
Capítulo 5
CAPÍTULO 5
Luego de comer un rato en silencio, veo a Luna sacar un periódico, “The Quibbler”, unas gafas bastante raras y luego de ponérselas abre el periódico y se pone a leerlo a revés. Esto me deja con la boca abierta, pero rápidamente la cierro y alejo mi mirada para no incomodar a Luna.
En lugar de eso saco el diario de Tom, para hablar un momento con él y contarle lo que había estado ocurriendo. Así que saco pluma, tinta y el diario y me acomodo mejor para poder escribir.
- Hey, Tom -Le escribió-. Todo salió bien. Al principio me asusté muchísimo, tanto que casi salimos corriendo con Kreacher, pero al final todo se aclaró y ahora estoy esperando que los goblins arreglen todo.
- ¿Qué pasó? ¿Qué pasó para que se asustaran tanto? -Pregunta Tom nervioso y preocupada a la vez, aunque también puedo sentir molestia cuando agrega la siguiente frase-. Espero que no te hayan lastimado, de lo contrario en cuanto recupere mi cuerpo les haré pagar.
Lanzo una risita al sentir su molestia y preocupación, me gusta saber que se preocupa tanto por mí.
- Espera un momento, te mostraré todo lo que pasó -Le escribo para luego colocar mi mano sobre la página para que pueda ver todo lo pasó desde que salí de la Sala de los Menesteres.
- Vaya, no puedo creer que haya tenido una fortuna esperándome en Gringotts y no me enterara de ello. -Dice Tom bastante molesto, y lo entiendo porque asistir a Hogwarts no es barato, y más para él que tuvo asistir con el fondo para huérfanos y estar una casa rodeado de herederos que seguramente tenían lo mejor de todo. Para alguien tan orgulloso como Tom eso no debe haber sido nada fácil.
- Lo sé, yo también me sorprendí bastante. Ahora que iremos a un lugar nuevo e iniciaremos todo desde cero, creo que deberíamos hablar con los goblins para buscar maneras de evitar futuras guerras entre ellos y nosotros. Por ahora estoy pensando en sugerirles que cambien sus contratos de venta de objetos por contratos de alquiler, y que coloquen hechizos sobre los objetos que alquilen para que los objetos regresen solos luego del fallecimiento de la persona que alquiló dicho objeto. Al menos eso solucionaría uno de los problemas más frecuentes entre ambas razas. -Le digo expresando lo que había pensado cuando Tom me contó del problema con los objetos hechos por goblins.
Y tal vez también podríamos encontrar una manera de que los herederos sean contactados por los goblins al menos un año antes de ingresar al colegio. Para evitar que pueda haber otro Dumbledore manipulando la información que reciben los alumnos. Después de todo, estuve pensando que, aunque estamos yendo a un nuevo universo y existe la posibilidad de que sea enteramente muggle, nosotros tendremos magia, lo que significa que tarde o temprano habrá una comunidad mágica que irá creciendo, así que deberíamos pensar en todo lo que queremos que nuestra comunidad tenga para evitar que otras personas en el futuro sufran lo que nos tocó sufrir. -Espero que la posibilidad de empezar nuestra propia comunidad mágica y que podamos moldearla a nuestro gusto, tente lo suficiente a Tom como para no enojarse de la posibilidad de vivir en una comunidad muggle. Realmente no quiero tener que irme y dejar a Tom aquí, si ese fuera el caso, creo que al final preferiría quedarme antes que ir sin él.
- Ummm -Dice pensativo-. Esa es una buena idea, tengo muchas ideas que se podrían implementar si ese fuera el caso, lo único malo de llegar a un universo sin una comunidad mágica sería tener que ocultar nuestra magia, pero por otro lado podría ser incluso mejor, porque podríamos buscar los mejores lugares para establecer una comunidad mágica totalmente separada de la comunidad muggle. Para que no sea como aquí, donde nuestras casas están mescladas junto con las casas muggles y es difícil incluso hacer magia en tu propia casa sin que te descubran. -Me dice Tom, lo que hace que mi corazón salte de alegría, porque eso significa que realmente le gusta la idea, así que no tendremos que quedarnos.
Creo que deberías decidir a quién le vas a heredar tu fortuna, sería mejor si pudiéramos llevarnos todo, pero si no puedes acceder a las bóvedas, entonces lo mejor es dejárselo a alguien a quien Dumbledore no pueda tocar, porque sino sería fácil que él le quite tu dinero y se quede con todo. -Agrega. Lo que me recuerda la idea que se me había ocurrido durante la reunión.
- Ohhh, créeme, ya sé a quién se lo voy a heredar -Le digo son una sonrisa malvada en mi rostro-. Dumbledore me buscará hasta debajo de las piedras después de eso, aunque sólo sea para poder despellejarme vivo, jajjaajaj
- Ohhh, ¿En serio? ¿En quién estás pensando? -Me pregunta, jajaja, la curiosidad siniestra que desprende el diario de Tom ante la posibilidad de molestar a Dumbledore me divierte bastante.
- Draco Malfoy -Le digo con un aire de suficiencia. Después de todo los Malfoy están en mi árbol genealógico, son Mortífagos conocidos y aunque Dumbledore lo intente no podrá hacerle nada a esa familia porque Lucius tiene al Ministerio y a la mayoría de las familias sangre pura en su bolsillo. Además, con todos los asientos que recibirán por mi herencia, incluso en el Wizengamot no tendrá forma de ganarles. Ohhh dulce Merlín, como quisiera poder ver su cara cuando mi testamento se reproduzca en medio del gran comedor. Y más aún cuando asimile todas las consecuencias de dicho testamento.
- Oh, mi preciosa serpiente. Eres tan cruel, y eso me encanta. Creo que estoy empezando a amar tu vena Slytherin -Me dice Tom en lo que me suena a ronroneo, lo que hace que me estremezca y mi cara se vuelva completamente roja.
De pronto escucho una risita a mi lado y el calor en mi rostro y oídos aumenta al darme cuenta que es Luna, volteó a verla esperando de todo corazón que se esté riendo de algo que esté escrito en su periódico y no de mi cara. Pero claro, mi suerte Potter no permitiría algo así, porque en cuanto la miro veo que está mirándome directamente mientras continúan riendo.
- Luna, no seas mala -Le digo avergonzado.
- Jjajajaja no te enojes Harry, es que es divertido verte todo sonrojado -Me dice con una sonrisa, pero poco a poco deja de sonreír y luego vuelve a hablarme más tranquila-. Creo que deberías dejar una lista de herederos en lugar de sólo uno -Me dice, lo que hace que me pregunte si estuvo leyendo lo que le escribí a Tom, pero luego me doy cuenta que es imposible por la forma en que estamos sentados. Así que tal vez tenga más que ver con su don que con haber estado espiando, por lo que me despido de Tom y guardo el diario en mi mochila.
- ¿A qué te refieres Luna? -Le pregunto luego de centrar toda mi atención en ella.
- A quien sea que decidas heredarle tu fortuna sólo podrá recibirlo al cumplir la mayoría de edad -Me dice con su voz suave-, mientras tanto seguirá a tu nombre, así que, si le pasa algo a la persona que le heredes tu fortuna antes de cumplir la mayoría de edad, Dumbledore aún podría encontrar una manera de obtenerla. Pero si haces una lista de herederos en caso de accidentes, él no podrá hacer nada. -Finaliza Luna al tiempo que juega con su cabello.
*********
Una hora después, mientras masajeo mi cabeza para tratar de calmar el ligero dolor que parece estar apareciendo, me pregunto si realmente fue tan buena idea sentarme y hacer esa lista con Luna. Pero bueno, lo hecho, hecho está. Al menos ya terminamos, así que ahora puedo relajarme y esperar a que se me pase.
