
PRÓLOGO
PRÓLOGO
Una habitación sencilla, sin ningún tipo de decoración, un sillón con un pequeño niño sentado mientras observa en silencio las llamas encendidas en una chimenea de aspecto antiguo, las cuales crepitan alegremente, es todo lo que se puede observar a simple vista.
Sin embargo, observando más detenidamente te darás cuenta que el pequeño niño tiene el pelo negro y desordenado, casi como si fuera un nido de pájaros, su rostro es hermoso, sería difícil saber si se trata de un niño o una niña si no fuera por el uniforme escolar masculino que lleva puesto, tiene una cicatriz en forma de rayo justo en el centro de su frente, es extremadamente delgado, su piel se encuentra muy pálida y tiene unos hermosos ojos verdes, los cuales lamentablemente se encuentran totalmente desenfocados e incluso, tal vez, aterrados, como si se encontrara a kilómetros de distancia.
Su postura también es reveladora de que algo malo le está ocurriendo, pues se encuentra sentado con las piernas dobladas presionadas contra su pecho, mientras su barbilla se apoya sobre sus rodillas y sus brazos se aferran a sus piernas con firmeza, casi como si quisiera desaparecer ahí mismo.
A su lado en el sillón se puede observar un pequeño diario negro sin adornos, lo único llamativo en el pequeño libro es la fecha sobre la cubierta con tinta deslucida indicando que es de unos 50 años atrás.
Pero… ¿Qué lugar es éste? ¿Quién es este pequeño niño? Y más importante, ¿Por qué se encuentra en este lugar y en ese estado?