Capítulo 4
Petunia se despertó mucho antes que todas sus compañera de cuarto lo que le dio tiempo para alistarse el primer día de clases.
Se duchó, ella quedó encantada al ver que los baños contaban con agua caliente , así que disfruto de la sensación tibia en su piel. Se vistió con su uniforme se empezó a peinar, una simple trenza que inicia desde la coronilla y se extendía hacia bajo para acabar en un simple moño.
Ningún mechón fuera de lugar. Empezó a organizar su bolso escolar cuando las demás se levantaron.
La señorita Bellatrix se arregló en silencio, y Petunia vio como un movimiento de su varita sus rizos se enroscaron en un peinado rápido que decoró una cinta plateada. Avery se lo trenzó y enroscó.
Marrow por su parte se hizo dos bollitos y dejó la mitad de su cabello suelto cayendo hacia sus hombros. Petunia pensó que había sido recortado.
Avery y Black se fueron de la habitación sin dirigirles la palabra dejando solo a Petunia con Marrow.
—Te tengo una pregunta— dijo Petunia llamando la atención de su compañera.
—¿Cual?— preguntó Marrow mientras se colocaba sus aretes en forma de corazón.
—¿Te cortaste el pelo antes de venir a Hogwarts?
—Ummm si— asintió con la cabeza
—No deberías hacerlo más— le dijo Petunia.
—¿Por qué?— ella ladeó la cabeza como un cachorrito.
—El cabello de una bruja es su conductor de magia— contestó Petunia— Estas atentando con tu propia magia. Si lo cortas te debilitas.
Petunia recogió su maleta y la dejó sola en su habitación.
Al llegar en la sala común vio a la prefecta Burke repartiendo los horarios a los de primer año, cuando Petunia caminaba hacia ella sintió algo debajo de sus pies que la hizo tropezar. Cayó al suelo y para su mala suerte su nariz se golpeó contra la alfombra.
—Upss— escuchó a Avery decir.
Petunia alzó su vista, los presentes en la sala común tenían sus miradas sobre ella. Solo alguien le tendió la mano, uno de los Lestrange, pero no sabia cual.
Petunia se levantó por su cuento alisándose la túnica y girar hacia Avery. Sintió algo espeso bajar desde su nariz, con cuidado llevó su dedo indice hacia su cara, la tela suave de sus guantes mostraron una gota de sangre.
—Fue un accidente, Evans— dijo Avery con una sonrisita cínica en su rostro— No es para tanto.
—Avery— dijo la prefecta seriamente— Esto no fue un accidente.
—En serio lo fue— insistió Avery, sus ojos castaños se postraron sobre Petunia— ¿Que ganaría yo lastimando a esta sangr..
—Avery— le regañó nuevamente la prefecta. Avery soltó un bufido y salio de la sala común
El chico Lestrange le extendió su pañuelo a Petunia, ella lo tomó y con cuidado se limpió los rastros de sangre.
—Gracias, Heredero Lestrange— dijo Petunia.
—El heredero Lestrange es mi hermano Rodolphus— contestó él— Yo solo soy en el segundo en la linea.
—Entiendo— comentó Petunia guardo el pañuelo, lo lavaría esta noche, seria descortés regarlo manchado de sangre— Gracias , Lestrange.
Petunia camino a su cuarto para cambiarse a otro juego de guantes.
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La primera clase fue historia de la magia con Hufflepuff, Petunia prestó atención los primeros quince minutos, pero la voz fantasmal de Binns era como de esos medicamentos para poner a dormir a las personas.
Así que Petunia sacó unas hijas y empezó a escribir una carta para sus padres y a Lily, Snape también leería la carta, estaba segura que Lily se la mostraría.
Empezó a describir el viajen en tren y el lago.
"El cielo brillaba en estrellas y velas flotantes, todo en un fondo negro noche. Destellos dorados y platas sobre la cabezas de las personas. El aroma del banquete que jugaba con el hambre luego de un gran viaje"
La clase que siguió fue D.C.A.O, una clase monótona donde la profesora explicaba contenido de la materia del texto, no de manera aburrida, pero tampoco era la gran maravilla
En la hora del almuerzo comió junto a Marrow, la niña la empezó a seguir como una abeja a un dulce.
—¿Cómo supiste lo del cabello?— preguntó Marrow.
—Leí
—¿Que libros?
—Algunos que me parecieron interesantes.
—Los nombres.
—Hola chicas— dijo alguien sentándose frente a ellas. Petunia vio como la señorita Black les sonreía ampliamente.
—Señorita Black. Buenas tardes—saludó Petunia inclinado levemente su cabeza en un saludo cordial.
Marrow saludó con la manos y una ligera sonrisa.
—¿Y como ha estado su primer día?
—Muy bien— dijo Petunia. —Los textos que me ha recomendado han sido de mucha utilidad este verano, mi hermano y yo los hemos estado estudiando.
—¿Es esos mismo libros que me dijiste?— preguntó Marrow, Petunia asintió con la cabeza.
—¿También eres de familia muggle?— preguntó con una sonrisa la señorita Black a Marrow.
—Mamá es ama de casa y mi papá es gerente en una tienda de ropa— contestó su compañera.
—Se que sonará raro — dijo la señorita Black— Pero como ambas de son padres muggles, y están Slytherin, pensé que lo mejor es que tengan a alguien que las guie en el estudio de las Vías Antiguas y tradiciones mágicas.
Petunia la miró como si fuese un ángel.
Leyó brevemente sobre las familias antiguas y los Black estaban dentro de los Sagrados Veintiocho.
Seguir a una Black le abriría puertas, contactos, educación, conocimiento.
Incluso si eran una rama secundaria
—Estaría encantada estar bajo la protección de su casa, señorita Black— sonrió Petunia y luego miro a Marrow, con disimulo señaló a la mayor de las Black con los ojos.
—Oh si, con gusto quisiera aprender con usted—dijo Marrow.
—¡Perfecto!— dio un ligero aplauso emocionada— Le escribe a mi tío, Lord Black. Hace mucho tiempo que los Black no tienen pupilos.
Con eso se puso de pie y se fue.
—No se en que me acabo de meter— dijo Marrow.
—La puerta a un buen futuro Marrow— respondió Petunia.
—Dime Judith— pidió ella— Cuando me dicen Marrow siento que me estuvieran regañando.
—Entonces llama Petunia— contestó Petunia.
—¡Yei!— Judith la abrazó fuertemente— Ya hice una amiga.
Petunia sonrió levemente mientras le daba palmaditas en el hombro.
—Tendremos que ir al baño a peinarte mejor— dijo Petunia.
—Okiss— sonrió Judith