Miro hacia la puerta cuando la escucho abrirse y veo entrar a Ragnok junto con una goblin a la que no había visto hasta ahora.
- Señor Potter, permítame presentarle a Laglis, nuestra Sanadora residente -Dice Ragnok presentándome a la goblin-. Ella se encargará de eliminar los bloqueos que le colocaron y darle las pociones que necesitará para corregir todos los problemas de salud que tiene en este momento.
- Mucho gusto Sanadora Laglis -Le saludo con una inclinación de cabeza, no sé por qué, pero algo me dice que extenderle la mano sería un terrible error, especialmente cuando los otros goblins me saludaron también con una inclinación de cabeza.
- También es un gusto conocerlo señor Potter, Ragnok nos contó acerca del viaje que está planeando hacer, y me alegra decirle que yo también iré con ustedes, así que estaré más que feliz de ayudarle a seguir el tratamiento necesario para que esté en las mejores condiciones físicas que sea posible. Afortunadamente descubrimos todos estos problemas a tiempo, así que su tratamiento dudará unos seis meses como máximo, y espero su total cooperación, ya que el tratamiento incluirá un régimen de ejercicios físicos riguroso, lo que a la mayoría de los magos parece no gustarles -Me dice la Sanadora goblin, y aunque su voz suena cálida, también tiene esa firmeza que hasta ahora sólo había escuchado en Madame Pomfrey, lo que causa que me estremezca un poco.
- Claro Sanadora Laglis, no se preocupe -Le digo tragando un nudo imaginario en mi garganta, lo que parece divertir a la pareja de goblins.
- Muy bien, señor Potter, en ese caso, por favor venga conmigo, lo llevaré a la enfermería para que podamos quitar esos bloqueos -Dice dándose la vuelta hacia la puerta-. La srta. Lovegood también puede venir sí así lo desea -Añade.
Entonces volteo hacia Luna y veo que ya está de pie tomando sus cosas y las mías, lo que me causa gracias, porque puedo ver que Luna ya estaba de pie cuando la Sanadora la invitó a seguirnos. Sacudiendo la cabeza divertido, sigo a los goblins mientras dejo que Luna lleve mi mochila, ya que no estoy dispuesto a dejarlo al cuidado de los goblins, lo que me recuerda el relicario, por lo que rápidamente me doy la vuelta y voy hacia Luna al tiempo que me quito el relicario y lo coloco en mi mochila junto con el diario.
- Te lo encargo, Luna -Le digo en voz baja. Ella me mira y asiente. No decimos nada más, no es necesario así que en lugar de eso seguimos a los goblins hasta la enfermería, los cuales o no se han dado cuenta de nada o decidieron fingir, porque todos caminamos en un silencio tranquilo hasta llegar a la enfermería.
- Muy bien, señor Potter, por favor entre a esa habitación y colóquese esta bata, por favor. No puede tener puesto nada más que esta bata -Me específica, lo que hace que me pregunte si sus pacientes a menudo se niegan a obedecer esta regla, pero yo tengo un muy saludable instinto de supervivencia, así que no tengo ninguna intención de desobedecer sus instrucciones.
Cuando salgo del baño coloco mis cosas junto a mi mochila y luego voy hacia la cama donde está la sanadora.
- ¿Listo señor Potter? Por favor acuéstese en la cama y trate de mantenerse lo más tranquilo y relajado posible. Haga de cuenta que está intentado dormir -Me indica, por lo que trato de hacer eso mientras continúo escuchándola-. Es posible que le duela un poco, principalmente porque esto estará afectando a todo su cuerpo, y especialmente su núcleo mágico, pero si se mantiene relajado podremos terminar mucho más rápido.
Asiento a sus instrucciones con los ojos cerrados e intento que mi cuerpo se relaje lo más posible. Escucho que ella habla en otro idioma, no es latín así que supongo que es el idioma de los goblins, pero trato de no darle importancia, incluso cuando siento el cosquilleo por todo mi cuerpo, al principio es muy ligero, pero poco a poco se hace más fuerte, casi como hormigas recorriendo mi cuerpo.
De pronto el dolor aparece, pero trato de mantenerme relajado a pesar de eso, aunque se hace cada vez más difícil, hasta que llega un momento en que parece que no voy a poder soportarlo más, cada respiración me cuesta demasiado y siento como si mi pecho fuera a estallar en llamas en cualquier momento mientras jalan mis extremidades en todos los sentidos. Como si tuviera sogas atadas a cada parte de mi cuerpo siendo tiradas por caballos con todas sus fuerzas, siento que voy a morir en cualquier momento si esto continúa.
Pero entonces, todo termina, casi como si nunca hubiera estado ahí y siento que mi cuerpo se vuelve a relajar hasta que me siento caer en la oscuridad y entonces ya no soy consciente de nada más.
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Escucho sonidos como de susurros, no entiendo qué es lo que está pasando, pero esto se siente tan bien, creo que jamás en mi vida me había sentido tan bien, no sólo mi cuerpo se siente más fuerte, sino también mi mente y magia, mi mente la siento más activa, más despierta, mientras que mi magia la siento chisporrotear por todo mi cuerpo, siento ganas de reír, tal vez lo haga.
Abro los ojos porque las voces las escucho cada vez más claro y puedo ver la luz a través de mis párpados, miro a mi alrededor y veo a Luna sentada en una silla a mi lado mientras platica con la sanadora goblin, casi suelto una carcajada ante lo cómica que me parece la imagen. La pequeña Luna con sus gafas estrafalarias de todos colores colocada a modo de diadema y su ropa colorida al mejor estilo hippie charlando con una guerrera goblin de rostro serio mientras comparten un té con lo que parece una variedad de pastas y pastelitos británicos.
No sé a quién se le ocurrió la idea, pero es realmente muy divertido y a la vez tierno por lo pequeña e inocente que se ve Luna, creo que voy a hablar con Ragnok para ver si Luna y yo nos podemos convertir en hermanos de sangre, me gustaría mucho tenerla como hermana.
Luna y la Sanadora Laglis parecen darse cuenta de que están siendo observadas, porque ambas giran la cabeza al mismo tiempo y me descubren con esta sonrisa boba que tengo instalada en mi cara ante la idea de que Luna y yo nos convirtamos en verdaderos hermanos, pero cuando veo la sonrisa brillante de Luna siento que vale la pena la vergüenza.
- Harry, despertaste -Me dice Luna mientras se para de la silla en la que está sentada y se acerca a mí-. ¿Cómo te sientes?
- Hola pequeña Luna, sí, desperté y me siento de maravilla. Nunca me había dado cuenta que solían dolerme mis piernas y mis brazos hasta este momento en que el dolor ya no está. Se siente muy bien -Le digo sinceramente-. Y tengo la mente mucho más despejada, creo que antes era como tener una niebla alrededor que no me dejaba concentrarme en nada, pero en este momento está todo muy claro.
- Me alegra escuchar eso señor Potter -Dice la sanadora Laglis al tiempo que agita la mano y aparece un pergamino frente a ella-. Fue mucho más difícil de lo que pensé quitar todos los bloqueos, lo que provocó que quedara inconsciente en cuanto terminamos con el procedimiento. Lleva dormido unas 4 horas más o menos, pero por lo que puedo observar todos los bloqueos han sido retirados y su núcleo mágico se ha recuperado satisfactoriamente. Ahora sólo queda el régimen de pociones y ejercicios que le ayudarán a revertir los daños causados por el maltrato y la mala alimentación, pero como le dije anteriormente, en unos 6 meses debería estar perfectamente bien -Finaliza la Sanadora obviamente satisfecha con los resultados del escaneo. Entonces me extiende el pergamino y siento las lágrimas caer de felicidad al ver que realmente aparece todo como desbloqueado una vez más.
