Leones contra serpientes

Harry Potter - J. K. Rowling
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Leones contra serpientes
Summary
¿Qué pasaría si Harry hiciera dos juramentos? ¿Uno de que no ingresó al torneo de forma voluntaria y otro diciendo que nunca participaría a menos que estuviera bajo un hechizo, poción o fuera coaccionado? ¿Qué pasaría si Harry señalara que la guerra era entre Slytherin y Gryffindor, no entre la luz y la oscuridad?
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Reunión con Severus. Tener que lidiar con Ron y Hermione

Harry se inclinó contra la pared afuera de la oficina de Minerva McGonagall. Vio a Severus caminando hacia él. El hombre le estaba quitando puntos a Gryffindor y Harry casi dejó escapar una carcajada cuando lo escuchó quitarle cinco puntos a Thomas por estar en su camino.

—¿Te divertiste? ¿Cuántos puntos quitaste?

Harry casi saltaba sobre sus pies.

—Sólo veinte puntos. Quité casi cincuenta esta mañana. Ha sido una muy buena mañana.

A Severus le gustaba el nuevo Harry Potter. Había revisado sus recuerdos de la noche anterior y descubrió que Harry era de hecho diferente, y estaba ansioso de ayudarlo con su cambio.

—Podrás quitar más esta tarde. Estoy seguro de que Ron hará todo un escándalo en tu clase cuando le diga que voy a dejar Adivinación y Cuidado de Criaturas Mágicas. ¿Deberíamos entrar ya?

Harry iba a disfrutar soltar la bomba en pociones. Ya lo había planeado. Sabía que Ron y Hermione estaban en el bolsillo del viejo. El hombre sabía cosas que les había dicho a propósito para ver si correrían a contárselo. Le dijo a Hermione unas cosas y a Ron otras, y pasó un tiempo escuchando al viejo loco a lo largo de los años sermonearlo sobre lo que había escuchado de ellos dos.

Severus lanzó un rápido Tempus.

—Nos queda un minuto, no sería bueno llegar temprano —se inclinó—. Aún tenemos que hablar.

—Lo sé. Podremos hacerlo en la detención de esta noche. No podemos dejar que el tonto piense que nuestra relación ha cambiado.

—Sí. No arruines ninguna poción, replicar funcionará. No eres tan malo en pociones como pretendes ser —respondió Severus—. Revisé mis recuerdos anoche. Te vi haciendo pociones perfectas para luego arruinarlas al dejar que alguien le arrojara algo.

—Los que lo hacen son Ron y Hermione. A Granger no le gusta que sea mejor que ella y a Weasley no le gusta que sea bueno en algo.

Harry se inclinó más cerca.

—Trabajan para el Tonto.

Severus miró a Harry de cerca.

—Creo que tenemos mucho de que hablar —tocó la puerta de Minerva.

Escucharon un suspiro y vieron los labios de Minerva apretarse, indicando que no estaba feliz de verlos juntos y que esperaba una batalla.

—Buenos días, caballeros. No sabía que también asistirías a la reunión, Severus.

—Decidí asistir en el último minuto. Potter hizo una solicitud interesante anoche en la oficina del director.

Severus no podía esperar para ver su cara.

—¿Potter?

Minerva ya no apretaba los labios y su rostro mostraba la confusión que sentía porque Severus y Harry estuvieran en su oficina sin pelearse.

—Aquí está mi solicitud para abandonar Adivinación y Cuidado de Criaturas Mágicas. Quiero tomar Estudios de Runas Antiguas y Aritmancia en su lugar.

Harry le entregó la solicitud en cuestión.

—También adjunté el trabajo que demuestra que puedo manejar la clase.

Severus y Harry observaron el rostro de la mujer mientras revisaba el pergamino y luego los miraba; su cara no perdió la expresión de confusión, aunque ahora había un poco de cansancio en su mirada mientras leía el pergamino.

—Potter, ya que tienes un año de retraso solo puedo agregarte a la clase de tercer año. Para poder agregarte a la de cuarto año tengo que hacerte una prueba, a pesar del trabajo que has proporcionado.

Minerva no había levantado su mirada del trabajo que leía. Por la escritura sabía que lo había hecho Harry, pero las reglas son las reglas.

