La serpiente de dos cabezas

Harry Potter - J. K. Rowling
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La serpiente de dos cabezas
Summary
Lily Joy Evans no era la única bruja de la familia EvansCuatro años antes Petunia Vivianne Evans recibió su carta de Hogwarts en sorpresa y alegría para sus padres, una prueba que tenia magia.Petunia desde el primer momento estudio y panorama, sabiendo que debía poder involucrase por completo dentro de la sociedad y tradiciones de las Vías Antiguas,a demás, debía estar preparada para guiar a Lily cuando ella llegará a Hogwarts.(Prácticamente este es un What if...? si Petunia también hubiese sido una bruja)
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Capítulo 18

[1971 ]           

Petunia se colocó brilló labial con su vista en su espejo. 

 

La ventaja de tener quince era que su padre remodeló el ático de la casa para hacerlo recamara para Lily, dejándole el cuarto para ella sola. Algo que emocionó a Lily, por la posibilidad de al fin decorar a su gus

 

—¡Lily! — Petunia alcanzó el fijador de cabello en su tocador — ¡¿Ya estás lista?! 

 

Escuchó los pasos de Lily en el ático. Petunia observó el tocado de flores hechas de seda, en color rosa palo. Con cuidado cogió los alfileres. La puerta de su cuarto fue abierta abruptamente por Lily. 

 

—Necesito ayuda — dijo con las tiras de su vestido sin ajustar. Petunia se giró levemente para ayudar a Lily — Estoy nerviosa. 

 

—No debes — contestó Petunia. — Ya has ido antes a la Black Manor. 

 

—Si, a jugar con Cissy y Sirius — respondió Lily — Jugar. Este es el brunch de compromiso de la señorita Black. ¿Y por qué debería ir yo también ?

 

—Porque soy pupila de la casa Black — Petunia ajusto un poco más el listón del vestido color celeste de Lily — Y empezarás Hogwarts este año, es el momento perfecto para que las demás familias Sangre Pura conozcan a la nueva pupila de los Black. 

 

Lily se giró para ver a Petunia. Su rostro de once años aún tenía las mejillas aún regordetas de la infancia, pero Petunia estaba segura que en un par de años sus facciones se harían más suaves y delicadas. 

 

Petunia se onduló un mechón de cabello. Lily ya había empezado a usar el cabello recogido y guantes al momento de salir. 

 

—Te ves encantadora — sonrió Petunia a su hermanita. 

 

—Y tu luces mucho mejor — contestó Lily — ¿Para quien te estas poniendo lápiz labial?

 

—¡Lily! 

 

Lily salió de la habitación antes que Petunia tuviera oportunidad de lanzar una almohada. Ya sola nuevamente se siguió arreglando. 

 

Ya vista y con el tocado en su lugar observó toda su imagen. El vestido rosado recto lo había sacado de una fotografía que vio de Audrey Hepburn para una revista, con los años se había vuelto una experta con la maquina de costura de su madre, que cuando veía un hermoso vestido (que solo había para adultas) ella misma se hacia uno mismo. 

 

Luego de ver que todo estaba bien, Petunia recogió el pequeño bolso blanco que hacía juego con sus guantes. 

 

Salió de su habitación hasta la sala, donde su madre estaba ayudando a Lily con sus zapatos. 

 

—Oh querida — madre se levantó del sillón con una caja en sus manos, ya con Lily con los zapatos puestos — Llegó el momento de darte algo especial. 

 

Petunia sintió la emoción picarle los dedos, su madre abrió la caja revelando su collar de perlas que usaba en ocasiones especiales.

 

—Pensé en regalártelo para tu boda, pero como has sido nombrada Prefecta, pensé que era mejor dárselo ahora — dijo su madre sacando el collar del estuche. 

 

—¿Estás segura, mamá? — preguntó ilusionada Petunia. 

 

—Por supuesto — ella sonrió. 

 

Mamá le colocó el collar de perlas, Petunia caminó hasta el espejo de la sala. El brillo de las perlas alrededor de su cuello le daba ese toque sofisticado y elegante para una señorita de quince años. 

 

—Luces hermosa, hermana — dijo Lily con sus ojos verdes brillando. 

 

—¿Enserio?

 

—Tan hermosa que fácilmente sería la portada de una revista. 

 

Petunia sonrió a su reflejo. Miró el reloj dándose cuenta de la hora. Se quitó el guante de la mano derecha y le dijo a Lily que ya era de que se marcharan, hace tiempo que tenían conexión de Red Flu, lo que les facilitaba las cosas. 

 

Se despidieron de su madre, Petunia entró a Lily a la chimenea y con un puñado de polvos Flú la lanzó al piso diciendo : — ¡ Black Manor ! 

 

———————》✧《———————— 

 

Rabastan vio a Petunia llegar tomada de la mano con su hermanita. 

 

—Discúlpenme — él se levantó de la mesa donde estaba sentado con sus padres y hermano. Pero su mano fue tomada de inmediato por su padre. 

 

—Rabastan — dijo él con voz seria — Recuerda lo que hablamos. 

 

Rabastan trató de no torcer la mirada ante lo dicho por su padre.

“ No mostrarás interés en la señorita Evans hasta que sea reconocida como una New Blood. Tanto para los Lestrange como para no darle falsas esperanzas de un compromiso ” había dicho su padre antes de su tercer año cuando le confesó a su madre que tenía sentimientos por Petunia Evans. 

—Solo iré a saludarla — dijo Rabastan a su padre. 

—Tarde. Los Black robaron su atención — señaló Rodolphus, Rabastan giró su cabeza para ver cómo Lady y Lord Black se acercaron a las hermanas Evans. 

Lady Walburga le dijo algo que la hizo sonrojar, luego miró a la Evans pelirroja, quien sonrió. Rabastan vio como el heredero Black se colocó detrás de la señorita Lily, tapándole los ojos, con una sonrisa pícara. 

El heredero Black salió corriendo y luego le siguió la señorita Lily detrás de él. 

—Solo debes esperar, querido — dijo su madre con voz paciente. — Lady Black no hace nada más que hablar de lo serio que las pupilas de la casa Black son con sus estudios en las Vías Antiguas y las tradiciones mágicas. Ya verás que antes del Séptimo año, la Madre Magia la reconocerá como una New Blood y podrás enviar una propuesta de cortejo. 

Rabastan asintió con la cabeza para luego girar su mirada. La señorita Black se acercó entrelazada del brazo con Edward Tonks. El anillo rúnico brillaba en su mano derecha, prueba de que era un New Blood, algo que consiguió hace dos años, permitiendo cortejar y comprometerse con la hija mayor de la casa Black. 

La pareja conversaba con Petunia, ella les decía algo con una ligera sonrisa. 

Rabastan no podía dejar de pensar que Petunia Evans lucía hermosa el día de hoy. Su vestido rosa moldeaba su delgada figura o como sus labios parecían tener un tono rosado suave. 

—Hermano, cierra la boca — le susurró Rodolphus. Rabastan miró a su hermano mayor, dándole una mirada sucia. 

—Idiota. 

Rodolphus sonrió y señaló como la señora Prince se acerca con el señor Alphard Black hacia ellos. 

Eileen Prince y Alphard Black fueron la comidilla de la sociedad sangre pura estos tres años. Cómo habían retomado su antiguo cortejo. 

Aquello, el que una pareja separada por años se volvieran a juntar, le daba esperanzas a Rabastan para poder cortejar a Petunia Evans. 

























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