
Conozcamos a la suegra (Parte 1)
Leia estaba complacida.
El sentimiento inusual en ese tiempo, donde la resistencia luchó fervientemente por superar a la primera orden, trajo una esperanza que parecía, hacía tiempo, había empezado a menguar en sus tropas desde la destrucción del sistema Hosnian. Suspiro, sus cansados ojos vieron cómo los pilotos bajaban de sus naves, los miembros de seguridad los siguieron escoltando a sus prisioneros en una marcha silenciosa por parte de los soldados enemigos, la dureza en su mirada solo se afilo aún más cuando captó el brillo rojizo del cabello reconocible del emperador Hux.
El hombre responsable de muchas muertes actuaba tan regio y sereno, aun cuando sus manos estaban esposadas, y su lento caminar delataba la lesión que rezumaba sangre en su pierna derecha. Los helados orbes se encontraron con los propios, un corto instante donde pudo distinguir un cambio en la postura indiferente que se expresaba; los hombros se tensaron aún más de lo que ya estaban, sus pasos se detuvieron y los labios se apretaron en un gesto incierto.
Curioso, muy curioso.
La general Leia Organa archivo en su memoria la interacción para desentrañar en un momento posterior, no creía que el orgulloso hombre que proclamó su desdén por la resistencia fuera a acobardarse por su presencia. En especial, porque era consciente de que algo pasaba con las fuerzas enemigas, un hecho donde su hijo estaba involucrado y donde ahora, tenía la oportunidad de encontrar respuestas.
Todo había pasado tan rápido, desde el momento en que se proclamó la muerte de Snoke, había surgido una pequeña esperanza de que su hijo volviera al camino correcto, las palabras de Rey confirmando la confusión en el interior de Ben. Había deseado, como toda madre volver a ver a su primogénito, esperó mucho tiempo una respuesta mientras se dedicaban a esconder sus escasas fuerzas en planetas abandonados.
El silencio de sus enemigos fue tan asfixiante como una estrella explosionando.
La incertidumbre empezó a causar estragos en la desesperada situación en la que se encontraban.
Una transmisión oportunamente captada en los obsoletos sistemas que poseían les dio las respuestas que buscaban, a pesar de saber, por las palabras de Rey de la muerte de Snoke, eso solo confirmó lo que ya sabían. La verdadera y valiosa información fue el mensaje anunciado a todos los rincones de la galaxia, la primera orden se alzaba gloriosa con un nuevo mando.
El líder supremo Kylo Ren y el emperador Hux funcionaban como un alto mando equitativo, donde el poder del anterior gobernante recae en ambos de manera igualitaria. Fue una sorpresa, verdadera confusión ante los acontecimientos que siguieron a la declaración, porque después de cada día, las fuerzas oscuras seguían avanzando y reforzando su estatus.
Los remanentes de la resistencia buscaron pasar desapercibidos, reunir sus menguantes fuerzas y volver a intentar buscar la ayuda de Luke. La pérdida de la estratega y vicealmirante Holdo, fue un golpe duro del que no se repondrán fácilmente pero aún tenían algo por lo que luchar.
La galaxia.
Porque la primera orden no traería nada bueno.
Ahora que miraba al pasado, se reprendió por no indagar más en el extraño movimiento que llevó a un poder compartido. Donde Ben poseía el reclamo para gobernar las fuerzas militares remanentes del imperio, el antes general había obtenido tanto derecho a imponer su ley como su perdido hijo.
Había algo que ambos ocultaban.
Y ella se encargaría de desentrañar sus secretos, en especial si eso afectaba más a sus aliados y soldados.
.
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Armitage Hux estaba enojado
No, esa palabra no podía llegar a definir cómo se sentía en ese preciso momento.
La ira bullía a fuego lento en su interior, y la estupidez de sus propios errores carcomía sus pensamientos por cada minuto que transcurría siendo prisionero de la miserable resistencia. Nunca debió haber bajado la guardia, creyó que el ejército de Stormtrooper sería suficiente, por el simple hecho de que odiaría tener a alguien con la capacidad de usar la fuerza a su alrededor.
Excepto Ren.
Y esa concesión no se extendía hacia su legión de seguidores maniacos por el uso de ese poder irracional del cual todos parecían demasiado emocionados. A él no le importaba, durante mucho tiempo había vivido a la sombra de muchos, desde su padre hasta el líder supremo, ahora, cuando Kylo y él tenían el poder de liderar la primera orden, no esperaba tener que seguir a alguien.
El poder y las relaciones personales debían tratarse de manera separada.
Desde que ambos co-comandantes habían solucionado la creciente tensión y rivalidad que los mantenía en un constante estado de pelea, las cosas habían empezado a ir mejor encaminadas. En un principio, bajo la mirada atenta de Snoke fueron rivales, seres que se impulsaban mutuamente a un estado competitivo y que desgraciadamente no podían trabajar juntos más que unos pocos segundos sin irritarse mutuamente.
Había sido así… al menos durante un tiempo.
Dicen que nunca dejas de conocer a alguien, y para ellos fue así. En un comienzo su rivalidad fue brutal, una sensación de constante batalla a la que se veían expuestos mientras buscaban el favor del principal gobernante de la primera orden, al menos hasta el momento que todo cambió. Buscar un planeta donde elaborar Starkiller fue una misión sencilla, o al menos así lo pensó antes de que la nave explotara.
En esos momentos no había dudado que sería su fin, la muerte que trató de evitar por años por fin lo alcanzó, podía sentir el fuego lamiendo su piel y el incesante calor que abrazaba su cuerpo extendiendo por los alrededores. Pero el dolor nunca llegó, cuando se aventuró a abrir los ojos, su sorpresa se reflejó en su rostro tan abiertamente que parecía algo tan ajeno a sí mismo.
Kylo Ren lo había salvado.
Y ese fue el comienzo de todo.
Una risa sin humor salió de sus labios, los guardas postrados a cada lado de su persona lo empujaron para que avanzara más rápido y el sonido se convirtió en un gruñido entre dientes. Odiaba tanto este día, donde era presa de sus enemigos, atrapado en un lugar sin aliados y completamente solo.
Pero…
Ren no tardaría en venir… ¿verdad?
Desde que se unieron, nunca habían pasado por una prueba como esta…
Todos los soldados de la primera orden sabían bien que debían obedecer a ambos, porque donde Ren odiaba la laboriosa burocracia provenientes de las reuniones del alto mando, tenía tanto poder como el propio Armitage. El mismo tenía la potestad de liderar o planear según sus propias decisiones, de todos modos, era el emperador de la primera orden, y la pareja del líder supremo Kylo Ren.
Y mira a donde te llevo.
El pensamiento fugaz lo recorrió con el reproche que seguía asediando su conciencia, a pesar de la increíble planeación, eso no había impedido que los soldados de la resistencia asaltaran su transporte y lo tomaran prisionero.
Lo peor de todo…
La general Organa estaba allí…
Que incómoda forma de conocer a la madre de Kylo Ren.
¿Qué podía esperar de esta experiencia?