
Chapter 1
Capítulo 1
Creo en las segundas oportunidades. Porque somos seres imperfectos que constantemente comentemos errores inconscientemente. Pero también creo que quien no valora una segunda oportunidad, o no acepta que cometió un error, ya no merece más.
Patty Castillo
Tony se resigna a dejar escapar un suspiro, renunciando a estar de pie se deja caer en las arenas movedizas de la piedra del alama, se siente ha batido, mientras su mirada sigue una vez más el orbe de color naranja intenso con destellos verdes, se detiene y no puede evitar observa lo que sucede detrás del, es como una maldición que lo obliga a seguir mirando, siente que se ahoga en arrepentimiento y tiene que apretar sus manos para acallar su frustración, Morgan su dulce hija ya ha cumplido ocho años, debería ser feliz; sin embargo, su princesa ya no tiene esa sonrisa característica que tenía cuando la dejo, Pepper se dejó arrastrar por el trabajo, por los Vengadores, cometiendo el mismo error que él, dejando a su niña sin una madre a quien acudir.
Con los pasos de los años su relación se había enfriado, al principio era un fuego intenso que quería mantener tal vez porque pensaba que nadie más lo aceptaría, Tony podía admitir por lo menos para sí mismo que fue el egoísmo y la obsesión lo que decidieron principalmente seguir con la relación, el hecho de que tantos hombres la desearan, el sentir que estaba en la cúspide cuando vio la mirada arrogante derretirse por medios de caricias y besos sobre su piel, pero al final, se aburrió Pepper la hermosa Pepper, se volvió amarga y aburrida y solo fue por las constantes traiciones que se aferró a ella, y luego de que todo se rompió, pensó que era lógico seguir, después de todo la mayoría se había ido, por lo menos èl aún la tenía y cuando Morgan nació bueno, esta se volvió el pegamento que necesitaba para continuar una relación que ya estaba muerta desde hace mucho tiempo, con una mueca Tony movió su mano sin poder resistir más ver la imagen de su hija y su esposa, el arrepentimiento pesaba sobre él a pesar de que ya no amara a Pepper, trato de apartar los recuerdos, pero esto no sirvió de mucho.
Harley, el niño que lo salvo en ese estúpido debacle del mandarín, no es ni la sombra de lo que fue, sus manos alrededor de una botella mientras lo visitaba en su tumba lo hizo sentir culpable y a la vez feliz por saber que lo extrañaban, que tan estúpido y necesitado estaba, que se sentía feliz por esta mierda, él nunca creyó que el niño lo considerara un padre, él pudo pensar en el cómo un hijo, pero quien lo quería, él estaba roto, nadie le importaba no Howard y no Peggy, tal vez una vez sí, pero diablos que no lo hizo cuando le mintió sobre como murieron sus padres, ella y Stane, por lo tanto, no podía negar que estaba algo feliz de que a menos a aquellos que considero sus hijos le importaba y le extrañaban, un vistazo a Peter Parker le confirmo que el niño estaba bien, era el que mejor se encontraba de los tres, tal vez porque Strange se hizo cargo de él, quizás por el sentimiento de culpa al ver visto el futuro, Tony no era estúpido, cuando comenzó esta batalla sabía que era la última que lucharía, aun así no pudo evitar mirar hacia atrás y preguntarse qué hubiera sido, si no hubiera chasqueado los dedos, el sí, era una idea que se encontró volviendo a su mente una y otra vez.
Por un momento una luz intensa ilumino su estado de ánimo y lo cegó momentáneamente, ahí frente a él se encontró una mujer, una figura etérea, hermosa, su piel parecía cincelada por ángeles, no es que Tony creyera en ellos por supuesto él era ateo, pero si lo hiciera diría que era una figura espléndida para la vista, con labios color sangre e intensos ojos verde bosque que cambiaban a marrón oliva y pasaban al frío color de plata.
