Leones contra serpientes

Harry Potter - J. K. Rowling
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Leones contra serpientes
Summary
¿Qué pasaría si Harry hiciera dos juramentos? ¿Uno de que no ingresó al torneo de forma voluntaria y otro diciendo que nunca participaría a menos que estuviera bajo un hechizo, poción o fuera coaccionado? ¿Qué pasaría si Harry señalara que la guerra era entre Slytherin y Gryffindor, no entre la luz y la oscuridad?
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Aprendiendo la verdad

Harry caminó. Acababa de entrar al Torneo de los Tres Magos, lo que estaba causando que se dirigiera a la sala donde estaban los otros campeones. Bueno, no, pensó, era toda la experiencia en Hogwarts. Cuando escuchó sobre Hogwarts por primera vez, no creyó que la magia fuera real. Pronto lo hizo y aceptó el escape de la familia Dursley. Ahora estaba en la sala lateral y todos estaban gritando sobre cómo entró, que hizo trampa y, como siempre, que querían que lo expulsaran. No estaba sorprendido de ello. Sacó su varita.

—Yo, Harry James Potter, no entré al Torneo de los Tres Magos. No pedí que pusieran mi nombre, no quería entrar, y sin duda no quiero ser considerado en este torneo. Que así sea —Harry agitó su varita—. Lumos.

La luz brotó de su varita, demostrando que aún tenía su magia y que decía la verdad.

—Harry, eso no era necesario —Dumbledore lo reprendió.

Trató de verse como un abuelo para Harry, mostrando su decepción sobre la situación con los ojos centelleando.

Harry notó que el viejo tonto trató de mandar un hechizo de coacción, pero lo ignoró.

—Sí, lo era. No hice trampa. No estoy mintiendo y estoy harto de esta discusión. No competiré en este torneo —dijo Harry y miró a todos.

Lo estaban mirando. Harry ya había escuchado a los otros campeones quejándose de su edad y a los otros directores demandando otro campeón, solo para que se les dijera que el cáliz no volvería a encenderse hasta el siguiente torneo.

—Barty, conoces las reglas. ¿Tiene que competir?

Dumbledore no quería verse como el malo para Harry.

—Me temo que el señor Potter no tiene opción. El cáliz lo eligió. Es un contrato mágico vinculante —Barty Crouch Sr. los desautorizó al decir que Harry no tenía opción—. Está en las reglas, si entras, debes cumplir el contrato —levantó el reglamento para mostrárselo.

—Yo no entré, por lo tanto, no participaré. El contrato mágico es para quien metió mi nombre en el cáliz. Si funcionara como dijo, entonces todos los que pusieran el nombre de otros en el cáliz serían obligados a participar.

Harry pudo ver que Snape le daba una mirada confundida e impresionada antes de recuperarse. Se dio cuenta de que el hombre ya no se burlaba de él ni lo miraba con furia.

Nadie dijo nada por varios minutos hasta que Igor Karkarov se rio.

—Ha acertado. Tiene razón. Necesitamos encontrar a quién metió su nombre o perderán su magia o recibirán cualquier otro tipo de castigo por romperlo.

Harry se giró y miró a Ojoloco.

—Me pregunto quién lo habrá hecho —fulminó con la mirada al hombre.

Siempre era un maestro de Defensa Contra las Artes Oscuras el culpable de todo. Dudaba que él sea diferente. Sobre todo, porque era nuevo.

Barty Crouch Jr. miró a Harry y se dio cuenta de que el chico sabía algo. Estaba un poco sorprendido de que Harry no lo delatara, pero también estaba en un aprieto. Si no decía que fue él el que metió su nombre, entonces podría perder su magia. Si lo decía, entonces su lord se enojaría con él.

—Estoy seguro de que podremos averiguarlo.

Hablaría con su lord sobre esto para ver si presentarse a los eventos contaba como que competiría y tal vez lanzaría con magia no verbal un hechizo o dos.

