, sólo eres en sucio elfo doméstico -Continuó vociferando.
Mala idea, porque entonces Kreacher se puso en pie y ante la vista aterrada de todos, le lanzó un hechizo a Ron que hizo que le salieran burbujas de la boca. Luego le dijo.
- Yo soy Kreacher, el Jefe de los elfos domésticos de las muy nobles y antiguas familias Black, Potter, Peverell, Gryffindor y Slytherin. Soy el mejor elfo doméstico al servicio de mi Maestro. Soy muy inteligente y hago un trabajo excelente -Vociferó Kreacher mirando a Ron con saña-. Usted es Ronald Bilius Weasley, el traidor al que Dumbledore le pagó para hacerse amigo de mi Maestro y traicionarlo. Dinero que salió de la bóveda de mi Maestro, Hadrian Potter Black.
Yo soy un excelente elfo doméstico, mientras que usted, su madre y su hermana son sólo unos sucios traidores capaces de deshonrar a su familia y traicionar la amistad sincera que les brindó mi Maestro, sólo por dinero. Una estupidez que más pronto que tarde se arrepentirá de haber cometido -Le digo finalmente Kreacher, empujándolo hacia la entrada de la cámara y haciéndolo volar hasta que llegó nuevamente al baño de chicas. Una vez que Ron se puso en pie e intentó bajar nuevamente, completamente enojado, se dio cuenta que no podía, porque la barrera transparente una vez más había sido colocada.
En la cámara, los elfos que una vez más estaban todos reunidos alrededor de Kreacher, lo miraban con los ojos brillantes de admiración. Mientras que los magos no podían creer lo que habían visto, jamás en sus vidas habían visto a un elfo atacar tan beligerantemente a un mago y no lastimarse a si mismos como castigo. Ahora estaban empezando a entender las reglas que había recitado Kreacher en el Gran Comedor, y a juzgar por las veces que había tenido que corregirse o explicarlo, parecía como si alguien les hubiera explicado palabra por palabra lo que significaba de modo que no pudieran mal interpretar las palabras.
Parece que Harry Potter se había asegurado personalmente que sus elfos no solo se cuidaran adecuadamente, sino que también no permitieran que nadie los maltratara, ni siquiera por medio de palabras malintencionadas. Eso conmocionó hasta los huesos a todos aquellos que tenían elfos domésticos, y al ver la actitud y la forma de vestir de Kreacher, se sintieron avergonzados de que sus elfos siempre estuvieran lastimados (en el caso de los Malfoy) o sucios y usando apenas unas fundas de almohadas como única ropa.
Especialmente Draco Malfoy, quien de repente vio a su elfo doméstico, Dobby, parado en una esquina, escondiéndose para no ser visto. Al ver a su elfo doméstico herido, sucio y harapiento, mientras que el elfo de Potter estaba tan bien vestido y sano, podías decir que Potter tenía dinero, tanto dinero que no le dolía gastar en ropa para sus elfos, tan sanos que no le dolía gastar en atención médica para sus elfos. Tan respetado por sus elfos que no necesitaba castigarlos para que obedecieran e hicieran un trabajo impecable. Por primera vez en su vida se avergonzó de ser un Malfoy. Más aún al ver esa mirada triste y anhelante en sus ojos de Dobby, esa mirada que le decía que Dobby deseaba con todas sus fuerzas ser el elfo de Potter antes que de los Malfoy.
Y así, por primera vez en su vida, Draco Malfoy hizo algo bueno por uno de sus elfos, y decidió hacer algo mucho mejor por los otros elfos de su familia. Para nunca más tener que ver a sus elfos deseando ser los elfos de otras familias antes de servir a la suya. Volteó hacia donde su padre estaba y le dijo:
- Padre, quiero que liberes a nuestro elfo doméstico Dobby en este momento -Su tono era serio y no admitía réplica-. Dobby, ven aquí -Le ordenó a su vez a Dobby.