-Anthony Edward Stark Carbonell, mi mercader- hablo como una sirena que llama a los marineros a hundirse en aguas profundas, mientras se movía con fluidez, sus blancas manos se posaron sobre su mejilla, como una madre que encontraba a su hijo descarriado que había desaparecido desde hace mucho tiempo.
- ¿Quién eres? ¿Cómo llegaste aquí?- dijo a la defensiva mientras tomaba una pose de lucha, Tony extendió su mano como si uno de sus guantes estuviera allí, solo para recordar que estaba muerto y que no podía luchar aquí, la mujer hizo una mueca ante su primer rechazo, pero se recompuso muy rápidamente.
- Yo querido Anthony soy la muerte y tú eres mi comerciante, ¿crees que hay un lugar donde no pueda ir a verte? Mi querido, mi amado, uno de mis favorecidos- susurro mirándolo intensamente, Tony no pudo evitar sorprenderse mientras los recuerdos de soldados con olor a carne quemada pesaba sobre su mente, el mercader de la muerte no era su título preferido, era uno que lo llenaba de vergüenza por sus armas que habían lastimado a tantos inocentes, por un momento pensó que esto era otro castigo, pero luego se dio cuenta de que ella, hablaba muy en serio, después de todo si fuero solo una tortura más, lo estaría reviviendo y seguro que no se perdería de unirse a sus recuerdos de Thanos y Siberia.
- La muerte, no hay forma de que exista una..-
- Has enfrentado extraterrestre, hay magos, has luchado junto a dioses menores y te sorprende encontrarme, cuando incluso te has encontrado con los artefactos creados por el mismo caos para dar forma al universo- me dijo divertida con una mirada condescendiente, Tony trago saliva y no pudo evitar darle un punto, miro a su alrededor sintiendo como su corazón latía con fuerza, ¿Cómo podía sentirse así cuando estaba muerto? Era una pregunta que necesitaba respuesta y, sin embargo, en este momento eso no importaba, solo la muerte y las razones por la que estaba aquí lo hacían.
- ¿Por qué estás aquí?- prefirió preguntar, en vez de concentrarme en los aspectos más extraños de su visita, e ignorando por completo el título de comerciante, él era bueno en hacer eso, tarareando la muerte, me mira juzgando de manera impasible cada movimiento cada gesto.
- ¿Te interesaría volver?- su voz es suave como la seda, mientras lo mira intensamente, se le humedecen los labios mientras sus pensamientos corren con velocidad, volver a Pepper y los vengadores donde nunca es suficiente, volver a cargar el peso del mundo sobre sus hombros, a ser usado y luego descartado, la respuesta debería ser fácil, pero luego están Morgan, Harley y Peter sus hijos, y eso lo hace dudar, piensa y se da cuenta de que volver solo causaría problemas, no podría estar con sus hijos, nadie lo permitiría, Tony Stark regresa entre los muertos ya podría leer el título en los periódicos, puedo imaginar como iría sería secuestrado y escondido por el gobierno, buscando solo para tener una oportunidad de descubrir como burlar a la muerte o peor sería acusado de ser un impostor y lo harían desaparecer.
-No- su voz suena seca, ronca por el desuso y el miedo ante la idea, se siente culpable por Morgan por Peter y por Harley, porque no importa cuánto quiera, no puede volver en este punto, cuando ya ha pasado más de tres años cuando lo lloraron, si fuera alguien más no habría problema, pero él era Tony Stark y cuando es él nada es fácil.
- Y si es a otro mundo igual pero diferente, que dices mi mercader, regresaras a tus 24 años de edad, a tu mejor momento nadie lo sabrá, aún no vigilan tanto tus pasos, una posible segunda oportunidad- sus palabras retumban dentro de la piedra del alma, y Tony trata realmente lo hace, pero la esperanza se retuerce en su interior ante la posibilidad, oh Dios las posibilidades
- Yo ¿Qué quieres? ¿Por qué me dices esto?-
- Porque mi maestro te necesita y me niego a ver otro universo destruido por Thanos y sus seguidores, puedes comenzar desde cero y esta vez no cometer errores- susurro como una sirena, mis manos temblaron y mire a mí alrededor antes de tomar mi decisión.