Estoy tan feliz, este pergamino es la primera prueba tangible que tengo de que mi vida está mejorando, la prueba de que tal vez realmente pueda tener una vida más allá de los 17 y que pueda iniciar una nueva vida con aquellos que ahora son mi familia.
Al pensar en esto, el primero que se me viene a la mente es Tom, y de pronto recuerdo algo que antes no había podido, realmente no entiendo cómo es que no me había dado cuenta, pero ahora me siento estúpido por no haberlo recordado, así que me siento rápidamente y miro a la Sanadora Laglis.
- Sanadora, necesito hablar con el Director Ragnok, por favor, es muy urgente -Le digo rápidamente. La Sanadora me mira con curiosidad, pero no pregunta nada más, simplemente asiente dirigiéndose a un lado de mi cama.
- Director Ragnok, por favor preséntese en la enfermería con urgencia -Dice luego de presionar una runa tallada en la pared.
- Wai -Digo luego de observarla, lo que hace que me pregunte si alguna vez seré como todos esos Sangre Pura que no se sorprende ante cada acto de magia que observan. Espero que no, quiero sorprenderme cada vez que descubra algo nuevo, no quiero darla nunca por sentado.
La Sanadora da la vuelta y me sonríe divertida ante mi reacción, pero esta vez no me siento avergonzado. Me gusta la emoción que siento cada vez que descubro algo nuevo de la comunidad mágica.
- ¿Me llamaron? ¿Ocurrió algún problema? -Dice Ragnok entrando rápidamente a la enfermería, seguido por dos goblins armados.
- Sí, el señor Potter quiere hablar contigo, parece ser una emergencia -Le dice la Sanadora al Director, a lo que él voltea a mirarme, esperando que le diga el motivo de la urgencia.
- Es sobre los Horcruxes de Tom, Director -Le digo a Ragnok, viendo como todos los goblins se tensaron ante mis palabras, pero ahora que me he dado cuenta no puedo callarme, porque eso podría poner en riesgo no solo mi trato con los goblins, sino también la seguridad de Tom, y con eso no me voy a arriesgar-. En los recuerdos de Dumbledore vi sobre ellos, pero por alguna razón no lo pude recordar hasta ahora, incluso en la sala de transportes mágicos, cuando me confrontaron por el diario y el relicario, no pude recordarlo, pero ahora lo recuerdo, y sé exactamente qué son y dónde están. Pero ese no es el motivo por el que los llamé ya que el ritual los convocará, según lo que usted mismo me dijo, lo que me preocupa es que usted dijo que no se podía guardar ningún Horcrux en las bóvedas de Gringotts, pero ahora sé que hay uno en una de sus bóvedas, y no quiero que lo vayan a destruir, por favor. Haremos el ritual, y todo estará bien, por favor Director, no destruya el Horcrux -Le suplico rápidamente, tan asustado que no me doy cuenta de cómo todos los goblins se tensan furiosos ante las implicaciones de que ya haya uno guardado en sus bóvedas sin que ellos se hayan dado cuenta.
- Señor Potter, ¿Cómo logró guardar un horcrux en una de sus bóvedas? ¿A quién le pidió que se lo guardara? -Me pregunta furioso Ragnok, lo que me hace salir de la burbuja de desesperación en la que estaba encerrado y observar a los goblins que están frente a mí. Tienen sus sables empuñados y se ven realmente molestos, así que me apresuro a aclarar las cosas.
- ¡No lo guardé yo! -Le aclaro rápidamente-. Tampoco está en una de mis bóvedas.
Esto parece confundir a los goblins, por lo que rápidamente continúo.
- Tom le dio uno a alguien de su círculo interno, supongo que no debería haber podido hacerlo ingresar al banco, pero Dumbledore ha estado vigilando e incitando a Tom desde niño, así que sabía lo que iba a hacer y en quienes confiaba. De alguna manera perdió el rastro del relicario, por lo que no sabía dónde estaba, pero se aseguró que encontrar y hechizar los objetos que sabía que Tom buscaría -Me tranquilizo un poco al ver que los goblins están en poco más calmados al ver que no fui yo quien lo hizo, aunque todavía se ven muy molestos, pero mientras no estén enojados todo está bien-. No sé qué tipo de hechizo le lanzó Dumbledore, pero sea cual sea, Tom no lo detectó y dado que los otros objetos que traje fueron detectados por las protecciones supongo que fue ese hechizo. Por ahora recuerdo que cuando usted me encontró en la sala de transporte primero habló de que yo tenía un Horcrux, pero luego dijo que dos, así que supongo que sólo detectaron uno y el segundo lo detectó por la cercanía. Además, cuando llegué ya tenía el diario en mi mochila, pero nadie se dio cuenta, sin embargo, cuando Kreacher llegó con el relicario todas sus alarmas saltaron. Por eso creo que fue el hechizo que Dumbledore les lanzó el que evitó que ustedes lo detectaran.
Luego de decir todo esto guardo silencio y los observo detenidamente, rogando a Merlín que no se desquiten cancelando nuestro acuerdo, porque de todo lo que perdería, el daño a Tom es el que menos puedo soportar.
- Está bien, señor Potter -Me dice Ragnok tratando de calmarse-. Usted y yo tenemos un trato, y reconozco que usted no tiene la culpa de todo esto, así que en este caso voy a hacer una concesión. Pero este es el momento de decirme todo lo que sabe, si hay algún otro Horcrux, o si es sólo uno y en qué bóveda está, porque en este momento voy a ordenar que hagan una revisión exhaustiva en Gringotts, tanto de las bóvedas como de los goblins para asegurarnos de que no haya traidores que estén revelando nuestros secretos. Y si encuentro algún otro, lo destruiré sin importar nuestros acuerdos previos -Me advierte Ragnok, lo que hace que sienta el miedo recorrer mi cuerpo, porque sé que los goblins no se tientan en corazón a la hora de enfrentar a sus enemigos.
- No tengo conocimiento de ningún otro, Director, hasta donde yo sé, hay un anillo que está en la cabaña de la familia Gaunt, una diadema que está en la Sala de Requisitos de Hogwarts, el relicario y el diario que tengo conmigo y la Copa que está en la bóveda de Bellatrix, no sé si de la familia Lestrange o la familia Black, pero sé que fue Bellatrix quien la guardó -Vuelvo a explicar rápidamente, tratando de apaciguar la ira de Ragnok-. Y… y… -Intento terminar, pero se me traba la voz, porque algo me dice que eso también debería haber salido en mi informe de salud, pero no salió, y ahora no sé que hacer.
- ¿Y qué señor Potter? -Me dice, con un indicio de ira elevándose en la voz de Ragnok.
- Y yo -Le digo bajando un poco la voz. Sin embargo, en el silencio que se formó en la enfermería luego de la pregunta de Ragnok, todos lo escucharon claramente y dieron un paso atrás a causa del shock. Todos excepto Luna, claro, quien estaba muy tranquila con todo lo que estaba sucediendo. Como si no hubiera ningún problema, lo que extrañamente logra calmarme cuando me doy cuenta. Como si ver a Luna tranquila fuera una indicación de que todo saldría bien contra todo pronóstico.
- ¿Cómo dijo, señor Potter? -Preguntó la Sanadora, sorprendiéndome, pues pensé que sería Ragnok quien me interrogaría-. Eso es imposible, habría salido en nuestros informes. Acabo de hacerle una limpieza completa y nuevas pruebas para confirmar, algo tan maligno como un Horcrux habría brillado como luz en la oscuridad -Me dice, no se si incrédula o indignada, pero puedo ver que está molesta con la implicación de que no haya hecho bien su trabajo.
