CAPÍTULO 7

En Hogwarts casi nadie durmió esa noche, no había Dumbledore para decirles lo que debían pensar, o para asegurarse sutilmente que los alumnos no cuenten nada de lo sucedido en el colegio a sus padres, y por supuesto, tampoco estuvo Albus Dumbledore para impedir que cierto escarabajo insidioso presenciara lo sucedido en Hogwarts.

Como nada de esto había sucedido los alumnos por primera vez se pusieron a pensar en todo lo que habían estado haciendo, tanto este año como el anterior, cómo habían estado murmurando basados en absolutamente nada, y aunque sólo eran un montón de niños que apenas estaban creciendo y conociendo el mundo y eso es lo que normalmente hacen los niños, se supone que los adultos no, y entonces se preguntaron… ¿Por qué ninguno de los profesores había intentado solucionar el problema? ¿Por qué les permitieron acosar a su compañero hasta el punto de esconderse en las esquinas para lanzarle maldiciones punzantes o cosas así? ¿No habían dicho sus padres que ese tipo de comportamiento no era permitido y que si los descubrían podrían ser puestos en detención o incluso expulsados si la falta era grave?

Sí, por primera vez los alumnos estaban cuestionando sus propios comportamientos, y no les gustó lo que encontraron, así que rápidamente habían escrito cartas a sus padres, describiendo con lujo de detalles todo lo que sabían de lo sucedido tanto el año pasado como este año, y disculpándose profusamente por no haberles contado todo desde el año anterior.

Los Sangre Pura incluso estaban pidiendo a sus padres que les ayudaran a escribir cartas de disculpa a la casa Potter, por su comportamiento deshonroso.

E incluso cierto rubio heredero de la más antigua y noble familia Malfoy no sólo había escrito a casa contando todo lo sucedido, sino que también estaba dispuesto a dejar de lado la humillación que le hizo pasar el cara-rajada Potter (Sí, él puede estar arrepentido hasta cierto punto, pero el cara-rajada, siempre será el cara-rajada Potter, además, Potter puede representar a más familias, pero nadie es mejor que los Malfoy, sino pregúntenle a su padre) al negarse a darle la mano en su primer año y extenderle una carta formal de disculpa al heredero de las más antiguas y nobles casas Potter, Black, Peverell, Gryffindor y Slytherin. Por que sí, tal vez el resto de la escuela no lo sepa, incluyendo los otros Sangre Pura, pero los Malfoy eran los mejores (¿Ya lo había mencionado antes? Porque sí, son los mejores), y si querían algo, lo conseguían. Incluyendo saber a qué casas representaban casa Sangre Pura y Mestizo de la comunidad mágica.

Los Gryffindor, siendo Gryffindors, no se preocuparon mucho por hacer algo de autorreflexión o cosas así, porque esas con cosas para Ravenclaws que les gusta perder su tiempo pensando en cosas innecesarias, o para Hufflepuff que siempre estaban llorando por todo. No, ellos no pensaron en nada de eso, lo que sí hicieron todos fue escribir cartas a casa, porque vamos, pueden ser Valientes y estar dispuestos a lanzarse de cabeza a la aventura sin fijarse lo que hay en el fondo, pero no son idiotas (Bueno, al menos no todos, no se puede pedir demasiado tampoco), así que después de analizar (muy brevemente) lo que habían escuchado de los antiguos directores, llegaron a la conclusión (acertada, por una vez en la vida, y sin ayuda, para que luego no digan que tienen la inteligencia emocional de una cucharilla) de que Dumbledore los había traicionado y utilizado.

Los que estaban especialmente enojados con Dumbledore eran aquellos que habían perdido miembros de su familia luchando al lado del Director. Una cosa es que les gustara la aventura y luchar contra los malos malosos, pero de ahí a arruinar la vida de una persona, esperando convertirla en un malo maloso para luego ir a pelear con ellos y obtener fama y reconocimiento, no, nomás hasta ese grado de estupidez no llegan. Y como a ellos les había costado las vidas de sus familiares, entonces con más razón escribieron a casa contando todo con lujo de detalle (Y si en alguna parte se les fue la mano y tal vez le exageraron un poquito respecto a lo sucedido en el colegio, haciendo que se vean peor de lo que eran, bueno, ¿A quién le importa?)