—¿Qué vamos a hacer? Necesitamos a Potter.

Ludo Bagman necesitaba que el chico compitiera. Había apostado por él un montón de galeones y los duendes querían su dinero. Necesitaba que Hogwarts ganara y siendo honesto, no creía que los otros dos campeones fueran competencia para Viktor Krum.

Harry miró al hombre como si fuera un imbécil, pero Snape le respondió antes que él.

—Como él señaló, no entró. Por lo tanto, no necesita estar más aquí. Estoy seguro de que quiere volver con sus amigos mientras continuamos con esta discusión.

Severus estaba tratando de asimilar el hecho de que el chico tenía cerebro y se preguntó por qué lo escondía, hasta que recordó a Granger y Weasley.

—Harry, quiero verte en mi oficina una vez que acabemos.

Dumbledore se giró hacia los demás para asegurarles que todo estaba bien, pero Harry lo bloqueó al pararse entre él y Snape.

—No voy a competir y no he hecho nada malo.

—Harry, tienes que competir. Es importante.

Dumbledore comenzó a pensar en formas para hacer que el chico compitiera. Por lo regular, funcionaba la culpa, pero si no entonces unas pociones. Siempre podía asegurarse de que Ron y Hermione lo convencieran.

—No. Haré otro juramento si es necesario —Harry advirtió.

—No creo que sea necesario, Harry.

Dumbledore no quería que Harry hiciera otro juramento. Quería matar a quien sea que le enseñó al mocoso sobre los juramentos.

—Diez puntos de Gryffindor por el descaro.

Snape podía ver que el chico estaba furioso. La tensión en los hombros de Harry lo denotaba, y esperaba poder sacarlo antes de que explotara. Sabía que se estaba controlando. Después de todo, había pasado años provocándolo. Harry tenía el temperamento y el corazón de Lily. Oh, sabía que no era un mini James, pero tenía un rol que cumplir. Esperaba que la pérdida de puntos lo distrajera.

—Toma todos los puntos que quieras. No voy a participar y haré un juramento más si es necesario.

Harry ni siquiera se giró hacia Snape. Estaba tratando de no explotar, pero era muy difícil.

—Hablaremos más tarde.

El tono de Dumbledore le dijo a Harry que iba a seguir insistiendo.

Harry sacó su varita.

—Yo, Harry James Potter, juro que no entré por voluntad propia a este torneo. Si participo en algún evento será porque he sido coaccionado, hechizado o estoy bajo los efectos de alguna poción. No quiere tener nada que ver con este torneo. Que así sea.

Harry guardó su varita y salió de la sala antes de que alguien pudiera reaccionar. Se dirigió a la Cámara de los Secretos.

—¿Quieres que vaya a buscarlo? —Snape se giró y miró a Dumbledore.

Snape fue sorprendido por Harry Potter. El chico hizo un movimiento que nunca sería considerado por un Gryffindor. Un Gryffindor estaría de acuerdo en participar en el torneo. Severus nunca había conocido a uno que se resistiera a un desafío. Dumbledore había redactado sus palabras de tal manera que un verdadero Gryffindor habría respondido a la culpa que se produjo o al desafío subyacente.

—No, aún no. Necesita calmarse. Debemos encontrar una manera de arreglar esto.

Dumbledore no notó la mirada que Snape le dio. Por lo regular, hubiera enviado a Snape a buscar al chico, pero necesitaba tiempo para saber cómo arreglar todo esto. Necesitaba que el chico compitiera. Tenía que haber una razón por la que pusieron su nombre.

—No puedo creer que haya hecho esos juramentos.

El asombro se podía escuchar en la voz de Cedric Diggory. Snape sabía que los Hufflepuff se enterarían de esto, que sus serpientes lo escucharían de Krum, y que Delacour se lo contaría a los demás.

—Yo tampoco —Fleur Delacour y Viktor Krum concordaron.

No podían creer el drama que tenía Gran Bretaña. Primero la Copa Mundial y ahora esto.