- Yo… yo no sé cómo ¿De acuerdo? Pero sé que soy uno, Dumbledore me revisó luego del ataque de Halloween. Hagrid me recogió de la casa de mis padres y me llevó con Dumbledore que estaba esperando en la casa de los Dursley, antes de dejarme en la puerta de mis tíos Dumbledore me hizo un escaneo y se mostró en el pergamino. No sé porque no salió en el de ustedes, pero sé que está ahí. Esa es otra de las razones por las que Dumbledore está tan empeñado en meterse en mi vida. -En este momento mis emociones parecen una ruleta, suben y bajan sin que tenga ningún control. Sólo quiero que este interrogatorio termine y que la copa esté a salvo.
Ragnok me mira fijamente, como intentando descubrir alguna mentira en lo que acabo de decir, sin embargo, después de un minuto suspira derrotado y aleja la mirada.
- Muy bien, señor Potter, revisaré personalmente la bóveda Lestrange, si no está ahí, revisaré cualquier bóveda de la familia Black a la que Lady Lestrange haya tenido acceso. ¿Sabe cómo es esa copa? En las bóvedas es más difícil sentir la magia porque hay muchos artículos mágicos que se enmascaran unos con otros -Pregunta resignado.
- Sí -Le digo lamiendo mis labios mientras jugueteo con mis dedos en la sábana-. Es la Copa de Helga Hufflepuff, tiene un escudo con un tejón.
- Bien, regresaré en cuanto pueda -Dice y se aleja rápidamente junto con los dos goblins detrás de él. La Sanadora no está a la vista, supongo que salió en algún momento de mi discusión con Ragnok.
- No te preocupes Harry, todo estará bien -Me dice Luna, mientras toma su té con pastitas.
- ¿Cómo lo sabes? -Le pregunté confundido, por muy vidente que sea no creo que pueda saber cada cosa que pase todo el tiempo, o al menos espero que no sea así, porque eso volvería loco a cualquiera.
- Porque si hubiera algún problema el trato se cancelaría y nos tendríamos que quedar aquí. Pero estoy segura que iremos, así que no hay ningún problema -Me dice, entonces veo que está preparando una nueva tasa de té, la cual me extiende junto con la bandeja de pastitas-. Come algo, has dormido mucho tiempo y necesitas comer para reponer fuerzas.
La miro totalmente incrédulo por unos segundos, luego simplemente sacudo la cabeza, porque no tiene sentido discutir con Luna, así que tomo la tasa de té junto con unas pastitas y empiezo a comer lentamente.
Un rato después Ragnok regresa con una bolsa de lo que parece cuero de dragón, y me lo entrega.
- Aquí tiene señor Potter, creo que será mejor que lo tenga usted hasta que realicemos el ritual. Dado que usted es uno de los Horcruxes tendremos que esperar hasta el momento justo antes de irnos para realizar el ritual, ya que no podremos retirar el de usted y el fragmento de alma original será bastante irascible y poco cooperativo -Me dice al tiempo que yo agarro la bolsa y la abro, al momento de sujetarla siento la presencia de Tom, lo que me tranquiliza. Por un momento realmente temí que pudieran destruirlo.
- Gracias Director Ragnok. Ahora que hemos solucionado esto, me gustaría hacerle otra consulta. Sé que no puedo tocar mi herencia hasta la mayoría de edad. Y como me iré, heredaré todas mis bóvedas a otra persona, pero quisiera saber si hay alguna manera de obtener al menos los libros, incluso si no se puede de todas las bóvedas, por lo menos de la bóveda Slytherin -Le solicito, ya que existe la posibilidad de que terminemos en un lugar muggle, me gustaría al menos poder darle a Tom cualquier libro que pudiera haber en las bóvedas Slytherins.
- Ya que nos avisó de este Horcrux, lo que permitió a nuestro banco revisar cualquier brecha de seguridad que pudiera haber, podemos hacer los arreglos para sustituir los libros por una cantidad equivalente en galeones -Me dice Ragnok, puedo ver que ahora está más tranquilo, tal vez porque ya no tiene el Horcrux en su poder.
- Gracias -Le digo-. Tome todo lo que pueda de mis bóvedas de confianza entonces, después de todo no lo voy a necesitar a donde vamos -Le digo, giñándole un ojo, lo que hace que se ría un poco, porque lo que hay en la bóveda de la muerte es una cantidad tan exorbitante, que tuve que mirar dos veces el pergamino cuando lo revisamos con Luna luego de hacer la lista de herederos. Ragnok no mintió cuando dijo que había todo cuanto uno se podía imaginar. Cualquier cosa que se pueda considerar valiosa estaba ahí, incluso una lista de propiedades, que por lo que pude ver, coinciden con la lista de propiedades que tengo aquí, y Luna marcó algunas que ella dice que pertenecen a su familia en este mundo, y muchas más que estoy asumiendo que pertenecerán a las demás personas que irán con nosotros, ahora o más adelante.
- Claro, señor Potter. Ahora me retiro, iré a arreglar lo que falta -Luego de decir eso da la vuelta y sale de la enfermería. Una vez que me aseguro de que se marchó me levanto y voy hacia mi mochila para colocar la copa dentro de ella. Hasta que no nos haya ido y todo esté arreglado, no estaré tranquilo con los Horcruxes de Tom.
Saco el diario de Tom y me siento en la cama.
- Hey, Tom -Le escribo.
- Hola, ¿Cómo va todo? -Me pregunta Tom.
- Bien, por el momento. -Le digo al tiempo que coloco mi mano sobre la página, ahora ya acostumbrado a mostrarle mis recuerdos a Tom.
- Vaya, no pensé que fuera a ser tan difícil para ti quitar los bloqueos. Aunque tiene un poco de sentido, ya que eres un mago muy poderoso. Mientras mayor sea tu fuerza mágica, mayor presión ejercerán sobre los bloqueos, haciendo que sea doloroso retirarlos. -Me dice Tom, pensativo-. También estoy muy aliviado de que los goblins se hubieran tomado con relativa calma la noticia de mi Horcrux en sus bóvedas, puedo ver cómo podrían haber ido cuesta abajo todos nuestros planes si hubieran sido un poco menos comprensivos. -Luego de que Tom agregue esta última parte siento su estremecimiento al imaginarse lo que podría haber pasado.
- Sí, creo que no voy a estar tranquilo hasta que nos hayamos ido y tu alma esté restaurada -Le digo con un estremecimiento propio-. Luego de esto espero que no se te ocurra volver a cometer una tontería como esta Tom. Es realmente estresante estar preocupado por la seguridad de los Horcruxes todo el tiempo. Sin mencionar que por muy bien que intentes ocultarlos siempre habrá alguien que lo descubra y quiera destruirlos -Le digo seriamente, no creo que pueda volver a pasar por algo como esto si Tom vuelve a hacer Horcruxes.
- Lo sé, yo tampoco estoy interesado en enfrentar este problema nuevamente -Me dice Tom, y suspiro de alivio al sentir su sinceridad.
Escucho el ligero pop de una aparición y volteo a mirar el origen del sonido y descubro que es Kreacher. Parece muy feliz, lo que me hace sonreír. Está tan feliz que incluso se ve unos 10 años más joven de lo que aparentaba cuando lo conocí.
- Hey Kreacher ¿Está todo listo? -Le pregunto al emocionado elfo.
- Sí amito Black, todo está listo -Me dice casi rebotando en la punta de sus dedos de la emoción, lo que hace que suelte una risita-. Encontramos un basilisco, amito Black -Me dice emocionado, sin embargo, a mi se me quita la emoción inmediatamente y es reemplazada por una fuerte preocupación.
- ¿Dónde encontraste un basilisco? ¿Están todos bien? -Le pregunto rápidamente.