—Ya he tomado esas pruebas. Los resultados ya deberían de haberte sido entregados —respondió Harry—. Tomé los TIMOs durante el verano.

Severus y Minerva no pudieron ocultar su sorpresa, aunque fue Severus quien se recuperó más rápido.

—Tengo una copia de mis resultados por si no te los entregaron.

El vejete debe estar impidiendo que se vieran.

—Déjame revisar mi escritorio primero.

Minerva abrió su cajón superior derecho y comenzó a leer las cartas que había allí. Encontró unas con el sello del ministerio y se dio cuenta de que no las había abierto. Nunca las había ignorado antes, así que abrió la que pensó que contendría los resultados de los TIMOs y EXTASIS. No dijo nada mientras leía la lista y se la pasó a Severus una vez que terminó.

Severus tomó la carta y se preguntó por el rostro desconcertado de Minerva hasta que leyó los resultados.

—Potter, ¿por qué sigues tomando Defensa Contra las Artes Oscuras si pasaste tus EXTASIS con E+ y también en Estudios de Runas Antiguas y Aritmancia? Ya tienes tres de tus TIMOs.

—Lo sé, los hice en mi cumpleaños. La ley dice que puedo tomar esos exámenes un año antes. Ya que cumpliré 15 el próximo año, pude tomar este año los exámenes de algunas de mis clases. Planeo volver a hacerlo cuando cumpla 16. No tomé el examen de EXTASIS para Defensa Contra las Artes Oscuras. Lancé el encantamiento Patronus y el encargado me pidió que lanzará más hechizos. Pensé que era parte del TIMO —Harry se encogió de hombros.

Ahora no tendría que tomar Defensa Contra las Artes Oscuras por los próximos 3 años, lo que hacía las cosas más fáciles. Sabía que había pasado el EXTASIS de Defensa Contra las Artes Oscuras, pero no iba a decir nada hasta que lo necesitara. Solo iba a usar sus TIMOs.

—Harry, ¿qué piensas sobre ayudar al profesor Moody en sus clases? —preguntó Minerva—. Unos estudiantes han querido otro club de duelo y creo que será posible con tu ayuda.

Harry miró a la mujer, preguntándose qué tramaba.

—¿Todavía tendré que tomar la clase?

Sabía que ella escuchaba al director —era una Gryffindor, después de todo—, pero también sabía que no conocía todos los planes del vejete. Nadie los conocía.

—No, modificaré tu horario. No me sorprendería que te pidieran que ayudes en sus clases. Te dará puntos extras y veré si puedo lograr que obtengas un certificado de enseñanza o incluso tu maestría.

—Como tengo una maestría en Defensa, puedo redactar un contrato para que se convierta en mi aprendiz.

Severus quería reír. El niño sin duda demostró que tenía razón cuando pensó que Harry haría que Hogwarts fuera interesante este año. Si él era su aprendiz, eso justificaría que pasaran tiempo juntos y tanto el viejo como su lord —su verdadero amo— lo verían como un beneficio.

—¿Qué implicaría eso? —preguntó Harry con astucia, mirando al maestro de pociones.

—Podemos trabajar en los detalles después.

Severus le dio a Harry una mirada significativa y vio la alegría en sus ojos cuando captó lo que quería decir.

—Bien, bien, modificaré tu horario. Tomarás las clases de Estudio de Runas Antiguas y Aritmancia con los de sexto año. Hablaré con el profesor Moody sobre las clases y el club de duelo. Tu nuevo horario estará listo para mañana en la mañana.

Minerva seguía mirando el pergamino que Severus había dejado en su escritorio. No podía creerlo, nadie había hecho esto antes: tomar sus TIMOs un año antes o pasar sus EXTASIS sin querer.

—Potter, ¿has estado estudiando por tu cuenta algo más?

—Sí —respondió Harry.

—¿Qué cosas?

Minerva se preguntó cómo pudo haberlo pasado por alto. Pensó que Harry era solo un estudiante promedio, así que sin duda no pensó que podría sobrepasar a Granger.

Harry miró alrededor de la habitación, evitando sus miradas.

—Historia Antigua, Historia de la Magia, Francés, Latín y Alemán, y pensaba estudiar después las Artes Curativas. Estoy casi listo para tomar mis EXTASIS en Latín y Francés.

