
La semana
Harry se rehusó a caer en la trampa de Granger durante la clase de Encantamientos. Era viernes y estaba tentado a lanzarle un Silencio permanente a la chica como un experimento para probar el encantamiento. Oh, se dejará de mentir, solo quiere hacerlo para evitar escucharla gritándole hasta dejarlo sordo.
—¿Me estás escuchando, Harry?
Harry la miró con furia.
—No. Estoy tratando de concentrarme en lo que el profesor Flitwick intenta enseñar. Ya sabes, para poder entender el concepto.
—Diez puntos para Gryffindor, Potter, por tratar de ignorar las tonterías interminables de Granger. Diez puntos menos de Gryffindor y detención con Filch, Granger, por interrumpir la clase desde hace treinta minutos.
Aunque usualmente era tranquilo, el profesor Flitwick nunca quitaría puntos hasta casi el final de su clase porque detestaba interrumpir sus lecciones.
—Si no pudieron escuchar la tarea por culpa de Granger, acérquense a mí antes de que se vayan. No me busques ni le preguntes a nadie sobre la tarea ya que tienes cero en ella, Granger.
Granger salió furiosa del salón con Weasley, diciendo que hablaría con la profesora McGonagall.
Harry se preguntó si Granger alguna vez saldría del control de Dumbledore, y si Severus ya había hablado con Flitwick o los otros miembros del personal debido a que Granger y los dos Weasley estaban perdiendo demasiados puntos y ganando muchas detenciones que los hacían más impopulares en su casa. Minerva también pudo haberlo mencionado; había estado ignorando a Dumbledore y a sus peones toda la semana.
Malfoy se acercó a él mientras los demás salían o iban a hablar con Flitwick.
—¿Escuchaste la última parte del hechizo, Potter?
—No, ella me estaba gritando en el oído. ¿Me prestas tus apuntes?
—Toma, ya hice unas copias.
Malfoy le entregó un pedazo de pergamino.
—Supuse que las necesitaría debido a que no fuiste el único que no pudo escuchar.
—También necesito una —afirmó Neville desde su lugar a un lado de Harry—. Dudo mucho que siquiera haya respirado.
—Me lo estuve preguntando.
Pansy le entregó a Neville sus apuntes.
—¿Podrías ayudarme con Herbología?
—Sí, nos vemos en la sala común de Slytherin.
Algunos leones escapaban de la sala común después de que Granger y los dos Weasleys que estudiaban con normalidad en la biblioteca descubrieran donde se escondían. Malfoy y unas serpientes notaron lo que sucedía e invitaron a Neville, Dean, Seamus, Lavender y las gemelas Patil a su sala común para que pudieran estudiar. Cuando Severus los vio, los miró con severidad hasta que Malfoy le explicó la situación. Él les dio la bienvenida a los leones y a un Ravenclaw, y se ofreció a ayudarlos como lo hacía con sus serpientes. Toda la semana estuvieron estudiando en la sala común de Slytherin y sus calificaciones habían mejorado.
[***]
Harry y Severus observaban el mapa de los Merodeadores. Barty seguía en sus aposentos y aún no lo habían visto salir. Mañana era sábado y había sido una semana difícil ya que Dumbledore, Granger y los dos Weasley parecían determinados a tener de nuevo a Harry en sus garras. Minerva interfirió cuánto pudo, pero ellos sabían que ella tenía que limitar lo que hacía. Severus le había quitado un chorro de puntos al trío y muy pocos de los prefectos. El trío fue castigado por dos semanas. Ellos trataron de hacer que tuvieran detención el sábado, pero Minerva sintió que Dumbledore la revocaría si lo intentaban.
—Mañana va a ser un día difícil.
Harry apuntó la oficina de Dumbledore y ambos pudieron ver cuatro puntos.
—Supongo que tratarán de atraparme en Hogsmeade.
—Tienes razón. Longbottom, Thomas y Finnigan podrían engañarlos mientras nosotros vamos a Gringotts.
—Se los voy a pedir. Draco y unas serpientes podrían distraer a Weasley con facilidad. ¿Quiénes serán los profesores esta vez?
—Los profesores Flitwick y Sinistra con la señora Pince y Hagrid.
—Interesante.
Harry miró a Severus que ya había buscado las pociones de purga que él había mandado a hacer en Francia. No estaban seguros de en quiénes podrían usarlas, pero tenían algunas ideas. Creían que Lupin, Black, Arthur Weasley y quizás algunos mortífagos de mayor rango las necesitarían, basándose en el comportamiento que tenían en las memorias de Severus en comparación con el de ahora.
—¿Vamos a ver a Black y Lupin?