- Sí, amito Black, no se preocupe -Me tranquiliza Kreacher-. Estaba en la Cámara de los Secretos de Salazar Slytherin, como estaba en Hogwarts fuimos después de limpiar todas las demás propiedades, y la encontramos allí. Ella no puede lastimarnos porque estamos ligados a la magia de la familia Slytherin gracias a usted. Así que nos miró a través de la membrana protectora de sus ojos, amito. Además, nuestra magia es muy fuerte, así que si hubiera tratado de lastimarnos hubiéramos podido inmovilizarla -Continúa su relato emocionado. Logrando que la emoción también se me contagie luego de comprobar que todos están bien.
- Me alegro que todos estén bien Kreacher. ¿Y entonces? ¿Qué encontraron en la cámara? -Le pregunto.
- Oh, había una biblioteca enorme, muchos muebles antiguos, un laboratorio de pociones completo, también muchísimos ingredientes para pociones bajo encantamientos de éxtasis. Guardamos todo en un baúl especial y los muebles los enviamos para ser guardados en las bóvedas de la familia Slytherin. También tuvimos que conseguir un baúl especial para el basilisco. Pero en cuanto se lo mostramos estaba muy feliz, tanto que no se molestó cuando quisimos ordeñarle su veneno. Al contrario, en cuanto vio los envases que habíamos traído se acostó en el suelo de la cámara y dejó que Kreacher y los otros elfos lo durmieran un poco. También había piel de basilisco en varias partes de la cámara, así que la preparamos y almacenamos junto con el veneno -Terminó Kreacher su relato de los acontecimientos en la cámara, no se si reír o llorar después de escuchar todo lo que había ocurrido. Sólo Kreacher puede hablar de un basilisco como si extraerle veneno fuera cosa cotidiana.
- Jajajaj no te sorprendas tanto -De repente siento un calorcito en la palma de mi mano y al bajar la mirada me doy cuenta que en algún momento había presionado mi palma sobre la página del diario de Tom, por lo que seguramente vio todo lo que estaba pasando-. El basilisco no es tan peligroso como podrías esperar, al menos no para su amo y aquellos que estén ligados a la magia familiar. Y probablemente Alya estaba más feliz que molesta de que le sacaran el veneno. Puede resultar extremadamente doloroso para los de su especie tener demasiado veneno acumulado. Aunque Salazar colocó un envase sin fondo para que ella colocara su veneno cuando tuviera demasiado y la entrenó para expulsarlo dentro, nunca sale completamente como cuando son ayudadas por alguien más. En el lado bueno de las cosas, con unos 9 o 10 de los viales más antiguos podrías sustituir el contenido de cualquiera de tus bóvedas, así que podrás usar el veneno acumulado para sustituir todo lo que quieras de las bóvedas. El veneno de basilisco es uno de los ingredientes para pociones más raros de la comunidad mágica. Mientras más antiguo sea el veneno mayor será el precio que pagarán.
Cuando Tom termina de explicar todo esto sobre el basilisco y su veneno me quedo impresionado y me hago una nota mental para estudiar todo lo que pueda sobre los basiliscos, ya que al parecer vamos a tener uno como mascota. Mi vida se está volviendo más surrealista a cada momento.
Cuando la consternación se me pasa me concentro en la parte del valor del veneno de basilisco, y me comprometo a pagar primero a los goblins para obtener los libros y objetos mágicos de todas mis bóvedas y enviarles un poco a aquellos que están en mi lista de posibles herederos. El dinero nunca sobra y el veneno al parecer les hará ganar mucho dinero para que puedan gastarlo en lo que más les guste.
- ¿Falta algo más por arreglar Kreacher? -Le pregunto, ya que no se me ocurre qué más pueda hacer falta.
- No amito Black, los muebles y el dinero disponible lo enviamos para guardarse en las bóvedas familiares. Los libros los duplicamos, los originales los dejamos en la bóveda familiar y los duplicados los guardamos en baúles, objetos mágicos, joyas familiares, ingredientes e implementos de pociones los colocamos en baúles para llevarlos con nosotros. -Me informa rápidamente, y debo admitir que estoy muy impresionado por todo lo que han hecho en unas pocas horas, aunque lo de los libros me sorprende.
- ¿Por qué duplicar los libros Kreacher? -Le pregunto.
- La ama Black dijo que los libros eran muy importantes para las familias mágicas, ya que les enseñaba a los nuevos herederos sobre su herencia familiar. Por lo que era mejor dejar libros en las bóvedas para los nuevos herederos. Pero que todo lo demás le haría más falta a usted. Por eso nos hizo duplicar todos los libros y empacar los duplicados junto con las otras cosas para que las llevemos -Explicó Kreacher, y luego añadió-. También nos hizo empacar todos los invernaderos y las muestras para criaturas mágicas, porque era posible que al lugar al que lleguemos no tengamos ninguna de las plantas o animales que necesitaremos para hacer pociones, por eso nos tardamos más de lo previsto, tuvimos que ir a cada invernadero y banco de inseminación de criaturas mágicas de la comunidad. -Terminó bastante orgulloso, Kreacher estaba parado recto y con el pecho inflado por el orgullo de todo lo que habían logrado hacer.
Yo por otro lado estaba completamente atónito. Básicamente Kreacher me estaba diciendo que teníamos todo lo que se necesitaba para crear una nueva comunidad mágica donde sea que fuéramos, y sin embargo, todavía dejaríamos aquí todo lo que las nuevas generaciones necesitarían cuando nuevos herederos llegaran, y tomando en cuenta la cantidad de squibs que las familias habían expulsado, no dudaría nada que en unas cuantas generaciones hubieran nuevos herederos para todas las familias, tal vez incluso la Peverell. Por lo que decidió que en lugar de retirar todos los libros de las bóvedas, les pagaría a los Goblins para duplicarlos y que les entregaran los duplicados para poder llevarlos con ellos.
- Dale las gracias a tu Ama Black de mi parte Kreacher -Le digo a Kreacher realmente agradecido-. Si no hubiera sido por el pensamiento de ella en las generaciones futuras, yo probablemente habría dejado sólo dinero en las bóvedas. Dime una cosa Kreacher, ¿Cuántos viales tenemos de veneno de basilisco?
- Hay 1264 viales, amito Black. Pero todavía queda bastante por envasar en la vasija encantada que había en la Cámara de los Secretos, por lo que decimos sellarla y traerla con nosotros -Respondió Kreacher haciendo que casi se me salga el corazón de la impresión. Especialmente ahora que sé más o menos cuando cuesta cada vial.
- Bien, en ese caso hazme un último favor, ¿De acuerdo? Luego pueden descansar hasta que sea la hora de irnos. -Saco la lista que habíamos hecho con Luna y luego de duplicarla le entrego una copia a Kreacher-. Separa 50 viales para cada una de estas personas, págales a los goblins la diferencia en los fideicomisos de las bóvedas familiares para que te permitan duplicar los libros y retirar los otros objetos. El saldo divídelo en 9 partes iguales y tráemelo en cajitas separadas, por favor. -Le pido a Kreacher, después de eso no creo que nos falte nada más. Sólo tendríamos que esperar a que los goblins terminen de arreglar todo aquello que necesiten.
- Lo haré ahora mismo amito Black -Me dice Kreacher para luego desaparecer.
Luna sólo me mira y sonríe regresando su vista nuevamente al periódico que estaba leyendo, a lo que yo sacudo la cabeza, preguntándome si ya sabe lo que quiero hacer, pero no digo nada. En su lugar regreso mi atención al diario de Tom.
- Bueno, parece que ya falta poco para que tengamos todo listo -Le digo emocionado.
- Sí, no veo la hora de poder tener un cuerpo nuevamente, estar encerrado en un libro por 50 años puede ser un tanto escalofriante. -Me dice Tom, y siento pena por él, porque si fuera yo quien tuviera que pasar 50 años encerrado en un libro sin hablar con nadie ya habría enloquecido hace muchísimo tiempo.
