Capítulo 34.
Capítulo 34.
La razón o el juicio es la única cosa que nos hace hombres y nos distingue de los animales
René Descartes
El día por fin había llegado, el día que tanto había deseado y que temía en gran medida estaba aquí, faltaban solo unos minutos para entrar en la sala de juicio, pero se sentía más como horas, Sirius había estado pensando una y otra vez en su defensa, sabía que era sólido, solo necesitaba el documento que dijera que era inocente y él sería libre, pero a pesar de saberlo no hacía que el miedo presionara contra sus huesos haciéndolo ver más lamentable de lo que ya de por sí era, Sirius había pasado cuatro años en Askaban algo que lo había trastornado lo suficiente para reflexionar un poco sobre su vida, no solo porque los dementores lo hacían recordar malos momentos, sino también porque ahora que estaba fuera y en proceso de ser libre, todo por su familia, lo hacía considerar lo que antes había sabido sobre las personas que lo rodeaban.
Su padre o mejor dicho SU abuelo estaba en parte detrás de esto, él no era tan estúpido como para creer que era solo por sentimentalismo, era obvio que querían algo de él, pero él estaría dispuesto a hacerlo, él dejaría todo atrás por volver a conectarse con la familia, una que lo repudio a él y Andromeda, “pero ella también te fallo”, le susurro su mente traidora, una que se había vuelto cada vez más critica a medida que pasaba tiempo lejos de los dementores, él ya no era ese Gryffindor que corría hacia todos lados creyéndose el dueño del mundo, Peter lo había traicionado, y Dumbledore bueno el viejo director eligió su lado, él defendió a Snevillus, pero a él lo dejo pudrirse, como podía perdonar eso, aún no tenía claro que debía hacer en que debía creer.
¿No es Andromeda quien exigió un juicio? ¿Ella piensa que es culpable? Y ¿qué pasa con Money? O debería llamarlo mejor Lupin.
Con tantas preguntas en su mente, Sirius se sorprende que aún pueda prestar atención a lo que sucede a su alrededor, pero siempre ha sido un hombre con múltiples habilidades, nunca se ha podido quedar quieto en un lugar, siempre observando aun cuando se distrae con sus pensamientos, algunas personas como Lily dirán que es déficit de atención, pero él sabe muy bien que no es así, no es que no se pueda concentrar, al contrario es que puede hacerlo, antes cuando era pequeño podía estar jugando ajedrez mientras planeaba su próxima broma y al mismo tiempo escuchaba los chismes que le contaba su tía Druella a su madre, fue algo que le ayudo en su tiempo en Hogwarts cuando se divertía, pero siempre sacaba excelentes notas en sus diferentes clases, Snape podría decir que era un genio en posiones, pero a pesar de lo que muchos creían y su negativa de pasar tiempo con Horace Slughorn él era el primero en esa clase, razón por la que se odiaban, después de todo Snape era el único que realmente sabia que era él, el primero mientras Snape era su segundo mejor, y eso era algunas de las razones de su odio, por supuesto mientras él avanzaba a pasos rápidos de las clases aburridas, los demás iban muy lentos, bueno las únicas excepciones eran James quien siempre lo entretenía y Lily claro esta, esos dos de alguna manera podían seguirle el ritmo.
Con un suspiro Sirius vuelve a sus pensamientos recordando la parte más importante de todo esto, la razón por la que estaba dispuesto a pactar con el más oscuro de su familia, Harry dulce e inocente Harry, el motivo por el cual James estaba enojado, la razón por la que en su ira James había vuelto aunque sea por unos segundos al mundo de los vivos, solo para patearle el trasero y ponerlo en marcha, para salvar su legado a su familia, no es que Sirius quisiera olvidarse de Harry simplemente quería destruir al traidor que lastimo a su familia, él jamás abandonaría a su hijo, y no solo porque Sirius adopto al niño con su sangre claro que no, es solo que en el momento en que lo vio Sirius supo que daría la vida por ese pequeño bebe, razón por la cual él estaba dispuesto a trabajar con su familia una vez más.