Olympe Maxime e Igor Karkarov intercambiaron una mirada.

—¿Qué harás ahora, Dumbledore? Tenemos un cuarto campeón para este torneo y necesitamos averiguar quién es. Tú fuiste quien encantó el cáliz y puso la línea de edad. Algún estudiante de diecisiete años o adulto debió de haber puesto su nombre.

Karkarov amaba el hecho de que alguien por fin había arrinconado a Dumbledore.

—Comenzaré a buscar al cuarto campeón de inmediato.

Dumbledore quería estrangular a Harry Potter. Lo acababa de dejar en una terrible situación. Necesitaba que el chico tuviera sus enfrentamientos anuales. Lo del año pasado con Sirius Black fue una sorpresa. Había planeado otra cosa que incluía revelar que Lupin era un hombre lobo. Severus hizo un buen trabajo. Aunque no tuvo que hacer nada ya que Sirius lo hizo todo por él.

—Revisaré de nuevo el reglamento, pero creo que tiene razón —Barty Crouch Sr. añadió—. Nunca pensé en eso. Ya que, bueno, ¿por qué alguien lo haría?

—Cierto —Snape comentó desde donde estaba sentado.

No podía creer que la sala estuviera llena de idiotas. Dumbledore sabía que Harry no entró, pero por supuesto que lo iba a usar para su propio beneficio. Se preguntó ahora para qué. No estaba seguro de qué planeaba Barty Crouch, pero de seguro el hombre sabría sobre los contratos mágicos, ¿no? Casi fue ministro de magia. Fue el jefe del departamento de Seguridad Mágica hasta que se descubrió que su hijo era un mortífago. Ojoloco era confuso. Si bien no conocía ni le agradaba el hombre, no estaba actuando como siempre lo hacía. Había esperado que Ojoloco se enfadara porque alguien manipuló el cáliz y que se sintiera insultado porque alguien no escuchaba a Albus Dumbledore.

Snape pensó mucho mientras ignoraba lo que ocurría en la sala. Sabía que Dumbledore estaba trabajando para suavizar las cosas para los directores visitantes.

—Estoy seguro de que encontraremos al culpable antes del primer evento el 24 de noviembre. Ahora, ¿por qué no dejamos que nuestros campeones se instalen en sus dormitorios?

Después de que todos —excepto Ojoloco y Snape— se fueran, Dumbledore soltó un largo suspiro.

—Severus, necesito que encuentres a Harry, asegúrate de que esté calmado y llévalo a mi oficina. Tenemos que encontrar una forma de anular ese juramento.

—No hay forma de anularlo. Necesitamos encontrar a quién puso su nombre —Ojoloco dijo lo que estaba pensando Snape—. Ese juramento fue muy específico.

—Estoy seguro de que podremos coaccionarlo para que compita. Alguien puso su nombre por una razón y hasta que la descubramos, él tiene que competir o algo podría pasar.

—Lo buscaré.

Severus tenía una idea de adónde podría haber ido el niño. Sabía que era el único lugar al que Harry podía ir sin que lo siguieran. Se dirigió al baño de niñas del segundo piso.

[…]

Snape conjuró una silla, se sentó y esperó a que Potter apareciera. Pasó un tiempo hablando con Myrtle, quien confirmó que de hecho Harry entró a la cámara. Dijo que por lo regular venía a visitarla, pero que no había entrado a la cámara desde que volvieron a Hogwarts. Myrtle desapareció en el baño antes de que le pudiera preguntar algo más. Severus se preguntó sobre su comentario, pero lo averiguaría después.

—Él te envió, ¿no? —Harry estaba detrás de Snape.

Su voz causó que el hombre saltara de sorpresa. Harry había estado viendo al maestro de pociones por varios minutos, preguntándose si el hombre se daría cuenta que estaba detrás de él o no.

—Sí, pero antes de que vayamos a su oficina quiero hablar contigo sobre lo que pasó.