Severus sabía que no era todo lo que Harry había estado estudiando y que tendría que preguntarle sobre las artes oscuras y mentales. Tenía la sensación de que Harry había pasado su verano en la cámara leyendo e investigando. También se preguntó si no sería la primera vez que el niño pasaba su verano ahí.

—Ya veo —respondió Minerva—. Si necesitas ayuda, siempre puedes venir a preguntarme. También puedo encontrar tutores para que te ayuden.

—Gracias, profesora McGonagall, pero creo que estoy bien por ahora. Estoy seguro de que si holgazaneo, el profesor Snape será el primero en decírmelo.

Harry se puso de pie y miró sus libros.

—¿Podría prestarme su libro de transfiguración animaga?

—Creo que está un poco adelantado para ti —le dijo Minerva—. Se lo enseñó a los de séptimo año. Sin embargo, ninguno puede lograr su forma.

Harry se giró y la miró, y Severus casi se echó a reír. Minerva se iba a sorprender. Severus se preguntó si Harry ya lo había logrado y quería más información al respecto.

—El chucho, Potter Sr., y Pettigrew —le recordó Severus.

Severus y Harry disfrutaron ver a Minerva palidecer un poco al entender lo que dijo Severus.

—Ya tienes tu forma, ¿no es así, Potter?

Minerva lo miró, retándolo a que le mintiera.

Harry tomó el libro del librero y volvió a su asiento.

—Este libro explica el significado de varias formas. La parte más interesante es que explica que los hablantes de pársel tienen más de una forma. Me pregunto por qué.

Sin negar ni admitir nada, Harry cambió de tema a uno más interesante como lo habría hecho un Slytherin.

Minerva se recostó en su silla, sin duda pensativa por la pregunta.

—Se ha sugerido que los hablantes de pársel pueden transformarse en serpientes. Nunca se ha comprobado ya que los únicos hablantes que quedan son El-que-no-debe-ser-nombrado y tú. Asistí a Hogwarts mientras él era aún estudiante, pero como no lo conocía tan bien no podría decirte si fue un animago. También se ha sugerido que alcanzar su forma de serpiente es más fácil que alcanzar su forma mágica a través del entrenamiento de animago. La mayoría cree que las dos no están vinculadas. Que alcances tu forma de serpiente no significa que alcances tu segunda forma y viceversa.

—¿Así que él podría ser tanto una serpiente como cualquier otra cosa, y Potter también?

Severus reflexionó sobre lo que eso podría significar. Como un espía, cualquier información que obtuviera podría ser útil si era usada de manera correcta. Severus miró de reojo a Harry y pudo ver que también pensaba lo mismo.

—Sí, también se ha teorizado que si puedes alcanzar tu segunda forma, puedes obtener más. Sin embargo, se basa en la magia de cada mago. Entre más fuerte sea el mago, más formas tendrá. Es como la teoría de que solo los magos fuertes alcanzan su forma animaga. No obstante, Peter Pettigrew la consiguió y no creo que haya sido un mago fuerte.

—Se convirtió en una rata. ¿No pudo ser eso lo único que su magia pudo alcanzar? Si su magia era promedio e inerme, eso podría explicar porque era una rata —teorizó Harry.

—Potter, si usas tu lógica así, podría ofrecerte un aprendizaje. Con respecto a tu teoría, eso podría ser exactamente lo que sucedió. Pettigrew necesitaba ayuda en sus clases, pero como pudo asistir a Hogwarts debe haber sido al menos un mago promedio. Si tu teoría es correcta, entonces tanto la personalidad de un mago como su fuerza mágica influiría en su forma animaga.

—Eh, ¿parte de su personalidad es la razón de que sea una gata? —preguntó Harry.

Severus encontraba la conversación muy interesante y esperaba que pudieran continuarla después. También estaba ansioso por debatir sus teorías con Harry ahora. Minerva sonrió genuinamente.

—Eso creo. Por cierto, he descubierto que la personalidad de Sirius encaja con su forma de perro, la de tu padre con su ciervo y la personalidad y magia de muchos otros que he conocido encajan con sus formas animagas. Potter, tengo una propuesta para ti.

—¿Cuál?

Harry aún tenía el libro en su mano.