Malfoy Sr. y Dobby lo miraban incrédulos por lo que estaban escuchando. Y no eran los únicos, los otros magos también lo estaban mirando de la misma manera, incluso Hermione sintió este no podía ser el verdadero Draco Malfoy.
Sin embargo, Draco no se intimidó ante la mirada de todos. Cada centímetro de este pequeño niño de 12 años lucía como el orgulloso heredero de una muy antigua y noble familia. Orgulloso y elegante. Entonces Lucius Malfoy, invadido por un momento de orgullo paterno que no había sentido desde antes de que su hijo fuera a Hogwarts, se sacó su guante y se lo dio a Dobby.
- Dobby, eres libre -Le dijo Lucius a Dobby, quien miró el guante y luego a Lucius, y luego nuevamente al guante y ahora levantó la vista hacia Draco. Con los ojos anegados en lágrimas, Dobby le dio las gracias a Draco y fue hacia Kreacher, quien lo aceptó como parte de los elfos de Harry. Lo que dejó llorando de absoluta felicidad a Dobby.
- Bien, Padre. Somos una de las mejores familias del mundo mágico, es una vergüenza que los elfos de Potter estén mejor vestidos y reciban un mejor trato que los nuestros. Eso tiene que cambiar, porque no estoy dispuesto a ser humillado cuando mis elfos sean comparados con los de Potter -Dijo Draco mirando a su padre, una vez más no admitía réplica. Y tampoco esperó respuesta de Lucius, simplemente se movió y empezó a observar todo lo que podía de la Cámara de los Secretos de Salazar Slytherin, después de todo, es posible que nunca más pueda volver aquí.
Luego de unos minutos de silencio, en los que nadie se movió ni supo qué hacer ante este nuevo Draco Malfoy, fue Kreacher quien trajo la atención de todos nuevamente hacia él.
- Bien, Amito Draco, tenemos que salir de aquí -Le indicó sorprendiendo a Draco por lo de “Amito”-. Las Cámaras han sido limpiadas y selladas, por lo que necesitamos subir nuevamente -Le dijo al ver que Draco no decía nada.
- Bien, salgamos entonces -Dijo finalmente Draco y caminando al lado de Kreacher, preguntó-. ¿Por qué me llamaste Amito?
- Oh, bueno, usted es el hijo de mi Ama Narcissa Malfoy nee Black -Le dijo Kreacher como si fuera obvio-. Yo soy el elfo de la familia Black -Terminó, mirando a Draco.
- Ya veo -Dijo Draco-. ¿Y cómo es que Potter es un Black? -Volvió a preguntar, tranquilo ahora que sabía que mientras no ofendiera al elfo, él no le haría nada tan humillante como se lo había hecho a Weasley.
- Ese hijo desagradecido de mi Ama Lady Black realizó una adopción de sangre con el amito.
- Ahhh, ya entiendo. Así que ahora Potter es el hijo Sirius Black. Sí, ahora entiendo. Bueno, parece que está haciendo un buen trabajo como heredero. Espero verlo otro día, cuando todo este lío con Dumbledore termine -Dijo Draco tentativamente, esperando que Kreacher le diga a Potter y puedan hacer una tregua.
- Se lo diré, Amito Draco -Dijo Kreacher sin comprometerse a nada más.
Con eso llegaron arriba, los magos esperaban encontrar a los elfos domésticos, pero no había ninguno, ya que todos habían desaparecido junto con los baúles que cargaban.
- Tendrán que conseguir nuevos elfos, Sub-Directora McGonagall -Le dijo Kreacher de repente-. Los elfos han renunciado, en este momento nuestro trabajo aquí ha terminado, por lo que todos se han marchado para terminar con el trabajo pendiente. Necesita conseguir nuevos elfos o no tendrá quien prepare el almuerzo y la cena.
- ¿Qué? -Dijo McGonagall de repente sorprendida-. No pueden hacer eso, ¿Dónde se supone que voy a encontrar nuevos elfos en unas horas?