Snape aún tenía preguntas sin resolver sobre el chico, y no le gustaba dejarlas así.

—Lo supuse. ¿No podemos hacerlo después? Sé que va a ignorar lo que diga y tratará de obligarme a participar en el torneo —Harry se apoyó sobre el lavabo.

Estaba cansado y no quería lidiar con Snape o Dumbledore y sus juegos.

—Creo que ese es su objetivo —Snape se levantó y mandó la silla a su oficina.

No era cómoda, pero no pensó que esperaría tanto a que Potter apareciera. Era una silla que reservaba para los estudiantes e invitados para que así no se quedaran.

—Bueno, terminemos con esto. Estoy seguro de que será una experiencia inolvidable. ¿No podemos hablar mejor mañana?

Harry miró alrededor del baño. No veía a Myrtle, por lo que ya debe haberse ocultado en su baño.

—Sí. Tengo que trabajar hasta la cena, por lo que podríamos hablar después de eso. Las detenciones las pondré para el viernes —respondió Snape—. Potter, tengo una pregunta antes de irnos. ¿Por qué miraste al profesor Moody?

—Cada año, el profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras trató de matarme o estuvo involucrado en ello. Quirrell y Lupin trataron de matarme, Lockhart era un idiota y no nos protegió cuando bajamos a la cámara. Lo que resultó en su estadía permanente en el manicomio, entonces ¿por qué el profesor Moody sería diferente?

Snape no tenía una respuesta para eso. El chico tenía razón.

—Moody fue auror. Y uno muy bueno. Era un loco paranoico, pero fue bueno.

—Lockhart escribió sobre sus aventuras y mira cómo resultó. Quirrell fue profesor aquí antes y ¿cómo resultó? Lupin fue el mejor amigo de mi padre y casi me come junto a ti, Ron y Hermione. El único aquí que ha tratado de protegerme eres tú y me odias.

Harry no iba a mencionar lo poco que confiaba en Dumbledore ya que no estaba seguro de lo que Snape pensaba sobre el viejo tonto y no quería que le diera la espalda y fuera a decírselo al vejete. Lanzó una protección en secreto y sin palabras para prevenir que Snape mencionara algo de lo que dijeran aquí.

Snape miró al chico cuando sintió la protección que se instaló a su alrededor. Observó a Harry y se dio cuenta de que el chico había estado fingiendo hasta ahora. Basándose en los eventos de esta noche, Harry ya no era el niño de oro.

—¿Por qué esta noche?

Severus se había estado preguntando durante los últimos años porque todo siempre ocurría el 31 de octubre.

—¿Por qué no? No quiero tener esta discusión ahora, pero es importante. En serio, Hogwarts está listado como el lugar más seguro del mundo. Las barreras protectoras le dirían a Dumbledore si algún tipo de mal está en la escuela, pero ¿aun así un maestro poseído logró dar clases? Dumbledore contrató a un fraude, a sabiendas, y nos dijo que quería que lo expusiéramos como tal. Luego contrató a un hombre lobo para enseñarnos y le ocultó ese hecho a todos los que no sabían. El mismo hombre lobo que intentó matarte en tu quinto año. Sí, lo sé. Sirius es un idiota. Lupin no tomó su poción y casi nos ataca al final del año. ¿No crees que es extraño que él sea el único hombre lobo que Dumbledore permitió que estudiara en Hogwarts y luego volvió para enseñar el año qué Sirius escapó? Hay mucho más de que hablar.

—Dime tu teoría, podemos retrasarnos un poco más.

Snape estaba sorprendido; el chico era de hecho mucho más inteligente de lo que había pensado. Se preguntó qué más aprendería a partir de hoy. Estaba agradecido de haber agregado barreras de privacidad cuando entró al baño. Y le impresionó que el chico añadiera otras más.

