Capítulo 22.
Capítulo 22
El primer paso para el cambio es la conciencia, el segundo es la aceptación.
Nathaniel Branden.
Harry se sentía cómodo y feliz con su nueva vida, las cosas habían cambiado mucho desde que vivía con los Dursley, todo parecía un sueño y siempre que se despertaba sentía el miedo de descubrir que no era verdad, pero constantemente que abría sus ojos se encontraba con el señor Tony o el señor Jarvis lo que lo tranquilizaba, Harry nunca creyó ser feliz como lo era ahora, el tenia lo que siempre había envidiado de su primo Dudley, una familia, lo cual era increíble, esta había estado creciendo muy rápidamente, estaba el señor Happy y el señor Thomas quien eran geniales con él.
Si Harry estaba feliz con la familia que había creado o más bien había tropezado con él, nunca pensó que el tío Vernon hiciera algo bueno por él, pero el día que decidió entregarle al señor Tony definitivamente fue algo bueno, aun así Harry tenía sus dudas y percance, si bien no jugaba tanto como Dusley ni trabajaba tanto como lo hacía hacer antes como con la tía Petunia, Harry tenia pequeñas responsabilidades que el señor Tony le había puesto solo para él, lo primero era que debía tener su habitación ordenada, algo que a Harry no le molesto en lo absoluto, el segundo era hacer la tarea, lo cual Harry entendió que era importante, también entendió que hacerlo solo por salir del paso era malo, no importa lo que haya dicho tía petunia y tío Vernon, el tercero no acercarse a los extraños y escuchar mucho a Happy a Jarvis y en ultima instancias al señor Thomas, el señor Tony siempre lo debo escuchar, más importante que cualquiera de las reglas anteriores, era NO GUARDAR SECRETOS, Al señor Tony no le gustaban las mentiras y si a él no le decían cosas, se lo dirían cuando fuera más grande, había cosas que un niño no debía saber, según Jarvis.
Así que si Harry estaba más que feliz más que extasiado de su nuevo hogar, pero había una cosa, una sola pequeña razón por la que Harry tenía miedo, algo que lo había estado deteniendo aunque fuera inconscientemente, algo que ni en sus sueños más locos pensó que podría suceder, El señor Tony no le importaba que el fuera un monstruo, Harry acostado sobre su cama aun no lo podía creer, el señor Tony lo había llamado Mago, algo que era tonto de considerar pero mientras más leía sobre libros de magia, más seguro estaba de que el tenia magia.
El no entendía como esto pudo pasar, el señor Tony creía que era algo que pudo heredar de sus padres, tal vez la razón por la que su tía y tío no lo querían era por ello, eso fue lo que pensó, y mientras más tiempo pasaba más convencido estaba de que eso era así, aun se encontraba sorprendido que el señor Tony aun quisiera pasar tiempo con él, que Jarvis no le importara seguir enseñándole los números, o que el mismo señor Thomas tratara de que lo volviera hacer, parecía emocionado ante esto, a pesar de que el señor Tony lo regañara por presionarlo, fue gracioso lo hizo sentir como si no había nada malo en él, como si eso fuera normal.
Harry nunca creyó que fuera aceptado tan fácilmente por esta familia, aun temía que cayera el otro zapato, pero eso no había sucedido, había pasado días desde que expuso su rareza, dos semanas de su demostración de “magia”, así que Harry se relajó y trato de disfrutar la monotonía de los días.
Ese jueves en la mañana Harry fue recibido por la sonrisa llena de dientes del señor Tony, un abrazo cálido y palabras de buenos días, Harry aún se sentía molesto por ver el señor Tony herido se sentía impotente por no poder ayudar al hombre mayor, pero sabía que no importaba lo que dijera el señor Tony lo trataría como si fuera un bebe que no sabe nada, así que Harry se cayó y se apegó y quejo cuando veía que el señor Tony no descansaba lo suficiente.
