Capítulo 1
Petunia se miró al espejo se colocó su diadema, esmerándose dar una primera buena impresión.
Con cuidado salió de su pequeña recamara y bajó hacia la sala, su madre y padre estaban sentados en su sillón, que muchas veces a sido remendando, frente a ellos estaba una mujer de aspecto severo, rostro implacable con un marco de lentes finos y telas escocesas.
—Lamento la demora— dijo Petunia sentadose junto a su padre, rápidamente se dio cuenta que Lily no estaba, una mirada a su madre era necesaria para saber que estaba junto a Severus.
—Supongo que mi presencia aquí ha de ser pura sorpresa— contestó la profesora— Se que es algo nuevo, pero he sido enviada a informar de que su hija es una bruja. Mi nombre es Minerva McGonagall y estoy aquí para ser su guía.
Petunia observó la cara de sorpresa de sus padres, pero Petunia sonrió, el asunto de Krissy Morris y los bombillos del salón del clase hace semanas, como podía marchitar las flores.
Petunia era una bruja.
—No la veo sorprendida, señorita Evans— dijo la profesora.
—Más bien aliviada— contestó Petunia— ¿Supongo que usted esta aquí para entregarme mi carta de Hogwarts?
—Vaya, a sido informada de antes— la profesora la miró con ojos intrigantes.
—Cerca de aquí vive un niño, amigo de mi hermana, el sabe de este mundo por su madre bruja— dijo Petunia— Me ha visto hacer destellos de magia y a me contado de Hogwarts y este momento.
La profesora McGonagall sonrió mientras le extendía su carta. Petunia delicadamente la tomó.
Escrito en una perfecta caligrafía en tinta verde decía:
"Señorita P. V. Evans
Segunda habitación
La Hilandera, Villa 15, Cokeworth"
—Oh cariño— dijo su madre frotándole la espalda, Petunia alzó su mirada y encontró amorosos ojos de su madre brillar.
—No hay nada que temer— dijo Petunia— Esto puede ser una gran oportunidad.
—La señorita Evans tiene toda la razón— contestó la profesora McGonagall— Su educación en Hogwarts es necesario para controlar su magia.
—Mi hermana también hace magia— dijo a la profesora McGonagall.— La he visto flotar y como hace que las flores bailen a su alrededor.
—Entonces usted deberá ser su guía cuando ella vaya a Hogwarts— le sonrió la maestra.—Ustedes han sido bendecidos, señores Evans. Dos hijas nacidas con magia es un verdadero regalo.
———————》✧《————————
Al día siguiente de la vista de la profesora McGonagall, los Evans viajaron la hora y media desde Cokeworth hasta Londres en el Wolkswagen de 1950 color concho devino.
Petunia en el camino leía una y otra vez la lista de útiles escolares, rápidamente pensó en que debía cuidar muy bien sus libros para cuando Lily ingrese, eso seria un gasto menos a sus padres por tener dos hijas brujas.
Lily estaba dormida apoyada sobre su hombro. Petunia insistió en que usara de esos vestidos bonitos, una primera impresión era necesario. De hecho todos vestían sus mejores ropa semi informarles.
Cuando llegaron a la calle especificada por la profesora McGonagall, Lily se despertó con el cabello revuelto, como pudo Petunia le arregló el cabello a su hermanita.
Los cuatro bajaron y entraron al Caldero Chorreante, Petunia arrugó un poco la nariz ante el lúgubre lugar, pero rápidamente notó el abrigo de tartán escoses de la profesora McGonagall.
—Buenos días— saludó la profesora McGonagall— ¿Están listos? Nuestra primera parada es Gringotts, necesitamos cambiar el dinero muggle a dinero mágico.
—Por supuesto— dijo su papá.
Los cincos caminaron hasta una pared de piedra, la profesora sacó su varitas y tocó algunos ladrillos y las piedras se movieron dejando ver a una calle angosta, Petunia evitó abrir la boca por lo impresionada que estaba, aunque Lily a su lado soltó un jadeó de impresión.
Los Evans siguieron a la profesora por las calles hasta que llegaron al mencionado banco.
—Les sugiero ser respetuosos con los goblin— dijo antes de entrar— Son seres que se ofenden con mucha facilidad, y nunca es bueno estar en malos termino con ellos.
Petunia miró a Lily con una ceja arqueada, como una advertencia de que se mantuviera callada, su hermanita siempre hablaba por los codos y muchas veces soltaba lamentables frases que podían ser malinterpretadas.
Lily infló sus mejillas como una ardilla pero supo que se quedaría callada.
———————》✧《————————
Petunia insistió en que ella sola podía ir por sus túnicas escolares mientras sus padres iban con la profesora McGonagall por algunas cosas y luego por los libros.
Lily estaba sujetada de la mano con ella, muchas veces Petunia tenia que jalarla de los aparadores porque ella soltaba otro jadeo sorprendida, por lo que el agarre de mano de Petunia a Lily era fuerte, ademas su hermana era tan distraída que probablemente se perdería en el callejón.
Las dos llegaron a la tienda de Madame Malkin, cuando la puerta se abrió una campañilla se abrió y Lily soltó otro un "Ohhhh" ante la variedad de telas que había en la tienda.