—Bien, pero no te gustará. ¿No has notado que esta guerra es entre Gryffindor y Slytherin? ¿Qué los que mueren por lo usual son Gryffindor o Slytherin? ¿Y qué la rivalidad entre las casas ha estado ocurriendo desde que Dumbledore se convirtió en subdirector? Hay leyendas de Salazar Slytherin y Godric Gryffindor, pero nunca se mencionó algo como esto hasta que Dumbledore se convirtió en subdirector. Cuando era profesor, le quitó muchísimos puntos a Slytherin para darle la copa a Gryffindor, como sigue haciendo desde que llegué aquí. Mucho peor de lo que tú has hecho. Si bien le has dado a Gryffindor un punto mientras que a Slytherin cinco por la misma respuesta, aun así, les dabas puntos, pero él nunca lo hizo. Mira los archivos y lo comprobarás. Yo lo hice y me sorprendí. Te impresionaría lo que puedes aprender cuando alguien te hace copiar las fichas de detención. Dumbledore me rodeó de Gryffindor incluso antes de que comenzara Hogwarts. Me dijeron lo malvadas que serían las serpientes. Elegí ir a Gryffindor en lugar de Slytherin por lo que Ron y Hagrid me contaron sobre Slytherin y que se "confirmó" con mi encuentro con Draco en el Callejón Diagon.

Snape pensó en eso por unos segundos.

—Pettigrew era un Gryffindor y traicionó a tus padres.

—En verdad, piensa en cómo era. ¿En serio crees que era un Gryffindor? No pertenecía a ninguna casa. No tenía la inteligencia de un Ravenclaw. Tampoco era ambicioso. Aunque sí ingenioso y sediento de poder, y astuto para conseguirlo, pero no era un verdadero Slytherin. No era leal y tampoco valiente —Harry suspiró, pero sabía que tenía que acabar con esto.

—Y lo hizo con Potter y luego con el Señor Tenebroso. Se aferró a su poder. No era amigo de Black ni de Potter hasta que Lupin se hizo su amigo ya que Dumbledore le pidió que le diera tutorías.

Snape estaba sorprendido. Era un argumento válido. Y, con franqueza, nunca había pensado en ello. La mayoría de los mortífagos eran Slytherin y la mayoría de los de la Orden era de hecho Gryffindor.

—¿Así que crees que es una lucha de poder entre los dos para ver quién es mejor y no sobre la magia oscura y luminosa?

Snape no quería pensar que Dumbledore planeó la amistad de sus cuatro torturadores.

—Sí, Dumbledore hizo un montón de promesas durante la última guerra, pero nunca cumplió ninguna de ellas. El ministerio fue el que metió a los mortífagos a Azkaban ¿y cuánto tiempo le llevó sacarte de ahí? ¿Por qué no hizo lo mismo con Sirius? Es el Jefe de Magos ¿y qué ha hecho? Nada. Se ha estado enfocando en que yo mate a Tom. Me ha forzado cada año a quedarme con mis parientes porque si no lo hago entonces no puede controlarme. Quiere ser visto como mi tutor mágico, pero no me ha enseñado nada de lo que se supone que debe de enseñarme.

—Dijo que has estado recibiendo entrenamiento mágico, lecciones sobre tradiciones, costumbres y tus responsabilidades como heredero.

—¿De qué estás hablando? ¿Cómo que "heredero"? No sabía que era un mago hasta que recibí mi carta de Hogwarts y al principio pensé que era una broma hasta que vi la cara de mis parientes. Ellos me habían dicho que mis padres murieron en un accidente automovilístico por mi culpa.

Snape se apretó el puente de la nariz.

—Harry, es por eso por lo que tantas familias sangre puras están enojadas contigo y no pueden creer que seas amigo de un traidor a la sangre. Draco me contó sobre su encuentro. Se presentó de forma correcta y ninguno de los dos pudo entender qué pasó.

—Me recordó a mi primo bravucón. No sabía que esa era la forma correcta de presentarse. ¿Por qué los Weasley son considerados traidores a la sangre? Ron dijo que es porque no discriminan a los nacidos de muggles.