- Lo haré.
Las palabras salen y una sonrisa se forma en sus labios, y luego comienza a mover sus manos, Tony no reconoce el idioma, solo sabe que es antiguo más que el nórdico o el griego, sabe que no es gales ni latín, solo es un idioma rústico de sinfonía que resuena y que hace temblar la piedra del alma y luego parpadea y se encuentra en una habitación, lo reconoce es su habitación en la Mansión de Malibu, se ve a sí mismo acostado probablemente borracho
-Hay condiciones- habla la muerte y no puede evitar bufar, por supuesto que hay condiciones, nunca nada es gratis.
- La primera condición es que debes adoptar a Harry James Potter Evan, el niño vive en Privet Drive n.° 4, Little Whinging tiene cuatro años-
- Harry ¿quién demonios es Harry?- pregunto confundido mientras la miro, la muerte solo alza una ceja para nada impresionada.
- Él es mi maestro, o lo será, debes cuidarlo y asegurarte de que crezca feliz, o créeme que me puedo enojar- dice mirándome seriamente mientras muestra una sonrisa con dientes afilados, tragando saliva termino asintiendo, la cabeza me da vueltas, pero me niego a demostrar más debilidad al ser.
- La segunda condición es que no puedes vengarte o hacerle nada a los Dursley hasta que Harry cumpla once años- dice la muerte- escucha bien Anthony Stark hasta los once, después de eso has lo que quieras- dice su sonrisa es amplia- demuestra tus mejores dotes mi mercader- dice y Tony no se está imaginando la sed de sangre que hay en esa sonrisa.
- Bien, entiendo, ¿pero por qué le Haría algo?- dice Tony confundido, mientras mira con la deidad revisa la habitación momentáneamente. - Lo sabrás cuando los conozcas y la tercera y última condición es que nunca confíes en Albus Dumbledore y que recuerdes que nada es lo que parece, lo entenderás con el tiempo- dijo muerte
- Espera ¡EL TIEMPO! Si hago algo que no hice en mi otro mundo y que haría en este, no estoy dañando nada- dice Tony, preocupado de no poder cambiar nada, asustado de que a pesar de saber lo que pasaría, aun todo sucedería.
- No te preocupes por eso mi Comerciante, como te dije eres uno de mis favoritos, no permitiré que ese viejo cascarrabias se entrometa, es hora de que te vayas, no te preocupes, todo saldrá bien, al final- me dijo
- Espera y Morgan, yo no creo que pueda volver a estar con Pepper eso quiere decir que mi hija nunca nacerá- digo mientras el pánico se empieza instalar. - Ella nacerá, no solo es una oportunidad para ti querido, cuando llegue el momento el Grim abrirá esa puerta- su voz melodiosa sonaba divertida y sus ojos brillaban con una sabiduría etérea, Tony sintió que lo empujaban, cerrando los ojos dejo que la oscuridad lo consumiera.
- Te gusta jugar con fuego, verdad- dijo una voz divertida
- Alguien tiene que enseñarle su lugar- respondió
- Espero que sepas lo que haces Muerte, aunque creo que esto será muy divertido, me pregunto cómo se desarrollara el mundo esta vez- soltó una risa
- Por primera vez no lo sé, pero Destino no estera contenta por este nuevo desarrollo- murmuro una voz seria
- Y, sin embargo, lo permitiste Tiempo- dijo Muerte
- Solo habrá que esperar y ver- Dice con una sonrisa, y si esto tiene el potencial de ayudar a su elegido, bueno, Muerte no es el único con favoritos.
Año 1984
Tony Stark 24 años