Y luego de escribir esas muy detalladas cartas, ahí sí se fueron a buscar a Harry por todo el colegio, ya cuando lo encontraran le armarían una fiesta y se disculparían con palmaditas en el hombro, después de todo Harry era su compañero de casa y los perdonaría. Como siempre.

De todos los Gryffindor, Ron y Ginny estaban preocupados, pero por otras cosas, a ellos no les importaba lo que hubiera ocurrido con Voldemort o cualquiera de esas tontería (insignificantes) que habían contado los directores, no a ellos eso no les interesaba, lo que les interesaba era encontrar a Harry y hacer que vuelva a confiar en Dumbledore (porque claro, es tan estúpido y crédulo, que seguro Dumbledore lo convencerá y todo volverá a la normalidad), para que siga siendo el mejor amigo de Ron y se case con Ginny y entonces ellos puedan disfrutar de la fama y el lujo que ellos se merecen (Porque se lo merecen y ya). Por lo tanto, ellos también escribieron a casa contándole a su madre que Harry había descubierto los planes de Dumbledore y que había que idear un plan para que Harry no desconfíe de ellos. Luego se unieron al resto de alumnos que buscaban a Harry.

Hermione estaba en estado de shock sentada en un sillón frente al fuego, tratando en entender cómo podía ser posible que los adultos no fueran confiables, cómo podía ser que lo que estaba escrito en los libros tampoco fuera confiable. Ella había confiado en Dumbledore con su vida y la vida de su mejor amigo, cada vez que Dumbledore le preguntaba algo sobre Harry, ella se lo contaba porque confiaba en que él quería lo mejor para Harry y que jamás haría nada para ponerlos en peligro a ella o a sus amigos.

Confió en que McGonagall siempre se preocuparía por sus alumnos y buscaría su bienestar incluso si no tenía mucho tiempo para ver cómo estaban, de la manera en que sabía que hacían los otros Jefes de Casa. Después de todo McGonagall era profesora, Jefa de Casa y Sub-Directora, así que obviamente estaba demasiado ocupada para pasarse por la sala común para ver cómo estaban, o para preguntar si tenían problemas con sus tareas.

Sí, ella siempre se enorgulleció de poder confiar en las reglas y en la sinceridad de los adultos, pero ahora ya no estaba segura.

Todos los libros que había leído hablaban de Voldemort como alguien que nació malo, y cuando creció, siguió siendo malo y reclutó a otros (Slytherins, porque los Slytherins ya nacían malos) que pensaban igual que ellos para hacerle daño a las personas (hijos de muggles, porque eran una bola de discriminadores que no podían soportar a los que eran más fuertes e inteligentes que ellos) inocentes.

Dumbledore por otro lado era el Líder de la luz, perfecto (hasta su mierda huele a rosas), incorruptible, omnipotente, omnipresente, capaz de trabajar en diferentes cargos mientras ejerce de Director a tiempo completo, bueno, justo, incapaz de lastimar a alguien débil o inocente (En otras palabras Merlín reencarnado para los magos)

Y ahora, justo frente a sus ojos, los dos pilares sobre los que se apoyaba todo aquello que deseaba para su vida se derrumbaron haciendo añicos todo lo que la convertía en Hermione Jane Granger. La niña que confió tanto en Dumbledore y McGonagall que incluso sus padres pasaron al último lugar de su lista de prioridades.

¿Cuándo fue la última vez que se sentó a platicar con sus padres? ¿Cuándo fue la última vez que les contó lo que hacía en el colegio? ¿Cuándo fue la última vez que les contó las cosas malas que estaban pasando en su vida y en su escuela? ¿Cuándo fue la última vez que se sentó junto a ellos para hacer algo tan simple como mirar una película?