—No, es porque rompieron unos contratos matrimoniales y dos de compromiso, no se presentaron a unos duelos por el honor y también han fallado en enseñarle las costumbres y tradiciones a las nuevas generaciones. Arthur Weasley lo ha intentado, pero Molly Weasley se niega a permitírselo.

—Así que hay una razón válida. Me lo había estado preguntando. Ron siempre parece restarle importancia y los demás lo miran raro cuando lo hace.

Hary no había sido capaz de encontrar información sobre los traidores a la sangre, pero ese no era un tema que la biblioteca tenía y no iba a pedir ayuda para encontrar información.

—¿Tienes la llave de tu bóveda? Debes tener acceso a ellas ya que eres el último Potter. No podrás hacer mucho, pero deberías poder trabajar con los duendes para invertir y manejar tus negocios.

A Snape no le gustó lo que estaba escuchando. Si lo que Harry estaba diciendo era cierto, sin duda respondía la mayoría de las preguntas que había estado teniendo durante los últimos años.

—Solo vi mi llave una vez. Hagrid la tuvo en mi primer año y luego la señora Weasley. Nunca pude retirar dinero para comprar ropa que necesitaba. La que tengo era de mi primo.

Harry siempre se había preguntado por su llave, pero le habían dicho que era más seguro que alguien más se la cuidara.

—Tenemos mucho trabajo que hacer.

Snape no tenía idea de por qué se había ofrecido para enseñarle al chico, pero no iba a permitir que siguiera siendo un ignorante. También iba a comprobar a sus parientes ya que el tono que Harry usó al referirse a ellos lo preocupó. Se preguntó si esa era la razón por la que había estado sintiendo dolor en el verano. El juramento que hizo había estado demandando atención.

—Hablaremos sobre esto mañana en la noche. Tenemos una reunión a la que asistir.

—Será corta. No voy a participar en el torneo.

—No estoy preocupado por eso. Lo diste a conocer muy bien y mañana de seguro ya estarán rumoreando sobre ello. Tus juramentos demostraron tu inocencia.

—¿Viste su cara? —Harry sonrió—. Fue inolvidable.

—Nunca la olvidaré.

Quitaron las barreras y se dirigieron a la oficina del director. Snape pensó que iba a ser una reunión muy corta como Harry predijo. Y la iba a disfrutar.

[***]

—¿Caramelo de limón? —Dumbledore levantó su tazón de dulces mientras Harry y Snape tomaban asiento.

—No, gracias —respondieron.

—Ahora, mi muchacho, hablemos sobre tu juramento. ¿Te das cuenta de lo peligrosos que son?

—Sí. Y también sé cuánto pueden comprobar. Mi primer juramento demostró que no estaba mintiendo. No iba a volver a pasar por lo mismo de mi segundo año, ser una paria, sufrir acoso escolar y ser la burla de todos. Mi segundo juramento demostró que no iba a participar en ningún evento por voluntad propia, lo que garantiza que quien haya metido mi nombre tendrá que ser encontrado y los campeones correctos competirán.

Snape se alegró de que su máscara estuviera en su lugar. Harry estaba poniendo a Dumbledore en un aprieto de tal manera que haría quedar muy mal al hombre si hacía que Harry participará las competencias.

—Harry, sin importar la razón, no puedes decir que no participarás en el torneo. Tu nombre fue elegido por el cáliz. Se vería muy mal que el campeón de Hogwarts y el salvador de la Gran Bretaña Mágica se arrepintiera.

—Ya que no entré, no estoy preocupado por eso. El campeón de Hogwarts es Cedric Diggory. Sabes que odio mi fama. Te he dicho los últimos tres años que no hice nada para ganármela. Mi madre hizo un ritual para protegerme. Dio su vida para protegerme y por eso fue derrotado.

Severus miró a Harry. No sabía eso, pero tenía más sentido que las tonterías del amor que a Dumbledore le gustaba decir. Si eso fuera cierto, entonces la maldición asesina no funcionaría en nadie si se usara después de que alguien más muriera protegiéndolo.

