
CUIDADO CON LA CRIANZA
Recibió otra descarga dolorosa de electricidad, Gojo maldijo a esa inútil voz, estaba seguro que era culpa de esa voz, esta vez no entendía cuál era el problema, solo se había quedado en las nubes unos segundos, bueno talvez un minuto aproximadamente. Pero no podían culparlo, no había visto a Yuuji con esa felicidad durante el enfrentamiento contra Sukuna o cuando salió del cubo.
Además de Yuuji y las quejas de los viejos clanes, debe admitir que le sorprendió recibir un asentimiento de Toji y aprobación al parecer. Casi suelta el dedo medio de la mano si no fuera por la maldita parálisis y los castigos de esa maldita voz. Como sea, Gojo acogió a otros estudiantes, dentro de ellos estaba por supuesto la encantadora Nobara Kugisaki que por cierto lo veía con asco, como siempre, ese era el amor duro de su pequeña. Y algunos otros dos, que parecían fuertes.
Toji en cambio, escogió mujeres fuertes y hombres fuertes, que tenían músculos notables. Gojo lo miró y rodó los ojos, recibió agujas en la lengua, otra vez.
Mei mei recibió a los que parecían tener dinero, eran todos aquellos jovencitos de los nobles y adinerados y porque no decirlo, aceptó el dinero desesperado de otros para tener a sus energúmenos hijos en su cumbre, los cuales parecían confiar en el dinero y ciertamente la interesada mujer no esperaba nada de sus habilidades.
En cambio, Yaga solo aceptó algunos jovencitos que no podían protegerse, Gojo pensó que a Yaga le gustaba cuidar de bebes, como cuidó de panda.
Gojo ya llevaba casi 10 minutos caminando, pero no tenía un destino concreto y no sabía a donde ir. Los discípulos que acogió parecían seguirlo como pollitos. Eran muy lindos, Gojo se controló, no quería recibir más descargas eléctricas ni sentir agujas en su lengua.
Sin saberlo, Gojo acabó llevando a los niños aun estanque.
—¡Es muy bonito! — Dijo uno de sus nuevos pupilos, tenía una parte de su cara tapada. Gojo inevitablemente pensó que era un emo. También notó como Yuuji se había quedado alejado del estanque, veía como la luz del agua se reflejaba en sus ojos y cambiaba el color de ellos, haciendo que parecieran por un momento un verde limón.
Sintió un ataque demasiado fuerte, no pudo evitar sangrar preocupando a los chiquillos. Lamentablemente Gojo notó que mientras más se acercaban los chiquillos, más fuerte era el dolor.
—¡Salgan de aquí! — el grito asustó a los niños que rápidamente se alejaron hasta salir. El repentino ataque se detuvo, aún estaba persistente, pero podía curarse fácilmente.
“¿Qué es ahora? Acabo de asustar a unos pobres niños.” Gojo se limpió, pero se dio cuenta de que una presencia no había salido despavorida como él pensó.
—¿Aún sigues aquí? — preguntó Gojo al pequeño Yuuji, no lo había notado tanto con todos los castigos que le ha puesto esa voz, pero Yuuji se veía más pequeño a comparación de cómo lo conoció por primera vez, estaba muy chiquito.
—Pensé que necesitaría ayuda maestro Gojo. — Yuuji sonreía lindamente, Gojo había extrañado eso. Pero un ataque le vino de nuevo. Yuuji se acercó cauteloso y algo preocupado.
Gojo intentó alejarlo y no pudo controlar su fuerza, arrojando al pobre niño lejos y fuera del estanque. El dolor se detuvo repentinamente.
—¡FELICIDADES! ¡FELICIDADES! ¡FELICIDADES! Las buenas cosas deben ser dichas tres veces. — Gojo escuchó la campana de cuando ganas un premio en algún juego.
“¿Oye voz, ¿qué está pasando?”
—Ve y averígualo anfitrión. — respondió rápidamente. Gojo no entendió y se acercó al pobre niño, uso su poder para curarlo y su cuerpo volvió a tener convulsiones haciendo que golpeara a niño en la mejilla repentinamente y el dolor se detuvo. Parecía traumar al pobre Yuuji, el chico se había quedado con la boca abierta viendo como intentó curarlo antes del ataque.