—Si puedes presentar un trabajo de investigación bien elaborado sobre esta teoría, patrocinaré tu maestría. Se te pedirá que tomes tu EXTASIS y también el examen para la maestría. El trabajo servirá como tu tesis y creo que beneficiará mucho a nuestro mundo.

—Guau, vine aquí para cambiar de clases y voy a salir con dos aprendizajes —resumió Harry.

Podría convencer a Severus sobre un aprendizaje de Pociones y funcionaría.

—Sí, Potter —dijo Minerva.

—Acepto.

Harry le tendió la mano y las estrecharon.

—¿Aún me va a prestar el libro?

—Sí, y también puedes venir a hojear el resto —le dijo Minerva.

—Gracias.

Escucharon la campana sonar, indicando que pronto comenzaría el almuerzo.

—Creo que debo ir al Gran Comedor. Gracias por su tiempo, profesores.

—Fue un placer, señor Potter —dijo Minerva y lo vio irse.

Severus se quedó sentado.

—La verdad es que no esperaba nada de esto.

—Yo tampoco. Sabía que iba a cambiar de clases, pero no esperaba que fuera a aceptarlo como aprendiz.

Severus miró la puerta cerrada. No, él no lo hizo.

—Yo tampoco. Aún estoy desconcertada sobre por qué no abrí esas cartas.

Severus miró las cartas, vio que la mayoría parecían oficiales y se dio cuenta de que el vejete sin duda le impidió abrirlas. Miró la puerta de nuevo. Harry lo sabía y planeó todo esto. Lo habían manipulado. Casi se había reído, pero mantuvo la compostura. Debió haberlo sabido. No había otra razón para que estuviera aquí a menos de que Harry así lo quisiera y supiera lo que iba a suceder.

—Creo que este año va a ser interesante.

—Estoy de acuerdo. Sin duda me sorprendió. Albus me lo contó anoche —dijo Minerva—. Aunque no mencionó lo de las clases.

—Creo que esperaba que si ignoraba lo que pasó anoche, Potter lo olvidaría.

—Eso no va a suceder. Albus cometió un grave error al dejarlo con esos horribles muggles.

A Severus le sorprendió que el desprecio que Minerva sentía por ellos era claro. Minerva era decidida con los muggles y los nacidos de muggles.

—¿Sabías con quiénes lo dejó? Harry mencionó que sus parientes no lo tratan bien.

—Eso es un eufemismo. Poppy ha tenido que curarlo cada año y la historia nunca era buena. Aunque este año fue diferente. Creo que el señor Weasley le mencionó a Sirius a su tío muggle.

—¿Poppy ha tenido que curarlo cada año? ¿El abuso fue tan malo? ¿Las pociones que pide al comienzo del año son para él?

—Sí, Petunia odia la magia. Le dije que Lily no hubiera querido que Harry fuera con ellos. Son la peor clase de muggles que hay.

—¿Petunia? ¿La hermana de Lily? —dijo Severus con un tono mortal.

Uno que cualquiera que conociera al hombre querría evitar.

Minerva tragó saliva ante el tono. Albus va a escuchar a Severus.

—Sí, dijo que el encantamiento vínculo de sangre protegería a Harry.

Severus se levantó de un salto, enviando su silla al suelo.

—Ese encantamiento solo funciona si hay amor. Ella debió amarlo desde el principio. Si los coaccionaron o incluso los amenazaron para que lo acogieran, son inútiles.

Minerva palideció.

—Oh, cielos. Él los amenazó. Les dijo que la única forma de que estuvieran a salvo era si acogían a Harry.

—Minerva, no podemos permitir que vuelva ahí nunca más.

Minerva comenzó a planificar cómo proteger a Harry.

—Pon en el contrato que debe quedarse contigo. Incluso podemos empezarlo ahora. Puedo trasladarlo a tus aposentos luego de agregar una habitación para él. Si esperamos hasta el final del año, Dumbledore pensará que lo hacemos para alejarlo de sus familiares. Si lo hacemos tan pronto como Harry firme el contrato y comience a cumplirlo, él no podrá decir nada.

Severus se giró y la miró; le gustaba la idea.

—También puedo agregar unas cláusulas sobre enseñarle nuestras costumbres, tradiciones y etiqueta. Por ahora olvidemos el aprendizaje de Transformaciones. No queremos que Dumbledore intente obligarte a tomar la custodia de Harry para que lo mandes con sus familiares.