—¿Qué planeas hacer? ¿Ignorarlo?

Dumbledore no podía creer lo terco y egoísta que estaba siendo el chico.

—Planeo estudiar, volar y disfrutar ver a los otros campeones competir. Estaba pensando en cambiar Adivinación y Cuidado de Criaturas Mágicas por Estudio de Runas Antiguas y Aritmancia. Leí sobre ellas y las encontré interesantes.

Snape tuvo que cubrirse la boca. Había visto la mejora de Harry en Pociones, pero no se había dado cuenta que se estaba tomando en serio sus materias este año. Iba a fomentar eso.

—Harry, ya es muy tarde para que cambies tus materias.

Dumbledore no quería que el chico se volviera listo. Lo necesitaba ignorante, obediente y sumiso.

—Acorde con La historia de Hogwarts, tengo hasta el 15 de noviembre para cambiar mis materias optativas si demuestro que estoy lo suficiente informado como para entender los objetivos del curso.

Harry se estaba empezando a preguntar si el hombre en serio pensaba que era tan estúpido.

—Hablaré con la profesora McGonagall sobre ello. Has mejorado mucho en Pociones este año.

Severus se dio cuenta de que Harry tuvo que haber conseguido los libros que se les daba a los estudiantes nacidos de muggles. Ya que Hagrid llevó a Harry de compras, no debió de haberlos añadido. Esa era una de las razones por la que los jefes de casa llevaban a los nacidos de muggles de compras. Se preguntó por qué Harry no recibió la lista de los nacidos de muggles.

—Gracias, profesor Snape, lo apreciaría. Programé una reunión con ella mañana a las once.

—Estaré ahí.

Lo haría ya que estaría libre a esa hora.

—Estamos aquí para discutir sobre el torneo y no vas a cambiar de clases —Dumbledore le advirtió—. Soy tu tutor mágico y me niego a permitirlo.

—Presentaré una queja ante el Consejo Escolar ya que eres el tutor mágico de todos los estudiantes. Ya que apenas estamos iniciando, pediré que todos los estudiantes que hayan cambiado de clases vuelvan a las que tenían y que se aseguren de que cada estudiante y sus padres sean informados del cambio. También solicitaré que lo redacten en La historia de Hogwarts.

Snape sonrió un poco. El chico estaba demostrando ser un muy buen Slytherin. Con honestidad pensó que era un movimiento audaz, pero sabía que Harry podría hacerlo como cualquier otro estudiante. Tendría que enseñarle a no revelar sus planes tan rápido, pero este era uno que no habría importado. Pensó sobre eso por unos segundos. No, era mejor así, si lo hacía sin que el viejo tonto supiera habría creado severos problemas.

—Señor Potter, no permitiré que me hable de esa manera. No sé qué le ha pasado, pero tendrá detención por una semana con el señor Filch.

Dumbledore comenzó a pensar en las pociones que necesitaría conseguir de Molly para controlar al chico.

—No, no lo haré. Si esperas que se cumpla esa detención, presentaré de nuevo una queja ante el Consejo Escolar con una copia de la memoria de esta reunión, y entonces veremos quién gana. No he hecho nada malo, excepto dar a conocer mis derechos como estudiante.

Harry también iba a ir con los duendes para cambiar de tutor mágico. Uno que no lo obligue a quedarse con los Dursley durante el verano. Sí, Dumbledore iba a llevarse una gran sorpresa este año.

—No creo que estemos llegando a nada en esta reunión. ¿Por qué no vuelves a tu dormitorio? Buenas noches, señor Potter.

Dumbledore se aseguró de que su voz estuviera llena de decepción por las acciones de Harry está noche.

—Buenas noches, profesores —Harry se levantó de su asiento.

—Severus, por favor, quédate.