Ahí, sentada frente al fuego, Hermione Jane Granger lloró de vergüenza y arrepentimiento por primera vez en su vida mientras por su mente pasaba cada vez que se burló de sus compañeros por no saber la respuesta correcta, cada vez que hizo un informe de 3 o 4 pies de largo, cuando los profesores habían pedido un informe de 1 pie, y lo llenó con datos copiados de los libros mientras sus compañeros lo hacían de la medida requerida pero con respuestas originales, cada vez que sintió que la estaban humillando por ser más inteligente y poderosa que los Sangre Pura y en realidad la estaban menospreciando por ser una discriminadora que desdeñó las costumbres, tradiciones, títulos, todo lo que convertía a la comunidad mágica en la comunidad mágica. Esa era la realidad, no eran ellos los que la menospreciaban a ella, ella menospreció a sus compañeros y ellos reaccionaron en consecuencia marginándola.

Ahora su mejor amigo está lastimado, descubrió que Dumbledore, la persona en la que ella confiaban y a la que le contaba todo sobre su amigo, quiere utilizarlo y luego matarlo, posiblemente quedándose con su fortuna luego de eso. Ya no necesita preguntarse por qué Harry no vino a buscarla luego de descubrir esto, ahora que lo ve todo claro lo entiende, y sabe que por mucho que le duela Harry tomó la decisión correcta. Porque ella habría corrido a Dumbledore o McGonagall contando todo y pensando sinceramente que alguien había hechizado a Harry para hacerle creer todas esas cosas.

Después de unas horas sentada en ese sillón y haber procesado todo lo que había descubierto, Hermione se levantó y decidió que por primera vez haría lo correcto. Fue a su habitación y escribió el primer pergamino largo a sus padres contándoles cada detalle de su vida desde el momento en que llegó a Hogwarts hasta lo ocurrido esta noche, pidiéndoles que le ayuden a encontrar una manera de sacar a Harry del país porque ya no pueden quedarse aquí. Ella porque no le gusta hacia donde esta yendo su vida, y Harry porque si lo hace lo matarán.

Luego fue a buscar a Harry, dispuesta a encontrarlo y escapar de este colegio en el que ya no queda nada bueno por descubrir. O al menos ella no lo cree.

Los gemelos y Neville estaban consolando a un inconsolable Colin Creevey, que no podía creer que alguien sea tan malo como para querer lastimar a Harry Potter. Mientras lo consolaban Colin estaba sentado en su escritorio llorando y escribiendo un carta a casa, contándoles a sus padres todo lo que había sucedido esta año y en especial lo que esta noche, y diciéndoles que tal vez lo mejor era ya no regresar aquí el siguiente año. Que buscaría a su amigo y que luego huirían a casa, que lo convencería de que se fuera con él. Después de todo vender leche era mejor que ser un héroe y ser asesinado. Además, ya no quería que su hermanito viniera a este lugar, era muy peligro y llena de gente mala.

Luego de enviar su carta se fue con los otros tres chicos a buscar a Harry, tenía un amigo que encontrar y una fuga que planear. Mientras su cámara fotográfica se quedaba olvidada sobre su escritorio por primera vez en su vida sobre su escritorio.

Los únicos que no buscaron a Harry Potter fueron los retratos, los elfos domésticos, las lechuzas y Luna.

Los retratos, los elfos domésticos y Luna (Luna no escribió cartas, porque ya había visto lo que pasaría y tenía todo listo y empacado para presentarse en Gringotts mañana), porque sabían que él estaba bien y que pronto se marcharía para no regresar, con suerte, a un lugar mejor y más seguro. O al menos lejos de Dumbledore.

Y las lechuzas porque las pobres se las pasaron entregando cartas toda la noche, deseaban poder picotear a esta escritora hasta arrancarle las orejas y los dedos, pero lamentablemente no podían salir de la historia para hacerlo, así que ululando con resignación alzaron vuelo y mejor se fueron a entregar sus cartas.

La que nomas no dejaba de molestar y dar vueltas en la cabeza de esta escritora fue Hedwig, porque, bueno, esta escritora envió a su dueño a dormir, y como no lo puso a escribir cartas no tiene nada que enviar. Pero me la gano recordándole que mañana Harry estará en Gringotts esperándola para entregar muchas cartas, y que luego encontraré a alguien que la lleve junto con su querido Harry. Como se lo prometo y puede ver mi sinceridad, esconde la cabeza bajo el alma y también se duerme porque mañana será un día muy agitado.