—Él lo haría y podría usar el juramento que tomé cuando me uní a la Orden para llevarlo a cabo —refunfuñó Minerva—. Tiene suerte de no haber tenido que hacerlo.

—Sería contraproducente ya que soy un espía.

Severus frunció el ceño.

—¿Por qué no leíste esas cartas, Minerva?

—Por un encantamiento de memoria o hechizo de coacción. A Dumbledore le gusta lanzarlos mucho para poder salirse con la suya. Lo más probable es que no quisiera que le diera a Potter el horario correcto.

—Eso podría explicar porque no pareció tan sorprendido anoche. Trató de hacer que Potter no cambiara de clases, pero él le citó La historia de Hogwarts.

—Apuesto a que no le gustó. ¿Hizo un berrinche?

Minerva conocía muy bien al hombre.

—Sí. Trató de darle detención y Potter le citó las reglas y políticas de la escuela, y dijo que enviaría sus recuerdos al consejo escolar. Después de que se fue, yo le dije que podría atrapar más moscas con miel que con hielo.

—Puede ser todo un Gryffindor cuando se necesita ser un Slytherin —respondió Minerva—. Será mejor que bajemos al Gran Comedor. Seré testigo de los contratos cuando estén listos. No los mencionaremos hasta que estén firmados.

Severus enderezó la silla que derribó.

—Estoy de acuerdo.

Juntos se dirigieron al Gran Comedor. Severus sabía que no podía confiar del todo en Minerva debido a que Dumbledore se metía mucho con su mente.

[***]

 —Dejé Adivinación y Cuidado de Criaturas Mágicas —le dijo Harry a Ron mientras revolvía su caldero.

Dejó caer la bomba cuando Ron estaba a punto de agregarle algunas alas de murciélago al caldero hirviendo. Ron dejó caer las alas al instante.

—Agáchense —le advirtió Harry a todos, lanzó un encantamiento protector sobre su caldero y se metió debajo de la mesa.

La poción de Ron salió volando por el aire y explotó por todo el salón. Severus miró enojado a Ron Weasley. Había lanzado un encantamiento protector sobre sí mismo y algunos en el salón cuando escuchó la advertencia, sin embargo, la mayoría de los Gryffindor no fueron tan afortunados. Fueron cubiertos por una verdosa masa.

—¿No contaste las alas de murciélago, Weasley? ¿Siquiera sabes contar hasta cinco? ¿No leíste las instrucciones? ¿Aún no has dominado el arte de la lectura?

—Añadí las alas de murciélago —balbuceó Weasley—. Y seguí exactamente las instrucciones. La poción era azul cuando las añadí.

Severus se inclinó sobre el chico con una mueca de disgusto por lo que veía y olía.

—Se supone que la poción debe ser lila, no azul. ¿También eres daltónico?

—Echó como diez al mismo tiempo —le informó Hermione Granger a todos—. Arruinaste mi poción —le dijo en voz baja a Ron.

—Detención con el señor Filch por no seguir las instrucciones, arruinar el salón y destruir las pociones de casi todos, Weasley. Si sus pociones fueron arruinadas, pueden venir mañana en la noche para hacerlas. Tú no, Weasley, tienes cero en esta clase.

Severus sacó su varita.

—Si sus pociones no fueron destruidas, pónganles un encantamiento estático y tendrán que venir en su tiempo libre para terminarla antes de la próxima clase.

Harry comenzó a poner el hechizo cuando Ron y Hermione se giraron hacia él.

—¿A qué te refieres con que dejaste Adivinación y Cuidado de Criaturas Mágicas? —exigió Hermione y se preguntó por qué no lo supo antes—. Pudiste habérmelo dicho.

—No quiero tomar esas clases. Ahora llevaré Estudio de Runas Antiguas y Aritmancia.

Harry empezó a limpiar su mesa, ignorando sus miradas confundidas.

Hermione sonrió, recuperando su compostura.

—Bien, estarás conmigo. Puedo ayudarte a ponerte al día.

Le preguntará al director sobre esto; de ninguna manera él será más listo que ella.

—No, estaré en la clase de sexto año.

—¡QUÉ! —gritó Hermione.

¿Cómo se atreve el mocoso a estar dos años adelantado?