- Oye, ahora que recuerdo, nunca me respondiste por qué querías petrificar a los hijos de muggles -Le recuerdo la pregunta que le había hecho en la sala de los menesteres y que no me había respondido.
- Oh, eso. Bueno, la verdad es que la primera vez no fue apropósito. Alya me siguió a través del túnel porque se sentía sola y no quería que me fuera, justo en ese momento Myrtle estaba saliendo del baño, así que no tuve tiempo de hacer nada -Me cuenta Tom-. ¿Y ahora?, creo que es porque mi alma está rota, y a los 16 odiaba todo lo que tuviera que ver con los hijos de muggles. No entendía cómo podían venir al mundo mágico y querer cambiarlo todo, cuando yo deseaba dejar el mundo muggle tan atrás como me fuera posible. También estoy diseñado para adsorber la energía vital y mágica de la persona que escriba en mi diario, para obtener un nuevo cuerpo. Así que como ves, en realidad no lo pensé demasiado. Sólo quería dos cosas, eliminar a los hijos de muggles y obtener un cuerpo nuevo. -Tom termina de contarme con un encogimiento de hombros.
- ¿O sea que en este momento estás absorbiendo mi energía mágica? -Le pregunto desconcertado, especialmente porque no he sentido nada raro con mi magia desde que empecé a escribir hace un momento.
- No, eres mi alma gemela, ¿Recuerdas? No puedo lastimarte -Me recuerda Tom.
- Sí, es cierto -Le digo contento, mi corazón no deja de saltar de emoción al recordar que tengo un alma gemela y que ya nunca más estaré solo.
Me acomodo más en la cama buscando comodidad, pero entonces se escuchan pasos acercándose hacia nosotros, lo que hace que me pregunte qué está pasando y si tal vez ya tienen todo listo. Por lo que mejor guardo nuevamente el diario de Tom. Y me siento en la orilla de la cama.
Ragnok entra a la habitación, pero esta vez está acompañado de mis gerentes de cuenta. Me indica que me ponga de pie, lo que hago aunque un poco confuso, seguido de Luna, quien se pone de pie y se hace a un lado. Entonces veo que los goblins hacen aparecer una mesa pequeña con sillas alrededor para que podamos sentarnos todos. Levanto una ceja intrigado por el motivo de la reunión tan repentina, aunque pienso que tal vez ya está todo listo y quieren ajustar algunos detalles, por lo que me siento sin hacer preguntas.
- Señor Potter, usted es una fuente de sorpresa constante ¿Sabía? -Me dice Ragnok al tiempo que me mira como si intentara descifrar un rompecabezas especialmente difícil, lo que me pone algo incómodo. Especialmente porque no sé a qué se refiere.
- Disculpe Director Ragnok, ¿A qué se refiere? -Le pregunto frunciendo el ceño, tratando de pensar qué es lo que hice para que el Director dijera que los sorprendo a cada momento.
- Su elfo, Kreacher, se ha presentado para retirar todos los objetos y armas de sus bóvedas y también solicitando permiso para ingresar a las bóvedas y copiar los libros guardados en las bóvedas de su familia. Ofreció cubrir la diferencia económica de sus bóvedas con veneno de basilisco, algo bastante raro y caro, debo agregar -Me dice todavía desconcertado.
- Oh… ya entiendo. Tom tiene un basilisco, los elfos vaciaron las cámaras donde se encontraba y al parecer cosecharon bastante veneno de basilisco. Tom dice que ese veneno es particularmente caro y raro, así que pensé que podría cubrir con eso la diferencia en los fideicomisos para Lores y Ladies -Le explico después de entender a lo que se refiere.
- Esa es una excelente decisión señor Potter, las futuras generaciones probablemente terminen vendiendo ese veneno mucho más caro de lo que se podría vender ahora, sin embargo, necesitaremos firmar algunos documentos para legitimar el intercambio de los objetos de la bóveda, ya que los libros sólo serán copiados y los originales quedarán en la bóveda.
Se escucha un pop y veo que es Kreacher que acaba de aparecer con las cajitas que contienen los viales con veneno de basilisco.
- Kreacher, que bueno que llegaste -Le digo mientras estiro la mano hacia él al ver que me extiende las cajitas.
- Ya está todo listo amito Black, los otros elfos domésticos están copiando los libros de las bóvedas y almacenándolos en los baúles junto con los objetos mágicos y muggles -Me dice.
- Gracias Kreacher, entonces siéntate y espérame a que termine de arreglar unos documentos con Ragnok y mis gerentes, por favor -Le digo con una sonrisa.
- Como usted diga amito Black -Me dice Kreacher mientras se sienta en la silla, me alegra que esta vez no le lagrimeen los ojos.
- Bien, aparte de esos documentos, también quisiera agregar estos viales a las bóvedas de estas personas, por favor -Le pido a Ragnok entregándole la lista que había hecho con Luna-. Si no tienen bóvedas personales entonces quisiera que se les asignen unas para guardar los viales, ya que esto que les estoy dejando es específicamente para estas personas y no para sus familias -Le digo claramente. Ya que esto es tan valioso no dudaría que intenten quitarles lo que les estoy dejando.
- Eso no será ningún problema señor Potter. ¿Desea aperturar las bóvedas como fideicomiso o de libre uso? -Me pregunta, lo pienso y estoy a punto de decirles que como fideicomiso, pero Luna interviene.
- De libre uso Harry, les ayudará mucho más con todo lo que vendrá, además, de todos los de la lista ninguno de ellos es del tipo que gasta inconscientemente -Me dice Luna tranquilamente mientras sigue leyendo su periódico, girándolo hacia un lado y hacia el otro.
- Libre uso, entonces -Les digo a los goblins con un encogimiento de hombros, ya que Luna tiene razón-. Pero quiero que sólo ellos tengan acceso a dichas bóvedas, nadie más incluso si tienen llave -Les dejo claro, no quiero arriesgarme a que les pase como a mí con Dumbledore.
- Así se hará señor Potter -Dice Ragnok mientras veo que anota todo en una libreta.
- Aparte de eso quiero que el contenido de estas cajitas sea agregado al fideicomiso de mis bóvedas personales, -Les digo a mis agentes de cuenta, pasándoles una caja a cada uno. Veo que ellos al igual que Ragnok están pesando los viales, revisando las fechas de extracción que al parecer los elfos le habían colocado a cada vial y asignándoles un valor monetario. Me siento maravillado de verlos trabajar mientras aparecen aleatoriamente aquellos implementos que parecen utilizar.
Cuando terminan de registrar todo y firmo los documentos para la actualización de mis fideicomisos me doy cuenta que Ragnok también terminó de configurar las bóvedas para las personas de mi lista, porque a un lado puedo ver archivos separados uno sobre otro y en el archivo que está sobre la pila alcanzo a ver uno de los nombres de mi lista.
Entonces tomo tres cajitas más y se las entrego a Ragnok.
- Estas de aquí quiero que la agregue a la bóveda del señor Lovegood -Les digo-. Sé que probablemente no lo necesite, pero al menos Luna y yo nos quedaremos tranquilos de saber que no le hará falta nada y podrá disfrutar de su trabajo y sus viajes.
- Gracias Harry -Me dice Luna, suavemente con la cabeza gacha. Yo sólo le sonrío levemente y presiono su mano para mostrarle mi apoyo, porque en realidad no hay nada que pueda decir en una situación como esta.
- Esta otra quiero que la utilice para crear un fondo de becas para niños mágicos de bajos recursos, y que sean ustedes los que se encarguen de ello. No sólo para niños con magia, sino también para niños squibs, tal vez crear una escuela donde ellos puedan aprender aquellas habilidades mágicas que no implican la utilización de una varita, como Pociones o Runas, o cualquier otro tema que les pueda ayudar a integrarse mejor a nuestra comunidad. Lamentablemente hasta ahora no conozco mi comunidad, no sé si hay más colegios aparte de Hogwarts, pero hasta ahora no he escuchado de ningún niño cuyos padres tengan tiendas en el Callejón Knockturn o incluso en el callejón Diagon o Hogsmeade.