- Eso no lo sé profesora, pero los elfos no se pueden quedar. Como le dije, estamos acomodando y empacando, tenemos muchísimo trabajo por delante y pocas horas para completarlo antes de que tengamos que marcharnos y ya no regresaremos. Así que no le puedo prestar a los elfos. Tal vez pueda pedir a los padres de sus alumnos que le presten los suyos -Le sugirió, como una idea de última hora-. Pero los elfos ya se han marchado y ahora yo también me tengo que ir.
- ¿Por qué el señor Potter necesita tantos elfos domésticos? ¿A dónde irán? -Preguntó McGonagall.
- No sé a dónde iremos, pero ya no podremos regresar, por eso no les pidió a sus amigos que vinieran, porque significaría dejar a sus familias. Y no es que necesite elfos domésticos, simplemente no quiere que los elfos sufran, ayer luego de salir de la oficina de Dumbledore, él me llamó para que lo ayude. Entonces me pidió que encontrara a todos los elfos domésticos que estaban ligados a su familia, y que aceptara a cualquier elfo doméstico libre que quisiera un lugar para vivir. Lo de los elfos del colegio fue una sorpresa para mí. Supongo que ya no quieren trabajar para Dumbledore.
Descubrirá muy pronto que las criaturas mágicas en general son muy aficionadas a mi Maestro, él nos trata con respeto y eso es algo que los demás magos no hacen. Entonces todos están felices de ayudarlo, y en nuestro caso, servirle.
Esto sí que sorprendió a todos, no esperaban escuchar algo así. ¿En qué momento Harry Potter se había creado esa fama con las criaturas mágicas?
- ¿Desde cuando Harry se lleva tan bien con las criaturas mágicas? -Le preguntó Hermione.
- Bueno, con los centauros desde el primer año. No sé si con todos, pero me contaron que uno de ellos incluso lo cargó en su lomo para alejarlo del peligro. Con los elfos desde este año, él es muy amable con cada elfo que se encuentra -Dijo, sin mencionar el nombre de Dobby-. Con los goblins desde la primera vez que fue al banco en su primer año, aunque recién este año habló más con ellos y ahora se llevan muy bien. Mi amito confía más en ellos que en los magos -Le dijo, como queriendo echar sal a la herida, y hasta cierto punto, lo logró.
- ¿Cómo podrían ayudarlos los goblins? -Dijo Lucius Malfoy-, siempre están buscando cómo estafar a los magos -Agregó con saña.
- Oh, eso no es cierto -Defendió Kreacher-. Los goblins han ayudado muchísimo a mi Maestro con su herencia, también están arreglando que su Sanadora cure a mi Maestro, él todavía no lo sabe, pero yo los escuché cuando estábamos en las bóvedas. También están ayudando a mi Maestro a arreglar todo lo que necesita antes de que nos vayamos. Pero su trabajo es caro, más caro que el de los demás porque es mejor que el que le puedan ofrecer las otras personas, y los goblins nunca traicionarían la confianza que se les ofrece. Si usted les ofrece sinceridad, confianza y principalmente respeto, ellos se asegurarán de respaldarlo en todo lo que puedan. Pero no todos los magos están dispuestos a ver a los que no son como ellos con respeto. Muchas veces no le ofrecen respeto ni siquiera a los de su misma especie. Entonces, no se puede exigir respeto si no se lo ofrece a cambio -Finalizó, dejando a todos callados.
Luego de cerrar la entrada a la cámara y bloquearla para que no pudieran volver a abrirlo a menos que sea su Maestro, Kreacher volteó para despedirse de los magos, pero entonces entró corriendo un Prefecto de Ravenclaw seguido de una niña de segundo año, también de Ravenclaw.
- Profesor Flitwick, Luna Lovegood está desaparecida, no la podemos encontrar por ningún lado. Sus pertenencias también desaparecieron -Dijo tratando de agarrar aire, pues había bajado corriendo desde la torre de Ravenclaw luego de que una de las compañeras de habitación de Luna Lovegood le hubiera avisado que sus pertenencias habían desaparecido y que no la habían visto desde el desayuno. No era mucho tiempo, pero sí era raro que sus objetos personales no estuvieran.