Dentro del local habían otras cuatro personas, una mujer rubia con lo que parecían ser sus hijas.
—Hola dulzuras— dijo una bruja ligeramente regordeta, en su muñeca lleva esas almohadilla llena de muchos alfileres— ¿Hogwarts?
—Buenos días1 saludo Petunia— Solo seria yo.
—De acuerdo dulce— sonrió la bruja— Sube a la tarima para tomarte las medidas, tu hermanita puede sentarse junto a la señorita Narcissa.
La bruja miro a la niña rubia que estaba sentada en las sillas de espera, su cabello caía en ondas, vestía con un vestido de volantes y zapatos de charol blanco, tenia un listón azul que le daba un toque de muñeca de porcelana. Petunia le indicó a Lily que se sentará y se mantuviera callada.
Luego se subió a la tarima redonda,a su lado estaban las otras dos chicas. La mayor tenia el cabello castaño en un recogido sobrio y unos coquetos guantes de encaje gris,a l igual que sus ojos, aun tenia la túnica son ajustar mientras leía un pequeño libro.
—Andrómeda, abaja ese libro para que Madame Malkin termine contigo— dijo la mujer con voz severa. Era alta y rubia, sujeto en un peinado elegante decorado por uno de esos pequeños sobreros con un filo de encaje blanco, también llevaba guantes de ese material.— Falta Bellatrix.
—Lo lamento madre— dijo la chica Andrómeda. Petunia miro a la segunda niña, la siguiente de las tres, al igual que su hermana tenia el cabello sujetado en un bonito broche dorado y también llevaba guantes, y tenia ojos grises profundos.
Bellatrix la miró rápidamente alzando una ceja.
Otra asistente empezó a medir a Petunia, ella estaba callada mientras de reojo de vez en cuando a las mujeres elegantes.
—Mi hermana iniciará Hogwarts— escuchó Petunia a Lily hablar, rápidamente volteó hacia la sillas. Lily estaba sonriente conversando con la niña rubia— Y yo luego de ella.
—Lily— dijo Petunia como advertencia.
—Oh— dijo la señorita Andrómeda volteando hacia ella— ¿Primer año?
—Si— contestó Petunia— Mi nombre es Petunia Evans y ella — señaló con la cabeza a su hermana— Es Lily, mi hermana.
—¿Evans?— dijo la señora mirándola de pies a cabezas —¿ Padres muggles?
Petunia asintió con la cabeza mientras mantenía la serenidad.
—Usted luce como una dama importante— dijo Petunia — Su tocado es muy hermoso.
—Oh que descortesía— dijo la señorita Andrómeda— Le presentó mi madre, la señora Druella Black, yo soy Andrómeda, ella es mi hermana Bellatrix— señaló a la niña de cabello negro— Y la más pequeña es Narcissa.
—¡Es un gusto!— sonrió Lily haciendo hoyuelos en sus mejillas.— ¡Tus guantes son muy lindos!— señaló a las manos de la señorita Black.
Petunia abrió los ojos alarmada, solo le pidió una cosa a Lily y eso era mantenerse callada.
—Bueno, son necesarios para nosotros como brujas— contestó la señorita Bellatrix.
—¿Necesarios?— preguntó Petunia cautelosa.
—¿Aun no le han explicado nada?— preguntó la señorita Black.
—Ayer recibí mi carta— contestó Petunia bajando de la tarima, sus medidas estaban listas— Luego de las túnicas iré con mis padres y la profesora McGonagall por mis libros.
—Creo que necesitarás estos también— dijo la señorita Black— Madame Malkin. ¿ Seria amable de prestarme un trozo de pergamino y una pluma?
La modista asintió con la cabeza mientras la señorita Black bajaba de la tarima, apoyada en una superficie plana escribió rápido en el pergamino y se lo extendió a Petunia.
Libros necesarios:
"La sociedad mágica y como encajar en ella, por Cressida Avery"
"La guía de una dama en la sociedad mágica por Lady Althaia Slytherin"
"La historia de los New Bloods por Armand Burke"
—Muchas gracias por su ayuda, señorita Black— agradeció Petunia la ayuda.
—Somos brujas, debemos ayudarnos— sonrió levemente.
Luego de unos minutos, sus túnicas estaban lista y Petunia junto a Lily se despidieron de la señora Black y sus hijas.
—Solo te pedí una cosa Lily— dijo Petunia regañando a Lily mientras buscaban a sus padres — Quedarte callada.
—Lo se, pero ahora gracias a que empece a hablar ahora tienes una ayuda extra que no estaba en tu lista de útiles— contestó Lily sonriendo.
Petunia solo suspiró
———————》✧《————————
Luego de los libros la ultima parada fue la varita. Petunia arrugó la nariz ante el lugar poco ordenado y llenó de polvo que le picaba.
El señor Ollivander era alguien raro, murmurando y murmurando, Lily se escondió detrás de Petunia.
Tuvieron que intentar con cuatro varitas antes de llegar a la perfecta.
Madera de ébano, cuerno de serpiente cornuda, 25 centímetro y flexible.
Cuando la tomó una corriente cálida recorrió a Petunia.
Ella sonrió, tenia una varita y era una bruja.