Severus trató de no parecer molesto por eso, pero sabía que estaría atrapado aquí hasta que el viejo tonto se desahogara, planeara una nueva forma de atacar a Harry y se asegurara de que siguiera su plan. Dumbledore se llevaría una gran sorpresa cuando no funcionara. Severus solo quería volver a sus aposentos y analizar su conversación con Harry. Quería pensar en el pasado y ver qué más podría haber pasado por alto. Tan pronto como Harry se fue, Dumbledore habló.

—Severus, ¿qué descubriste?

—Cuando lo encontré, solo dijo que no iba a cambiar de opinión. Le dije que teníamos que venir aquí.

En teoría, Snape no mintió.

—Ya veo. ¿Estabas al tanto de lo que mencionó esta noche?

Dumbledore necesitaba averiguar qué estaba pasando con su peón. No estaba feliz con cómo concluyeron las cosas hoy. Estuvo pensando un rato mientras esperaba a Harry y Severus y se dio cuenta de que su nombre fue puesto por un mortífago en el cáliz. ¿Al fin Voldemort haría otro movimiento? Ya que era Halloween, sí lo creía.

—No, fui sorprendido como tú. No esperaba esos juramentos. Ni siquiera sabía que él los conocía o que siquiera sabía hacerlos —Severus respondió con honestidad—. Tampoco esperaba que estuviera interesado en Estudio de Runas Antiguas y Aritmancia.

—Quiero que averigües lo que está pasando —Dumbledore le dijo.

—¿Yo? ¿Me has confundido con alguien más? ¿Acaso olvidaste que el chico me odia? Yo tampoco le tengo mucho aprecio. ¿No has visto cómo hemos interactuado durante los últimos tres años? ¿En serio esperas que se abra conmigo?

Severus se preguntó si los caramelos de limón que amaba el viejo tonto tenían algo. Tal vez necesitaba comenzar a ponerle pociones que pararan sus alucinaciones.

—Aceptaste reunirte con él y Minerva —Dumbledore le recordó.

—Solo para ver su cara cuando se lo pregunte. Será inolvidable. De hecho, ya hasta puedo verla.

Severus se habría reído si no tuviera que mantener su compostura. Harry Potter iba a poner a Hogwarts patas arriba y él lo iba a disfrutar. Será su retribución por todos los años de miseria que tuvo que soportar por los Gryffindor que lideraban este lugar.

—Severus.

Dumbledore trató de evitar que su voz revelara que en realidad estaba de acuerdo con el hombre. La cara de Minerva será inolvidable. Estará tanto decepcionada como encantada. Encantada porque Harry por fin estaba tomando sus estudios en serio, pero decepcionada porque le había tomado tanto tiempo hacerlo. Se preguntó si tal vez podía lograr que Hermione lo hiciera cambiar de opinión. Ella le podría decir cuánto trabajo es y que le impediría volar.

—Ahora sabes lo que tiene que hacer, tenemos que conseguir que me escuche.

—El hecho de que quiera controlar su educación no significa que no te vaya a escuchar. Si sigues luchando, entonces sí que no te escuchará. Podrás atrapar más moscas con miel que con hielo.

—Dejaré que se salga con la suya por ahora y no peleará conmigo después.

Dumbledore pensó que era una buena idea. Funcionó en el pasado y lo haría en el futuro.

—Exacto. ¿Qué hay de malo con que quiera cambiar de clases? No es como si fuera a estudiar artes oscuras o abandonara las materias que necesita para pelear contra el Señor Tenebroso.

Snape se preguntó cómo Dumbledore se convirtió en el líder del lado luminoso si lanzaba ataques cada vez que no se salía con la suya.

—Muy bien. Creo que eso es lo que haremos.

No obstante, Dumbledore se aseguraría de mencionarle a Ron y Hermione lo que quería que hicieran.

—Te veré en el desayuno.

Snape ni siquiera respondió. Solo se levantó y se dirigió a sus aposentos. Tenía mucho en lo que pensar. No podía esperar para hablar con Harry mañana.

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