—No, lidiemos con una cosa a la vez. Primero iremos con los duendes mañana y luego con Barty el domingo por la noche. Van a ser dos semanas difíciles hasta que Barty hable con el Señor Tenebroso y él decida vernos si es que Barty solo se encuentra con él los domingos.
—Es lo más probable ya que Dumbledore se cuestionaría el incremento de las partidas de Barty.
—Exacto.
Severus estaba descubriendo que ya no veía a James Potter en Harry; el niño tenía el cerebro de su madre. También desistió en levantarlo a las tres de la mañana. Lo había intentado unas veces, pensando que el chico intuiría que no lo haría después de haber sido bañado con agua helada las dos primeras veces.
Retrospectiva
Severus caminó de forma rápida y silenciosa hacia el dormitorio de Harry; era un poco después de las dos de la mañana y sucumbió a la idea de mojar un poco al niño. Se lo había advertido a Harry y se preguntó si él pensaba que no lo haría la primera noche en su nueva habitación. Abrió la puerta, sacó su varita y de repente él estaba mojado y tenía frío; el agua seguía cayendo.
—¡POTTER!
Harry se levantó con su varita en la mano y comenzó a reírse al verlo.
—Cuando dijiste que tu maestro te despertaba a las tres de la mañana, supe que me iban a levantar por algo pero no por un maestro de pociones empapado.
Harry sabía que Severus se vengaría por eso, pero no pudo evitar reírse.
—Cancela el hechizo, Potter —espetó Severus.
—Tú eres el que dijo que estuviera listo para todo en cualquier momento.
Harry intentaba controlarse y canceló el hechizo.
—No te preocupes, la lluvia era para ti y no mojó el suelo.
Severus se fue furioso, murmurando sobre los mocosos cuando escuchó a Harry reírse de nuevo. Severus hirvió de furia por aproximadamente una hora después de que se secó y sonrió; de seguro el niño no esperaría que lo volviera a hacer. Esperaría otra hora para visitarlo.
Severus regresó al cuarto de Harry alrededor de las cinco. Esta vez comprobó si había alguna broma en la entrada o la puerta, la abrió una vez que estuvo seguro de que no le caería nada y levantó su varita solo para ser mojado de nuevo y tener frío.
—¡POTTER! Despierta, mocoso.
Harry encendió las velas antes de que Severus terminará de bramar.
—¿En serio pensaste que no reiniciaría el hechizo?
Severus lo miró enojado mientras escuchaba a Harry tratando de no reírse de nuevo.
—Cancelé todos los hechizos que encontré.
—Fue con pársel —balbuceó Harry.
Severus estaba un poco sorprendido por eso; había olvidado que el mocoso podía usar la magia de pársel y no había ninguna forma de desactivarla a menos de que fueras un hablante de pársel.
—Cancélalo.
Harry canceló el hechizo aun sonriendo.
—Iba a salir a correr en una hora. ¿Te quieres unir a mí?
—Sí, así podré lanzarte maleficios.
Severus comenzó a planear cómo ocultar su varita para que Harry no supiera que estaba a punto de lanzar un maleficio.
—Te veo en una hora. Deberías de ponerte una camisa de manga larga que pueda cubrir tus manos si quieres lanzarme un embrujo punzante.
Harry apagó las luces y Severus miró con furia al mocoso; él iba a atraparlo.
Severus esperó dos noches más y lo volvió a intentar el jueves en la noche. Esta vez, la lluvia lo siguió hasta sus aposentos y no desapareció hasta que volvió al cuarto de Harry y le exigió al mocoso que cancelara el hechizo. Harry lo hizo mientras se reía de nuevo. Severus decidió esperar más para volver a intentarlo.
Fin de la retrospectiva
—No te preocupes. Cuando haga frío voy a usar un encantamiento de lluvia cálida para ti —comentó Harry, devolviéndolo al presente.
Severus no respondió por unos segundos mientras pensaba en por qué Harry lo había hecho. Sabía que no era por mencionar el entrenamiento a las tres de la mañana.
—Ya lo hiciste antes en los dormitorios.
—Sí, ¿sabes cuántos locos hay en el castillo? Me desperté una mañana durante mi segundo año con Colin Creevey tomándome fotografías mientras dormía. Me asustó. Me tomó meses encontrar una manera de mantener al pequeño acosador lejos. Lo peor fue escuchar a Granger hablar sobre cómo me equivoqué con el niño y que necesitaba ser paciente con él.
Hubo movimiento en la oficina de Dumbledore y vieron como Lupin y Molly Weasley por fin se unían al grupo; no pensaron que Lupin fuera parte del plan de Dumbledore para Harry.