- No hay más colegios, señor Potter -Me dice Ragnok-. Tiene razón en que Hogwarts es un colegio para la Élite o para alumnos hijos de muggles que los directores de Hogwarts consideran suficientemente poderosos como para brindarles las becas de estudios. Por lo que sé, cada año se envían entre 300 y 400 invitaciones a niños mágicos desde Hogwarts, pero sólo entre 50 y 100 invitaciones se aceptan, los otros niños rechazan la invitación debido a la escasez de dinero en sus familias, por lo que sus padres recurren a la educación en casa.
- Bien, en ese caso lo mejor sería crear un nuevo colegio -Me doy la vuelta hacia Kreacher y le pregunto-. Kreacher, ¿Dijiste que todavía había veneno de basilisco sin envasar, y también piel de basilisco? -Le pregunto recordando lo que me había dicho cuando me habló de su incursión en la Cámara de los Secretos.
- Sí amito Black, aún queda bastante -Me dice.
- Bien, Si te hace falta comprar más viales, ve y compra los que te hagan falta y envasen todo el veneno de basilisco que quede. Sólo deja la cuarta parte para que nos llevemos nosotros en caso que lo necesitemos para pociones. En cuanto a la piel de basilisco guarda la mitad y la otra mitad la traes junto con las tres cuartas partes del veneno. -Le indico, ya formándose un plan en mi cabeza.
- Sí amito Black, ahora regreso -Dice poniéndose de pie y apareciéndose con un ligero pop.
- Bien, creo que lo mejor sería un internado/orfanato para los niños mágicos, pero muchas veces los niños ayudan a sus padres, así se podría dar la opción de ir y venir todos los días a los alumnos a sus casas -Les empiezo a explicar los planes que se me acaban de ocurrir-. Que reciban todos sus alimentos y material escolar si lo necesitan. Como serán alumnos de bajos recursos, no hay necesidad de exigirles túnicas de gala ni libros costosos, lo importante es que puedan recibir la educación adecuada. Dinero no faltará, pero preferiría que el dinero para la educación se ofreciera como una especie de préstamo sin intereses, que las cuotas de pago se hagan después de que los alumnos hayan terminado su educación y conseguido un trabajo y principalmente, las cuotas no pueden ser demasiado elevadas, ya que el objetivo de la devolución es únicamente que el dinero no sólo salga de la bóveda, sino que también se pueda recuperar. Sin embargo, también podrían instalar invernaderos para vender ingredientes, o algún otro método que permita que el dinero gastado sea recuperado. De esa manera se volvería en algo sustentable y útil a la sociedad, no un fondo que terminaría en algunas generaciones por falta de dinero.
- Eso no será ningún problema, señor Potter. Si nos autoriza podemos elegir uno de los castillos que tiene a su nombre. No el castillo principal, claro. Pero sí uno lo suficientemente grande y con grandes campos abiertos para reformarlo e instalar la escuela ahí. En cuanto a que sea sostenible, podemos colocar huertas, invernaderos, criadero de criaturas mágicas, laboratorios de pociones y otras instalaciones que podrían ayudar a los alumnos a aprender, pero también servirían para que la escuela obtenga ingresos. Presentar informes a los padres y maestros sobre los gastos que se realizaron en el año y los ingresos obtenidos, para que no sientan que se está explotando a sus hijos al vender los productos del colegio. Y de ese modo también sería más fácil que accedan a devolver cualquier déficit, ya que sería un monto menor del que se abría presupuestado inicialmente y además tendrían pruebas fehacientes del uso que se está dando al dinero del colegio.
- Sí, eso suena bien -Le digo a Ragnok después de pensar detenidamente todo lo que acaba de decir-. No quiero por ningún motivo profesores mediocres, puede que sean personas de bajos recursos, pero quiero que tengan la mejor educación posible. Lo que no obtendrían si tienen que aprender de fraudes como Lockhart -Les digo recordando al fraude que es ese tipo.
- Eso es cierto -Dice Luna sin poder contener las risitas-. Gana una fortuna y ni siquiera puede detener a un grupo de duendecillos de Cornualles -Añade, lo que causa que todos nos riamos de sus palabras, porque es la triste verdad.
- Justamente -Le digo a Luna y a los goblins riendo al recordar a los profesores que hemos tenido-. Y eso es lo que quiero evitar. En cuanto a los squibs, podrían asistir a la misma escuela, ya que recibirán una buena educación y se les ofrecerá una alternativa a tener que abandonar su comunidad y en algunos casos a sus familias, estoy seguro que la mayoría querrá asistir. Y tal vez también ofrecerles ayuda económica para estudios posteriores a la escuela, como universidades muggles o especializaciones mágicas. En cuanto a las propiedades, escojan la que sea más conveniente, no tengo ningún problema con ello.
- Así se hará señor Potter -Dice Ragnok mientras añade lo que les acabo de decir.
- Esta de aquí será para mis elfos domésticos. -Les digo dándole otra de las cajitas a Ragnok-. Sé que los que tengo en este momento irán conmigo, pero eventualmente tendrán que recibir nuevos elfos para el manejo de la escuela, el orfanato o de mis propiedades, hasta que haya un nuevo heredero Potter. No quiero que haya elfos a nombre de la escuela, porque no quiero arriesgarme a que sean maltratados, prefiero que ellos tengan una bóveda de donde puedan tomar dinero para todo aquello que necesiten. Sé que tiene que estar a mi nombre, pero quiero que sea de uso exclusivo de ellos. De esa manera pueden recibir a tantos elfos como sea necesario, trabajar en el colegio o en las propiedades o en lo que ellos quieran sin dejar de estar bien alimentados, vestidos y que puedan recibir atención médica. Incluso si aparece un nuevo heredero, esta bóveda no puede cambiar su uso.
- Señor Potter, ¿Se da cuenta que esto que nos está pidiendo es algo que jamás se ha hecho? -Me dice Ragnok abiertamente sorprendido, al igual que los otros elfos-. La sociedad no lo aceptará -Me advierte.
- Es bueno que no necesito que ellos lo aprueben. Sé que los elfos domésticos necesitan estar ligados a una familia mágica para sobrevivir, pero eso no quiere decir que deban ser humillados o lastimados físicamente sólo porque los magos y brujas se creen superiores. De este modo, ellos pueden trabajar en cualquier lugar, ustedes podrían ayudarles con el monto adecuado que deberían cobrar por su trabajo, pero no estarían ligados a una familia abusadora. En cuanto al dinero que cobren, no me importa lo que hagan con ello, por lo que a mi respecta, ellos pueden depositarlo en la bóveda si así lo quieren o gastarlo en cualquier cosa que quieran comprar. Lo que realmente me interesa es que tengan un lugar adecuado para vivir con sus familias, comida, ropa limpia y la atención médica y pociones adecuadas para cuando se enfermen.
En cuanto a la sociedad, no me afecta lo que piensen, porque es a ustedes a quienes se los estoy encargando, no al Ministerio. Y por mucho que hagan los del Ministerio, esos elfos pertenecerán a mi familia, por lo que cualquier daño a ellos, es dañar a mi familia. Es más, si puede ayudarme con alguna maldición disuasoria para cualquiera que se atreva a lastimar a mis elfos, se los agradecería. -Termino sin aceptar ningún reclamo. He visto como tratan los Malfoy al pobre Dobby, y estaré condenado si permito que otros elfos sufran lo mismo.