- Vamos mío bambino hoy vamos a celebrar- decía emocionado mientras lo arrastraba hacia la cocina, confundido Harry miro a la cocina solo para saltar ante el fuerte grito de “SORPRESA” allí se encontraban el señor Thomas y Happy y en frente de ellos había la torta de tres pisos más grande que nunca antes había visto.
- ¿Qué?- pregunto Harry confundido mientras observaba las expresiones de risa entre los tres adultos.
- Hoy es tu cumpleaños cariño- dijo con una voz cariñosa el señor Tony.
- ¿tengo cumpleaños?- dijo sorprendido Harry, nunca había tenido uno antes, la tía petunia decía que los monstruos no tenía.
- Por supuesto que sí cariño, todos tienen uno- dijo el señor Tony con un ceño fruncido.
- Pero tía Petunia…- trato de decir tímidamente Harry, para luego cerrar la boca, tonto pensó, era muy probable que la tía petunia mintiera.
- Hoy es tu cumpleaños, 31 de Julio- dijo el señor Tony a lo que Harry asintió avergonzado, sus ojos llenándose de lágrimas, pero negándose a llorar, él ya era grande-
- Sip- Dijo asintiendo.
- Pide un deseo, mi dulce ojos verdes- susurro Tony mientras lo llevaba hacia donde estaba la torta, podía ver los otros adultos mirándose enojados.
- Tu tía parece una mujer encantadora, sabes donde vive- Pregunto el señor Thomas con una sonrisa en su rostro.
- No, y no, ahora hay que celebrar el nacimiento de ojos verdes, nada de eso- dijo el señor Tony mirando mal al señor Thomas.
- ¿un deseo?- pregunto tímidamente Harry, para llamar la atención de nuevo a él.
- Si un deseo, es algo que pides que quieres que se haga realidad- dijo el señor Tony, lo que hizo que Harry asintiera y se quedara pensativo.
- Pero ya te tengo- dijo Harry a lo que el señor Tony se sonrojo, observo como el señor Happy y el señor Thomas ocultaban su expresión detrás de sus manos negándose a verlo, ¿acaso dijo algo más?}
- el joven señor es tan inocente…
- Mudo J- dejo el señor Tony.
- Suegro no se enoje- la ceja del señor Tony hizo un movimiento divertido, mientras fulminaba al señor Thomas
- Pero debes querer algo más cariño- respondió el señor Tony optando por volver encaminar la conversación, lo que hizo que Harry se quedara en blanco por un momento antes de darse cuenta, había algo, algo que deseaba más que nunca, pero no creía que se lo mereciera, pero si era un regalo de cumpleaños, un deseo tal vez.
- Yo- La voz de Harry era tímida, este se sentía nervioso, su corazón latía tan fuerte que creía que podría explotar- yo puedo..- trato una vez más.
-vamos ojos verdes- dijo el señor Tony su mirada era calidad y cariñosa lo que hizo que Harry se llenara de valor.
-¿te pudo llamar Papa?- la pregunta se escuchó fuerte, debido a la silenciosa que estaba la habitación, Harry miraba al piso, mientras se regañaba a sí mismo, lo había hecho realmente lo había hecho.
- Por supuesto ojos verdes, sería un honor para mí- dijo con una enorme sonrisa mientras alborotaba los cabellos de Harry, quien soltó un grito.
- Dios que dramático- dijo el señor Thomas solo para gritar cuando el señor Tony lo golpeo en la cabeza, riéndose Harry apago las velas del pastel, este era su primer y mejor cumpleaños, él tenía un padre.
- Mejor será que estés bien despierto para esto ojos verdes, tengo todo un día planeado para ti y para mí- dijo el señor Tony, a lo que Harry asintió emocionado cada vez más, hoy era el primer día con una padre.
Año 1984
Tony Stark 24 años
Sirius Black 24 años
Harry Potter 5 años