—Es hora de que escuchemos.
Harry pareció herido por un momento, pero mentalmente tachó al hombre de la lista de a quien le entregaría la poción de purga.
—Estoy de acuerdo. Dobby.
Dobby apareció, haciendo una reverencia por ser convocado.
—¿El amo Harry necesita a Dobby?
—Sí.
Dobby chasqueó los dedos y de repente pudieron escuchar lo que Dumbledore decía.
—Como le informé a los niños, necesitamos dejar que Harry crea que ganó esta vez. Severus me recordó que Harry no iba a dejar el lado luminoso. Debemos dejarlo hacer lo que quiera con respecto a su educación. Severus también me aconsejó que de esta manera Harry podría escucharnos.
—No puedo creerlo. Quiero hacer mis EXTASIS y TIMOs —refunfuñó Granger.
—Eso solo demostraría que Harry tiene razón, Hermione. No podemos dejar que manchen tu nombre, en especial si quieres ser ministra algún día. No voy a dejar que se arruine ese plan —advirtió Dumbledore—. Sigue siendo la mejor de tu clase. No queremos que la gente crea que estás compitiendo con Harry. Eso lo alienará y no necesitamos más confrontaciones en el Gran Comedor. Tú terminarás perdiendo porque él se convertirá en lord y tendrá un chorro de asientos cuando sea mayor. La gente no votará por alguien que le cae mal a su salvador.
Harry miró a Severus.
—Mañana los duendes podrán darnos la información y así descubriremos qué más podría estar escondiendo Dumbledore sobre tu herencia.
—Él tiene todo. Dinero, fama y título —gruñó Weasley.
—Una vez que Ginny se case con él, nosotros también conseguiremos todo eso —le recordó Molly a Weasley.
Harry se sintió enfermo.
—No me voy a casar con ella.
—Tenemos que discutir eso. Dado que Severus es el tutor de Harry, debo hacer que firme el contrato de matrimonio. Sirius nunca lo firmó el año pasado —afirmó Dumbledore.
—Te dije que no podía hacerlo porque no es el Lord Black —contó Lupin—. Aún no descubre quién es.
—Lo sé. Ron, Ginny y Hermione, uno de ustedes tiene que conseguirme una muestra de la sangre de Harry para hacerle un análisis sanguíneo y descubrir si él o Draco es el heredero Black.
—Es Harry. Sirius le hizo una adopción sanguínea poco después de que nació debido a que el tapiz familiar mostró que Reggie murió.
Severus estaba encontrando muy interesante lo que escuchaban.
—Debemos asegurarnos de que Dobby grabe todas sus reuniones para que podamos escucharlas después.
—Estoy de acuerdo.
—¿Qué vamos a hacer nosotros? —preguntó Molly.
—Sigue diciéndole que lo consideras parte de tu familia. Haz que se quede en la Madriguera para las vacaciones de Yule. No voy a permitir que Severus se lo lleve y le enseñe a defenderse.
—Eso evitaría que muera —murmuró Ginny no lo suficientemente bajo.
—Exacto. Después de que ustedes dos se casen y tengan un hijo, forzaremos una confrontación entre Voldemort y Harry para que muera. Solo tendremos que deshacernos del horrocrux en su interior.
—Le enviaré unos dulces. Él ama mis pasteles.
—Voy a contarle a Harry historias de su padre para separarlo de Severus.
Ellos escucharon el resto de sus planes y se miraron luego de que todos se fueran de la oficina de Dumbledore.
—¿Horrocrux? —preguntaron Severus y Harry al mismo tiempo.
—Está atado al amo Harry con magia —les informó Dobby—. ¿Quieren que Dobby los castigue?
—Sí, Dobby, pero no te metas en problemas. Solo haz que los elfos muestren su descontento por la ropa que les da Granger.
Harry le sonrió a Severus.
—Creo que tengo una idea para la menor.
—¿Qué tienes en mente?
Harry sonrió.
—Bueno, como quieren que Weasley se embarace, ¿por qué no hacemos que lo parezca? La haremos aumentar de peso, que tenga extraños cambios de humor, que la prueba de embarazo dé positivo, inventamos un nombre para el padre y a los seis meses hacemos que desaparezca el supuesto bebé.
—No existe una poción que haga eso, pero creo que yo podría crearla. Arruinaría la reputación de la chica ante la sociedad sangre pura. Puede que incluso desprecien a sus hermanos por ser miembros de su familia.
—Hay un libro de pociones en la Cámara que podría ayudarnos. Te lo mostraré y creo que Dobby podría suministrársela.