Gojo entendía, era raro y extraño, primero ser atacado y luego curado y luego volver a ser atacado.
Gojo lamentó en su corazón, pero intentó responderse una hipótesis.
Gojo acercó su mano lentamente a la mejilla de Yuuji, mientras la aceraba, vio como el chico temblaba un poco. Pobrecito Yuuji, ya le tenía miedo. Gojo notó que mientras más acercaba su mano a la mejilla, en picor empezaba, así como el dolor en su garganta, iba a expulsar sangre.
Alejó su mano y el dolor se detuvo. Acercó su mano y el dolor empezó. Alejó su mano y el dolor se detuvo.
“¿Qué rayos?” Gojo pensó, frunció las cejas y maldijo en un susurro.
El niño frente a Gojo, lo miró ferozmente, pensando que el insulto era para él. Se mordió fuertemente los labios, no se permitió quejarse.
Repentinamente, Gojo recibió una felicitación de esa voz, de nuevo. Gojo se enojó y no controló su poder, expulsando y arrojando a quemarropa su energía. Yuuji se vio envuelto y otra vez fue arrojado.
—¡Está haciendo un buen trabajo anfitrión! ¡Siga así! — La voz robóticamente animada lo felicitó, aunque Gojo se quedó helado al deducir porqué era la felicitación.
“No es cierto, tengo que lastimar a Yuuji para evitar el dolor.” Gojo miró horrorizado como Yuuji sangraba de la cabeza, los ojos del niño estaban entrecerrados, le pareció percibir hostilidad.
—Mierda—
El castigo apareció de nuevo por maldecir en voz alta, esta vez, Gojo lo aceptó sin quejas.
Rápidamente los sirvientes aparecieron para arreglar el desastre, no sin antes implorar permiso. Gojo accedió para luego expulsar una bocanada de sangre. Trató de ignorar la sensación y alejó a los preocupados sirvientes y se tele transportó.
Se alejó del lugar, ubicándose en el cielo a más de 1000 metros de altura, difícil de ver y difícil de percibir. No pensó que funcionaría, pero al parecer tenía sus poderes de vuelta, el infinito lo protegía del frio y del aire.
Al observar hacia abajo, descubrió que no había viajado locamente a una sociedad antigua o lo que sea. Era la escuela de hechicería lo que veía, pero tenía un estilo antiguo. Notó a lo lejos, las ciudades, tal como las recordaba. Se tele transportó a una de ellas.
La ciudad seguía igual, aunque tenía ciertos toques muy cercanos a la naturaleza y terrazas naturales, así mismo, Gojo notó que era una mescla entre lo tecnológico y lo natural, en un equilibrio ciertamente adecuado. Se maravilló.
—¡El sol de la cumbre Gojo! —
—¡Inmortal Gojo Satoru! —
La aglomeración empezó, no pensó que sería conocido, incluso si la mitad de su rostro estaba oculto bajo una venda y tenía el cabello arreglado, atraía la atención de los no hechiceros, no entendía. Escapó rápidamente de las personas y se transportó otra vez a una parte alta de la ciudad.
—Oye maldita voz, ¿qué está pasando? —
- ¿Querido anfitrión, no se lo he dicho? ¡Abríguelo o muera! — dijo casi felizmente,
Gojo chistó la lengua. Se puso rígido y listo para recibir el castigo, pero no pasó nada. Gojo entendió que solo pasaba si alguien más lo veía actuar de esa manera.
Por ese momento y lejos de todas las miradas, Gojo suspiró. En tan solo unas horas, se había cansado. Lidiar con todo eso y escaparse de quién sabe dónde para luego ser absorbido por un libro e ir a parar ahí.
Otra vez suspiró.
—Buenos días estimado público, esta mañana fue la elección de nuevos estudiantes en la cumbre de hechicería de Tokio, en la cumbre Gojo. —
Gojo no escuchó más. Se quedó pensando, todos los no hechiceros de ahí sabían sobre la hechicería al parecer. Le sorprendió gratamente que los no hechiceros lo tomaran a bien. Gojo se quedó viendo y escuchando en la enrome pantalla que aparecía en uno de los edificios, pero que al parecer no era una pantalla en sí, era mas bien una proyección, no le tomó mucha importancia a eso. Se vio en la pantalla y como la presentadora comentaba sobre él. Le sorprendió descubrir que Gojo Satoru era algo así como una celebridad, con razón varias personas lo persiguieron cuando apareció en la ciudad.