- Señor Black, es su turno- soltó una voz masculina mientras hacía seña para que lo siguiera, con determinación Sirius Black se puso de pie en toda su altura, cuadro los hombros y comenzó a caminar era hora de enfrentar esto.
Tony caminó alrededor saludando y bebiendo cidra de pera, con una sonrisa plástica pegada en la cara con el único pensamiento de querer volver rápido a su casa, odiaba los eventos sociales eran simplemente molestos, a, pero como eran necesarios, su idea de los orfanatos había estados en el ojo público como una tormenta, sin contar que cuando se acercó a la NASA para “oigan tengo un cohete que puede llevarnos a la luna en menos de doce horas” digamos que ahora hasta la Reina de Inglaterra quería reunirse con él, algo que no le gusto al presidente, al parecer él debía recordar que él era un estadounidense, lo que sea, no es como si el presidente no lo fuera a masticar si Rogers aparecía, él aún era amargo por eso.
- es un placer conocerlo Dr. Stark su trabajo sobre las antenas de comunicación es tan interesantes, y estos nuevos teléfonos son increíbles, también he escuchado sobre una posible cura para la pes...- Tony sonría y acepto su mano mientras lo miraba sin ningún interés, esto había estado pasando todo el día y parte de lo que iba la tarde, cada persona lo saludaba y empezaba a hablar sobre sus inventos tratando de sacarle algo.
Pepper su competente asistente, estaba cerca sonriendo a los donantes de manera cortes, esta no había estado muy contenta con él, luego de su colapso esta había estado gritando por creer que él había estado bebiendo y drogándose, él no había corregido su idea o bueno lo había intentado, pero sin pruebas era muy difícil que le creyera, tampoco era como si quisiera perder parte de su tiempo explicando lo que realmente había pasado, también dudaba que le creyera si lo intentara, así que para que gastar saliva, pero bueno eso no era importante ahora.
- Tony- dijo una voz detrás de él, lo que lo hizo girar, su sonrisa plástica se congeló por la sorpresa, mientras esta se suavizaba a una más real.
- Oso de Miel- grito mientras abrazaba a Rhodey, una parte de el feliz por ver a su mejor amigo, mientras otra maldecía, debía saber que los militares intentarían esto ahora que los había estado ignorando, claramente tratarían de hacer algo para averiguar que estaba tramando, con un suspiro Tony dio un paso atrás mirando mejor a su amigo, quien estaba en toda su gloria con un traje militar.
- Hola Tonos ¿cómo has estado?- pregunta, aunque hay sorpresa en su mirada, Tony se confunde por un momento, pero luego se da cuenta de que su amigo, no detecto ningún olor a alcohol cuando lo abrazo.
- Bien, bien, ¿qué haces aquí? Rhodey pensé que aún estabas en una misión, se supone que regresarías después de tres meses más- pregunto haciéndose el curioso tratando de no sonar acusador.
- el general me llamo- admitió con una mueca en parte viéndose culpable, sería gracioso si no fuera que en este momento no sabía que creer.
- quieres salir de aquí para ponernos al día- dijo Tony mientras pensaba a velocidad que debía hacer, con un mensaje rápido de su teléfono que era mucho más inteligente que cualquiera de los actuales en el mercado se comunicó con Randa, en este momento necesitaba que él vigilara a Harry luego de ponerse al día con Rhodey decidiría si lo incluía en el pequeño grupo qué tenía.
- Claro- dijo alzando una ceja ante el teléfono en su mano, no fue el único la verdad, la mayoría de las personas seguían sus movimientos como un halcón, pronto tendría que aumentar la seguridad, no sería raro que los intentos de secuestro a su persona aumentaran debido a su mayor notoriedad, por lo menos los codiciosos.
- bien vamos Happy debe estar a fuera- dijo con calma Tony mientras se giraba para salir, había estado dos horas en este lugar, tiempo suficiente para conseguir muchas donaciones, Pepper tendría que encargarse de lo demás.