- ¿Qué, cómo que está desaparecida? -Gritó exaltado Flitwick-. Anoche estaba en el comedor con sus compañeros. ¿No será que todavía está buscando al señor Potter? Tenemos que encontrarla inmediatamente.
- Ella no participó en la búsqueda -Dijo Cho Chang que había venido con el Prefecto-. Anoche la vi cuando estaba saliendo con las otras chicas, ella se echó a dormir antes de que saliéramos -Explicó.
- Bueno, hasta luego -Dijo Kreacher-. Un gusto haber hablado con ustedes -Agregó.
- Kreacher, espera un moment….. -Pero cualquier cosa que Hermione quisiera decir, Kreacher no lo terminó de escuchar, porque en ese justo momento desapareció.
Todos los que estaban presentes se miraron los unos a los otros totalmente incrédulos, hasta que Severus Snape, tuvo una vez más, que iluminarlos con su sabiduría.
- El señor Potter se marchó del colegio -Les dijo con un tono de voz que sonaba como si fueran un grupo de niños de pre-kinder-. La señorita Lovegood siempre saluda a Potter cuando lo encuentra en los pasillos, y aunque no comparten tiempo juntos, se puede ver que Potter aprecia mucho a la srta Lovegood, principalmente porque ella jamás le pregunta por su cicatriz, ni se le pega como chicle. Además, la señorita Lovegood tiene una manera increíble se averiguar cosas antes que todos los demás. Apostaría cualquier cosa a que la señorita Lovegood descubrió lo que Potter estaba haciendo y decidió seguirlo. Probablemente ni siquiera pidió su permiso.
- Pero, Kreacher dijo que Harry no volverá -Dijo Hermione, dolida por lo que estaba implicando el profesor Snape.
- Sí, eso fue justo lo que dijo. Y también dijo que no podía pedirles a sus amigos que fueran con él porque tendrían que dejar a su familia. Lo que significa que probablemente la señorita Lovegood fue donde su padre y le dio la opción de venir con ella o dejarla ir sola, y una vez tomada la decisión simplemente apareció donde sea que Potter esté. Ella es simplemente así. Dudo que Xenophilius vaya a ir, así que probablemente irá sola.
- ¿Está diciendo que ella está dispuesta a dejar a su padre para ir con Harry? -Preguntó Hermione incrédula.
- ¿Por qué no? Xenophilius se la pasa viajando y la muerte de su esposa le afectó mucho, así que básicamente lo único que hace es trabajar en su periódico y en sus viajes. La señorita Lovegood no tiene amigos aquí, desde el primer día se dedicaron a esconderle sus cosas, ponerle apodos ofensivos y básicamente segregarla de su propia Casa. En cambio, el señor Potter jamás le ha llamado Looney Lovegood cuando la encuentra, ni le ha escondido los zapatos haciendo que camine descalza, o esconderle sus libros y cuadernos. Sí, puedo ver perfectamente a la señorita Lovegood marchándose con el señor Potter en lugar de quedarse aquí. -Luego de eso, dio la vuelta y se marchó. Si todos estaban tan ciegos que no podían ver ni siquiera lo que pasaba a su alrededor, era problema de ellos.
Filius Flitwick estaba atónito y desconcetado con las implicaciones de que una de sus alumnas hubiera sido atacada y él no se hubiera dado cuenta, mientras que los dos Ravenclaw bajaron la cabeza avergonzados.
Luego de eso los alumnos fueron al Gran Comedor, mientras los profesores fueron con Madame Bones, los Aurores y los Weasley hacia la enfermería. Hermione decidió ir con ellos, porque sinceramente ya no sabia qué hacer. Su mejor amigo se había ido, y al parecer una niña de primer año lo conocía mejor que ella.