—Diez puntos por gritarle a un compañero en mi salón de clases, Granger —dijo Severus desde donde limpiaba el desastre en el techo que creó Weasley.

Esperaba poder quitarlo antes de su próxima clase.

—Ya hice mis TIMOs, así que estaré en la misma clase que los de sexto año.

Harry se preguntó si podría quitarles más puntos.

—Tampoco tomaré Defensa Contra las Artes Oscuras.

—¡QUÉ! —gritaron juntos Weasley y Granger.

Estaban furiosos y lo demostraban.

—Necesitas esa clase y no puedes dejarla hasta que no hayas aprobado tus TIMOs. Tampoco pudiste haberlos hecho ya. Debes tener quince años para poder hacerlo —agregó Granger—: Está en La historia de Hogwarts.

—Veinte puntos, Granger y Weasley. Si gritan de nuevo, les quitaré el doble —espetó Severus.

Harry se lo tomó como un desafío. Se preguntó qué debía hacer.

—No dije que los aprobé. Dije que no iba a tomar la clase. Estaré asistiendo a Moody y enseñando en el club de duelo.

Harry disfrutaba esto.

—¡QUÉ! —gritaron de nuevo Weasley y Granger.

Granger se cubrió la boca mientras que Weasley murmuró que el idiota grasiento iba a tomar más puntos ahora. Harry tuvo que agachar la cabeza para ocultar su sonrisa cuando escuchó a los otros Gryffindor gemir por la pérdida de puntos. Se desquitarían con Weasley y Granger como siempre lo hacían con cualquiera que perdía muchos puntos, excepto los gemelos.

—Sí, ese idiota grasiento lo hará. Cuarenta puntos, veinte cada uno por gritar, cincuenta puntos por faltarle al respeto a tu profesor.

Severus quería bailar; si esto seguía así, Gryffindor estaría en números negativos para el final de la semana. Granger y Weasley serán impopulares; de todos modos, no es que no lo fueran ya.

 —Sí, ya hablé con McGonagall y todo está arreglado.

Harry les sonrió mientras tomaba su caldero para ponerlo sobre el estante por seguridad.

—Ella me dará mi nuevo horario mañana. Necesito ir a la biblioteca. Tengo detención después de la cena y quiero acabar unos ensayos. ¿Van a venir?

Granger sacó su varita.

—No, tenemos que limpiar este desastre.

—Sin magia, Granger —le informó Severus a ella y al resto de las personas que habían comenzado a limpiar sus calderos.

Vio a Harry menear la cabeza a sus supuestos amigos cuando ellos gruñeron sobre los calderos explotados.

—No olvides verme después de la cena para tu detención, Potter.

—Sí, señor —dijo Harry tratando de sonar molesto, pero sabía que no salió por completo así.

[***]

Harry tocó la puerta de la oficina de Severus y a su “entra” pasó.

—Hola, profesor.

—A tiempo, Potter.

Severus señaló la silla enfrente de su escritorio.

Harry la miró, agitó la mano y la transfiguró en algo digno para sentarse. Severus no estuvo en desacuerdo; la silla era horrible. Severus sacó su varita y lanzó unas barreras de privacidad.

—Ahora, me gustaría escuchar toda la historia.

—Bueno, diría que debería empezar desde el inicio pero ahí no comienza exactamente. ¿Recuerdas cuando en mi primer año me obligaste a copiar los reportes de detenciones de los años previos?

Severus pensó por unos minutos.

—Sí, ¿y ya sabes por qué?

—Sí, para mostrarme lo idiota que fue mi padre. Funcionó y me mostró algo más. Empecé a notar un patrón y, a medida que retrocedía en el tiempo, se hizo más claro. A los Gryffindor les quitaban menos puntos y les daban menos detenciones por las mismas cosas que a las otras casas, sobre todo Slytherin. Cuando lo vi, noté que eso empezó cuando Dumbledore comenzó a enseñar aquí. Por cierto, tienen un muy buen mantenimiento. En fin, eso me hizo investigar más.

—¿Como la última guerra?

Severus no había pensado que había un patrón. Siempre pensó que era así por tradición. Harry estaba en lo cierto sobre la razón por la que le asignó el castigo. Se preguntó por qué nadie más lo había notado.

—Sí, leí varios libros de historia y al buscar a los muertos en los archivos surgió otro patrón. Uno muy claro.