- Señor Stark- trato de llamar su atención, pero él le dirigió una mirada irritada, lo que la hizo retroceder.
- iré con Rhodey Señorita Potts espero que pueda asegurar a las cosas aquí- dijo calmadamente mientras se dirigía hacia la puerta Rhodey seguía sus movimientos con confusión, sabía que no estaba actuando como anteriormente lo hacía su show de playboy.
Con pasos rápidos Tony llego hacia la limusina donde Happy lo esperaba, se montó con calma relajándose al instante, se sentía agotado, pero sabía que ahora tenía mucho más por hacer, con calma observo a Rhodey unirse a él en el asiento trasero, las luces molestas de las cámaras tomando constantemente fotos lo sorprendió por un momento, ni siquiera se había dado cuenta de que había periodistas, supuso que se retirarían en algún momento luego de que él entro al evento, pero por supuesto los malditos buitres estuvieron esperando todo el tiempo por él, Tony debía de dejar de sorprenderse por estas cosas, era como si Tony hubiera olvidado los molesto que eran, siempre pensó que la necesidad de seguirlo era porque él era Iron Man, bueno obviamente se había equivocado, ya que aún lo perseguían, al parecer Tony Stark era tan solicitado como su versión superheroica.
- estás bien Tonos pareces diferente- dice con cuidado Rhodey lo que obligo a Tony a concentrarse.
- por supuesto que si ornitorrinco, solo pensativo- dijo con voz calmada- que tal si nos vamos a ese restaurante italiano que tanto me gusta, he Happy- dice Tony.
- a la orden señor- dice Happy seriamente mientras empieza a conducir.
- hay mucho que ponernos al día- empieza un poco a indagar Rhodey.
- si supongo que si, pero antes de eso ¿Rhodey estás aquí por asuntos oficiales o como mi amigo?- pregunto Tony dulcemente mientras miraba con firmeza a su amigo.
- Tony yo.
- Sirius Orion Black por la presente es declarado inocente de todos los delitos que se le imputa, será recompensado por el tiempo en el que estuvo injustamente encarcelado, ¿algo que desea pedir a este cuerpo?- dijo una voz con seriedad.
- deseo la tutela de mi ahijado e hijo por adopción Harry James Potter-Black, después de esa noche no supe donde está y deseo verlo- dijo el hombre alto con hermosos ojos plateados, su porte era intimidante a pesar de lo flaco que se encontraba su cabello negro caía suavemente sobre sus hombros mientras se mantenía de pie mirando hacia al frente, Tony pensó que era unos cuantos centímetros más alto que él.
- pero que demonios- dijo Tony en su mente mientras su mano se acercaba al otro, su mano traspaso el cuerpo del otro como si fuera un fantasma, lo que lo desconcertó, por un momento su mirada se encontraron y Tony pensó que él lo estaba viendo tanto como él lo miraba.
- ¡TONY!- grito Rhodey empujando su hombro, Tony salto sorprendido solo para ver que aún se encontraba en la lemosina.
- Dios me estaba siquiera escuchando- murmuro enojado Rhodey, por un momento Tony considero que decir, para luego negar, esto era, ni siquiera lo sabía, otra vez algo extraño le sucedía, la pregunta era si era real o solo su imaginación.
- lo siento Rhodey- dijo mientras su miraba se conectaba con Happy quien miraba preocupado, negando con la cabeza en señal de que estaba bien, se giró a su amigo- solo una nueva idea para el cohete que estoy creando, sabes como soy- dijo como escusa y aunque dudoso su amigo se lo creyó, lo cual fue bueno, Happy se estacionó frente él restauran y Tony se obligó a sonreír.
- Vamos- dijo mientras su mente se llenaba de un pensamiento Sirius Black, un nombre que Jarvis tendría que investigar, tal vez tendría más suerte con este que con James Potter, quien aún parecía decidido a aparecer en sus sueños, si solo pudiera recordar la mayoría de lo que hablara.
Año 1984
Tony Stark 24 años
Sirius Black 25 años
Harry Potter 5 años