- Muy bien, señor Potter, eso no será ningún problema. Podemos hacerlo, incluso estarán muy felices porque podemos enseñarles lo que en su momento nosotros también aprendimos. Aprender todo lo que podamos para que, aunque lo intenten, no puedan humillarnos. -Dice Ragnok seriamente-. Después de tantas guerras y tantas restricciones, aprendimos a ponernos en pie y ahora nuestro trabajo es tan apreciado que incluso aquellos que nos menosprecian no pueden evitar recurrir a nosotros. De hecho, los Peverell, los fundadores de Hogwarts y ahora usted han sido los únicos que nos han ofrecido respeto sincero, no solo por lo que hacemos sino por lo que somos. Ya que usted está dispuesto a aceptar bajo el cuidado de su familia a tantos elfos domésticos como se pueda y permitirles la libertad de vivir sus vidas sin presiones, nosotros no tenemos ningún inconveniente con ayudarles a ellos a aprender. Le puedo asegurar que, en el futuro, los elfos domésticos Potter serán muy requeridos y respetados por la sociedad.
Escuchar las palabras de Ragnok me emocionan muchísimo, porque esto está mucho más allá de lo que pensé que podría ofrecerles a los elfos domésticos, pero es justamente lo que quiero para ellos.
- Bien, sí. Esta última caja es para la nación goblin -Les digo carraspeando un poco, espero que no se vayan a ofender-. Muchos de ustedes se irán con nosotros, lo que significa que tendrán que entrenar a nuevos goblins para cubrir esos puestos, además que les estoy encargando cada vez más trabajo con lo del colegio, el orfanato y ahora los elfos. Así que me gustaría que aceptaran estos viales como pago.
Los seis goblins se quedan absolutamente estupefactos, más aún cuando Ragnok abre la caja tentativamente y se encuentra con todos esos viales de veneno de basilisco.
Yo por mi parte estoy feliz de poder hacer esto, sobre todo porque en realidad no es un gran sacrificio. Ese veneno es de Alya, y ya la estamos llevando con nosotros, no tiene sentido acaparar algo tan valioso cuando posiblemente no le podamos dar un uso real hasta dentro de muchos años si lo llevamos con nosotros, sin embargo, aquí ayudará muchísimo a la comunidad mágica. Puede que no me agraden en este momento, pero los niños no tienen la culpa, y si se los educa adecuadamente, tal vez en el futuro sean personas mejores de lo que son sus padres en este momento.
Dos horas después de mi reunión con Ragnok y mis gerentes de cuenta y haber cenado con Luna, por fin tenemos todo listo. Nos movimos a una habitación mucho más amplia, ya que estábamos Luna, yo, mis elfos, Fawkes y todos los goblins que irían con nosotros. El proceso de limpiar los Horcruxes de Tom fue más sencillo de lo que pensé, sin embargo, Voldemort no está nada feliz con lo que está pasando. Fui encerrado dentro de una especie de domo protector en el centro de la habitación con el diario, el relicario y la copa, entonces los goblins se pararon alrededor del domo mientras cantaban en su idioma al tiempo que empezaron a aparecer runas en el piso sobre el que estaba acostado. Entonces todo el domo parecía brillar y de pronto todos los demás Horcruxes empezaron a aparecer y al final apareció el espíritu de Voldemort.
Me estremezco de miedo al verlo, puede ser mi alma gemela, pero eso no quita que también sea la persona que mató a mis padres y principalmente la persona a la que me enfrenté hace unos meses. Sin embargo, a pesar de sus gritos y amenazas, puedo sentir el miedo detrás de sus gritos, eso hace que mi miedo disminuya y pueda respirar más tranquilamente porque ese miedo detrás de sus gritos e insultos me prueban que mi Tom, el que conozco y me ha ayudado, aún está ahí, y cuando todas las piezas estén juntas de nuevo, tal vez no sea el Tom de 16 años pero sin duda no será el loco asesino que exterminó a mi familia y que intentó matarme dos veces.
Siento un tirón en mi cicatriz, que hace que cierre los ojos para calmar el dolor que me causa, como si el fragmento de alma anclado allí quisiera arrancarse de mi frente a como dé lugar para ir a reunirse con el fragmento principal. Sin embargo, poco a poco esta sensación disminuye, así como el dolor, entonces abro los ojos y veo la esfera de cristal que mencionó Ragnok, y dentro puedo ver una especie de remolino furioso mesclado con lo que parecieran ser rayos, como si estuviera frente a un tornado en medio del mar mientras en el cielo se desarrolla una tormenta gigantesca. Es magnífico y terrorífico al mismo tiempo, porque sé que esos son los fragmentos del alma de Tom luchando entre sí para tratar de unirse nuevamente en uno.
Poco a poco la esfera baja hasta estar frente a mí, por lo que siguiendo las indicaciones de Ragnok la tomo en mis manos y el domo que me aleja de aquellos que a partir de ahora serán mi nueva familia, desaparece.
Entonces Ragnok se acerca hacia mi y abre una caja de una madera muy oscura y bellamente tallada con lo que parecen enredaderas con el escudo Peverell tallado sobre la tapa. Dentro de la caja hay una piedra profundamente negra, también tiene el escudo Peverell tallado, pero hay muchas runas en miniatura talladas alrededor de la piedra, aparentemente en cada espacio disponible de la piedra. Aspiro aire profundamente y luego mientras lo expulso lentamente, tomo la piedra en mi mano y esta empieza a brillar, entonces siento una capa caer sobre mis hombros, la miro y la reconozco como mi propia capa de invisibilidad. Luego siento como si un anillo se asentara en mi dedo anular de la mano derecha, y lo reconozco como el anillo de la familia Gaunt, el que fue convertido en un Horcrux, sólo que ahora ya no está contaminado. Finalmente, en mi mano derecha aparece un portavaritas y por lo que veo la varita de Dumbledore está asentada ahí. Una vez que las tres reliquias de la muerte están en su lugar siento una enorme ráfaga de poder correr alrededor mío y hacia la piedra que recogí de la caja, y una puerta se materializa justo frente a mis ojos, una puerta de piedra negra, sólo que en lugar de la puerta cubierta con tela blanca que me imaginé, lo que tengo frente a mi es un arco de piedra negra con lo que parece niebla en lugar de puerta, escucho susurros viniendo del otro lado, como si hubiera personas hablando, susurrando al otro lado.
Estoy tan hipnotizado con la vista imponente que presenta este arco, que me sobresalto un poco al sentir una mano sujetarme del codo. Giro la cabeza a mi derecha y me encuentro con Luna, quien tiene a Fawkes acurrucado en su cuello mientras se sujeta con el pico al cabello de Luna.
Luna me sonríe serenamente, como si todo estuviera bien en el mundo y no estuviéramos a punto de ir a un lugar totalmente desconocido para nosotros. Sin embargo, esta sonrisa parece lograr el efecto deseado porque me tranquilizo, miro hacia atrás y veo a Kreacher sujetando a Luna de la muñeca, siendo seguido por el resto de mis elfos y los goblins. Todos sujetados uno al otro, como si fuéramos una enorme serpiente zigzagueando alrededor de la habitación.
Sólo entonces vuelvo mi mirada al frente y empiezo a caminar hacia el arco, esta vez sin dudar, y cuando la atravieso, lo único que puedo ver es un blanco profundo como la niebla, no puedo ver a los demás que vienen conmigo, aunque soy consciente de su presencia a mi alrededor. Por un momento todo es calma, y entonces, cuando siento la presencia de la última persona que faltaba por ingresar todo cambia y se desata un enorme remolino que me hace girar como si estuviera en el centro de un tornado especialmente vicioso, que me jala de un lado a otro hasta escucho lo que parecen explosiones y entonces la oscuridad se apodera de mi mente y pierdo la conciencia.