—Leones contra serpientes.

—Sí. Busqué lo que cada lado quería y noté otro patrón. Dumbledore se está deshaciendo de las tradiciones y clases mientras que el lado tenebroso demanda que las devuelvan. También noté otra cosa que explicaré después de que acabe con esto.

Harry agitó su mano y un libro apareció.

—Hice una comparación de las detenciones con este libro e incluso el castigo para los criminales basados en sus casas es diferente. Por ejemplo, dos ladrones. Uno pertenece a Gryffindor y el otro a Slytherin. El de Gryffindor no fue sentenciado y recibió libertad condicional por robar más de quinientos galeones. El ratero de Slytherin fue enviado a Azkaban por robar diez galeones. Pensé que era porque fue después de la guerra, pero miré el patrón y me di cuenta de que es desde que Dumbledore se convirtió en Jefe de Magos y presidente de la C. I. M. Los magos tenebrosos reciben penas y multas más severas que las de las otras casas o magos luminosos.

—¿Cómo es que nadie vio esto antes? —preguntó Severus, hojeando las notas.

—Me tomó un tiempo encontrarlo. Pasé mi verano buscándolo porque estaban mal archivados —habló Harry.

—¿Pasaste el verano en el ministerio?

Severus estaba confundido. Si él estuvo en el ministerio, ¿quién estaba con sus parientes? ¿O él se quedó en la cámara como creía?

—No podía quedarme con mis parientes y tampoco tenía otro lugar a dónde ir. Después de que mi tío Vernon me dio su amada bienvenida, me ignoró a menos de que algo mal pasara en su trabajo o estuviera borracho. Trato de evitarlo, pero casi nunca tengo suerte. Cuando puedo voy al ministerio para buscar en sus archivos. Su seguridad es horrible. Solo les doy un nombre falso, les digo que estoy buscando a mi primo y me voy a la sala de archivos. Nadie la vigila así que puedo pasar horas ahí revisando todo.

—¿Por qué has estado ocultando tu inteligencia?

Severus no estaba sorprendido de que la escondiera, sino por la inmensa máscara que Harry utilizaba. Se preguntó si alguien en verdad conocía al chico.

—Lo aprendí de mis parientes. Ellos no quieren que un fenómeno como yo sea mejor que su precioso hijo.

—Me acabo de enterar en donde vivías. Dumbledore sabe lo que piensa tu tía de la magia.

Severus bajó la mirada por un segundo.

—No estoy seguro de cómo decirte esto, pero la protección sanguínea no existe.

—Lo sé. Si alguna vez existió, se habrá destruido hace mucho tiempo. No he confiado en ese hombre desde que llegué aquí. Muchas cosas no cuadraban. Por ejemplo, que Hagrid me haya llevado al callejón en lugar de un profesor. Me enteré más tarde de que nunca compré los libros que todos los nacidos de muggles deben de conseguir y los ordené hace solo unas semanas. No podía hacerlo en persona porque él tenía mi llave otra vez. Cada vez que la recupero, Ron o Hermione me la roban y se la dan. He encontrado mi baúl roto varias veces.

—¿Cómo conociste a la familia Weasley? —inquirió Severus.

—Fue una trampa. Debí haber sospechado de una familia mágica mencionando a los muggles y el andén 9 ¾, pero estaba feliz de escapar de mis parientes que no pensé en eso. Después de mi primer año, me di cuenta de que me engañaban. Dumbledore preparó todo para que me enfrentara a Quirrmort. No hay forma de que establezcas una serie de obstáculos que tres estudiantes de primer año pasaron con facilidad y esperar que ningún adulto o alumno de los años superiores pueda hacerlo. Y prácticamente lo dio a conocer cuando anunció que no se acercaran al corredor a menos que quisieran una muerte dolorosa. ¿Qué Gryffindor en su sano juicio no quisiera saber a qué se refiere?

—Tienes razón. Me pregunté lo mismo y, mientras lo creábamos, Dumbledore lo preparó. Desearía saber cómo ustedes tres lo pasaron y tú luchaste contra el Señor Tenebroso.