Gojo se quedó mirando su rostro en la enorme pantalla y pensó brevemente que tal vez, algunas de sus pertenencias estaban aún donde deberían estar. Así que se tele transportó a su viejo apartamento y bingo. Estaba en el mismo lugar y como lo dejó.
Finalmente, un lugar que era más acorde a él, se cambió la ropa pesada y tradicional por su buzo completo de hechicero. Nada era mejor que eso y bastante cómodo.
Luego del cambio, se puso a buscar sobre sí mismo cuando la estúpida voz no le quiso decir nada y en su lugar se burló nuevamente de él.
Gojo puso su nombre en la red, apareció alrededor de más de un millón de resultados. Entre ellos aparecían revistas acerca de su nacimiento, estatura, sangre, entre otros. Sus pasatiempos y postres favoritos.
Un resultado en específico le impactó. Tenía como título Gojo Satoru y su misteriosa pareja. Gojo hizo click solo por mera curiosidad puesto que él nunca había tenido pareja. Al entrar, lo que primero llamó su atención, era la foto borrosa de alguien a su lado, pero Gojo reconocería ese mechón emo desde la distancia. Era Geto, su mejor amigo.
Su cuerpo se congeló por un momento, el artículo narraba salidas y paseos en lugares que él nunca había visitado siquiera o algo así. Se sorprendió más la descubrir que Geto había desaparecido y que tal vez seguía vivo. Según el artículo, Gojo luego de la partida de Geto se volvió hostil y cerrado. El artículo no mencionaba que pasó, pero vanagloriaba toda la historia como un trágico romance entre él y Geto.
— No me digas que debo descubrir que pasó. —
- ¡Felicidades! ¡Felicidades! ¡Felicidades! ¡Las buenas cosas deben ser dichas tres veces! Así es anfitrión, después de mucho tiempo acaba de descubrir una de las misiones. —
—Alto, alto, ¿para qué debo descubrir o hacer eso? —
- Para arreglar el error que ha ocasionado y tener su castigo. —
—Me niego, no me interesa y tampoco quiero herir de ningún modo a Yuuji, ya sé cuál es tu objetivo, debes ser algún aliado de Kenjaku o Sukuna. —
- No es así anfitrión, le recuerdo que también puede morir y terminamos con esto. —
—¿Qué pasará si te dijo que muero y me niego a seguir con esta porquería? Soy el más fuerte—
- Sukuna es más fuerte y tiene por seguro la arrogancia de serlo anfitrión. Después de todo, peleó contra Kashimo, contra usted, luego de que lo venció, peleó contra Miguel, contra Higurumi, contra Kugisaki, contra Choso, contra Maki, contra Yuuta, contra Todou. ¿Sigo anfitrión? —
—Cállate. —
- Si muere aquí, volverá al lugar donde despertó sin poder hacer nada y dirigirse a la siguiente línea, sin embargo, puesto que ha desobedecido y creado caos y disturbio además de infringir órdenes y adentrarse en una línea F, tenga por seguro que sentirá dolor sin descanso, puede ser dolor físico o mental, cualquiera es aceptable y el hecho de no volver a ver a todos los que recuerda. —
Gojo se quedó en silencio. El sistema continuó explicando.
—En cambio, de seguir con el castigo proporcionado, puede adquirir ciertos beneficios. —
—¿Qué beneficios? —
- ¡Averígualo o muera! –
La voz hizo sonar campanitas.
—En qué jodida mierda me he metido, —
- Una a la que fue por sus propios pies anfitrión, recuerde que estaba felizmente sonriendo. —
Gojo se lamentó. Tenía que idear un plan en el que no tuviera que involucrarse con Itadori Yuuji, el solecito de la escuela de hechicería, como escuchó decir a Megumi una vez. Gojo pensó que no sería adecuado que él estuviera cerca de Yuuji, no si a cada momento temía que golpear o herir sentimentalmente al pobre niño para luego intentar consolarlo inútilmente. Podría causar grave daño mental o volver sádico al chico o lo contrario.