
Capítulo 5
Andrómeda Black hizo su primer movimiento.
Como la primogénita de la rama secundaria de los Black se esperaba que hiciese en un futuro ventajoso con algún heredero sangre pura.
Pero había algo en Ted Tonks, una chispa leve que presentía que se convertiría en fuego. Desde el primer momento en que se hablaron en la clase de pociones cayó rendida ante el azul de sus ojos.
Ted mostró interés en las Vías Antiguas y las tradiciones mágicas, lo podía ver estudiando más.
Así que Andrómeda no dudo en acoger a Evans y Marrow bajo su protección. Si bien Andrómeda apenas tenia 13 años era una hermana mayor, así que tenia experiencia para lidiar con niñas más pequeñas.
Pudo ver en los ojos de Evans determinación, lo necesario para sobrevivir en un ambiente duro como lo es la casa Slytherin, también estaba Marrow, tan pequeña e indefensa como un conejito que recién exploraba el mundo.
Escribió una carta a su tío Orión, el actual Lord Black debido a que el abuelo Arcturus ha declinado su señorío para pasar su vejez en la Suiza.
"Confió en tu buen juicio, Andrómeda."
Ahora, siendo un sábado estaba en la biblioteca con Petunia y Judith, también Bella se unió a las tres.
—Existen las ocho festividades son: Imbolc, Ostara, Beltane, Litha, Lughnasadh, Mabon, Samhain y Yule— les explicó Andrómeda. —Aunque Samhain y Yule en Hogwarts se han mezclado con las tradiciones.
—¿Halloween y Navidad?— preguntó Petunia seriamente.
—Muchos Lords están molestos con Dumbledore por negarles a los alumnos la hoguera de Samhain en Hogwarts—dijo Bellatrix bajando su vista del libro que tenia.
—Si, pero contamos que nuestro jefe de casa nos deja instalar una pequeña hiera dentro de la sala común— contestó Andrómeda— Por supuesto que el director no sabe de eso.
—¿Por que hacerlo a escondidas?— preguntó Judith —¿ Es algo malo?
—El director piensa que ayuda a los nacidos de muggles a adaptarse al mundo mágico— dijo Andrómeda.
—Pero es una total idiotez prohibirles a las niños de familia mágica practicarlo en Hogwarts— dijo cortamente Bellatrix.
—Eso no suena muy listo— comentó Petunia.
—¿Y tienen planes para las vacaciones de invierno?— preguntó Andrómeda.
—Ir a casa, mis padres irán a New Castle. Pasaremos la Navidad con mi familia paterna que es muy católica, así que lo más probable que tenga que ir a misa— contestó Judith.
—¿Y es necesario su presencia?— preguntó, tal vez le escriba a sus padres para ver si podía quedarse con Sirius y Regulus, que aun no tenían edad para asistir a bailes.
—No lo se, tengo que escribirles— dijo ella.
—¿Petunia?
—También pasare con mi familia— contestó Petunia— Pero mi padre me ha prometido que buscaremos un tronco para quemar en la chimenea, me han dado carta libre de hacer los rituales en casa.
Andrómeda sonrió feliz, es bueno saber que hay padres muggles que apoyan a sus hijos con referente a la magia.
Mirando a los lados vio a Ted ingresar a la biblioteca, Andrómeda sonrió cuando se vieron, ella le hizo señas para que se acercará.
—Hola Andy— saludo Ted— Señorita.
—Hola Ted— sonrió Andrómeda.
—¿Es tu novio?— preguntó Bella con una ceja arqueada.
—No— contestaron los dos al mismo tiempo.
—Solo somos amigos— dijo Ted.
—Mejores amigos— agregó Andrómeda.
—Super amigos— se sonrojó Ted.
Escuchó una risita salir de Judith, los ojos de Bella mostró ese brillo travieso de siempre. Andrómeda ya se imaginaba que tendría que sobornarla con dulces para no dijera nada de Ted con sus padres, eventualmente lo presentaría, cuando estuviera mas avanzado con sus estudios de las Vías Antiguas.
—Chicas— dijo Andrómeda— El es Edward Tonks, compañero mio. El al igual que Petunia y Judith es de padres muggles.
—¿También estas estudiando las Vías Antiguas?— preguntó directamente Petunia
—Si— contestó Ted— Andy, tenemos que irnos. El profesor Sloughorn esta pidiendo que algunas parejas de la clase vayan. Al parecer las nuestro proyecto se acaba de agriar.
Andrómeda hizo una mueca mientras recogía sus cosas.
—Me tengo que ir— dijo Andrómeda— Bella pórtate bien.
Su hermana pequeña se hizo la ofendida.
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Petunia regresó a su dormitorio y encontró a Avery leyendo una revista en su cama. Judith estaba en la sala común.
—¿Para que te esfuerzas Evans?— preguntó Avery dejando su vista de la revisa.
—¿Perdón?
—Tu y Marrow— se puso de pie— No importa que tanto se esfuercen o estudien.
Petunia alzó su mirada cuando Avery se puso frente a frente a ella.
—Siempre serán unas sangres sucias— la empujó, Petunia cayó sentada en su cama.
—¿Tienes miedo?— dijo Petunia.
—¿Miedo a que?
—Que algún día, yo sea una bruja mas importante que tu— contestó Petunia— Si bien tu eres una niña sangre pura, cuando yo me convierta en New Blood muchos pedirán mis manos. La magia que poseo renovará lineas mágicas. Y tu, solo seras otra niña mimada.
Avery la miró le dio una bofetada, Petunia la miró desafiante.
—Yo no me dejare humillar por ti, Avery— dijo Petunia sintiendo su mejilla arder— Algún día, me cobrare todas las que me hagas. Por que yo forjo mi destino.
—Si, si. Como sea— Avery se rio y camino hacia la salida— Adiós sangre sucia.
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Rastaban observó a los chicos de años superiores orillar los muebles hacia las paredes, mientras la chicas de ese año apilaban flores y comidas en una larga mesa de madera.
Todo decorado por velas largas, muchos estaban emocionados por la sencilla hoguera de Samhain que instalaron en la intimidad de la sala común.
Rastaban estaba algo indignado que tuvieran que esconder sus tradiciones por caprichos de Dumbledore.
—Otro Samhain— dijo el profesor Sloughorn dijo encendiendo la fogata— ¡A disfrutar!
Algunos chicos tocaron flautas y pandereteras, mientras otros reían en sus conversaciones.
Las chicas lanzaban ramos de plantas y flores a la fogata mientras danzaban.
Petrificado, vio a Petunia Evans bailar tomada de las manos con Bellatrix y Marrow. Su cabello tenia muchas flores blancas enredadas en su peinado.
La magia vibró dentro de la sala común, la magia de las familias antiguas se sintió por la magia. Antepasados dejando ver su firma mágica.
Había algo diferente, como una presencia un poco más antigua, cálida y fuerte.
—¿De que familia era?— pensó Rastaban a Petunia reír con Bellatrix.