Severus suspiró; mucho de lo que estaba oyendo eran cosas que debió haber visto. ¿Había sido tan ciego con las buenas intenciones de Dumbledore, a pesar de que no confiaba por completo en él? ¿Creyó que porque el hombre era un Gryffindor eso significaba que no haría las cosas que estaba escuchando? Sabía que un buen general tenía que tomar decisiones difíciles durante la guerra, pero él estaba usando y arriesgando a los niños. Puede que le haya disgustado lo que hizo su lord, pero odiaba saber lo que Dumbledore estaba dispuesto a hacer. El hombre creó la última guerra y parecía ansioso por otra.

—Continúa.

—Pasé los últimos dos veranos leyendo todo lo que podía conseguir. Mis parientes me dejaron en paz cuando supieron que Sirius Black era mi padrino. Ron, Ginny y Hermione solo envían cartas cada dos semanas, por lo que tengo mucho tiempo para estudiar. Iba a mantener todo en secreto hasta que sacaron mi nombre en el cáliz. Debí haberlo esperado, pero pensé que el hombre tenía un poco de sentido común para evitar que sucediera.

—Dumbledore quiere que participes en el torneo para que tengas otra confrontación anual. Le dije que te permitiera elegir tus clases que podrá atrapar más moscas con miel que con hielo. Él necesita que lo escuches cuando vuelva el Señor Tenebroso.

—Eso no va a suceder. Tras estudiar todo lo que pude, soy firmemente un mago tenebroso. Puede que me disguste lo que el pendejo ha estado haciendo, pero tampoco voy a estar del lado de Dumbledore. Tengo unas hipótesis sobre por qué entró mi nombre al cáliz, pero estoy esperando a ver qué va a hacer el falso Moody al respecto.

Severus no pudo ocultar su sorpresa.

—¿Qué?

—Anoche cuando regresé a mi dormitorio saqué un mapa que mis padres y sus amigos crearon. Muestra los verdaderos nombres de las personas y ningún encantamiento o poción multijugos puede ocultarlo. Descubrí que Moody tiene un nombre diferente y que hay otro Moody que siempre permanece en el mismo lugar mientras que nuestro amigo vaga por el castillo.

—¿Sabes quién es? ¿Puedo ver el mapa? —pidió Severus.

Harry vaciló un poco.

—Te voy a confiar algo muy importante, así que no quiero que corras a contárselo a Dumbledore.

—Prometo que no se lo diré a nadie sin tu permiso.

Severus vio a Harry sacar un trozo de pergamino enrollado.

—Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.

Harry le mostró el mapa.

—Debe de ser Barty Crouch Junior —le explicó lo que veía—. Es un mortífago que supuestamente murió en Azkaban —recordó la mirada que Ojoloco le dio al señor Crouch—. En realidad, su padre lo ayudó a escapar. Me preguntó cómo lo hizo sin que nadie se diera cuenta. Pero eso explicaría por qué Dumbledore quiere que compita. Debe de saber que él no es el verdadero Moody.

—Estoy de acuerdo contigo.

Severus puso sus manos en su escritorio.

—¿Qué quieres hacer?

—Vigilarlo. Creo que está en contacto con Voldy. Debe de estar aquí por una razón. ¿No has hablado con él?

—No, lo he estado evitando. Sin embargo, eso podría cambiar ahora.

Harry asintió con la cabeza en acuerdo.

—¿Cuándo vas a hacer los contratos? También quiero uno para Pociones.

—De acuerdo. Por lo usual, no tomo aprendices, pero tú vas a hacer la excepción. Esto te va a alejar de tus parientes y creo que el Señor Tenebroso estará complacido de escucharlo.

Severus miró a Harry de cerca y vio entendimiento en sus ojos.

—Sí, lo va a estar. ¿Para quién estás espiando? —preguntó Harry.

Severus soltó una risa honesta que raramente se permitía disfrutar.

—Sabía que lo sabías. Soy un mago tenebroso y estoy a favor de la oscuridad. Me alejé cuando tu madre estuvo en peligro, pero anoche revisé mis recuerdos y, por lo que acabo de aprender, ahora estoy de tu lado y de la oscuridad.

Harry ladeó la cabeza.

—Dumbledore no va a saber qué lo golpeó. Continuaré fingiendo ser un pequeño y buen Gryffindor cuando lo necesite y seguiré dándoles información falsa a esos tres imbéciles.

Severus le sonrió de forma malévola.

—Voy a disfrutar verte divirtiéndote con ellos.

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