La serpiente de dos cabezas

Harry Potter - J. K. Rowling
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La serpiente de dos cabezas
Summary
Lily Joy Evans no era la única bruja de la familia EvansCuatro años antes Petunia Vivianne Evans recibió su carta de Hogwarts en sorpresa y alegría para sus padres, una prueba que tenia magia.Petunia desde el primer momento estudio y panorama, sabiendo que debía poder involucrase por completo dentro de la sociedad y tradiciones de las Vías Antiguas,a demás, debía estar preparada para guiar a Lily cuando ella llegará a Hogwarts.(Prácticamente este es un What if...? si Petunia también hubiese sido una bruja)
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Capitulo 15

Walburga bebió un poco más de té mientras observaba a la señora Evans marcar con alfileres el vestido que estaba preparando para Eileen.

Había sido difícil, casi imposible, pero logró que Lord Prince tuviera primero una audiencia privada con Eileen antes que conociera al muchacho.

Era una suerte que el niño sea una réplica de Eileen. Su mirada infantil y el recuerdo que podrá tener efecto en Lord Prince jugaría a su favor.

—Me siento incómoda — se quejó Eileen — Es muy escotado.

—Está bien — dijo la señora Aurora arrodillada a lado de Eileen ajustando los dobladillos del vestido — Eres tu la que te acostumbraste a usar cuellos de tortuga. Es un escote recatado.

—Se va a ver hermosa, señora Eileen— dijo la adorable señorita Petunia también presente en la sala, con un libro en su regazo.

—¿Walburga? —Eileen la miró a ella.

—Debería marcar más tu cintura— opinó Walburga.

En el jardín se podía escuchar la risas de niños. Conoció primero a la otra señorita Evans. Pelirroja como la madre, con grandes y expresivos ojos verdes que parecían brillar de la emoción.

La señora Lily hizo una reverencia cuando fue presentada. Luego de las cortesías empezó a hacer muchas preguntas.

¿Usted también fue a Hogwarts? ¿En casa estuvo? ¿Se puede transformar en cuervo?

La señorita Evans palideció antes las preguntas de su hermana que le metió una galleta a la boca y la sacó al jardín, luego se disculpó por la imprudencia de su hermana menor.

Luego estaba Severus, el hijo de Eileen. Heredó el cabello oscuro y lacio de la familia Prince junto a los ojos negros de Lord Prince, nada de ese muggle en el niño. El pequeño Severus inclinó su cabeza ante ella y luego se fue con la señorita Lily al jardín.

—Estoy nerviosa — dijo Eileen palideciendo — ¿Qué dirá mi padre?

—Lo peor que te puede pasar es que no te vuelva a hablar — trató de tranquilizar la señora Aurora palmando levemente las manos de Eileen con una sonrisa.

—O que te quite al niño de manera definitiva — agregó Walburga dejando de lado la taza de té.

—¡Lady Black! — la señora Aurora abrazó a Eileen que parecía llorar. Walburga solo las miró con la ceja arqueada. — Regresemos a tu vestido, querida. Esta noche hago los últimos toques y mañana al fin podrás ver a tu padre.

—Tal vez la Madre Magia sea amable y la apoye, señora Eileen — dijo la adorable señorita Evans.

———————》✧《————————

El día después de la reunión, Walburga regresó a Cokeworth con Sirius colgando de su mano. Lo hubiera dejado con Alphard o con Cygnus, pero el primero nuevamente se había escapado a Las Galápagos con un grupo de exploradores para estudiar la flora y Cygnus nuevamente estaba lidiando con Cissy enferma, así que Regulus era suficiente por cuidar debido a que era callado.

Además, podría aprovechar la oportunidad para que Sirius vaya conociendo a la señorita Lily.

—¿Recuerdas lo que te dije, Sirius? —le preguntó a su hijo mayor.

—No causar problemas — respondió jugando con el tirante de su conjunto.

—Bien — Walburga regresó su vista a la puerta y tocó el timbre. Luego de unos segundos la puerta fue abierta por la señorita Petunia.

—Lady Black, buenas tardes. La estábamos esperando— sonrió la señorita Petunia mientras se movía a un lado para que pasaran — ¿El debe ser el heredero Black?

—Así es — sonrió Walburga — Sirius…

—Un gusto, señorita Evans — saludó Sirius.

Los dos entraron en la casa encontrándose con Eileen sentada en el sillón con una carta abierta en su regazo, la señora Aurora a su lado y los dos niños sentados en el suelo comiendo galletas.

—Lady Black — la primera en ponerse de pie fue la señora Evans, los dos niños dejaron las galletas de lado y también se pusieron de pie.

Sirius se ocultó detrás de sus piernas al ver que había dos niños más. La señorita Lily ladeó su cabeza hacia la izquierda haciendo que sus trenza colgaran de ese ñadi y Severus tomó la mano de Lily.

—Él debe ser su hijo, el heredero Black — dijo la señora Aurora — Hola querido. ¿Quieres una galleta?

Walburga bajó un poco su mirada para notar que Sirius le estaba pidiendo permisos, ella asintió con la cabeza.

—Es mi hijo Sirius — dijo Walburga sentándose junto a Eileen.

—Se parece mucho a Lord Black— comentó Eileen.

“Me llamó Lily y este es mi amigo Severus” escuchó decir a la pequeña señorita Evans.

—Mamá — la señorita Lily — ¿puedo llevar al heredero Black a mi habitación? Podemos jugar Candyland o armar un rompecabezas.

La señora Evans la miró a ella preguntando si estaba bien que su hijo fuera a jugar con los demás niños. Walburga asintió con la cabeza.

—Claro que sí, Lily — sonrió la señora Evans — Pero tengan cuidado.

La señorita Lily sonrió ampliamente y tomó la mano de Sirius llevándoselo hacia el piso de arriba seguido por Severus, mientras que la señorita Evans se excuso diciendo que debía seguir con las tareas que le había dejado.

Nuevamente, las tres se quedaron solas en la sala con una tetera y galletas.

—¿Y qué dijo Lord Prince? — preguntó Walburga a Eileen.

—Me ha perdonado, pero con una condición — dijo Eileen.

—¿Y cual es? — preguntó la señora Evans.

—Severus deberá ser instruido como su pupilo de manera inmediata — contestó Ileen — Pasara por mi derecho de herencia directamente hacia él. También quiere adoptarlo completamente por magia para eliminar cualquier rastro de la herencia muggle de Tobías en mi hijo.

—¡Todo perfecto Eileen! — se mostró complacida Walburga — Entre más pronto el niño entre en contacto con la sociedad mágica, mejor para él. ¿Y qué ha dicho tu padre sobre tu regreso a la buena sociedad?

—No ha dicho nada, solo me ha dicho una cosa.

—¿Y esa es? — quiso saber

—Que si vuelvo a cometer el mismo error, me quitará a Severus para siempre.

Walburga no dijo nada, solo bebió un poco del té que le fue servido. Siguieron conversando, Walburga comentandole a la señora Evans lo que sucedería a continuación, Severus debía conocer a Lord Prince y mostrar sus respetos.

Por supuesto, Eileen debía volver a la buena sociedad, ya en su mente estaba preparando pequeñas fiestas de té para que Eileen se reincorporará a la vida social. Recién tenía veinte años, era joven y tenía posibilidades de hacer , esta vez, un buen y respetable matrimonio.

¿Cuándo regresará Alphard de su viaje? 

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